NOTA: ESDLA ( Personajes, Dialectos, Lugares, etc. ) son propiedad de J.R.R Tolkien. Nuravar, Personajes relacionados, Lenguaje de Unicornio, Canciones, Poemas, Hechizos, y cualquier otra cosa que no reconozcan.. son ideas originales mías.
CAPITULO 3: REVELACIONES
"Es sorprendente todo lo que me has contado. ¡Tú y Gimli son unos héroes!" Exclamó Zullian sin poder ocultar la emoción que sentía.
" Oh, no es para tanto. Nosotros sólo ejecutamos una pequeña parte en la destrucción del Enemigo" respondió Legolas con modestia
Ella le reclamó " ¿No es para tanto? ¡Cómo puedes decir eso!. ¡Fueron convocados al Concilio de Elrond, pertenecieron a la Comunidad que acompañó al Portador del Anillo y combatieron junto a Mithrandir y el Heredero de Góndor!" - Con tristeza y casi en un susurro, agregó - ¡Créeme que los envidio! A mí me hubiera gustado ir a la guerra pero mi padre no lo permitió, envió a un grupo de guardias que me detuvieron en los límites de Fangorn y después de sermonearme me dijo "Vendi úvar ohtari " (Las doncellas no deben ser guerreras) " El tono de su voz parecía el de una niña adorable y caprichosa, a la que le han negado un deseo.
A Legolas le enternecieron las últimas palabras de Zullian. Para animarla le dió una palmadita en la espalda y le dijo "Hizo bien tu padre al no dejarte ir. Sé que eres una excelente guerrera y que tu magia nos hubiera sido de utilidad, pero…¿Ya te pusiste a pensar que sin ti, Nuravar no hubiera resistido los ataques de Saruman?" Ella no contestó, sin embargo él pudo leer en sus expresivos ojos verdemar la respuesta " Tienes razón. Gracias por escucharme ". Legolas sonrió y se dio cuenta que no se necesitaban de muchas palabras para que ambos pudieran comunicarse.
Alrededor de ellos se hizo un profundo silencio y los pensamientos de la princesa giraban en torno al elfo que estaba sentado a su lado " Tengo pocas horas de conocerlo y sin embargo creo que existe un lazo invisible que nos une…tal vez es la admiración que siento por él o que tenemos varias cosas en común. Es un sentimiento muy fuerte, algo que nunca había experimentado… ¡Legolas de Mirkwood ! ¿Por qué me confundes tanto?" - De pronto se estremeció pues una nueva duda empezó a rondar en su cabeza - " Mirkwood … Mirkwood…¿Será posible que Legolas y el Príncipe sean la misma persona? No creo que por coincidencia los dos hayan estado lejos de su casa cumpliendo una misión al mismo tiempo, además a los Concilios sólo va gente importante… ¡Basta ya! Es ridículo pensar que él sea mi prometido. Si fuera Príncipe ya me lo hubiera dicho… ¿ O no ?…. Por otra parte él no sabe que soy Princesa pues acordamos olvidar los títulos…"
Zullian decidió no darle más vueltas al asunto, se levantó estirándose y bostezando. El viento sopló suavemente y acarició su rostro. La noche ya estaba terminando y en el cielo brillaban las últimas estrellas que anteceden al alba. El rocío brillaba en las hojas de los árboles y en los pétalos de las flores, dándole al bosque un ligero olor a humedad. Una neblina espesa se empezó a formar indicando que el día sería muy caluroso.
La voz de Legolas rompió el silencio " Creo que mi historia fue más larga que la tuya. Lamento haberte mantenido despierta, con todo lo sucedido anoche debes sentirte exhausta "
" Estoy bien no te preocupes " respondió ella con otro bostezo " Veamos cómo está Gimli "
" Ya no está frío y el color le ha regresado a la piel" dijo él mientras chequeaba la respiración y pulso del enano "¡Ya está despertando!"
Efectivamente, Gimli abrió los ojos y a su mente regresaron imágenes de todo lo que había sucedido: El jinete verde, la batalla con los orcos, el dolor que sintió cuando los dardos se clavaron en su piel, la sensación que tuvo cuando su corazón dejaba de latir y la energía poderosa que sacudió su cuerpo y lo trajo de la oscuridad mortal hacia la vida.
"¡Gimli que bueno que despertaste! ¿Cómo te sientes?"
El enano se alegró de ver al elfo y quiso hablar pero no pudo hacerlo. Sentía entumecido el cuerpo, su garganta estaba reseca y tenía los labios partidos. El pánico se apoderó de él y sólo pudo emitir un quejido ronco.
"El efecto de la Dragobonia todavía es fuerte. Necesitará algo más que magia para curarse" señaló Zullian
"¿Qué podemos hacer?" Preguntó Legolas
"Existen varias raíces y plantas para contrarrestrar los envenamientos mágicos, pero por el momento no me viene ninguna a la mente" - Una idea le vino de pronto a la princesa y con alegría dijo - " ¡Llamaré a un Ent!" La voz clara de la dama se fue con el viento y pasó de árbol en árbol como murmullo.
Onodrim, cientanél, eärnveleb ndaé wisear
omecin urophél, wendiel ouryá aicevaniar
órdertsay histavël dwarfnobel ifeloar.
( Onodrim antiguo, venerable y sabio
ven en nuestro auxilio, tu consejo
necesitamos para salvar la vida a
este noble enano. )
"Ahora tenemos que esperar a que venga uno de los Ents. Ramaviva es el más experto en raíces y me ha enseñado todo lo que sé de botánica. Es curioso pero parece que esta vez me he quedado en blanco." La última frase, la dijo ella como hablando consigo misma.
"¿Qué pasa conmigo, por qué no puedo moverme ni hablar? y ¿Con quién rayos estará hablando Legolas? ¡Ay de mí, si tan sólo encontrara una forma de comunicarme!" pensó Gimli
"¡ Por Ilúvatar ¡" exclamó Legolas dando un salto y haciendo una mueca chistosa "¡Creí escuchar la voz de Gimli dentro de mi cabeza!" La risa de la princesa lo turbó más y muy serio le reclamó "¿De qué te ríes? ¿Es que no me crees?"
Conteniendo la risa ella respondió "No te enojes Legolas. Sí te creo, pero me divirtió el salto que diste. " - Se aclaró la voz y con más seriedad le explicó – "El encantamiento que utilicé enlazó la mente, espíritu y energía de los tres, este vínculo tuvo que romperse cuando Gimli volvió a la vida… Al parecer el poder del unicornio sigue actuando en tí e hizo que tu percepción síquica aumentara, es por eso que puedes escuchar los pensamientos de tu amigo."
Legolas se le quedó viendo a Zullian con cara de incredulidad. La dama le puso una mano en el hombro y viéndolo fijamente dijo " Aunque te resistas a creer, dentro de tí existe cierta magia que no has dejado evolucionar."
"¿Qué…qué debo hacer para comunicarme con Gimli?" Preguntó Legolas balbucenando, pues el brillo de los ojos de Zullian lo hipnotizaba.
"Sólo tienes que abrir tu mente y esperar a que él piense algo. Al principio te resultara difícil pero después de un rato te acostumbrarás." Dijo ella alejándose de él.
Legolas se quedó callado y pensó "¿Magia…yo? No puede ser…esta doncella me está tomando el pelo" Una mirada traviesa iluminó su rostro y se preguntó si también podría leer los pensamientos de la princesa. De pronto, la melódica voz de ella lo sobresaltó
"¡Ni siquiera lo intentes!" - Dijo ella sonriendo y señalando a Legolas con un dedo - "Esto no es un juego y además no permitiré que entres a mi mente". El elfo se sonrojó ligeramente y quiso protestar, pero la dama se le adelantó "¡Ay, Legolas! Tus ojos dicen más de lo que te imaginas y no necesito de magia para saber lo que cruza por tu cabeza."
Gimli se empezó a impacientar "No comprendo nada de lo que dice Legolas. Me gustaría que hablara en Lengua Común. ¡Gulp! Mi garganta me duele y tengo sed"
"¡Bravo! - Exclamó el elfo con una amplia sonrisa – " ¡Zullian, esto es sorprendente!. Acabo de escuchar los pensamientos de Gimli. Dice que hablemos en Lengua Común y que tiene sed"
La dama corrió por una cantimplora y se dispuso a darle de beber al enano, sin embargo él se negó a aceptar el agua. "¡Por las barbas de Durin…Me estoy volviendo loco y veo lo que no existe! Ese elfo ya me contagió sus sueños extraños. Esta doncella sólo es producto de mi imaginación"
"Gimli cree que está alucinando y que tú eres producto de su imaginación" Dijo Legolas interpretando los pensamientos de su amigo. En el fondo se sentía a gusto con su nueva habilidad síquica.
"¡Saludos Gimli! No temas que no te haré daño. Yo soy Zullian Nuvardariel…" - Colocándose la máscara de mithril, continuó - "…el jinete verde "
El enano puso una cara de sorpresa y susto. Legolas lo calmó "No temas amigo mío, pues ella fue la que te salvó de morir. Bebe un poco de agua y descansa porque hoy nos toca una larga jornada" Luego volvió su vista a Zullian y dijo "Me olvidé de traer la bolsa de comida. Tendré que regresar al lugar de la batalla. Por favor cuida a Gimli… no tardaré en regresar"
"¡No te alejes demasiado! La neblina está muy espesa y puedes perderte" aconsejó la princesa.
Con una reverencia y dándole un beso en la mano, el elfo se despidió de la dama "No os preocupéis mi Lady. De una forma o de otra encontraré el camino que me lleve hacia vos" y con paso veloz se alejó de ella.
Gimli rió para sus adentros al ver que el color subía a las mejillas de la asombrada doncella y pensó "Mmmm. No se necesita ser sabio para adivinar que estos dos se gustan. ¡Elfos… quién los entiende! Tan sólo ayer, me parece, Legolas se estaba lamentando de dejar el bosque y llorando por su amor de ensueño y hoy, a pesar de que estoy moribundo, es todo galantería y sonrisas para esta dama misteriosa. ¡Apuesto mis barbas a que ella es la famosa alma gemela que tanto ha buscado!"
Hasta que Legolas desapareció, la dama volvió su vista hacia Gimli y dijo "Muy bien señor enano. Imagino que tendrás muchas dudas… te contaré que fue lo que te pasó" Gimli la escuchó atentamente y olvidó sus temores al ver el bello rostro de Zullian, el cual irradiaba bondad.
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Legolas recorría el sendero hacia el claro de pinos a grandes pasos, porque deseaba regresar al lado de la princesa lo más pronto posible. "No llevo ni cinco minutos de haberme marchado y ya extraño el brillo de esos ojos verde-azul que muestran toda la pureza de su alma. Desearía tener magia para poder acortar el camino" Esto pensaba él, cuando de pronto la luz pálida de las estrellas y el aroma fresco de los árboles lo envolvió, haciendo que recordara unas imágenes de su pasado…
Sentada cerca de una cama, una hermosa dama de largas trenzas plateadas, velaba el sueño de un niño elfo. Sus ojos azules llenos de sabiduría y amor observaban con atención el rostro del pequeño que acaba de despertar llorando. Su blanca mano acarició los rubios cabellos y con voz dulce le dijo "Deja de llorar melamin ( mi amor ),. mamá está aquí. ¿Qué oscura pesadilla perturbó el descanso de mi pequeño príncipe?
"¡Amil (mami), Ella vino otra vez! Me tomó de la mano y juntos paseamos por una verde pradera. ¡Todo era muy bello a nuestro alrededor y éramos felices! Había un lago cristalino, flores de muchos colores y sauces. Luego vino oscuridad y no la ví más, sólo escuchaba su voz distante llamándome" - dijo él sollozando – "Dime Amil, ¿Quién es es esa doncella?".
Isilmë ( Luz de Luna ), la Reina de Mirkwood sonrió "Mi pequeño. Ella es tu alma gemela, el amor que te espera en el futuro"
Con rostro confundido, el niño volvió a preguntar "¿Cómo haré para encontrarla o reconocerla? Cada vez que despierto olvido su rostro"
"La magia que llevas en tu interior te permitirá rastrearla, además te será fácil reconocerla, pues tienes el don de ver y escuchar con el corazón las cosas que son invisibles a ojos e imperceptibles a oídos" Respondió ella.
"¿Magia interior? No comprendo."
"¡Mi niño! Cuando llegue el momento lo comprenderás. Recuerda lo que te voy a decir… Las almas gemelas tienen la virdud de comunicarse aún cuando están lejos y tarde o temprano se encuentran. ¡Duerme tranquilo Legolas! Yo estaré siempre cerca de ti" – Lo arropó bien, le dio un beso y entonó la siguiente canción:
Duerme mi amado, olvida los problemas hoy
mañana será un nuevo día lleno de luz y esperanza.
No importa que llueva, hay un sol en tu corazón.
No importa el frío, siempre estará el calor de mi amor.
No importa la oscuridad, siempre habrá la luz de una
estrella que te iluminará.
Aunque estemos separados y sientas en tu alma
tristeza y soledad, recuerda vida mía que yo
junto a ti siempre he de estar.
Cuando Legolas estuvo dormido, Isilmë se dirigió al balcón. Abrió la ventana y el dulce olor del bosque inundó el dormitorio. Con lágrimas en los ojos y viendo las estrellas, elevó una oración. "¡ Elbereth, Gilthoniel, proteje a mi pequeño!. Concédele nobleza, sabiduría, fortaleza y todas las virtudes que necesita para llegar a ser un gran Rey. Guíalo siempre y permite que encuentre ese amor que lo llama en sueños. ¡Que sea muy feliz! – El llanto quebró su voz y por último sólo pudo decir - "Mi corazón me dice que no viviré lo suficiente como para verlo convertido en adulto" - La Reina tenía el don de ver el futuro y sabía que su tiempo estaba terminando.
Pasaron algunos años y aconteció que la sombra que se ocultaba en Dol Guldur se extendió por todo Mirkwood y sin previo aviso atacó el reino de Thranduil. La batalla entre elfos y orcos fue una de las más terribles y sangrientas que se hayan visto en el Bosque Negro. Isilmë, bella, valiente y terrible con el arco, defendió el palacio junto a su esposo. Desgraciadamente, el cruel destino la alcanzó y una flecha negra atravesó su pecho. Fue un día triste para todo el reino y en especial para el joven Príncipe, el cual amaba profundamente a su madre. Este hecho lo marcó para siempre e hizo que él se convirtiera en un elfo solitario y melancólico. Conforme fue creciendo, Legolas, prefirió buscar consuelo en las aventuras y cerró su corazón al amor que le ofrecían las doncellas de su reino.
"¡Madre me haces mucha falta!" Suspiró él con tristeza y siguió su marcha.
Por fin llegó al lugar donde había olvidado la bolsa con comida. La recuperó y se regresó casi corriendo. Esta vez las imágenes que se agolparon en su mente se centraban en la figura borrosa de una doncella, la cual poco a poco se fue aclarando. Las palabras de Isilmë resonaron nuevamente en sus oídos y como rayo de luz en la oscuridad, una revelación llegó a él "¡Ya comprendo todo! Mi madre tenía razón, debo ver con los ojos del corazón… No hay duda…¡Mi amada es Zullian!" - Respiró aliviado, como si se hubiera desprendido de un gran peso - "Ahora sólo debo encontrar el momento oportuno para confesarle a ella mis sentimientos. Creo que eso será cuando Gimli se recupere. Al llegar a Nuravar no permitiré que su padre la case con ese elfo, quien quiera que sea,. De ser necesario libraré una batalla, pero no dejaré que me la arrebaten" En el interior de Legolas, ardía la llama de la determinación y el amor.
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"¡Animo Señor Enano, muy pronto sanarás y volverás a ser el mismo de antes! - Dijo Zullian - " Tu pulso está acelerado y tienes un poco de fiebre, te pondré este paño de agua fría para que te sientas mejor." - Gimli se quejó y trató de moverse, ella lo reprendió suavemente "Shhh. No te esfuerces y descansa"
El silencio y el viento de la primera hora del día hicieron temblar a la princesa. Se sentía sola e inexplicablemente extrañaba la presencia de Legolas. Para contener el impulso de llorar, decidió cantar.
¡Mirad la Estrella de la Mañana y alegraos!
Las sombras del miedo nocturno quedaron atrás,
un nuevo sol está por brillar.
Oh, Aurora hermosa que abres las puertas
del día con rosado resplandor
Dime ¿Qué sorpresas me traerás?
Alegrías o tristezas, aventuras o riquezas,
una suave melodía que anime mi solitario corazón.
Permite que la luz del sol ilumine mi sendero,
que mis pasos me lleven hasta una playa de
arenas blancas, cerca de la gaviota y el mar.
El viento jugará con mis cabellos y la brisa
marina me hablará de aquel a quien veo
en sueños y es mi amado inmortal.
Cuando terminó la canción, ella cerró los ojos y de lo más profundo de su alma salieron estas palabras - "¡Melamin, te extraño tanto. Regresa a mí!".- Su frase fue interrumpida por la presencia de alguien que pretendía sorprenderla por la espalda. Con un rápido movimiento ella sujetó la mano de su atacante y lo lanzó al suelo.
"¡Auch!" Se lamentó él
La dama palideció al darse cuenta quién era su supuesto agresor "¡Legolas, lo siento mucho! ¿Te lastimé?"
La risa interior de Gimli resonó en la cabeza del elfo, pero él trató de ignorarla. Se levantó sacudiéndose el polvo y respondió "¡Mi Lady, lo único que lastimaste fue mi orgullo!"
"¿Cuánto hace que regresaste?" Preguntó Zullian
"Hace un par de minutos. En realidad escuché toda tu canción…y por las últimas palabras que dijiste me doy cuenta que se la dedicas a alguien muy querido…¿Quién es él? Dijo Legolas con un brillo misterioso en los ojos y acercándose lentamente hacia la dama, hasta casi sentir la respiración de ella en su rostro.
Zullian sintió miedo, vergüenza y confusión, pues el poder de esa mirada de fuego estaba traspasando su alma y le quitaba el aliento. Entonces fue donde ella notó que había algo distinto en él. Con voz entrecortada contestó "El….es…es.." – De pronto su gran orgullo se impuso y tomó las riendas de la situación - Con tono más seguro dijo "¡No te lo diré! Eso es algo que sólo a mí me concierne. ¡Ah! y por tu seguridad no trates de sorprenderme cuando estoy de espaldas"
Legolas retrocedió un poco, riendo levantó una mano en señal de paz y dijo "No te alteres Zullian. Si no quieres decirme está bien. Y la próxima vez ya no te asustaré…aprendí la lección"
La princesa se alejó de él con el pretexto de verificar si Ramaviva había escuchado su llamado, aunque más bien estaba huyendo de la mezcla de sentimientos que estaba haciendo estragos su interior.
"Jajaja. ¡Qué divertido! Pobre Legolas la dama lo hizo morder el polvo. ¿De dónde habrá salido ella?" Pensó el enano que no se había perdido ni el más mínimo detalle de la situación anterior.
"No te burles de mí Gimli. Ella no me hizo morder el polvo…y para tu información Zullian es de Nuravar" Respondió Legolas muy ofendido
"¡Un momento! ¿Qué está pasando aquí?… El elfo puede leer mis pensamientos…mmmm …esto me huele a brujería"
"¡No exageres Gimli! No es brujería es magia de unicornio" Dijo Legolas sin perder de vista a Zullian, la cual se encontraba a lo lejos explorando una parte del bosque.
"Después de todo yo no estaba tan equivocado, cuando dije que nos encontraríamos a la doncella de Nuravar por estos lugares. ¿Es esta la princesa con la que te quiere casar tu padre?" Preguntó Gimli
"Ella no ha dicho que sea princesa y yo tampoco le he revelado mi título. Eso no es tan importante como lo que acabo de descubrir … ¡Zullian es la dama de mis sueños!" - La voz del elfo estaba cargada de emoción.
"¡ Lo sabía ! ¡ Gimli hijo de Glóin, jamás se equivoca en cuestiones de romance ! Pero francamente me decepcionasteis Maese Legolas, creí que lo descubrirías más rápido que yo. A mí sólo me tomó un segundo para saber que había cierta conexión entre ustedes. ¿ Qué dice ella al respecto. Siente lo mismo por ti ?
Legolas bajó la vista y respondió "Aún no le he confesado mi amor. Lo haré hasta que tú estés bien. Y por lo que he leído en los ojos de Zullian, ella también siente lo mismo por mí, sólo que tiene miedo de reconocerlo"
"Por mí no te detengas, amigo… Deberías quitarle el miedo dedicándole versos, o mejor regálale una flor, róbale un beso o dile de una buena vez por todas que la amas. Tú eres elfo y sabes mejor que yo lo que se necesita hacer para conquistar a esa encantadora fierecilla…¡Jajaja, no puedo olvidar la expresión que había en tu rostro cuando ella te tumbó al suelo!"
Legolas sólo frunció el ceño y no le contestó a Gimli, porque en ese momento su atención estaba centrada en una forma alada que venía hacia la princesa.
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Owlúaith, el vigilante nocturno, es sabio y muy antiguo. Su penetrante vista y su fino oído le permiten enterarse de todo lo que acontece en Fangorn. En vuelo silencioso y rápido, este búho recorre el bosque llevando y trayendo noticias.
Esa noche era diferente a las otras, había mucha actividad y peligro… Seis jinetes de Nuravar buscando a la Princesa fugitiva, un elfo y un enano extraviados por el camino encantado de los robles, una batalla entre orcos y tres intrépidos guerreros, un hechizo para salvar a un amigo herido, una charla a la luz de la fogata y dos criaturas místicas conspirando con el destino…¡Owlúaith, ve, escucha y lo sabe todo!…
A medida que se acercaba, su suave plumaje semejante al terciopelo brillaba con destellos tornasol bajo la tenue luz de las estrellas. Voló en círculos antes de posar sus poderosas garras en la rama más alta de un abeto y se quedó espiando al elfo y al enano que se encontraban cerca de una fogata. El viento gimió y meneó la rama brúscamente. Owlúaith sacudió las alas y buscó con sus oscuros y rendondos ojos a la dama. Cuando la divisó se alegró y descendió hacia ella con la alas extendidas.
"Saludos mi Lady. Traigo un mensaje del Onodrim Ramaviva"
"Habla pronto por favor" dijo Zullian
"Él no podrá venir, sin embargo, yo me tomé la libertad de contarle todo lo sucedido con los orcos y dijo que para curar al enano necesitarás la Raíz de Esdhras, la cual crece en el Lago de los Sauces"
"Gracias amigo por la información. Ahora puedes marcharte, está amaneciendo y necesitas dormir"
"Hasta pronto mi Lady. Llámame si necesitas de mis servicios" dijo Owlúaith alejándose.
Zullian le contó a Legolas y Gimli las noticias que había traído el ave. El único inconveniente que se les iba a presentar era trasladar al enano, el cual era bastante pesado.
"¿En cuanto tiempo llegaremos al lago? Preguntó Legolas
"En dirección sur del claro de pinos, son tres horas de recorrido a paso elfo. Si cargamos a Gimli nos tardaremos el doble" contestó ella.
"Podemos construír una parihuela y atarla a Arod para que la hale, así será más rápido. Los bultos los repartiremos entre los dos" sugirió Legolas
"¡Me parece buena idea. No hay tiempo que perder, manos a la obra!" dijo ella
Reunieron pedazos de ramas, hojas, cuerda, unas mantas; y al cabo de media hora la parihuela estaba terminada. Desayunaron rápidamente y se pusieron en marcha. Durante el trayecto continuaron charlando acerca de la Comunidad, los Ents, Nuravar, Mirkwood y el mar. Gimli, a pesar de sentirse mal, se divertía a costillas de Zullian y Legolas, los cuales se intercambian sonrisas, coqueteaban sutílmente y a veces hasta terminaban discutiendo.
"¿Qué historias has escuchado de Nuravar? Preguntó la princesa
"Que es un reino mágico habitado por elfos y unicornios. También dicen que la Princesa es una de las más bellas de nuestra raza pero que se comporta como fiera indomable y caprichosa" Respondió él levantando una ceja y esperando la reacción de Zullian, pues sospechaba que ella era la hija del Rey Galenor.
Al oír esto la dama se alteró "¡Cómo se atreven a decir eso! Yo no soy…" – se detuvo y recuperando la calma dijo "…de esa opinión. La Princesa es muy dulce y amable. Los que hablan así es porque no la conocen". – Con mirada retadora agregó " Por cierto… yo también he escuchado algunas historias del Príncipe de Mirkwood…. Dicen que a pesar de ser muy apuesto no se ha casado porque prefiere las hazañas peligrosas a la compañía de las doncellas de su reino. Además existen rumores de que el Rey Thranduil ha hecho lo imposible para que su rebelde hijo deje de comportarse como chiquillo arrogante"
Legolas muy indignado gritó " ¡Eso es mentira! Yo no… es decir… él no es ningún chiquillo arrogante y si no se ha casado es porque estaba buscando a su verdadero amor"
Ambos se quedaron en silencio con los brazos cruzados y haciendo un duelo de miradas. Luego de un minuto se dieron por vencidos y rieron.
"Lo ves, yo te lo dije…los títulos y la realeza sólo acarrean problemas. No vale la pena seguir discutiendo por algo que sabemos que no es cierto" Dijo Zullian
"Estoy de acuerdo contigo. ¡Olvidémonos del Príncipe y la Princesa!"
A medida que la mañana transcurría y el sol fue subiendo, el calor fue más intenso. La marcha se hizo más lenta pues Gimli pedía cada cierto tiempo que se detuvieran para darle agua o bien para que lo acomodaran en la parihuela.
"¿En cuanto tiempo llegaremos? Estoy cansado y aburrido. Deseo recuperarme pronto para dejar de ser un bulto inútil" Pensó el enano.
"¡Deja de quejarte! Tú vas cómodamente acostado mientras nosotros llevamos toda la carga" Respondió Legolas
Los elfos estaban exhaustos y ya no tenían mucho ánimo de seguir platicando, por lo que optaron por guardar silencio y ahorrar las pocas energías que les quedaban. Después de ocho horas de camino llegaron a su destino y el corazón de los tres se alegró cuando contemplaron el hermoso panorama, el cual inspiraba sentimientos de paz y tranquilidad.
El lago parecía un enorme espejo de plata, cuyas aguas cristalinas reflejaban el cielo. Blancas ninfas flotaban en la superficie y en el fondo se podían ver los pecesillos dorados que al nadar brillaban como pequeñas chispas de luz.. A los alrededores crecía hierba fina de color verde esmeralda y flores de diversas especies, las cuales despedían un suave perfume que embriagaba los sentidos. Los árboles, en su mayoría sauces, se mecían con la suave brisa y ofrecían su sombra a los cansados viajeros.
Mientras Legolas y Gimli se instalaban, Zullian fue en busca de la Raíz de Esdhras. Cuando la encontró, la trituró con una piedra hasta obtener una mezcla pastosa que disolvió en agua y luego vertió en una cantimplora.
"Bebe un poco de esto Gimli. Su sabor no es agradable pero es la única forma de curarte." Dijo ella ofreciendo un poco del remedio en una taza - Por el rostro del enano se podía saber que el líquido tenía un sabor amargo- " Cada vez que tengas sed te daré una dósis"
Legolas y Zullian vieron con gusto que el aspecto de Gimli mejoraba notablemente. Como los dos estaban cansados, se sentaron bajo un árbol frondoso muy cerca del enano que dormía plácidamente.
La dama cortó una florecilla dorada, parecida a las elanor, y jugueteó con sus pétalos. Con un suspiro dijo "¡Ay, esta flor me trae recuerdos de Lothlórien!
"Hace mucho tiempo que caminaste por el Bosque de Oro ¿Cierto?" Dijo Legolas
Ella meneó la cabeza afirmativamente antes de decir " La primera vez que estuve allí era una niña de 200 años, mis padres me llevaron a visitar a mis primos. Tal vez tú los conoces…ellos son Haldir, Orophin, Rúmil y Galahad, el cual prefirió vivir en Nuravar. Los cuatro solían llamarme " Niphredil " ¡ Esos fueron buenos tiempos! Había una estrecha relación entre El Bosque de Oro y El Bosque de Plata. Me gustaba jugar y correr a orillas del…"
"¡ Río Nimrodel !" se apresuró a decir Legolas
"¿Cómo lo supiste?" Preguntó Zullian con curiosidad
Con amplia sonrisa el elfo respondió usando las mismas palabra que ella había dicho, cuando descubrió que él quería leer su mente "¡Ay, Zullian! Tus ojos dicen más de lo que te imaginas y no necesito de magia para saber lo que cruza por tu cabeza." – La princesa tuvo la intención de hablar y su sorpresa fue grande, cuando sintió en sus labios la presión de uno de los finos dedos de Legolas - "Shhhh…deja que termine" dijo él y ella guardó silencio – "La primera vez que te ví sin la máscara de mithril y la capa, me di cuenta que tienes cierto parecido con la Doncella Nimrodel. La canción la describe con una estrella en la frente y una luz en los cabellos, como el sol en las ramas de Lórien la bella"
Ella contestó "Creo que ha llegado el momento de contarte la verdadera historia de Nuravar, la cual se relaciona con mi familia…"
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Había una vez …un príncipe elfo llamado Laicir, el cual tuvo la desdicha de caer en las garras de Sibelle, la poderosa hechicera que deseaba conquistar su noble corazón. Por muchos años, el príncipe fue sometido a crueles torturas y encantamientos, los cuales intentaban doblegar su orgullo y voluntad, pero él se mantuvo firme y siempre rechazó el amor que le ofrecía ella. Cuando Sibelle vió que todos sus esfuerzos eran inútiles, decidió encerrarlo en un olvidadero ( una celda oscura, fría y sucia de la cual era imposible escapar ). Afortunadamente, Laicir contaba con el favor de los Valar y con ayuda de ellos pudo huír.
Un ejército de horripilantes criaturas salió en su busca y antes que él se refugiara en Fangorn, fue herido por un dardo encantado. Con pocas fuerzas y abatido por el dolor se dejó caer entregándose a la muerte, sin embargo los Valar le tenían reservado un destino diferente y le enviaron a su espíritu afín para que lo auxiliara, el unicornio Skylar.
En medio de la oscuridad, el príncipe conoció a la bella criatura mística, blanca como la nieve con un cuerno de plata en la frente y envuelta en luz radiante. Con dulzura lo llamó diciendo " ¡ Laicir, Laicir regresa a la vida No es tiempo de que partas a Valinor!". Con esas palabras sus heridas quedaron curadas y la alegría volvió a reinar en su alma.
Pasó el tiempo y el apuesto Laicir se enamoró perdidamente de Skylar y la pena lo embargó una vez más cuando se dio cuenta que ese amor era imposible, pues ambos eran de razas diferentes. Ilúvatar se apiadó de ellos y transformó al unicornio en una hermosa doncella élfica con la siguiente condición: "Tú Skylar, serás conocida como La Dama Unicornio y como recuerdo de tu vida anterior conservarás una estrella en la frente. Utiliza la magia que se te ha dado y junto a este noble elfo construye un reino en el corazón del bosque.. Protegerán a todas las criaturas que aquí habitan y especialmente a los unicornios. Es mi deseo que ustedes sean los primeros Guardianes de la Pureza Inmortal". Inmediatamente se escogió a un grupo selecto de elfos que los ayudaron en la fundación de Nuravar, el reino escondido, dónde sólo los puros y nobles de corazón pueden entrar.
Durante unos meses vivieron en paz pero muy pronto llegaron a oídos de Sibelle noticias del Príncipe y su Dama Unicornio. Su coléra fue grande y descargó todo su odio sobre ellos, lo cual fue su perdición, pues la bondad y el poder del verdadero amor vencieron su maldad.
Antes de morir, la hechicera les dijo " ¡Ustedes pagarán el sufrimiento que me han causado!. Escuchen bien pues la sentencia será dictada y caerá sobre sus descendientes "
"Magia magia has mi voluntad.
Que las almas gemelas destinadas a amarse,
sean separadas y no encuentren la felicidad.
Las condeno a vagar tristes y solitarias por el mundo
de los sueños sin luz."
Ni la magia de los unicornios ni el poder de los Valar pudieron cambiar la maldición, sin embargo ofrececieron esperanza para las generaciones futuras:
En el inicio de una nueva era,
dos que se ven en sueños, se
reencontrarán y con el primer beso
de amor verdadero,
el hechizo se romperá
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Zullian finalizó la historia " En cada generación de la familia real de Nuravar, la primera hija que nace porta la marca de la estrella de ocho picos y esto significa que por sus venas corre la magia de unicornio. Skylar se la heredó a su hija Elenriel y ésta a su hija Nimrodel, la cual fue hermana de mi padre. Como ella no tuvo hijas, la estrella pasó a mí."
"¡Eso significa que eres la Princesa!" Dijo Legolas, confirmando sus sospechas.
"No te lo dije antes porque deseaba que me conocieras por lo que soy y no por tener ese título colgado en mis hombros. Muchos caballeros vuelcan hacia mí sus falsas cortesías por ser la Heredera del Reino, y a veces me ven como el precioso trofeo que desean ganar. ¿Ahora comprendes por qué estoy huyendo de esa boda forzada? Mi alma solitaria añora encontrar a su otra mitad, pero el hechizo de Sibelle es fuerte y se me está acabando la esperanza." Respondió ella con tristeza y por sus mejillas resbalaron dos lágrimas de cristal.
"¡Zullian, hay algo que necesitas saber… yo… ! "
Ella se recostó en la hierba con las manos cruzadas en el pecho y dijo "¡ Discúlpa que te interrumpa pero no me siento con ánimo de seguir hablando. Por favor, déjame descansar. Necesito despejar mi mente!"
Legolas se quedó contemplando a la bella doncella que yacía a su lado y contuvo la necesidad de acariciarle el rostro y besarla. " ¡Duerme melamin. Yo cuidaré de ti!" Pensó él y luego entonó la canción que Isilmë le cantara cuando era niño. El sonido del viento en los sauces, el agua ondeante del lago y la dulce voz de él arrullaron a Zullian, la cual se internó en el sendero del sueño élfico.
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