Capítulo 6 .- La pelea, Gollum y la decisión de Legolas
Claro que Legolas y yo, como todos los mejores amigos nos peleábamos. Recuerdo un enfado impresionante poco tiempo después (quizá unos 80 años) de que Bilbo y los enanos se hubiese escapado del Bosque Negro. Claro que nos habíamos peleado antes, pero nunca como esa vez...
Casualmente fue por culpa de una elfa...
Níniel tenía un largo y sedoso pelo rubio, unos adorables ojos azules como el cielo un día cálido de primavera, su risa sonaba como el trino de miles de campanillas, una sonrisa que podía volver loco a cualquiera...
Legolas sabía perfectamente como me gustaba ella... y yo sabía perfectamente como le gustaba a él... Aunque ninguno de los dos comentaba nada al respecto... Teníamos una especie de pacto entre los dos, yo no comentaba nada y él tampoco. Y así íbamos pasando los días... hasta esa mañana...
Esa mañana yo me había levantado temprano (cosa muy extraña en mí... sí, una vez más otra cosa a la que soy diferente al resto de los elfos: duermo muchísimo...).
Cuando salí de mi casa para ir a buscar a Legolas, puesto que él si que siempre se levantaba temprano vi precisamente lo que no tenía que ver: Legolas y Níniel hablando sonrientes por los jardines de palacio.... ¿cómo creéis que me quedé yo en ese momento? Incapaz de dirigirles una palabra en ese momento me fui corriendo en dirección al bosque sin un rumbo fijo.
En un pequeño claro donde las hierbas crecían más altas de lo normal me tumbé, el sol brillaba, la mirada perdida en el cielo y miles de pensamientos pasando a velocidad increíble por mi mente.
¿Por qué Legolas hacía eso? Sabía que a mi también me gustaba muchísimo... ¿Eso significaba que no era realmente mi amigo?
No sé cuanto rato pasé allí hasta que escuché unos pasos que se acercaban. No hizo falta que yo mirase para darme cuenta de que era Legolas
- ¿Dónde has estado todo el día? – me preguntó
Me incorporé a mirarlo
- ¿Te importa mucho? – dije fríamente
- Pues claro que me importa! Eres mi amigo y estaba preocupado por ti...
- Ah... Ahora soy tu amigo... Eso yo ya no lo tengo tan seguro
- Nandor... ¿Qué te pasa?
- Te he visto hablar con Níniel – dije más enfadado a cada segundo que pasaba
- Ahora lo comprendo! Estás rabioso de celos! ¿Te da rabia que me haya escogido a mi?
- No te ha escogido a ti! Ha escogido tu dinero y tu posición social! – exclamé yo
- No tienes ni idea..
Me dieron ganas de golpearle en la cabeza para hacerle entrar en razón. Pero no lo hice. Me marché sin decir ni una palabra más a Legolas
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:- :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
En los días que siguieron no hablé con Legolas. Nos evitábamos el uno al otro, y si nos cruzábamos en algún sitio nos ignorábamos. Era talmente como si nunca nos hubiésemos siquiera conocido
Uno de esos días trajeron a una criatura repugnante al bosque. La llamaban Gollum.
Todos los elfos mayores de edad del Bosque nos turnábamos en parejas para vigilarlo. Todo iba bien hasta el día que nos tocó a mi y a Legolas hacer la guardia juntos....
Al principio no hablamos en absoluto... Cada uno sentado en una de las ramas del árbol, vigilando a la criatura que paseaba husmeando por el suelo
Yo miraba de reojo a Legolas y notaba que él hacía lo mismo.
- ¿Todo bien? – la pregunta se me escapó sin pensar
- En realidad no.. – contestó él – Pero tampoco creo que te importe
- No me importa – dije yo rectificando el echo de haber empezado una conversación con él.
Nos quedamos los dos otra vez en silencio observando a Gollum.
- No me interesa en absoluto Níniel – dice Legolas al fin
- Eso ya me quedó lo suficientemente claro cuando os vi... No hace falta que mientas – le digo yo
- Lo digo de verdad Nandor... Es una elfa muy diferente a la que yo imaginé e idealicé.... Además, aunque estuviera muy enamorado de ella preferiría dejarla marchar con otro antes de perder tu amistad
Miré a Legolas directamente a los ojos al oír eso.... Me había conmovido maldita sea!
- ¿Lo dices en serio? – pregunté casi sin querer
- Pues claro que si! – contestó él sonriendo – Tu vales mucho más que mil Níniels...
Me acerqué y le di un enorme abrazo
- Te he echado mucho de menos... – le dije – Ya no sabía que hacer para no aburrirme
- ¡Nandor! – exclamó Legolas de súbito
- ¿Qué pasa? – le pregunté extrañado
- Gollum no está ahí!
Genial... La criatura asquerosa se había escapado... Se ve que si que tenía un cerebro al fin y al cabo... Escogió precisamente el momento que desviamos la vista del suelo.
- ¿Qué le vamos a decir a tu padre? – le pregunté, pues esa era la posibilidad que más miedo me daba
- Ya se lo diré yo... Tu espérame fuera...
Así acompañé a Legolas hasta la puerta de la habitación de su padre. Vi como tomaba aire un par de veces antes de poner la mano en la puerta.
- ¿Me dejas en herencia tu habitación? – le pregunté haciendo broma para aliviar un poco el momento
El hizo una sonrisa nerviosa y finalmente entró.
Yo me esperé fuera, agudizando el oído para escuchar lo que pasaba dentro... Pero no conseguía oír nada más a parte de ruidos apagados.
"El rey Thranduil lo ha matado" – ese pensamiento llegó a pasar por mi cabeza... la verdad...
Pero no... Después de mucho rato Legolas volvió a salir, mucho más serio que de costumbre.
- ¿Y que? – pregunté yo
- Se tiene que informar de esto a Elrond – dijo él
- ¿Y nada más? Así ha ido bastante bien... – dije yo aliviado
- Me he ofrecido yo para ir hasta Imladris – dijo Legolas – Al fin y al cabo fue mi culpa. Pero mi padre quiere que cuente la versión que fueron otros guardias quienes dejaron escapar a Gollum.
- Pues yo voy a ir contigo – dije decidido
- No, Nandor, me voy solo. – dijo Legolas convencido, y luego, viendo mi cara de preocupación añadió – Pero es algo muy sencillo! Ir hasta Imladris y contar a Elrond que Gollum se escapó. ¿Qué complicación ves en eso? En un par de semanas volveré a estar aquí
- ¿Seguro? – le miré intentando averiguar si me decía alguna mentira
- Pues claro! De echo te dejaría venir, pero mi padre insiste que sólo debo ir yo – dijo Legolas – En cuanto sepa algo allí en Imladris te escribiré y te contaré que tal todo
- ¿Y cuando te marchas?
- Hoy al atardecer – dijo Legolas
Yo quería decirle algo. Que se esperara al menos a mañana, pero no quiso escucharme. Y así ese día, cuando el sol ya estaba en su puesta, Legolas se marchó con su caballo hacia Imladris, y yo me quedé en el Bosque Negro. Injusticias de la vida...
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:- :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
Bueno... Siento haber tardado tanto con este, pero estuve bastante ocupada con los exámenes y a parte tampoco me venía la inspiración.
Espero que les haya gustado y... ¡¡¡Dejen reviews please!!!
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:- :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
Claro que Legolas y yo, como todos los mejores amigos nos peleábamos. Recuerdo un enfado impresionante poco tiempo después (quizá unos 80 años) de que Bilbo y los enanos se hubiese escapado del Bosque Negro. Claro que nos habíamos peleado antes, pero nunca como esa vez...
Casualmente fue por culpa de una elfa...
Níniel tenía un largo y sedoso pelo rubio, unos adorables ojos azules como el cielo un día cálido de primavera, su risa sonaba como el trino de miles de campanillas, una sonrisa que podía volver loco a cualquiera...
Legolas sabía perfectamente como me gustaba ella... y yo sabía perfectamente como le gustaba a él... Aunque ninguno de los dos comentaba nada al respecto... Teníamos una especie de pacto entre los dos, yo no comentaba nada y él tampoco. Y así íbamos pasando los días... hasta esa mañana...
Esa mañana yo me había levantado temprano (cosa muy extraña en mí... sí, una vez más otra cosa a la que soy diferente al resto de los elfos: duermo muchísimo...).
Cuando salí de mi casa para ir a buscar a Legolas, puesto que él si que siempre se levantaba temprano vi precisamente lo que no tenía que ver: Legolas y Níniel hablando sonrientes por los jardines de palacio.... ¿cómo creéis que me quedé yo en ese momento? Incapaz de dirigirles una palabra en ese momento me fui corriendo en dirección al bosque sin un rumbo fijo.
En un pequeño claro donde las hierbas crecían más altas de lo normal me tumbé, el sol brillaba, la mirada perdida en el cielo y miles de pensamientos pasando a velocidad increíble por mi mente.
¿Por qué Legolas hacía eso? Sabía que a mi también me gustaba muchísimo... ¿Eso significaba que no era realmente mi amigo?
No sé cuanto rato pasé allí hasta que escuché unos pasos que se acercaban. No hizo falta que yo mirase para darme cuenta de que era Legolas
- ¿Dónde has estado todo el día? – me preguntó
Me incorporé a mirarlo
- ¿Te importa mucho? – dije fríamente
- Pues claro que me importa! Eres mi amigo y estaba preocupado por ti...
- Ah... Ahora soy tu amigo... Eso yo ya no lo tengo tan seguro
- Nandor... ¿Qué te pasa?
- Te he visto hablar con Níniel – dije más enfadado a cada segundo que pasaba
- Ahora lo comprendo! Estás rabioso de celos! ¿Te da rabia que me haya escogido a mi?
- No te ha escogido a ti! Ha escogido tu dinero y tu posición social! – exclamé yo
- No tienes ni idea..
Me dieron ganas de golpearle en la cabeza para hacerle entrar en razón. Pero no lo hice. Me marché sin decir ni una palabra más a Legolas
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:- :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
En los días que siguieron no hablé con Legolas. Nos evitábamos el uno al otro, y si nos cruzábamos en algún sitio nos ignorábamos. Era talmente como si nunca nos hubiésemos siquiera conocido
Uno de esos días trajeron a una criatura repugnante al bosque. La llamaban Gollum.
Todos los elfos mayores de edad del Bosque nos turnábamos en parejas para vigilarlo. Todo iba bien hasta el día que nos tocó a mi y a Legolas hacer la guardia juntos....
Al principio no hablamos en absoluto... Cada uno sentado en una de las ramas del árbol, vigilando a la criatura que paseaba husmeando por el suelo
Yo miraba de reojo a Legolas y notaba que él hacía lo mismo.
- ¿Todo bien? – la pregunta se me escapó sin pensar
- En realidad no.. – contestó él – Pero tampoco creo que te importe
- No me importa – dije yo rectificando el echo de haber empezado una conversación con él.
Nos quedamos los dos otra vez en silencio observando a Gollum.
- No me interesa en absoluto Níniel – dice Legolas al fin
- Eso ya me quedó lo suficientemente claro cuando os vi... No hace falta que mientas – le digo yo
- Lo digo de verdad Nandor... Es una elfa muy diferente a la que yo imaginé e idealicé.... Además, aunque estuviera muy enamorado de ella preferiría dejarla marchar con otro antes de perder tu amistad
Miré a Legolas directamente a los ojos al oír eso.... Me había conmovido maldita sea!
- ¿Lo dices en serio? – pregunté casi sin querer
- Pues claro que si! – contestó él sonriendo – Tu vales mucho más que mil Níniels...
Me acerqué y le di un enorme abrazo
- Te he echado mucho de menos... – le dije – Ya no sabía que hacer para no aburrirme
- ¡Nandor! – exclamó Legolas de súbito
- ¿Qué pasa? – le pregunté extrañado
- Gollum no está ahí!
Genial... La criatura asquerosa se había escapado... Se ve que si que tenía un cerebro al fin y al cabo... Escogió precisamente el momento que desviamos la vista del suelo.
- ¿Qué le vamos a decir a tu padre? – le pregunté, pues esa era la posibilidad que más miedo me daba
- Ya se lo diré yo... Tu espérame fuera...
Así acompañé a Legolas hasta la puerta de la habitación de su padre. Vi como tomaba aire un par de veces antes de poner la mano en la puerta.
- ¿Me dejas en herencia tu habitación? – le pregunté haciendo broma para aliviar un poco el momento
El hizo una sonrisa nerviosa y finalmente entró.
Yo me esperé fuera, agudizando el oído para escuchar lo que pasaba dentro... Pero no conseguía oír nada más a parte de ruidos apagados.
"El rey Thranduil lo ha matado" – ese pensamiento llegó a pasar por mi cabeza... la verdad...
Pero no... Después de mucho rato Legolas volvió a salir, mucho más serio que de costumbre.
- ¿Y que? – pregunté yo
- Se tiene que informar de esto a Elrond – dijo él
- ¿Y nada más? Así ha ido bastante bien... – dije yo aliviado
- Me he ofrecido yo para ir hasta Imladris – dijo Legolas – Al fin y al cabo fue mi culpa. Pero mi padre quiere que cuente la versión que fueron otros guardias quienes dejaron escapar a Gollum.
- Pues yo voy a ir contigo – dije decidido
- No, Nandor, me voy solo. – dijo Legolas convencido, y luego, viendo mi cara de preocupación añadió – Pero es algo muy sencillo! Ir hasta Imladris y contar a Elrond que Gollum se escapó. ¿Qué complicación ves en eso? En un par de semanas volveré a estar aquí
- ¿Seguro? – le miré intentando averiguar si me decía alguna mentira
- Pues claro! De echo te dejaría venir, pero mi padre insiste que sólo debo ir yo – dijo Legolas – En cuanto sepa algo allí en Imladris te escribiré y te contaré que tal todo
- ¿Y cuando te marchas?
- Hoy al atardecer – dijo Legolas
Yo quería decirle algo. Que se esperara al menos a mañana, pero no quiso escucharme. Y así ese día, cuando el sol ya estaba en su puesta, Legolas se marchó con su caballo hacia Imladris, y yo me quedé en el Bosque Negro. Injusticias de la vida...
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:- :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
Bueno... Siento haber tardado tanto con este, pero estuve bastante ocupada con los exámenes y a parte tampoco me venía la inspiración.
Espero que les haya gustado y... ¡¡¡Dejen reviews please!!!
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:- :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
