Ship: Inuyasha x Kagome

Fandom: Inuyasha/Hanyo no Yashahime

Tema: Pasos Acercándose.

Disclaimer: Los personajes de la historia no me pertenecen, forman parte de la otra y autoría de Rumiko Takahashi, los respectivos créditos a la autora que me dio paso en el mundo de anime en mi niñez.

Summary: Se dice que siempre la oscuridad siempre trae consigo horribles espectros que te persiguen y se vuelven sangrientos en toda esa nebulosa que puede surgir. Pero Kagome no le veía así, la veía con curiosidad; en ocasiones; tal vez como una dulce oscuridad por tratar. Puede que por ello no le diera miedo cada vez que lo veía llegar por la misma.


—Carajo —una maldición fue lanzada por la joven que caminaba de manera rápida por aquel parque de Berlín—, llegare tarde, otra vez.

El sonido de llamada se hizo presente en la bolsa que la joven portaba.

— ¿Bueno? —preguntó la joven al tercer timbre.

—Kagome vas diez minutos de retraso, ¿Dónde estás? —una voz femenina se oyó por la bocina.

—Perdón, terminamos tarde por las planificaciones que debíamos entregar —dijo mientras es encogía por la brisa otoñal—, estaré ahí en diez o quince minutos, por favor empiecen sin mí.

—De acuerdo, de hecho, ni Inuyasha llega, quizás se encuentren.

— ¿En verdad Inuyasha no llega? —Kagome preguntó extrañada, su amigo jamás solía llegar tarde, de hecho, siempre era un quisquilloso respecto a ello—, a penas llegue al auto le llamo, con todo llámenle y pregúntenle donde esta.

—Listo, ven con cuidado Kag.

—De acuerdo, Sango.

Kagome cortó la llamada y siguió su camino preguntándose porque su amigo llegaba tarde.

Inuyasha Taisho era su amigo desde que era una infanta, de hecho, la primera vez que se encontraron fue en una noche como la que había en Berlín ahora; pero la diferencia era el país; la primera vez que se encontraron fue en Japón.

Lo recordaba perfectamente por que fue esa vez que sin que sus padres se dieran cuenta camino hacia el bosque en pleno apogeo de la tarde y entrada de la noche.

¿Por qué lo había hecho?

Ni siquiera lo recordaba ahora, lo único de lo que si se acordaba era que estaba perdida y al ver la noche en entrada salió caminando por donde se acordaba, claro que en ese entonces la joven no se había dado cuenta de un ser despreciable que había comenzado a seguirla.

En su camino al volver recordó que había pasado por un punto hecho de grandes y robustos árboles que daban sobra profunda y oscuridad, una que daba miedo, sin embargo, siguió su camino a toda prisa y acelero aun mas cuando suaves pero rápidos pasos comenzaron a resonar en esa oscuridad que comenzaba a despejarse al final del túnel.

Claro que la entonces pequeña Kagome tenia miedo por lo que, con un ruido fuerte al tropezar, un grito horrendo y con temor pidió que no le hicieran daño.

— ¿Por qué te haría daño? —la voz calmada de un infante resonó haciendo que Kagome abriera sus ojos.

Lo primero que vio fue unos ojos rojos, sin embargo, desparecieron en un instante.

En su lugar, saliendo de aquel camino de árboles un niño casi de su misma edad salió, este tenia una hermosa cabellera negra y tenia hermosos ojos ámbar brillante.

Kagome, aun pequeña olvido todo, preguntándose que hacia ese niño por ese camino ¿él también se habría escapado?

Sin embargo, todas esas preguntas se borraron cuando él le ofreció su mano para levantarla, con una suave sonrisa en su gentil rostro.

—Hola, mi nombre es Inuyasha, ¿Cuál es el tuyo?

Aun nerviosa, pero sin miedo la dulce voz de la niña contesto.

—Hola, soy Kagome.

—Bueno Kagome, tenemos que volver, nuestros padres se preocuparan al ver que ya es de noche y no regresamos.

El niño, que tenia una sonrisa tranquila trasmitía una seguridad extraña que hizo que Kagome se sintiera segura.

Protegida a su lado.

Así que, sin miedo, con una sonrisa dulce lo siguió, dejando atrás los misterios de la oscuridad y los pasos que la acecharon en un inicio.

Pero al igual que en aquella ocasión, una joven Kagome iba distraída por un sendero oscuro de aquel parque, sin darse cuenta de que varias sombras se sombras a sus pies y varios seres de aspecto aterrados comenzaron a mostrar sus ojos sedientos de ella.

Claro que no paso mucho tiempo cuando una brisa fuerte hizo que todos esos ojos desaparecieran dejando un rastro rojo en el camino, fue solo en ese entonces que Kagome se dio cuenta que estaba en medio de la oscuridad.

Una oscuridad que ya no temía pero si le causaba escalofríos por la brisa que la despertó de su recuerdo, mas todo quedo olvidado cuando escucho una suaves pasos desde atrás.

Por lo que Kagome dio la vuelta al sentirse perseguida, el sendero porque estaba desolado y por donde había oído los pasos observando y esperando a que alguien y mostrara entre esa oscuridad, con su respiración retenida espero a que alguien saliera.

Y espero.

Los pasos seguían siendo fuertes pero la luz no era la suficiente para ver quien venia, solo se veía una sombra.

Sombra que poco a poco se divisó y mostró al portador de esos pasos acechando a la azabache.

—Casi me matas de un susto.

La persona no dijo nada y solo sonrió al ver a la joven volver a respirar con normalidad.

Se dice que siempre la oscuridad siempre trae consigo horribles espectros que te persiguen y se vuelven sangrientos en toda esa nebulosa que puede surgir. Pero Kagome no le veía así, la veía con curiosidad; en ocasiones; tal vez como una dulce oscuridad por tratar. Puede que por ello no le diera miedo cada vez que lo veía llegar por la misma.

Quizás fue por aquel evento en el cual lo conoció que la oscuridad no le daba miedo, de hecho, siempre esperaba que fuera el quien saliera de esa inmensa negrura.

— ¿Por qué no contestas a la llamada de los chicos?

—Mi celular se apagó, además justo vi a mi chica favorita venir por aquí y te seguí y esperaba a ver cuando te dabas cuenta de que te seguía.

Kagome se rio y el hombre sonrió.

—Lo siento, me perdí en mis pensamientos.

—Eso no importa, ya que me puedes ver sigamos el camino, a puesto que deben estar planeando que hacer en Halloween.

—Tienes razón Inu —dijo Kagome sonriendo, sin darse cuenta de que el hombre la miraba enternecido.

La pareja de amigos comenzó a caminar, mientras Kagome le contaba a Inuyasha como fue su día y esta se concentraba en ello, no pudo darse cuenta como este miraba de rabillo a la oscuridad de donde había salido con una sonrisa cínica.

No noto cuando los ojos de este mostraron un rojo intenso antes de volver a su ámbar normal, al igual que en aquella ocasión cuando era una niña y un ser de oscuridad acabo con otro de su misma esencia para salvarla.

"Lo intentaron hace 500 años atrás sin resultado alguno" —el entonces llamado Inuyasha miro a la oscuridad y sus ojos cambiaron de color haciendo que las sombras de ese lugar se moviesen salvajemente.

"Son mas locos que yo si creen que podrán tenerla"

Cambiando nuevamente el color de ojos sin que nada pudiera notarlo el hombre sonrió, sonrió aún más al escuchar la dulce voz de quien alguna vez se enamoró de él en la dulce oscuridad.


Pues según yo faltaba para 20 y me doy cuenta recién que ya es hoy jejeje, espero que les guste esta pequeña dinámica de terror (aprovechen que puedo escribir y que pude pasarlo a wattpad jejeje)

En total serán 10 escritos (de diferentes fandoms) que iré subiendo hasta el 31, espero les guste mucho y lo disfruten pequeños habitantes de B612, de paso les pido que vayan a leer las historias de las demás fickers que se unan a esta dinámica de la pagina Inuyasha Fanfics.

No se olviden de votar y comentar, de paso subiré también a wattpad.

Cualquier duda, queja, lloro o lamento a mis redes.

Nos vemos en la tiras cómicas.