Capítulo 1: Gabriel

Nada podía fallar. Al menos ese era el plan.

Esa misma mañana Gabriel fue a ver a Nathalie. Se le había vuelto costumbre ir a su habitación para charlar un rato y organizar su plan.

Nathalie apenas se había despertado. Estaba peinando su cabello como siempre lo hacía. Este estaba un poco rizado al haberlo tenido suelto mientras dormía. Apenas se estaba arreglando para sus tareas del día, a pesar de que Gabriel le había insistido muchas veces que podía dejar su trabajo y descansar si ella lo requería.

Nathalie estaba recogiendo su cabello en ese momento y procedió a realizar su típico moño en la cabeza. Solo que no quedo tan bien.

Gabriel lo noto todo.

—Déjame ayudarte Nathalie.

Gabriel se sentó a su lado y ella volteo la cabeza para que le arreglara su cabello. Tomo los pines y los tomo con los dientes mientras que se encargaba de recoger su cabello en un apretado moño.

El no noto el ligero sonrojo que apareció en el rostro de Nathalie cuando le estaba ayudando a peinarse.

Cuando termino, se dirigió a Nathalie de nuevo.

—Nathalie, hoy voy a crear un akuma del tiempo.

Ella lo vio algo preocupada.

—¿Estás seguro? Ya sabes lo que ocurrió la última vez con Timebreaker.

Gabriel estaba pensando en lo mismo en algún punto.

—Estoy seguro, Nathalie. Si no lo intento ¿Como sabre que si funcionara?

Nathalie suspiro.

—Solo ten mucho cuidado, Gabriel. Por favor.

Después de ayudar a Nathalie a colocarse el aparato que la ayudaba a levantarse, Gabriel se retiró para comenzar con su plan. Lo que le dijo Nathalie resonaba un poco en su cabeza. ¿Sería una mala idea?

Después de liberar al akuma, todo empezó bien. Ladybug llego primero y empezó a perseguir al akuma.

Pero Chat Noir aun no llegaba. Y eso le hacía perder la paciencia.

Nathalie lo llamo en esos mismos momentos.

—¿Nathalie?

—Gabriel hay problemas, creo que el akuma está aquí, en la mansión —La escucho toser detrás del teléfono.

Ahí fue cuando entro en pánico. Tenía que detener al akuma y alejarlo de la mansión. Intento comunicarse con el akuma sin éxito.

Parecía que era hora de intervenir.

Gabriel salió de la guarida tratando de averiguar dónde estaba el akuma. Entreabrió la puerta del atelier para encontrarse con Nathalie protegiendo a una persona detrás de ella.

Esa persona era Adrien.

No se explicaba como Adrien seguía allí en la mansión cuando debía estar en la escuela. Pero estos no eran momentos para reprimendas. Justo antes de que pudiera contactar con su akuma, este abrió un portal por el cual Nathalie y Adrien desaparecieron.

—¡Nathalie! ¡Adrien! —grito el, al ver que ambos habían desaparecido.

Ya no estaban allí. El akuma acababa de enviarlos a otra línea temporal.

El akuma volteo al notar su presencia.

—No Alternative quédate ahí, te lo ordeno. Tienes que traerme los miraculous de Ladybug y Chat Noir.

—Tu no me dirás que hacer.

El akuma lo ataco en ese momento. Sintió una fuerza que lo jalaba hacia tras, una muy poderosa que no pudo resistir.

Cayo por un portal que lo llevo a otro lugar. El problema era saber a dónde.


Una habitación permanecía oscura. Apenas era de madrugada y dos figuras dormían juntas.

El sonido del despertador hizo que la mujer se despertara. La mujer que tenía un mechón de cabello color rojo, frotándose los ojos apago el despertador y vio la hora en el reloj. Ya era hora de levantarse.

Procedió a quitarse las cobijas hasta que un par de brazos se envolvieron en su cintura, impidiéndole salir. Sintió la respiración de su esposo en su nuca y un gruñido que salió de él.

—Gabriel.

Él se quedó quieto y la atrajo más hacia su cuerpo para impedir que se moviera. Nathalie solo poso su mano en las de Gabriel que se encontraban en su cintura.

—Gabriel, tengo que irme— susurro Nathalie.

—Podrías quedarte aquí si quisieras. Soy tu jefe después de todo—dijo Gabriel medio adormilado.

—Querido, los inversores no nos van a esperar más. Ya les cancelaste 2 veces.

Ahí fue cuando Gabriel la soltó. Nathalie se sentó en la cama y se puso su bata.

—No puedo convencerte con nada, ¿eh?

Nathalie solo negó.

—Ya te lo compensare, te lo prometo. Tú puedes quedarte aquí no te preocupes, ahora duerme.

El solo se volteó para retomar su sueño al menos unos quince minutos.

Nathalie se fue al baño para prepararse. Justo antes de que Nathalie saliera de la ducha, Gabriel despertó completamente. Nathalie se retiró un tiempo de la habitación y luego regreso arreglándose su blusa para poder terminar de arreglarse.

El sonido del televisor llenaba el ambiente. Este iluminaba tenuemente la habitación. Gabriel estaba acostado en la cama, viendo las noticias del día.

Nathalie se sentó en el tocador, preparándose. Se aplico el maquillaje que iba a juego con su apariencia general.

Cuando estuvo lista, se levantó del tocador y se acercó a la cama para despedirse de Gabriel.

—Ya es hora de que me vaya Gabriel.

Gabriel solo la miro seriamente.

—¿Estas segura de que quieres ir a hacer esto tu sola? Aun tienes tiempo para retractarte y quedarte conmigo aquí.

—Creo que ya es demasiado tarde para eso. ¿Desde cuándo Gabriel Agreste se ha vuelto tan irresponsable? —Nathalie le reprocho.

—Desde que me case contigo, mi amor —dijo de manera burlona.

Nathalie negó cruzándose de brazos por un momento.

—Está bien. Pero la próxima vez no lo dejare pasar.

Ella se inclinó un poco sobre la cama para besarlo en los labios. Gabriel la acerco más hacia el para darle un hambriento beso. Nathalie lo empujo un poco para atrás cuando el beso se tornó más salvaje.

—Tranquilo vas a hacer que se me corra el maquillaje.

Gabriel solo sonrió y Nathalie se fue alejando para salió de la habitación. Ya en la puerta volteo a mirarlo.

—Oh, y si necesitas algo solo llámame. Nos vemos en la tarde.

Adrien paso al frente de la puerta para despedirse de su padre porque Nathalie iba a llevarlo a la escuela primero y luego iría a realizar sus diligencias.

Después de Adrien y Nathalie se fueron, Gabriel se quedó solo en la mansión. Dio su recorrido diario por la mansión después de prepararse y luego volvió a su habitación para organizar sus cosas y las de Nathalie dentro de la mesita de noche. Mientras que lo hacía, observo por un momento a las fotos que se encontraban encima. De pronto, el dispositivo que se encontraba encima de la mesita de noche emitió un sonido que le indicaba que se debía dirigir a una de las habitaciones del segundo piso.

Dejando lo que estaba haciendo se dirigió hacia el otro lado del segundo piso y entro a una de las habitaciones. Se acerco a la cuna que estaba en ella y se inclinó para ver a la personita que estaba esperando por su atención.

Su hija. Por quien luchaba ahora.

La bebé se revolvió un poco envuelta en su manta y lo vio con sus hermosos ojos azules desde la cuna, dándole una pequeña sonrisa.

El solo la tomo entre sus brazos, acurrándola entre ellos. Ella tomo uno de sus dedos con sus frágiles manos.

Gabriel se dirigió a uno de los sillones y se sentó con su hija aun en brazos. Estuvo así un buen rato, solo disfrutando del momento. Le puso uno de los gorritos que hizo antes de que ella naciera, ya que hacia un poco de frio. Después de darle su biberón la acurruco en su pecho para ver si podía dormirla.

Lo que no se esperaba era que algo o alguien hubiera infiltrado la mansión. El ruido de afuera de la habitación lo alerto y abrazo protectoramente a su hija, se acercó a la puerta para averiguar qué era lo que estaba pasado.


Gabriel se encontró a si mismo de vuelta en la mansión. Extrañamente ya no estaba en el atelier, si no en el en la entrada principal de la mansión. Entro rápidamente y se deshizo su transformación allí mismo. Todo parecía normal, tal y como siempre estaba la mansión.

Aunque al parecer no había nadie allí o eso era lo que creía él. Subió por las escaleras hasta ir a su cuarto cuando noto que el cuarto del lado tenía la puerta medio abierta. Era extraño porque esa habitación no tenía uso. Al menos no aún.

Entro en la habitación, que, a diferencia de las otras en la mansión, era de un ambiente completamente diferente.

Ya no estaba en su tiempo.

Demonios.

Gabriel noto la decoración de la habitación. Era una decoración de tipo infantil.

Eso lo extraño.

De lo que no se había dado cuenta era que había alguien más en la habitación.

Otro Gabriel lo miraba y apoyado en su hombro había un pequeño bulto. El solo se volteó un poco, como si quisiera proteger lo que estaba cargando.

—¿Quién eres? —Pregunto el Gabriel de ese tiempo.

—Soy… Gabriel. Soy tu —respondió el Gabriel del pasado irritado. Como si no resultara obvio.

El Gabriel del futuro no parecía muy convencido.

—Si claro... ¿Solo te hare una pregunta, donde conociste a Emilie y a Nathalie?

—En la escuela a la que íbamos. Estábamos en Troisième y Nathalie estaba sola por lo que decidimos acogerla en nuestro grupo ese mismo invierno. Justo debajo del árbol que se encontraba a las afueras de la escuela.

Nadie más sabia de eso más que él, Emilie y la misma Nathalie. No había ninguna duda.

—Bueno parece que si soy yo.

Aun había muchas cosas que se preguntaba. Empezaría el interrogatorio allí mismo.

—¿En qué año me encuentro?

—En el 2017.

Esos solo eran dos años desde donde llego. Parece que el akuma no lo envió tan adelante en el tiempo como había pensado. Eso le daba esperanza.

—Bueno han pasado muchas cosas. Mas de lo que podría explicar. Bunnix me prohibió hacerlo, al menos no lo más delicado.

Era entendible. Tal vez si lo decía no pasaría. Pero había algo que quería preguntar primero.

—¿Qué hay de Nathalie? ¿Está bien?

El Gabriel del futuro decidió seguirle el juego a su yo del pasado.

—Si mejor que nunca, se podría decir.

Eso le daba esperanzas al Gabriel del pasado, si era así, significaba que ya no estaba enferma y se había curado. Tenía que estar sana, tenía que estarlo.

—Aún sigue trabajando aquí y le está yendo muy bien. Le di su merecido aumento de sueldo por todo el trabajo que realizo por mí en nuestras "actividades curriculares" —Gabriel alzo los dedos haciendo un entre comillas.

Y para rematar a su yo del pasado del futuro, quiso darle una pequeña pista del futuro de Nathalie.

—Y ahora esta felizmente casada.

El Gabriel del pasado no pudo evitar sentir una pizca de celos. Su Nathalie, casada. Quien lo imaginaria. Aunque se preguntaba ¿Con quién?

Se acerco un poco al otro Gabriel. Cuando lo hizo, noto lo que cargaba.

Era un bebé.

Observo detalladamente él bebe que su otro yo cargaba. Usaba ropa de color lavanda, además de tener un abundante cabello oscuro, casi negro.

—Y dime, ¿lo logramos?

Gabriel del futuro tardo un poco en captar a lo que se refería hasta que lo recordó. Rodo un poco los ojos antes sus acciones del pasado.

—Si te refieres a lo que le sucedió a Emilie. Pues déjame decirte que la respuesta es no.

El Gabriel del pasado lucia bastante sorprendido. Y enojado.

—¿¡NO!?

—Exacto. Solo digamos que me di cuenta de que no valía la pena— dijo el Gabriel del futuro mientras tomaba una de las manos de su pequeña.

—¿De qué hablas…?

Justo en esos momentos, se escucharon pasos acercándose al cuarto del bebé. La puerta se abrió y una mujer entro por ella. Pero al Gabriel del pasado le sorprendió al notar de quien se trataba.

Era Nathalie.

Pero esta Nathalie era muy diferente a la que el conocía. Ya no usaba su ropa profesional de siempre. Ahora vestía más casual, peinaba su cabello diferente y parecía igual de sana antes de que empezara a usar el Miraculous del pavo real. Incluso parecía más… ¿Relajada?

Ella se quedó allí, inmóvil viendo la escena que estaba frente a sus ojos. Se encontró enfrente de ella a dos Gabriel casi completamente iguales.

—¿Qué está sucediendo? — En ese punto Nathalie estaba empezando a creer que tal vez habría algún akumatizado en alguna parte de París.

Ella miro a ambos lados. Solo había un Gabriel que estaba cargando a su hija y la abrazaba protectoramente contra sí mismo.

Ella ya sabía cuál era su Gabriel.

Nathalie se acercó despacio a él Gabriel del pasado. Eso alivio un poco a este.

—Oh Nathalie, menos mal que estas aquí, esto es un mal entendido…

Ella acerco lo suficiente a él solo para que Nathalie lo tomara del cuello y le realizara una llave haciendo que se arrodillara. ¿Acaso lo estaba inmovilizando?

—¿Qué haces Nathalie? —dijo ahogadamente.

—Déjalo, yo me encargare —El Gabriel del futuro pronuncio, decidiendo intervenir.

Ella lo soltó inmediatamente. Gabriel recupero el aire. Nathalie se fue a examinar a su Gabriel. Lo tomo del rostro y lo reviso.

—¿Estas bien? ¿No te lastimo, Gabriel? —pregunto ella, bastante preocupada.

—Tranquila Nathalie estoy bien. Y ella también.

Nathalie vio a su hija y le acaricio un poco la mejilla de su hija, quien seguía ajena a lo que estaba pasando. El Gabriel del pasado noto como la mirada de su otro yo se suavizo cuando Nathalie se le acerco.

En ese momento, un portal se abrió en la habitación. Bunnix salió de él cruzándose de brazos.

—Parece que ya encontré donde estaba la anomalía en el tiempo.

Ella se dirigió al Gabriel del pasado.

—Es hora de volver a su tiempo, señor Agreste.

El solo asintió. Antes de que pudiera entrar el portal, el Gabriel de ese futuro lo detuvo.

—Espera. Necesito unas palabras con el antes de que se vaya. ¿Puedo Bunnix?

—Concedido — pronunció Bunnix sin dudarlo.

El Gabriel del pasado escucho al otro Gabriel acercarse a Nathalie.

—Nathalie sostenla por mí por favor.

Nathalie recibió a la bebé en sus brazos acunando su cabeza en su cuello y besándola en el proceso.

El Gabriel del futuro tomo de los bordes de la chaqueta a su yo del pasado.

—Espero que cuando vuelvas a tu tiempo, no vaya a pasar nada en este punto de la línea temporal. Si me doy cuenta que algo le paso a Nathalie o a mi hija, o incluso a Adrien, te hare pagar.

Gabriel del futuro lo soltó bruscamente. El Gabriel del pasado solo trataba de recuperar la poca dignidad que le quedaba antes de volver a su tiempo.


En la noche Gabriel se fue a su dormitorio con la bebé en brazos. No se había separado de ella en todo el día, después del incidente. Bastante cansado, se acostó en la cama con ella sobre su pecho. En esos momentos se había quedado dormida. Gabriel solo cerro los ojos.

La puerta se abrió. La persona que entró cerró la puerta suavemente. Gabriel sintió como la cama se hundía con el peso de la persona que había entrado. A esa distancia podía reconocer la colonia que Nathalie usaba.

—Gabriel.

Gabriel abrió uno de sus ojos.

—Buenas noches, amor—Nathalie le beso la mejilla.

Gabriel abrió uno de sus ojos y paso su brazo por el hombro de Nathalie acercándola hacia él.

—¿Estas feliz conmigo? ¿Cambiarias algo de esto? —pregunto Gabriel, recordando como era en el pasado. Lo imbécil que fue con su propia familia.

—A que te refieres, ¿A si te cambiaria a ti? ¿Si cambiaria todo lo que tengo contigo?

El solo asintió levemente.

Nathalie solo acomodó su cabeza en su hombro y paso su mano libre por la espalda de la pequeña. Le dio un beso en los labios a Gabriel mientras que la respuesta abandonaba sus labios.

—No, no lo cambiaria por nada del mundo.


Hola a todos, volví con este fic Gabenath de dos capítulos, antes de que se siga estrenando la temporada 5. Tome como base el año 2015 (Año en que se estreno Miraculous) en esta historia para poder justificar el paso del tiempo en el futuro. La próxima semana estaré publicando el segundo y ultimo capitulo.