Hola,
Este es mi primer fic de Slam dunk. Ya se que es muy cortito pero todo es empezar. Espero que les guste.
center40 Minutos/center
El partido acaba de comenzar y los 10 jugadores se baten sobre la cancha dispuestos a darlo todo hasta el final pero yo solo tengo ojos para él.
¡RUKAWA! ¡RUKAWA! Se oie corear su nombre por todo el gimnasio y lo único que yo puedo hacer es apretar mis puños frustrado, mientras me aprendo su cuerpo de memoria, desde el banquillo por que, hoy tampoco juego, tampoco puedo defenderlo o ayudarlo, no puedo rozar su brazo al correr junto a él, no puedo celebrar con él cada punto que consiga, no puedo... tenerlo.
¡RUKAWA! ¡RUKAWA! todos gritan su nombre pero nadie lo conoce, nadie lo ve como yo lo hago, nadie ve su gesto de esfuerzo, nadie ve su boca a medio abrir buscando el aire que sus pulmones necesitan. Nadie ve el sudor que humedece sus cabellos y cae libremente sobre su rostro, por sus fuertes brazos, por sus piernas, el mismo sudor que empapa su camiseta y hace que se pegue a su cuerpo perfecto.
¡DIOS, CUANTO LO DESEO!
¡RUKAWA! ¡RUKAWA! Todo el mundo grita en este maldito gimnasio durante los 40 minutos que dura cada partido pero cuando ellos se callan mi corazón sigue gritando su nombre hasta que mi pecho arde.
Este es mi primer fic de Slam dunk. Ya se que es muy cortito pero todo es empezar. Espero que les guste.
center40 Minutos/center
El partido acaba de comenzar y los 10 jugadores se baten sobre la cancha dispuestos a darlo todo hasta el final pero yo solo tengo ojos para él.
¡RUKAWA! ¡RUKAWA! Se oie corear su nombre por todo el gimnasio y lo único que yo puedo hacer es apretar mis puños frustrado, mientras me aprendo su cuerpo de memoria, desde el banquillo por que, hoy tampoco juego, tampoco puedo defenderlo o ayudarlo, no puedo rozar su brazo al correr junto a él, no puedo celebrar con él cada punto que consiga, no puedo... tenerlo.
¡RUKAWA! ¡RUKAWA! todos gritan su nombre pero nadie lo conoce, nadie lo ve como yo lo hago, nadie ve su gesto de esfuerzo, nadie ve su boca a medio abrir buscando el aire que sus pulmones necesitan. Nadie ve el sudor que humedece sus cabellos y cae libremente sobre su rostro, por sus fuertes brazos, por sus piernas, el mismo sudor que empapa su camiseta y hace que se pegue a su cuerpo perfecto.
¡DIOS, CUANTO LO DESEO!
¡RUKAWA! ¡RUKAWA! Todo el mundo grita en este maldito gimnasio durante los 40 minutos que dura cada partido pero cuando ellos se callan mi corazón sigue gritando su nombre hasta que mi pecho arde.
