Hasta el fin del mundo por ti…

[...]

En las afueras de la residencia de la familia Tachibana

—Hace mucho tiempo que venía por aquí parece que nada ha cambiado, todo sigue igual al día en el que me fui de este lugar.. Será mejor que me vaya no quiero verla en estos momentos..no estoy preparada para ver a mi madre… —Dijo una jovencita de pelo púrpura y ojos azules dándose la vuelta dispuesta a irse pero…

—¿Hmm? ¿Eres tú, Vienna-chan? —Preguntó una chica de pelo grisáceo y mirada azul llevando ropas de calle. Ella tenía en una carriola a varios bebés.

—Apretando sus puños con algo de fuerza la chica de pelo púrpura dio un paso hacia adelante.

—¡Vienna-chan…! ¡Sabía que eras tú! —Exclamó su hermana.

—Hubo un pequeño silencio por parte de su contraria. La chiquilla de ojos azules se quedó dándole la espalda a su hermana…

—Me alegra que hayas venido. Mamá estará feliz por volver a verte —dijo la mahou shoujo con una gran sonrisa pero esta se borró cuando escuchó el fuerte gritó de su hermana..

—No quiero ver a esa mujer.. Me hizo mucho daño cuando era pequeña… No puedo creer que tú, Onee-sama sigas llamándola madre —fueron las duras palabras que dijo Vienna-chan quien miraba a su hermana por encima de su hombro.

—Mamá tuvo sus motivos para hacer lo que hizo..si tan solo pudieras escuchar entenderías lo que… —De nueva cuenta aquella chica de pelo púrpura grita.

—¡No me importan sus razones…! ¡Dije que no iba a volver a este lugar y eso haré nunca más voy a volver! ¡Por qué odio a esa mujer..! —Exclamó una molesta adolescente. La que una vez fue una niña sonriente y dulce ahora se marchaba con paso firme hacia un rumbo desconocido dejando con las palabras en la boca a su hermana.

—Vienna-chan… Eres una idiota y tú lo eres más..mamá… —Susurró la chica mágica de pelo gris.

—¿Estás bien, Asuka? —Preguntó el esposo de la chica mágica quien se puso a su lado.

—Sí, estoy bien. Vamos.. Quiero que mamá vea a nuestros hijos y cuánto han crecido —mencionó Asuka a su esposo. Sonriendo de forma falsa mientras sus ojos estaban ocultos entre los mechones de su cabello.

—Ambos esposos caminaron en silencio hasta la entrada de la casa que se miraba imponente por lo grande que era. Pero dentro de ella se encontraban todos los recuerdos de la chica mágica que sonrió estando en la puerta principal misma que abrió para encontrarse con una mujer de pelo negro, ojos de color negro y pupilas de color azul vistiendo una camisa negra con la palabra en inglés: "Love me please" además de llevar unos pantalones cortos y medias de red color negro terminando con unas botas de color negro…

—¿Disculpa pero quien eres y qué haces en la casa de mi madre? ¿Acaso eres alguna nueva amante de mi madre? —Preguntó una molesta chica mágica mirando a la persona que estaba frente a ella.

—Dejando escapar un pesado suspiro la mujer de pelo negro hizo aparecer su cola y sus cuernos…

—Mi nombre es Nyx pero puedes llamarme Chizuru. Tachibana Chizuru. Soy la hermana menor de la idiota de tu madre y tu debes ser su hija ¿Asuka cierto? —dijo la mujer de cabellera oscura con una pequeña sonrisa que dejaba ver sus colmillos.

—Es-Es-Espera..como que eres la hermana menor de mamá. Nunca dijo que fueran tres hermanas —comentó una confundida chica mágica mirando a su tía que seguía sonriendo.

—Así es mi hermana de olvidadiza. ¡Oh! ¡Bebés! ¿Ellos son mis sobrinos? —Preguntó emocionada la nueva demonio moviendo su cola de lado a lado. Nyx como se había presentado ante los amantes se puso de rodillas frente a los bebés que le miraron por unos cuantos minutos antes de sonreír..

—Sí, ellos son tus sobrinos.. —Responde una confundida e incómoda Asuka a su tía. La demonio de ojos negros estaba muy entretenida creando con sus poderes diferentes formas que los niños observan entretenidos.

—¿Chizuru-san? —Ahora habló el chico vestido de Ninja captando la atención de la demonio que miró al muchacho.

—Dime —respondió la pelinegra al ponerse de pie haciendo que sus grandes pechos dieran un pequeño rebote que no fue pasado por alto por el ninja.

—Quiero saber si..estás soltera.. —Dijo el chico con atuendo ninja mirando los grandes atributos de su cuñada antes de mover su cabeza. Apartando sus ojos del busto ajeno ya que había sentido la mirada intensa de su esposa sobre él—. —Veníamos a ver a Asuka ósea tu hermana ¿se encuentra en casa?

—Ella se encuentra en el patio trasero con las pequeñas. Pasen por favor —de forma cortés la demonio de pelo negro se hizo a un lado dejando que la pareja entrara a la casa.

—Gracias —dicen el par de esposos caminando por la sala siendo la chica mágica que empujaba la carriola con sus bebés.

[...]

Mientras tanto en el patio trasero de la casa

Te odio Tachibana… Te odio… ¡Por qué tiraste tu carrera a la basura! —Asuka la dueña de casa dejó escapar un pesado suspiro recordando las palabras de su hija—. —¿Dónde estás Vienna-chan…?

—Mamá Asuka ¿te encuentras bien? —Preguntó la pequeña Akemi. Al notar a su madre quien tenía un pésimo estado de ánimo. Una de sus hijas fue hasta su madre para mirarla a los ojos y tratar de sacarle aunque sea una sonrisa.

—Sí..estoy bien..cariño. No te preocupes por mí —mintió la mujer de pelo castaño.

—Mamá… —Susurró Akemi-chan quien tenía en su cabeza al pequeño dragón que había invocado.

—Me encuentro bien. Solamente tengo un poquito de sueño además estoy nerviosa por qué tus otras mamás se van a graduar en unos días y… Eso me pone un poquito triste —dijo finalmente la ascendida a deidad.

—Pero si mamá Karin y Mamá Emma se gradúan eso significa que se irán de la casa con Noah, Elyas, Ariadna, Teseo y Milo —preguntó Akemi-chan teniendo sus orejitas contra su cabeza.

—Claro que no..pequeña. Ellas te dijeron que no se irán por qué las quieren a todas ustedes ¿qué te hace pensar que se irán? —Asuka preguntó.

—Es..Es.. Es que por las noches escucho como lloras y..pensé que ellas se irían. Por eso quiero saber ¿ellas no se van a ir, cierto? —Con pequeñas lágrimas en sus ojos la menor habló esperando una respuesta de su madre.

—Antes de que su madre dijera algo la voz de su hermana mayor pudo escucharse detrás de la castaña…

—Por supuesto que no pasara, Akemi-chan —dijo la mahou shoujo.

—Asuka-onee-chan —exclamó la pequeña niña de pelo rosa yendo donde su hermana y el esposo de ésta.

—¿Cómo estás pequeña? ¿Te portaste bien? —Preguntó Asuka a su pequeña hermana menor que asintió.

—Sí me he portado bien, hola bebés ¿cómo están? —Ahora la atención de la menor fue hacia los bebés que sonrieron al ver a su pequeña prima.

—¿Akemi-chan y tu madre? —Habló el chico vestido de ninja tras ponerse de rodillas quedando frente a la niña de ojos azules.

—Está por allá sentada vigilando a mis hermanitos. Onee-chan.. Ramón-onii-chan pueden hacer algo por mamá Asuka —dijo en voz bajita la pequeña niña de ojos azules.

—¿Qué le sucede? —Asuka se alejó un poco del carrito donde estaban sus bebés para ponerse a la misma altura que su hermana.

—Mamá ha estado llorando mucho durante las noches..dice que no es nada pero… No le creo nada.. Onee-chan ¿puedes hacer algo por ella? No quiero que esté triste —los ojos azules de Akemi se inundaron en lágrimas que pronto cayeron mojando sus mejillas.

—Su hermana mayor enternecida por lo que estaba viendo tomó entre sus brazos a su hermanita y la abrazó. Las palabras de la chica mágica fueron pocas pero sirvieron para calmar un poco a la menor…

—Tranquila. Nosotros hablaremos con mamá y la haremos entrar en razón ¿vale? —Dijo la mahou shoujo luego de haberse separado de su hermana menor.

—Tienes nuestra palabra —ahora fue el turno del chico vestido de ninja de tomar la palabra.

—Mi hermana siempre fue así.. Akemi-chan ¿quieres ir por un helado? —La hermana menor de la dueña de casa hizo acto de presencia. Chizuru habló llamando la atención de su pequeña sobrina cuyas orejitas se movieron por la felicidad…

—Sí quiero —Akemi levantó sus bracitos por encima de su cabeza dando pequeños saltitos en su lugar provocando que los mayores rieran.

—Ve por tus hermanos y hermanas menores que iremos por un poco de helado aunque la malhumorada de tu madre diga que no y se enoje —mencionó la de pelo negro sonriendo.

—Emocionada Akemi fue corriendo donde sus hermanos y hermanas empezaron a saltar en su lugar. Unos segundos después ya un pequeño grupo de niños miraban emocionados a su tía que seguía sonriendo…

—Tienen unos minutos para hablar con la testaruda de mi hermana. Espero que sepan aprovechar el tiempo que les doy —dijo la chica de ojos negros tomando la mano de una de las gemelas.

—Gracias tía Chizuru —Asuka al estar ya de pie hizo una pequeña reverencia como agradecimiento a su tía por darles un poco de tiempo a solas.

—Muchas gracias, Chizuru-san —ahora fue el turno del chico de pelo azul claro el hacer una pequeña reverencia.

—No hagan eso.. me ponen nerviosa. Los humanos son realmente seres curiosos pero.. mi hermana luchó para ver sus sonrisas y espero que puedan devolver la suya pronto —susurró la mujer de pelo negro estando de espaldas a los dos esposos quienes estaban en una posición más cómoda viendo como una misteriosa mujer de pelo oscuro se iba con los niños de su hermana mayor.

[...]

—Mamá ¿cómo estás? —Preguntó la chica mágica a su madre quien estaba sentada en una reposera mirando a la piscina.

—La dueña de casa guardó silencio…

—Hola Asuka o prefieres que te llamemos Ceres. Además por lo que veo te han levantado el castigo debió ser incómodo dormir en una casa de perros —bromeó el yerno de la castaña.

—Mamá dinos qué te sucede

—Dejando escapar un pesado suspiro la mujer de pelo castaño miró a su hija..

—Solo estoy un poco triste..eso es todo… —Susurró Asuka sonriendo de forma falsa. Borrando la triste expresión de su rostro.

—¿Esto tiene que ver con Emma y Karin? —Preguntó su yerno al tomar asiento en otra de las reposeras que estaban junto a la dueña de casa.

—En parte lo es, ellas van a graduarse pronto, tengo miedo de que ellas dejen este lugar..por qué… Siempre terminó arruinando todo… —Respondió Asuka ocultando sus ojos entre los mechones de su cabello.

—Sabes que eso nunca pasará. Ellas te aman —mencionó el chico vestido de ninja sonriendo a su amiga.

—Es cierto, no creo que ellas sean ese tipo de persona, mamá Karin y mamá Emma te quieren mucho. Se han encariñado con mis hermanitos menores y ellos también lo han hecho con ellas. Después de todo prometiste amarlas hasta el final de los tiempos ¿te acuerdas? —Preguntó la chica mágica al sentarse junto a su madre siempre sonriendo mientras los pequeños bebés que trajo al mundo balbuceaban algunas palabras intentando levantar el ánimo a su abuela.

—Se siente raro que me llamen así pero después de todo me estoy volviendo una abuela —dijo la ascendida a diosa tras ponerse de pie. Se acercó a la carriola y tomó en sus brazos a uno de los hijos que tuvo su pequeña Asuka— —Hola pequeña. Soy tu abuela Asuka perdón no haber ido a verlos pero… al igual que con su madre prometo cuidarlos de todo y de todos

—La niña tardó unos minutos en reconocer a la fémina de cabello castaño pero cuando lo hizo empezó a dar pequeños golpecitos en el busto de la mujer..

—Parece que le has caído bien, mamá —mencionó Asuka a su madre que sonreí ahora de una forma que hizo encogerse al corazón de esta mujer quien seguía hablándole a la pequeña Misa.

—Por cierto hay algo que quería preguntarte —tomó la palabra el chico vestido de ninja.

—¿Qué ocurre, Ranita-chan? —Habló Ceres volteando para mirar a su yerno quien se estaba rascando la mejilla algo nervioso.

—Pues.. ¿Desde cuándo tienes otra hermana? Pensé que solamente eran Aios y tú —dijo el chico de cabellera azul oscura.

—Es una larga historia. Además no se había dado el tiempo para hablarles sobre mi pequeña hermanita Nyx pero verán, ella en sí no es mi hermana de sangre, técnicamente somos solamente Aya-chan y yo, Nyx podría decirse que es nuestra hermana adoptiva. Nuestras madres la acogieron luego de la guerra de sangre que ocurrió hace muchos años en el Kólasi. Ella perdió a sus padres..su pueblo fue devastado por los insurgentes. Se había quedado sin nada pero yo fui quien la encontró. Mamá Gaia que en paz descanse decidió adoptarla como otra hija.. Al principio no nos llevábamos bien pero al paso del tiempo las tres nos hicimos muy unidas hasta el punto que..am.. —Las palabras de la chica de ojos azules se detienen mientras sus mejillas se tiñen de rojo.

—Ella también se enamoró de ti ¿me equivoco, mamá? —Habló la pequeña chica mágica con una nerviosa sonrisa en su rostro mirando a su madre.

—Sí, ella cómo Aya-chan llegaron a tener esa clase de sentimientos por mí, es más como en el mundo de los demonios como le suelen llamar el incesto no está mal visto..nuestras madres querían que una de ellas fuera mi esposa. Resumiendo la historia..como yo nací teniendo un gran poder, es decir, siendo una diosa pensaban que si tenía un hijo con alguna de ellas esté bebé sería el más poderoso demonio mismo que nos ayudaría en las próximas guerras pero… Nyx no estaba interesada en el matrimonio argumentando que no quería estar atada a nadie. Con Aios fue diferente ya que.. Este.. Con ella hace poco tuve una hija..hace poco nació mi pequeña Levi-chan.. La niña no nació con ninguno de nuestros rasgos demoníaco a pesar de tener sangre real corriendo en sus venas. Lo que quiero decir es que no quiero que mis bebés, mis nietas, nadie tenga que sufrir lo que nosotras en las guerras —terminó de hablar la mujer de cabellera castaña quien estaba mirando a un lado esquivando las miradas de su hija y yerno.

—Con eso también te refieres a lo que sucedió cuando eras una saintia —dijo el chico vestido como un ninja.

—Su suegra asintió…

—Mamá.. Las guerras han terminado. Los dioses malvados como Hades han dejado de existir en nuestro mundo además eres mucho más fuerte que antes y yo tengo la armadura de Libra que pudo evolucionar. Ramón tiene la armadura de Sagitario y… —Las palabras de Asuka quedaron en su boca ya que su madre le interrumpe.

—Puede que tengas la armadura de Dohko pero eso no quiere decir que estés a su altura. Tampoco tu esposo podría hacerle frente a un demonio de clase superior ni mucho menos a un dios.. —mencionó Ceres.

—¿Y tú si puedes? —Preguntó con el ceño fruncido la pequeña chica mágica.

—No tengo que decirte la respuesta, pequeña tontuela. Aunque puedo decirte que por más fuerte que seas no serías rival para un berserker o un caballero de cristal —dijo la dueña de casa con una pequeña sonrisa— —sin embargo, estoy segura que podrían ser más fuertes

—Lo seremos. Seremos tan fuertes que nadie nos podrá hacer frente —contestó el chico vestido de ninja.

—Me parece bien, ah sí, Ranita-chan puedes acompañarme al cuarto. También tú Asuka-chan hay algo que quiero mostrarles —mencionó Ceres rodeando las sillas donde estaban sentados sus invitados. La dueña de casa pasó junto a ellos para entrar con la pequeña bebé en brazos…

[...]

Unos minutos después..

Habitación de Asuka - Interior

—¿Qué hacemos aquí, mamá? —Preguntó la chica mágica teniendo en sus brazos a dos de sus bebés.

—Ya lo verán. Pongan a los bebés en mi cama, seguramente tendrán sueño, por si preguntan cambie las sábanas así que no hay problema que ellos duerman un poquito aquí —eran las palabras de Ceres dejando en su cama a su nieta quien estaba ya dormida.

—De acuerdo. Vamos a creer en ti, suegra —un poquito inseguro el chico con vestimenta del antiguo Japón dejó a los dos bebés que tenía en sus brazos.

—Contra todo pronóstico. Asuka-chan también dejó a sus niños en la cama para que descansaran un poco…

—¿Y ahora qué es lo que nos vas a mostrar? —Pregunta el chico de pelo azul oscuro mirando a su suegra que sonreía divertida para la molestia de uno y la incomodidad de su hija.

—Ya lo verán —dice la dueña de casa extendiendo su brazo dejando que su palma quede mirando al frente. Enseguida un pequeño círculo mágico fue creado— Ostende, mando tibi. Veram ostende formam ac vires mihi da, quaeso, veni mando, somas! (Aparezcan se los ordeno. Muestren su verdadera forma y denme su fuerza se los suplico ¡vengan se los ordeno, sömas!) —Susurró Ceres haciendo que frente a ella aparecieran varias llaves cuyos colores varían. Es decir tenían distintos tonos de púrpura—. —Esto es lo que quería mostrarles

—¿Qué son? —Preguntó la chica mágica mirando las llaves que estaban flotando alrededor de su madre.

—Estás son las sömas, armaduras especiales que les fueron dadas por Gea para lucha contra Urano, puede que parezcan simples llaves pero cuando liberan su verdadera forma son realmente poderosas —responde la mujer de pelo castaño quien tenía sus ojos cubiertos por los mechones de su cabello. Ella extendió una de las llaves que caen en las manos ajenas..

—Por qué nos das esto..tan peligroso, Asuka —dijo el chico observando lo que tenía en sus manos.

—La respuesta la sabrán a su debido tiempo por el momento quiero que las conserven y cuiden con sus vidas ya que, su poder es tan grande que en las manos equivocadas podrían acabar con la raza humana —menciona la dueña de casa haciendo que todas desaparezcan excepto una que quedó en sus manos..

—¿Estás segura que quieres darnos esto? —Ahora su hija fue la que tomó la palabra mirando donde su madre.

—No creo que haya nadie más indicado que ustedes para poseer estas armaduras después de todo han demostrado que son dignos —comentó Ceres.

—Está bien..por cierto, mamá hay algo que quiero decirte, Ramón ¿podrías salir un momento? Quiero tener una conversación en privado con mi madre —pidió Asuka sonriendo a su esposo quien se pone de pie para ir a la salida de aquel cuarto cerrando la puerta dejando a ambas mujeres en ese lugar.

—¿Lo que tienes que decirme tiene que ver con tu hermana? —Lo que dijo la mayor dejó sin palabras a su hija que miró a un lado intentando encontrar las palabras correctas para responder…

—Hace poco vi a Vienna. Ella todavía sigue molesta por lo que pasó hace tanto tiempo. Mamá ¿por qué no le dijiste la verdadera razón por la que dejaste la banda?

—Dejando escapar un pesado suspiro Ceres tomó su tiempo para hablar..

—¿Crees que si le dijera la verdadera razón ella me perdonaría? —Volvió a decir la mujer de cabellera castaña.

—Creo ni yo sé cuál fue la verdadera razón por la que hiciste eso, mamá. Tenías al mundo en tus manos. Tus compañeras y tú eran realmente buenas —habló Asuka.

—Su madre se dio vuelta quedando a espaldas a la pequeña chica mágica tomando entre sus manos un portarretratos para luego caminar hasta donde su hija dejando aquel objeto en las manos ajenas…

—¿Recuerdas ese día? —Ceres preguntó teniendo una triste sonrisa en su rostro.

—Lo recuerdo bien, ese día fue muy extraño pero al final fue muy divertido —respondió Asuka con una triste sonrisa.

—Sí, tomamos esa foto cuando ustedes tenían nueve años, aunque Vienna-chan no quería por qué decía era vergonzoso.. Terminamos teniendo un lindo recuerdo de nuestro viaje a la playa —dice la dueña de casa mientras pesadas lágrimas caían por sus mejillas.

—Mamá.. —Susurró su hija de cabellera grisácea acortando la distancia que las separaba para así tomar entre sus brazos a su madre que rápidamente correspondía el abrazo.

—Pasaron así unos cuantos minutos antes de separarse ya que los bebés comenzaron a despertar. Madre e hija fueron hasta la cama para atender a los infantes quienes al ver a su progenitora sonrieron luego de haber dejado que las lágrimas se secaran en sus mejillas por su lado cuando vieron a la otra mujer que acompañaba a su madre. Tardaron unos cuantos minutos en reaccionar reconociendo a la mujer de cabellera castaña como su abuela..

—Tal parece que los pequeños quieren comer algo —dijo Ceres tomando entre sus brazos a dos de los infantes.

—¿No tienes problema en que nos quedemos aquí? —Preguntó tímida la mahou shoujo cargando a dos pequeños.

—Por supuesto que no. Recuerda que está también es tu casa mi pequeña princesa bubu —responde la dueña de casa haciendo que su hija se sonroje.

—Mamá no me llames así..es muy vergonzoso —Asuka tenía el rostro tan rojo como una manzana mientras la risa de su madre se escuchaba resonar por todo el lugar.

—Al otro lado de la puerta se encontraba el chico vestido de ninja mirando lo que tenía en sus manos. Este se hallaba sonriendo por lo bajo dejando que una traviesa lágrima cayera por sus mejillas—. —Espero que puedas perdonarme.. Asuka.. Espero entiendas que no quiero que nadie sufra por esa maldición.., Por favor cuida bien de mis hijos y mi esposa.. Ceres… —dice el chico al retirarse en silencio del lugar..

[...]

Dos semanas después..

Residencia de la familia Tachibana - Garage - Interior

—¿Cómo es que terminamos así? —Susurró la peli castaña dejando escapar un pesado suspiro.

—Yo iré adelante con Darling —dijo la oriunda de Hong Kong mirando molesta a sus amigas.

—No, iré yo delante porque ayer… —Antes de que dijera algo más Shioriko miró donde las niñas que estaban observando a su nueva mamá. Por esto la idol de pelo verde oscuro se quedó callada mirando molesta a su contraria.

—Creo que yo iré delante con mi amorcito, así que si me permites —para sorpresa de Lanzhu-chan alguien más le había ganado el lugar— —¿Mía? ¿Qué haces ahí?

—La pequeña pianista suspiró tratando de que así sus nervios o más su molestia se calmara un poco…

—Mientras ustedes se estaban peleando como tontas, tomé el lugar junto a mi hermana mayor —con una sonrisa burlona Mía-chan miró a su amiga.

—¡Es injusto, Mía! —Se quejaron las dos idols.

—No me importa que sea injusto o no.. Perdieron su oportunidad y ahora suban que llegaremos tarde —habló la pequeña pianista de pelo rubio platinado.

—Repito cómo es que terminamos de esta forma.. —Susurró la mujer de pelo castaño riendo nerviosa.

—¡Mamá vamos a llegar tarde! —Exclamaron las gemelas desde el interior del auto que conducía su progenitora.

—Este será un largo día-noya —suspiró Ceres con una pequeña gota de agua detrás de su cabeza. La fémina de cabello castaño entró al auto. Se puso el cinturón de seguridad para encender el vehículo y de esa forma partir a su nuevo destino.

—¿Están nerviosas pequeñas? —Preguntó Lanyu-chan como era llamada por su esposa mirando a las niñas.

—Un poquito pero sabremos cómo pasar este día, mamá Lan-Lan —responde Akemi-chan con una pequeña sonrisa mirando donde su madre quien se sonrojo al ser llamada "mamá"

—Parece que te has acostumbrado a que te llamen de esa forma ¿he? ¿Mamá Lan-Lan? —Se burló la pequeña niña de pelo rubio platino mirando por encima de su hombro a su amiga quien le saca la lengua molesta.

—Mamá se ve muy chistosa con el rostro rojo —mencionó Sayaka-chan quien se estaba riendo por la reacción de su nueva mamá.

—Tienes razón. Cariño su madre se ve muy chistosa cuando se pone rojita —se burló Shioko-chan como era llamada por su esposa de cabello castaño quien seguía conduciendo.

—Las niñas estaban muy entretenidas hablando con sus nuevas mamás. Las idols le contaban muchas cosas a sus hijas adoptivas que escuchaban atentas lanzando preguntas al azar.. Pero en la parte delantera del coche algo pasaba con la niña de pelo rubio platino y su amorcito como le había llamado a la castaña…

—Mía-chan..no creo que deba..debas hacer esto.. —Susurró Ceres intentando no gemir debido a las caricias de su hermanita menor. La pequeña pianista aprovechando esta oportunidad comenzó a masturbar a su enamorada metiendo dos de sus dedos en la vagina de su amorcito.

—¿Me dirás que no te gusta? —Preguntó con una voz tierna. Los dedos de esta pequeña hacían un gran trabajo acariciando los lugares correctos. Mía-chan metía y sacaba ahora tres dedos de su mano derecha de la vagina de Ceres quien seguía aguantando soltar un vergonzoso gemido.

—E-E-Estamos..haciendo algo que..mm.. Mía-chan..si sigues así… —Se quejó la conductora teniendo uno de sus ojos cerrados. Esta persona disfrutaba de las caricias dadas por la menor que sonreía divertida.

—Vamos.. hermana puedes correrte, quiero tener tus ricos jugos de amor en mis manos —las embestidas que daba la menor al interior de la vagina de su eterna enamorada iban en aumento. A veces Mía-chan se detenía para luego con la yema de sus dedos tirar el hinchado clítoris de la castaña..

—Estamos..haciendo..algo malo..pero me gusta… *Gemido* —decía en voz baja para que nadie les escuchara. Ceres estaba a punto de correrse debido a lo bien que se sentía ser tocada por la menor pero…

—El celular que tenía conectado la mujer de cabello castaño empezó a sonar. Debido a esto tuvieron que detenerse en un semáforo que estaba en rojo, gracias a una llamada entrante y el sonido de los otros autos y vehículos ninguna de las chicas pudieron escuchar como la fémina de mirada azul terminaba corriéndose manchando sus bragas..

—Di-Diga.. —Eran las palabras de Ceres cuando contestó la llamada extrañando a la persona que estaba al otro lado de la línea.

—Tachibana-san que bueno que la encuentro —dijo una mujer de no más de cuarenta años por el tono de su voz.

—¿Sekine-san? ¿Cómo está? —Preguntó la mujer de ojos azules intentando recuperarse un poco de su reciente orgasmo.

—Bien, gracias por preguntar. El motivo de mi llamada es que quería informarle que una de sus hijas está en la oficina de la directora debido a que se peleó con la hija de esta —mencionó Sekine-san al otro lado de la línea.

—Vaya, eso me deja sin palabras, le agradezco que me haya informado —respondió Ceres dejando escapar un pesado suspiro.

—No hay problema. Pero si me lo pregunta la pequeña Ailane hizo bien en hacerle eso a la hija de la directora, esa niña es un demonio —comentó la secretaria.

—La mujer de cabellera castaña rió por lo bajo…

—Descuide yo me encargaré desde aquí. De nuevo muchas gracias por informarme. Que tenga un lindo día, Sekine-san —dijo Ceres cortando la llamada.

—¿Qué sucede, hermana? —Preguntó Mía-chan mirando donde su hermana. Cabe mencionar que esta tenía una pequeña vena sobre su frente cosa que había asustado a la menor.

—¿Pasó algo, Darling? —Ahora tomó la palabra Lanzhu-chan.

—No, no ha pasado nada, cariño —esta mujer mintió mirando por el espejo a su esposa.

—¿Por qué será que no te creo nada? —Con una sonrisa en sus labios continuó hablando la idol de pelo rosa pálido.

—Luego les diré que ahora tenemos que seguir nuestro camino, no quiero que ustedes lleguen tarde —respondió la mujer de ojos azules poniendo en marcha de nuevo el auto.

—Todo continuó con su rumbo normal después de esa llamada telefónica. Las pequeñas hablando con sus mamás mientras que Kiki-chan como su hermana Sumi-chan estaban muy entretenidas jugando con sus peluches pero lo que ninguna esperaba era que…

[...]

—¡Corran…! ¡Son demonios! —Exclamó un hombre que corría por las calles desesperado.

—¡Qué alguien nos ayude! —Gritaba una mujer quien llevaba en sus brazos a su pequeño hijo que no paraba de llorar.

—¿Qué pasa mamá? —Preguntó la pequeña Akemi-chan.

—Supongo que debe ser cosa de los demonios… —Susurró Ceres mirando cómo es que a lo lejos se veía una gran columna de humo.

—¿Darling? ¿Qué sucede? —Lanzhu-chan se acercó a su esposa quien tenía la mirada fija en lo que estaba pasando afuera.

—Chicas.. Tengo que ir —responde la mujer de cabellera castaña quitándose el cinturón de seguridad.

—¡No puedes ir..! ¡Te pueden hacer daño! —Se quejó Shioriko-chan.

—Por más que quisiera quedarme soy la única que puede acabar con esos demonios —dijo Ceres mirando de reojo a su mujer.

—No me importa. Puedes dejar que otros se encarguen de ellos, tú tienes ahora responsabilidades, tienes a tus hijas conmigo y con las demás. No puedes saltar como una tonta a la batalla —se quejó Lanzhu-chan.

—Lo siento chicas pero tengo que ir.. Pueden gritarme si quieren.. ¡Pero es mi deber como una guerrera y más como una diosa! —Exclamó la mujer de cabello castaño—. —Les encargo a mis pequeñas..

—Tras esas palabras la mujer de mirada azul sale de su auto. Estando al lado del mismo miró por unos minutos hacia adentro donde estaban sus hijas y esposas. Esta persona sonrió para luego mirar al frente mientras extendía unas grandes alas de color blanco que había creado..

[...]

Mientras tanto en la academia "Las estrellas gemelas"

—¡Nosotros venimos en busca de las hijas de esa maldita demonio! ¡Aparezcan! —Gritó un hombre de cabello corto vestido como un militar llevando una gorra de color negro encima de su cabeza. Este tipo llevaba en sus manos el cuerpo inerte de una de las niñas de esa escuela..

—Capitán ¿no cree que es demasiado…? —Preguntó uno de sus subordinados.

—¿Te atreves a contradecirme? —Habló el hombre mirando de reojo al sujeto que tembló de miedo al sentir la pesada mirada de su líder.

—No señor… —Responde el asustado soldado.

—¡Salgan engendros del demonio! —Gritó de nuevo el sujeto de vestimenta blanca.

—Creo que no van a salir —dice otro de los soldados que se encuentran al lado de su líder mirando al interior de la escuela.

—Supongo que tienes razón. Ay con estos insectos parece que no valoran su vida ni la de sus amigos… —susurró el sujeto de pelo negro.

—Creando lo que parecía ser un arco este sujeto empezó a disparar flechas de color azul mismas que al hacer contacto con el suelo explotaban. Derrumbando parte de las instalaciones…

—Un poco de fuego hará que esas ratas salgan de ese modo podemos hacer lo que queramos con ellos. Tal vez con esto esa molesta persona venga y dé la cara —dijo en un tono casi burlesco este hombre que seguía disparando a diestra y siniestra. Todas las personas que estaban dentro del colegio salieron al exterior solamente para ser asesinadas por los demonios que estaban esperando por ellos..

—Creo que esto es demasiado —dice por lo bajo uno de los subordinados de este hombre.

—Puede que lo sea pero tenemos todo un patio de juegos para nosotros.. —El hombre llamado "J" guardó silencio por unos cuantos minutos hasta que volvió a hablar—. —Además siento dos grandes concentraciones de poder viniendo de este lugar por lo que tenemos que hacer salir a las ratas usando todo lo que tenemos a nuestra disposición

—¿Enviaremos a los demonios que nos dio aquel hombre? —Preguntó uno de los subordinados del sujeto de vestimenta blanca.

—Para eso están después de todo nuestra majestad tiene planes para ese demonio —respondió "J" sonriendo por lo bajo— —¡vayan demonios hagan lo que quieran con esos humanos! ¡Pero dejen vivo a cualquiera de estos monos si sienten que tiene un poder equiparable al mío!

—Después de esas palabras un gran ejército de demonios que por alguna razón estaban vestidos de blanco con grandes armas empezaron su marcha hacia el interior del establecimiento. Los hombres que acompañaban al militar podían ver con horror como estos monstruos mataban sin discriminación a todos los que se les ponían en frente. El hombre vestido de militar con pequeños lentes sobre el puente de su nariz sonreía por lo bajo disfrutando de la masacre creada por los seres que se le encargaron por una extraña voz que pudieron escuchar cuando estaban en otro mundo.

Por su lado las dos hermanas que estaban en la oficina de la directora cuando terminaron de ser regañadas volvieron con paso lento a su salón. Ailane iba maldiciendo a esas niñas que tantos problemas les habían dado. La pequeña niña de pelo rubio y ojos como el mismo fuego reaccionó cuando el suave tacto de la piel desnuda de Tsubaki hizo contacto con su mano.., Los ojos de ambas niñas se encontraron, una sonrisa involuntaria apareció en los labios de las dos hermanas, cuando la niña de ojos como el mismo fuego quiso decir algo el estruendo que se produjo al chocar una bomba que tenía uno de esos demonios hizo que sus palabras se perdieran. Sintiendo el peligro la pequeña de cabello rubio oscuro apretó la mano de su hermana menor y amor no correspondido. Las dos hermanas corrieron por los pasillos de la escuela que estaba vacío.. Las chiquillas escucharon claramente como los demonios mataban a cuanta persona se cruzaba por su camino dejando escapar un horrendo grito que se asimilaba a una risa podrida.. El miedo se había apoderado de Tsubaki que corría con los ojos cerrados mientras que su hermana mayor corría junto a ella por los pasillos hasta encontrar un lugar seguro o eso es lo que pensaban..

[...]

Dentro del establecimiento - Salón de séptimo grado

—Tengo miedo onee-chan.. —Susurró una pequeña niña de pelo rubio y ojos color esmeralda.

—No tengas miedo, Tsubaki-chan. Además estoy yo para protegerte —respondió la pequeña leona de ojos rojos mirando a su hermana menor.

—Onee-chan.. —La niña de ojos color esmeralda sonrió pero esa misma sonrisa se terminó esfumando cuando sintió la presencia de un demonio.

—Encontramos unas ratas. Pero al parecer no son ratas sino un par de lindas chicas a quienes podré hacer mías antes de entregarlas al señor "J" —el demonio que había encontrado a las pequeñas sonrió de forma extraña mientras se limpiaba la saliva que cae de la comisura de sus labios..

—Ailane se puso frente a su hermana pequeña que temblaba de miedo. Pero la joven leona miraba con el ceño fruncido a su enemigo quien se burlaba de la jovencita que todavía no había podido dominar sus técnicas…

—¿Crees que una pequeña zorra como tú podrá conmigo? Estás muy equivocada aunque te dejaré si haces algo con esa boca tan linda que tienes —dijo el demonio estando a unos pasos de encontrarse con las chicas..

—Ni loca..prefiero morir antes de que un ser tan horrendo como tu me toque —se burló la pequeña leona enseñando al ser su dedo medio.

—Eres una pequeña zorra… ¡Sí no vas a hacer mía entonces cumpliré tu deseo..! ¡..¡Muere! —Exclamó el demonio saltando por los aires mientras creaba con su energía una pequeña pero filosa espada..

—¡Ailane-onee-chan…! —Gritó asustada la hermana menor de la jovencita de mirada roja.

—Yo te protegeré.. Tsubaki… —Dijo por lo bajo la chica de pelo rojo.

—¡Mueran…! —Exclamó el demonio.

—Todo parecía perdido para ambas hermanas pero…

—¡Getsuga Tenshö! —Fue un solo instante donde una corriente de energía oscura destruyó todo a su paso llevándose consigo al demonio del cual no habían quedado rastros.

—¿Quién eres? —Preguntó la pequeña Tsubaki-chan abriendo sus ojos para encontrarse con un chico de nos más de 16 años vistiendo un traje de color negro y detalles en blanco portando una gran espada.

—Mi nombre es Ichigo. Kurosaki Ichigo y ustedes deben ser las hijas de esa mujer ¿cierto? —Respondió Ichigo.

—Sí, nosotras somos Ailane y Tsubaki Tachibana ¿espera? ¿Conoces a nuestra madre? —La pequeña de pelo rubio se alejó un poco de su hermana que al estar en estado de alerta tomó a su hermana menor del brazo evitando que esta se fuera.

—No te alejes, Tsubaki.. —Gruño por lo bajo la pequeña leona mirando con el ceño fruncido al chico que les había salvado la vida.

—Onee-chan este chico dice que conoce a mamá. Quizás él pueda decirnos dónde se fue —Tsubaki miró por encima de su hombro a su hermana que chasqueó con la lengua.

—No tienen que preocuparse. No les haré daño además su madre es una vieja conocida por lo que pelearé para ayudar a sus hijas —dijo el chico.

—De acuerdo. Si intentas algo te mataré —amenazó la leoncita.

—Vale…

[...]

Mientras tanto en las afueras de la escuela..

—¿Qué ocurre Mein Herr? —Preguntó uno de los subordinados del hombre de vestimenta blanca.

—Creo que pude sentir por un momento el incremento de aquel extraño poder..pero debió ser mi imaginación —responde el militar de gafas dejando escapar un pesado suspiro antes de acomodarse sus lentes que brillaron contra la luz del sol.

—Mein Herr. Tengo noticias de los demonios de segundo nivel que están atacando la ciudad —dijo otro de los lacayos de este sujeto.

—¿Ha salido alguna rata grande? —Preguntó "J" estando de espaldas a su subordinado.

—Me temo que sí. Por fin apareció esa mujer de la que tanto se hablaba en las leyendas.. —El soldado tembló por el miedo a pesar de estar tan lejos pudo sentir aquel terrible poder que emanaba del cuerpo ajeno.

—Así que por fin has hecho acto de presencia, teuflisch. Es ist nicht besser, dich anzurufen… (demonio. No es mejor llamarte…)

[...]

En la ciudad..

—Derjenige, der im Dunkeln lebt. Göttin Ceres (La que habita en la oscuridad. Diosa Ceres) —dijo el hombre vestido de blanco riendo emocionado por la próxima batalla…

—¡Mueran malditos demonios! —Exclamó la mujer de pelo castaño. Ella tenía en sus manos una espada de color morado de la cual emanaba una gran cantidad de energía oscura.

—¿Cómo una..humana puede dañarnos..? —Preguntaba un monstruo gigante con brazos tan grandes como edificios. Este había sido destruido por la poderosa espada de su oponente.

—Eres solo un insecto. Pero a pesar de ser un ser inferior hiciste que usará mi arma contra ti. Sí alguna vez vuelves a la vida me gustaría volver a pelear contra ti —decía Ceres dejando que su palma abierta mire donde el ser moribundo. De la mano de esta mujer una poderosa llama de fuego oscuro destruye al titán.

—Parece que por fin tengo una digna oponente —se escuchó decir a una mujer que estaba detrás de la castaña.

—Al voltear la ascendida a diosa se quedó sin palabras. Frente a ella se encontraba la persona a quien nunca pensó volver a ver..

—¿Qué sucede, Asuka? Estás pálida ¿acaso has visto un fantasma o no reconoces a tu vieja amiga? —Preguntó la fémina de vestimenta blanca que saltó cayendo unos pasos de la mujer de ojos azules.

—No..no puede ser.. ¿De verdad eres tú, Andoreko-chan? —Los ojos de la mujer casi salen de sus órbitas cuando hicieron contacto con los azules de quien fuera su amiga en el pasado.

—¡Por fin tendremos nuestra venganza, Asuka! —Exclamó otra chica misma que dejaba caer una gran cantidad de esferas oscuras las cuales dieron en el blanco debido a la tardía reacción de Ceres.

—E-E-E-Esa voz es de.. ¿¡Asumi-chan!? ¿Por qué? —Preguntó una debilitada castaña. A duras penas pudo ponerse de pie la que sostenía en sus manos una de las espadas más poderosas del mundo—. —Chicas..por qué se unieron a mi hermano..

—¿¡Quieres saber la razón!? ¡Por qué por tu culpa nosotras morimos! —Gritó enfurecida una chica de pelo negro teniendo pequeñas orejas de gato y cola felina. Ella encima de su cabeza aparte de sus orejas tenía una diadema—. —Erwecke den Spiralspeer! (¡Despierta lanza espiral!) —Exclamó la pelinegra convirtiendo su espada en una lanza con la cual golpeó el estómago de quien fue su amiga.

—Überwinde die Dunkelheit und erschaffe ein Wunder! Leichte Schwerter! (¡Vence la oscuridad y crea un milagro! ¡Espadas de luz!) —La voz de otra persona llegaba al lugar. De pronto una gran cantidad de espadas creadas a partir de magia y energía demoníaca alcanzó a la castaña dañando su cuerpo.

—¿Aki-chan? ¿También tú le vendiste el alma a mi hermano? —Pregunta Ceres quien se puso de pie. Su cuerpo se tambaleó debido a las heridas dejando uno de sus ojos ocultos entre los mechones de su cabello.

—Parece que todas estamos reunidas nuevamente… —Dijo la albina sonriendo.

—Las estrellas negras por fin vuelven a hacer su aparición —mencionó Aki-chan al pararse al lado de Andoreko.

—Esperamos mucho tiempo para esta linda reunión de modo que no dejaremos pasar la oportunidad de lastimarte. Así como nos lastimaste en el pasado, Asuka —comentó Asumi-chan al lado de la chica de pelo azul mostrando su arma a su antigua amiga y enamorada.

—Yo..yo no quiero pelear con ninguna de ustedes..pero si le han —La vocalista de la banda que creó en su juventud apuntaba a las que fueron sus antiguas amigas con la punta de su espada. Ceres estando herida sonrió mientras elevaba su poder cósmico mismo que se manifestó en un aura color dorado. La tierra tembló por este gran incremento de poder mientras la sonrisa de la diosa de la oscuridad mostraba confianza—. —Vendido el alma a mi hermano, tendré que pelear con todo lo que tengo, no me importa que me odien.. ¡No me importa lo que pase conmigo..! ¡...Acabaré con sus ambiciones..! ¡Peleen conmigo! —Exclamó la valiente mujer de cabello castaño. De la espalda de esta mujer aparecieron tres pares de alas hechas de luz misma hacían que se viera intimidante pero sobretodo genial.

—¡Ese es el espíritu! —Dicen las tres chicas que cargaron sus mejores técnicas que fueron lanzadas…

—Erwecke den Spiral Speer! (¡Despierta lanza espiral!) —Exclamó Asumi-chan lanzando un poderoso ataque concentrado en una esfera de luz.

—Überwinde die Dunkelheit und erschaffe ein Wunder! Leichte Schwerter! (¡Vence la oscuridad y crea un milagro! ¡Espadas de luz!) —De nuevo las espadas de luz que fueron creadas por la chica de pelo azul salieron disparadas en contra de su antiguo amor.

—Zerstöre alles auf deinem Weg! Lass die Erde beben! Großes Erdbeben! (¡Destruye todo a tu paso! ¡Que la tierra tiemble! ¡Gran terremoto!) —Exclamó la albina golpeando con su espada el piso del mismo gran pilares de luz se crearon. Todos ellos fueron en contra de Ceres golpeando su cuerpo. Al igual que este ataque los poderes de las otras dos también impactaron contra su antiguo amor.

—Elevate in infinitum cosmum meum..! Star Perditor - Imperial Court! (¡Elevate hasta el infinito mi cosmo..! ¡Destructor de estrellas - corte imperial!) —Dijo la chica de pelo castaño moviendo hacia atrás su espada que luego dejó caer creando una gran onda expansiva que se asemejaba al ataque de Shura. Pero esta era una versión mucho más poderosa. Las técnicas de las chicas fueron destruidas y cuando este ataque hizo contacto con ellas todas fueron lanzadas por los aires excepto…

—Eres..fuerte lo admito..pero.. No tienes idea de lo que hemos pasado, todas nosotras hemos pasado por mucha mierda… Mientras tu te dabas la gran vida.. Por eso cuando tuvimos la oportunidad..le vendimos nuestras almas al mismo diablo para tener una oportunidad para vencerte… ¡Por eso morirás aquí, maldita traidora! —Exclamó Andoreko-chan elevando su cosmos hasta llegar a superar un santo dorado. Una luz roja empezó a brillar en el pecho de esta chica para enseguida tener su cuerpo cubierto por una armadura roja con grandes alas de murciélago—. —Este..es nuestro poder… El poder de nuestro odio… ¡El poder que me dieron para vencerte y así acabar con mi dolor! —Dijo la chica de pelo blanco lanzándose contra su antiguo amor cargando su espada que había cambiado de forma teniendo en su empuñadura un ojo.

—Andoreko-chan..lo siento..pero no puedo permitirme perder..menos contra alguien que le vendió el alma a un maldito monstruo —susurró. Ceres tenía sus ojos ocultos entre los mechones de su cabello cargando su cosmos. Detrás de ella se había creado un gran círculo mágico color dorado. Entonces ella dijo…

Andoreko… Sabes lo que quiero hacer.. Quiero formar una banda para que todos escuchen nuestra música y así ser famosas. ¿Me acompañaras en este viaje?

Por supuesto. Sin mí no serías nada además tengo en mente otras dos personas que pueden ayudarnos

Genial

[...]

¿Conque ella es la persona de la que tanto hablabas?

Sí, ella es mi amiga, su nombre es Asuka Tachibana

Un gusto conocerte, mi nombre es Asumi y la quejumbrosa es Aki

Encantada. Desde ahora nosotras seremos una banda que triunfará. Ganando fama mundial y.. Seremos amigas ¿qué me dicen?

[...]

—Benedictio damnatorum! Caelum vastator! Lux cruces! (¡La bendición de los perdidos! ¡Destructor de los cielos! ¡Cruces de luz!) —Una gran explosión de estrellas casi como la extinción de estrellas de Mu impacto contra el cuerpo ajeno destruyendo la armadura. La espada y parte del pavimento donde estaban las otras chicas que fueron revividas.

—¡Andoreko..! ¡Asuka! —Dijeron Aki y Asumi quienes salieron volando por los aires hasta estrellarse contra el pavimento quedando a varios metros de las otras dos contendientes.

—Parece que te he subestimado, Asuka-chan.. pero no volverá a pasar —dijo la chica de pelo blanco quien estaba malherida pero manteniéndose de pie.

—Andoreko-chan..mejor deja esto no quiero seguir peleando contigo —ocultando sus ojos entre los mechones de su cabello habló la castaña bajando su espada.

—No me rendiré..lucharé hasta que mi cuerpo se haga pedazos y mi espíritu.. Se extinga.. ¡Por eso seguiré hasta adelante! —Exclamó la chica de pelo blanco.

—En contra de todo pronóstico ambas mujeres se lanzaron a pelear chocando sus espadas a gran velocidad. De los golpes de estas armas chispas salían y grandes pedazos de concreto eran lanzados por los aires. Siendo la castaña más fuerte y hábil con la espada pudo hacer un corte en el peto de la armadura que poseía la albina…

—Antes de que esto termine quiero preguntarte ¿por qué? —Preguntó confundida la mujer de ojos azules chocando su espada nuevamente con quien era su amiga.

—Encima preguntas por qué.. No podías ser más.. ¡Idiota! ¡Todas estábamos enamoradas de ti..! ¡Soñamos con un futuro juntas..! ¡Pero nos dejaste! —Gritó la albina quien fue rechazada por su ex compañera.

—Lo..siento pero tenía una buena razón..tenía a mi familia y no quería dejarlas solas..por eso tuve que dejar la banda pero no sabía que eso iba a traer como consecuencia que ustedes murieran.. —Con un fuerte golpe la castaña hizo volar a su amiga para después lanzarse contra ella clavando su espada a centímetros del rostro ajeno.

—Perdí..de nuevo..no puedo.. ni quiero continuar viviendo así.. —Murmuró Andoreko ocultando sus ojos entre los mechones de su cabello mientras pesadas lágrimas caían de sus ojos azules.

—La mujer de pelo castaño se cortó la muñeca y de ella dejó caer un poco de su sangre. La sangre de la ascendida a diosa cayó en la boca de Andoreko quien empezó a brillar..

—¿Qué hiciste? —Preguntó la chica de pelo blanco totalmente recuperada.

—Solo di un poco de mi sangre para que mi amiga o mejor dicho mi mujer pudiera vivir —responde Ceres sonriendo provocando que Andoreko se sonroje.

—¿Cómo que mujer..? ¿Quieres decir que..? —Tartamudeo la albina teniendo sus mejillas rojas como un par de manzanas.

—Estaremos unidas hasta que yo muera, hicimos un pacto, ahora eres mi mujer y espero que puedas perdonarme, Andoreko-chan —dijo la mujer de pelo castaño acercándose a su nueva esposa para robarle un beso que fue correspondido— —bueno es hora de ir por las chicas y luego… Tengo que encargarme de una cucaracha que me estuvo molestando todo este tiempo —mencionó Ceres luego de haber terminado con su beso.

—¿Vas a ir por las otras chicas? —Preguntó una sonrojada albina.

—Sí, no puedo dejar que mis queridas amigas sigan sufriendo por eso mismo las haré parte de mi familia —contestó con una gran sonrisa la dueña de los ojos azules que habían enamorado a la chica albina.

[...]

Volviendo con las chicas..

—Gracias por ayudarnos, señorita —dijo Shioko-chan estando fuera del auto.

—No hay problema. Después de todo ustedes son importantes para ella. Sí quiero volver a verla.. pues.. —Responde una linda chica de pelo negro y ojos color almendra sonrojada.

—Disculpa, onee-chan pero de dónde conoces a mi mamá —preguntó la pequeña Akemi-chan mirando a la persona que les había salvado de ser atacadas por un monstruo con máscara.

—Ella y yo somos viejas amigas.. —Responde la misteriosa chica.

—Ay, Darling..