Cabalgamos bajo la lluvia

Parte 4

Era la hora del alba, pero las nubes negras revestían el cielo. Partirían en un momento de Lórien. Ningún espíritu estaba presente. Había tronado en la noche, pero después de todo lo que había pasado, eso no importaba mucho. Su padre traía los caballos. Se preguntaba si su padre había descansado algo el día de ayer. Lo dudaba. Irmo y Estë se acercaron a ellos.

Aiya, Irmo Heru oloron, Irmo Heru oloron, Irmo Heru oloron...- dijo el niño sarcásticamente. Sólo Irmo había comprendido el mensaje.

El señor de Lórien no rió, dirigió una mirada a Estë y la Valië, tomó al niño de la mano y lo sacó de allí. Su padre e Irmo hablarían algo importante. El niño no perdió de vista a su padre y al Vala. Irmo hablaba, serio, y su padre lo escuchaba. Estë le hablaba con dulzura, quizá en otro momento y lugar habría charlado alegremente con ella, ahora estaba ocupado, intentando escuchar la conversación del elfo y el señor de Lórien. Un relámpago iluminó el cielo. Su luz era muy brillante y lo encegueció por un momento. Cuando recobró la completa visión, su padre tenía las manos en el rostro, mostraba profunda aflicción, Irmo apoyaba una mano en su hombro. Luego su padre corrió de nuevo hacia los jardines, internándose entre los árboles. Se dirigía hacia el lugar donde habían estado anoche, donde su madre descansaba dormida.

Atar!- gritó con fuerza, intentado soltarse de las manos de Estë. Luchó todo lo que pudo, pero las manos de la Valië parecían garras.

Amil!- el segundo grito fue más fuerte. Algo había sucedido y él sería el último en enterarse. Se detuvo. Recordó a su madre tendida sobre la hierva, su pálida tez, sus manos frías, completamente inmóvil. Irmo venía hacia él.

Tu madre se ha hundido en el sueño eterno- dijo, y sin piedad agregó- no debes sentirte tan mal, después de todo, nunca la conociste.

Con una sola frase, como un frío cuchillo, había roto toda esperanza, llevándose por añadido la inocencia, ya que el niño sintió el deseo de dulce venganza por primera vez en su vida. Un Vala acababa de marcar su destino irrevocable, y no sería la última vez.

La mirada escrutadora de Irmo se posaba nuevamente en él. Esa maldita mirada. No lo soportaba, era una tortura. Toda la cólera que dormía en su interior estalló. El fuego de su espíritu corrió por sus venas, e intentó hacerle frente. La furia era tanta que quemó la mística presencia que espiaba en su mente. Irmo, desconcertado, cedió. Aprovechando la oportunidad el niño dio un empujón a la Valië, y librándose corrió hacia la arboleda.

No deberías hacer eso nunca más- dijo Estë.

Este niño traerá problemas- dijo Irmo, serio- Es poderoso, Mandos y Nienna le temen.

Volvieron a la lenta cabalgata. Al medio día ya estaban lejos de Lórien. Una suave lluvia caía, pero no parecía importarle a los jinetes. La tierra parecía guardar un amargo luto por Míriel Serindë, la más hermosa de Eldamar. La sonrisa se fue borrando, con el tiempo, del rostro del niño. Los amigos, los juegos y las canciones, fueron remplazados por el estudio y el arduo trabajo, convirtiéndose en una obsesión. Y así fue formándose Fëanor, el más poderoso de los Noldor, cuyas hazañas obtuvieron a la vez la más alta fama y la más pesada aflicción.

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Wow!! Qué dramático. Necesito críticas, muchas críticas (incluyendo las "deja escribir, por el amor de Dios" o las "Hazle un favor al mundo y suicídate pronto" nunca faltan : ( )

Aclaraciones:

"...En ese tiempo nació en Eldamar, en la morada del Rey de Tirion, en la cima de Tuna, el mayor de los hijos de Finwë, y el más amado. Curufinwë fue su nombre, pero su madre lo llamó Fëanor, Espíritu de Fuego; y así se lo recuerda en todos los cuentos de los Noldor.

Míriel fue el nombre de su madre, a quien llamaban Serindë, por su suprema habilidad en el tejido y el bordado; pues no había manos más diestras que las de ella entre todos los Noldor. El amor entre Finwë y Míriel era grande y dichoso, porque empezó en el Reino Bendecido en los Días de Bienaventuranza. Pero el alumbramiento del hijo consumió el espíritu Y el cuerpo de Míriel; que deseó entonces librarse de los cuidados de la vida. Y después de darle nombre, le dijo a Finwë:

â€"Nunca volveré a concebir un hijo; porque la fuerza que habría nutrido a muchos se ha agotado toda en Fëanor.

Se apenó entonces Finwë, porque los Noldor estaban en la juventud de sus días y él deseaba traer muchos hijos a la beatitud de Aman; y dijo: â€"Sin duda hay cura en Aman. Aquí toda fatiga encuentra reposoâ€". Pero como Míriel continuaba languideciendo, Finwë buscó el consejo de Manwë, y Manwë la entregó a los cuidados de Irmo, en Lorien. Cuando se despidieron (por corto tiempo, creyó él), Finwë estaba triste, porque le parecía una desdicha que la madre tuviera que partir y no acompañara a su hijo al menos en los primeros días de infancia.

â€"Es por cierto una desdicha â€"dijo Mírielâ€", y lloraría si no estuviera tan cansada. Pero considérame inocente en esto y en todo lo que pueda acaecer en adelante.

Fue entonces a los jardines de Lorien y se tendió a dormir; pero aunque parecía dormida, en verdad el espíritu se le separó del cuerpo, y se trasladó en silencio a las estancias de Mandos. Las doncellas de Esté cuidaron del cuerpo de Míriel, que permaneció incorrupto; pero ella ya no volvió. Entonces Finwë vivió atormentado; y fue a menudo a los jardines de Lorien, y sentado bajo los sauces de plata junto al cuerpo de Míriel, la llamaba por todos los nombres que ella tenía, pero siempre en vano; y en todo el Reino Bendecido sólo Finwë no tenía alegría alguna. Al cabo de un tiempo, ya no volvió a Lorien..."

El Silmarillion

De Fëanor y el desencadenamiento

de Melkor

Página 69/70

Creo que lo dice todo ; ). Saludos. Reviews!!!!

Ah!! Se me olvidaba. Este fic se lo dedico a una amiga, que me va a matar si sabe lo que hice con su sueño (si.. todos los paisajes son de su extraña cabeza, lo soñó!!!!) y su amado Fëanor (???) Tienen razón cuando dicen que la gente rara se junta con otros de su misma especie. No... es una broma (ella es más rara que yo) Igual te quiero. Besos