¡Hola! Pues bien, este one shot corresponde al prompt número veinte del flufftober, el cual debe tratar sobre pedir disculpas, y es a su vez un spin off de Recuerdos Robados donde se narran momentos del noviazgo de Makoto y Andrew años antes de que de inicio lo que sucede en dicho fic, aunque les aclaro que no es necesario leer RECUERDOS ROBADOS para leer este one shot.
¡Espero que les guste!
DESAVENENCIAS
Pese a que los sábados es el día por excelencia para salir de fiesta, Andrew estaba muy cansado después de tantas horas de guardia en el hospital, por lo que en aquella ocasión, lo único que deseaba era comer un buen plato de comida caliente y dormir un poco antes de tener que ir por Makoto al lujoso restaurante ubicado en roppongi en el que se desempeñaba como la ayudante del chef principal; así que viendo que apenas eran las veintiún horas de la noche y que faltaban más de tres para la hora de salida de su novia, decidió comprarse una orden personal de Ramen Tonkatsu, el cual pensaba cenar llegando a casa para después ir a dormir un par de horas; sin embargo, al llegar al departamento que compartía con Makoto, lo último que esperaba era verla acostada en el sofá con una compresa en el rostro.
— ¿Qué haces en casa, cariño? — preguntó mientras dejaba la bolsa con la comida sobre la mesita de centro de la sala— ¿Tienes migraña?— Cuestionó al recordar que estaba en el primer día de su periodo menstrual, y que el dolor de cabeza era uno de los molestos malestares que su novia solía presentar en esos días del mes
—Me corrieron del trabajo— respondió Makoto.
Aquello sí que sorprendió a Andrew, pues su novia era un prodigio en el arte culinario, y no porque él lo dijera; pues entre sus compañeros de trabajo, sus ex profesores de la universidad, y el chef principal del restaurante así lo decían.
Andrew estaba a punto de preguntarle los motivos; sin embargo, cuando Makoto se sentó en el sofá y vio el moretón en su pómulo derecho; el desempleo de Makoto de pronto dejó de tener importancia.
— ¿Qué te sucedió?— preguntó preocupado mientras tomaba del rostro a Makoto y llevaba sus dedos a la zona afectada.
—¡Duele!— Chilló Makoto
—¿Cómo te sientes? ¿Qué fue lo que te pasó?
—Me peleé con el hijo de mi jefe.
—¿Te golpeó ese idiota?— preguntó Andrew furioso.
—¡Sí!, pero yo lo dejé peor— Respondió Makoto orgullosa.
—Makoto Kino. ¿Qué fue lo que pasó?— cuestionó en aquel mismo tono que dejaba en evidencia su enojo.
—Intentó abusar de una de las meseras en el baño. La chica llegó llorando a la cocina, y yo, bueno, lo puse en su lugar.
—Y él te golpeó a ti— Agregó Andrew furioso
—Sí,, pero no golpea tan duro como yo—Respondió Makoto— ¡Hubieras visto como lo dejé! Me quedé sin trabajo, pero no le quedarán ganas de…
—¡Makoto, eres una mujer de veinticuatro años! — La interrumpió Andrew hablándole con dureza— Ya no eres una adolescente para que vayas por la vida queriendo resolver las cosas a golpes.
—¡Oye! Lo que hizo ese imbécil no fue cualquier cosa.
—¿Y ya viste como te dejó? — La regañó Andrew— Te he dicho que algún día te puedes encontrar con alguien que sepa pelear mejor que tú y…
—Andrew— Lo interrumpió Makoto —Te dije que la quiso violar. ¿Qué parte de eso no entendiste?
—La hubieras acompañado a denunciar en vez de exponerte.
—¿Para qué, Andrew? ¿Para qué la humillen con preguntas incómodas y le digan que de todas formas no pasó nada?
—Y ahí vas tú a jugar al superhéroe poniéndote en peligro
—No te preocupes, Andrew. Para la otra los electrocuto— contestó Makoto molesta
—¿Serías capaz? — le preguntó Andrew asustado.
—¡Sí!— Exclamó Makoto molesta, sosteniendole la mirada.
—Makoto, nunca se te ocurra — le dijo Andrew en algo que parecía una orden— ¿Sabes a que te expones si se enteran de que tienes poderes? El gobierno podría querer que la comunidad científica haga experimentos con tu cuerpo, exhibirte como mono de circo o…
—¡Y ahora también soy un mono de circo! — lo interrumpió Makoto
—No lo eres pero…
—Pero lo piensas— respondió Makoto molesta.
—No, pero…
—¿Sabes qué? Pues no me arrepiento— dijo Makoto — Estoy orgullosa de haber puesto en su lugar a ese idiota. Y no te preocupes, no vas a tener que mantenerme porque voy a conseguir otro trabajo pronto.
—Makoto. No es por eso. No me molesta que estés desempleada.
— Te recuerdo que a mí en el Milenio de Plata me violaron y que todavía tengo pesadillas con eso— Le recordó Makoto con voz entrecortada
Andrew se quedó sin palabras al escuchar aquello. Sabía que era cierto, y le dolía que a su amada aún le dolieran esos recuerdos de su vida pasada.
—Mi amor, te juro que si hubieras vivido en esa época…
—Nada, Andrew. Lo único que hubieras hecho es tratar de impedirme tomar justicia por mano propia porque eres un tibio.
Makoto se dio media vuelta y se retiró a una de las habitaciones que no usaban, y aunque él quiso detenerla, ella fue más rápida y se encerró bajo llave.
—Makoto, mi amor, no quise ofenderte, ábreme.
—¡Déjame sola! Pagué el servicio del agua y el Internet este mes con mi sueldo, así que tengo derecho a un espacio para mi sola.
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El fuerte sonido de su móvil sonando despertó a Makoto de su sueño, y dado que lo tenía bajo la almohada, no le fue difícil dar con el a pesar de estar a oscuras en la habitación.
Al tomarlo, no reconoció el número, pero algo dentro de ella le dijo que debía ser importante, así que respondió.
—¿Diga? — Habló con voz somnolienta
—Mako, mi amor— Escuchó la voz de Andrew del otro lado de la línea.
—Sigo enojada
—Lo sé, mi vida, pero estoy detenido en la jefatura de policías. ¿Puedes venir a sacarme?
—¿Por qué estás detenido? ¿No se suponía que debías estar en casa?
—Te explico cuando vengas. Toma dinero de la caja fuerte.
Tan pronto como finalizó la llamada, Makoto se puso de pie, encendió la luz, y abrió la caja fuerte para tomar el dinero para la multa. Seguía enojada con Andrew ¿Cómo podía haberse ido a quien sabe donde después de que ella estaba triste por culpa suya? Sin embargo, no iba a dejarlo durmiendo ahí.
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—¿Qué es de usted Furuhata? — preguntó la mujer policía
—Soy su novia—respondió Makoto— ¿Por qué está detenido?
—Por agarrarse a golpes con otro hombre y alterar el orden público.
— ¿Está segura? — preguntó Makoto desconcertada—Mi novio no es del tipo de imbéciles que resuelven las cosas a golpes. ¡Debe haber algún error!
Antes de que la mujer policía le pudiera responder, Makoto escuchó tras ella la voz de su ex jefe que venía lanzando maldiciones y quejándose de su vástago.
—Ya estarás contenta. No conforme con abusar de mi hijo mandaste a tu novio a golpearlo.
—¿Qué? — Rrespondió Makoto dándose media vuelta— Aquí el único abusador que conozco es al idiota de su hijo que no respeta a las mujeres.
El ex jefe de Makoto abrió la boca con la intención de responderle, pero entonces escucharon las voces de quienes venían a buscar.
—¡Makoto! —Exclamó Andrew
—Otou-san— Susurró el hijo del dueño del restaurante.
Makoto se dio media vuelta y se sorprendió al ver un moretón en uno de los pómulos de Andrew, y al hijo de su ahora ex jefe más golpeado de como ella lo había dejado.
—Vámonos a casa— susurró Makoto cuando Andrew se acercó a ella.
En silencio, ambos se dirigieron fuera de la jefatura de policías; sin embargo, cuando ya estaban afuera, escucharon la voz del ex jefe de Makoto lanzando amenazas.
—Olvídate de que te vuelvan a contratar en otro restaurante. ¡Loca!
Andrew, furioso ante las amenazas que estaban lanzando a Makoto se dio media vuelta.
—¿A quién llamaste loca? — cuestiono molesto
—¡A la salvaje que tienes por mujer!— Respondió retadoramente el ex jefe de Makoto.
Andrew, dispuesto a defender el honor de su salvaje novia, se arremango la camisa, pero entonces Makoto tiró de su brazo para impedirlo.
—¡Basta, Andrew! No hay necesidad de llegar a los golpes y no vamos a pagar otra multa.
—De cualquier manera mi esposa no necesita su mugroso trabajo
—Asi es, tengo a mi marido que me mantiene— Respondió Makoto con una sonrisa burlona fingiendo que no le importaba.
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—Mi amor, gracias— susurró Andrew mientras la seguía hasta el lugar donde Makoto había dejado aparcado el auto, sin embargo ella no respondió
—Maneja tú— le dijo ella cuando llegaron hasta el auto— Ni creas que me tienes contenta
—Pero…
Makoto lo dejó con la palabra en la boca y subió al asiento de copiloto, y Andrew enseguida se subió en el asiento frente al volante.
—Makoto, discúlpame por lo que te dije hace rato, yo…
—¿Qué te disculpe? —Lo cuestionó Makoto furiosa—¿En serio, Andrew? Me hiciste sentir más triste de lo que estaba ¿Y qué haces? En vez de quedarte en casa conmigo saliste para agarrarte a golpes como un orangután incivilizado con el idiota de Sasuke
—Eres mi novia. ¿Qué clase de novio sería si alguien golpea a mi novia y no hago nada?
—No necesito que me defiendas, Andrew. ¡Me basto sola y lo sabes!
Andrew inhaló y exhaló aire.
—¿Quién te entiende, Mako? — Le cuestionó Andrew calmadamente—Primero me acusas de tibio por decirte que no está bien resolver las cosas a golpes, pero si defiendo tu honor me llamas orangután incivilizado
—¿No era más fácil que me abrazaras y que me dijeras que todo iba a estar bien en vez de llamarme mona de circo y…
Makoto, sintiendo que en cualquier momento se desbordarían sus emociones guardó silencio; sin embargo, de pronto el nudo en su garganta se rompió, y los ojos se le llenaron de lágrimas.
Andrew, al verla llorar desconsolada, se sintió culpable por la manera en que había reaccionado horas antes; pero ¿Cómo no preocuparse? Admiraba el sentido de la justicia que tenía su novia, pero le aterraba que en su afán de ayudar a otros alguien la lastimara, o que fuera perseguida si se hacía de conocimiento público que tenía superpoderes que la humanidad creía que eran solo parte de las historias de fantasía; así que queriendo redimirse y darle consuelo, se acercó a ella y la estrechó en un abrazo que ella no rechazo.
—Mi amor, yo sé Sasuke se merecía mucho más que la paliza que le diste y te admiro por tu sentido de la justicia— Le susurró Andrew— Pero a veces me da miedo que un día te encuentres con alguien mas fuerte que tú que te lastime, o que el gobierno y la comunidad científica se den cuenta de que tienes poderes y comiencen a perseguirte para experimentar con tu cuerpo
Andrew la tomó del rostro, obligándola a mirarlo a los ojos y besó su frente.
—Sé que no debí enojarme contigo, pero me da miedo que te lastimen. ¿Me perdonas?
—Solo si me prometes que tú tampoco te expondrás— Respondió Makoto con dulzura
—¿Yo?—Cuestionó Andrew
—Sí , tú — Le contestó Makoto— No debiste agarrarte a golpes con ese idiota. ¿Me prometes que no volverás a hacerlo?
—Lo prometo— Respondió Andrew— Siempre que no se metan con mi adorable novia.
—¡Andrew!
Antes de que ella pudiera seguir protestando, él unió sus labios a los de ella y la besó con ternura.
—¿Cenaste?— Preguntó él
—No
—¿Vamos por una sopa toscana?— propuso él
Makoto se emocionó ante la idea de ir por su sopa favorita, pero de pronto, su móvil sonó, y cuando lo tomó, se sintió estresada al ver que era un mensaje de la compañía de internet recordándole que dentro de poco se acercaba la fecha de pago.
—¡Toca pagar el Internet!— Comentó
Andrew sonrió ante la preocupación de su novia que le pareció insignificante, pues educado cómo la mayoría de los varones japoneses, tenía la idea de que era obligación de él pagar los gastos del hogar; sin embargo, dado que él tenía ingresos más altos y Makoto se sentía incomoda si no aportaba, habían acordado que ella solo pagaría la factura del internet y la mitad del gasto de la comida de sus dos perros.
—Soy el hombre de la relación, no tienes porque pagar los servicios, cariño.
—No me gusta sentirme arrimada.
—Las esposas de la mayoría de mis colegas no trabajan.
—Pero yo no soy tu esposa
—No necesito un papel que lo diga. Para mí lo eres.
Makoto iba a decir algo, pero entonces, su traicionero estómago rugió.
—¿Vamos por sopa toscana entonces ?— Preguntó él
—En la casa hay arroz ayashi y está tu ramen
—Sí , pero quiero redimirme por haberte hecho sentir mal— Le susurró él
—Una pizza margarita se me antoja más.
—Lo que diga mi bella novia— Respondió Andrew, y enseguida, encendió el motor del auto para ir a aquel restaurante italiano donde preparaban la pizza a la leña que tanto le gustaba a Makoto
FIN
¿Y bien? ¿Les gustó?
Espero me lo hagan saber.
¡Saludos!
Edythe
