(A/N : Este capítulo está escrito desde la perspectiva de Draco)

Capítulo 2 .- Cosas inexplicables

Ese banquete de inicio de curso no se presentaba mucho más distinto que todos los demás. En la mesa de Slytherin estábamos los de siempre. A mi lado estaban Crabbe y Goyle. Muy a menudo me preguntaba porque me había echado amigos tan estúpidos como ellos...

La Ceremonia de Selección empezó. Casi ni aplaudía cuando a alguien lo mandaban a Slytherin... Eso me aburría en exceso.... Cada año lo mismo....

Cuando todos los de primero hubieron pasado, Dumbledore anunció que ahora seleccionarían para una casa a esa chica.

Todos en Hogwarts sabíamos perfectamente su historia: hija de muggles, no había exteriorizado su magia hasta los quince años.

Mi padre había mostrado su desacuerdo con eso, dijo que Dumbledore ya no la debería haber aceptado. A mi me daba igual, pero claro, como Malfoy que soy debía dar a entender que tampoco me gustaba en absoluto. Pero en verdad no di demasiada importancia al echo.

- Katherine Halliday – llamó McGonagall

Vi que una chica de largo pelo rizado, bajita y de ojos alegres, aunque mostraban gran nerviosismo se acercaba a McGonagall. Me sonaba de algo... ¿Pero de que podía yo conocer a una hija de muggles que no había tenido contacto con el mundo mágico hasta ahora? A lo mejor del Callejón Diagon cuando fui a comprar los libros nuevos...

El Sombrero Seleccionador la puso en Gryffindor. "Otra perdedora", recuerdo que pensé.

Me encogí de hombros y no pensé más en eso. La comida apareció en los platos.

Crabbe y Goyle empezaron a devorar todo lo que encontraban delante suyo. Aparté el plato sintiendo que se me había ido el hambre. Ese curso debía procurar sentarme lejos de ese par o acabaría sin comer a cada comida...

Mi mirada se desvió inexplicablemente hasta la mesa de Gryffindor. Recuerdo que en ese momento me extrañó, pues nunca me interesaba en lo más mínimo lo que hacía la gente que estaba allí.

Vi a Potter hablando con Katherine. Y entonces por una extraña razón sentí que odiaba más a Potter que antes, vi Weasley riendo por algo que ella había dicho, y a la sabelotodo de Granger soltándole el rollo. Por un momento tuve ganas de estar allí con ellos, riendo... Tuve ganas de tener a unos amigos de verdad... Pero sacudí en seguida la cabeza... Los Malfoy no teníamos lugar en el corazón por los sentimientos, sólo por las ansias de poder, el mal y el odio.

- ¿No comes? – me preguntó Crabbe

- No tengo hambre – le respondí distraído

- ¿Estás mirando a esa sangre sucia? – preguntó Goyle

Tuve ganas de gritar : "¡No le llames sangre sucia imbecil!" Pero no lo hice

- Si... Estaba viendo como se junta con la púrria de Gryffindor. Otra perdedora – dije contra toda mi voluntad

Vi como Crabbe y Goyle se reían como dos bobos.

- Draco...

Ay Dios... Pansy Parkinson... ¿No me dejaría nunca en paz?

- ¿Qué pasa querida? – pregunté con una sonrisa falsa

- ¿Qué tal has pasado el verano?

- Muy ocupado - contesté

Era mentira... Me lo había pasado casi todo andando por la ciudad, entre muggles.... Todo por no oír los interminables discursos de mi padre contando que lord Voldemort había vuelto al poder....

Hablando de muggles... ¡Ahora recordaba de que me sonaba la chica! Es esa con la que me había topado a principios de agosto. Esa que me había contestado enfadada cuando yo la había llamado estúpida muggle! Ese día, el día en que chocamos, no pude dormir en toda la noche... Nunca supe porqué. Estuve toda la noche dando vueltas y más vueltas en la cama.

Miré de nuevo a Katherine, que ahora estaba riendo como nunca con algo que decían esos estúpidos pobretones Weasley.

Entonces ella desvió la mirada de uno de los Weasley y nuestras miradas se encontraron. Nos mirábamos a través de todos los alumnos que teníamos entremedio. Aunque las mesas de Gryffindor y Slytherin se encontraban una en cada punta del Gran Comedor parecía como si nunca se interpusiera entre nuestras miradas.

- ¡Draco! Te estoy hablando! – gritó Pansy Parkinson

Desvié la vista enfadado y le lancé una mirada fulminante a Parkinson

- ¿Qué es lo que quieres ahora? – le pregunté de mal humor

- ¿Qué es lo que hay en la mesa de Gryffindor que sea tan interesante? – preguntó ella mirando hacia allí a ver si descubría lo que atraía mi atención

- Estaba admirando a los perdedores. Es que hasta me dan pena... Sobretodo Potter... – dije con mi habitual tono frío.

Desde que había empezado a hablar, mi padre ya me había enseñado a ocultar lo que realmente pensaba, a no sentir, a no tener compasión. Éramos Malfoy... En una ocasión que le dije que él tenía que haberse enamorado de mamá para casarse con ella, él se echó a reír y me dijo "Hijo, los Malfoy no amamos..."

Nunca volvió a decir nada al respecto, pero desde ese día, mi madre me dio pena. Por eso cuando Potter y Weasley se metían con ella me dolía mucho más que cuando me decía cualquier cosa a mí.

Al final, la cena se dio por concluida, no sin antes las cuatro palabras de turno de Dumbledore.

A la salida del Gran Comedor pasé muy cerca de Katherine. Ella iba hablando despreocupadamente sobre quidditch con Spinnet.

- ¿Así que en escobas? ¡Que maravilloso!

- Tranquila Kit, tendrás oportunidad de ver jugar quidditch.

¿Kit? Debía ser un diminutivo... Me pareció perfecto.

Entré en la habitación de los chicos de quinto. Pero esa noche tampoco había manera de dormir... Me levanté y me fui junto a la ventana. Las torres de Hogwarts se erguían oscuras. Las miré una por una preguntándome donde debía estar la Torre de Gryffindor... Luego me enfadé con mi mismo... ¿Qué me importaba a mi? No quería tener absolutamente nada que ver con los perdedores....

Al fin cuando volví a la cama, me dormí.

A la mañana siguiente, durante el desayuno, las lechuzas, como cada mañana entraron con el correo. Había una carta de mi padre para mí:

"Cada vez tenemos mejor preparado el regreso del Señor Oscuro. Los mortífagos estamos trabajando duro. Pronto necesitaremos tu ayuda, hijo.

Espero que hayas empezado bien el curso. Y recuerda: ridiculiza a los perdedores de Gryffindor todo lo que puedas. Recuérdales su lugar entre los desgraciados"

Dejé la carta sobre la mesa. ¿Por qué hacía eso mi padre? ¿Hasta cuando yo me marchaba lejos tenía que venir a molestarme con sus estúpidas historias del regreso del Señor Oscuro? A mi me daba completamente igual...

No pude evitar buscar a Kit entre la multitud. Y la vi sentada al lado de Spinnet; al parecer se habían echo buenas amigas...

" Ridiculiza a los perdedores de Gryffindor... Recuérdales su lugar entre los desgraciados..." las palabras de mi padre me volvieron a la cabeza...

En un ataque de rabia hice pedazos la carta....

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Siento el error de color de los ojos de Draco... Estaba segurísima que eran azules...

Bueno, espero que este capitulo les haya gustado y que sigan dejando reviews....

Para el 3 (otra vez desde la perspectiva de Kit), lo que le ha parecido su entrada en Hogwarts... y algo respecto a lo que ella piensa de Draco...

No dejen de leerlo!!!