VIIIº capítulo

Gryffindor contra Ravenclaw

 

 

Ya era miércoles, y sólo quedaba una hora para las seis y media. Harry estaba ansioso por ver a los candidatos y probarlos. Así que cogió su escoba y se fue al campo de Quidditch, Fred y Angelina ya estaban allí.

-¡Hola, Harry!-gritó Angelina-¿por qué vienes tan pronto?

-No sé, tenía ganas de montar un rato.

-¿Hacemos una carrera?-preguntó Fred subiéndose a la escoba.

-Sí, pero no creo que me ganes-dijo Harry dándose aires.

-¡Eh!, Fred, tenemos que prepararlo todo.

-Déjate de tonterías, Angelina, sólo tenemos que probarlos. Angelina suspiró irritada.

-¡Preparados!...-comenzó Harry-¡Listos!...¡ya! Harry le llevaba a Fred una escoba de ventaja, pero su oponente aceleró, le estaba pisando los talones.

-¡No te atrevas a ganar a una Saeta de Fuego! Cada vez se acercaban más al árbol que habían puesto como meta, pero otra escoba pasó por delante y se tuvieron que detener en seco.

-¡EH!-bramó Fred-¡casi lo pillo! Era un chico al que Harry no conocía.

-Hola a ti también-dijo dirigiéndose a Fred-. Vengo a lo de las pruebas-le dijo, ahora a Angelina.

-Aún es muy temprano.

-Ya, ¿os importa mucho?

-No, no, en absoluto.

-Bien, me alegro-le tendió una fina mano-soy Jack Panucci, de tercero, y tú Angelina Johnson, ¿me equivoco?

-No. Bueno, empecemos, ¿Has traído escoba?

-Sí, una Nimbus 2.002.

-Vete a ese poste de gol y para mis tiros, si puedes. Era muy bueno y Angelina decidió probar con algo más difícil: llamó a Fred y le mandó que le enviara algunas Budglers para entorpecer su trabajo, algo que no ocurrió.

-Lo siento por los que vengan luego, pero ya tenemos nuevo guardador- anunció Angelina.

-Eso, Harry, ve a quitar el enuncio del tablón de la sala común-le ordenó Fred. Harry llegó a la sala y se encontró a Lee Jordan hablando con Alicia.

-¡No lo sé, Lee, en serio!, ¡¿porqué no se lo preguntas a ella?!-le decía Alicia exasperada.

-No. Quiero estar seguro de que no tiene pareja. Lee salió por el hueco del cuadro muy enfadado, y murmurando algo entre dientes.

-¡Que pesado es!

-Ya tenemos guardador, ¿sabes?

-¡¿Ya?!

-Sí, es muy bueno, ya verás.

-Tenemos que entrenar duro, el viernes de la semana que viene es el partido contra Ravenclaw.

-Supongo que entonces no tendré Astronomía.

-Claro, Astronomía siempre se suspende cuando hay un partido. Todas las tardes de los días antes del partido estuvieron entrenando de seis a ocho y media, algo que hacía que Harry se tuviera que quedar hasta las once o doce y media estudiando o haciendo multitud de deberes, aunque Ron, Viernes y Hermione se quedaban ayudándole, y haciéndole compañía. El día del partido Harry notó a Jack muy nervioso. Angelina les obligó a los del equipo a comer y a cenar juntos, y casi no los dejó terminarse el postre. El partido era a las ocho, pero ellos llegaron a las siete y media por orden de Fred para prepararse un poco. Seguían en plena forma todos, aunque Harry no hizo nada, porque no quisieron soltar la Snitch. Las gradas empezaron a llenarse sobre las ocho menos cuarto, y a menos diez llegó la señora Hooch con los de Ravenclaw detrás. Alineó a los dos equipos en fila, y les informó de que no quería ver ninguna falta. Cho, que estaba situada en frente de Harry le sonrió.

-¿Tienes ya pareja para el baile?-le susurró Alicia al oído.

-No, ¿por?

-A ella le gustas. Harry volvió a mirar a Cho.

-¡Subid a vuestras escobas!-les ordenó la señora Hooch. Los componentes de los equipos le hicieron caso al instante. El silbato de la señora Hooch les perforó los oídos, eso quería decir que daba comienzo el partido, algo de lo que estaba al tanto Lee Jordan, el comentarista.

-Y... ¡la hermosa Angelina en posesión de la Quaffle!... ¡por cierto, ¿te gustaría venir conmigo al baile?!...-la profesora McGonagall lo miró enfadada, mientras Angelina asentía-¡¿Soy o no un especialista?, ¿eh Alicia?!

-¡Continúa con el partido, Jordan!-gritó la profesora McGonagall. Harry buscaba la Snitch como un loco, y de vez en cuando miraba a Cho, que revoloteaba entre los jugadores. Una idea le vino a la cabeza, iba a intentar el Amago de Wrosky. Se tiró en picado contra el suelo, cada vez iba más aprisa, y Cho lo seguía, pero se lo pensó dos veces; no quería herir a Cho, así que dio media vuelta y volvió a situarse encima de los jugadores. Miró hacia las gradas y vio a Ron, a Hermione y a Viernes saltando y gritando con todas sus fuerzas.

-¡Yyyyyyyyy... otro tanto para Gryffindor!... ¡noventa a cincuenta!... ¡va ganando Gryffindor y Angelina me ha dicho que sí!... ¡esto es genial!

-¡Jordan, como te vuelva a oír...!-le advirtió la profesora amenazadoramente.

-¡Perdone profesora, es que no puedo reprimirme! Harry vio brillar algo cerca de Katie, se acercó un poco y acertó a ver unas pequeñas alitas; estaba seguro de que era la Snitch, puesto a eso, se tiró a pillarla. Cho, que en ese momento estaba debajo de uno de los postes de gol, también la había visto, y también empezó a volar a toda velocidad para cazarla.

-¡Parece que los buscadores han visto la Snitch!... ¡se van a chocar!...Katie, al ver que ella era el blanco, se quitó de en medio. Harry estaba cada vez más cerca, largó el brazo y la Snitch desapareció. Harry giró y evitó el choque contra Cho.

-¡Uy!... ¡por poco!...Alicia volvió a coger la Quaffle, y se dirigió a la portería dispuesta marcar su segundo gol, y así lo hizo. Gryffindor iba ganando todo el tiempo, pero solo por veinte o diez puntos. Ese era el partido más largo en el que Harry hubiera estado, pues no conseguía ver la Snitch.

-¡Yyyyyyyyyyyyyyy...! ¡Bien por el nuevo guardador de Gryffindor! ¡Un buen descubrimiento, hecho por los dos nuevos capitanes del equipo: Fred y Angelina!...George golpeó una Budgler que casi le da a Harry en la frente, y la envió contra el guardador de Ravenclaw, y así, Katie consiguió marcar otro tanto.

-¡Ten cuidado!-le gritó George antes de ir a desviar otra Budgler rebelde que atacaba a Alicia. En ese momento Harry vio la Snitch en el aro que protegía el guardador de Ravenclaw. El viento le silbaba en los oídos, y Harry no iba a dejar escapar la Snitch. Cho iba detrás suya. Pero nunca alcanzaría a la Saeta de Fuego. Harry alargó la mano y la agarró por un ala, se le iba a resbalar, así que soltó de la escoba la otra mano y la guardó en su puño, pero las piernas resbalaron, y se quedó colgando boca abajo de la escoba. Sólo la pierna derecha lo mantenía en la escoba, y justo cuando se iba a caer, Fred lo agarró, y lo paseó por todas las gradas.

-¡GRYFFINDOR A GANADO!¡SÃ