Lo Sabia

Sabia que no le habían perdonado. Le habían dicho que si, que estaba olvidado. ¿Cuántas veces tenia que repetir que no había sido él?.... que lo sentía...

Takeru Takaishi corría desesperadamente por la playa del distrito de Odaiba, de la ciudad de Tokio. Hacia unos días que la relación con sus amigos había quebrado. La razón era....

T.K. se paro de golpe y abrió los ojos de dolor. El grito fue infernal. Se arrodillo en la arena, sudando. ¿Qué había sido eso? Había sido una sensación horrible. Se había sentido como su explotara por dentro.

¡ T.K.!- apareció- ¡Ya esta bien! Admito que han sido demasiado severos, pero no debiste hacerlo.

No la hizo caso. Seguía arrodillado en el suelo con expresión de dolor.

¿Y bien?...

T.K. se levanto y miro a Kari a los ojos.

¿No ...no lo has sentido?

¿El que?

Ese, ese dolor... ¿No sabes de que hablo Kari?, desde que la semana pasada Devimon nos atrapara hemos tenido las mismas sensaciones. ¿Seguro que no has sentido nada?

Kari miro al suelo, a su izquierda, y puso expresión de enfado.

Lo único que siento es tu melancolía- se paró y le grito –

¡Pero eso no te da derecho a lo que acabas de hacer a Ken!

T.K. se quedo quieto. El no había hecho nada, solo...

Grito, y cayo al suelo sobre sus manos y empezó a vomitar. Aquel mismo dolor de hacia unos instantes. ¿Qué le ocurría? No era la misma sensación que cuando...

¡ T.K.!- dijo Kari ¿Te ocurre algo?- se paro y frunció el ceño- ¿No estarás fingiendo?

Tu... ¿también?- se levanto, débil, y se fue dejando sola a Kari en las arenas de la playa.

Ya había pasado una semana desde que T.K. agrediera al grupo. Al principio, todos afirmaron que le habían perdonado. Pero según pasaban los días, el grupo se presento más arisco y rencoroso con T.K.. Todos menos Ken, que ya había pasado por una experiencia parecida. Este chico alto y de pelo liso, en cierta ocasión fue el archienemigo del grupo. Por eso entendía a T.K..

Mientras pensaba en ello, Patamon sobrevolaba la playa en busca de T.K., al cual , por fin le vio.

Kari Yagami vio alejarse al chico alto y rubio. Se sentía mal. ¿No habría sido demasiado severa?. Era verdad. Desde que se unió con T.K. en la mente, tenían los mismos sentimientos, del uno y del otro. Por eso sentía la gran melancolía de T.K. y desesperación de T.K. por agradar, sobre todo, a su propio hermano y a Davis, que habían sido los ásperos del grupo. Acerca de lo de tener las mismas sensaciones, ya habían hablado sobre ese don que tenían. Más bien era una ventaja sobre... Kari sacudió la cabeza. Vio alejarse a T.K. y corrió hacía él.

¡ T.K.! –gritó- ¡Perdona!

T.K. se giro y la dio una pequeña y melancólica sonrisa. Después, solo luz.

Davis Motomiya, de pelo castaño, estaba sentado, junto a Taichi Yagami (Tai) y Matt Ishida, en un banco al lado de la playa.

Aquel Maldito T.K., ¿cómo se había atrevido? Ken había sido el único que no le reprochó nada. ¿Para que le tuvo que hacer aquello?. Estaba harto de ese imbécil. Miro a su izquierda, donde estaba el hermano de T.K., el cual tenía una expresión de rabia aun mayor que la suya. Sin duda el era el uno de los más afectados.

Tranquilo, Matt- calmó Tai- piensa que...

¿¿¡¡Que piense QUE!!??- le grito Matt- ¿qué es mi hermano? Mi hermano nunca había hecho nada parecido... ¡¡Fíjate!!, casi nos mata y encima...- Tai le cortó

¡No me chilles! Admito que estés nervioso, pero eso no te da derecho a gritarme. Además, T.K. tan solo reprochó a Ken lo que hizo hace tiempo. ¡ Vale!, esta mal, pero no es para tanto...- Le miro a los ojos.

Matt le observo deprimido y desesperado. De repente un chillido corto el aire. Era la voz de Kari.

Patamon, en el aire había visto todo lo ocurrido. Bajó ,estupefacto, y se poso sobre Kari y se propuso calmarla.

El hermano de Kari, Tai junto con Davis se adelantaron a Matt. Corrían desesperados. Vieron a Kari, con Patamon en su hombro. Ella les vio y giro la cabeza hacía ellos. Tenía una expresión de horror en el rostro. Los dos se pararon

T.K.... T.K.... ha....ha....- Tartamudeo

De repente, con una cara de dolor, Kari y Patamon, para asombro de todos, se desintegraron en mil pedazos, en polvo que desapareció. Tai y Davis intentaron decir algo. Pero se habían quedado sin habla.

T.K. se despertó. Se sentía somnoliento. El sol caía implacable sobre la hierba. Se incorporó. Notó que tenía algo metálico en el oído y así como en la garganta. Levanto la vista y vio a un chico notablemente más bajo que él, de aspecto occidental y de vestimenta harapienta. Sostenía una vieja espada medieval, una especie de mandoble, totalmente oxidada.

"Hya, vos" – dijo tembloroso e intentándose hacerse el valiente. En el oído de T.K. ,al instante, se oyó- ¡Eh! ¡Tu!

¿Perdón?- dijo T.K., y en vez de salir su voz salió otra diciendo- "¿Perdoleo?"

El chico arrugo la frente con su pelo piojoso y habló. T.K. no le entendió en absoluto. Era otro idioma, sin duda. Al instante oyó en su oído.

¿Quién sois?, ¿sois un mensajero del cielo?, ¿sois acaso un demonio?.

T.K. comprendió. Era la traducción de lo que el chico había dicho. ¿Pero si T.K. le hablaba le comprendería acaso? T.K. le entendía a él, pero el a T.K. Intento hablar.

¿Demonio?, ¿por qué?- entonces salieron de su garganta otra voz diferente de la suya, en otro idioma.

Solo los demonios aparecen entre niebla y luces.- El chico había comprendido lo que le había dicho. Sin duda la voz que salía de su garganta sería entonces una traducción. Pero, ¿cómo....?- Eres un demonio. Vuestras ropas, como vuestro rostro, os delatan- El chico tembló de horror- ¿qué...que hago yo?... yo....- Tiro la espada, la cual se rompió en dos, a causa del óxido, y subió por el bosque a una pequeña colina.

Davis se quedo de piedra.

¿Ka... Kari?

¿Pero...pero.. ¿qué ha pasado?- tartamudeo Matt

Kari... ¿qué... qué...?- Tai tenía los ojos desorbitados.

Esto ha.. ha sido una alucinación... ¿no?. ¡Matt!, ¡Tai! Decidme que no ha ocurrido- Davis se asustó- ¡¡Tai!!

T.K. se levantó de la hierba. Observó su entorno. Le dolía la cabeza. Era una sensación... Localizó un campo de cultivo cerca de donde el estaba, el cual era cortado por un pequeño riachuelo. También vio una fortaleza de piedra al fondo, y no lejos de allí un grupo de casa rústicas, medievalescas. T.K. se sentó en la hierba. Quiso racionar lo que ocurría. ¿Quién había sido aquel chico? Un silbido le cruzó por su izquierda, al lado de su oreja. Sin duda aquel chico era un occidental. Si. Pero parecía un vagabundo... aquellas ropas...

- "¡Hibernes!"- se oía- ¡Irlandés!- Otro silbido. T.K. se sacudió la oreja.

¿Y qué era ese poblado?, T.K. no comprendía como habría llegado él hasta allí. Se sacudió entonces la cabeza. Vio una flecha clavada en la hierba, a su izquierda.. Giro la cabeza. Del susto grito. Una figura estaba a espaldas suyas.

Umm... , no parecéis irlandés, ni siquiera francés. Decidme de donde sois?- T.K. se enmudeció ante tal figura- ¿No habláis?, ¿acaso sois mudo?, ¿no me expreso claramente?- Aquel hombre robusto a caballo le observó fijamente- ¿Qué demonios sois?.- hizo una breve pausa mirando la ropa de T.K.- ¡Dios nuestro! ¿qué son esos ropajes?- T.K. se miró. Llevaba su típico sombrero, con su pantalón corto de color verde, además de su camiseta amarilla y también verde. ¿qué tenían de raro aquello?...- decidme, ¿sois gentil?, al menos eso parece por vuestra faz tan lisa.- T.K. no dijo nada a causa de la estupefacción- ¿¡Queréis decidme quien sois de una endemoniada vez!?, ¿¡es que acaso no sabéis con quien estáis hablando!?

Yo...yo...

¡Maldito vasallo!- El hombre miro a sus dos acompañantes, también a caballo, uno con una ballesta al hombro y una espada larga a la cintura, bastantes antiguas, al parecer.- ¡Llevaoslo!

Como vos mandéis, mi señor.- Le dijo el otro acompañante, que llevaba una coraza negra. Inmediatamente T.K. fue golpeado.

Kari abrió los ojos. Se encontró debajo de una especie de.... estaba debajo de una cama. Vio a Patamon inconsciente entre sus brazos. Noto entonces algo frío en su garganta y en su oído, así como metálico.

¡¡¿¿Cómo qué Kari ha.....??!!- gritó Gatomon. Estaba tensa.

¡Tranquila...!- calmó Tai

¡¡¡Me dices a que ha muerto y ¿¿quieres que me tranquilice??¡¡ Tai, ¡¡Era MI compañera!! ¿qué haré ahora?- Parecía histérica. La gata con guantes empezó a perder el control- ¡¡¡No puede estar muerta!!! Tu sabes que los digimon mueres de la manera de la que me has descrito, pero... ¡¡los humanos NO!! ¿¿Pretendes que crea que ha muerto, ¡¡¡NO!!!- Ahora Tai si pudo comprobar de que Gatomon estaba en pleno ataque de histeria. Si el no la hubiera cogido, hubiera destrozado la habitación de Kari.

¡¡Silencio!!- la grito Davis entonces- Tal vez sea verdad que no este muerta, pero.... ¡No esta en el mundo digital, el de datos, ni tampoco aquí!, ¿dónde esta entonces, Gatomon?,- la miro a los ojos- y además, ¿qué excusa ponemos a los padres, eh?, ¿qué excusa?- entonces levanto la vista y cogió tono irónico- ¡Oh! Lo sentimos, señores Yagami, pero su hija ha explotado en mil pedazos- se paró un momento. Ahora era él que estaba histérico. Miro a Gatomon y a Tai con ojos de maníaco. Gatomon empezó a llorar., y se abrazó a lo único que la quedaba de Kari, Tai, su hermano...- ¡¡Mírame a mi!!- prosiguió Davis- ¡¡!Yo no pierdo los nervios en casos como este!!!.

¡¡¡Basta YA!!!- Tai le dio una torta a Davis. También estaba nervioso.

Kari iba a salir de debajo de la cama. Justo cuando empezó a moverse oyó acercarse a dos personas...

"¡Non, non, non!"- Se escuchaba a una voz joven. Al instante, Kari oyó en su oído- ¡No, no, no!

"Ibi est"- respondió otra voz, esta vez más grave- Así es- se volvió a escuchar en su oído. Tal vez, sería la traducción de lo que decían, puesto que parecían hablar otro idioma...- Lady Mary, ya sabéis que vuestro padre....

Se Perfectamente lo que dice mi padre, escudero, pero, como ya habréis notado que no estoy dispuesta a tal humillación- dijo aquella voz joven y femenina, de nuevo. Kari tan solo veía las piernas de los presentes.- "Commodissime" Muy Conveniente, vas a ir a vuestro señor y le dices que no estoy dispuesta a sus chantajes, ¿habéis entendido?.

"Verdat es" Si , mi señora- a Kari la pareció que el hombre hizo una reverencia y se marchó.

La chica, después se que el hombre cerrará la puerta, se agachó y miró debajo de la cama.

Sy!"- dijo como silbando- ¡Si!, habéis despertado- Kari la miró asustada.

T.K. se despertó. Iba a espaldas de un caballo negro. Estaba atado de manos y pies. El hombre de coraza negra era quien cabalgaba el caballo. Otros dos hombres estaban de escolta. Entraron en lo que le pareció un castillo medieval europeo. Se pararon ante unos guardias.

Sir Robert desea que metamos a este joven a prisión- Señalo el jinete de la coraza a T.K.. Los guardias asintieron, y les dejaron entrar.

No os asustéis- dijo la chica, de aspecto occidental y pelo rubio. Parecía vestida como...- Ya hace tiempo que os encontré en mis aposentos. Si hubiera deseado, ya estaríais muerta- La chica se levantó- Salid de ahí- dijo. Kari obedeció. También saco a Patamon, que seguía inconsciente entre sus brazos.- Tomad. Poneos esto- dándola una peluca de pelo largo.

¡No!- dijo- Kari, al instante la salieron otras palabras totalmente diferentes de las suyas- "Non"- Esta se sorprendió y se cogió la garganta con la mano.

¿Por qué no?

Tal vez la extraña voz que salía de su boca fuese una especie de traducción en el idioma de aquella chica. Tal vez sería causa de aquellas cosas que tenía en su garganta y oído. Kari probó suerte.

Yo... yo no necesito peluca... me gusta mi pelo tal y como es...- Volvieron a salir otras palabras diferentes de su boca.

¡ Claro que si!- Se enfureció. Bingo. Kari tenía razón, era la traducción de lo que ella decía.- No querréis que os maten, ¿no? Ya se nota que sois extranjera, de tierras muy lejanas, pero aún así os matarán si lleváis el pelo como un hombre,- Kari estupefacta admitió la oscura peluca.

¿Quién eres?- Dijo Kari mientras se ajustaba la peluca. La chica se impresionó.

Dos horas.

Dos angustiosas horas en aquella maldita celda. Odiosa rata. No dejaba de irritarle. T.K. se intentó incorporar de nuevo. En vano. T.K. estaba al borde de los nervios. Odiaba esa humedad, aquella maldita fría piedra, y las incordiantes argollas. Al fin perdió los nervios y gritó. Las argollas no le dejaron moverse. Le hacían daño. Mucho daño. T.K. sollozó. Todo estaba tan oscuro...

La chica se extraño.

¿Cómo que quien soy?, no sería mejor, ¿quién sois vos?

Yo...yo...- dijo Kari con incomprensión

Fuisteis vos quien se apareció en mi habitación, ¿y me preguntáis quien soy? Yo creía que erais una especie de...- se paró en seco- ¡No!, decidme quien sois y yo os diré quien soy yo. Si ambas no sabemos lo que ocurre, tal vez descubramos que pasa,- Miró a Kari- ¿o acaso si sabes lo que ocurre?

Parece lista, pensaba Kari.

Me llamo Kari Yagami

Umm... ¿Kari de Yagam?- dijo intentando asimilar aquellas extrañas palabras.- No he oído hablar nunca de tales regiones. Decidme, ¿Dónde esta Yagam?

¿Qué?- Se extraño Kari.

Qué de donde sois, ¿Dónde esta Yagam?

Parecía que había confundido su apellido con una región... pero eso era absurdo, ¿para qué?

Yo.. yo

¡Olvidadlo!, aun parecéis más confundida que yo. Si no fuera por eso, creería que seríais una bruja.

Oh....- Kari estaba perturbada.

Por cierto, ¿dónde habéis conseguido esos ropajes?... y .. y ¿ese colgante? Que extraño, es precioso, ¿me lo dejáis ver?

Kari vio que se refería a la cámara de fotos digital que siempre llevaba consigo.

¡Oh! Los siento- continuó la chica.- Me presentaré. Soy Mary de Middlesex, hija de Robert de Middlesex, noble con extensos territorios en...

Mary, Robert.... parecéis ingleses- dijo Kari.

La chica la miró extrañada e indignada.

¡ Pues claro que somos ingleses! ¡ Nobles ingleses!, damisela, por que, lo sois, ¿no?

¿Nobles?

La chica la miro como si estuviera hablando con una estúpida.

Veo que no os han formado mucho. A mi me parecíais damisela por vuestra cara tan suave. Creía que erais gentil.- la chica cogió un tono extraño- Tal vez tan solo seáis campesinas, y gracias al Señor- rió.

Kari intentó racionar. Paredes de piedra. Silencio casi absoluto en el ambiente, excepto por un par de pájaros. Patamon. Aquella chica con esas ropas tan medievales, esa cama con techo de ....., ¡vaya! , parecía incomoda la cama. Patamon. Se sentía como si estuviera metida en una pelicula me... Patamon, ¿Patamon?, ¡Patamon!. Kari se había olvidado de que lo mantenía en sus brazos. Comenzó a despertarse.

¿T... T.K.?- dijo Patamon.

No... soy yo. Kari

¡Dios Nuestro!, ¡Esta vivo!, ¡Es un ser del demonio!- Lady Mary se sobresaltó

¡Eh!, ¡No te pases! ¡ No le insultes! – le defendió Kari

¿Pasar? Para que.....- Lady Mary paro un segundo- ¿cómo que no le voy a insultar? Nunca he visto nada igual, ¡ Es un demonio!, ¡Mátale ahora que puedes!- Estaba sobresaltada.

¡¡¡¿Cómo va a ser un demonio si es un ÁNGEL!!!- Kari se paro de golpe. "Soy estúpida" pensó. Los nervios la habían traicionado, ya no sabía lo que decía.

¿Un... ángel?- La chica parecía asustada. Mary se paró a pensar- Bueno, sea lo que sea no importa ya, so os lo ven os matarán a los dos. Si queréis para salvar vuestras vidas, os ayudaré. Todo a cambio de que seáis mi doncella- Miró al suelo- todas las que he tenido, hasta que se fue la última ayer, eran unas necias.- sonrió- y tu pareces divertida...

¡Ah!, ¡Qué bien!- ironificó Kari

T.K. ...- murmuraba Patamon.

¿Cómo se lo iban a explicar? Taichi Yagami estaba nervioso. No sabía como iba a explicar lo de Kari... Intentó pensar. Kari antes de desintegrarse, dijo algo sobre T.K.. Pensó. T.K. también había desaparecido desde entonces. Nadie le había visto. Pero... ¿ T.K. se había desintegrado como Kari, o simplemente sabía algo y había huido?. ¿Habría sido T.K. un asesino? Se lamentó de ese pensamiento. T.K. no era así, era una persona noble, amistosa, pero... después de lo que ocurrió la semana pasada....

Kari....- Sollozaba Gatomon. Tai la miró. Estaba muy deprimida, y, ni siquiera comía. A este paso moriría de hambre...

Le llevaron hasta el hombre del campo.

Sir Robert- Dijo aquel soldado con la alabarda.. T.K. iba escoltado por otros dos ¿soldados?. El hombre miro a T.K., de reojo.

Iros, Hablare yo con él a solas.- dijo.

"Etiam, mi domine" Si, mi señor- dijo un soldado. Al instante, todos se fueron.

Bien- dijo el hombre- ¿Sois ingles?- se rió el hombre

¡No!- se extraño T.K.

Ciertamente, sois más bien extranjero. Por una parte parecéis francés, pero por otra, vuestros rasgos...- T.K. pensó. Su Abuelo era parisino, de hay le venía su rama occidental, pero...- "¿Es asy commo yo digo?" ¿Es como yo digo?- T.K. juraría que ese hombre utilizaba a veces el Latín, y a veces otra lengua distinta. Aunque no era muy experto en ese tipo de lenguas. El Latín solo lo había visto en ocasiones contadas y...

Yo... bueno... mi abuelo vive en París

¡Ja! Como yo me lo suponía. Sois un vándalo de ese bárbaro de Jaqques de Orleans.

¿Qué?

No finjáis. Vuestros ropajes os delatan. Jaqques pagará mucho por vos- se frotó las manos- Tal vez paren sus asedios contra mi si me presento con vos. Es imprevisible como un rayo. Dios santo, es un ser del infierno- miro a T.K.- ¿Cómo os llamais?

Takeru Takaishi

¿Keru de Takais?- dijo como intentando asimilarlo- Decidme, en que parte esta Takais?

¿Takais?- dijo T.K. estañado, en aquella semioscura y fría habitación, a pesar de tener una pequeña hoguerita.

Kari termino de ajustarse aquel vestido blanco.

¡Esto es ridículo!- se quejo Kari

¡Hombre!, Pues la peluca no te queda mal- bromeó Patamon. Kari le dio una sonrisa sarcástica.

Bueno, solo falta que os presente a mi padre y estaréis fuera de peligro. Eso si seguid todas mis instrucciones- la dijo Lady Mary a Kari- no estáis muy instruida, recordad, y ... ¡Ah! Dejad aquí vuestro animal parlanchín.

¿¡Cómo que animal parlanchín!?- dijo Patamon

¡Un poco más de respeto a Patamon!- Kari miro a Patamon. También hablaba aquel idioma. ¿Tendría aquellos objetos metálicos como los que tenía ella?

Lo que seas. Si mi padre os ve, tendréis grandes problemas- dijo Mary- verdad es que habéis tenido mucha suerte en que haya sido yo quienes os encontrara. Otro en mi lugar os hubiera matado, o en el mejor de los casos, salir huyendo del terror.- Puso una pose orgullosa- soy difícil de asustar- sonrió- Bueno, os espero fuera. Y tu- señalo a Patamon- escóndete hasta nuestra vuelta.- Miro arriba como suspirando- ¡Qué el Señor quiera que mi padre os acepte! Si no fuera por esos rasgos tan raros de vuestra cara.

Kari observo que se refería a sus rasgos orientales. Ella era Japonesa, y como tal tenía aquellos rasgos.

Kari de Yagam- dijo Lady Mary saliendo de la habitación.

¡Voy!- dijo Kari se ajustó la peluca y salió.

Patamon se preguntaba que era en realmente lo que estaba pasando.

T.K. había sido devuelto a su celda. Aún no conseguía comprender que era lo que pasaba. El tal Sir Robert le había vuelto a encarcelar a la espera de algo... ¿pero el qué? Otra vez aquellas malditas argollas. Todo aquello le parecía un sueño. No. Más bien una pesadilla.

¡¡¡¡¡Vete ya, Maldita rata!!!!!!- se exasperó T.K.

Pensó. Castillos, aquellas especies de mazmorras, aquel chico, los hombres que parecían caballeros. Todo le parecía como si hubiera viajado a la Edad Media Europea. ¿Qué clase de broma era esa?, ¿broma?. Le habían agredido y golpeado, estaba sucio y su ropa estaba totalmente destruida . Estaba Mal. Quiso llorar. Pero, de nuevo, grito desesperado.

¿Qué ha sido ese grito?- preguntó Kari.

¡Ah!, algún prisionero de mi padre. Les trata de tal manera en las celdas, que suelen perder la razón.

Kari se estremeció, aquella voz se parecía tanto a la de T.K.... De repente, Kari sintió dolor.

Lady Mary llamo a una puerta artesana de madera.

¡Pasa, hija! Dijo una voz gravísima.

Entraron. Dentro de la habitación encontraron a un hombre robusto y fuerte, con ropas muy ricas, típicas de los nobles medievales. Tenía un pelo castaño oscuro. Parecía contento.

Padre, venía a presentaros a una nueva doncella, Kari de Yagam. Viene de tierras lejanas, del condado de Yagam. Viene expresamente a servirme

El hombre miró a Kari, primero de pasada, después más atentamente y sorprendido. La volvió a mirar, y dijo a Kari:

Decidme, ¿Yagam esta cerca de Takais?

¿Takais?- se extraño Kari. ¡¿Cómo iba a estar cerca si ni siquiera existía la zona de Yagam?!- No- mintió- ¿Por qué, "mi señor"?- dijo siguiendo las instrucciones de Mary.

La miró exaustibamente.

Ya sé, padre, que sus rasgos no son muy comunes, pero es debido a la lejanía de sus tierras. Aunque no tiene gran instrucción, os aseguro que será unas de las mejores y que puede aprender.

Bueno, bueno...- dijo por fin- yo ahora no estoy para o perder el tiempo con otras de tus doncellas. Si quieres la extranjera, que asi sea. Pero con la condición de que seáis más racional que con las otras. No es facil encontrar buenas doncellas, y vos las gastais como os da la gana. Ahora dejadme en paz.- de repente paso del asunto ignorandolas.

¡Gracias, padre!- hizo una reverencia y se llevo a Kari

Otro grito.

¡Decidle a Keru de Takais que o se calla, o le desollo vivo en su propia celda!- dijo el padre de lady Mary, cuando salían de la sala, a un soldado que acababa de pasar.

"Commodissime"- dijo el soldado.

¿Por qué ese nombre, Keru de Takais , le resultaba tan familiar? Se preguntaba Kari.

Otro grito angustioso.

-¡¡¡Y rápido!!!

Y otro grito más

Tai miró a Salamon. Gatomon no había comido nada durante aquella semana. Había perdido tanta energía que se había convertido en Salamon, Gatomon más débil, con forma de cachorro.

Tienes que comer, si no....- la dijo Tai

Me da igual- dijo Salamon- prefiero morir. Sin Kari, ya no tengo nada- Tai estaba conmocionado.

Ya había celebrado el funeral de Kari. Y se estaba buscando a T.K., o su cuerpo, por todas partes. T.K no había vuelto a aparecer desde hacía ocho días, desde lo que le ocurrido con Ken. Tai oyó los llantos desahogados de su madre. Otra vez.

¿¡Y otra vez!?- dijo el padre de Mary a un soldado- ¡ Ya me esta cansando! Me va a volver loco ese bastardo. ¡Traedmele aquí!

Kary y Mary decidieron por fin marcharse de allí. No habían casi subido casi una escalera cuando otro grito infrahumano sacudió el lugar.

Con ese son tres desde que salimos de la sala de tu padre- dijo Kari tímidamente.

"Verdat es"- asintió- Verdad es.

Kari se dio media vuelta entonces. Vio tres soldados que llevaban a un chico de su edad. Kari no lo podía creer. Estaba herido y destrozado. ¿Qué le habían hecho?, ¿qué le ocurría? ¿qué hacía allí T.K?

T.K. estaba a punto de entrar por la puerta por la que había pasado hacía dos horas escasas, para ver de nuevo a ese hombre, Sir Robert. T.K., bastante asustado y confundido, ya había sacado sus propias conclusiones. Le empujaron y entro por la puerta. Entonces juraría que alguien le había llamado.

Kari no pudo contenerse.

¡¡ T.K.!!- gritó, y se dispuso a correr. Lady Mary la paró.

¿Qué os ocurre, doncella?, ¿a que viene esa, agitación?- entonces cerraron la puerta por la que entró T.K.

T.K........- sollozó Kari, arrodillada en el suelo. Lady Mary se compadeció.

Venid a mis aposentos. Explicadme lo que ocurre, y, si me es conveniente, os ayudaré.

Media hora de pie. Media hora delante de aquel tío fétido. T.K. había vuelto a las mazmorras. Pero esta vez estaba metido en una jaula de hierro, y le sumergieron en un pozo casi vacío, húmedo y mal oliente. Encima le había tapado la comunicación con el exterior, arriba, con una tabla. No le querían volverle oír a gritar. Durante todo aquel rato, T.K. había estado reflexionando. Maldita peste, aquel pozo olía pero aun a descomposición, como a huevo podrido. Sin duda. No sabía porque, ni como, y a pesar de ser totalmente ilógico se hallaba fuera de lugar. Estaba en la Edad Media.

Si es verdad lo que me contáis, no me extraña en absoluto que estuvierais más confusa que yo, pero....- prosiguió Mary- ¿Creéis que soy tan estúpida de creerme tal brujería?.

No esperaba que lo creyeras, pero creo que él- Kari señaló a Patamon- es la prueba de que digo la verdad- miró a Lady Mary a los ojos.

¿Habéis visto a T.K.?- se entusiasmo Patamon- ¿Cómo esta?, ¿le podemos recuperar?.

Siendo prisionero de mi padre, lo dudo. Y si aun así lo recuperáis, también dudo que lo recuperéis con cordura.

¿Qué?

Mi padre trata a los prisioneros con brutal dureza. Quieres hacerles caer en la locura. Así no tiene que preocuparse de una futura venganza de ellos- Lanzó una sonrisa orgullosa.

T.K.....- se asusto Kari- ¿puedo ir a verle?.

Lo dudo- dijo Lady Mary.

Maldito T.K.. Seguro que él la había hecho algo. Seguro que el la mató. No sabía como, pero había sido él. El odio de Davis hacia T.K. crecía cada día.. Pero a causa de ese odio, eran sus amigos quienes lo pagaban. Su relación con sus amigos había empezado a tensarse.

¡Maldito T.K.!- Mascullo Davis. Que estaba haciendo una visita a Tai y a una Salamon demacrada.

Mira Davis, llevas diciendo eso desde que Kari desapareció hace dos semanas. ¿No crees que tendrías que ser más "maduro"?

Eso es lo que te suele decir Agumon- dijo Davis con ironía.

Agumon, con forma de anaranjado dinosaurio bípedo, de un metro de altura, más o menos, era el compañero de Tai.

Y tenía razón. Y te advierto que no te metas con el- se enfado Tai.

Kari......- sollozaba Salamon. Entonces fue cuando se convirtio en Nyaramon, una especie de gato sin patas. Era Salamon aun más debilitada. Tai se asustó.

¿Por qué?- dijo Kari- ¿Por qué lo dudas?

Mi padre no deja entrar a ningún sirviente. Según él, si cuidas a uno lo más mínimo, este se revelara contra su opresor.

Kari- llamó Patamon.

¿Si, Patamon?

Yo podría ser un enlace entre tu y T.K.. Yo soy pequeño y me puedo escurrir por cualquier lado. Además si me acerco a él , podría .....

Perdonad que os interrumpa, Pata de Mon, pero si os descubren, lo más probable es que os intenten matar por temor. Mirad que nunca hemos visto a un ser como vos- advirtió Lady Mary

Tiene razón- dijo Kari- Pero si no le advertimos, perderá la razón y no tendrá esperanza....

Esperad aquí- de repente Lady Mary salió de la habitación.

Kari y Patamon se dispusieron a esperar.

"Ron, ron, ron, con la botella de ron"- cantaba un T.K. desesperado. Miró hacia arriba.- ¡Eh! ¡Vosotros, los de ahí arriba! ¡¿Qué ocurre?!, ¡¿me tenéis miedo?!, ¡¡COBARDES!!, ¡¡CANA...- T.K. se cayo apoyado en la pared- ...llas!!- sollozó en voz baja- ¡Canallas! ¿cómo podéis ser tan crueles...- tan solo soy un chico. Tengo derecho a ser feliz.- T.K. empezó a llorar. Estaba perdiendo la razón.- Patamon, mi pequeñín, ¿qué estarás haciendo ahora?. Kari.....- T.K. se durmió en aquellas putrefactas aguas...

¿Kari?- dijo Patamon.

Dime, Patamon.

¿Sabes que es lo que realmente esta ocurriendo?

No lo se.- dijo Kari

No te parece nada extraño este lugar?. Si no fuera por que es ilógico, diría que es vuestra Edad Media Eur...

Estoy preocupada por Gatomon- cortó Kari sentándose en el suelo, al lado de la cama de Lady Mary- es posible que este preocupada por mí. Ya sé que llevamos tan solo 8 horas en este "sitio" medieval, pero...

Comprendo..... Yo también tengo miedo por T.K., ¿y si pierde la razón?, ¿volverá a ser el mismo?, ¿seguiremos siendo amigos?.

Kari sonrió a Patamon y le acaricio en su cabeza. Este también sonrió y se acurrucó al lado de Kari..... y se durmieron, los dos......

¡Nos atacan!, ¡Las hordas de Jaqques de Orleans atacan la "Fonte"!, ¡Los franceses atacan!- se oía hay arriba. T.K. se despertó. Hay arriba había mucho jaleo. Pero no podía saber nada. Estaba todo muy oscuro. De repente, un estruendo.

Kari y Patamon se despertaron muy sobresaltados. Había oído un golpe seco. Miraron por la ventana. Una especie de onda gigante se dispuso a lanzar una piedra enorme de fuego, la cual cayó en lo que parecía una Torre del Homenaje. La piedra entró por el tejado. A lo lejos vieron masas compactas de hombres con alabardas. Acercándose con torres de madera, al parecer para pasar la muralla de aquella fortaleza en la que estaban. Un grupo de arqueros, reguardados tras tablas de madera, dispararon una nube de flechas. Los hombres a caballo y con armaduras aguardaban en la retaguardia. Una flecha entró por la ventana donde estaban mirando. Se sobresaltaron.

¡Agáchate!- ordenó Kari. Patamon obedeció al instante. Algo se vino sobre Kari. Vio que parte del techo de madera se había desplomado. Una piedra ardiente estaba sobre la cama de Lady Mary, totalmente aplastada.. Miles de flechas zumbaron. Varias entraron por la ventana.

¡Vamonos de aquí!, ¡ Esto se esta incendiando! ¡Ahora¡- dijo Patamon.

A pesar de las dificultades de movilidad que daba el techo desplomado, consiguieron salir de la habitación de esa nube de polvo y humo. Fuen entonces cuando otra piedra cayó.

T.K. estaba oyendo Gritos horribles hay arriba. Se oían frases como "Retirada, nos han vencido", o "Dios Nuestro, ¡ Ahora si estoy perdido!. Parecía una batalla. Eso significaba que podría salir de allí. Tuvo Esperanza.

Grito desesperado. Entonces la trampilla del pozo se abrió. T.K. se tapó los ojos cegado por la luz. Miró arriba. Había dos hombres que le miraron sobresaltados.

¿Qué hacemos con ella?- Pregunto Tai a Izzy, que le había ido a visitarle a petición de Tai.

Izzy frunció el ceño. Tai lo miró. Siempre era así. Para Izzy, ser el cerebro del grupo, el que le saco de más de un apuro, le había convertido en una pieza clave. Tai suspiró.

Sin duda acabará por desaparecer. Tal vez, se pare en estado de digihuevo, pero, a este paso, y sin que Nyaramon reaccione, esta asegurada. Hay que hacerla entrar en razón. Kari ha muerto hace dos semanas y media.... pero eso no significa el fin.

Tai suspiro de nuevo

¿Cómo lo haremos?

T.K. había sido llevado frente a un hombre robusto y rubio, un tanto, sucio, que se hacía llamar Jaqques., el cual, sin duda alguna, era francés. En realidad todos los asediadores eran franceses, al contrario de los antiguos dueños de aquel castillo, que eran ingleses. T.K. sintió un escalofrío al ver a un hombre decapitado en el suelo. Por todo lo que estaba viendo, T.K. tenía una teoría...

Jaqques le miró fijamente a los ojos, como lo había hecho entonces Sir Robert.

Nunca he visto a nadie como este.- Miro a otro hombre, el cual lucía una armadura más obre y menos pesada que la de Jaqques- ¿Cómo dijo el prisionero inglés que se llamaba este fenómeno?- señalo a T.K.

Keru de Takais. Al parecer, dicen que es un brujo.- dijo el soldado mirando las extrañas y ya destrozadas ropas de T.K.- Por lo visto, debían de creer que estaba a vuestro saldo, mi señor.

Jaqques rió.

¿Se creen que todo el mundo somos bárbaros, como son ellos, esos ingleses?- dijo Jaqques- Bueno, no importa este. Si es un brujo, será tratado como tal. Mañana al amanecer le quemaréis empalado en una hoguera.

Si, mi señor

T.K. asustado grito. ¿Qué era lo que pasaba?

Llevaoslo- ordenó Jaqques- no quiero ratas cerca.

Patamon y Kari habían conseguido escaquearse de aquella Batalla escondiendo se en un armario que encontraron en una habitación. Cuando salieron, Kari se hizo pasar por una pordiosera. Patamon se escondió entre las vestiduras viejas que llevaba Kari, las cuales las había encontrado tiradas. Era cierto. La piedra que destrozó aquella zona por poco les mata, pero a cambio, Kari había conseguido cantidad de información. Aquel castillo donde se encontraban, se llamaba la "Fonte". Por lo que pudo oír, era un punto estratégico.. La batalla que habían presenciado se debía a que, cierto personaje francés, Jaqques de Orleans acababa de tomar el Castillo del padre de Mary Sin duda, aquello era Francia. Sin duda, y por muy descabellado que pareciera, aquello era "La Guerra de los Cien Años".

Le Metieron en una celda, esta más tolerable que por las que había pasado. Al menos T.K. no llevaba ya argollas. Estaba sentado mirando como la luz de la luna entraba por la única y pequeña ventana que había. Suspiro hondo. Mañana moriría. Y con una tranquilidad que le extrañaba hasta el mismo, se durmió en una esquina de la celda, llorando.....

Los grillos cantaban.

Kari y Patamon paseaban alrededor de la Torre del homenaje. Era una Noche estrellada, con la luna creciente. Kari suspiro.

¿Pasa algo, Kari?- dijo Patamon entre las vestiduras de kari.

Entonces dos soldados, que estaban sentados a la luz de una vela en piedras rectangulares, empezaron a hablar.

¿Habéis oído? Mañana al amanecer matan al brujo.

He oído. Parece que el conde no le tiene aprecio. Siempre ha sido muy estricto en cuanto asuntos de Iglesia.

Vos le habéis visto, ¿cómo es?

Rubio, ojos azules, con rasgos en la cara que nunca había visto, y ¡Demonios!, es alto, altísimo. Aun así parece un niño, y sinceramente, creo que lo es. Posiblemente será un aprendiz de brujo.

El otro hombre asintió. Kari había estado escuchando escondida. Se dio cuenta de que hablaban de T.K. Los grillos cantaban. Kari y Patamon sabían exactamente lo que tenían que hacer.

Un gallo cantó a lo lejos. Sería del pueblo que había visto cuando vino. T.K. se levantó. Era el amanecer. Era la hora de su muerte. T.K. cogió valor, coraje, y sobre todo , esperanza para sobrevivir. Oyó un ruido. Le habían venido a buscar.

Kari se despertó junto con Patamon en aquella esquina. El ruido la había despertado. Un grupo de gente se agolpaba en uno de los lados de la muralla de la "Fonte". Kari e horrorizó. Se habían dormido. ¿Y si T.K. había sido ya ejecutado?. Kari se estremeció ante la idea. Entonces oyó una voz que gritaba, acto seguido vio a T.K.

¿Preparado?- dijo Kari a Patamon.

Si- sonrió.

T.K. le habían atado las manos a la espalda. Subía a la especie de hoguera gigante, aún apagada. Por lo que oyó, pasarían del empalamiento, para que T.K. tuviera una muerte más lenta en el fuego. Le ataron a un palo en lo alto. Los guardias bajaron. . Un hombre encendió la hoguera, mientras un monje acercaba una Cruz estandarte a la cara de T.K..

¡Satanás! En nombre de Cristo Nuestro Señor, te ordenó que abandones este mundo. Que las llamas del fuego purifiquen este....- se le oía chillar alocado mientras al monje del estandarte.

Las llamas le alcanzaban. El dolor del fuego fue intenso. Entonces penso en Kari. Y sin saber por que gritó.

¡¡Patamon!!

Y se hizo la luz.

Sigo sin saber que hacer, estamos perdiendo a Nyaramon- decía Tai a Matt y Sora en un parque.

¿Habéis probado hablara?- dijo Sora

Todo, hemos probado todo, pero no atiende a razones. Ya han pasado tres semanas de lo de Kari, y todavía no ha superado su muerte.

Si no hubiera desaparecido T.K.- dijo Matt- tal vez sepa algo, no se.

Y se hizo la luz.

Una luz brillaba entre el gentío. Una voz grito.

¡¡Angemon!!

T.K. levantó la vista y vio entre las llamas a un ángel de seis alas con un casco en la cabeza. Era Angemon. Patamon más poderoso. Entonces T.K. recordó que había estado llevando el digivice todo aquel tiempo..... y Patamon también había estado allí todo aquel rato.

El gentío se revoluciono. Se oía gritos de asombro y terror.

¡¡Dios Nuestro!!, ¿Qué es ese ser de luz?

Nunca había visto nada igual. Parece un hombre alado

¡¡Yo lo he visto en las pinturas de un monasterio!!, ¡¡ Es un ángel, un Seraphin del Señor.

Todo el mundo se arrodilló estupefacto ante la figura de Angemon. Este vio consumirse a T.K. entre las llamas. Voló hacia el y le saco de la hoguera. T.K. se abrazó con todas sus fuerzas a Angemon.

¡¡Dios Santo!! Se oyó al monje loco.- Era un enviado del Señor. Keru de Takais era en realidad un enviado de Dios. El ángel le ha venido a rescatarle. ¿¡Qué hemos hecho!?.

Angemon aterrizó al lado de Kari, la cual abrazó de Alegría a T.K.. T.K. Lloró de alegría. Al fin y al cabo, no había estado solo todo aquel tiempo. Angemon cogió a los dos entre sus brazos, y viendo el alboroto ocasionado, salió volando con T.K. y Kari hacía el horizonte, ante el asombro de Jaqques de Orleans.

Ya había pasado un mes desde la muerte de Kari. Tai permanecía en su casa. Nyaramon seguía pereciendo, a pesar de los últimos intentos de Yolei y Ken. Ya lo dejaron como imposible. Nyaramon estaba condenada. Además, T.K. había desaparecido. Era como si ya no existiera. Había desaparecido del mapa.

Durante aquel mas, Tai había ido estrechando relaciones con la señora Takaishi, la madre de T.K.. Ella todavía mantenía la esperanza de poder volver a ver a su hijo, pero no obstan.... Tai se sobresalto. Habían llamado a la puerta. Fue a abrir. Cuando abrió vio un hombre mayor vestido con el traje de cartero.

Tengo una Carta para la familia Yagami. Es aquí, ¿no?- dijo secamente.

Así es- afirmó Tai.

Bueno.... Aquí esta la carta- dijo el cartero- parece bastante vieja. Tome, firme aquí.- Tai asintió- En fin ya esta, que tengan una feliz tarde. Gracias y adiós.- se despidió el hombre, de nuevo secamente.

Tai hizo un gesto de indiferencia y cerro la puerta. En aquel momento recordó que no había nadie en su casa. Bueno si, Nyaramon. En fin nadie al fin y al cabo. Tai miro la fecha de la carta, 1945. Tai se sorprendió entonces. No, no era posible. Había mirado los remitentes. ¿Qué clase de broma de mal gusto era aquella que tenía en sus manos? Era una carta de... era imposible...... ¿Cómo iba el a tener el una carta de 1945 de TK y Kari?. ¿Qué demonios era eso?.

Angemon aterrizo por fin

Era de noche. T.K. y Kari se habían dormido entre sus brazos. Habían estado volando casi sin para desde que escaparon de la "Fonte", el día anterior. Angemon les despertó. T.K. miró el entorno.

¿Dónde estamos?

Parece un desierto- dijo Kari.

Es el lugar más tranquilo que encontré. He estado marchando hacia el sur todo el rato- afirmó Angemon.

Será el desierto del Sahara entonces- se levantó Kari frunciendo el ceño. Miro a T.K... Estaba totalmente destrozado, al menos, físicamente.

Así que estuvisteis todo el rato allá- dijo T.K.

Si, intentamos avisarte, pero se nos fue imposible.

T.K. hizo una mueca de dolor. Kari se acerco preocupada.

No, no te preocupes, no es nada. Solo son una pocas quemaduras- T.K. la sonrió- me alegró mucho que estéis los dos conmigo.

Para eso estamos, ¿no?- se arrodillo Angemon.

Te preocupa algo, ¿no?- dijo Kari

¿Dónde estamos?. Estas en un mundo dominado por el bienestar y la tecnología, y de repente apareces aquí....- T.K. miró al cielo estrellado.

... en plena "Guerra de los Cien Años"- finalizo Kari

Ambos se miraron seriamente, llorosos.

Perdonad que os interrumpa- dijo Angemon-, pero.... ¿qué es exactamente la "Guerra de los Cien Años"

Fue una guerra europea en lo siglos XIV y XV en la que franceses e ingleses luchaban por el trono de Francia- dijo Kari

Si, resumido sería así- asintió T.K.- pero.... ¿por qué?- T.K. se sentó en el suelo en posición fetal- ¿Por qué estamos aquí?, ¿Sabes?- miro a Kari a los ojos- me costó mucho averiguarlo que pasaba, estaba aturdidísimo. Mientras tanto me maltrataban, insultaban, y casi me matan... fue horrible... ¿Qué clase de mundo es este?

Sufriste mucho, ¿no?. Oímos tus gritos cuando Sir Robert te tenía preso.- prosiguió Kari

T.K. la sonrió.

Bueno, ahora no importa .En fin, alguien tendrá que hacer guardia mientras dormimos. Si eso, la hago yo- se mostró T.K.

No- negó Kari mientras echaba a T.K. en el suelo con cuidado- tu estas herido. Tu descansarás el resto de la noche. Mañana te curaré las heridas. Angemon y yo haremos guardia, ¿no?- miro a Angemon.

Si, T.K.- asintió

Y se quedo mirando a Kari mientras las estrellas pasaban.

Tai- dijo Matt- recapacita. Es imposible. Lee mis labios, por favor, IM-PO-SI-BLE

Matt, lo se, pero es... la carta, mírala, es antigua. Eso lo notas, ¿no?

Léela- ordenó Tai.

Matt asintió. la carta estaba en correcto Japonés.

BERLÍN a 30 de Abril de 1945

Chicos,

SOMOS T.K. Y KARI. Estamos bien. No hemos muerto. No os preocupéis. No saBEMOS SI NOS VOLVEREMOS A VER, PERO LUCHAREMOS POR ELLO.

dECID A tODOS QUE ESTAMOS SANOS Y SALVOS, EN ESPECIAL A gATOMON Y A NUESTROS PADRES. No os asusteis. T.K. YO SABEMOS QUE OS PARECERÁ RARO. PERO, EN SERIO, ESTA CARTA NO ES BROMA. ES CIERTO, ESTAMOS EN 1945, PERO OS ENVIAMOS ESTA CARTA PAR.....

El resto de la carta estaba quemada

Matt no lo podía creer. Pero si era...

Si, Matt. Es la letra de Kari

Matt se cayó de la impresión.

El sol salió del horizonte en aquel desierto. Los tres observaban el amanecer

Kari- dijo T.K., con una mueca de dolor.

¿Si?, T.K..

Quiero pedirte disculpas por lo que os hice la semana pasada... y por lo de Ken.

Kari le miro compasiva.

T.K. a mi no me tienes que pedir disculpas, si no a ellos. Además es perfectamente comprensible.... te han estado atosigando todo el rato. Era normal que estallaras con Ken.. Tu no tienes la culpa.

Sientes mi melancolía, ¿no?

Kari asintió. T.K. se quedo mirando el horizonte.

¿¡Que clase de broma es esta!?- se enojaron.

Tai suspiro. Era la verdad. Era indudable la antigüedad de la carta.

Son ellos. ¿No veis que es la letra de Kari?

Tai. Asúmelo. Kari murió- dijo Sora- no....

Léela- la ordeno Tai

Tai, lo que nos dices es ilógico....- dijo Yolei comprensivamente.

Siento interrumpir- dijo Ken sentado en el banco- Pero... ¿Nadie se ha dado cuenta de la fecha y lugar de la carta

Se levantaron

El sol caía ya sin piedad en las arenas del desierto. T.K. se quejo.

Lo siento, T.K., pero es lo único que tengo- dijo Kari mientras curaba las heridas de la pierna de T.K. con el vinagre que encontró Angemon.

¿Y tu crees que funcion...? ¡¡Ay!!, ¡Ten cuidado!, ¡que escuece!- se quejo T.K.

¡Calla ya, quejica!- se rió Angemon.

Bueno, y que, ¿habéis pensado ya que haremos?- cambio de tema Kari

Yo había pensado en que Angemon nos llevara.... ¡¡Ay¡¡. ¡Ten cuidado!. Que esa es la pierna mala...

Lo siento...

... nos llevara a Japón, al menos allí pasaremos inadvertidos- sugirió T.K.- Lo digo por nuestros rasgos orientales...

Tienes razón, pero eso nos llevará un par de días- dijo Angemon- por mi no importa, pero necesitaremos comer algo, ¿no?

Habrá que robarlo entonces- dijo Kari. Angemon se mantuvo callado.

Bueno, si es así, ¿nos vamos al Japón Medieval?- dijo T.K. con cierta ironía- ¡¡Ay!! ¡¡Basta!!

¡¡Pero si ahora no te estoy haciendo nada!!- se quejó Kari

Si, lo sé. Pero tengo cosquillas en el pie- sonrió T.K.

Angemon suspiró

¿Nos vamos?

Así que es la fecha de la toma de Berlín- dijo Tai pensativo. Aquello le hacía pensar.

Exacto- dijo Ken- en esta fecha se acabo la II Guerra Mundial en Europa. ¿Vosotros creéis que por aquella época funcionaba los correos?- Ken miró a todos con incredulidad.

Obviamente, no- salto Tai- Pero aunque sea una broma de mal gusto de alguien, nos servirá...- Tai tenía un plan. Un plan que podría salvar a lo único que quedaba de Kari. Un plan que sería la última esperanza para Nyaramon.

Tres Horas.

Ya llevaban tras horas volando en los brazos de Angemon. Kari había estado hablando todo el rato. Parecía que quería animar a T.K.. El pobre no se había recompuesto de lo sucedido en la "Fonte"

Angemon

¿Si?, T.K.

¿No hace demasiado frío?

En efecto. El frío empezaba a notarse demasiado violento. No era normal para la zona que sobrevolaban tanto frío. T.K. empezó a moverse nervioso.

T.K.....- dijo Angemon- ¿ocurre alg...?

¡¡BAJA!!- Le chilló T.K. tapándose acto seguido su boca.

Per....- inicio Kari

¡¡¡QUE BAJE!!

Angemon accedió. Cuando llegaron al suelo, T.K. se soltó de golpe de los brazos de Angemon.

T.K.... - se preocupo Kari que bajo suavemente de los Brazos de Angemon- ¿Qué es lo que te ocurre?

Fue entonces cuando acto seguido fue Kari quien se arrodilló en el suelo de dolor. Angemon estaba asustado. T.K. tenia los ojos desorbitados de dolor, justo igual que cuando....

T.K. y Kari empezaron a vomitar y fue cuando Angemon vio entonces que expulsaban sangre. Angemon estaba confuso. No sabía como ayudar. Y ocurrió de nuevo. T.K. estallo en mil pedazos. Kari le miro con los ojos desorbitados con aquella inconfundible expresión de dolor. Así fue como T.K. desapareció la otra vez. No tardó Kari en seguirle. Angemon se arrodilló en el suelo estupefacto. No tuvo que esperar mucho para que ocurriera de nuevo.... con él.

¡Pero no es lógico!- saltó Yolei de repente

Tai se dio media vuelta

¿Qué no es lógico, Yolei?

Mirad.- Puso su pose habitual- yo no he creído al principio que esta carta fuera de Kari. No es lógico. No se puede. Pero mirad...- indico a la carta.

¿El que?- dijo Ken- todo esta claro, es una broma pesada.

No, Ken- llegó por fin Matt- Yolei se ha dado cuenta de algo que Tai y yo sabemos.

Esa es la letra de Kari- aclaró Yolei.

Hay muchas maneras de imitar la letra de alguien- se defendió Ken- Hay miles de...

No, Ken...

Eso no importa- frenó Tai- lo único que se es que esta carta salvará la vida de Nyaramon... y lo hará ahora.

Patamon se incorporó

Todavía llevaba los dos objetos metálicos dentro de su cuerpo. Miro el entorno. Estaba en una Habitación. Moderna. Era una habitación moderna.

Patamon salto de alegría. No era ya la Edad Media. Patamon volvió a echar una ojeada a la habitación. Familiar. Muy familiar. Patamon juraría que la conocía de algo. Se parecía.... ¡No!, ERA la habitación de Kari.

T.K. se despertó.

Hacía frío. Se miró. Llevaba un pequeño abrigo extraño. ¿Cuándo se le había puesto? Se inspeccionó a si mismo. Llevaba vendas en las distintas heridas de su cuerpo, solo las más profundas, que eran las que permanecían. El pie que curo Kari con vinagre solo hacía tres horas, lo notaba totalmente vendado. Miró alrededor. Era un bosque. Parecían pinos, o tal vez abedules. El suelo estaba un poco nevado, pero no mucho. Se levantó a inspeccionar. Pero, ¿dónde estaban Patamon y Kari?, ¿Qué demonios ocurría? Miró al fondo. Vio una cabaña de madera. Parecía habitada. Una cabaña. Si. Estaba en la Actualidad de nuevo. Corrió hacia ella.

Patamon oyó un gemido. Un triste y pequeño gemido. Miró en los bajos de la cama de Kari. Se estremeció. ¿Qué era lo que la había pasado a Gatomon? Estaba en un nivel mucho mas débil. ¿Por qué era Nyaramon? Esta le miro también sobresaltada. Estaba muy demacrada

¿Eres un fantasma?

¿Nyaramon?...- dijo apesadumbrado.

Nyaramon se echo hacia atrás.

Es.. estás muerto. Tai me lo dijo..

¡ No! No estoy muerto. ¿No me ves aquí?. ¿Por qué te dijo eso?

Tai me dijo que tu y Kari habíais muerto. Y que T.K. estaba desaparecido- Dijo Nyaramon. La Salían lagrimillas de los ojos.

Pe.. pero- Patamon estaba desconcertado. Kari.. Kari esta viva. Acabo de esta con ella. ¡ Y con T.K.!. Pero, ¿Por qué Tai te ha dicho todo eso?- Patamon se empezó a enfurecer.

¿Esta viva?- Miro Nyaramon a Patamon interesada a la vez que llorosa- ¿Cómo está?, ¿se acuerda de mi?

Patamon asintió

Pero tranquila... no te pongas así, que solo hace un día y medio que no la ves- sonrió Patamon.

¿De qué hablas?, ¿te ríes de mi?

Patamon la miro extrañado. Nyaramon tenía una expresión asesina.

¡¡¡¡¡¡HA PASADO UN MES!!!!!!, ¡¡¡Llevo un mes sin ver a Kari!!!- Nyaramon estaba sin juicio- ¿¿¡¡Cómo quieres que me ponga!!??

Espera- se quejó Patamon- Solo ha pasado día y medio, el rato que estuvimos en...

Y sucedió. Nyaramon se quedo sola, de nuevo. Patamon había explotado en polvo.

Kari se despertó. Llevaba su ropa habitual. Respiro. Aquel aire la resultaba familiar. Se levantó lentamente. La dolía todo. Tenía agujetas por todo el cuerpo. No levaba ya su peluca. La parecía extraño. Aún después de rescatar a T.K. la había seguido llevando puesta. Miró su entorno. Al fondo vio algo conocido. Había además un pueblecito con casas tradicionales. A su derecha veía aquella fortificación. Siguió observando. Estaba en una colina cercana al pueblecito. Kari estaba rodeada de bosque. En efecto. Estaba allí. Estaba en Japón.... y si la memoria ,aquel era el castillo de Himenji-jo.

T.K. fue corriendo a la cabaña. Cuando llego vio como un hombre salía violentamente. Era robusto, fuerte, con ropa de abrigo, y con ¿muletas?. T.K. vi que estaba armado. Llevaba una escopeta de caza. T.K. se paró de golpe-

¿Qué es lo que quieres, maldito Japonés?- dijo el tipo.

T.K. se dio cuenta que lo que oyó provenía de su oído. Seguía llevando aquel... Ruso, aquel hombre era ruso, seguro.

Yo, yo...

Tu, tu y los tuyos. Cogió a T.K. violentamente y le metió en la cabaña. Seguía con el arma.- ¡Mira!, ¡¿Ves?! – le mostró donde debía estar su pierna. Estaba amputada. ¡¡Esto me hicieron los tuyos!! ¿¡Sabes lo que es este suplicio!?

Yo, perdone, no se...

¡¡SÍ !!- corto a T.K.- ¡Si que lo sabes!- le tiro al suelo- ¡Los tuyos mataron a mi hijo! Solo sois escoria, no sois nada.

Pero...

¡Muere! ¡Maldito japonés!- y apuntó

Tai entro en la habitación. Nyaramon estaba al lado de la cama

¡Hola!- dijo animosamente- ¿Cómo esta nuestra querid..?

Nyaramon le miró con enfado e indiferencia.

¿Conque Kari murió?, ¿Eh? Tai- le recriminó

¿Qué?

Conque T.K. había desaparecido y Patamon explotó.

Pe... pero, ¿de qué hablas, Nyaramon?- Tai, mientras decía esto, se dio cuenta de que Nyaramon s había comido la comida de su plató.

¡Oh!, ¿No sabes de que hablo? Tai, eres un maldito. ¡Me has mentido!. He estado con Patamon y me lo ha contado TODO

¿Qué... qué?¡¡ ¿¿QUÉ??!!- Tai estaba desconcertado

¡Ah!. ¿Y ahora no sabes de que habló? Maldito

Y Nyaramon atacó

Kari decidió empezar a moverse. No lejos de allí había visto una carreta. Al parecer, y a fin de cuentas, estaba en el Japón feudal, aunque no supiera como...

Se paró. Ya estaba lo suficientemente cerca como para observar que transportaba.

No debía de estar abandonada por completo. La ropa parecía nueva. Se acercó con cautela. Sí. Había la ropa que necesitaba para no llamar la atención. Cogió lo imprescindible y corrió para esconderse entre los árboles.

El por que de que la carreta estuviera abandonada, no lo sabía, pero eso ya no importaba. Se metió bosque a través, y se escondió para cambiarse de ropa.

Había no obstante, algo que inquietaba a Kari. Antes habían estado en Francia, en "La Guerra de los Cien Años". Pero esa guerra terminó dos siglos antes de que el castillo que estaba viendo estuviera como lo veía, finalizado. Aquel castillo se termino de construir en 1628, a si que había algo que no...

Cuando termino de cambiarse se sentó en el suelo. Miro la fortaleza. Era más hermoso aun de lo que había estudiado. El castillo, llamado Shirasagi-jo, es la fortaleza más emblemática del país. El Castillo constaba de varios patios, entre ellos la ciudadela interior, donde estaba la torre principal, de seis pisos, la tenia unas preciosas paredes blancas adornadas con un techo grisáceo. Kari estaba ante el último gran castillo samuray. Y además, recién construido.

Oyó un ruido. Kari arqueó la cabeza y se dio cuenta de que la carreta ya no estaba allí. Un hombre a lo lejos se la estaba llevando. Por lo visto, no se dio cuenta del hurto de Kari.

Algo la empujó. Solo pudo oír una explosión, y el resplandor de esta.. Se dio media vuelta confundida. Y se le encontró allí. Inconsciente, o tal vez dormido, pero a fin de cuentas, Patamon estaba de nuevo con ella.

T.K. esperó.

Levanta- dijo el hombre entristecido de repente.

T.K. abrió los ojos y le miró. Estaba mirándole con odio, pero a la vez con compasión.

¡Levántate! Yo no soy como vosotros. No mato niños.

Yo...yo...- tartamudeó T.K.

Y deja de hacer el imbécil. A ver, ¿qué hace un crío japonés, que sabe hablar ruso, herido, y con unas ropas tan extrañas, en mitad de las estepas de Siberia?

¿Perdone? ¿Cómo ha...?

El hombre suspiró.

Estas en el valle de Tunguska, en Siberia, chico. Mi nombre es Briev- tomo tono agradable- ¿y el tuyo?

A T.K. le extrañaba tal cambio de carácter.

Takeru.

Bonito nombre. Se parecía al de mi hijo, Takiev- el hombre le empezó a mirar con una extraña ternura. T.K. estaba asustado.- Perdona por lo de antes. Pierdo con suma facilidad los nervios. Todavía me quedan secuelas de la guerra que tuvimos con vosotros hace tres años. Desde entonces, vivo solo aquí. Y sabes que la soledad es mala consejera.

¿Guerra?- T.K. estaba extrañado. La única guerra que recordaba de japoneses contra los rusos fue en 1905... ¿estaría entonces en 1908?

El hombre se mostró extraño de repente.

¿A que viene este calor?- dijo el tal Briev. T.K. también lo sintió. Era un extraño y molesto calor. Por la ventana pudieron ver una luz azulada.

T.K. sentía como le abrasaba el solo contacto con su ropa. Intentó quitársela. El hombre, sin pierna izquierda, parecí sentir lo mismo. Briev salió enfermizo de la cabaña, dando torpes pasos con la muleta. Mientras, T.K. estaba allí, en el suelo de la cabaña.

La había conseguido tranquilizar. La tenía agarrada entre sus brazos. Aunque por haber conseguido aquello, tenía dos preciosas heridas en su cara.

Nyaramon, ¿¡me puedes explicar que es lo que te ocurre!?- preguntó.

Tu dijiste que estaba muerta, me mentiste- empezó a lloriquear de nuevo- Patamon a estado aquí conmigo y me ha dicho que acababa de estar con Kari.

Nyaramon...- la miro Tai sin saber que decir- yo...- recordó la carta- yo no sabía nada, yo, .... mira nos llego esto. Es una carta de T.K. y Kari...- estaba nervioso y confundido.

Nyaramon miro con indiferencia el sobre.

No hace falta que me sigas mintiendo, Tai, ya sé que me has traicionado.

¿Estas bien entonces?- dijo Kari cautelosa.

Si, eso creo, ¿dónde esta T.K.?, ¿está contigo?- preguntó Patamon.

Kari negó con la cabeza.

No le he visto desde que me he despertado, Patamon, pero... al menos creo que seguimos en la misma época, me parece...

Espera, Kari- interrumpió Patamon- ¿qué quieres decir con "en la misma época"?

Si, ya se que suena un poco raro, pero...- sonrió

N, Kari, no es eso, si "seguimos", ¿cómo es posible que acabe de estar con Nyaramon?... ¡¡Me voy a volver loco!!

¡¡¿¿Qué??!!- se impresionó- ¿has estado con...?- se paró- un momento, querrás decir con Gatomon- se indignó.

No, Kari, Nyaramon, ha dejado de ser Gatomon- la miro Patamon.

A ver, a ver, Patamon, comencemos desde el principio- se levantó del suelo- tu dices que, ¿has visto a Nyaramon?

Sí.

Pues vale- y se sentó de nuevo, confusa, en la hierba.

El calor era aun más insoportable. T.K. salió torpemente de la cabaña, agobiado. Le dolían las quemaduras del pie. Miró al cielo. ¿Pero qué demonios era aquello? T.K. podía ver casi la totalidad de medio cielo cubierto por una especie de bola de fuego azulada. Vio como Briev observaba atónito el suceso caído en el suelo de la estepa. T.K. Tuvo miedo. Solo había una cosa en su mente. Correr.

Ya había pasado un par de días desde que Nyaramon se enfadara con Tai. Al menos, ya había comido lo suficiente como para recuperar su forma de Salamon. Tai no sabía como, pero ella había recuperado los ánimos de una manera asombrosa. Habría vuelto a ser la de antes si no fuera por la diferencia de que no dirigía la palabra a nadie del grupo menos a Izzy, Sora, y Mimi, aunque esta se hallase en...

Mientras pensaba todo aquello, Tai estaba sentado en el suelo al lado de la habitación de Kari. Izzy se había propuesto ayudar a Salamon. Por aquel momento, Tai solo había oído risas de ambos. ¿Pero que era lo que estaba haciendo Izzy allí dentro, con Salamon?. No era una cuestión de broma, Izzy podría ser más serio.

Tai se sobresaltó. Casi se había dormido. Izzy le estaba golpeando para que despertara.

Tai- dijo Izzy.

¿Sí?- respondió medio dormido.

Salamon quiere hablar contigo. Desea arreglar las cosas con vosotros.

Corrió

Corrió todo lo que pudo. Algo le decía que lo hiciera. El calor le abrasaba. Era horrible. Parecía el calor que salía de un horno, continuamente, y por todo el cuerpo. Se paró de golpe. Lo recordó Había oído esos síntomas alguna vez. Era... Vio al ruso bastante atrás tirado cerca de la cabaña. L bola de fuego se hizo más gigante. T.K. pudo ver como la cabaña empezó a arder. Era un espectáculo indescriptible, apocalíptico. Se llevo sus manos a los oídos. Le ardían insoportablemente Su ropa le parecía estar en llamas...

...Había oído aquellos síntomas alguna vez. Era, era...

T.K. sintió como una fuerza sobrenatural le lazó violentamente por los aires. Bruscamente cayo al suelo. La luz ambiental había alcanzado una proporción desorbitada. Era imposible ver algo entre tanta luz. Oyó un zumbido, en mitad de todo aquel estruendo. Después, nada. Negrura. Total obscuridad.

Ya estaba atardeciendo. Kari y Patamon habían estado toda la tarde hablando sobre lo que ocurría

Así que hablaste con ella, Patamon.

Poco. Pero lo suficiente como para que me dijera que en realidad había pasado un mes.

Pero eso...

... es imposible, lo sé- la cortó Patamon- Solo estuvimos un día y medio entre la "Fonte" y el desierto.

No es normal... Tal ve para ella le pareciera tan larga nuestra ausencia que habría sido un mes para ella... No sé...- Kari no podía pensar nada lógico. Le miró.- Esto no es Normal, Patamon.

Hay te he visto perspicaz. Entiendes todo a la primera, ¿eh?- dijo Patamon con sarcasmo.

Muchas gracias- sonrió roncamente- Mi querido Peluche. Pero si Nyaramon se sorprendió al verte, es por que nos dan por...- Kari se paró de golpe- ¡Un momento!

¿Sí'?, Kari

¿Qué fue lo último que vimos después de ver a T.K. explotar en pedacitos en la playa?

Pues a Tai y Davis, creo recordar.

Patamon, Nos debió de suceder lo mismo que a T.K.. ¿Por eso nos creen muertos? Han debido suponer eso.

Nyaramon me dijo que Tai le dijo que T.K. había desaparecido.

Kari estaba impresionada.

Mi pobre Nyaramon- Sollozó Kari, poniéndose en posición fetal, sentada- ha debido de sufrir mucho, creyendo que había muerto- Miró a Patamon.

¿Kari?

Patamon, creo que esto que nos sucede es una acción predeterminada.

¿T.K.?

T.K. abrió los ojos. Se sentía pesado y fatigado. Se asustó. Solo veía borroso. Intentó erguirse. Imposible, no pudo. Le dolía estremecedoramente todo el cuerpo. Notó como una mano le levantaba su torso suavemente, y le sujetaba.

No veo, ¿dónde estoy?- miró T.K. a lo que le parecía el suelo.

Una figura se puso delante de él. La intentó mirar. Solo pudo observar que era de pelo castaño y que esta figura también le estaba observando. Parecía que la figura le estaba hablando. Pero T.K. no podía oír nada. Absolutamente nada.

Matt, ¿qué sería de él? Quería verle. Quería estar con su hermano, T.K. volvió a mirar la figura. Esta vez pudo oír un leve susurro.

Quiero dormir- dijo T.K.

La figura le acaricio y le acomodó en el suelo. Acto seguido T.K. se durmió.

Bueno, Salamon, era normal- la explicaba Tai.- Has pasado por un shock muy fuerte. No te preocupes.

Pero te agredí. Perdóname.- se avergonzó- Izzy me ha hecho comprender que lo que vi fue una alucinación. A fin de cuentas, vi como Patamon desapareció.

Tai la acaricio la cabeza.

- No importa, pero hazme un favor. Aunque Kari no este, eres lo único que nos queda de ella. Y te necesitamos.

Salamon sonrió.

Así lo haré, no te preocupes. He comprendido todo- miró a Izzy- Gracias, has hecho un buen trabajo- bromeó Salamon.

Bueno, ese era mi trabajo, ¿no?- sonrió sonrojado.

Ya era de noche

Ha estado durmiendo tres horas y sigue- le dijo a Patamon en la obscuridad de la noche.

No sé que le habrá pasado, pero ha venido bastante tullido. Y a veces me daba la impresión de que ni veía ni oía.

Yo tampoco sé que le habrá pasado, pero tiene muchos mas heridas en todo su cuerpo.- miro el cuerpo dormido- Cuando vino parecía arder- dijo Kari.

Normal, con esa cazadora con este calor...

Ambos miraron a T.K. en el suelo. Casi parecía un pequeño niño indefenso. Kari y Patamon estaban sentados en el suelo. Kari suspiró.

Patamon. Vi que dejaste de ser Angemon cuando volviste.

Deje de serlo cuando aparecí en tu habitación- contestó rápidamente- ¿Kari?

Si, dime, Patamon.

Hace una semana...

¿Cuándo lo de Devimon con T.K.- cortó Kari.

Sí, exacto. Mira. Hubo una luz que os unía cuando estabais inconscientes en el suelo. T.K. no me o llego a explicar claramente. ¿Me podría explicar lo que os ocurrió?- la miró con ojos de gatito.

Kari se sobresaltó. Simplemente, ella y T.K.... no... era mucho más complicado. En realidad imposible, pero...

Llegamos a ser un mismo ser- dijo Kari sobresaltada y de carrerilla. Lo expulsó sin pensar.

¿Cómo?- la miró exceptico.

T.K. se movió. Había empezado a moverse. Este se incorporó. Se llevo una mano a la cabeza y les miró

¿Kari?- la miró extrañado

Hola T.K., ¿estas mejor?

Estaban delante de la tumba de Kari. Tai, y un Gatomon recuperado, después de una semana, habían ido allí para dar su último adiós a la muchacha de la Luz.

Pero, aún así, esta vacía- suspiró Gatomon, sujeta en los brazos de Tai

Pero este donde este, se alegrará de que te hayas recuperado, y que pienses en ella.

El atardecer proseguía. Tai y Gatomon permanecían allí. Recordando aquella chica. Aquella amiga. Aquella hermana.

¿¡Que es lo que me ha pasado?!- dijo mientras tiraba el abrigo lejos- ¡Estoy ardiendo!

¿No recueras nada entonces?- preguntó

¡No!- T.K. se llevo las manos a la cabeza. Le dolía todo su cuerpo infernalmente- ¡Ya te dije que no!- se exalto confuso- ¿dónde decías que estabamos, Kari?

En Himenjo-jo- le miró dolorosa. Patamon se preguntaba si Kari estaba sintien do algun dolor intenso.

¿En Himenji-jo?, ¿Qué hacemos a...?- T.K. se cortó a si mismo- ¡¡Espera!!, ¡¡Kari!!

¿Si, T.K.?

¡¡Ya.. ya me acuerdo!! Estaba en Rusia, ¡Si!. Y un rusoloco casi me pega un tiro... despues.... despues....- se paró- ¡Despues! Despues una bola ignea en el cielo explotó y me lanzó por los aires. ¡¡Si!! ¡¡Eso es!!

Kari y Patamon le miraron extrañados.

¿Cómo dices?

T.K. suspiro

Nada, nada...- T.K. se levantó- ¿qué vamos a hacer aquí? No tenemos ni hogar ni lugar para dormir.

Donde dormir no, pero hogar...

¿Qué quieres decir con eso, Kari?- se sorprendió T.K.

Mira, el que tu aparecieras me ha hecho pensar. Yo creo que alguien esta detrás de todo esto.

¿Cuál es "esto", Kari?

"Esto", T.K., es lo que ves, o no dirás que no es raro estar en la época de esplendor de Shirasagi-jo o encontrarse perdido en "La Guerra de los Cien Años".

Hombre, visto así- dijo T.K. con un poco de ironía.- pero lo que te quería preguntar es por que crees que alguien esta detrás.

Mira, lo primero, - empezó Kari- aparecemos en la misma época, no muy lejos tu de mí. . Después nos llevan a los tres- TK la miro- Si TK, a los tres, a épocas distintas, para después casualmente reencontrarnos en el mismo lugar a la misma época. Además no cerca de mi. Habéis aparecido "justo" donde estaba yo. T.K. me parece demasiada coincidencia.

Mira, Kari, es cierto que es demasiada coincidencia, pero...- hizo una para de dolor.- ¡¡¡MI PIE!!!, ¡¡Me arde el pie!!- se cayó al suelo de golpe a causa del dolor, sujetándose el pie.

¡T.K.!- se asustaron los dos!!- ¿qué ... que...te pasa?, ¿qué... que hacemos?...¡T.K.!

¡Nada!, nada- dijo aguantando el dolor con una sonrisa. Inmediatamente gimió.

Kari se arrodilló y le cogió el pie. T.K. se quejó

¡Es por tu bien!

Kari sujetó con todas sus fuerzas el pie de T.K. Vio que le tenía vendado.. T.K. se estremecía de dolor. Aunque era de noche, y Kari no podía ver muy bien, a la luz de la luna, ella pudo observar que el pie vendado de T.K. estaba ensangrentado.. Le empezó a quitar la venda.

¡¡BASTA!!, ¡¡KARI!!, ¡!BASTA!!.- grito T.K. desesperado. Le empezó a salir sudor de la frente.

¡T.K.!, ¡Tranquilízate!- le gritó Kari.

Patamon se puso al lado de T.K. y le empezó a acariciar. Estaba preocupado por T.K. Kari pudo ver como la sangre del pie de T.K. estaba medio coagulada por lo que se había pegado a la venda. Por eso le estremecía tanto a T.K. que se la quitara del pie. También observó que aquella herida en su pie quemado estaba infectada.

¡Patamon!- ordenó Kari- ¡Trae agua!

¿En qué?- preguntó.

¡En lo que sea!, ¡Pero tráela!

Patamon asintió y se fue volando hacia la fortaleza. Kari, busco la camiseta que se había cambiado cuando se cambió de ropa. La encontró, la doblo para hacer mullido y se la puso de reposo al pie de T.K.

Kari le acarició la frente para animarle.

¿Mejor?

T.K. seguía jadeando.

¿Esta muy mal el pie?

"Si, estaba penoso" pensaba Kari

Perdona, ¿cómo has dicho?

No, tranquilo, el pie esta bien, ahora descansa.

No. Llevo ya mucho dormido.- T.K. hizo otra mueca de dolor- es que no tengo sueño

Kari le sonrió. Le irguió para que se sentara. Eso si, con sumo cuidado.

Forcé demasiado el pie. Debió de ser eso- asintió T.K.

¿Por qué lo dices?

Cuando antes me ocurrió lo de Rusia, salí corriendo con todas mis fuerzas. He debido de forzar mucho el pie.

¿Y la venda?.- preguntó Kari

Ya, estaba allí cuando me desperté en Rusia.

Obviamente, es lo que yo decía. Alguien o algo esta detrás de todo esto.

T.K. asintió

Me figuro que fuera quien fuera, fue el que me coloco la prenda esta.

Kari estaba sentada en el suelo en posición fetal. T.K. la puso una mano en el hombro para tranquilizarla ahora a ella..

Son preciosas, ¿no?

¿Cuál?- miro a T.K. a los ojos extrañada.

La "luz de las estrellas". Son tan blancas, tan puras...- la miró a los ojos- anímate, todo saldrá bien- sonrío- ten esperanza. Hemos estado en situaciones peores.

Kari le devolvió la sonrisa. Juntos, sentados en el suelo, se quedaron mirando el cielo nocturno, mientras Patamon iba en busca de agua.

Patamon sobrevolaba la zona más occidental de la fortaleza, o al menos eso creía. En ese instante se encontraba cerca de una torrecilla al sur de aquel patio. Oyó voces dentro de esta. Se acercó a curiosear. La gente dentro parecía hablar en...

Princesa Sen... no es pos.... ya pues... no... Es el señor Tadomosa Honda.... no.... como mand.....señora.... per...

Patamon no acertaba a oír bien lo que decía aquella mujer. Mas abajo vio una especie de cuenco bastamente hondo. Tenía forma de casco con cuernos.

Pero serviría. De acuerdo. Patamon bajo pensando en T.K.. Lo único que le faltaba era la fuente. Y la manera de llevar aquel objeto con agua sin que se derramara. Lo de encontrar el agua era fácil. Ya sabía donde ir. Pero, ¿transportar aquel casco con sus débiles patitas?.

Gracias, Tai.

Gatomon y Tai paseaban por los alrededores del cementerio

Tu tranquila. Solo se feliz. Kari querría que lo fueras. Además, ¿para que estamos los amigos?

Gatomon le sonrió entre sus brazos. Ya había pasado mucho tiempo desde que Kari muriera. La gente daba por muerto también a T.K.. Davis había superado su racha de mal humor. Lo tuvo que hacer para mantenerse unido al grupo. Pero aún así seguía manteniendo ese rencor ya tan absurdo hacia un T.K. muerto seguramente. Mientras, la madre de T.K. , estaba destrozada. A punto de caer en una depresión, lo único que la salvo fue la compañía de Matt, el cual animaba a la madre con la que no vivía.

Déjalo, Tai- dijo Gatomon cortando a Tai, como si supiera lo que estaba pensando.- Kari querría ver feliz tanto a mi, como tu dices, como a ti. No te culpes más. No fue tu culpa.

Tai la sonrió. Ya era la hora de volver a casa,

Tarda demasiado- se preocupó la nerviosa Kari.

T.K. asintió. Con dolor, pero asintió. Estaba sentado en el suelo con sus piernas extendidas.

Por ahí ¿viene?

Kari se dio media vuelta y vio por fin a ¿Patamon?.

Cuando aquella figura se fue acercando más, Kari pudo ver a un Patamon volando de espaldas sujetando con sus patas hacia arriba un cabuto samurai lleno de agua.

¡Patamon!- dijo Kari corriendo para ayudarle- pero, pero, ¿no había otra forma más fácil detraer el cabuto?

¿Cabuto?- dijo volteado mientras Kari le cogía el casco.- Bueno, tu en mi lugar ¿cómo lo harías?. No soy Angemon en este momento.

Pues...- Kari se quedo mirando el casco entre sus manos- Bueno, eso no importa. Lo primero es T.K.

Ya- dijo Patamon irónico, ya en una postura más cómoda.

Kari se acerco a T.K. y le cogió la camiseta que había puesto de apoyo para el pies de T.K. Patamon se ofreció ponerse como cojín del pie de T.K..

Esto no creo que te duela, solo limpiaré la herida para evitar infecciones más fuertes. Pero si te duele, aguanta, por favor- le miro Kari a os ojos animando a T.K. mientras rasgaba su camiseta rosada, tal vez su preferida, en trozos de tela.

T.K. asintió. Kari mojó un cacho de su camiseta en el agua y se dispuso a limpiar la herida de T.K.

Con "Mi" Mayor sonaría mejor. O tal vez no. ¡Bah!, era una tontería, la canción era horrible de todas maneras. Yamato Ishida (Matt) estaba sentado en la arena de la playa con su guitarra. Ya estaba atardeciendo.

A fin de cuentas, era su hermano, ¿cómo no se iba a acordar de T.K.? Le había cuidado tanto, querido tanto. Todo. Para que se fuera así, sin más. No . Era injusto.

¿Cómo sonaría mejor la canción? Matt hecho un suspiro y dejo la guitarra a un lado. A lo lejos vio a Sora caminando por la playa. La saludo con la mano. Esta le respondió. Una mano temblorosa se le puso en el hombro.

Perdone joven- dijo en perfecto japonés- me podía decir si usted es Matt Ishida o Taichi Yagami?

Matt se dio media vuelta y vio a una persona, ya bastante anciana, al lado suyo. Sin duda, era un estadounidense.

Depende.- dijo Matt desinteresado.

Si eres tal como me dijeron. Parece que gané la apuesta, después de todo- sonrió- Soy Clark Chrichton. Fui el que os mande la carta hace poco.

¿Perdone?

La carta de vuestros familiares, Hikari y Takeru.

Kari llevaba ya media camiseta utilizada en curar a T.K. su pie. Escurrió de nuevo el harapo en el cabuto, ya con agua rojiza. Volvió a hacerlo. T.K. se quejo.

¿Queda mucho?

Ánimo- Ya esta.- finalizo Kari- solo te pondré el resto de mi camisa como almohadillas para tu pie, como venda.

Pero tu tenía mucho cariño a esa prenda- se preocupó T.K.

Más cariño te tengo yo a ti- dijo Kari con indiferencia, mientras colocaba a T.K. la "venda".- Esto ya está. A medias, pero está- se sentó Kari agotada en el suelo.

Gracias. A los dos.

No tienes por que darlas. Ahora- cogió a T.K. por los hombros- intenta dormir- arrastro a T.K. con cuidado para que se apoyara en un árbol- no me importa que no tengas sueño. Yo haré guardia la primera. Después...

¡Yo!- saltó Patamon orgulloso.

T.K. suspiro,

Como queráis, pero...

Nada- dijo Patamon

Kari estaba acomodándole. Después se sentó a su lado y apoyó su cabeza en él.

Así me sirves de almohada mientras hago guardia- sonrió Kari.

T.K. la devolvió la sonrisa. Patamon se puso entre los brazos de T.K.. Ambos se durmieron rápidamente, Kari, mientras, observaba la luz de las estrellas, con esperanza.

Matt se sentía culpable. Seguro que no había ido lo suficiente a visitar a su madre desde que desapareció T.K.. Debía de ir luego. Era su obligación. Había sido demasiado injusto para ella. Su madre no tenía la culpa de...

Perdona, chico- dijo el hombre.

Si, disculpe- se aclaró Matt- perdóneme, pero no estoy para bromas- se dio media vuelta. Vio como Sora se le acercaba a saludarle.

Pumpkitmon y Gotsumon- dijo el anciano.

Matt se dio media vuelta sorprendido.

¿Cómo ha..?

El chico, T.K. o Takeru. Me dijo que le dijera eso para que me reconociera.

Matt lo recordaba perfectamente. Hacía tres años, cuando el incidente en Daiba...

¿Cómo?...¿Qué...?- Matt no podía concordar lógicamente los hechos.

...después de volver del mundo de datos, el vampiro Myotismon se propuso conquistar el mundo real. En aquellos momentos conocieron aquellos dos monstruitos. Fueron matados delante de T.K. y Matt delante de sus ojos por el vampiro chupasangre antes mencionado. A los dos hermanos les llego a afectar el hecho de tal modo que casi... Aquellos dos, eran... Gotsumon y Pumpkitmon... aquella piedrecita andante y aquel calabacín... aunque unos pobres tontos... ellos fueron... sus amigos

¿Cómo aquel hombre había llegado a saber algo tan intimo entre T.K. y él?

También me pidió que le perdonarás- continuó- el por que no me acuerdo- se sentó al lado de Matt, en la playa- ¿Sabe? Aquellos dos muchachos japoneses, en mitad de Berlín, justo aquel día, nos impresionaron tantos a nuestro grupo, que llegamos a hacer una apuesta. Una apuesta para saber si era verdad, si ocurriría lo que nos decían aquellos chicos- Miró a Matt- creerás que estoy loco- sacó una foto- pero haz el favor de mirar esto.

Matt rechazó la foto confundido.

Perdone... yo... yo creo que me confunde con otro.

El hombre saco otra foto.

¿Otro como este?

Matt no se lo podía creer. Era él mismo. El de la foto era él, Era idéntica a la foto que se había hecho con la diferencia que aquella foto se la había sacado hacía dos meses, y esta que le mostraban parecía tener mas de cincuenta años.

Matt, sentado, saltó hacia atrás del susto. En el suelo vio la otra foto antigua. Era de un grupo de soldados jóvenes delante de un edificio destrozado. Entre los soldados se encontraban metidos Kari y su hermano. Matt se asustó aún más.

De aquel grupo de jóvenes, hoy, solo quedo yo para comprobar si era verdad, para saber si gané la apuesta. Y aunque la gane- sonrió- es una pena que ya nadie me la va ha pagar.

Sora saludó.

Hola, Matt- le miró fijamente- ¿te ocurre algo?- se agachó a recoger a aquel Matt tirado en el suelo. Se dio cuenta entonces de la presencia del tal Clark..- Perdona, no me di cuenta. Hola, ¿Cómo...?

Poco después de estar con ellos,- cortó el hombre a Sora.- explotaron en mil pedazos y nunca mas supe de ellos. Que desaparecieran de tal forma me hizo creer que decían la verdad. Esto a sido lo que me ha mantenido con la necesidad de vivir hasta ahora.

¿Perdone?- se confundió Sora

Sora- dijo Matt hipnotizado.

¿Si?- dijo extrañada.

Ellos, están vivos...

Ya era la mitad de la noche, mas o menos.

Kari ya estaba pensando si llamar a Patamon o no. T.K. dormía profundamente. A veces oía su voz, por lo que lla llego a pensar que estaba despierto. Pero no. Aquellas voces sonaban como un sueño, como si ella pudiera ver u oír los...

Kari volvió a mirar las estrellas. De repente vio una considerable estrella fugaz. ¿No era una locura decidir pasar la noche en el bosque sin ni siquiera un fuego? Tal vez. Pero no tenían otra opción disponible. Levanto su cabeza del cuerpo de T.K.. Se sacudió la cabeza. "Bingo. Kari tenía razón, era la traducción de lo que ella decía.". Se sacudió la cabeza. "¿Gatomon era entonces su digimon?". Se volvió a sacudir la cabeza. "Son tan blancas, tan puras...""anímate, todo saldrá bien ten esperanza." Se sacudió la cabeza por enésima vez. Kari se dio cuenta. Se estaba quedando dormida. No consolidaba bien ya los pensamien... Se sacudió la cabeza. Había que despertar a Patamon. Kari apoyó de nuevo su cabeza sobre T.K.. Si, le avisaría. Patamon, despierta. ¿Patamon? ¡Patamon! se volvió a sacudir la cabeza. Había estado intentando llamar a Patamon gritando en pensamient... "La luz produce sombras... cuando mas grande es la luz, más obscura es la sombra. Hay que mantener la esperanza para mantener la luz en..." Kari se sacudió los párpados... párpados..... parp... dorm... Pat....

Finalmente, Kari se durmió en plena obscuridad, apoyada en un T.K. malherido con un Patamon entre sus brazos.

El hombre, Clark Crichton, se había despedido ya en el hotel en el que se alojaba, el "Century Hyatt Hotel", al oeste de Tokio, en Shinjuku, eso sin antes de informar de todo lo que pasó a Matt y Sora. La reacción de estos fue de una clara y lógica desconcertación total. Ellos dos fueron hacia sus respectivas casas totalmente impresionados. Sora lo primero que hizo fue ir directamente a su cama, a decir verdad, bastante afectada. Era normal, para su forma de ser, era muy fuerte lo que el hombre les dijo.

Mientras pensaba en aquello Matt dudaba si irse a casa o ir a contárselo a Tai. Era imposible. Lo sabía. Pero eran demasiadas pruebas. ¿Y si era verdad. ¿Y si era posible que T.K. y Kari hubieran viajado en el ...?.

¿...Tiempo?

El estruendo fue enorme.

Los tres se despertaron sobresaltados. T.K., sentado en el suelo, dio un brinco, lo que le produjo un insoportable dolor a causa de su pie. Kari se levanto inmediatamente. En un instante de calma, observaron su entorno... Había cambiado completamente.

Kari...- se asustó T.K.

¿Qué... que... ha pasado?- dijo esta

¿No lo viste?- la miró Patamon

Yo... yo... me dormí.

¡¡¿¿Te dormiste??!!- dijeron los dos al unísono.

Lo siento...

Kari, ¿por qué no despertaste a Patamon?- la dijo compasivo.

Lo siento....

El entorno había cambiado de una manera espectacular. Los arboles se cambiaron por edificios semiderruidos, la tierra por asfalto. T.K. pudo ver una bandera rasgada y rota en el suelo. Llevaba una cruz gamada impresa. T.K. la miro con los ojos desorbitados. No se lo podía creer. Ahora estaban en...

Kari... - se asustó

La explosión ocurrió a su derecha. Todos cayeron al suelo. El estruendo fue ensordecedor. Kari sintió que algo la aprisionaba el brazo. Se vio tendida en el suelo. Vio como T.K., cojeando se acercaba a ella. Se arrodillo ante ella.

Tranquila, ahora te lo quito.

Kari miró su brazo. Había empezado a sentir un dolor penetrante, insoportable. Vio como su brazo, ahora, estaba aprisionado entre varios montones de rocas. Una explosión había destrozado un edificio, haciendo que los escombros cayeran encima del brazo de Kari.

Otro estallido. Ahora T.K. salió volando por los aires. Kari no lo podía soportar más. Vio como una piedra se dirigía exactamente hacia a ella. Solo pudo sentir el golpe.

¡¡Angemon!!- dijo este entre luces borrosas.

Después solo negrura. Nada.

Matt se sentó. Había ido a casa de Tai. Pero su madre le había dicho que se había ido al cementerio a visitar la tumba de su hermana. Mientas pensaba en ello, Matt se dejo escapar una sonrisa irónica. Muertos..., ¿muertos?. ¿No seria mejor fuera de lugar?

La explosión había lanado a T.K. tres metros de donde se hallaba el cuerpo inconsciente Kari. T.K., viendo como Angemon les intentaba proteger, se acerco a Kari. Fue entonces cuando vio una luz. Patamon cayo a su lado..

Lo siento, T.K.. Te he fallado. ¡Era demasiada energía gastada para mí!.

T.K. sonrió. Le cogió a Patamon y llegó donde estaba Kari. A lo lejos vio un grupo de... Kari se movió. T.K. la cogió por el cuello suavemente, intentándola erguir, lo máximo que la dejaba la roca que la aprisionaba. T.K. se asustó. Vio que Kari tenía una brecha en la cabeza. Estaba empapada de sangre. Su cara estaba semi-cubierta de rojo. T.K. cogió un pañuelo que llevaba en el bolsillo. Se dispuso a limpiarla lo mejor que pudo.

Kari, por favor, despierta...

¡T.K....!- se asustó Patamon.

A T.K. le dolía la cabeza. Era como si le hubieran golpeado en la cabeza. Oyó un ruido. Levanto la vista. Vio un grupo de soldados acercándose hacia ellos. Le dolía la cabeza aun más. ¿Soldados? T.K. recordó la bandera de la cruz gamada. T.K. bajo la vista. Miró a Patamon deslumbrado.

Sí, ¿T.K.?

Es... es... la Segunda Guerra Mundial.

Todos les observaron con recelo excepto un grupo de ellos a quienes les dieron lastima. El grupo de soldados pasó de largo excepto unos pocos. Un hombre castaño se agacho delante de T.K.

¡Crichton!, Tenemos que irnos. Deja a esos malditos japos ahí tirados. Dijo detrás otro hombre en lo que parecía inglés.

¡¡¡Son solo unos críos!!! ¿¿Qué daño nos podrán hacer??

El grupo rodeó a Kari, T.K. y aquel Patamon inmóvil, como un muñeco. T.K. cubrió el cuerpo de Kari con su cuerpo, en posición de protección. Tanto él como Patamon tenían una cara de terror en sus rostros. Kari seguía inconsciente,

¡Tranquilo, chico!- dijo el tal Crichton- no os haremos daño. T.K. seguía mirándole asustado. Sí, aquello era la última Guerra Mundial. Y si esos hombres eran estadounidenses, Kari y T.K. se hallarían en un grave pel...- tal vez el chico no nos entienda- dijo el hombre volteándose al resto del grupo.

A mi no me mires. Yo no sé Japo. Y ni me interesa.

T.K. mantenía los aparatos metálicos en su cuerpo.

Entiendo lo que dicen- dijo T.K.- ¿Son ustedes americanos?

El grupo le miro extrañado. Hubo entonces un silencio incómodo. Los soldados estaban observando aquella parejita de niños japoneses.

T.K. oyó una explosión a lo lejos. Acto seguido, gritos de alegría. Los soldados levantaron la vista.

Todo ha terminado- dijo uno de los cinco soldados. Este rubio.

Al menos aquí.- Crichton miró a T.K.- Pero no en Japón- se arrodilló.- dime pequeño, ¿qué haces en Berlín, tan lejos de tu casa?

T.K. le miró intrigado.

¿ Berlín?- entonces aquello significaba que era el final de la Guerra. Aún así, T.K. no sabia si ese acontecimiento fue...- Perdone, señor Crichton, me podía decir si esta....?

¿Qué te ha pasado en la pierna?- dijo el soldado rubio.

Fue una quemadura.- respondió T.K. indignado por aquel corte.

¿Quemadura?. Eso es demasiado como para ser una quemadura.- Se agachó el rubio a observarle el pie- Has tenido hemorragia, chico. Algo te ha aplastado el pie.- frunció el ceño.

¡¡¡Solo quiero saber a que día estamos!!!- gritó T.K. desesperado.

¿Día?- se preguntó Crichton Miró a sus compañeros- ¿A que día de Abril estamos, chicos? Perdí la cuenta.

T.K. oyó un gemido a su espalda. Algo se movía detrás de él. ¡Dios Santo! Se había olvidado completamente de Kari.

T.K. malamente, y con el dolor en su pie, se dio media vuelta. La cogió de nuevo suavemente por la cabeza. Su sangre ya estaba coagulada aunque su estaba empapado a causa de la brecha. Kari movió los párpados y lanzó otro gemido.

Kari...

¡La chica!- oyó por detrás T.K.- Ayudarla, Esta peor que el muchacho.

Pero...- oyó la voz del rubio.

T.K. permanecía ajeno a la discusión. Tan solo intentaba que Kari se despertara. La acarició.

Kari, por favor...

¡Son civiles!, ¡Y la guerra aquí y ha acabado! ¡¡Es una orden!!

Parecía que aquel hombre que hablaba era de rango superior. T.K. volteo la cabeza y se dio cuenta que se trataba de Crichton.

Si, señor...- dijo sin ganas el rubio.

¿T.K.?- empezó a abrir débilmente los ojos.

¿Estás bien?

Kari asintió sonriendo. Mientras tanto, el grupo de soldados se dispuso a sacar el brazo izquierdo de Kari de debajo de las rocas.

Ya esta.- Se paró un soldado -. Estamos a 30 de Abril. Estoy seguro.- miro a sus compañeros- Perdón, sigo ayudando.

T.K. pensó. 30 de Abril. Entonces estaban en el 30 de Abril de 1945.

Tai y Gatomon se iban acercando ya a su casa.

¿Sigues mal, Gatomon?

Asintió.

No es fácil, Tai- miro al suelo en los brazos del hermano de Kari..

Para nadie fue fácil. Pero mira. Mi madre estaba incluso mas afectada que tu, y lo va superando. Ten fuerza.

Gatomon le sonrió.

Gracias.

Ya estaban en la puerta. Cuando entraron en la puerta vieron a Matt sentado. Gatomon y Tai se preguntaban que haría allí. Matt les sonrió melancólicamente.

¿Estas mejor?- se preocupó

Kari asintió sentada en aquel camión de transporte militar. T.K. estaba a su lado, con el inmóvil Patamon. Kari llevaba una venda que la puso el medico en la cabeza. Acerca del pie de T.K., se descubrió que tenía todos los huesos pulverizados. Esa era l causa de aquel dolor tan tremendo. T.K. creía que recordaba que algo le pasó en el pie en aquella explosión en Siberia. Pero no acertaba a recordar bien el que. Respecto al brazo de Kari, las rocas la habían provocado una fractura limpia tanto en el radio como en el cúbito.. Aquel medico les había intentado curar todo lo que podía, mientras el Capitán Clark Crichton les había ido preguntando cosas. No tardo mucho en dejarles descansar un rato a los dos.

Estoy bien- cortó Kari los pensamientos a T.K.- o molesta mucho.- sonrió.- T.K., ¿crees que nos harán el favor?.

No lo sé... creo que sí. Me pareció oír que habían hecho una apuesta.. Aún así para que Matt les reconociera, les he hable de Pumpkitmon y Gotsumon.

Kari asintió.

Escribí la carta, malamente, pero la escribí- dijo Kari. Antes de que T.K. la respondiera, le cortó- No te quejes. Dije que la iba a hacer yo. Y lo hice yo.- Kari miro a los ojos a T.K. esperanzadoramente.

¿Me dejas leerla?- la respondió T.K. con una pequeña sonrisa.

Kari volvió a asentir.

BERLÍN a 30 de Abril de 1945

Chicos,

SOMOS T.K. Y KARI. Estamos bien. No hemos muerto. No os preocupéis. No saBEMOS SI NOS VOLVEREMOS A VER, PERO LUCHAREMOS POR ELLO.

dECID A tODOS QUE ESTAMOS SANOS Y SALVOS, EN ESPECIAL A gATOMON Y A NUESTROS PADRES. No os asusteis. T.K. YO SABEMOS QUE OS PARECERÁ RARO. PERO, EN SERIO, ESTA CARTA NO ES BROMA. ES CIERTO, ESTAMOS EN 1945, PERO OS ENVIAMOS ESTA CARTA PARA TRANQUILIZAROS PUSSTO QUE SOBREVIVIMOS A PARTE DE LA TOMA DE BERLÍN. POR FAVOR, DECIR A GATOMON QUE NO SE DERRUMBE Y LUCHE. POR PARTE DE T.K., DISCULPAS A KEN, Y A TODOS EN GENERAL. HOS HECHAMOS DE MENOS.

CON CARIÑO, HIKARI YAGAMI y TAKERU TAKAHISHI.

PD. NOSOTROS TAMPOCO SABEMOS QUE NOS OCURRIO. SER FELICES SI NO NOS VOLVEMOS A VER. PERO MANTENER LA ESPERANZA.

T.K. la sonrió.

Es perfecta, servirá

Gracias- dijo desanimada mientras agachaba la cabeza.

¡Eh!- la levantó la cara- Por favor, ten esperanza, como se lo pides a ellos en la carta. No te derrumbes. No nos dejes a Patamon y a mi solos.

Kari miro a T.K. a los ojos llorosa.

La "luz de las estrellas". Son tan blancas, tan puras. Son preciosas...

T.K. asintió. No sabía exactamente lo que le quería decir Kari repitiendo las palabras de la noche anterior, pero sentía algo...

Solo ten esperanza.

Kari le sonrío T.K. la devolvió la sonrisa.

"Al menos si pudiera recuperar mi camisa" pensó Kari

T.K. la miro extrañado.

¿Has dicho algo, Kari?

No. Solo pensaba.

Chicos, ¿tenéis ya la carta?- apareció Crichton

T.K. se volvió, cogiendo la carta de Kari.

Perdone, muchísimas gracias. Aquí esta.- dijo estrechándole la carta por la cabecera. Él la cogió

Fue de repente. Kari, T.K. y Patamon explotaron de nuevo en mil pedazos. Crichton estaba pasmado. No sabía que... Miro la carta de los muchachos. En la desaparición se había quemado la mitad. Exactamente la parte de abajo.

¡¡Matt!!- dijo Tai- tu por aquí- ¿Nos has venido a ...?

He venido a hablar contigo- dijo con tono pesimista. En realidad, Tai nunca había oído ese tono de voz tan triste en Matt.

Tai.

¿Sí?, Gatomon.

Voy a dormir un rato a la cama de Kari. Estoy agotada.

Tai la sonrió

Anda ve.

Gatomon se bajo de los brazos de Tai.

Buenas, Matt.

Hola, Gatomon.

Y se fue directa a descansar. Matt y Tai vieron como se alejaba aquella gata cansada.

T.K. abrió los ojos.

Este ya se despertó- oyó.

Estaba tumbado boca arriba. Solo podía ver un totalmente blanco y aséptico. Le dolía el pie. ¿Qué había pasado?. ¿Otra vez de nuevo?. Intento moverse, pero estaba agarrado mediante algo... Una mujer se le acercó. Le miró compasivo.

Tranquilo, Esperanza, todo ya acabo.

T.K. estaba absorto. Era como si conociera de algo a esa mujer. T.K. oyó un gemido al lado. La mujer miro por encima de T.K. Para T.K., le parecía estar tumbado en una mesa.

Luz se despertó también- T.K. pudo ver como la mujer chascaba los dedos.- Solo falta Patamon- miró a T.K.- perdona. Te soltaré

T.K. de repente pudo mover las extremidades. Se irguió. Vio a la mujer. T.K. estaba confundido. Sabía que la conocía de algo, pero no sabía de qué. La observo. Tenía una vestimenta extraña, diferente, totalmente de blanco. La mujer era bella. T.K. la conocía de algo. Le sonrió

Perdone, ¿Nos conocemos?- preguntó tímidamente T.K.

La mujer sonrió como si lo afirmara.

Tranquilo, Esperanza. Sabemos el daño que os han ocasionado. Os hemos ayudado en cuanto nos enteramos.

¿Enteraros?...- la miró sin poder despegar un ojo de ella. Esta sonrió. Miró detrás de T.K.

Mira, ya está- se puso al lado de T.K.

T.K. vio una sala blanca, aséptica. A su derecha se encontraba Kari acompañada por un hombre que la animaba. T.K. sintió la misma sensación al observar el hombre que cuando vio a la mujer. Sabía que lo había visto alguna vez.

¡Ya esta!- lo teníamos en otra sala.- dijo la mujer tendiendo a Patamon en los brazos de T.K.. Este le cogió y le abrazó fuertemente. Patamon permanecía semi-insconsciente. Varía personas pululaban por la habitación mirando aparatos indescriptibles, tanto por su belleza, como por su aparente simplicidad.- Dime esperanza, ¿Te duelen mucho las heridas?

T.K. la miró todavía absorto.

Pe... pero, ¿por qué me llamas Esperanza?... Y, ¿quién eres?. ¿Nos conocemos de algo?

La mujer le volvió a sonreír y le alboroto el pelo.

Te llamo Esperanza por que ese es tu nombre, mi querido Takeru. Luz es el nombre de tu amiga, Hikari, aunque este signifique ¿entiendes?.

No... perdón... no.

T.K. lo recordaba. Hikari, en Japonés significaba "Luz", pero Takeru en absoluto significaba "Esperanza".

No importa. Cuanto menos sepáis, mejor.- miró sobre el hombro de T.K.- Oye, por favor- dijo a alguien- Trae aquí a Luz.

T.K. volvió la cabeza. Vio como el hombre que estaba con Kari con Kari asentía y la trajo a la cama de T.K. en brazos.

Por favor, hazte tu cargo.- pidió el hombre- Tengo que ir a la sala para preparar su vuelta.- La mujer asintió. El hombre se fue.

Bien. Luz, Esperanza, me figuro que no sepáis que ocurre.

Kari miró a T.K.

No. Y eso nos gustara saber, la verdad.- dijo T.K. c un Patamon recuperado en sus brazos y pasivo en la conversación.

Bueno. No es fácil. Sobre todo para vosotros. Gente de principios del siglo XXI. - les miró.- Primero os explicaré por que habéis estado en lo que os parecía tantas épocas distintas. Ya sabéis. Edad Media, la explosión de Tunguska, etc.

T.K. miró a Kari. Kari vio como T.K. la decía algo en voz baja.

"¿Cómo estas?"

Kari se asustó. T.K. estaba hablando en voz baja pero le oía como si chillará. Le miro leyó sus labios "¿Cómo estas?" Kari asintió en señal de bienestar, a pesar de su brazo roto.

Bien, tranquilos- dijo la mujer.- empiezo- les sonrió. Había visto como T.K. preguntaba por Kari. A finales del siglo XX varios físicos empezaron a plantearse una cuestión que no encajaba con la física de Einstein- siguió la mujer- después de varios experimentos se asegurar que había algo que no encajaba. Según fueron pasando los experimentos y los estudios, llegaron a la conclusión de que el Universo conocido no era mas que uno más de otros. Existían más Universos. ¿Hasta aquí todo claro?.

Kari y T.K. asintieron.

Bueno, todo esto se fue reafirmando después del ataque de Myotismon al distrito de O-Daiba. En realidad esa tan solo fue la prueba de la existencia de otro Universo. Al final, los científicos, llegaron a la conclusión de que el números de Universos existentes era prácticamente infinito, junto con todas las posibilidades que acarrearía. Cada uno con sus leyes de Física. Recordad sino el mundo digital.

T.K. y Kari se miraban intrigados. No sabían exactamente donde quería llegar la mujer.

A esa cantidad de Universos, muchos de ellos relacionados estrechamente entre si, se les llamo a fines del siglo XX con el nombre de "Multiverso", o lo que es lo mismo "Múltiples Universos". Vosotros en realidad, habéis estado vagando por este. A distintos Universos idénticos al nuestro en los que se hallaban en épocas diferentes.. En realidad no fue un viaje por el tiempo. Al final los humanos aprendimos a poder viajar por el Multiverso casi a nuestro antojo. Aunque para eso tuvo que pasar su tiempo después del siglo XX.- La mujer sonrió de nuevo.

Perdone- dijo Patamon- ¿Quiere decir que estamos en el futuro?

Parecido. Exactamente estáis en un Universo, mundo o dimensión, como queráis llamarlo, idéntico al vuestro, solo que en una etapa posterior.

Entonces, ¿en que año estáis?.

La mujer sonrió.

Bueno. Me parece que os interesarán otras cosas. Entre ellas, por que os hemos cogido para que viajarais por el Multiverso.

¿Cómo?- soltaron al unísono los tres.

Así es. Como lo oís...- les miró la mujer- esta tecnología todavía se esta desarrollando. Ciertas personas- se paro para matizar- Nadie de las que veis aquí- prosiguió- decidieron hacer un experimento con una técnica nueva en el campo... Coger a dos personas especiales a su antojo y moverlas por el Multiverso como si fueran por "Control Remoto". Como os dije, es una tecnología nueva. Por eso sentíais a veces esos dolores cuando se os pillaba para ser transportados. En realidad, aquello ocurría, porque no se os conseguía pillar por completo.

Pe.. pero- dijo Kari tímidamente manoseando su brazo roto- ¿Por qué nosotros?

La mujer suspiró

No os puedo dar detalles sobre el futuro.. Pero solo os diré que vosotros, Luz y Esperanza, tenéis un "Don", único y que jamas fue, es y será repetido, que es lo que os concedió uno de los tesoros más preciados de toda la Historia.

T.K. se impresiono.

¿Cuál?.

No, lo siento- se cortó- No obstante, Patamon no enteraba en el plan, pero al cogerle justo con Kari, tuvo que entrar a la fuerza. ¡Ah!- prosiguió- ¿os habéis dado cuenta de que ya no tenéis esos aparatos en vuestra garganta y oídos?. Eran traductores para que entendierais distintas lenguas e idiomas. Os lo quitamos por ser una tecnología ajena a la que vivís.

Si tan avanzados están...

Lo siento, Esperanza, pero no podemos curaros vuestras heridas. No se no esta permitido. Es la misma causa por la que os quitamos los traductores.

¡Genial- dijeron al unísono T.K. y Kari.

O séase- prosiguió T.K.- que pueden "secuestrarnos" contra nuestra voluntad, hacernos viajar por ese tal Multiverso, pero no pueden curarnos las heridas que ustedes mismos nos han ocasionado.

Compréndelo, por favor. Además, no nos eches las culpas a nosotros por secuestraros. Fue una empresa. Nosotros no somos esa empresa. La empresa ha sido cerrada precisamente por lo que os hicieron ellos.. En cuanto nosotros supimos todo esto, vinimos inmediatamente a rescataros.

Ya.- dijeron Kari y Patamon enfadados

Aún así la empresa cuido de no meter la pata. Esa fuera causa de que llevaran a Patamon de vuelta tan solo unos minutos a vuestro universo, ya que la compañera de Luz, Gatomon creyó que Luz murió y ella estaba agonizando de pena. Justo cuando Patamon fue a decirla algo relevante, lo hicieron desaparecer y se lo llevaron a donde estaba Kari. El objetivo de la misión- prosiguió la mujer- no obstante, era ver la las distintas reacciones de vosotros dos, Luz y Esperanza, cuando estabais los dos juntos o separados en una situación crítica.

Vaya, así que en realidad fuimos conejillos de indias.- se molestó T.K.

La causa de que experimentaran de esa forma con vosotros no os la puedo decir. Os diría que es la misma causa por la que sois tan importantes históricamente. Es más, ni deberíais saber esto tampoco.- La mujer se paró- Ahora, os devolveremos a casa. Pero con una condición...

¿Condiciones?

... de que no contaréis a NADIE,- la mujer se paró y miró a Kari- Luz, si tu quieres, solo a Gatomon- prosiguió- NADIE debe saberlo. Por favor, jurazme que os llevaréis el secreto a la tumba.

Si es la única forma de volver a estar en casa yo aceptó.- saltó Kari.

Igualmente- dijo Patamon

Ajá- asintió T.K.

Bien- dijo la mujer- os daremos morfina para que os durmáis y os parezca tan doloroso el viaje- les observó- Se que yo y mi compañero os recordamos a alguien.

Acto seguido, los tres recibieron la morfina. Debía de ser el único tranquilizante que tenían que existía en la época de T.K. y Kari, pensaba Patamon. Kari fue la primera en caer.

Dime, Matt, ¿Qué te trae para esperarnos aquí?- preguntó.

Matt se levantó nervioso y se acerco a Tai.

Un... un hom... hombre- tartamudeaba nervioso.

Habla más claro, tranquilízate, Matt, estas muy nervioso- le movió Tai para que se volviera a sentar- ¿Quieres algo de agua?

No, no. - le miró- Yo Tai... creo que es un disparate. Sora y yo... Creemos que T.K. y Kari están vivos.

El estruendo vino de la habitación de Kari. La madre de Tai fue la primera en escucharlo e inmediatamente fue corriendo a ver lo que pasaba allí. Acto seguido hubo un grito de horror. Era la voz de Gatomon.

A Kari la dolía la cabeza. Sería por la brecha que la ocasionó aquella explosión. Miro a su alrededor. T.K. se estaba despertando junto con Patamon. Miró. Era su habitación. Habían cumplido. Les devolvieron a casa. Kari sintió un alivió que en pocas ocasiones había sentido. Miró su cama. Vio a s querida compañera. Le había parecido que había pasado una eternidad sin Gatomon, aunque solo habían pasado unos tres días, más o menos. Kari observó a la gata. Estaba con cara de Shock.

Es... esta... est... - decía Gatomon. Sus lagrimas caían- ¡¡¡¡¡KARI!!!!!

La gata se abrazó a Kari con todas sus fuerzas. Kari sintió una mano sobre su hombro. Era T.K., sonriente, feliz... y cojo.

Volvimos.

Kari asintió. Le regaló una sonrisa.

Te duele mucho el pie, ¿no?

T.K. y Kari, junto con Patamon oyeron un golpe seco. Gatomon seguía aferrada a Kari. Kari vio que el golpe lo había ocasionado su madre. Nada más ver a Kari esta cayo al suelo de golpe, de rodillas, estupefacta, impresionada, casi en n Shock. Kari la miró llorosa. T.K. observaba el momento, aguantando las lagrimas.

Mama...

Kari... - dijo la Señora Yagami a punto de ir a estrechar a Kari entre sus brazos.

T.K. oyó otro ruido. Alguien preguntaba qué ocurría.

Hermano...

Matt y Tai hicieron acto de presencia. La impresión fue casi catatónica. Kari vio que seguía llevando las ropas que cogió en el Japón Feudal. Miró a T.K.. Ahora solo la faltaba recuperar su camisa, sonreía Kari. T.K. miró a Kari como si hubiera oído sus pensamientos. T.K. y Kari estaban felices, de volver a estar de nuevo donde pertenecían.

Su madre le había abrazado con locura. Había mantenido la "Esperanza" de volverle a ver vivo.

T.K., con s pie escayolado, permanecía sentado mirando la puesta de sol en la playa. En aquellos dos día muchas cosas tuvieron que cambiar. Para él y Kari solo habían pasado tres días, más o menos, pero para el resto de la gente, el tiempo fue distinto. Había pasado un mes y casi medio. Kari ya tenía tumba, (vacía, pero tumba), y todo. Además la gente dudaba si T.K. seguiría vivo o no.

Le hablaron, cuando el grupo y la gente se recuperaron del Shock recibido, de los problemas ocurridos, desde la depresión de Gatomon, hasta la búsqueda de T.K.. Nadie, no obstante, excepto T.K., Kari, Patamon, y ahora Gatomon, sabía lo que ocurrió en realidad, al menos a medias.

T.K., finalmente, había ido a hablar con el grupo. A Ken le pidió disculpas de lo que le dijo antes de desaparecer, aunque este ya no recordaba que hablaba. A Davis le estrecho la mano, y él, sonrió e intentó volver a ser el que era. Mientras tanto, T.K. intentaba arreglar los problemas con su hermano, ahora ya con un ambiente menos tenso. Los padres, recordó de repente T.K.,, fueron los más afectados y más hosp...

¡T.K.!- le llamaron por la espalda.

¡Hola!, "Luz"- bromeó T.K. sin darse media vuelta.

Kari le puso su mano en el hombro. T.K. la miró. Llevaba el brazo izquierdo escayolado, y como la pierna de T.K., llevaba una venda en la cabeza.

¡Hola, "Esperanza"- se sentó a su lado, manteniendo con cuidado su mano en su hombro. T.K. la sonrió.

Entonces, no sabemos exactamente todo lo que paso.

Solo se que estoy feliz de volver a estar de vuelta aquí- miró Kari a T.K. a los ojos- y ahora contigo- le devolvió la sonrisa.

T.K. suspiró. Saco una bolsa de plástico de su izquierda.

Toma, creo que te lo debía- sonrió estrechándola la bolsa a Kari

Kari cogió la bolsa. Dentro de ella había una camiseta rosa y blanca que utilizo para curar a T.K.

¿Pero?, ¿Cómo lo sabías?, ¿Por qué te has molestado?

Algo me decía que la querías. A veces me parecía oír tus pensamientos deseando de nuevo la camisa.- la miraba T.K.- Así que me puse con mi madre a buscarte una idéntica.

Yo... yo, Gracias- sonrió alegre sosteniendo su nueva camiseta.

Oír sus pensamientos. Eso la había parecido también a ella sobre él.

Así que vamos a ser importantes para la historia.- dijo T.K. con tono burlesco y a la vez orgulloso.

¿Crees que será por lo de Devimon?

¿Cuándo llegamos a ser "aquello"?. Bueno, aunque no sé realmente lo que nos ocurrió. Pero lo que importa es que hemos vuelto aquí.

Gatomon casi muere, ¿te enteraste?- preguntó Kari.

T.K. asintió.

T.K. y Kari ya se habían enterado de lo que ocurrió en aquel mes, incluido lo de Crichton, que cumplió su promesa.

T.K. vio la primera estrella del cielo del atardecer.

Son preciosas, ¿no?

La "luz de las estrellas". Son tan blancas, tan puras. Son preciosas... - prosiguió ella.

Kari le miró a los ojos. Se sonrieron en aquel atardecer, en aquella playa de Daiba. Por un instante lo entendieron. No sabían exactamente que sería aquel "don", sería lo que les ocurría después de lo sucedido con Devimon, aquella especie de sensaciones comunes que tenían. Pero como una vez penso Patamon, T.K. era más Kari y Kari era más T.K.. Se observaron los dos mutuamente.. Habían sufrido mucho. Pero estaban contentos de estar de nuevo en casa. De estar de nuevo con su familia. De estar de nuevo con sus amigos. De estar de nuevo ellos dos juntos.

Bastonivo@hotmail.com

José María de la Torre Bugidos