(Prende los parlantes por favor)

Deseo

Capítulo 10: "Buscando razones"

Comenzaba a anochecer... así que las dos mujeres decidieron pasarla en una cueva cercana, nadie de las dos había pronunciado palabra alguna al entrar allí, la chica misteriosa se fijó en lo inexpresivo que eran los ojos y el rostro de Miyu, así que decidió comenzar con la conversación que había planeado para hacerla entrar en razón, que no era una "asesina":

-Tu nombre es Miyu Shizaku ¿Verdad?- preguntó, pero no obtuvo respuesta, así que continuó- ¿Por qué no vuelves a pensarlo y dejas esa tonta venganza?- preguntó, pero ella no respondió nuevamente, así que siguió- estamos en una nueva época...- se escucharon unos aullidos de lobos...

-Hoy hay luna llena- susurró despacio Miyu y levantó la vista hacia fuera y entre los árboles del bosque se vio una esfera, brillante y majestuosa.

-Es bellísima- dijo la chica también viendo aquella luna- te tengo algo que enseñar...

-Tu nombre es...- se detuvo unos momentos, por su mente cruzó una idea- Misao...

-Ya lo sabías ¿Verdad?- se levanta y se dirige afuera, luego de un rato regresa- ¿Cuándo te diste cuenta?

-Desde que nos dirigimos a esta cueva- respondió Miyu y se puso de pie.

-Mira... observa quién es...- era un señor de unos 39 a 40 años.

-¿Quién es?- preguntó.

-¿Es ella?- preguntó el señor y se le acercó, de pronto se detiene antes de llegar a donde Miyu y golpea una roca- ¡No merezco verla!- se gritó a sí mismo.

-Vamos Sanosuke...- animó Misao.

-Sanosuke...- pensó Miyu- Mi maldito padre, aquel viejo que me dijo sobre enfermarme en Tokyo...

-No lo merezco.

-¡No lo mereces!- y Miyu también golpeó una roca con la misma técnica que había usado Sanosuke momentos antes, dejando impactados a ambos- ¿Cómo se llama esta técnica? Es muy fácil emplearla y aprenderla.

-Fu- Futae... Futae Nokiwami- tartamudeó Sanosuke.

-Gracias- agradeció Miyu, mientras se acercaba y sacaba su espada- al menos sabes que no mereces verme...- la punta de aquella espada estaba en el cuello de Sano.

-No, no lo merezco, tampoco tuve el valor de pedir alguna disculpa y hacerme cargo de ti, mátame...

-No- contestó ella guardando la espada- solo... mereces...

-Has cambiado tanto... Kenru... ¿Que intentabas hacer...?- pero en ese momento sintió que su sangre se helaba.

-Kenru... ella... murió ¡¿Qué no entienden?! ¡Esa inútil murió al caer de aquel barranco!- gritó, sus ojos habían cambiado, ella se acercaba cada ves más a Misao, pero antes de una manera inédita Sanosuke yacía en el piso... en un charco de sangre.

Misao estaba paralizada, nunca había visto a Kenru así, ella tenía una imagen muy diferente de ella, creía que era tierna, alegre... pero había cambiado mucho, demasiado, para ser sincera. Miyu se acercaba lentamente, e iba sacando su espada... nuevamente ¡¿QUÉ?! ¡¿ACASO PENSABA MATARLA?! ¡¿A su propia tía?! ¡Después de haberlo matado a él!

-¡¡AAAAAAAHHHHHHHGGGGG!!- un grito desgarrador se escuchó por todo aquel bosque oscuro y espeso, haciendo que las aves que habitaban en él, volaran despavoridamente.

Misao vio con horror, no podía mover sus extremidades, Miyu le había cortado los tendones, su sangre se desparramaba por la tierra iluminada solo por aquella fogata, mientras su luz al caer sobre el rostro de Miyu se veía como si fuera el de un propio demonio, no parecía de este mundo.

-Kenru... que... has hecho...- su rostro estaba lleno de terror, sintió como ella rompía una parte de su ropa y se lo amarraba en su boca para que no pudiera hablar, ni gritar más.

-Lo siento tía, no quisiera ser yo quién se apodere de tu vida y enviarlo al más allá, como lo hice con mi estúpido padre- dijo en voz baja- pero no puedo perdonar que hayas mencionado aquel nombre tan horrendo... que siempre he querido olvidar- mientras un dedo empujaba la cabeza de su tía y decía- ahora que no te puedes mover y eso te queda muy claro, espero que también te quede tan claro que ¡¡KENRU!!- gritó aquella palabra asustando a Misao- ... aquella palabra: "Ya NO existe" ¿Quedó claro?- Misao solo atinó a mover la cabeza con una afirmación de "sí"- Que descanses tía...- y se marchó, sin antes mostrarle un sonrisa a su tía, pero no era una sonrisa de felicidad o alegría más bien de... no sabía como describirlo exactamente.

Misao no podía estar más tranquila, al menos sabía que no iba morir, de seguro los Onniwabanshu la rescatarían, pero de pronto una horrorosa idea cruzó por su mente, que desgraciadamente resultó ser la misma que Miyu se había ingeniado:

-Lobos- pensó, luego de eso se escucharon unos gruñidos a la entrada de la cueva...- no, no, no ¡No! ¡¡NOOOOOOO!!- sólo podía gritar en su mente...

Y así los lobos se le acercaron y... lo demás, es lógico... junto con el otro cadáver.

*************

-¿Realmente te sientes mejor?- preguntó la mujer que siempre estaba allí para cuidarla.

-Sí y quisiera pronto ya trabajar- contestó con una dulce sonrisa.

-Si tú lo dices...- contestó la señora.

-¡Claro! ¡Mírame!- y de pronto empezó a toser.

-Mira Feei... creo que todavía no estás del todo bien- y la recostó nuevamente en la cama.

-Pero...- y se miró la palma de la mano, al menos no había nada, eso la alivió.

-Tú herida de la mano ya se mejoró ¿Verdad?- recordando que cuando la llevaron tenía una herida, que lo más seguro fue producida por la loza quebrada.

-Al menos creen que es por el corte que me hice...- pensaba Feei mientras asentía con al cabeza.

Se oyó el golpeo de la puerta.

-¡Adelante!- anunció la señora.

Y entró un chico bastante apuesto.

-¡Chiaki! Perdón... ¡Joven Chiaki!- Feei se había equivocado, haciendo que aquella señora sospechara algo...

-¡Feei! Veo que te sientes mucho mejor- mientras observaba sus mejillas con un tono rosa...- ¿Tienes fiebre de nuevo?- ahora si que Feei estaba roja- ¡Oh no!

-No, no, estoy bien joven- se apresuró a decir.

-Saldré un momento- dijo aquella señora antes que Feei pudiera objetar algo.

-¿Segura?- Chiaki le preguntó a Feei tomándole las manos.

-S- sí...- contestó.

-Sabes que te quiero, te quiero como a una hermana...

-Te quiero como una hermana, te quiero como una hermana...- esa palabra resonó en el fondo de sus pensamientos y la destrozó.

-Por eso no quiero que te vuelvas a enfermar- y le mostró una de sus sonrisas.

Feei soltó sus manos de las suyas y se dio la vuelta.

-¿Qué te ocurre?- preguntó Chiaki.

-Me siento un poco mal ¿Puedes salir?- preguntó casi en un susurro.

-Cla- Claro- y salió del lugar- ¿Habré dicho o hecho algo malo?- pensó ya afuera y luego se marchó, tenía muchos asuntos que hacer hoy, unos ninjas a 10 km. de distancia anunciaron una intrusa...- posiblemente sea Miyu... Shizaku- y su corazón dio un vuelco.

*************

-Ya pronto saborearán lo que les voy a dar... "Filos del Dragón" ¡Ja!- pensó Miyu mientras corría.

-¡Deténte! ¡Hasta aquí llegaste!- le gritó uno de los ninjas, con un ejército tras de él.

Miyu, esbozó una tenue sonrisa en sus labios rosa pálido, luego levantó su rostro y gritó con sus ojos ámbares fijos en el ejército que provocó un leve escalofrío:

-¡La verdadera venganza comienza aquí!- y así se empezaron a oír choque entre los filos de espadas, cuchillos y una serie de armas más con filo, además de algunas que otras chispas provocadas por los raspes entre ambos metales. Las aves volaban de los árboles llenos de pavor por la pelea que se había armado, más algunos gritos de desesperación.

*************

Feei lloraba en silencio, pero sintió de alguna manera que afuera había un pequeño alboroto. Se limpió las lágrimas y se levantó a ver, corrió un poco la cortina y miró afuera.

-¿Qué estará pasando? ¿Por qué todos toman posiciones de ataque? Será porque...- y sus ojos se abrieron como platos, tomó su ropa y se vistió rápidamente, sin importarle su condición física, luego solo se pudo oír el golpe de la puerta cerrarse.

-¡Joven Chiaki!- luego de correr por varios pasillos lo encontró con unos papeles caminando hacia donde su padre siempre estaba.

-¡Pero Feei! ¿No que te sentías mal?- dijo este sorprendido, dejando caer todos los papeles al suelo y sosteniéndola de los hombros.

-¡Dime la verdad! ¡Miyu se acerca!- dijo casi llorando.

-S- sí...- fue lo que respondió.

-¡Joven! ¡No quiero que le pase nada!- y lo abrazó.

-No pasará nada- trató de tranquilizarla.

-¿Me lo promete?- y fijó su vista en las de él.

-Sí- su voz parecía segura, cosa que realmente dejó a Feei más tranquila, aunque en el muy fondo de ella sabía que esa sería una promesa que podría tener dos finales... la cumplida y la que no lograría cumplirse.

*************

-¿Que estará haciendo Kenru ahora?- preguntó en voz alta y Kenru-chan saltó encima de él con una flor en el hocico, el chico sonrió- lo siento, me refería a otra Kenru- y la cachorrita se entristeció- vamos...- trató de animarla- yo también te quiero a ti ¿Bien?

-¡Guaf!- y luego salió corriendo nuevamente y se adentró en el pequeño riachuelo.

-¿Habrá ya encontrado su blanco de venganza?- se preguntaba nuevamente en voz alta, refiriéndose a Miyu- me pareció bastante simpática, se parece mucho a Kenru...

-¡Guaf!- y nuevamente saltó encima de él y se escuchó un rugido bastante extraño.

-Jeje...- y una gota apreció en su cabeza- ¿Tienes hambre verdad?

-Guaf...- parecía deprimido.

-¡Bien! Vamos a comer y luego seguiremos viajando ¿Trato hecho?

-¡Guaf!- y así los dos se marcharon.

*************

Ya la mayor parte de aquel ejército, inútil según opinión de Miyu, yacían muertos en el piso y hasta otros colgando de los árboles con alguna espada incrustada en su pecho que lo mantenía allí. Era simplemente una visión que dejaba a uno atónito, era horrenda, más el ambiente lleno de masacres y sangre por doquier.

-Me darán el paso o seguirán luchando con resultados en vano- parecía más un desafío que una pregunta.

-¡Nunca abandonaremos a nuestro jefe!- gritó uno de ellos.

-Mmm...- Miyu negó con la cabeza, más parecía compasión, pero era solo una burla- ustedes escogieron su futuro... ¡No yo! ¡Y esa fue la muerte!- y se lanzó contra ellos, mientras seguía hablando- les di la oportunidad, la rechazaron y ahora cumplirán su condena, me vengaré, mataré a uno por uno, como lo hicieron con mi familia ¡AAAAHHH!- y gritó, luego todos estaban en el piso, todo, absolutamente todos los de allí... muertos.

*************

-¡¡El primer grupo fue vencido!!- se oyó por la fortaleza, iban comunicándose para estar preparados.

-Joven Chiaki...- murmuró Feei en aquella habitación sentada junto a sus dos jefes pensativos con los ojos cerrados.

-Tranquila Feei, el momento llegará y ella decidirá...- susurró Chiaki como respuesta.

Su padre sonrió por dentro, Feei para él también era como una hija, la vio crecer, llorar, sonreír, jugar y ayudar a su hijo único.

-Feei, tranquila- dijo el padre de Chiaki quien sorprendió a los dos- ahora me doy cuenta- sus ojos se abrieron y una mirada melancólica con... ¿Arrepentimiento? en ella...- la mueva hitoriki está haciendo lo mismo que yo... ahora puedo sentir un leve sentimiento que experimentan mis víctimas antes de morir...

-¡Calla padre!- Chiaki se levantó furioso, cosa que era extraño en él, hasta sorprendió al señor Nomoyama- ¡No vamos a morir ni menos ahora!

-Hijo... perdóname...- y luego la tensión se marchó cuando Chiaki se fue.

-¡Joven!- Feei iba a seguirlo cuando el señor la detuvo.

-Por favor, pase lo que pase... tú para mí eres como una segunda hija que no tuve la oportunidad de tener, cuida a Chiaki y protégelo, él y tú son mi orgullo único.

A Feei se le llenaron los ojos de lágrimas y abrazó a su nuevo padre.

-Pa- p...

-Vamos dilo- le animó él, con una leve sonrisa.

-Papá...

-Gracias... ya ahora vamos a ingeniar un plan.

-Sí- y los dos salieron.

**Así pasaron las horas**

-¡¡Miyu derrotó al noveno grupo!!- anunciaron.

-Ya falta el último grupo para que llegue aquí- susurró el señor Nomoyama- es muy fuerte, pero con eso supongo, según mis cálculos, ella ya estará agotada, al menos la mitad de su energía.

-Sí- asintió Chiaki.

*************

-Vaya, no me imaginé que fueran tan inteligentes... agotarme con 10 grupos de 50 peleadores- susurró viendo la inmensa puerta desde cierta distancia.

*************

-¡¡El décimo y último grupo al fin fue derrotado!!- gritó el anunciador.

-Es la hora...- hubo un largo y tenso silencio, pero no ocurrió nada por varios minutos, cosa que relajaron a algunos y a algunos no, por la experiencia ya dada.

-¡Nadie baje la guardia, puede atacar en cualquier momento!- gritó uno.

Los minutos pasaron, pero nada, ya habían algunos murmullos, especialmente en los principiantes:

-Se debe de haber resignado- murmuraba uno.

-No, yo pienso que el último se mató mutuamente con ella al mismo tiempo...

-No eso no es verdad, se escapó porque tenía miedo de mí jaja...

-Sí, sí, mira que te la creemos- murmuró otro.

De pronto sintieron un sonido extraño detrás de unos arbustos, así que los cuatros se acercaron llenos de la curiosidad, pero descubrieron lo que menos deseaban, su muerte, fue silenciosa, rápida y tranquila, luego fueron arrastrado hasta atrás de los arbustos y de allí salió una chica de cabellos castaños, con mechones anaranjados, esta vez no venía con su típico peinado, esta vez venía con una larga trenza que le llegaban hasta la cintura de larga, vestía con un traje negro, su estilo era de china, contaba con una camiseta mangas tres cuarto y unos pescadores, tenía unos pequeños bordados rojos muy bonitos, pero aquel hermoso traje estaba cubierta con manchas carmesí, algunas secas y otras recientes.

-Es hora, face: "Ataque de invación silenciosa" finalizado- susurró y desapareció.

*************

-Se demora mucho... padre- dijo Chiaki.

-Ya llegará...- de pronto afuera se pudo oír un gran alboroto y la mitad de ella estaba tirada en el piso.

Feei se había asomado por la ventana del tercer piso, allí estaban ellos tres.

-Mi- Miyu...- apenas podía hablar sus manos temblaban, realmente no deseaba morir...

-Llegó, Chiaki, seré yo el primero quien pelee con ella, tu seguirás si...

-¡No padre! Lo haremos los dos.

-¡¡OBEDECE!!- le gritó, cosa que dejó impactado a Chiaki, nunca lo había visto tan decidido.

-S- sí- respondió y se acercó a Feei que mantenía la mirada agachada.

-Debo proteger al joven Chiaki, lo he decidido, protegeré al ser más amado para mí- levantó su vista y miró a Chiaki decidida.

-Feei... deberías irte.

-¡No!- dijo decidida- ¡Me quedaré aquí y no me moveré!

-¡Estorbarás!- le gritó Chiaki, no sabía por qué.

Feei puso sus manos en las mejillas tibias de él y lo miró tiernamente:

-Sé muy bien que me gritaste, solo para protegerme, pero no me iré...- y una sonrisa apareció en sus labios rojos.

-Feei- susurró Chiaki- lo siento, pero tú...

Ella negó con la cabeza y él se rindió.

Sólo esperaron hasta el momento indicado, afuera era un total caos, todo se destruía, gritos, choques de metal contra metal, chispas, engaños, muertes, sufrimiento y lo principal... el grito de venganza de una chica que ellos mismos habían creado. El deseo de la venganza que la había estado albergando y todavía lo esta haciendo, en el corazón de Kenru que ahora era simplemente Miyu Shizaku. Una asesina a sangre fría, sin compasión ni dolor, sin resentimientos ni arrepentimientos, lo único que conocía era...: "Deseo de venganza"

Mientras en el mundo algunos desean: vivir, ser felices, estar con el ser más querido, disfrutar lo que les han brindado, sonreír, compartir... pero ella solo deseaba: venganza, destrozar, gritar, desesperación, odio, matar... y en su interior... tal ves... "olvidar"

Pasaron los últimos minutos... segundos... la puerta de abre con un golpe.

-El tiempo ha llegado- murmuró el señor Nomoyama.

-"El filo del dragón" ni que filo ni que nada- Miyu tenía leves rasguños y golpes con cortadas en el cuerpo, pero no era nada comparada a la herida interior que tenía, que hasta ahora no se había cerrado por la pérdida de su única familia- ¡Malditos! ¡Cobardes! ¡Cómo se atrevieron a matar a mi familia! ¡Mi única familia!- no podía controlarse con solo ver esas caras la encolerizaba hasta no saber cuanto.

-...- los tres presentes ni respiraban, tampoco pronunciaban palabra alguna, parecían... ¿Arrepentidos?

-¡¿Qué?! ¿Están arrepentidos? ¡No me digan!- y una gran carcajada la acompañó, luego se tranquilizó- en estos momentos el arrepentimiento no sirve, ya es muy tarde ¡Les pasa por no pensar antes!- y golpeó con furia el piso con su pie derecho y provocó un agujero bastante grande.

-Vaya que está enojada- pensó Chiaki- pero se ve tan bonita con ese traje...- se sacudió fuertemente la cabeza- no debo estar pensando en eso ¡Ella nos matará!

-Miyu...- susurró Feei.

-Comencemos- dijo el padre de Chiaki- ¿No querías vengarte matándonos? Entonces ¿Qué esperas?

-Esperaba a que lo dijeras- y un brillo especial aparecieron en sus ojos color ámbares.

Las espadas chocaban entre sí, saltos, la velocidad era increíble, las técnicas de Miyu, eran sorprendentes, nunca la había visto combatir de aquella manera.

-Joven, Miyu combate de una manera bastante diferente a como nosotros la conocíamos...

-Sí tienes razón, o sea... ¡No puede ser!- Chiaki palideció y luego miró a Feei- Ella... ella... sabía sobre nosotros... sabía de donde y quiénes éramos, por eso me pareció raro que no se sorprendiera al entrar y vernos aquí.

De pronto una de las dos espadas vuela y llega cerca de Feei, si no fuera por Chiaki ella... ya no estaría en este mundo. Cuando ellos dos se fijaron nuevamente en los dos peleadores se dieron cuenta que la espada que había sido casi la asesina de Feei era la de ¡¡Miyu!!

-Creo que soy mejor- susurró el señor Nomoyama.

-No, lo crea- Miyu hizo un movimiento rápido con sus piernas, su cuerpo bajó y apartó la espada de su cuello.

-¡¡¿Qué?!! ¡Artes Marciales!- gritó Chiaki, la espada de su padre también había volado, los dos estaban desarmados, Miyu se levanta.

-Será mejor que esta pelea sea justa- dijo Miyu, alzando sus puños poniéndose en guardia, luego de unos momentos volvió a una posición más relajante y fue por la espada del señor.

-Ya veo, no sabe combatir de otra manera, sostenga- y le lanzó la espada.

-Esto no sería justo ¿No? tal como dijiste.

-No es necesario ya verá como recupero mi arma- mientras sus ojos de color ámbar se desvía hasta el otro lado de la gigantesca habitación, lugar en donde estaba su espada.

-Ya lo veremos.

-Primera regla- mientras empezaba a atacar- ¡Nunca subestimes a un enemigo!

Y así empezaron de nuevo, Nomoyama se sorprendía por la velocidad de Miyu y sus ataques.

-Dime que ataques usas- preguntó él, mientras seguían sin parar.

-Artes marciales que aprendí de pequeña- los recuerdos invadieron su mente distrayéndola por un momento:

-¡Jaaa!- entrenaba con su maestro.

-Con más fuerza- animaba él- eso.

-¡¡Jjjaaa!!

-Usa la debilidad de tu oponente, observa sus movimientos, trata de adivinarlos a través de la mirada.

-"Trata de adivinarlos a través de su mirada"- repitió Miyu en voz baja en pleno combate, la espada iba directo a su corazón...- el maestro Seijuurou también me dijo lo mismo: "A través de la mirada"- faltaba milímetros... ella se da cuenta... salta... su manos se apoyan en el metal de la espada y al dar una vuelta vertical con los pies golpea a Nomoyama en el pecho, quién cae hasta un rincón de la habitación y Feei va en su auxilio, mientras Chiaki estaba allí parado observando con gran asombro aquel movimiento tan rápido.

Miyu estaba arrodillada, su camiseta había sudo rasgada y su cicatriz en forma de cruz en su pecho izquierdo se veía perfectamente, aunque su piel no había sufrido daño alguno, un poco más y habría sido muerta.

-¿Tus técnicas de artes marciales... con que las combinas?- preguntó de pronto Chiaki, había notado algo raro.

-Con...- dudaba si decirla o no pero se decidió por sí- la técnica: "Futae Nokiwami" cada golpe es combinada con ella.

-Ya veo.

-¡¡Chiaki!!- gritó Feei con lágrimas.

-¿Qué ocurre?- mientras desviaba la vista de una Miyu algo agotada hacia aquel rincón.

-Papá... papá no... papá no...- no podía decirlo hasta que reunió valor- ¡Papá no respira ni tiene pulso!

Chiaki se desesperó ¡¿Qué?! que papá no...

Miyu se había levantado mientras ellos dos estaban con aquel señor, fue directo a donde la espada estaba, la cogió y la miró.

-Que bueno que no le pasó nada...- y suspiró.

-¡Maldita!- se pudo oír un grito.

-Bien, bien, me halaga esa palabra proveniente de un asesino de mi propia familia- dijo de una forma sarcástica y vio como Chiaki se le acercaba a gran velocidad, Miyu fácilmente bloqueó que golpe de Chiaki y así comenzó una nueva pelea.

Miyu decidió que era tiempo de dejar de jugar y ponerse serio:

-¡Estilo "Hiten Mitsurugi" Hi Ryu Sen!- un perfecto ataque sorpresa, Chiaki quedó tirado en el suelo, Feei fue corriendo tras él.

-¡Chiaki!

-¡Rayos cuando estábamos con ella nunca nos mostró su verdadera fuerza!- se reprimió a sí mismo.

-Morirás- un susurro provino detrás de Feei, los dos se pararon y Feei se puso delante de un lastimado Chiaki, que por suerte no llegó a morir por haber hecho un apenas bloqueo mas esquivarlo...

-Primero sobre mi cadáver- dijo Feei.

-¡¡NO FEEI!!- Chiaki gritó.

Ella cerró los ojos, pensó que sería rápido pero no sintió nada, pero sí algo cálido delante de ella, lentamente abrió los ojos y vio algo que la dejó congelada, pálida y destrozada...

-Que... bueno que estás bien ¡Ahg!- la espada estaba enterrada en el pecho de Chiaki, mientras que el mismo sostenía con sus manos el metal para que no llegara hasta más allá de su cuerpo y lastimar a Feei que estaba tras de él.

-Jo... jo... joven...

-¡Ya no me llames "Joven Chiaki"! Solo... solo... Chiaki.

-Chi... Chiaki... ¡No me dejes!- gritaba llorando mientras Miyu observaba la escena con asombro, Feei se movió e intentó sacar la espada del pecho de Chiaki, pero ni Miyu ni él se lo permitían- ¡No! ¡Ya basta!- sus delicadas manos empezaba a sangrar...- ¡Basta! ¡Dejen esta absurda pelea! Por favor paren...- usaba todas sus fuerzas pero no había ningún efecto.

-Feei...- una mano de él se separó del metal y acarició la mejilla de Feei manchándola de sangre y le sonrió- es mejor más tarde que nunca... ¡Ahg!

-¿A que se refiere?- mientras paraba un momento.

-A cabo de darme cuenta que eres para mi más que una amiga, más que una hermana- Feei se sonrojó- me di cuenta de eso cuando me interpuse... para salvarte, mi mente... estaba en blanco, pero mi corazón estaba muy claro...

-Y Miyu...- preguntó ella triste y a la vez feliz, Chiaki negó con la cabeza.

-Era una rara atracción, no más, pero amar es distinto, y eso es lo que te quiero decir ¡Agh! Yo te amo Feei...- y lentamente cerró los ojos.

-¡¡NOOO!!- empezó a toser atrozmente, Miyu sacó la espada, se sintió rara... como si no fuera ella la que había hecho todo esto, su mirada cambió, el cuerpo de Chiaki cayó en el piso- No... yo... yo... yo también te amo Chiaki...- y Feei se apoyó en cima de él y comenzó a toser... no podía aguantar más.

-No.. esta no soy yo...- Miyu soltó la espada tirándola lejos y viendo como Feei, por sus manos... su dedos escurrían gotas de sangre... y manchaban las ropas de Chiaki.

-¡Chiaki espérame!- Feei se lanzó y cogió la espada que Miyu había tirado, su mirada vio la de Miyu y parecía no reconocerla, no se parecía a la mirada de Miyu, parecía otra persona, no le importó la miró con tristeza, no con odio, si no con tristeza, sus labios estaban más rojos que nunca, en realidad, demasiado- ¡¡Aaaahhhhhggg!!- se había enterrado la espada y luego se arrastró como pudo hasta donde Chiaki... y allí... murió también.

-¡¡NOO!! ¡¿Por qué?!- siguió retrocediendo, miró sus manos, sangre, sus ropas, sangre, su cuerpo, sangre, su cabello, sangre, el piso, sangre, sus recuerdos ¡¡Sangre!! ¡Que rayos había hecho con su vida! Lágrimas empezaron a brotar, terror y horror... cuando... llegó hasta aquel oyó que había hecho en cuanto entró.

Cayó de espaldas y llegó hasta el segundo piso, todavía consciente, pero algo perturbada, cuando aquel piso también se rompe y cae con todo, alarga sus manos como si pidiera ayuda, pero en el fondo sabía que nadie lo haría, todos estaban muertos... cuando siente un cálido roce en sus manos y luego un rostro frente a ella...

-Mamá...- alcanzó a susurrar.

La reconocía, por las descripciones y algunas que otras fotos, no muchas pero sí algunas. Luego... todo era oscuro...

Continuará...

Notas de la Autora: ¡¡Qué triste y sangriento capítulo!! U.U lo siento me he vuelto algo obsesiva con sangres y muertes, aunque... ~ ¡¡Qué asco!! ^~^Û ¡Qué he hecho! Jeje... U.U mala ¡Hibari Zhang! Bueno pero... el capítulo empezó algo fuerte ¿No? O ¡Qué cruel! ¡Misao! ¡Sanosuke! (¬¬ por fin apareció ¿Ne? Pero... ¿Desapareció muy rápido?) ^o^Û pido MIL disculpas a sus fans, I'm sorry, please... U.U vaya lo rápido que aprende Miyu ¿Ne? Bueno no hay que negar que su padre lo aprendió en... ¿Una... semana fue? No me acuerdo... (me refiero a la técnica: Futae Nokiwami, para él(la) que este(a) algo perdido(a)) ^^Û bueno pero cualquier crítica sea mala o buena (OJO: ¬¬ sin insultos ni na' de eso ¿Ok?) A mi mail: kawai_hibari@lanota.com

Avances del "último" capítulo 11: "¿Realmente un nuevo amanecer?"

¡Uy! Será el último capítulo... jeje... pues... ocurre algo... U.U una mascota de alguien rescata a Kenru/Miyu y la hospeda en su casa, ¡¡¿QUÉ?!! Perdió sus recuerdos U.U y algo más perdió... pasa el tiempo y... (^^Û algo feliz) à ¡¡LEE POR FIN LA ENCUENTRA!! ¬¬ cuando empieza a recordar... es obvio ¿O como Lee la reconocerá? Pues no pudo reconocerla en Miyu, ni menos con otro nombre... por eso ella recupera su memoria y recuerda su verdadero nombre y es así como los dos se vuelven a entender... pero lo extraño es que no recuerda su vida como Miyu (¬¬ más vale, la pobre ya sufrió bastante...) recuerden... algo más va a perder... "cosa que nunca más va a recuperar en su vida" U.U