Notas Iniciales: Este capítulo debí haberlo escrito hace más de dos meses, por este trozo la historia se fue adaptando hasta llegar aquí. Espero les guste, trata de consumación de amores de forma subjetiva y de la esperanza que resurge en las almas de los elegidos que no pararán de luchar hasta conseguir sus deseos. Está corto, como lo prometí, así que espero les agrade al menos un poco. Prometo que habrá mucha acción en el próximo capítulo.
Los dejo con la lectura.
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EN FUGA...
Capítulo dieciseisavo "El amanecer eterno".
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Los elegidos habían recuperado sus virtudes y yacían alrededor de la fogata hecha por Iori. Mientras estuvieron ahí, recibieron noticias de Demon, donde les informó que era el último día que vivirían ahí, al amanecer morirían... y a pesar de que se tenían los unos a los otros, se sintieron tan resignados a perecer, tan débiles, que no dudaron de esas palabras. Poco a poco se fueron dispersando para elegir sus últimos momentos, algunas parejas se fueron a morir juntos y a consumar su amor; otros decidieron hacer un examen de conciencia con un paseo, mientras que los restantes, siguieron frente a la fogata, viendo el fuego y esperando la muerte...
¿Por qué los dominaba ese sentimiento de conformidad?, ¿En verdad morirían?
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++--Takeru--++
Parecíamos estar desnudos, pero no era así, una sábana cálida y transparente con esencia a ti cubría nuestros cuerpos entrelazados, el sudor fundía calor romántico y ambos nos irradiábamos ese néctar divino que conseguimos al sellar nuestras pasiones.
Toque el cielo al amarte, acariciarte y poseerte; besé cada parte de ti, desde el pulgar de tu pie izquierdo hasta la punta de tu cabello más largo, castaño como la avellana y suave como la seda.
Te oí gemir de amor y placer, tu voz se volvió ópera para mis oídos, vida para mi alma, y luz verde para mi piel, para el seguir de mis pasiones, hasta llegar a un éxtasis supremo y absoluto, que primero era una promesa de almas y luego un amor infinito.
Me introduje en tu mundo mágico y me hiciste partícipe de tu sabor, de tu poder interno, de tu luz húmeda; me permitiste beber transparencias prohibidas, me hiciste sentir extraviarme para siempre de un lugar realista. Los dos viajamos más allá del amor, más allá del placer, más allá de una sonrisa: acariciamos nuestras almas, y al llegar a la cumbre, dejamos nuestros cuerpos en calma, jadeantes y brillantes de pasión.
Me niego a renunciar tenerte y volverte a hacer mía, sólo mía, mi pertenencia más subjetiva y preciada. No moriré al llegar el alba, no ahora, querida Kari.
++--Koushiro--++
¡Qué distorsión de mí!, ¡Oh, cuánto cambio surge en pequeños instantes!, y es que toqué por placer una flor mágica que deshojé con pasión, como un enamorado más de la dimensión normal, como un idiota en la telaraña de una mujer hermosa.
Nunca quise pensarlo, pero siempre deseé perderme en el éxtasis del amor; ansiaba creerme su rey y esclavo, hincarme a sus pies y besar su corona, al mismo tiempo que rugir como un león y devorarla con ansias, con una curiosidad mística y radiante sin posibilidad de ser extinguida hasta saciarme.
Pero no fui rudo ni tierno con ella. Sólo fui su compañero de pasiones, su enamorado fugaz y eterno... siento que aunque me quiera, también puede odiarme, porque no soy como ella.
La arrastré hacia un árbol oscuro, recargándola en el tronco, persiguiéndola con vista invisible, cuerpo tembloroso y conocimiento abstracto. Poseyéndola sin pedir permiso, pero con autorización segura y hasta cierto punto reclamante.
Su fuego y el mío se unieron en un amor muy puro que ni un torrente de agua apagó. Su débil cuerpo se volvió para mí, una estatua dorada de inocencia robada, de símbolos raros que debía descifrar. Mimi fue mi primer y único momento infinito, mi razón de vida, la fundición de luchas tontas, el éxtasis prohibido que robé, la pasión más tierna que hallé.
"Mimi, no moriré por ti, viviré para salvarte".
++--Ken--++
Lloraste y no fue mi culpa. Cuando no soy el culpable, me enfado, porque no puedo resolverlo. Tu dolor es mi dolor, mas tu llanto no es el mío, yo no puedo llorar ante ti. Quiero ser tu fortaleza de hierro.
Te toqué, quería hacerte olvidar la tristeza, y creo que lo logré una vez más, a pesar de no ser tu verdugo. Y de nuevo, cada parte de ti era blanda, dócil, mía. Nunca entiesas tu pasión, me liberas de la timidez y exploro, como la primera vez que nos tuvimos el uno al otro.
Gritaste que me amabas y mordiste mis labios, húmedos de saliva deleitosa y tibia; yo te respondí ahogándote de amor a como sabía que te gustaba; es que siempre serás mi ángel, y yo seré tu guardián.
Eres un alhajero que siempre tiene internas cosas distintas, al abrirlo siempre hallo diversidades únicas en su género y luminosas de placer, de calidez humana.
Te hice mía una vez más, llegamos a la superficie de un mar, nadando con ansias, tomados de la mano, juntos, siempre juntos. Porque cuando estamos vestidos y separados, lo único que te aleja de ti son esos lentes transparentes, entonces, lo único que tengo que hacer es quitártelos, mirarte fijamente para adentrarme en tus ojos y no salir jamás.
Eres mía, Miyako, eres mi futura amada esposa, ¡El regocijo de mi alma!. Te protegeré siempre, así como tú a mí. Llenaré tu alma y te daré hijos... tú y yo no acabamos nuestra vida en este lugar, al contrario, iniciamos una nueva al amanecer.
++--Taichi--++
Mi hermana Hikari se fue tomando la mano de quien seguro será su eterno amante, el elegido de su alma, el ser con quien va a morir, porque esta noche todos moriremos... no me gustan las cosas así, si alguien tenía que morir, ese "alguien" debí haber sido yo, el causante de todo.
El caso es que no puedo ir a evitar que mi hermana se entregue a Takeru, mi actitud de celos queda fuera de importancia; que ella haga lo que quiera en su última noche, no soy su dueño, soy su protector, su hermano mayor.
No quiero engañarme a mí mismo, la verdad es que lo que más quisiera es ir hacia Sora, y olvidar el trato que realicé con Matt... así podría hacerla mía.
Desearía acercarme lentamente, obedeciendo a la luna y a mis instintos, respirar en su hombro, hacerle cosquillas y lamer como un felino cada una de sus sagradas partes... no quiero traicionar a Yamato, pero no me mentiré... es mi última noche con vida, y la pasaré con mi amiga, cueste lo que cueste.
"Sora es...
¡Es el cielo!, el paraíso que no pisaré nunca porque pequé en algo y no sé en qué.
Es mi mejor amiga, una pelirroja que irradia amor, amor y amor, ¿Saben qué más?, Amor. Ella es un alma atormentada, representa a una maternidad lejana.
Es una chica que quiere dejar atrás la sustancia esencial con que encanta a sus enamorados. Es la gloria reprimida que vive en mi corazón, la niña que me dio la mano desde la infancia. Sora es mi remanso de paz, la que controla mi locura y me hace actuar como ser cuerdo.
Es mi tesoro... ¡mío!, vive en mi mente y la toco en la realidad.
También resulta mi perdición, me perderé en la muerte por despedirme sin besarla, ya que la ama mi mejor amigo, ¿Cómo no, si es un encanto?.
Ella es el premio más codiciado de cualquiera que sepa verla"
**Taichi**
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Taichi caminó guiado por la nostalgia y el sentimentalismo, lágrimas soñadoras salían de sus ojos, no imaginaba tener un fin tan nefasto, pero tenía fe en que una luz lo iluminaría, iría a buscar a Sora, dispuesto a gritarle su amor. Había dado su alma para el bien de la Tierra, pero su virtud estaba intacta y siempre lo estaría.
Vio una pequeña cabaña, y decidió adentrarse en ella, después de la convivencia final en la fogata Sora se había encerrado ahí mientras él daba un paseo. Abrió la puerta con calma, evitando oír el clásico chillido de un metal oxidado por falta de uso y aceite.
Y ahí, frente a su canela vista vio a su hada de sueños en brazos de su mejor amigo, en poderío de Matt Ishida, que la tocaba y exploraba; ¡Era su coetáneo el que desnudaba sus hombros y los besaba!, Tai se sintió desplazado, sin espíritu y con ira transparente. Respiró en silencio y lloró por dentro, supuso que esa era la última decisión de Sora.
Los observó un momento con actitud callada y envidiosa, no iba a hacer ruido o interrumpir, pero tampoco podía irse. Había perdido parte de sí mismo, lo había abandonado su fortaleza. Con esfuerzo supremo dejó de ver, y se retiró; al salir cayó al suelo y escondió su rostro entre las largas piernas que poseía.
Se asustó por sentirse débil, perdido, solo... la verdad es que Tai Yagami resultó todo, menos lo que él pensaba.
- Creo... Creo que no soy tan fuerte... al contrario, soy débil... - murmuró - pero... no quiero morir solo.
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++--Yamato--++
Está en mi poder, pero sólo la mitad de ella; tengo a la Sora apasionada, lujuriosa e irresponsable, me dio esa media parte, la otra debe estar con Tai o con el cielo nocturno del mar Oscuro.
Su figura está fresca y yo la voy calentando hasta casi fundirla entre gozo y magia; la trato de desvestir, pero a veces me censuro... la trato de besar, pero algo me detiene, me siento traicionero y no soy así.
Tal vez la estoy forzando a amarme, tal vez su enorme y bello corazón puede darme cabida, aunque es muy posible que Sora se halla visto obligada a amar a Taichi, por ser su amigo, y amarme a mí, que fui su novio.
Estoy ansioso por conocerla más y protegerla, pero no lo haré, ella no es mía, ni de Tai, es de nadie, del viento, del sol y de ella misma.
Me separo de su piel bendita.
- No puedo - digo.
- Yo tampoco - contesta
- Gracias, Yamato.
- De nada.
Salimos después de que volví a acomodar su blusa y a tapar su pecho, suspiré con resignación, estaba vencido.
Vi a Taichi sentado en el suelo negro, su rostro estaba rojo y tenía unos ojos tristes y solitarios... él también había perdido.
- Tai... - le dijo Sora, inmediatamente mi amigo volteó a vernos y se le iluminó el rostro.
- ¡Sora!, ¡Matt!, pensé que... - pero calló al sentirse imprudente.
- Es nuestra última noche con vida según Demon, Taichi - repliqué extrañamente contento - disfrutémosla.
Sora lo ayudó a ponerse de pie y sonrió.
- Esta noche no será la última de nuestras vidas - agregó Tai - de eso me encargo yo
- ¡Y yo! - seguí.
- Y yo también - terminó nuestra amiga indecisa, la que era incapaz de matar el alma de alguno de sus enamorados.
++--Iori--++
Desde el principio hasta el fin, camino por una senda plateada y voluble, que pasa de gas a sólido por acto de sublimación.
Reflexiono sobre el yo, y no encuentro dicho sujeto, no sé si soy uno o varios, me angustia no conocerme a vísperas de mi muerte.
En la clasificación de mis amigos siempre seré Cody, el más pequeño de todos, uno de los más apartados y solitarios, el niño rudo y justo con mente amplia - aparentemente - , con lógico actuar y paciencia rara; no sé si en verdad soy así porque quiero o porque me marqué con ese estereotipo.
Fogata, luz temporal, roja, asfixiante por el humo que forma una nube gris y nocturna, apestosa, rápida y potente... el fuego caza consecuencias densas de negrura, cenizas de madera y contaminación del aire... no estoy hablando de la fogata que se halla frente a mí, sino de mi lumbre interna.
- No pensé que sabría el día exacto de mi muerte, mucho menos que estaría sentado esperándola - dijo Joe Kido, mi único acompañante.
- Tienes razón, no es nada agradable esta sensación, y no es sólo el hecho de morir, lo que me angustia es esta soledad que siento. Estoy encerrado en este frío mundo, y por primera vez en mucho tiempo, quisiera estar libre , y no abandonado... no es que no seas excelente compañía, pero...
- No te preocupes Cody, te entiendo. Todos tienen algo que hacer antes de irse, y yo no.
- ¡Pues salgamos de aquí! - grito Daisuke, recién llegado de no sé donde - ¡No nos debemos dejar vencer! - volvió a exclamar, con desesperación notable y ojos decididos.
Davis era terco, obstinado hasta el fin de sus días; había crecido y era un hombre fuerte que escalaba sin saber a dónde ¡Pero trepaba!, no se rendía, y a pesar de no ser un torbellino de inteligencia, tenía razón; ¿Acaso sería digno de ser un Hida con esta actuación?, dejarme morir sentado era denigrante, impropio de un digielegido, inadecuado totalmente a lo que las personas creían que era; y realmente no importaba lo que Iori Hida fuera, lo primordial era mi capacidad de luchar.
- ¡¿Pero, cómo!? - preguntó Joe, muy exaltado - ¿Sabes como salir?; los digimons están afuera del mar de la oscuridad; Hicimos ese trato estúpido con Demon para salvar la situación... no tenemos nada.
- Depende de tu actitud, si no quieres no tendrás nada - insistió Motomiya.
- Dinos tu idea - sugerí con ánimos raros que me revolvían la panza.
++--Daisuke--++
- Yo... había ido a dar un paseo por esta negrura infinita, sin posibilidad de rayos de vida clara. Me sentía terrible, vencido totalmente por la existencia del mal, por veinte años inútiles, vanos, fríos, y muy a pesar mío: solitarios. Me iba a morir fracasado.
- ¿Dices que ibas a morir, Daisuke?
- Sí, porque yo ya no voy a perecer, aquí no, no sería digno, ¡Me da náuseas el sólo pensarlo!. Todos saldremos de aquí.
Nunca había pisado este sucio suelo, pero según dicen, TK, Kari, Yolei y Ken ya habían venido. Ichijouji varias veces, al igual que Hikari. Mi amigo vino de pequeño cuando la tristeza y él eran uno solo, su hermano Osamu acababa de morir, y no lo culpo por acabar aquí. Kari vino porque apagaron su luz y era llamada al pesimismo... y justamente Takeru la sacó con su positivismo - tiemblo al decir esas frases, me duele que mis amigos se quieran, pero lo acepto. - También hicieron otra visita, donde Ken y Kari trajeron a Miyako, salieron de nueva cuenta gracias al positivismo, porque como aquí no hay cosas buenas, el lugar no las soporta... desde que estamos aquí, nos hemos dejado llevar por la tristeza, la ira, la nostalgia, el frío, el odio, pero sobre todo: la muerte. Quedamos conformes dando nuestras "almas" para que las barreras que protegen al Digimundo siguieran vivas y evitaran el ataque loco de humanos malos, y nos resignamos a desaparecer, ¡Nos resignamos!, ¿Se dan cuenta?, nos vencieron sin luchar, nos provocamos la muerte aún sin dejar de respirar. Chicos, no estamos solos, ni perdidos, busquemos en nuestra cabeza, seguro que V-mon y los demás nos esperan allá, confiemos en ellos y en nuestros sentimientos.
- ¡Tienes toda la razón, Davis! - interrumpió Tai - Ahora sí puedo decir que has madurado.
- ¡Tai, Sora, Matt! - saludó Jyou, viendo a mis amigos con admiración, pensó que uno de ellos sería "premiado" por la pelirroja Takenouchi, pero la verdad es que de esta manera ganaban los tres.
- Salgamos de aquí a como de lugar - dijo Izzy, que venía sosteniendo la mano de su novia de una forma caballerosa - Siempre hay una manera.
Ellos dos se veían diferentes, tanto interna como externamente, estaban algo despeinados y flamantes sonrisas los acompañaban, esas sonrisas parecían margaritas.
Tras esa pareja venían Ken y Yolei, envueltos de eso que los humanos llaman amor, se veía que estaban más calmados por lo de la pérdida del bebé...menos mal.
¡Qué bonito es el amor!.. por cierto, es raro que la imagen de Makoto venga de pronto, supongo que necesito salir de aquí para ser amado.
- ¡Niños elegidos, hagamos un plan! - propuso Miyako.
Takeru y Hikari también aparecieron, ya estábamos los 12, y los doce saldríamos de este lugar. Ahora todo estaba claro en las miradas de Luz y Esperanza, "eran el uno para el otro", y yo no sentí celos, sino una resignación bastante sana.
- Una de la mañana - dijo Takeru - Demos comienzo al AMANECER ETERNO... saldremos de aquí para vivir lo que nos toque.
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Fin del capítulo
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Notas Finales: Gracias por leer, ¿Qué les ha parecido?, este era mi capítulo favorito pero ahora que lo he retomado ya no me gustó tanto porque tuve que cambiarlo y disminuirlo, pero bueno, les aviso que el clímax y final de la historia llegarán en el próximo episodio, ¡¡espérenlo!!.
Una disculpa para los fans Sorato/Taiora, ya que todavía no defino qué pasará y quién será el elegido del corazón de Sora... es que no quiero romperle el corazón a ninguno de los dos (Yamato y Taichi son verdaderamente adorables n_n); sin embargo, espero que en el final se aclare la pareja.
Tal vez haga un fic lemon de este capítulo, así que espérenlo (algo parecido al enlace con el fic: "Enredo en el baño de mujeres")
Gracias otra vez, si tienen algunas dudas (porque está medio enredoso), con gusto las contestaré, pero por favor: no se olviden del comentario.
Los dejo con la lectura.
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EN FUGA...
Capítulo dieciseisavo "El amanecer eterno".
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Los elegidos habían recuperado sus virtudes y yacían alrededor de la fogata hecha por Iori. Mientras estuvieron ahí, recibieron noticias de Demon, donde les informó que era el último día que vivirían ahí, al amanecer morirían... y a pesar de que se tenían los unos a los otros, se sintieron tan resignados a perecer, tan débiles, que no dudaron de esas palabras. Poco a poco se fueron dispersando para elegir sus últimos momentos, algunas parejas se fueron a morir juntos y a consumar su amor; otros decidieron hacer un examen de conciencia con un paseo, mientras que los restantes, siguieron frente a la fogata, viendo el fuego y esperando la muerte...
¿Por qué los dominaba ese sentimiento de conformidad?, ¿En verdad morirían?
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++--Takeru--++
Parecíamos estar desnudos, pero no era así, una sábana cálida y transparente con esencia a ti cubría nuestros cuerpos entrelazados, el sudor fundía calor romántico y ambos nos irradiábamos ese néctar divino que conseguimos al sellar nuestras pasiones.
Toque el cielo al amarte, acariciarte y poseerte; besé cada parte de ti, desde el pulgar de tu pie izquierdo hasta la punta de tu cabello más largo, castaño como la avellana y suave como la seda.
Te oí gemir de amor y placer, tu voz se volvió ópera para mis oídos, vida para mi alma, y luz verde para mi piel, para el seguir de mis pasiones, hasta llegar a un éxtasis supremo y absoluto, que primero era una promesa de almas y luego un amor infinito.
Me introduje en tu mundo mágico y me hiciste partícipe de tu sabor, de tu poder interno, de tu luz húmeda; me permitiste beber transparencias prohibidas, me hiciste sentir extraviarme para siempre de un lugar realista. Los dos viajamos más allá del amor, más allá del placer, más allá de una sonrisa: acariciamos nuestras almas, y al llegar a la cumbre, dejamos nuestros cuerpos en calma, jadeantes y brillantes de pasión.
Me niego a renunciar tenerte y volverte a hacer mía, sólo mía, mi pertenencia más subjetiva y preciada. No moriré al llegar el alba, no ahora, querida Kari.
++--Koushiro--++
¡Qué distorsión de mí!, ¡Oh, cuánto cambio surge en pequeños instantes!, y es que toqué por placer una flor mágica que deshojé con pasión, como un enamorado más de la dimensión normal, como un idiota en la telaraña de una mujer hermosa.
Nunca quise pensarlo, pero siempre deseé perderme en el éxtasis del amor; ansiaba creerme su rey y esclavo, hincarme a sus pies y besar su corona, al mismo tiempo que rugir como un león y devorarla con ansias, con una curiosidad mística y radiante sin posibilidad de ser extinguida hasta saciarme.
Pero no fui rudo ni tierno con ella. Sólo fui su compañero de pasiones, su enamorado fugaz y eterno... siento que aunque me quiera, también puede odiarme, porque no soy como ella.
La arrastré hacia un árbol oscuro, recargándola en el tronco, persiguiéndola con vista invisible, cuerpo tembloroso y conocimiento abstracto. Poseyéndola sin pedir permiso, pero con autorización segura y hasta cierto punto reclamante.
Su fuego y el mío se unieron en un amor muy puro que ni un torrente de agua apagó. Su débil cuerpo se volvió para mí, una estatua dorada de inocencia robada, de símbolos raros que debía descifrar. Mimi fue mi primer y único momento infinito, mi razón de vida, la fundición de luchas tontas, el éxtasis prohibido que robé, la pasión más tierna que hallé.
"Mimi, no moriré por ti, viviré para salvarte".
++--Ken--++
Lloraste y no fue mi culpa. Cuando no soy el culpable, me enfado, porque no puedo resolverlo. Tu dolor es mi dolor, mas tu llanto no es el mío, yo no puedo llorar ante ti. Quiero ser tu fortaleza de hierro.
Te toqué, quería hacerte olvidar la tristeza, y creo que lo logré una vez más, a pesar de no ser tu verdugo. Y de nuevo, cada parte de ti era blanda, dócil, mía. Nunca entiesas tu pasión, me liberas de la timidez y exploro, como la primera vez que nos tuvimos el uno al otro.
Gritaste que me amabas y mordiste mis labios, húmedos de saliva deleitosa y tibia; yo te respondí ahogándote de amor a como sabía que te gustaba; es que siempre serás mi ángel, y yo seré tu guardián.
Eres un alhajero que siempre tiene internas cosas distintas, al abrirlo siempre hallo diversidades únicas en su género y luminosas de placer, de calidez humana.
Te hice mía una vez más, llegamos a la superficie de un mar, nadando con ansias, tomados de la mano, juntos, siempre juntos. Porque cuando estamos vestidos y separados, lo único que te aleja de ti son esos lentes transparentes, entonces, lo único que tengo que hacer es quitártelos, mirarte fijamente para adentrarme en tus ojos y no salir jamás.
Eres mía, Miyako, eres mi futura amada esposa, ¡El regocijo de mi alma!. Te protegeré siempre, así como tú a mí. Llenaré tu alma y te daré hijos... tú y yo no acabamos nuestra vida en este lugar, al contrario, iniciamos una nueva al amanecer.
++--Taichi--++
Mi hermana Hikari se fue tomando la mano de quien seguro será su eterno amante, el elegido de su alma, el ser con quien va a morir, porque esta noche todos moriremos... no me gustan las cosas así, si alguien tenía que morir, ese "alguien" debí haber sido yo, el causante de todo.
El caso es que no puedo ir a evitar que mi hermana se entregue a Takeru, mi actitud de celos queda fuera de importancia; que ella haga lo que quiera en su última noche, no soy su dueño, soy su protector, su hermano mayor.
No quiero engañarme a mí mismo, la verdad es que lo que más quisiera es ir hacia Sora, y olvidar el trato que realicé con Matt... así podría hacerla mía.
Desearía acercarme lentamente, obedeciendo a la luna y a mis instintos, respirar en su hombro, hacerle cosquillas y lamer como un felino cada una de sus sagradas partes... no quiero traicionar a Yamato, pero no me mentiré... es mi última noche con vida, y la pasaré con mi amiga, cueste lo que cueste.
"Sora es...
¡Es el cielo!, el paraíso que no pisaré nunca porque pequé en algo y no sé en qué.
Es mi mejor amiga, una pelirroja que irradia amor, amor y amor, ¿Saben qué más?, Amor. Ella es un alma atormentada, representa a una maternidad lejana.
Es una chica que quiere dejar atrás la sustancia esencial con que encanta a sus enamorados. Es la gloria reprimida que vive en mi corazón, la niña que me dio la mano desde la infancia. Sora es mi remanso de paz, la que controla mi locura y me hace actuar como ser cuerdo.
Es mi tesoro... ¡mío!, vive en mi mente y la toco en la realidad.
También resulta mi perdición, me perderé en la muerte por despedirme sin besarla, ya que la ama mi mejor amigo, ¿Cómo no, si es un encanto?.
Ella es el premio más codiciado de cualquiera que sepa verla"
**Taichi**
---
Taichi caminó guiado por la nostalgia y el sentimentalismo, lágrimas soñadoras salían de sus ojos, no imaginaba tener un fin tan nefasto, pero tenía fe en que una luz lo iluminaría, iría a buscar a Sora, dispuesto a gritarle su amor. Había dado su alma para el bien de la Tierra, pero su virtud estaba intacta y siempre lo estaría.
Vio una pequeña cabaña, y decidió adentrarse en ella, después de la convivencia final en la fogata Sora se había encerrado ahí mientras él daba un paseo. Abrió la puerta con calma, evitando oír el clásico chillido de un metal oxidado por falta de uso y aceite.
Y ahí, frente a su canela vista vio a su hada de sueños en brazos de su mejor amigo, en poderío de Matt Ishida, que la tocaba y exploraba; ¡Era su coetáneo el que desnudaba sus hombros y los besaba!, Tai se sintió desplazado, sin espíritu y con ira transparente. Respiró en silencio y lloró por dentro, supuso que esa era la última decisión de Sora.
Los observó un momento con actitud callada y envidiosa, no iba a hacer ruido o interrumpir, pero tampoco podía irse. Había perdido parte de sí mismo, lo había abandonado su fortaleza. Con esfuerzo supremo dejó de ver, y se retiró; al salir cayó al suelo y escondió su rostro entre las largas piernas que poseía.
Se asustó por sentirse débil, perdido, solo... la verdad es que Tai Yagami resultó todo, menos lo que él pensaba.
- Creo... Creo que no soy tan fuerte... al contrario, soy débil... - murmuró - pero... no quiero morir solo.
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++--Yamato--++
Está en mi poder, pero sólo la mitad de ella; tengo a la Sora apasionada, lujuriosa e irresponsable, me dio esa media parte, la otra debe estar con Tai o con el cielo nocturno del mar Oscuro.
Su figura está fresca y yo la voy calentando hasta casi fundirla entre gozo y magia; la trato de desvestir, pero a veces me censuro... la trato de besar, pero algo me detiene, me siento traicionero y no soy así.
Tal vez la estoy forzando a amarme, tal vez su enorme y bello corazón puede darme cabida, aunque es muy posible que Sora se halla visto obligada a amar a Taichi, por ser su amigo, y amarme a mí, que fui su novio.
Estoy ansioso por conocerla más y protegerla, pero no lo haré, ella no es mía, ni de Tai, es de nadie, del viento, del sol y de ella misma.
Me separo de su piel bendita.
- No puedo - digo.
- Yo tampoco - contesta
- Gracias, Yamato.
- De nada.
Salimos después de que volví a acomodar su blusa y a tapar su pecho, suspiré con resignación, estaba vencido.
Vi a Taichi sentado en el suelo negro, su rostro estaba rojo y tenía unos ojos tristes y solitarios... él también había perdido.
- Tai... - le dijo Sora, inmediatamente mi amigo volteó a vernos y se le iluminó el rostro.
- ¡Sora!, ¡Matt!, pensé que... - pero calló al sentirse imprudente.
- Es nuestra última noche con vida según Demon, Taichi - repliqué extrañamente contento - disfrutémosla.
Sora lo ayudó a ponerse de pie y sonrió.
- Esta noche no será la última de nuestras vidas - agregó Tai - de eso me encargo yo
- ¡Y yo! - seguí.
- Y yo también - terminó nuestra amiga indecisa, la que era incapaz de matar el alma de alguno de sus enamorados.
++--Iori--++
Desde el principio hasta el fin, camino por una senda plateada y voluble, que pasa de gas a sólido por acto de sublimación.
Reflexiono sobre el yo, y no encuentro dicho sujeto, no sé si soy uno o varios, me angustia no conocerme a vísperas de mi muerte.
En la clasificación de mis amigos siempre seré Cody, el más pequeño de todos, uno de los más apartados y solitarios, el niño rudo y justo con mente amplia - aparentemente - , con lógico actuar y paciencia rara; no sé si en verdad soy así porque quiero o porque me marqué con ese estereotipo.
Fogata, luz temporal, roja, asfixiante por el humo que forma una nube gris y nocturna, apestosa, rápida y potente... el fuego caza consecuencias densas de negrura, cenizas de madera y contaminación del aire... no estoy hablando de la fogata que se halla frente a mí, sino de mi lumbre interna.
- No pensé que sabría el día exacto de mi muerte, mucho menos que estaría sentado esperándola - dijo Joe Kido, mi único acompañante.
- Tienes razón, no es nada agradable esta sensación, y no es sólo el hecho de morir, lo que me angustia es esta soledad que siento. Estoy encerrado en este frío mundo, y por primera vez en mucho tiempo, quisiera estar libre , y no abandonado... no es que no seas excelente compañía, pero...
- No te preocupes Cody, te entiendo. Todos tienen algo que hacer antes de irse, y yo no.
- ¡Pues salgamos de aquí! - grito Daisuke, recién llegado de no sé donde - ¡No nos debemos dejar vencer! - volvió a exclamar, con desesperación notable y ojos decididos.
Davis era terco, obstinado hasta el fin de sus días; había crecido y era un hombre fuerte que escalaba sin saber a dónde ¡Pero trepaba!, no se rendía, y a pesar de no ser un torbellino de inteligencia, tenía razón; ¿Acaso sería digno de ser un Hida con esta actuación?, dejarme morir sentado era denigrante, impropio de un digielegido, inadecuado totalmente a lo que las personas creían que era; y realmente no importaba lo que Iori Hida fuera, lo primordial era mi capacidad de luchar.
- ¡¿Pero, cómo!? - preguntó Joe, muy exaltado - ¿Sabes como salir?; los digimons están afuera del mar de la oscuridad; Hicimos ese trato estúpido con Demon para salvar la situación... no tenemos nada.
- Depende de tu actitud, si no quieres no tendrás nada - insistió Motomiya.
- Dinos tu idea - sugerí con ánimos raros que me revolvían la panza.
++--Daisuke--++
- Yo... había ido a dar un paseo por esta negrura infinita, sin posibilidad de rayos de vida clara. Me sentía terrible, vencido totalmente por la existencia del mal, por veinte años inútiles, vanos, fríos, y muy a pesar mío: solitarios. Me iba a morir fracasado.
- ¿Dices que ibas a morir, Daisuke?
- Sí, porque yo ya no voy a perecer, aquí no, no sería digno, ¡Me da náuseas el sólo pensarlo!. Todos saldremos de aquí.
Nunca había pisado este sucio suelo, pero según dicen, TK, Kari, Yolei y Ken ya habían venido. Ichijouji varias veces, al igual que Hikari. Mi amigo vino de pequeño cuando la tristeza y él eran uno solo, su hermano Osamu acababa de morir, y no lo culpo por acabar aquí. Kari vino porque apagaron su luz y era llamada al pesimismo... y justamente Takeru la sacó con su positivismo - tiemblo al decir esas frases, me duele que mis amigos se quieran, pero lo acepto. - También hicieron otra visita, donde Ken y Kari trajeron a Miyako, salieron de nueva cuenta gracias al positivismo, porque como aquí no hay cosas buenas, el lugar no las soporta... desde que estamos aquí, nos hemos dejado llevar por la tristeza, la ira, la nostalgia, el frío, el odio, pero sobre todo: la muerte. Quedamos conformes dando nuestras "almas" para que las barreras que protegen al Digimundo siguieran vivas y evitaran el ataque loco de humanos malos, y nos resignamos a desaparecer, ¡Nos resignamos!, ¿Se dan cuenta?, nos vencieron sin luchar, nos provocamos la muerte aún sin dejar de respirar. Chicos, no estamos solos, ni perdidos, busquemos en nuestra cabeza, seguro que V-mon y los demás nos esperan allá, confiemos en ellos y en nuestros sentimientos.
- ¡Tienes toda la razón, Davis! - interrumpió Tai - Ahora sí puedo decir que has madurado.
- ¡Tai, Sora, Matt! - saludó Jyou, viendo a mis amigos con admiración, pensó que uno de ellos sería "premiado" por la pelirroja Takenouchi, pero la verdad es que de esta manera ganaban los tres.
- Salgamos de aquí a como de lugar - dijo Izzy, que venía sosteniendo la mano de su novia de una forma caballerosa - Siempre hay una manera.
Ellos dos se veían diferentes, tanto interna como externamente, estaban algo despeinados y flamantes sonrisas los acompañaban, esas sonrisas parecían margaritas.
Tras esa pareja venían Ken y Yolei, envueltos de eso que los humanos llaman amor, se veía que estaban más calmados por lo de la pérdida del bebé...menos mal.
¡Qué bonito es el amor!.. por cierto, es raro que la imagen de Makoto venga de pronto, supongo que necesito salir de aquí para ser amado.
- ¡Niños elegidos, hagamos un plan! - propuso Miyako.
Takeru y Hikari también aparecieron, ya estábamos los 12, y los doce saldríamos de este lugar. Ahora todo estaba claro en las miradas de Luz y Esperanza, "eran el uno para el otro", y yo no sentí celos, sino una resignación bastante sana.
- Una de la mañana - dijo Takeru - Demos comienzo al AMANECER ETERNO... saldremos de aquí para vivir lo que nos toque.
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Fin del capítulo
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Notas Finales: Gracias por leer, ¿Qué les ha parecido?, este era mi capítulo favorito pero ahora que lo he retomado ya no me gustó tanto porque tuve que cambiarlo y disminuirlo, pero bueno, les aviso que el clímax y final de la historia llegarán en el próximo episodio, ¡¡espérenlo!!.
Una disculpa para los fans Sorato/Taiora, ya que todavía no defino qué pasará y quién será el elegido del corazón de Sora... es que no quiero romperle el corazón a ninguno de los dos (Yamato y Taichi son verdaderamente adorables n_n); sin embargo, espero que en el final se aclare la pareja.
Tal vez haga un fic lemon de este capítulo, así que espérenlo (algo parecido al enlace con el fic: "Enredo en el baño de mujeres")
Gracias otra vez, si tienen algunas dudas (porque está medio enredoso), con gusto las contestaré, pero por favor: no se olviden del comentario.