Su petición te sorprendió, la esperabas era un hecho mas no que fuera en esa noche.
—¿Qué?
—Un beso, quiero un beso
La determinación en su mirar era encantador, algo que adorabas era poder leer esos orbes ónix que brillan con la intensidad del fuego, no importaba el tiempo o situación siempre brillaban.
—¿Segura?
—Si, no eres mi primer beso así que tan inexperta no soy
Y recuerdas que antes de un nosotros hubo un ella y yo, separados por diferencias y experiencias que eran importantes vivir.
Pan se levanta y queda frente a ti.
—Vamos, es parte de los beneficios
—No quiero quejas
—Entonces, hazlo bien
Y como siempre te reta, así con unas simples palabras que dice sin esfuerzo te ordena cumplir.
¿Cuándo dejaste de ganar en ese juego infantil? sonríes. Esos juegos de responder habían quedado en tu infancia.
Limpias tus manos en el fino pantalón que usas y la tomas de las mejillas.
—Quiero una experiencia que pueda recordar cuando este en mi vejez ¿sí?
—Pides mucho
Ella cierra los ojos negándote el fuego, relame sus labios ansiosa y espera.
Tú, en cambio comienzas a verla detalladamente, miras los cabellos que desobedientes se niegan a quedarse a un lado, sus delgada cejas y espesas pestañas.
Admiras la obra de arte que yace en tus manos, la acaricias cual figurita de cristal fuese. Suspiras, ella te fascina y aun así te quedas corto.
"Kami-sama"
Paseas tus pulgares por sus mejillas y pómulos explorando su tersa piel.
—Trunks — te llama — te pedí un beso, no un masaje facial
—Solo disfruta mi tacto y cállate
—¡He..!
Y te apoderas de sus labios, tan suaves como el terciopelo y tan afilados cuando habla. Que combinación tan exquisita.
Y te sumerges en la deliciosa sensación de un beso ansiado, de un contacto tan sublime que el humano tiene la dicha de sentir.
Tu corazón en calma explota de emoción, tu sangre sube a tu rostro y tu poder se inestabiliza.
En un momento que dura menos que un minuto pero que perdura largo tiempo te entregas a merced de una criatura menor que tú, una niña como quieres decirle con dulzura pero que no le gusta por lo que implica.
Pan se aferra a tu cintura buscando donde sostenerse para no desfallecer, y se deja llevar, te permite controlar el momento, que seas tu quien la guíe.
El beso pausa, pero no te despegas, permaneces ahí unos cuantos segundos más guardándolo en tu memoria.
—Lo guardaré profundamente
—Yo también
Realmente aun no se que poner de titulo y resumen .-.
