Capítulo 7 .- Cartas de Legolas
Hacía una semana que Legolas se había marchado cuando llegó una carta suya. Me fui directo a la casa del árbol para tener un poco de tranquilidad y que mi madre no me estuviera todo el rato lanzándome miraditas interrogativas y esperando que le contase que ponía en la carta.
Abrí el sobre y de inmediato reconocí la letra de Legolas.
¡Hola Nandor!
Acabo de llegar a Imladris. Aún no he visto a Elrond, pero si que he estado hablando con su hijo Elrohir. También he conocido a Glorfindel, al parecer un elfo muy importante aquí.
Me han comunicado que mañana habrá una especie de concilio para tratar temas importantes y yo debo estar presente.
Hay mucha gente aquí, y todos vienen con noticias importantes para Elrond. Me temo que lo que tengo que decirle yo sea de muy poca importancia.
Ahora me arrepiento de no haberte dejado venir conmigo... Para un asunto tan poco importante hubieras podido venir sin ningún problema y además me hubieras echo compañía.
Creo que hace un día, quizá dos, llegaron aquí algunos medianos, que tienen una misión muy importante entre manos. Ya puedes imaginarte que misión importante pueden tener cuatro medianos...
Y no adivinarías nunca quien vi esta mañana... ¡A Mithrandir el Peregrino Gris! Si él está aquí debe de haber algún asunto muy importante que tratar con Elrond. Puede incluso que pueda llegar a enterarme en el concilio.
Ya te contaré!
Adiós por ahora
LEGOLAS
Me quedé con la carta en las manos sin saber muy bien qué hacer. Luego bajé de un salto del árbol y me fui a mi habitación. Allí abrí el armario y empecé a sacar todo lo que tenía allí a montones al suelo. No ahí no estaba.
Luego empecé a sacar todo lo que tenía tirado bajo la cama, y al fin, llena de polvo la encontré.
Soplé para sacudirle todo el polvo, y así se pudo descubrir que lo que había rescatado debajo de la cama era una caja de madera tallada de forma que estaba decorada con motivos de hojas. Me la había regalado Legolas mucho tiempo atrás. Me dijo que era para guardar cartas, y yo la tiré debajo de la cama pensando que no me serviría de nada porque nunca nadie me mandaba cartas
La abrí y metí allí la carta.
En ese momento entró mi madre en mi habitación.
- Nandor, tendrías que... – se interrumpió al ver absolutamente todo el suelo de mi habitación cubierto de cosas (la mayoría inservibles). – Vaya... Me alegro de que al fin hayas decidido poner un poco de orden a todo esto
- No es eso mamá. Estaba buscando algo – dije mostrándole la caja
- En este caso ahora tienes una oportunidad de ordenarlo todo al volver todas las cosas a su sitio. – mi madre cerró tras de si la puerta de la habitación.
Miré a mi alrededor. En esos momentos ni siquiera podía ver el suelo.
- Genial... – suspiré sin saber muy bien que hacer
Decidí ser práctico una vez más en mi vida y amontonar de nuevo todo lo que había dentro del armario.
Me costó mucho meterlo todo dentro, pero al final (con bastante trabajo) pude cerrar definitivamente la puerta
Entonces me marché disimuladamente hacia la puerta, intentando salir de casa sin ser notado por mi madre. Aún así, ella tiene una especie de sexto sentido...
- ¿Ya lo has ordenado todo, Nandor? – me preguntó
- Pues claro! – forcé una sonrisa, abrí la puerta y me marché corriendo
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
Dos días más tarde, cuando me senté en la mesa para desayunar, había de nuevo una carta de Legolas.
La cogí sin pensarlo y salí corriendo. Aún tuve tiempo de oír a mi madre:
- ¡Nandor! ¿Dónde te crees que vas? Y el desayuno qué!
Una vez en la casa del árbol, me senté, suspiré unas cuantas veces intentando coger aire, y luego abrí la carta. A medida que iba leyendo la sonrisa se iba borrando de mi rostro.
¡Hola Nandor!
Bueno, las cosas se han complicado un poco por aquí... Verás, en ese concilio que te conté me enteré de muchas cosas. Hay muchos problemas respecto al anillo único.
Esa cosa a la que llamábamos Gollum y que tu y yo dejamos escapar ha pasado información en Mordor acerca del anillo único, que está a manos de uno de los medianos que te dije que habían llegado aquí en una misión importante... Y yo que me burlé de eso! Sauron envió a los Nueve a perseguir a Frodo (el mediano) y a sus tres compañeros. Glorfindel se deshizo, pero sólo temporalmente.
Ahora Frodo tiene una muy importante misión: llevar el anillo hasta el Monte del Destino en las mismas entrañas de Mordor y destruirlo. Sólo puede ser destruido allí, puesto que ahí fue donde Sauron lo forjó.
Puesto que es una misión muy peligrosa, Elrond dijo que Frodo iría acompañado de una compañía. La compañía es de nueve personas: Frodo, Sam, Merry y Pippin que son los cuatro medianos y fue imposible para Elrond separarlos. Hay también dos hombres de Gondor: Boromir hijo de Denethor, senescal de Gondor y Aragorn hijo de Arathorn y heredero de Isildur.
Mithrandir también irá con la compañía.
En representación de los enanos va a ir Gimli hijo de Gloin y... Nandor, yo estoy en esa compañía en representación de los elfos. Es un gran orgullo para mí que Elrond me haya escogido precisamente a mí para esta misión. He puesto mi arco al servicio y a la protección de Frodo y si es necesario llegaré hasta las mismas puertas de Mordor.
El viaje será largo y peligroso y puede que nunca vuelva al Bosque Negro. Pero estoy dispuesto a arriesgar mi vida para salvar a la Tierra Media.
Intentaré escribirte alguna carta durante el viaje, aunque no te aseguro nada.
Si no vuelves a saber nada de mí recuerda esto: Has sido mi mejor amigo y te he querido como a un hermano. No cambies nunca.
Namarië
LEGOLAS
Me leí la carta tres veces para asegurarme de que no había entendido mal lo que ponía.
"Es una broma" – recuerdo que pensé
Pero esto no me tranquilizó en absoluto. Me levanté apresuradamente y me fui muy decidido hacia el palacio, tenía que hablar con el rey Thranduil
Lo encontré desayunando. Sonrió al verme
- Nandor... Anda, pasa y siéntate conmigo – dijo amablemente
Hice lo que me había dicho
- ¿Has desayunado? – me preguntó
Yo negué con la cabeza aún sin decir nada
- Lo supuse... – dijo con una sonrisa acercándome otro plato con el mismo desayuno que él
- ¿Usted sabía que yo iba a venir ahora sin desayunar? – pregunté sorprendido
- Estaba casi seguro que en cuanto vieras la carta vendrías hacia aquí para hablar de eso conmigo – dijo el rey aún sonriendo
- ¿Así a usted también se lo ha contado, Legolas?
- Por supuesto. Y estoy orgulloso que sea mi hijo el elegido
- Pero usted debe darme permiso para ir a Imladris ahora mismo! Yo también quiero ir en esa compañía! Seguro que de nueve a diez no hay ninguna diferencia! – exclamé en un intento de que el rey me comprendiera
Pero vi que él negaba con la cabeza
- Lo que tenga que pasar pasará. Legolas sabe cuidar de si mismo. Es bueno con el arco y ágil con la daga
- Pero no tiene demasiada experiencia en batallas – agregué yo
- Tampoco solucionarías esto si fueras tu
- Pero yo le ayudaría! Soy tan bueno como el con el arco! - exclamé
- La compañía ya está completa – dijo el rey
- Pero hay cuatro medianos, dos hombres... Que hubiera dos elfos tampoco sería tan grave!
- Lo siento Nandor, no puedo darte permiso para ir... – dijo el rey
Bajé la cabeza tristemente. Intenté pensar en cosas que podría hacer sin Legolas, pero no se me ocurrió nada que me pareciese buena idea.
- Aquí serás más útil que con la compañía – dijo de nuevo el rey
- Si... Seguro... – dije con una sonrisa de resignación
- Lo digo de verdad. Los tiempos que se acercan no son buenos. Seremos atacados varias veces, tanto por los orcos como por los sureños.
- Genial... – dije yo sin saber muy bien lo que decía
- Quiero pedirte que seas el jefe de mi guardia real
Miré desconcertado al rey Thranduil. ¿Había oído bien?
- ¿Qué dices? ¿Aceptas? – preguntó el rey
- Por supuesto! – exclamé sintiendo que otra vez tenía un montón de cosas por hacer
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
En efecto, durante mucho tiempo hubieron ataques intermitentes en el Bosque Negro, y estuve muy ocupado con mi nuevo cargo.
Ninguna carta de Legolas llegó.
Pasó muchísimo tiempo, un año o más. Pasaron muchas cosas. Llegaban poquísimas noticias acerca de la compañía. Y cuando supimos de su disolución y de la muerte de uno de sus miembros temí lo peor. Más tarde nos llegaron noticias de que Legolas estaba en Rohan y estaba bien.
Llegó el día que amaneció sin luz y muchas cosas más.
Pero cuando llegaron las noticias de que la Guerra había terminado y Legolas no volvía me desesperé. Estaba segurísimo de que habría muerto.
Pero entonces un día, al entrar en palacio vi una capa extremadamente gastada colgada en uno de los extremos de la escalera. La reconocí al instante: era la capa de Legolas
Detuve a una de las elfas del servicio
- Disculpe... ¿Sabe usted si el príncipe Legolas ha regresado?
- En efecto maese Nandor – me respondió ella – Llegó ayer, pero estuvo durmiendo hasta ahora. Se encuentra con su padre en el comedor.
- ¿Y porque ha tardado tanto en regresar? – pregunté de nuevo
- Al parecer estaba visitando Fangorn con un amigo – la elfa se marchó
- Genial... Yo sufriendo como un bobo por él y el tío se va de vacaciones sin decir nada! – dije sarcásticamente para mí mismo
Corrí tanto como pude hasta el salón, abrí la puerta de golpe y cuando vi a Legolas sentado, hablando con el rey fue como si un peso que hubiera tenido dentro de mi corazón desde que Legolas se fue muchísimo tiempo atrás se hubiese desvanecido. Puse una amplia sonrisa y dije :
- ¿Ya te despertaste bello durmiente?
Legolas se levantó de la silla donde se había sentado y me dio un gran abrazo. Yo me quedé sin saber muy bien que hacer.
- Bueno... Yo también me alegro de verte... – dije entre sorprendido y enormemente contento
- Es que tuve un sueño donde tu morías... Y me alegro de que solo hubiese sido esto: un sueño... – respondió él
- Muy bonito! ¿O sea que vas soñando que yo paso a mejor vida? – y añadí en tono sarcástico – Tener mejores amigos para esto!
Legolas sonrió.
- Anda ven! Te contaré lo que soñé!
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
Ese sueño era muy extraño. Aunque nunca se lo confesé a Legolas. Intenté sacar el lado positivo.
(A/N: El sueño está explicado con todo detalle en mi fic "Secretos". Todo el fic es el sueño)
- Es muy sencillo – dije cuando conocí toda la historia del sueño
- ¿Le encuentras algún sentido?
- Pues claro! – exclamé – Yo lo he analizado psicológicamente todo
- ¿De verdad? – dijo Legolas con una sonrisa
- ¿Acaso lo dudas? Vamos a ver: lo de ese "casi-beso" con Melian, no puede decir otra cosa que lo obvio
- ¿Y que es lo obvio? – dijo Legolas divertido con la situación
- Pues que necesitas una figura femenina... Te has pasado demasiado tiempo diciendo "a mi no me interesan las elfas". Y tu instinto de elfo de llama... No puedes ignorarlo.
- Ah claro! Era muy obvio! – dijo Legolas sarcásticamente
- Hablo seriamente. – dije yo de nuevo – Lo de Gimli, Merry y Pippin, no puede ser otra cosa. Echas de menos a tus compañeros. Te gustaría volverlos a ver.
- ¿Ves? Ahí si que has dicho algo cierto ¿Y lo demás?
Me quedé pensando la respuesta unos momentos. Ahí me había pillado
- Bueno... ¡En todos los sueños hay algo incomprensible!
Legolas rió ante mi respuesta
- De todos modos es una pena que Melian no fuera real... – dijo Legolas al fin
- ¿Quién te ha dicho que no fuera real? Melian puede existir realmente – dije en un intento de animarlo un poco
- ¿Crees que eso puede ser posible?
- Nunca se sabe, amigo mío. Nunca se sabe....
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
¿Qué os ha parecido este capítulo?
Dejad reviews please!!!!
En el próximo, Legolas, Nandor y algunos elfos más viajan a Ithilien. Allí Nandor conocerá a alguien especial...
Esto y más en el próximo capítulo!!!
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
