Capitulo Diez.

Claridad

El momento era ahora más pequeño, menos claro, menos infinito. Ya no la alejaba del dolor, ya no había escudo. Abrió los ojos y los vio por entre las sombras preparando el material.

"Es la tercera vértebra, no la cuarta"

-¿crees que duraras por siempre?. Sabemos que lo encriptaron nuevamente, y sabemos que tu sabes donde esta… Pero también sabemos quien eres. No todo claro, los de tu clase no son... fáciles de conocer. Pero sabemos que tienes una hermana…una hermana muy importante…y no querrás que nada le suceda…*definitivo* penso el hombre entre las sombras, el tipo que hablaba no era él más brillante de la organización.

Después de un rato el primer hombre se fue. En realidad él era lo menos peligroso de ahí. Era el otro hombre el que la preocupaba. La observaba entre las sombras, dejaba que el otro la torturase y le hiciera amenazas sin sentido. Luego se acercaba. Y la verdadera tortura comenzaba. Llevaba tres días así, y por lo que oyó Nikita había destruido las dos subestaciones, tenia controlado el virus pero no había salvado la vida del diplomático. Por otro lado, si ellos seguían preguntando por el Directorio significaba que la sección aun no lo había recuperado del lugar donde ella lo había escondido antes de empezar la evacuación. Lo cual era malo, muy malo para la sección... pero no necesariamente para ella. Tiempo. Respiro.

Los hombres se alejaron un poco.

- déjala descansar, para mañana nos habrá dicho todo- el primer hombre se alejo.

- no es así... ella no se quebrara... es un operativo clase siete.

- otros de mas alto grado se han quebrado.

- ella no es como los otros- sintió al otro hombre hacer un ruido despectivo, luego se fue. El hombre salió de la penumbra y se acerco- abre los ojos, se que estas despierta.- ella los abrió lentamente- Se quien eres. Se lo que eres. -silencio- De lo que eres capaz. Pero sabes que no durarás lo suficiente para volver con ellos. Preferías morir antes que traicionarlos y te ayudare. Si me ayudas.- silencio- Bien, si eso es lo que quieres puedo mantenerte viva tanto tiempo como quiera y ellos son lo bastante estúpidos como para creer que lograran algo, así que me dejaran- le sonrió, ella permaneció impasible. Él enterró una aguja en su mano- si, es lo que pensé.

Sección Uno. 8 días después.

- sigue buscando- Michael se agacho cerca de Jasón y se concentro en el Intel. Nikita se le acerco.

- no hay contacto ni negociación.- Lo miro con preocupación. Llevaba 8 días sin dormir... igual que ella. Su rostro aun tenia las huellas de los golpes que le habían valido la libertad pero no era eso lo que le dolía…era el hecho de que llevaba despierto ocho días. Se sintió pequeña.

- ellos saben quien es. Saben lo que vale.

- así es.

- no hay nada- dijo Jasón y Nikita lo miro.

-¿y el resto de los recursos?.

- todo marcha a 80% de efectividad, asumimos que- su voz se hizo más débil- si ella esta viva, no se ha quebrado.

-¿porque no negocian?- pregunto Jasón. No había rastros de su acostumbrada actitud arrogante y burlona. Seriedad. Memorias. Nikita se sacudió mentalmente.

- porque necesitan información rápida...

- podrían hacerlo negociando, ella no hablara- respondió.

- ya saben eso. También saben que la sección no negocia.

- entonces ella es dispensable, la mantendrán como una carnada para quebrarte, hacer que cometa un error - en el momento en que dijo eso Jasón se arrepintió- lo siento.

- sigue buscando. Habrá una reunión dentro de dos horas, Michael.

Sistemas.

- Saben que es tu hermana.

-¿Quinn?.

-…

- Michael, no hay muchas posibilidades- lo vio escanear su rostro. Inexpresivo- …tres días mas, luego dirigiremos nuestros recursos a Nueva Zelanda- curioso se dijo alguno de los dos, por un segundo Michael se sintió de nuevo como él numero tres de la sección…tiempos pasados… se recordó que era el jefe de Oversight… infantil.

-… ¿a quien tratas de convencer?.

- eso…no es justo.

- muchas cosas no lo son.

-¿crees que no lo sé?.

- me mentiste- certero. Al mismo centro.

-… he mentido a muchos…he hecho cosas…que no tienen nombre…- Michael resistió el impulso de tomar su mano- ya no puedo... ya no recuerdo a todos los que he matado o mentido, ya... después de un tiempo todos, la mayoría se confunden en un solo rostro... son los mismos ojos. Y cada día, cada vez... cuando me veo en el espejo, cuando logro hacerlo... es su rostro el que veo. Ya no puedo recordar lo que fui... y no sé cuál es mi camino... - no sintió la lagrima, no quiso- y esta bien... he destruido todo lo que me ha rodeado, toda mi vida. Ya no quiero... no deseo ver mi rostro. Solo deseo que el rostro de aquellos a los que he destruido no sea el de ella…no sea el tuyo…

- ya es tarde- el golpe debió haber sido menos doloroso, pero no lo fue.

Tres días mas…y luego reasignaremos recursos- Michael salió y se dirigió a Oversight.

This love

Doesn't have to feel love

Doesn't care to be love

It doesn't mean a thing

This love

El impulso, el impulso lo estaba matando, cerro sus ojos y la única imagen que conjuro fue la de ella. Llevaba años conjurándola. Apareciéndosele en cada sueño. Acosándolo. Martirizándolo. Y en medio de eso, mas allá de la culpa o la resignación, mas allá del amor que aun sentía por Nikita, un amor que lo estaba consumiendo, estaba ella, y estaba él, en un lugar al que ni Dios podía acceder.

Camino a su oficina, miró a su alrededor, vio a su segundo al mando dirigiendo una operación y lo supo. Que él tendría que hacerlo, que tendría que encontrarla, que no había nadie mas que pudiera hacerlo. Que nadie se sacrificaría por ella mas que él. Y el reconocimiento lo golpeo con su certeza, su violencia, su desesperación, su aceptación. Se sentó en su escritorio y se quedo viendo el vació mientras su mente andaba a toda velocidad. Luego de 6 horas salió de allí y se dirigió a su centro de control.

Tres días después. Oversight.

- quiero que revises estos datos.

- ya se dio la orden para terminar la investigación señor- pero recibió el disco.

Sección Uno.

- ya comenzó- Mr. Jones.

- esto no es justo padre- Nikita.

-¿no es justo porque no es a ti a quien salva?.

-…tal vez no lo logre.

- Lo hará. Debe hacerlo, se lo debe.

A lo lejos, Emma cayo en la inconsciencia dando un grito de dolor.

Era una ironía. Si tuviese un amigo este se estaría riendo en su cara pero en realidad no lo necesitaba, él podía hacer todo eso y más; y aun así, no podría aminorar la ironía, la culpa, la tristeza, el deseo. Deseo.

Deseo, si, deseo. Deseo de estirar la mano y tratar de atrapar su reflejo, de atraparla a ella entre él y una pared, entre él y una cama, entre él y lo que sea que quedara de ella; lo que sea que Madeleine o su padre no habían aniquilado, lo que sea que ella misma no había destruido.

Él lo había visto una vez. Lo había vislumbrado varias y en eso instantes había sentido como si ella le estuviese aprovisionando el espíritu, como si cada pequeña sonrisa, cada palabra no dicha, cada gemido, fuese una corriente de vida. Hasta aquel día. El mismo día en que había perdido el resto de dignidad que le quedaba, ella le hizo sentir mas vivo que nunca… y eso a nadie le importo… ni a él.

Se puso su traje y arreglo su arma. Ahora le quedaba solo mendigar por los retazos que él mismo había ayudado a destruir. Lo más gracioso es que a él le tenia sin cuidado el mendigar.

Odiar era muy fácil. Odiar era la solución lógica para enfrentar la tortura que ella le infligía por su traición por cada día que latía sin sentir sus latidos de vuelta, por cada día en que no sentía los de Nikita. Pero sabía que no podría hacerlo, que jamás lo haría, estaba condenado por un par de ojos violetas, por una boca que aun sentía sobre su piel y por la mente más compleja y perturbada que había conocido. Odiarla era muy fácil pero la certeza de su incapacidad para hacerlo ya lo había pisoteado. Odiarla era muy fácil, era lo lógico, pero desde cuando el amor lo era…Aceptación… *Dios*… Leyó la parte superior de su panel. S. M.

*S.M*. Pensó mientras trataba de asimilar la aceptación…S.M. con un dejo de humor mientras se alejaba y veía a Jasón de reojo. *S.M. Chico de barrio, infatuado por la hija del vecino rico de la esquina *. Arreglo su guante y coloco disimuladamente el P3 bajo él.

This love

I think I'm gonna fall again

And ever when you held the hand

And turn 'em in your fingers, love

Subestación 16. La Colectividad.

Observo el cielo. Una vez que los mato a todos. Olor a sangre y a sudor. Era un hermoso día pensó. Extraño pensar en eso ahora. Ingreso a la cámara donde estaba Emma, su cuerpo estaba muy malherido, un estremecimiento le recorrió la espalda. Chequeo el pulso conteniendo el aliento. Los latidos le devolvieron a esa extraña sensación de paz que lo venia envolviendo desde hace un rato. Por un momento ella sostuvo su mano y aunque cayo en la inconsciencia, le pareció sentir su alivio. El cielo estaba de un azul imposiblemente claro, era de día, llegaría con facilidad a la sección. Si, ahora estaba todo claro. Claridad y aceptación.

¿Sabes lo que es la claridad?. Es envolverte con una mortaja clara y oscura que te lleva mas allá de tu pasado. Es recordarte aquellos tiempos en que le sostenías la mano a la mujer que amabas y le decías que todo estaría bien, que la protegerías…pero ahora no sabes, no recuerdas a cual de las dos le dijiste eso, solo ves la claridad de la decisión cubriéndote, restituyéndote, ahogándote. Ella no pertenecía a ese mundo, no debía pertenecer, nunca la dejaría. Y se le paro el corazón mientras trataba de asimilar la imposibilidad de poder rechazar su propia esencia.