(Prende los parlantes por favor)
Deseo
Capítulo 8: "Una larga charla"
Todos estaban formados ordenadamente, estaban además todos agachados con gran respeto, la cabeza agachada, la rodilla izquierda con la mano izquierda estaban apoyadas en el piso y el brazo derecho estaba apoyado sobre la pierna derecha, además de estar ordenadamente vestidos con el uniforme obligatorio según cada clase y nivel de ninjas.
-¡Bienvenido nuevamente joven Chiaki!- exclamaban a coro todos.
Chiaki pasaba solo con una gran sonrisa junto con Feei atrás, parecía que estaba algo mal, sus ojos mostraban profunda tristeza, pero cuando Chiaki la veía escondía todo eso y se mostraba feliz.
Al final del recorrido Chiaki se juntó con su padre y Feei se retiró a buscar lo que debía, los dos se sentaron uno enfrente del otro, nadie de los dos hablaba y luego de unos segundos vino Feei a atenderlos, les sirvió té y unas golosinas, seguía ese extraño silencio, Chiaki tomaba té tranquilamente, sin interrupciones, con los ojos cerrados y el padre empezaba a ponerse nervioso, hasta que con una suave tos rompió le silencio (es que se había atorado con le té por la desesperación causada por el extraño e incómodo silencio)
-Perdón, hijo... ¿Y entonces?
-¡Padre!- con la misma calma- ¿Qué no ves? No resultó, no traigo nada, el plan falló- y tomó un sorbo de té.
-Bueno hijo... yo...
-Además me interrumpiste bruscamente en la planeación de otro plan...- tomó nuevamente otro sorbo de té.
-¿Y? ¿Qué plan era?
-Se me olvidó- el padre se cae de espaldas y luego se levanta con una gota en su cabeza y con una risa media extraña.
-Ya... dejémoslo hasta allí antes de que surja algo- refiriéndose a su autocontrol, se levantó tranquilamente, abrió la puerta y salió, en ese momento Chiaki toma otro sorbo más de té y se oye el ruido de un árbol caerse.
-¡¡AHORA LIMPIEN ESO!!- un grito que provenía del mismo padre de Chiaki que descargó su furia en el árbol... nunca lastimaría a un ser querido.
-Feei por favor quiero más té.
-Joven, en un momento le traigo más, deme un momento...- y se levantó del rincón en que estaba y se marchó, su imagen parecía débil y cansada.
En la cocina:
-¡Feei!
-¡¿Qué has hecho?!
-¿Cómo estas?
-¿No trajiste algo?- eran unas cuantas preguntas de las chicas que estaban en la cocina y trabajaba para toda la familia Nomoyama.
-Nada- dijo tristemente.
-¿Eh?- todas estaban con un signo de interrogación- ¿Qué quiso decirnos con eso?- pero Feei ya se había marchado con el té.
Feei caminada por un pasillo desierto que siempre todas tenían que cruzar para llegar desde la cocina y los dormitorios a la casa de los Nomoyama. De pronto se escuchó un gran estruendo, como el lugar era generalmente desierta a esas horas nadie se percató de ello, se oyeron ruidos de la porcelana quebrarse en mil pedazos, mas el té derramado en el suelo, Feei se apoyó en una de las paredes y comenzó a toser de una forma atroz, cuando después de un rato se le pasó un poco se vio las manos y lo que vio la sorprendió muchísimo... en sus manos había una mancha ro...
-¡¿Sangre?! ¿Qué me está pasando?- mientras sentía preocupación, amargura, muchísima tristeza y cansancio, de pronto empezó a toser de nuevo y era tanta la tos que ya empezaba a marearse y para luego caer al suelo arrodillada, luego de un rato inevitablemente perdió el conocimiento...
En la habitación:
Chiaki empezaba a aburrirse de Feei, seguramente en la cocina no habían calentado el agua, así que decidió salir de la habitación y pasear por allí. Bajo unos árboles empezó a recordar el motivo principal por el que comenzaron todo esto...
Era un extraño atardecer, en un bosque que en el fondo se veía el mar, parecían que estaban corriendo... o... Escapando de algo; eran 3 personas uno de ellos era una mujer, muy hermosa, tendría unos 24 años, cabellos castaños y ojos de un color grisáceo, había un hombre corriendo al lado de ella, el hombre llevaba un niño, parecía tener apenas 4 años y estaba bastante asustado, el niño era el mismo Chiaki y el hombre... era su actual padre... tenía el cabello negro azulado, su cuerpo parecía ser bastante fuerte, de unos 25 años.
-Papi... mami... ¿Qué pasa?
-¡¡Corre, corre!!- gritaba desesperada la mujer.
-Hijo no preguntes por ahora, solo quédate tranquilo y todos estaremos juntos.
-¡¡AAAHHH!! ¡No podemos avanzar... ni... retroceder...- exclamaba asustada la mujer.
-¡Mami! ¡¿Qué pasa?!
-¡Por favor no nos hagan daño! ¡Les entregaremos todo nuestro dinero ¿Verdad amor?- dirigiéndose a su esposo.
-Sí, entregaremos todo pero no nos quiten la vida, ni a nuestro hijo.
-¡No! Ustedes antes de que se endeudaran con nosotros, antes de que su familia empezara a caer económicamente, después de haberse casado hace poco, nos pidieron prestado todo el dinero que quisieron, fuimos buenos y mejoraron considerablemente y nosotros quedamos en la bancarrota pero... nunca nos devolvieron el dinero y además como se transformaron en tan avariciosos, que prefirieron el dinero a cambio del hijo que esperaban en esos momentos, así que por ser además de tan crueles, sus vidas se irán junto con el niño que nos dieron a cambio ¡Ya no hay paso atrás! ¡No hay más arrepentimiento!- todos se lanzaron contra los 3 que estaban acorralados en ese momento; pero algo sucedió... la mujer empujó a su marido y a su hijo que estaba en los brazos de él a un costado dentro del bosque:
-¡Vete! ¡Llévate a lo que más aprecio!- ya no tenía más fuerzas, veinte espadas habían atravesado su cuerpo.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AINO*!!!!!!!!!!- gritó el hombre y luego al ver como las veinte espadas salían del inerte cuerpo de su amada mujer que cayó al piso con una sonrisa, reaccionó y con lágrimas en los ojos se perdió entre las sombras de los árboles del bosque, mientras pensaba- mi Jardín de amor... ya murió*.
-¿Papi? ¿Y mami?- decía el chico que yacía en las manos del hombre que se había cansado de correr y estaban caminando y siendo iluminados solo por la luz de la luna en forma creciente y unas cuantas pequeñas estrellas.
-¿Mamá? Hijo...- mientras lo miraba con ternura- mamá se fue a un lugar muchísimo mejor, sin sufrimientos, sin dolor.
-Y... ¿Volverá verdad?
-No- y desvió la mirada de los ojos grises de su único hijo que le recordaba tanto su reciente muerta amada.
-¿Por qué?- mientras sus ojos empezaron a brillar por los reflejos que provocaba la tenue luz de la luna sobres las lágrimas que empezaban a salir lentamente.
-Por que ella...- mientras pensaba en los que iba a decir si debía o no- porque ella... hijo... debemos evitar que millones de gente pase por estos sufrimientos tan crueles... me arrepiento mucho por eso limpiaremos el mundo.
-¿Con una escoba como mamá limpiaba de ves en cuando el jardín?
-No, hijo- mientras por primera ves una sonrisa se le iluminó en la cara del hombre- no, será de otra manera, en que todo quedará completamente limpio, todo pasado negro se borrarán de las generaciones futuras, todo... y es TODO- dijo decididamente.
Volviendo a la realidad...
-Nunca entendí esos momentos, pero bueno, la cosa ya pasó y nunca será igual... ni nunca regresará, tampoco retroceder y menos cambiar- suspiró y volvió a pensar en su pasado...
-En un callejón desierto una niña pequeña corría desesperada...
-¡No! ¡Ya no quiero estar en ese horrendo lugar sirviendo!- corría desesperada mientras lloraba no tenía más de 5 años, sus cabellos eran de un castaño casi dorados y unos ojos verdes como unas grandes esmeraldas, llevaba 2 cachitos bastantes juguetones.
-Ya te tengo pequeña mocosa, volverás y nunca te irás- un hombre la había agarrado cuando... un Shuriken (no se como se escribe pero bueno son utilería ninjas ¬¬ la saque le "Ninja Boy Rantaro") de 4 puntas, que lastimó su brazo e hizo que soltara a la niña que se marchó corriendo- ¡Ah! ¡Que fue eso!- no continuó más... había perdido, su vida se esfumó.
-Ven pequeña- un muchacho de unos 6 años se ofreció a ayudarla, ella estaba agachada y llorando de susto...
-¿Mmm...?- todavía lloraba un poco.
-No temas, ven conmigo, yo te cuidaré muy bien, confía en mi- y una cálida sonrisa corrió por el rostro del joven de ojos grises y en él, ella se reflejaba, cosa que la hizo sonrojar.
-Yo...
-Vamos... ¿Cuál es tu nombre?
-Feei
-¿Y tus padres?- preguntó un hombre más mayor que el chico, mucho más.
-Yo... no tengo...
-Ah... lo siento, soy el padre de Chiaki, mi hijo, aprendemos a ser ninjas.
-Ah...- murmuró la pequeña.
-¿Qué edad tienes?- preguntó el padre.
-Tengo 5 años.
-¿Por qué no vienes con nosotros?- ofreció el chico- papá ¿Puede?
-Mmm... creo que sí.
-¡¡Bien!! ¿Vienes?
-Bueno...- dijo tímidamente mientras que encontraba encantador a chico.
Volviéndo a la realidad:
-¡Joven!
-¿Eh?
-¡La señorita Feei!
-¿Qué paso?- mientras miraba confundido a una de las sirvientas del lugar jadeando.
-¡Se desmayó!
-¡¡¿¿Qué??!!
*************
-¿Mmm...?- abría sus ojos lentamente y veía todo borroso, 2 siluetas, si solo 2- ¿Quiénes eran?- pestañeó un poco y como en unos pocos segundos más empezó a ver mucho mejor- ¿Eh?
-¡Ya despertó!
-Ssshhh- indicó la enfermera mientras ella revisaba a la chica- creo que sus signos vitales están muchísimo mejor que hace unos días.
-Que alegría- exclamó un chico que le resultaba bastante familiar a la chica.
-Bien, su hermana pronto podrá darse de alta.
-¿Hermana? ¡Esperen! ¿Desde cuando que tengo a un hermano?- mientras esas preguntas se formulaban en su mente desordenadamente, ya que todavía no reaccionaba bastante bien, la enfermera se retiró.
-Hola ¿Estas bien?- preguntó el chico medio curioso.
-¿Dónde estoy?
-En una clínica.
-¿Y que estoy haciendo aquí?
-¿Que no recuerdas?- preguntó el chico sorprendido- ¡Ah! Debe ser por la pérdida de sangre, ya recordarás a medida que te sientas mejor.
-Me siento mareada... yo... estaba... ¡Mi hombro! ¡Mis cosas! ¡Mi espada!
-Tranquila, tranquila, no te apresures que debes descansar, mira- le indicó a la chica que mirara a un lado de la habitación: había una pequeña cachorrita que dormía plácidamente junto a una espada y un bolso.
-¡Ah!- mientras sintió que su hombro estaba vendado.
-Bueno y ¿Cómo estas?
-Mejor, creo ¿Quien eres?
-¡Ah! Mucho gusto mi nombre es Mikaita, Lee Mikaita, bueno y el tuyo es...
-¿El mío? ¿Quieres saber?- mientras miraba las sábanas, se había levantado y estaba sentada en la cama.
-Sí ¿Por qué?
-Mi nombre es... Shizaku, Miyu Shizaku.
-¡Ah! ¿Sabes? ¿No te molestaría llamarte por ahora... Mikaita, Miyu Mikaita?- mientras miraba hacia abajo algo nervioso, y la cachorrita bostezaba.
-Has lo que quieras- mientras pensaba- por eso era su hermana, no sabía como me llamaba y pues me puso su apellido y solo sabía mi nombre... aquella vez en... en Tokyo...
-Gracias- mientras se levantaba y daba una reverencia- lo siento, no sabía que decir.
-Ya déjalo- justo en ese momento un collar se había caído al suelo- ¿Y eso?- preguntó con curiosidad le parecía familiar.
-Eh... ¿Esto?- mientras lo recogía y se lo pasaba a Miyu.
-Que bonito- miraba a unas letras que eran la: K & L entrelazadas por una cinta y era enteramente de oro, en ese momento recordó:
-Kenru...- fue casi un susurro de parte del joven.
-¿Sí? Dime- mientras miraba hacia delante.
-Este... este... yo... yo... yo quiero...- estaba todo rojo- yo quiero decirte... ¡Yo quiero decirte que tú me gus...! ¡Auch! ¡Por que me soltaste!- mientras que estaba tirado en el piso y trataba de sentarse y se rascaba la cabeza con un ojo cerrado.
-¡Mira que hermoso!
-¿Qué?- mientras se paraba.
-Esto ¿No te parece hermoso?
-¿Un collar? ¿Qué tiene eso de hermoso?
-¡No seas tonto! ¡Ese collar no, ese otro!- era un collar que tenía unas letras que eran entrelazadas con una cinta pero era entero de oro
-Chicos ¿Desean algo?- salió una señorita que a simple vista parecía muy simpática.
-Es que vi ese collar, es muy lindo.
-¡Ah! Ese collar, pues hay una leyenda acerca de ese collar, se dice que si regalas aquel collar a la mujer que más amas en la vida, junto a las iniciales de los nombres de cada uno, ella te será correspondida para siempre, se amarán mucho y serán felices para la eternidad, pero si se lo regalas a alguien que odias o detestas, la persona que recibirá el collar morirá...
Los dos palidecieron ante las últimas palabras de que muere.
-Pero solo es una leyenda, no se preocupen.
Pero los 2 ya habían desaparecido...
Volviendo a la realidad:
-¿Cómo sabes de la leyenda?- exclamó sorprendido Lee, Miyu lo había repetido inconscientemente...
-¿Ah?- respondió media distraída, recordaba como desearía que estuviera en su antigua época.
-Te pregunté que: ¿Cómo sabes de la leyenda?- se la repitió medio enojado por no ponerle atención, aunque se pareciera a su querida Kenru, por lo menos ella no era tan distraída como esta.
-No lo sé, lo supuse...- estaba más que distraída, estaba respondiendo cosas que no tenía sentido...
-¿Lo supuse? ¿Suponer una leyenda? Eso era cosa de magia...- pensó Lee- ¿Sabes? No te comprendo.
-No es necesario que me comprendan, ni si quiera yo misma me comprendo... ¡Tengo muchas cosas en mi que no soporto! ¡Quiero que este inmenso vacío que siento desaparezca!
-¿Qué pasa? ¿Por qué no me cuentas?
-No puedo- las lágrimas comenzaron a salir mientras arrugaba las sábanas con las manos.
-Tengo algo que te alegrará, espera- se dirigió hacia un lugar de la habitación en que estaba su bolso y empezó lo que parecía estar buscando algo.
-¿Qué es?
-¡Mira!- y le mostró un kimono de color rosa, adornado con flores de cerezos y un borde azul marino- ¿Te gusta?
-Pero... te habrá costado... dinero.
-Vamos no te pongas triste, que verás que cuando salgas de esta clínica, te pondrás este kimono ¿Qué te parece? Me costó mucho escogerlo, como vi que tu otro kimono ya no servía, estaba en muy mal estado, te compre este- y se lo dejó en la cama para que ella lo examinara mejor.
-No me gusta el color.
-Pero...
-Pero igual me lo quedaré es muy bonito...- se sonrojó un poco y abrazó el kimono contra sí- está muy bonito.
-Gra... gracias- mientras tenía una manos detrás de la cabeza y reía con la cara media sonrojada.
-Me encantan los cerezos.
-A Kenru también- pensó Lee.
-Me fascina el azul- mientras cerraba los ojos y sentía la suave textura de la tela, contra su mejilla.
-A Kenru también ¿Será coincidencia?- seguía pensando Lee mientras las palabras seguían saliendo del corazón de Miyu- pero si Miyu es otra persona, en lo único en que se diferencian es en lo fría y en los distraída, Kenru no tiene nada de fría ni distraída... pero ¿Qué será lo que la distrae? Porque siempre parece estar muy pensativa de algo...
-¡Guaf!
-¿Ah? ¡Ah! ¡Kenru-chan!- mientras le hacía cariño a la pequeña cachorrita que había despertado.
-¿Kenru?- preguntó Miyu de pronto al distraerse por lo que acababa de decir Lee.
-Sí, ella se llama así y mi eterno amor tiene ese nombre, por eso la llamé así, espero con mucha esperanza encontrarla.
Miyu miró lo que todavía tenía en la mano...
-¡Pues claro! "K" de "Kenru" y "L" de "Lee"- entonces yo...
-Sí, eso era para ella en cuanto regresara de vacaciones y me confesara sus sentimientos... pero hasta ahora no ha regresado y he decidido ir a buscarla como tú me dijiste.
-Yo...
-Sí, tú.
-¡No! Yo... quiero decirte algo...- mientras apretaba fuertemente el collar en las manos- yo... ¡¡Realmente yo soy...!!- pero no terminó... entró la enfermera con el almuerzo...
A Lee le apareció una gota en la cabeza había sucedido lo mismo que hace un par de días:
Miyu estaba todavía acostada y estaba sudando y estaba bastante inquieta, apretaba fuertemente las sábanas... y murmuró:
-"Lee ¿Sabes? En realidad no me llamo Miyu, mi nombre real es: Ken..."
Volviendo a la realidad:
La enfermera le sonrió a la chica y apartó el kimono de la cama y le acomoda a Miyu su almohada y le puso la bandeja en sus piernas.
-¿Habrá querido decir Kenru? No lo creo, pero no puedo admitir que me hubiera gustado escuchar que la última palabra fuera: "Kenru"...- pensaba Lee mientras comía lo suyo también.
-Ahora coman bien, especialmente usted señorita Mikaita, su herida tiene que sanar y necesita fuerza y alimentos- había dicho eso ya que Miyu no había tocado bocado mientras que Lee ya había comido bastante.
-No creo que sea Kenru, ella come mucho y Miyu no parece gustarle comer- pensaba Lee mientras comía y recordaba las escenas en que se encontraba su maestro y ella peleando por la comida... con eso apareció una gota sobre su cabeza.
La enfermera ya se había retirado.
Miyu empezó a comer lentamente y de muy pocas porciones como si no tuviera apetito y empezó a jugar con la comida mientras su mente nuevamente volaba hacia no sé dónde, mientras que Lee ya llevaba la mitad comiendo.
-¿No comes?- preguntó Lee mientras paraba y le daba un poco a Kenru-chan.
-¿Eh? ¡Ah! Es... que yo... no tengo mucho apetito...
-Ya se te notaba, pero tienes que comer, necesitas fuerzas y eso lo obtienes de los alimentos, tu herida debe sanar.
-Sí, tienes razón, necesito hacer algo muy importante- esto último lo dijo casi en un susurro que nadie oyó, había recordado lo que el ninja le había dicho:
-E...es... está... está en una parte cerca de una gran cascada y detrás de ella como a unos 5 kilómetros más allá está la fortaleza... dentro... dentro de un espeso bosque que lo rodea un río con una corriente muy fuerte...
-Me has dicho el sitio y como es, pero no el lugar, hay millones de cascadas, millones de 5 kms., millones de ríos con corrientes muy fuertes y ¡¡Millones de bosques muy espesos!! ¡¡DIME!! ¡¡VAMOS!!
-Se encuentra cerca de la ciudad famosa por las termas hacia el este, como a... a... 2 días mínimo, la... la... la ciudad se llama...
-No es necesario que me digas, sé cual es ¿Es el más famoso de Japón verdad?
-S... ss... sí...
-Ya- Miyu lo soltó y él corrió pero apenas dio 4 pasos y fue igualmente asesinado por la espalda con un corte diagonal y ella salió corriendo con su hombro herido...
Volviendo a la realidad:
Dejó sus palillos y apartó la bandeja a un lado y luego la dejó sobre una pequeña mesita.
-Vaya, que bueno- sonrió Lee.
*************
Estaba en su habitación y sacaba una espada y la veía, mientras recordaba que había jurado siempre defenderse y atacar con cosas cortantes... su querida esposa murió siendo atravesada por veinte espadas, se vengaría así... sería para siempre.
*************
-Shizaku tu... ¿Estas viajando?- preguntó Lee.
-Sí- bajó su vista.
-Y... ¿Por qué lo haces?
-No sé si debería decirte...
-Entonces no lo hagas- aunque la curiosidad lo mataba por dentro la expresión de ella le impedía preguntar más.
-¿Tienes a tus familiares?- preguntó ella.
-No lo sé, hace unos meses que no sé de mi madre- respondió con un cierto tono de tristeza- ¿Y tú?
-¿Yo?- hubo un largo silencio, hasta que Lee decidió que no fue correcto preguntar aquello..
-No...- pero no terminó cuando Miyu empezó a hablar.
-No tengo familia desde hace mucho tiempo- sus ojos estaban sin brillo, sin expresión, nada, solo un gran vacío, pero continuó- los perdí hace... 7 años...
-¿7 años? Pero continúa.
-Bueno ellos murieron trágicamente y solo yo sobreviví...- ahora mirándolo a los ojos- ¡¡Esto es muy solitario y terrible!! ¡Nadie me acompaña! ¡Nadie me consuela! ¡Nadie me apoya!- desvió su vista- nací sin padres, mis amigos, tíos y mis tías fueron como mi familia... luego los perdí a todos, pero...- miró nuevamente a los ojos de Lee- ¡¡Yo no pedía más!! ¿Qué hice para merecer que me arrebataran a mi familia? ¡Todo lo que tenía era suficiente para mí! ¡No quería más ni quería menos!- de pronto se dio cuenta que estaba asustando a Lee- Lo siento, yo no quise...
-No te preocupes, comprendo... eso creo.
-¡¡No!! ¡Nadie me puede comprender! Nadie lo puede entender...- y hundió su cara entre las rodillas y murmuró cosas inentendibles para otros, pero entendibles para ella- Empecé a matar, quería mejorar mi técnica para luchar contra ellos, me empezó a gustar, luego vino él y me dio un momento de paz, luego me provocaron, ahora no puedo matar porque estoy herida y si hago mucho esfuerzo la maldita herida se me abre... ¡Odio esta vida! Me pregunto... ¿Cómo sería mi vida ahora si estuvieran mis padres? ¿Si ahora estuviera en Tokyo viviendo?- las imágenes de su padre y su madre venían y se iban luego la de su maestro Yahiko y así seguían sucesivamente...- a mis padres solo los conocí en fotos e historias... historias en que estuvieron en varios peligros... nunca entendí perfectamente el "Amakakeru Ryo No Hirameki" ¡¿En qué diablos consiste?! No lo comprendo...- su cabeza estaba en un completo desorden, entre confusiones, recuerdos, sufrimientos, sueños que nunca se cumplirían, desesperaciones, venganzas y mucho más, ya no podía más, no lo podía tener todo... su mente en cualquier momento explotaría...
-¿Estás bien?
-¡Déjame!
-Pero no puedo... ¿Por qué no te duermes y descansas un momento?- sugirió Lee con una amable sonrisa.
Miyu volteó y dejó ver su mirada fría, sin vida y al ver la mirada dulce, llena de ternura y bondad, sintió envidia de no sentirse así.
-Soy una desdichada que no tiene vida, mi alma ya murió hace tiempo ¡Ya estoy muerta! Entiéndelo y ¡Déjame!- y empujó a Lee.
Pero Lee ya no soportaba más y decidió hacer algo.
-¡Escúchame!- la tiró e hizo que ella lo mirara a los ojos y este le dio una cachetada para que reaccionara.
-Yo...- y las lágrimas empezaron a correr- yo... lo siento mucho- y lo abrazó- me siento muy sola, nadie me apoya, me siento confundida.
-Lo que más debes estar sintiendo es vacío y deseo... vacío por faltar apoyos y cariños y lo más importante amor... y el deseo es que te ilusionas imaginando cosas que nunca ocurrirán y los deseos negativos que tienes de arreglar las cosas de la manera más simple, además de dolorosa y triste.
-No quiero abandonar todo lo que he hecho hasta ahora... nunca lo haré, ya lo prometí una ves y no fallaré.
-No sé lo que hayas prometido pero ten mi apoyo...
Continuará...
Notas de la autora: ¡¡No lo hagas Lee!! ¡¡No apoyes a Miyu!! Buuuhhh ya lo hizo... (suspiro) Bueno les cuento que este capítulo si que estuvo "peluo" (¬¬ una expresión chilena referente a lo "difícil") miren lo escribí ayer (martes 14 de mayo del 2002) en la tarde con lluvia y pues... a que no adivinan... yo llevaba: ¡¡6 hojas escrita!! Pa' más remate letra 12... hubo un "fantástico" corte de luz por unos segundos ¡Mas encima! Y se perdió ¡¡TODO!! Uuuyyyy que me enojé taaaaanto que me salían humos por la oreja... o ¬¬******* pues bueno olvidemos eso porque: -^o^- en esta segunda ves lo escribí muchísimo más mejor y más bien redactado, con una nueva idea jejeje... Bueno pobre Feei ¿Qué tendrá? ¬¬ ¿¿Y el genio del padre del Chiaki?? Y... y... T~T ¡¡El triste pasado de Chiaki!! Buaaaaaaaaaahh o buuuhhhh ¿Qué Miyu no tenía corazón? Y por allí mencionó que todas esa frases salían de allí... *-* jejejeje ya sabemos por fin donde está o donde se encuentra la fortaleza (¬¬ ¿fortaleza? No importa igual jiji ^^Û) del "Filo del Dragón" y están algunas respuestas del porqué de todos ellos matan así y porque matan po' ¬¬ bueno casi todos eso creo, a lo mejor por allí todavía me faltan algunas cosas jeje algunas preguntas que responder... ok:
Un pequeño vocabulario:
*Aino: Jardín de amor
Una pequeña explicación:
*Mi Jardín de amor... ya murió: digo eso porque supuestamente matan a su esposa que se llama "Aino" y que eso por allí en una de esas casualidades de la vida encontré en Internet que significaba: "jardín de amor" (¬¬ eso creo y espero que lo hayan puesto bien en la pagina en donde lo encontré).
¡¡Ya!! Lo típico de siempre y ¡Ojalá que me manden! Please todos a mi mail: kawai_hibari@lanota.com
Avances del capítulo 9: "Quien sabe que pasará"
Feei se desmayó y tratan de ayudarla, está muy enferma, recuerdos de su infancia se vienen a conocer. Momentos duros para Miyu y por fin se recupera completamente ¿Lee que hará? ¿Seguirá buscando a Kenru? ^.~* pues lo verán en el próx. cap. Conoceremos como y porqué Miyu mató en ese momento a Hiko Seijuurou (¬¬* ese que llama al lindísimo Kenshin: "Estúpido pupilo").
