ESTE FANFIC PERTENECE A YUKI-SAN. Yo soy solo la traductora... snif!!
Título Original: A date with a Senpai
Autora: Yuki
User ID: 29220
E-mail:tanukigirl@edsamail.com.ph
***indica flashbacks
Una cita con un Senpai
Capítulo 3
Las noches me llevan a ti
alguna vez sueñas conmigo
mientras te veo dormir?
"Oohh, todos los senpai estarán tan felices de verte Kaoru-sensei-kawaii!" dijeron Sano y Yahiko riendo, su interrumpida pelea había sido olvidada.
"Cállense!" gritó Kaoru por lo que parecía la centésima vez.
Sonriéndose, ambos se miraron y empezaron otra vez.
"Oh! Kaoru-sensei-kawaii, todos los senpai estarán tan felices de verte!" A todos les gustas Kaoru-sensei-kawaii!!!"
Terminaron en el piso, sujetándose el estómago, riéndose como un puñado de hienas locas.
Megumi suspiró mientras acariciaba su largo cabello "Tienes un don para encontrar y adoptar mocosos inmaduros Kaoru."
Sano le lanzó una desafiante mirada. Yahiko sacó la lengua.
"Está bien, Hs. Inmaduros. Bueno, mejor me voy yendo. Dr. Genzai debe estar preocupado por mí." Se levantó y alisó su uniforme azul. "Háblame sobre este Ichiro-san mañana, los chicos que entregan una carta de amor deberían venir con una tarjeta de advertencia." Miró desdeñosamente a Sanosuke y a Yahiko. "Demonios, todos los hombres deberían venir con una." Se volteó hacia Kaoru, "Salvarían a nosotras chicas toda una agonizante búsqueda por el Sr. Correcto."
Kaoru se la quedó mirando enarcando las cejas. Estaba segura que se le escapó algo.
"Bueno, Chica Tanuki, parece que tengo que enseñarte una o dos cosas sobre muchachos ne?"
"Jou-chan no la escuches. Si lo haces, vas a terminar como una vieja solterona con cientos de gatos viviendo contigo." murmuró Sano mientras se levantaba dejando a Yahiko con la cara aplastada contra el suelo.
Megumi cogió su oreja y la jaló lo más que pudo. "Qué fue eso Sanosuke?"
"Nada. Dije que, uh, hay un montón de gatos sueltos en las calles así que déjame llevarte a tu casa." Dijo sonriendo pícaramente.
"Hmm, Sano no baka, escuché lo que dijiste. Soy una experta con los hombres y puedo asegurarte que Kaoru-chan está en buenas manos, si escucha todo lo que tengo que decirle claro."
"Si eres tan experta no deberías hacer trucos de kitsune en mí sólo para atraer mi atención." respondió engreídamente.
"Como sea, tengo un consejo para ti Jou-chan. Por que no sales con ese Ichiro-san? No sabes si es el hombre." Dijo mirando fijamente a Kenshin. "Si resulta ser un tremendo idiota, estoy seguro de que puedes patear su trasero y siempre puedes contar conmigo para darle una lección que de seguro no olvidará por no tratarte bien. Heh estoy seguro de que Kenshin estaría feliz de dar una mano o dos, ne Kenshin?"
"Orooro!" dijo con las mejillas ligeramente pintadas de rosa, escondido por la brillante caída de su cabello cuando bajó la cabeza repentinamente interesado en al algún lugar entre sus tobillos y el piso. Sano dejó escapar un suspiro de exasperación.
"Bueno, ano, estoy uh segura, lo que sea Sano." respondió vagamente Kaoru. 'Por que está todo el mundo haciendo tanto alboroto de esto?
"Los veo mañana. Preferiblemente en el desayuno." dijo Sano mientras se dirigía con Megumi al patio del dojo.
"Oyasumi nasai Ken-san. Espero que sueñes conmigo! dijo Megumi con un seductor guiño.
"MEGUMI!!!" chilló Kaoru arremetiendo contra ella.
"O-oyasumi nasai Megumi-dono." Se las arregló para decir Kenshin de entre las dos mujeres.
"Oro!" dijeron Yahiko y Sano al mismo tiempo riendo alegremente a los sonrojados Kenshin y Kaoru.
Kenshin se quedó en la puerta hasta que ya no pudo ver la sombra de Sano. Yahiko anunció que estaba listo para retirarse pero Kaoru le dijo que limpiara la mesa primero. Gruñendo maldiciones, se dirigió hacia la cocina. Kenshin miró a Kaoru pero la encontró mirando distraídamente a la carta que le había entregado. "Kaoru-dono, hay algo malo?"
"Qu-e, no. Todo está bien. Yo, yo debería acostarme. Tengo un largo día por delante." dijo suavemente.
"Hai, sería lo mejor que descansaras de gozaru."
"Así que, um, oyasumi nasai Kenshin."
"Oyasumi Kaoru-dono." respondió mirándola calladamente mientras ella se dirigía hacia su dormitorio. Después de unos minutos fue a chequear a Yahiko y encontró que él ya había terminado su tarea. Con un suspiro se dirigió hacia su cuarto. Estaba a punto de abrir su puerta cuando notó una luz dentro de la habitación de Kaoru. Silenciosamente caminó hasta la habitación de ella. Su puerta no estaba aun cerrada y podía ver a través de una abertura casi toda el cuarto. Ella estaba en la esquina más lejana e inmediatamente volteó la vista al ver que se estaba quitando su yukata. No tan rápidamente como hubiera querido, solo lo necesario para ver los hombros desnudos de Kaoru y suficiente para ocasionar una reacción 'biológica' en su cuerpo. Aguantando la respiración escuchó el suave sonido de las ropas e intentó no imaginar 'cosas'.
'Kenshin no baka! Desde cuando te convertiste semejante pervertido' se regañó a sí mismo. Dejando escapar un largo suspiro decidió que lo mejor que podría hacer era ir a su habitación antes de que...
Estaba en la mitad del giro cuando captó la imagen de Kaoru sentada sobre su futón. Su cabello no estaba atado con la cinta que usualmente usaba y sus largas trenzas negras caían graciosamente por sus hombros y espalda. El se detuvo incapaz de hacer nada más que observarla. Se encontró a sí mismo un poco falto de aire cuando ella ladeó la cabeza, mostrando su perfil. Ella se veía tan fresca vistiendo un interior de kimono amarillo pálido; Kenshin reconoció que ella no necesitaba de peinados extravagantes o vestidos para realzar su belleza. Tal vez no tenía las miradas detenedoras de corazón de Tomoe, pero su calor interno y belleza sobresalían.
Las sombras resaltaban su rostro dándole un aura de simplicidad y hermosura. No había dudas de por que el no podía respirar, ella era una imagen que había que tallar en mármol. El silencio sobresaltó a Kenshin, estaba medio asustado de que Kaoru lo notara. Los latidos de su corazón sonaban tan fuertes a sus oídos. Deseaba que el silencio se rompiera por un segundo para que pudiera volver a respirar normalmente.
Ella no mostró signos de haber notado su presencia, después de unos momentos dejó escapar un suspiro y sacó un pedazo de papel de debajo de su almohada. El reconoció el papel inmediatamente. Era la carta de Ichiro-san. Ella parecía insegura de que hacer luego, pero después de apretar la carta tan fuertemente que casi se arrugó, ella finalmente la abrió.
El sabía que no debería estar observándola. No debería estar acechándola desde su puerta como una sombra mortal invadiendo su privacidad, pero él quería saber como esta carta podría afectarlos. Cuando ella apretó la carta, el deseó rápidamente que ella simplemente la tirara en algún rincón de su cuarto. El sabía que estaba actuando egoístamente, que otra cosa se suponía que el debía sentir? Asustado de la intensidad de sus emociones, que estaban bordeando entre los intensos celos y una poderosa necesidad de entrar y decirle lo que su corazón prácticamente le gritaba cada día desde que él se quedó aquí en este dojo, se forzó a sí mismo a regresar a su habitación.
Kaoru miró la carta casi sin leer las palabras. Ella sabía, de alguna manera, lo que estaba escrito en ella. Tragó saliva. Como Ichiro-san podía decir semejantes cosas de ella? No la había conocido el tiempo suficiente, pero
Bueno, no era culpa de Kaoru el ser maravillosamente encantadora y ¿ella mencionó maravillosa maestra de kendo?
Se ruborizó al recordar su conversación de esa mañana con Ichi-san. Ella acababa de terminar de patear los traseros de los yakuzas y estaba a punto de irse a casa cuando tímidamente Ichiro-san se le había acercado.
****
Ella sacudió el sudor que caía de su frente, cerró los ojos al levantar su hombro derecho. Un poco dolida pero el estúpido yakuza pelo-parado que la había golpeado con una shinai debería estar sintiéndose mucho peor después de que ella lo tiró al suelo. Satisfecha con el pensamiento ajustó su cola y estaba lista para irse a casa. El viento sopló suavemente sobre su rostro, ella cerró los ojos y respiró calmadamente. Kenshin no estaría muy feliz si ella le decía que era lo que había pasado. Estaba ilesa, sería mejor si se callaba todo aquel incidente. El siempre tendía a sobre-actuar cuando algo le ocurría a ella. Incluso por las cosas más triviales, como irse a una estúpida excursión o tener un dolor de estómago por comer mucho, mojarse con la lluvia llevaría a Kenshin a preocuparse por que ella se enfermase y también estaba aquella ocasión cuando... sus pensamientos se vieron rudamente interrumpidos cuando la intensidad del viento hizo que abriera sus ojos.
Alguien estaba detrás de ella.
Tomando una posición defensiva volteó rápidamente contra su asaltante sólo para encontrar a Tomizawa-sensei con uno de sus alumnos.
"Oh! Tomizawa-sensei, era usted." Suspiró aliviada, una pelea por día era suficiente para ella. Se inclinó y disculpó por actuar tan extrañamente.
Tomizawa sonrió, "está bien estar un poco alerta Kaoru-chan. Sólo quería agradecerte por asistirme hoy y disculparme también por involucrarte en problemas."
Las disculpas duraron por cinco minutos y para entonces Ichiro-san, el estudiante número uno de Yaminobu había quedado prendido de la joven mujer. Era tiempo para Tomizawa de irse y ser interrogado por la policía, pero Ichiro-sam no tenía ninguna prisa. Parado en frente de Kaoru-sensei, se encontraba incapaz de hablar.
"Si?" ella preguntó amablemente.
"Bueno, yo, uh. Yo soy Onoda Ichiro." dijo, sintiéndose increíblemente estúpido.
Kaoru levantó una ceja. "Bueno, como estás Ichiro-san? Hay algo en lo que pueda ayudarte?"
"Yo, ano, yo estaba pensando, quiero decir gracias por tu ayuda y..."
"No tienes que agradecerme de nuevo. Tu sensei ha hecho un gran trabajo haciéndolo." Ella le sonrió hasta que notó que Ichiro se la quedaba mirando, más bien como si se la quedara mirando soñadoramente. "Ichiro-san estás bien? No te golpearon en la cabeza o algo así? Tengo una amiga doctor y quizá ella pueda ayudarte o algo su nombre es Takani Megumi y vive cerca de mi dojo..."
"Daijoubu Kaoru-sensei." la interrumpió Ichiro. El no estaba herido. Era peor.
Estaba enamorado.
"Yo uh, yo sólo quería decirte que..." parecía tener algunos problemas en decir las palabras. Tomo un largo respiro y dijo, "Kaoru-sensei, Yo uh, yo creo que eres, um, ano, me darías el honor de llevarte a cenar? Alguna vez? Tal vez?" Había una nota de esperanzada resignación en su voz.
Kaoru podía sentir en color subiendo en sus mejillas "Cena?" repitió, sus grandes ojos azules sorprendidos. 'Si Kaoru, cena, tu estúpida chica tanuki! Ichiro te está preguntando si pueden salir en una cita!' le informó una voz en su cabeza.
Una cita. La palabra se registró en un cabeza. Kaoru lo miró boquiabierta. Ichiro me está invitando a salir? En una cita? Como los dos en una cita? Ella tragó la saliva difícilmente. Ella estaba entre decir si debido a la sorpresa o no porque, bueno, por que no era Kenshin. Escogiendo cuidadosamente sus palabras le dijo a Ichiro la cosa más obvia. "Bueno, um, estoy realmente honrada de que quieras salir conmigo." Tragó saliva. Hey, esto va a ser difícil. Esa mirada...
"Pero..." dijo Ichiro con un ligero quiebre en su voz, el realmente no estaba listo para escuchar a Kaoru rechazarlo pero si esa era su decisión sabía que tenía que aceptarla como un hombre.
"Yo lo siento mucho, pero no puedo." dijo Kaoru lo más gentilmente que pudo.
"Por que no?"
"No hagas esto difícil." dijo Kaoru lentamente "Es solo que, bueno, yo, uh..."
Ichiro no era el mejor estudiante por nada, era conocido por su determinación y el habiendo dañado su ego con su rechazo a salir con él no importaría realmente si de cualquier manera ella lo rechazaba totalmente. "Qué? realmente soy tan poco atractivo?" empujó gentilmente.
Los ojos de Kaoru se agrandaron de la sorpresa, no podía creer que el no estuviese al tanto de cuan apuesto era. Por supuesto que no tenía cautivantes ojos violetas o brillante cabello rojo pero nadie podía ser perfecto.
Ichiro tenía esa mirada de chico-de-al-lado que lo hacía atractivo. Como le que quisieras llevar a la casa de tus padres. Sus vivaces ojos marrones era tibios y brillantes con emociones no escondidas por ella. Cuando el sonreía hacia que su rostro brillara, pero aun así...
"Ichiro eres uno de los chicos más atractivos que yo haya conocido. Y realmente me siento feliz que de entre tantas chicas de por aquí me hayas escogido a mí. Pero lo siento. No puedo salir contigo." ella dijo lentamente, no deseando lastimar sus sentimientos. "Hay alguien más en mi vida en éste momento. Así que ves..."
"No veo nada." dijo él tercamente. "El es, el es tu prometido?"
"Bueno, um, actualmente no. Pero eso no quiere decir que nosotros, um, no tenemos un... arreglo." dijo ella buscando por palabras que pudieses describir su relación con Kenshin.
"Por favor, sólo piénsalo." l volteo y se alejó sin decir nada más. Sin más que una mirada hacia ella.
Y ella lo vio irse. Se quedó sola sintiéndose una total imbécil. Esta conversación había oficialmente malogrado su día.
*****Fin del flashback (lo siento si fue muy largo)
Kaoru se quedó mirando el techo. 'Por que estás diciendo que no Kaoru?' interrumpió una voz en su cabeza. 'Es sólo una cita. No como si te fueras a casar con el o algo. Sabes, eres una mujer brillante. Sales con otro chico, Kenshin se queda en la casa sólo preguntándose en donde estás, con quien estás y que estás haciendo...captas el mensaje aquí? Una imagen mental de Kenshin apareció en su cabeza: "Sessha, Kaoru-dono...sessha no es digno de ti. Sessha tiene un pasado oscuro. Sessha tiene las manos manchadas de sangre...Sessha BLAH BLAH BLAH…BLAH
Tal vez esto lo saque de su fiesta de pena, pensó, pero otra vez, ella no quería usar a Ichiro para conseguir a Kenshin. Ichiro era demasiado especial para ser tratado de esa manera y seguramente ella podía usar otras tácticas para atrapar al terco vagabundo sin herir los sentimientos de nadie.
'DEMONIOS Kaoru! Esta es la primera vez que un chico te mira y ni siquiera menciona la palabra Tanuki! Tan solo di si. Dale una oportunidad.'
Ella rechazó la idea. El decir si significaría traicionar sus verdaderos sentimientos. Y además ella no quería darle falsas esperanzas a Ichiro. Ellos podían ser amigos, pero nada más. Su corazón ya pertenecía a alguien más. No podía evitar sentirse un poco culpable. Ichiro pedía tan poco de ella. Una cena sonaba bien pero...
Diablos, Siempre está ese pero.
Porque iba a ser su culpa si el se prendó de ella. Por que iba a ser su culpa el haber nacido encantadora y linda!
Probablemente sólo debería darle un buen golpe a Ichiro-san en la cabeza. Tal vez eso cambie por completo su perspectiva sobre ella, de esa manera ella no tendría que sentirse tan mal con toda la situación. Dando un gran suspiro de sufrimiento cerró los ojos durmió.
Soñó con ambos Kenshin e Ichiro.
Ojos violetas llenos de gran pasión escondida tras ondeante cabello rojo.
Tibios ojos marrones, suplicantes, preguntándole "por que?"
FIN DE CAPÍTULO 3
Título Original: A date with a Senpai
Autora: Yuki
User ID: 29220
E-mail:tanukigirl@edsamail.com.ph
***indica flashbacks
Una cita con un Senpai
Capítulo 3
Las noches me llevan a ti
alguna vez sueñas conmigo
mientras te veo dormir?
"Oohh, todos los senpai estarán tan felices de verte Kaoru-sensei-kawaii!" dijeron Sano y Yahiko riendo, su interrumpida pelea había sido olvidada.
"Cállense!" gritó Kaoru por lo que parecía la centésima vez.
Sonriéndose, ambos se miraron y empezaron otra vez.
"Oh! Kaoru-sensei-kawaii, todos los senpai estarán tan felices de verte!" A todos les gustas Kaoru-sensei-kawaii!!!"
Terminaron en el piso, sujetándose el estómago, riéndose como un puñado de hienas locas.
Megumi suspiró mientras acariciaba su largo cabello "Tienes un don para encontrar y adoptar mocosos inmaduros Kaoru."
Sano le lanzó una desafiante mirada. Yahiko sacó la lengua.
"Está bien, Hs. Inmaduros. Bueno, mejor me voy yendo. Dr. Genzai debe estar preocupado por mí." Se levantó y alisó su uniforme azul. "Háblame sobre este Ichiro-san mañana, los chicos que entregan una carta de amor deberían venir con una tarjeta de advertencia." Miró desdeñosamente a Sanosuke y a Yahiko. "Demonios, todos los hombres deberían venir con una." Se volteó hacia Kaoru, "Salvarían a nosotras chicas toda una agonizante búsqueda por el Sr. Correcto."
Kaoru se la quedó mirando enarcando las cejas. Estaba segura que se le escapó algo.
"Bueno, Chica Tanuki, parece que tengo que enseñarte una o dos cosas sobre muchachos ne?"
"Jou-chan no la escuches. Si lo haces, vas a terminar como una vieja solterona con cientos de gatos viviendo contigo." murmuró Sano mientras se levantaba dejando a Yahiko con la cara aplastada contra el suelo.
Megumi cogió su oreja y la jaló lo más que pudo. "Qué fue eso Sanosuke?"
"Nada. Dije que, uh, hay un montón de gatos sueltos en las calles así que déjame llevarte a tu casa." Dijo sonriendo pícaramente.
"Hmm, Sano no baka, escuché lo que dijiste. Soy una experta con los hombres y puedo asegurarte que Kaoru-chan está en buenas manos, si escucha todo lo que tengo que decirle claro."
"Si eres tan experta no deberías hacer trucos de kitsune en mí sólo para atraer mi atención." respondió engreídamente.
"Como sea, tengo un consejo para ti Jou-chan. Por que no sales con ese Ichiro-san? No sabes si es el hombre." Dijo mirando fijamente a Kenshin. "Si resulta ser un tremendo idiota, estoy seguro de que puedes patear su trasero y siempre puedes contar conmigo para darle una lección que de seguro no olvidará por no tratarte bien. Heh estoy seguro de que Kenshin estaría feliz de dar una mano o dos, ne Kenshin?"
"Orooro!" dijo con las mejillas ligeramente pintadas de rosa, escondido por la brillante caída de su cabello cuando bajó la cabeza repentinamente interesado en al algún lugar entre sus tobillos y el piso. Sano dejó escapar un suspiro de exasperación.
"Bueno, ano, estoy uh segura, lo que sea Sano." respondió vagamente Kaoru. 'Por que está todo el mundo haciendo tanto alboroto de esto?
"Los veo mañana. Preferiblemente en el desayuno." dijo Sano mientras se dirigía con Megumi al patio del dojo.
"Oyasumi nasai Ken-san. Espero que sueñes conmigo! dijo Megumi con un seductor guiño.
"MEGUMI!!!" chilló Kaoru arremetiendo contra ella.
"O-oyasumi nasai Megumi-dono." Se las arregló para decir Kenshin de entre las dos mujeres.
"Oro!" dijeron Yahiko y Sano al mismo tiempo riendo alegremente a los sonrojados Kenshin y Kaoru.
Kenshin se quedó en la puerta hasta que ya no pudo ver la sombra de Sano. Yahiko anunció que estaba listo para retirarse pero Kaoru le dijo que limpiara la mesa primero. Gruñendo maldiciones, se dirigió hacia la cocina. Kenshin miró a Kaoru pero la encontró mirando distraídamente a la carta que le había entregado. "Kaoru-dono, hay algo malo?"
"Qu-e, no. Todo está bien. Yo, yo debería acostarme. Tengo un largo día por delante." dijo suavemente.
"Hai, sería lo mejor que descansaras de gozaru."
"Así que, um, oyasumi nasai Kenshin."
"Oyasumi Kaoru-dono." respondió mirándola calladamente mientras ella se dirigía hacia su dormitorio. Después de unos minutos fue a chequear a Yahiko y encontró que él ya había terminado su tarea. Con un suspiro se dirigió hacia su cuarto. Estaba a punto de abrir su puerta cuando notó una luz dentro de la habitación de Kaoru. Silenciosamente caminó hasta la habitación de ella. Su puerta no estaba aun cerrada y podía ver a través de una abertura casi toda el cuarto. Ella estaba en la esquina más lejana e inmediatamente volteó la vista al ver que se estaba quitando su yukata. No tan rápidamente como hubiera querido, solo lo necesario para ver los hombros desnudos de Kaoru y suficiente para ocasionar una reacción 'biológica' en su cuerpo. Aguantando la respiración escuchó el suave sonido de las ropas e intentó no imaginar 'cosas'.
'Kenshin no baka! Desde cuando te convertiste semejante pervertido' se regañó a sí mismo. Dejando escapar un largo suspiro decidió que lo mejor que podría hacer era ir a su habitación antes de que...
Estaba en la mitad del giro cuando captó la imagen de Kaoru sentada sobre su futón. Su cabello no estaba atado con la cinta que usualmente usaba y sus largas trenzas negras caían graciosamente por sus hombros y espalda. El se detuvo incapaz de hacer nada más que observarla. Se encontró a sí mismo un poco falto de aire cuando ella ladeó la cabeza, mostrando su perfil. Ella se veía tan fresca vistiendo un interior de kimono amarillo pálido; Kenshin reconoció que ella no necesitaba de peinados extravagantes o vestidos para realzar su belleza. Tal vez no tenía las miradas detenedoras de corazón de Tomoe, pero su calor interno y belleza sobresalían.
Las sombras resaltaban su rostro dándole un aura de simplicidad y hermosura. No había dudas de por que el no podía respirar, ella era una imagen que había que tallar en mármol. El silencio sobresaltó a Kenshin, estaba medio asustado de que Kaoru lo notara. Los latidos de su corazón sonaban tan fuertes a sus oídos. Deseaba que el silencio se rompiera por un segundo para que pudiera volver a respirar normalmente.
Ella no mostró signos de haber notado su presencia, después de unos momentos dejó escapar un suspiro y sacó un pedazo de papel de debajo de su almohada. El reconoció el papel inmediatamente. Era la carta de Ichiro-san. Ella parecía insegura de que hacer luego, pero después de apretar la carta tan fuertemente que casi se arrugó, ella finalmente la abrió.
El sabía que no debería estar observándola. No debería estar acechándola desde su puerta como una sombra mortal invadiendo su privacidad, pero él quería saber como esta carta podría afectarlos. Cuando ella apretó la carta, el deseó rápidamente que ella simplemente la tirara en algún rincón de su cuarto. El sabía que estaba actuando egoístamente, que otra cosa se suponía que el debía sentir? Asustado de la intensidad de sus emociones, que estaban bordeando entre los intensos celos y una poderosa necesidad de entrar y decirle lo que su corazón prácticamente le gritaba cada día desde que él se quedó aquí en este dojo, se forzó a sí mismo a regresar a su habitación.
Kaoru miró la carta casi sin leer las palabras. Ella sabía, de alguna manera, lo que estaba escrito en ella. Tragó saliva. Como Ichiro-san podía decir semejantes cosas de ella? No la había conocido el tiempo suficiente, pero
Bueno, no era culpa de Kaoru el ser maravillosamente encantadora y ¿ella mencionó maravillosa maestra de kendo?
Se ruborizó al recordar su conversación de esa mañana con Ichi-san. Ella acababa de terminar de patear los traseros de los yakuzas y estaba a punto de irse a casa cuando tímidamente Ichiro-san se le había acercado.
****
Ella sacudió el sudor que caía de su frente, cerró los ojos al levantar su hombro derecho. Un poco dolida pero el estúpido yakuza pelo-parado que la había golpeado con una shinai debería estar sintiéndose mucho peor después de que ella lo tiró al suelo. Satisfecha con el pensamiento ajustó su cola y estaba lista para irse a casa. El viento sopló suavemente sobre su rostro, ella cerró los ojos y respiró calmadamente. Kenshin no estaría muy feliz si ella le decía que era lo que había pasado. Estaba ilesa, sería mejor si se callaba todo aquel incidente. El siempre tendía a sobre-actuar cuando algo le ocurría a ella. Incluso por las cosas más triviales, como irse a una estúpida excursión o tener un dolor de estómago por comer mucho, mojarse con la lluvia llevaría a Kenshin a preocuparse por que ella se enfermase y también estaba aquella ocasión cuando... sus pensamientos se vieron rudamente interrumpidos cuando la intensidad del viento hizo que abriera sus ojos.
Alguien estaba detrás de ella.
Tomando una posición defensiva volteó rápidamente contra su asaltante sólo para encontrar a Tomizawa-sensei con uno de sus alumnos.
"Oh! Tomizawa-sensei, era usted." Suspiró aliviada, una pelea por día era suficiente para ella. Se inclinó y disculpó por actuar tan extrañamente.
Tomizawa sonrió, "está bien estar un poco alerta Kaoru-chan. Sólo quería agradecerte por asistirme hoy y disculparme también por involucrarte en problemas."
Las disculpas duraron por cinco minutos y para entonces Ichiro-san, el estudiante número uno de Yaminobu había quedado prendido de la joven mujer. Era tiempo para Tomizawa de irse y ser interrogado por la policía, pero Ichiro-sam no tenía ninguna prisa. Parado en frente de Kaoru-sensei, se encontraba incapaz de hablar.
"Si?" ella preguntó amablemente.
"Bueno, yo, uh. Yo soy Onoda Ichiro." dijo, sintiéndose increíblemente estúpido.
Kaoru levantó una ceja. "Bueno, como estás Ichiro-san? Hay algo en lo que pueda ayudarte?"
"Yo, ano, yo estaba pensando, quiero decir gracias por tu ayuda y..."
"No tienes que agradecerme de nuevo. Tu sensei ha hecho un gran trabajo haciéndolo." Ella le sonrió hasta que notó que Ichiro se la quedaba mirando, más bien como si se la quedara mirando soñadoramente. "Ichiro-san estás bien? No te golpearon en la cabeza o algo así? Tengo una amiga doctor y quizá ella pueda ayudarte o algo su nombre es Takani Megumi y vive cerca de mi dojo..."
"Daijoubu Kaoru-sensei." la interrumpió Ichiro. El no estaba herido. Era peor.
Estaba enamorado.
"Yo uh, yo sólo quería decirte que..." parecía tener algunos problemas en decir las palabras. Tomo un largo respiro y dijo, "Kaoru-sensei, Yo uh, yo creo que eres, um, ano, me darías el honor de llevarte a cenar? Alguna vez? Tal vez?" Había una nota de esperanzada resignación en su voz.
Kaoru podía sentir en color subiendo en sus mejillas "Cena?" repitió, sus grandes ojos azules sorprendidos. 'Si Kaoru, cena, tu estúpida chica tanuki! Ichiro te está preguntando si pueden salir en una cita!' le informó una voz en su cabeza.
Una cita. La palabra se registró en un cabeza. Kaoru lo miró boquiabierta. Ichiro me está invitando a salir? En una cita? Como los dos en una cita? Ella tragó la saliva difícilmente. Ella estaba entre decir si debido a la sorpresa o no porque, bueno, por que no era Kenshin. Escogiendo cuidadosamente sus palabras le dijo a Ichiro la cosa más obvia. "Bueno, um, estoy realmente honrada de que quieras salir conmigo." Tragó saliva. Hey, esto va a ser difícil. Esa mirada...
"Pero..." dijo Ichiro con un ligero quiebre en su voz, el realmente no estaba listo para escuchar a Kaoru rechazarlo pero si esa era su decisión sabía que tenía que aceptarla como un hombre.
"Yo lo siento mucho, pero no puedo." dijo Kaoru lo más gentilmente que pudo.
"Por que no?"
"No hagas esto difícil." dijo Kaoru lentamente "Es solo que, bueno, yo, uh..."
Ichiro no era el mejor estudiante por nada, era conocido por su determinación y el habiendo dañado su ego con su rechazo a salir con él no importaría realmente si de cualquier manera ella lo rechazaba totalmente. "Qué? realmente soy tan poco atractivo?" empujó gentilmente.
Los ojos de Kaoru se agrandaron de la sorpresa, no podía creer que el no estuviese al tanto de cuan apuesto era. Por supuesto que no tenía cautivantes ojos violetas o brillante cabello rojo pero nadie podía ser perfecto.
Ichiro tenía esa mirada de chico-de-al-lado que lo hacía atractivo. Como le que quisieras llevar a la casa de tus padres. Sus vivaces ojos marrones era tibios y brillantes con emociones no escondidas por ella. Cuando el sonreía hacia que su rostro brillara, pero aun así...
"Ichiro eres uno de los chicos más atractivos que yo haya conocido. Y realmente me siento feliz que de entre tantas chicas de por aquí me hayas escogido a mí. Pero lo siento. No puedo salir contigo." ella dijo lentamente, no deseando lastimar sus sentimientos. "Hay alguien más en mi vida en éste momento. Así que ves..."
"No veo nada." dijo él tercamente. "El es, el es tu prometido?"
"Bueno, um, actualmente no. Pero eso no quiere decir que nosotros, um, no tenemos un... arreglo." dijo ella buscando por palabras que pudieses describir su relación con Kenshin.
"Por favor, sólo piénsalo." l volteo y se alejó sin decir nada más. Sin más que una mirada hacia ella.
Y ella lo vio irse. Se quedó sola sintiéndose una total imbécil. Esta conversación había oficialmente malogrado su día.
*****Fin del flashback (lo siento si fue muy largo)
Kaoru se quedó mirando el techo. 'Por que estás diciendo que no Kaoru?' interrumpió una voz en su cabeza. 'Es sólo una cita. No como si te fueras a casar con el o algo. Sabes, eres una mujer brillante. Sales con otro chico, Kenshin se queda en la casa sólo preguntándose en donde estás, con quien estás y que estás haciendo...captas el mensaje aquí? Una imagen mental de Kenshin apareció en su cabeza: "Sessha, Kaoru-dono...sessha no es digno de ti. Sessha tiene un pasado oscuro. Sessha tiene las manos manchadas de sangre...Sessha BLAH BLAH BLAH…BLAH
Tal vez esto lo saque de su fiesta de pena, pensó, pero otra vez, ella no quería usar a Ichiro para conseguir a Kenshin. Ichiro era demasiado especial para ser tratado de esa manera y seguramente ella podía usar otras tácticas para atrapar al terco vagabundo sin herir los sentimientos de nadie.
'DEMONIOS Kaoru! Esta es la primera vez que un chico te mira y ni siquiera menciona la palabra Tanuki! Tan solo di si. Dale una oportunidad.'
Ella rechazó la idea. El decir si significaría traicionar sus verdaderos sentimientos. Y además ella no quería darle falsas esperanzas a Ichiro. Ellos podían ser amigos, pero nada más. Su corazón ya pertenecía a alguien más. No podía evitar sentirse un poco culpable. Ichiro pedía tan poco de ella. Una cena sonaba bien pero...
Diablos, Siempre está ese pero.
Porque iba a ser su culpa si el se prendó de ella. Por que iba a ser su culpa el haber nacido encantadora y linda!
Probablemente sólo debería darle un buen golpe a Ichiro-san en la cabeza. Tal vez eso cambie por completo su perspectiva sobre ella, de esa manera ella no tendría que sentirse tan mal con toda la situación. Dando un gran suspiro de sufrimiento cerró los ojos durmió.
Soñó con ambos Kenshin e Ichiro.
Ojos violetas llenos de gran pasión escondida tras ondeante cabello rojo.
Tibios ojos marrones, suplicantes, preguntándole "por que?"
FIN DE CAPÍTULO 3
