Cuando volvió a abrir los ojos, Hikari se vio en el regazo de Takeru. La
dolía la cabeza. Parecía que Takeru seguía dormido. Miró a su alrededor.
Observó unas formas estáticas, quietas, irregulares, plantadas en el suelo.
La parecían árboles negros, carbonizados por el fuego, si no fuera, claro
estaba, por las flores que brotaban de estos, que eran las más bellas que
Hikari había visto jamás.. También divisó casas de cristal rojo en las
copas de los arboles cercanos. Hikari vio que ellos estaban en una de esas
casas esféricas. Apoyó la cabeza de nuevo en el pecho de Takeru. ¿Dónde
estaban?. ¿Estaba loca?, ¿era un sueño?. No, ella se sentía muy despierta,
aunque a veces...
Hikari se sacudió la Cabeza. Fuera cual fuera la verdad, saldrían de allí.
Miro el paisaje. Aquellos árboles negros la daban repulsión. Desde que la "obscuridad" la intentó dominar, ya incluso en el mar de Dagomon, todo lo que la recordara a oscuridad la daba pánico. Casi no se creía que se atreviera a dormir sin luz.
Intentó despertar a Takeru. Nada. No lo entendía. Le movió violentamente. Tampoco. No se despertaba. Al final se dio cuenta. Esa era la causa por la que no oía los sueños de Takeru. Uno no sueña cuando está sedado.
Yamatto cogió el teléfono desesperado. Su mano temblaba como nunca lo había visto. Era un chico tranquilo y pensaba las cosas antes de actuar, ni incluso cuando estuvo perdido en el mundo digital, por primera vez, con todos los peligros que tuvo que sobrevivir, había estado tan nervioso como ahora. Como un polvorín en mitad de un incendio, espero impaciento los interminables pitidos del teléfono. Por fin, descolgaron.
-¡Papa!, ¡Ven, por favor!, ¡Mama esta en un ataque de histeria y no se como calmarla!, ¡¡Va a destrozar la habitación de Takeru!!
Hikari intentaba proteger el cuerpo de Takeru, mientras aquellas criaturas de un metro con brazos enormes se les acercaban.
- ¡¡Os he dicho qué nos dejéis en PAZ!!
De repente, los curiosos seres se asustaron, mientras otros con unas vestimentas raras les expulsaban de la burbuja donde estaban metidos. Se oyó un trueno.
Todo aquello era totalmente surrealista. Hikari se sentía como una Gullivert Femenina. Recordó cuando leyó aquel libro. Al principio no la interesó mucho, siempre la ocurría lo mismo, era al terminar un libro cuando...
El brazo de Takeru se movió hacia la cara de Hikari. Ella se asustó. Mientras pensaba en "Los Viajes de Gullivert", iba a rascarse el pelo, pensativa. Ella creía haber movido su brazo, pero sin embargo el que respondió fue el brazo de Takeru, ¿Cómo....?
Después de n tercer trueno en sonar, los enanos que quedaban huyeron en estampida al interior de los árboles oscuros. Una lluvia torrencial empezó a caer afuera de la burbuja de cristal donde estaban metidos. Hikari veía como el agua correteaba por las paredes lisas del cristal. Una vez que el último ser desapareció, Hikari abrazó el inerte cuerpo de Takeru, totalmente asustada. Y apoyando la cabeza en el hombro de él muchacho, cerró los ojos para meditar todo lo que estaba pasando.
¿Sistema Binario?- preguntó Taichi.
Kuoshiro asintió, mientras jugueteaba con el curioso cilindro. Siempre era así de curioso. La madre de Taichi les observaba fuera de la habitación. La señora Yagami acababa de volver a llorar.
Es como el sistema decimal, el de toda la vida, el del cero al nueve para formar números, solo que se realiza de otra forma. Solo se forman números con unos y ceros.
¿Cómo?
En el sistema binario el cero sigue siendo el cero y el uno el uno, pero para formar el número dos, se coge el siguiente número que se forma con unos o con ceros solamente, es decir, el 10. El número dos en binario es el 10, el tres sería el 11, el cuatro el 100 y así sucesivamente. Es el sistema que utilizan los ordenadores, al código máquina. - finalizó el pelirrojo.
Taichi le escuchaba sin entender mucho. Tenía ganas de salir del Hospital
¿Entonces?- Saltó la Señora Yagami de repente.
Yo creo que es un mensaje cifrado- concluyó con una cara risueña, Kuoshiro. Dadme tiempo y os la podré descifrar.
Dolía. Dolía mucho. Meterte tubos por todas las partes de tu cuerpo duele. Aquellas cosas no habían parado. A Tailmon ya no la parecía gracioso. No tenía por que estar ahí...
Este ejemplar es el más complejo, y parece el más fuerte de lso tres. Su composición digital simula el agua corriendo por su interior. Fascinante – Dijo una criatura al otro lado del cristal
La estaban tratando como a una rata de laboratorio. Desde hacía rato a Tailmon se la ocurrió la idea de salir de aquel circo de payasos pseudopodos, pero se quedo un rato, ya que la parecía divertido ver como aquellas criaturas creían tener el absoluto control sobre Hawkmon, Patamon y ella. Pero desde que los experimentos empezaron, la gracia desapareció. No tenían por que estar allí.
Veamos como es su centro de control.
Malditos fueran. Estaban hablando de su cerebro. ¿Querían extirpárselo?, ¿abrirla?. Pero bueno, ¿qué se habían creído?.
Lo siguiente que hizo Tailmon fue lanzar un golpe de gato contra el cristal.
Hacía unos minutos que Takeru había recuperado la consciencia. Pero no la había dicho nada, absolutamente nada. El seguía enfadado. Pero a la vez, tembloroso, la cogía la mano, muerto de terror. No sabía por que, pero desde que aquellas criaturas enanas le sedaron en el prado rojo, no podía ver.
Takeru estaba ciego.
Tan solo podía ver mediante lo que veía Hikari por sus propios ojos. Era una sensación aterradora y extraña. Ver estando ciego con los ojos de otra persona.
"¿Piensas estar callado muerto de miedo todo el rato"- le recrimino Hikari en pensamientos- "Al menos desahógate y llora, por favor, ¿Qué ganas reprimiéndote.?
- ¡¡¡CÁLLATE!!! - la gritó a Hikari abrazándola desesperadamente- no más por favor, no más. Me voy a volver loco- Por fin lloró. Hikari notó cierto alivio por parte de Takeru.
Hikari le acaricio suavemente para poder calmarle. Mientras ocurría todo aquello la lluvia ceso, y lo diminutos seres empezaron a aparecer de nuevo. Takeru tenía razón. Se iban a volver locos.
El señor Ishida, el padre de Yamatto y Takeru, miraba la habitación de Natsuco Takaishi, la que una vez fue su mujer, mientras el médico hablaba. Su hijo estaba con su madre mientras, hablando con ella.
¿Es usted su marido?- preguntó el médico
¿Perdone?
Si es usted su marido.
No. Ya no lo soy. Nos separamos hace unos años.
El medico meditó.
Ya veo. Su hijo ya me contó que es la segunda vez que su hermano desaparece de esta forma.- dijo mientrsa el señor Ishida asentía.- Esta bién. Creáme que lo siento.- miró la habitación de la paciente- La señora esta ahora sedada. La he recetado unos calmantes, la proxima vez llevenla al hospital. No soy experto en el area Psicológica. Aún así le puedo recomendar un amigo.
Gracias, doctor- carraspeó- dígame, es necesarío que pasemos esta noche con ella?
¿Qué si lo es? Sí. Piense que ha vuelto a perder al mismo hijo por segunda vez en menos de un año. Alguien cercano ha de apoyarla. Si no es usted, tendrá que ser su otrohijo, el mayor. He conocido casos que, por menos, se sucidaron.
Aquello era una advertencía en toda regla. El señor Ishida estaba de acuerdo, pero no le iba a ser fácil.
Después de despedir al médico, entró en la oscura habitación donde estaba su exmujer con Yamatto. Por primera vez en varios años, volvería a pasar de nuevo una noche con ella.
¿Qué pasaba?, ¡¡¿¿Qué demonios pasaba??!!. ¿Ácaso estaba loco?, ¿ácaso todo aquello era un sueño?, ¿Una pesadilla?, ¿Ácaso era real?, ¡¡¿¿Qué demonios pasaba??!!
Hikari oía una y otra vez los pensamientos angustiosos del ahora invidente Takeru. El no había querido soltarla en aquellas dos horas, por lo que seguían abrazados, esatando el muchacho llorando continuamente.
Mientras la chica veía que aquellas cosas empezaban a ponerse de nuevo a su alrededor.Eran unasformas muy curiosas, pero no dejaban tocarse. Hikari no entendía por qué. Miró a Takeru. Seguía llorando abrazado a ella.
En fin, y que Takeru estaría un buen rato más así, sus hombros le servirían al menos de cogín.
Fue de repente. Los seres empezaron a Chirriar de repente. Era un sonido agudo, estrepitoso y horrible. Daba dentera solo de escucharlo. El caos se hizo dentro y fuera de la burbuja.
El alboroto fue tan fuerte que saco a Takeru de su mundo.
¿Qué, que...?, Hikari...
Estoy aquí
"Eso ya lo se, decía si sabes..."- la pensó ariscamente.
"¡No!, No lo sé. Y por favor, no seas tan borde conmigo por que si no buscate a otra para que te sirva de pañuelo de lagrimas la próxima vez"
Hikari notó que aquella respuesta dolío mucho en la mente de Takeru. Parecía que se estaba arrepintiendo de la situación que estaban llevando últimamente entre ellos dos.
Por fin, Hikari vió que era lo que pasaba. Afuera, unas formas con tentáculos estaban masacrando a todos los enanos. Abajo se podía divisar muertos, sangre, si es que se la podía llamar así, y continuops chirridos de desesperación.
"Por favor, Hiakri, perdoname, yo, yo..."- Dijo Takeru Agachando la cabeza.
Otro chirrido.
"Salgamos de aquí", pensó aterrorizada Hikari.
Sin pensarlo dos veces, El invidente Takeru cogió a Hikari, y guiandose por la visión de la muchacha, salió de la burbuja por lo más parecido a una salida.
Hikari se sacudió la Cabeza. Fuera cual fuera la verdad, saldrían de allí.
Miro el paisaje. Aquellos árboles negros la daban repulsión. Desde que la "obscuridad" la intentó dominar, ya incluso en el mar de Dagomon, todo lo que la recordara a oscuridad la daba pánico. Casi no se creía que se atreviera a dormir sin luz.
Intentó despertar a Takeru. Nada. No lo entendía. Le movió violentamente. Tampoco. No se despertaba. Al final se dio cuenta. Esa era la causa por la que no oía los sueños de Takeru. Uno no sueña cuando está sedado.
Yamatto cogió el teléfono desesperado. Su mano temblaba como nunca lo había visto. Era un chico tranquilo y pensaba las cosas antes de actuar, ni incluso cuando estuvo perdido en el mundo digital, por primera vez, con todos los peligros que tuvo que sobrevivir, había estado tan nervioso como ahora. Como un polvorín en mitad de un incendio, espero impaciento los interminables pitidos del teléfono. Por fin, descolgaron.
-¡Papa!, ¡Ven, por favor!, ¡Mama esta en un ataque de histeria y no se como calmarla!, ¡¡Va a destrozar la habitación de Takeru!!
Hikari intentaba proteger el cuerpo de Takeru, mientras aquellas criaturas de un metro con brazos enormes se les acercaban.
- ¡¡Os he dicho qué nos dejéis en PAZ!!
De repente, los curiosos seres se asustaron, mientras otros con unas vestimentas raras les expulsaban de la burbuja donde estaban metidos. Se oyó un trueno.
Todo aquello era totalmente surrealista. Hikari se sentía como una Gullivert Femenina. Recordó cuando leyó aquel libro. Al principio no la interesó mucho, siempre la ocurría lo mismo, era al terminar un libro cuando...
El brazo de Takeru se movió hacia la cara de Hikari. Ella se asustó. Mientras pensaba en "Los Viajes de Gullivert", iba a rascarse el pelo, pensativa. Ella creía haber movido su brazo, pero sin embargo el que respondió fue el brazo de Takeru, ¿Cómo....?
Después de n tercer trueno en sonar, los enanos que quedaban huyeron en estampida al interior de los árboles oscuros. Una lluvia torrencial empezó a caer afuera de la burbuja de cristal donde estaban metidos. Hikari veía como el agua correteaba por las paredes lisas del cristal. Una vez que el último ser desapareció, Hikari abrazó el inerte cuerpo de Takeru, totalmente asustada. Y apoyando la cabeza en el hombro de él muchacho, cerró los ojos para meditar todo lo que estaba pasando.
¿Sistema Binario?- preguntó Taichi.
Kuoshiro asintió, mientras jugueteaba con el curioso cilindro. Siempre era así de curioso. La madre de Taichi les observaba fuera de la habitación. La señora Yagami acababa de volver a llorar.
Es como el sistema decimal, el de toda la vida, el del cero al nueve para formar números, solo que se realiza de otra forma. Solo se forman números con unos y ceros.
¿Cómo?
En el sistema binario el cero sigue siendo el cero y el uno el uno, pero para formar el número dos, se coge el siguiente número que se forma con unos o con ceros solamente, es decir, el 10. El número dos en binario es el 10, el tres sería el 11, el cuatro el 100 y así sucesivamente. Es el sistema que utilizan los ordenadores, al código máquina. - finalizó el pelirrojo.
Taichi le escuchaba sin entender mucho. Tenía ganas de salir del Hospital
¿Entonces?- Saltó la Señora Yagami de repente.
Yo creo que es un mensaje cifrado- concluyó con una cara risueña, Kuoshiro. Dadme tiempo y os la podré descifrar.
Dolía. Dolía mucho. Meterte tubos por todas las partes de tu cuerpo duele. Aquellas cosas no habían parado. A Tailmon ya no la parecía gracioso. No tenía por que estar ahí...
Este ejemplar es el más complejo, y parece el más fuerte de lso tres. Su composición digital simula el agua corriendo por su interior. Fascinante – Dijo una criatura al otro lado del cristal
La estaban tratando como a una rata de laboratorio. Desde hacía rato a Tailmon se la ocurrió la idea de salir de aquel circo de payasos pseudopodos, pero se quedo un rato, ya que la parecía divertido ver como aquellas criaturas creían tener el absoluto control sobre Hawkmon, Patamon y ella. Pero desde que los experimentos empezaron, la gracia desapareció. No tenían por que estar allí.
Veamos como es su centro de control.
Malditos fueran. Estaban hablando de su cerebro. ¿Querían extirpárselo?, ¿abrirla?. Pero bueno, ¿qué se habían creído?.
Lo siguiente que hizo Tailmon fue lanzar un golpe de gato contra el cristal.
Hacía unos minutos que Takeru había recuperado la consciencia. Pero no la había dicho nada, absolutamente nada. El seguía enfadado. Pero a la vez, tembloroso, la cogía la mano, muerto de terror. No sabía por que, pero desde que aquellas criaturas enanas le sedaron en el prado rojo, no podía ver.
Takeru estaba ciego.
Tan solo podía ver mediante lo que veía Hikari por sus propios ojos. Era una sensación aterradora y extraña. Ver estando ciego con los ojos de otra persona.
"¿Piensas estar callado muerto de miedo todo el rato"- le recrimino Hikari en pensamientos- "Al menos desahógate y llora, por favor, ¿Qué ganas reprimiéndote.?
- ¡¡¡CÁLLATE!!! - la gritó a Hikari abrazándola desesperadamente- no más por favor, no más. Me voy a volver loco- Por fin lloró. Hikari notó cierto alivio por parte de Takeru.
Hikari le acaricio suavemente para poder calmarle. Mientras ocurría todo aquello la lluvia ceso, y lo diminutos seres empezaron a aparecer de nuevo. Takeru tenía razón. Se iban a volver locos.
El señor Ishida, el padre de Yamatto y Takeru, miraba la habitación de Natsuco Takaishi, la que una vez fue su mujer, mientras el médico hablaba. Su hijo estaba con su madre mientras, hablando con ella.
¿Es usted su marido?- preguntó el médico
¿Perdone?
Si es usted su marido.
No. Ya no lo soy. Nos separamos hace unos años.
El medico meditó.
Ya veo. Su hijo ya me contó que es la segunda vez que su hermano desaparece de esta forma.- dijo mientrsa el señor Ishida asentía.- Esta bién. Creáme que lo siento.- miró la habitación de la paciente- La señora esta ahora sedada. La he recetado unos calmantes, la proxima vez llevenla al hospital. No soy experto en el area Psicológica. Aún así le puedo recomendar un amigo.
Gracias, doctor- carraspeó- dígame, es necesarío que pasemos esta noche con ella?
¿Qué si lo es? Sí. Piense que ha vuelto a perder al mismo hijo por segunda vez en menos de un año. Alguien cercano ha de apoyarla. Si no es usted, tendrá que ser su otrohijo, el mayor. He conocido casos que, por menos, se sucidaron.
Aquello era una advertencía en toda regla. El señor Ishida estaba de acuerdo, pero no le iba a ser fácil.
Después de despedir al médico, entró en la oscura habitación donde estaba su exmujer con Yamatto. Por primera vez en varios años, volvería a pasar de nuevo una noche con ella.
¿Qué pasaba?, ¡¡¿¿Qué demonios pasaba??!!. ¿Ácaso estaba loco?, ¿ácaso todo aquello era un sueño?, ¿Una pesadilla?, ¿Ácaso era real?, ¡¡¿¿Qué demonios pasaba??!!
Hikari oía una y otra vez los pensamientos angustiosos del ahora invidente Takeru. El no había querido soltarla en aquellas dos horas, por lo que seguían abrazados, esatando el muchacho llorando continuamente.
Mientras la chica veía que aquellas cosas empezaban a ponerse de nuevo a su alrededor.Eran unasformas muy curiosas, pero no dejaban tocarse. Hikari no entendía por qué. Miró a Takeru. Seguía llorando abrazado a ella.
En fin, y que Takeru estaría un buen rato más así, sus hombros le servirían al menos de cogín.
Fue de repente. Los seres empezaron a Chirriar de repente. Era un sonido agudo, estrepitoso y horrible. Daba dentera solo de escucharlo. El caos se hizo dentro y fuera de la burbuja.
El alboroto fue tan fuerte que saco a Takeru de su mundo.
¿Qué, que...?, Hikari...
Estoy aquí
"Eso ya lo se, decía si sabes..."- la pensó ariscamente.
"¡No!, No lo sé. Y por favor, no seas tan borde conmigo por que si no buscate a otra para que te sirva de pañuelo de lagrimas la próxima vez"
Hikari notó que aquella respuesta dolío mucho en la mente de Takeru. Parecía que se estaba arrepintiendo de la situación que estaban llevando últimamente entre ellos dos.
Por fin, Hikari vió que era lo que pasaba. Afuera, unas formas con tentáculos estaban masacrando a todos los enanos. Abajo se podía divisar muertos, sangre, si es que se la podía llamar así, y continuops chirridos de desesperación.
"Por favor, Hiakri, perdoname, yo, yo..."- Dijo Takeru Agachando la cabeza.
Otro chirrido.
"Salgamos de aquí", pensó aterrorizada Hikari.
Sin pensarlo dos veces, El invidente Takeru cogió a Hikari, y guiandose por la visión de la muchacha, salió de la burbuja por lo más parecido a una salida.
