Fic
Historias de Albert y Candy
Jugando a Quererte
De Mayra Exitosa
Inspirada en la imagen de Kitten White
Para OctoBert2022
Candy vivía con una buena familia, amistades de muchos años de los padres de Albert, quien trabajaba todo el tiempo desde que se hizo mayor, ya luego perdió a su padre y su responsabilidad aumentó, su madre preocupada, a su hermana Rosemary muy pronto casó y su adorado hijo, por más interfectas que le presentaba, las chicas vecinas y las hijas de sus amigas, de todos lados ella quería encontrar a la adecuada que a su hijo pudiera conquistar, se le ocurrieron muchas cosas, una bella celebración, un baile , una comida, un picnic en algún parque, un encuentro casual en un columpio, usando a su sobrino como excusa, citándolo para que le diera empleo a una chica hermosa, un paseo por el zoológico, un diez de mayo de amigas y citas a la par, incluso le ofreció en un rescate de un gatito, cuando su hijo andaba luciendo su kilt, el cual su hábil madre le estaba cociendo precisamente en esos instantes, verdades a medias y una que otra mentira, al final no daba como encontrar a la mujer adecuada, su hijo ya estaba cansado de que su madre se desesperara por encontrar a una mujer con la que él se casara.
Por lo que al rubio una idea se le ocurrió, era inventarse una novia, escribiría algún poema, pondría su nombre, lo dejaría olvidado y su madre se enteraría que estaba muy enamorado. Quizás después le inventaría que había algunos malentendidos, que fue algo maravilloso, pero que ella se enfermó y hasta el hospital fue a dar, solo que nadie podía visitar pues estaba en un cuarto cero porque de histeria a locura su mal se fue agravando a tal grado que ya su relación no podía funcionar, sin embargo su hermana lo podía delatar y sabría que todo sería un invento de una novela policiaca o de terror que se logro crear. Con el sol de la tarde el rubio descansaba y observaba a lo lejos a una joven caminar, de inmediato la identificaba como la hermana de Madeleine, la hija mayor de Leticia, esa mujer fue la que le rogó que aceptara ser su novio, a lo cual él se negó asegurándole que ya estaba enamorado de alguien que ella conocía y que le daba mucha pena por no poder corresponder a su ferviente amor. Candy era la menor de las dos hijas de la amiga de su madre, Leticia la pequeña rubia que bien lo conocía le dijo que fue una interesante excusa la que se ingenió para quitarse de encima a su hermana, porque Madeleine se lo creyó, pero ella nunca le creería ninguna de sus mentiras. En esos momentos se le ocurría tener como un jueguito entre amigos, conquistar a Candy y decirles a su familia que era su amor secreto. La sonrisa lobuna nunca se imaginó expresarla y hasta él mismo se dio miedo de sus cavilaciones. Más no era mala idea.
Una tarde saliendo de su trabajo, coincidía como muchas ocasiones en las que Candy también lo hacía y caminaba del hospital a su casa, por lo que el rubio se detuvo y la invito a subir al auto para llevarla hasta su casa, con toda caballerosidad le abría la puerta, le colocaba el cinturón y le coqueteaba con sonrisas, las mismas que ella le respondía por la amabilidad que tuvo de llevarla sin tener que subir al camión. Para ambos fue una sorpresa que se encontraran, pues la rubia muy seguido de turnos cambiaba y tenía poco tiempo de quedarse en turno de día fijo, debido al exceso de incidentes, así que más contenta no podía estar, salir de tanto caminar en el nosocomio donde trabajaba e irse en el auto con el vecino más guapo, donde sus amigas la vieran, vaya que se iban a escandalizar y es que Albert en eso se las gastaba muy bien, traía a todas las del vecindario arrastrando la cobija y ensuciando la dignidad que cada una tenía, porque la madre de Albert casi a diario recibía postres y comidas que muchas otras madres aseguraban o fingían que sus hijas para Albert las hacían.
Albert notaba que estaba muy cansada y él la comprendía pues también trabajaba desde la mañana y durante todo el día, no había tenido tiempo de comer, incluso traía un sándwich en una bolsa de lo que compro cerca de su trabajo, y al verla cerrar sus ojos le dio tal gusto compartirle por lo que se lo ofrecía para ver si ella quería.
- Candy, ¿quieres un sándwich? - ¿lo hiciste tu? - No, lo compre saliendo del trabajo, era el último que quedaba. - Bueno, lo compartimos, a ver qué tal los hacen y para en otra yo invito. Albert feliz se dio cuenta que le estaba haciendo un favor al traerla en su auto y con ese comentario podía pasar por ella más seguido si coincidían o se ponían de acuerdo. - ¿sales siempre a esta hora? - Si, nunca salgo a tiempo, siempre suceden detalles que no me dejan finalizar bien el día. - Pues a mí me sucede algo similar, así que si deseas pasaría por ti para irnos a casa. - Me gusta la idea, solo que yo te traería algo de merendar mejor que esto, no sabe tan bueno a como yo los hago. - Bueno entonces es un trato, pasaré por ti de lunes a viernes, es que los sábados y domingos descanso. - También tengo el mismo tiempo de trabajo, excedo mis horas durante la semana y descanso dos días, estoy fija desde hace unos meses, ya no tengo turnos. - Excelente, así nos ayudamos mutuamente. - ¿Cómo que mutuamente? - Pues te traigo a casa y puedo hasta llevarte, si lo deseas, y me das de tu lonche o lo que hagas. - ¿Ya no te hace lonche tu madre? - No, se ha propuesto a no darme de comer, para que consiga más pronto mujer. - ¡Qué barbaridad! Pero si aportas a la casa. - Si, pero como le doy contra a ella, si lo que dice y hace siempre lo justifica asegurando que es por mi bien. - Bueno, si es así, hare doble lonche, con eso pagaré la idea y el regreso, lo que gasto en camión, ahora será con doble ración de alimento, me conviene, ya vienen los días en los que llueve seguido. - Suertuda, porque también llegan esos días en los que cae nieve, ahí sí que pongo llantas con cadenas y ya ves los líos del tráfico. - Tienes mucha razón, ahí pondré empeño y te traeré un termo con lonchera especial para que cuide tus alimentos y los puedas tibiar. - Trato hecho, no me vayas a cambiar, que luego me quedaría con hambre y pues tú haces muy ricos alimentos, supongo. - Me las ingeniaré para darle variedad y que sea de tu gusto.
El rubio muy listo y abusado, sabía que con eso iba a tranquilizar todas las maniobras que planeaba para este año su madre, con Candy en su auto, bien podía invitarla de vez en cuando a algún lugar y llegar un poco más tarde asegurándole que eran pareja y que serían novios ante la vista de todos.
Continuará…
Gracias por sus comentarios en esta pequeña historia inspirada en la imagen de Kitten White para el Reto Octo Bert 2022, deseo completarla lo antes posible.
Agradecida por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar por ningún medio auditivo o plataforma alternativa, en parte o completa ninguno de estos.
Con sincero aprecio,
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
