Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de M. Kishimoto.

Advertencia: Uso de lenguaje inapropiado, así como de escenas violentas. Leer bajo propio riesgo.

N/A: Historia desarrollada en un universo alterno.


CAPITULO 2

.

Sakura abrió los ojos. Parpadeó varias veces para enfocar y cuando al fin lo logró, se sintió desorientada. Se sentó sobre el futón y observó a su alrededor. ¿Dónde estaba?

Se tomó la cabeza y al hacerlo vio que su antebrazo tenía una enorme mancha morada. Se asustó. Observó el otro brazo y este tenía un moretón más pequeño cerca de la muñeca. ¿Qué diablos? Al levantar las sábanas, gimió de dolor, un poco. Sus piernas también tenían varias manchas entre moradas y amarillas.

Miró su entrepierna y abrió desmesuradamente los ojos. Las sabanas se teñían de rojo. Su cuerpo comenzó a temblar. ¿Qué…?

De inmediato, los recuerdos de anoche llegaron a su mente.

Flashback

Su cuerpo temblaba, si él había escuchado el sollozo lo estaba ignorando olímpicamente. Sasuke solo miraba aquel pequeño seno blanquecino que acariciaba lentamente.

Sakura no entendía su comportamiento. ¿Por qué prolongar la tortura? Si quería tomarla, que lo hiciera ya.

Sus caricias cesaron y Sakura le miró. Sasuke alzó la vista y ella se perdió en esos peculiares ojos.

Todo se volvió negro.

Primero, dejó de sentir su cuerpo. Sus piernas estaban adormecidas.

- ¿Qué…? – pero no termino de formular la pregunta ya que su lengua se sentía lánguida

- Shh – la calló Sasuke

Sasuke siguió acariciando el valle de sus senos. Su mirada se encontraba fija en ese lugar, como si fuera lo más sagrado que haya visto en su vida.

Sakura consiguió levantar su brazo izquierdo y empujó el hombro derecho de Sasuke, pero a él no le molestó. Con una mano, Sasuke sujetó las dos de Sakura y con una cuerda que no sabía de donde había salido, las sujetó por encima de su cabeza.

Ella intentó negarse, pero las palabras no le salían. Sakura se sentía un poco mareada y su visión comenzaba a nublarse. Sasuke se cansó de acariciar con sus dedos los senos de Sakura y procedió a tomarlos con fuerza con sus manos. Sakura lanzó un intento de gemido por el fuerte agarre de él.

Sasuke los apretó, jugando con ellos. Después de unos segundos introdujo uno en su boca. Succionándolo, mordisqueándolo. Sasuke chupaba fuerte. Sakura intentó retorcerse debajo de él, pero con la cero sensibilidad que tenía y con el peso de Sasuke encima de ella le fue imposible.

Sasuke siguió con su tarea, provocándole dolor a Sakura.

Cuando se cansó por fin de sus senos, el miedo invadió los ojos de Sakura.

- Tranquila, lo disfrutaras – le dijo Sasuke con burla al observar el rostro de Sakura

Sasuke fue dejando un camino de besos por todo su abdomen hasta llegar al nacimiento de su vientre. Siguió bajando más despacio, hasta besar su centro. Sakura pudo sacudirse un poco e intentó cerrar sus piernas, pero Sasuke se lo impidió sujetándolas fuertemente.

- No Sakura

Él abrió un poco más sus piernas. Su vulva quedó expuesta ante él. Sakura ya no se sentía tan mareada, comenzaba a sentir sus brazos de nuevo y podía lanzar balbuceos, en cambio, sus piernas estaban más que adormiladas.

- No… Sasuke…. – decía como podía

Sasuke la miró. Sakura no pudo descifrar el significado detrás de esa fría mirada que le lanzaba. Después de unos segundos, Sasuke introdujo su lengua lo más profundo que pudo.

Sakura gimió y echó la cabeza hacia atrás. Se había sorprendido por la intromisión tan repentina, pero el movimiento que Sasuke provocaba se estaba sintiendo bien. Ella cerró sus puños y se mordió el labio inferior.

No le daría la satisfacción de ver que disfrutaba sus perversiones.

Pero ese deseo quedó en el olvido a los pocos segundos. Sakura tuvo un orgasmo.

Arqueó su espalda, echó la cabeza hacia atrás y trató de que sus labios no expulsaran algún gemido, pero fue inevitable. El orgasmo la recorría por completo y gimió más de lo que le hubiera gustado.

Sasuke dejó de sujetar sus piernas y se irguió, lamiendo de sus labios los jugos de Sakura. Sakura aun tenía la cabeza hacia atrás, tratándose de recuperar. Cuando lo hizo, miró a Sasuke y lo que observó la dejó helada.

- No, espera… - Sakura observaba a un Sasuke totalmente desnudo frente a ella y en medio de todo su ser, un miembro expuesto

Ese pene no era de un tamaño normal, Sakura lo sabía. Había escuchado de las sirvientas los diferentes tamaños de los hombres y de algunos casos particulares extraordinarios, pero sabía bien que esos eran sumamente escasos. Bueno, Sakura había encontrado un caso sumamente raro.

Esa cosa se veía grande, demasiado como para pensar que cabría dentro de ella.

Nuevamente Sakura cerró las piernas, pero Sakura con gran fuerza, arráncale un diminuto gemido de dolor, las abrió. Las tomó de los muslos.

Sasuke, sin dejar de sujetarla, se agachó hasta quedar solamente separados por unos centímetros. Posicionó la cabeza en su entrada y empujó levemente. Sakura comenzaba a llenarse de nervios.

Sasuke le habló al oído – Deja de moverte o te dolerá más – susurró

Sakura iba a preguntar de que hablaba cuando un dolor extremo vino a ella. Cerró fuertemente los ojos, sus puños fuertemente apretados. Sus labios sellados y su cuerpo tenso. Sasuke había entrado en ella de una sola estocada. La sangre caía de su entrada y el dolor no la abandonaba.

Sakura no aguantó más y gimió de dolor cuando Sasuke se retiró para entrar nuevamente en ella de una sola embestida.

Basta, pensaba Sakura una y otra vez. Pero sus suplicas no eran escuchadas, pues ella no se atrevía a pronunciar palabra alguna por miedo a que el dolor se incrementara. Sasuke en todo ese tiempo se mantuvo quieto, como esperando a que ella se acostumbrara a su tamaño.

Después de un minuto, ella abrió un ojo. Respiraba agitadamente. Sakura se encontró con la mirada de Sasuke. Él no tenía expresión alguna en su rostro, sólo la miraba fijamente y Sakura se preguntó en que estaría pensando, pero dejó de preguntarse cuando sintió que el comenzó a moverse.

Apretó los dientes. Él entraba y salía, pero el dolor iba disminuyendo hasta desaparecer cuando Sasuke tomó ritmo.

Fin de Flashback

Sakura se tomó la cabeza con ambas manos, ¿qué mierda había hecho? Ese maldito bastardo.

Trató de pararse, pero una punzada de dolor acudió a ella. Miró hacia abajo y pudo ver que un hilito de sangre salía de ella. Las lágrimas acudieron a sus ojos. ¿Cómo había permitido esto? ¿Cómo fue tan débil para no luchar?

Una solitaria lágrima rodó por su mejilla. - ¿Qué voy hacer? – preguntó sin obtener respuesta

Su preocupación fue interrumpida por el cerrojo de la puerta. ¿La había encerrado?

Rápidamente se levantó aguantando el dolor, tomó un haori que estaba cerca y se lo colocó. Retrocedió todo lo que puedo hasta chocar con una mesa, observó que había un cuchillo en ella y lo tomó ocultándolo en la manga.

La puerta se abrió, se acercó con paso veloz y cuando iba a lanzar el ataque, frenó en seco, retrocedió para finalmente caer al suelo por la inercia.

- Señorita Sakura, ¿se encuentra bien? – preguntó la joven sirvienta que había entrado en la habitación

Sakura aun estaba confundida. - ¿Dónde está Sasuke? – preguntó aun en medio de su desconcierto

La joven le sonrió con compresión. – El joven amo se levantó temprano para continuar con sus deberes. Nos dio instrucciones de que las dejáramos descansar y después la atendiéramos. Mucho gusto joven señorita – la sirvienta se inclinó ante ella – Mi nombre es Jasmín, le serviré personalmente. Estoy a su servicio.

- Levántate – ordenó Sakura al ver que la joven mucama no levantaba la mirada – Sólo Sakura

- Mi señora no puedo hacer eso, yo…

- Por favor, sólo Sakura – pidió ella

- Está bien – la joven sirvienta ayudó a Sakura a ponerse de pie - ¿Se encuentra bien? – preguntó a observar la mueca de dolor que hizo Sakura

Ella solamente asintió. - ¿Qué tal un baño? – Sakura asintió.

Se sentía destrozada física y emocionalmente, le caería bien relajarse un poco.

.

- ¿Qué tanto más falta? – preguntó Sasuke fastidiado

Había salido desde la mañana a cumplir sus deberes como Daimyo, pero hoy no tenía ganas de estar afuera más de lo necesario. Necesitaba llegar a casa y entrar en esa hermosa pelirrosa que…

- ¡Sasuke!

Sasuke logró controlar su sobresalto para que no se notara tanto. - ¿Qué? – preguntó enojado por la interrupción

- ¿En qué piensas? – preguntó su rubio amigo, pero para Sasuke no pasó desapercibido su estúpida sonrisa

- En nada. ¿Ya acabamos? – Sasuke comenzó a avanzar

- Para ser nada te veías bastante complacido – dijo con una burla encubierta

- Cállate – dijo seriamente

Naruto ya no dijo más, pero su sonrisa no disminuyó ni un poco, pues sabía que la razón de Sasuke por volver al palacio no era otra más que cierta chica que llegó ayer. Sasuke no se había dado cuenta y eso sólo lo hacía más interesante.

Le dio unos golpecitos a su caballo y este comenzó a avanzar. Se posicionó detrás de Sasuke, mirándolo con burla.

- Quita esa cara de idiota – le ordenó sin mirarlo

- ¿Cuál? Es la única que tengo – y ahora Naruto estaba esquivando los navajazos que Sasuke le propinaba

.

Los pasillos eran obscuros, pero Sasuke ya estaba acostumbrado. A él no le molestaba la poca luz. Llegó a su habitación y encontró todo en penumbras. Frunció el ceño, esa habitación no debería estar así. Entró con sigilo, camino un poco más adentro y de repente se vio echando un cuerpo al suelo. Rápidamente sacó un cuchillo y lo colocó en el cuello de su víctima.

Sasuke no pensaba, su cuerpo actuaba por sí sólo. Que los dioses tengan piedad de quien se atrevió a profanar su habitación. La ira comenzó a teñir sus ojos de sangre.

- ¡Suéltame bastardo! – gritaron debajo de él

Sasuke salió de su ensoñamiento. Sus ojos volvieron a la normalidad.

El viento movía las obscuras nubes, permitiendo que la hermosa Luna tomará su lugar como señora de la noche y sólo entonces Sasuke pudo observar aquel rostro que estaba a punto de ser desfigurado.

- Sakura – dijo con sorpresa en la voz

Ella sujetaba la mano de él firmemente para evitar que el cuchillo terminará enterrado en su garganta. Sakura le miraba con un profundo odio.

- ¿Qué crees que estás haciendo Sakura? – preguntó después de unos segundos - ¿Querías matarme? – preguntó mirando el cuchillo que le arrebató a ella cuando la derribo. Una sonrisa burlona surcó su rostro - ¿De verdad planeabas matarme con algo tan patético? Eres una idiota – su sonrisa se hizo más grande - ¡Responde! – gritó al ver que ella no emitía ni una sola palabra

En respuesta ella le escupió el rostro. Sasuke comenzó a reír, pero no era una risa cualquiera y Sakura lo pudo sentir, el valor que hace unos segundos tenía estaba sucumbiendo ante la risa macabra de él. Trató de zafarse, pero Sasuke apretó el agarre que tenía sobre ella y pasó el cuchillo del cuello a su rostro.

- De verdad que eres una idiota – dijo moviendo el cuchillo por todo su cachete – No creas que porque eres hermosa te trataré diferente. Eres un insecto igual que los demás – dijo

Ahora, el tono de su voz era otro. Sakura tembló.

- Dime, ¿Por qué lo hiciste Sakura? – preguntó jugando con su miedo – Más te vale que respondas – dijo aprontando el cuchillo contra su piel

Sakura se mordió el labio inferior. – Porque eres un maldito bastardo – respondió con odio

- Eso ya lo sé. Pero esa no es una razón suficiente para que tú me quisieras ver muerto. Ahora dime – Sasuke dejó el cuchillo del lado

Sakura lo miró a los ojos. Aquellos ojos negros que se tiñen como la sangre cada vez que el animal es liberado.

- ¿Por qué? – preguntó el daimyo

- Porque me violaste – soltó con odio

Sasuke no dijo nada. Únicamente la observaba con una calma que provocaba una ira en Sakura.

- ¿Yo te violé? – preguntó cínicamente

- ¡Eres un maldito bastardo! – gritó llena de enojo – Me violaste anoche y aun así te atreves a negarlo. ¡Esta mañana tuve que ver mi cuerpo magullado por todo lo que hiciste anoche imbécil y aun así lo niegas! – Sakura forcejeaba con más fuerza, pero ante Sasuke, esa fuerza no era suficiente.

La sonrisa cínica apareció en el rostro de Sasuke. – Sakura, Sakura, Sakura, ¿de verdad crees que te violé? – preguntó mirándola fijamente a los ojos

- ¿Qué si no? Vi las marcas y lo recordé todo. Tú…

- ¿De verdad recodaste todo? Yo creo que no – dijo con confianza – Porque si lo hubieras hecho habrías recordado que los disfrutaste y que clamabas por más

- ¡No es cierto! – negó con toda su ira

- No has recordado Sakura. Recuerda. Recuerda como con cada caricia mía, tú cuerpo reaccionaba de una forma – Sasuke olió su cabello – que me volvías loco y aún lo haces – Sasuke se arrimó más a ella para que sintiera de lo que estaba hablando

- No – dijo con voz temblorosa - ¡Mientes! ¡Eres un maldito mentiroso! – se retorció aun más debajo de él

- ¿Lo soy? ¿Qué tal si te ayudo a recordar? – preguntó mientras comenzaba a besar su cuello

- ¡No, no! ¡Suéltame!

Y en medio de esas caricias, su mente recordó.

Flashback

Apretó los dientes. Él entraba y salía, pero el dolor iba disminuyendo hasta desaparecer cuando Sasuke tomó ritmo.

Unos minutos más tarde Sakura se estaba odiando por lo que sentía. Ahí abajo se sentía muy bien. El movimiento de cadera de Sasuke era preciso y constante. No lo hacía muy rápido, pero tampoco lento. Su cabeza llegaba a lo más profundo de Sakura, sus paredes se acostumbraron a Sasuke y ahora, bailaban al compás.

Sus piernas seguían dormidas por lo cual ella solamente veía que se sacudían con el movimiento de Sasuke.

Sakura tenía la boca firmemente cerrada. No quería darle el placer de escucharla, pero Sasuke se la estaba poniendo difícil. En un segundo tomó uno de sus senos con su boca. Lamiendo su pezón y mordisqueándolo no tan fuerte como lo había hecho al principio. Eso sumado a la sensación de abajo, Sakura estaba a punto de llegar, pero se resistía.

Sasuke apresuró la marcha, golpeando fuertemente su cadera contra la de ella. Entrando más profundo. Provocando que sus paredes le apretaran más. Su pezón más que erecto exigía total atención.

Segundos después llegó a oídos de Sasuke un débil gemido. Sonrió con satisfacción aun con la boca llena del seno de Sakura.

Esa fiera estaba a punto de ser domada.

Sakura se maldijo silenciosamente. ¿Por qué era tan estúpida? Ella pudo sentir su egocéntrica sonrisa mientras ocupaba su seno. Maldito bastardo.

Sasuke abandonó su seno y con ambas manos levantó la cadera de Sakura, provocando que el golpeteo se diera más fuerte. Sakura echó su cabeza hacia atrás.

- No, Sasuke… - pero Sakura no terminó de hablar, de lo contrario, un gemido hubiera salido de esos labios

- Vamos Sakura, déjate llevar

Sasuke aceleró el ritmo de las embestidas. Él lo sentía. Muy pronto llegaría al orgasmo y sabía que ella también lo estaba sintiendo.

Sakura por su parte, se estaba resistiendo, pero sabía que era inútil.

Dos embestidas más y Sasuke liberó su semilla en su interior. Sakura arqueó su espalda como pudo, gimió fuertemente al momento de llegar al clímax.

Sasuke liberó cada gota de semen que el orgasmo le permitió. Cuando finalizó se desplomó encima de Sakura, respirando agitadamente. Ella estaba en las mismas condiciones. Si pudiera sentir las piernas seguramente aun estuvieran temblando.

Su respiración era rápida. El orgasmo la había recorrido por completo. Cada parte de su ser lo sintió.

Después de unos segundos en donde la cordura regresó a ella, supo lo que hizo.

La culpa llegó de inmediato. Sintió asco de ella misma. ¿Lo disfrutó?

- Fue increíble – le escuchó decir a Sasuke

En medio de su dolor, Sakura experimentó la ira como en mucho tiempo sin experimentar. Le lanzó una mirada de odio cuando Sasuke levantó la mirada y la observó. Su sonrisa engreída apareció en su rostro.

- Veo que sí lo disfrutaste – comentó sin borrarla

- Cállate. Eso no es cierto – negó

- Sakura, Sakura, Sakura, no es bueno decir mentiras – soltó una ligera carcajada

Ella quiso matarlo en ese momento. – Ya te divertiste, ahora déjame en paz

Él arqueó una ceja - ¿Divertirme? Esto es apenas el comienzo – anunció. Sakura lo miró con preocupación

- ¿De qué estás hablando?

Él se hincó en la cama. – Haré que supliques por más – dijo tomando a Sakura por los brazos dándole la vuelta

- ¿Qué haces? ¡No, espera! – la desesperación nuevamente la invadió. ¿Sucedería otra vez?

Su cabeza quedó pegada al futón. Con horror vio como sus piernas eran colocadas a ambos lados de él, con las rodillas tocando el futón. ¿Cómo era posible si no las sentía?

Sasuke cambió el amarre de las cuerdas y sujetó sus brazos atrás de su espalda. En esa posición su trasero quedaba totalmente expuesto.

- ¿Qué haces? ¡Suéltame! – exigía Sakura, pero claramente era ignorada

- Mira – mostró su miembro, el cual estaba más que despierto otra vez – Eres fantástica

- ¡No Sasuke! ¡No lo hagas! ¡Por favor! – suplicó ella

- Te haré venir hasta hacerte desmayar Sakura – dijo con total confianza

Confianza que a Sakura la hizo llenarse de angustia, pues en el fonde sabía que un Uchiha siempre cumple su promesa.

Y de una estocada, Sasuke entró en ella.

Fin de Flashback

Una lágrima rodó por la mejilla de Sakura. Lo recordaba todo. Recordaba cuantas veces se había venido por culpa de Sasuke. Recordaba como su cuerpo respondía a sus caricias. Recordaba como gemía y la sensación que sentía. Recordaba el momento en que pidió más. Recordaba todo.

Lo recordaba.

Quería gritar. Quería golpearse hasta no poder más. ¿Qué había hecho? Ella le permitió total control sobre ella y ahora, ¿Qué pasaría ahora? Ya no era Sakura, hija del Señor Haruno, líder de un pequeño pueblo a dos días de la capital. Ahora sólo era la zorra de Sasuke. La puta del Daimyo Uchiha.

¿Qué es lo que había hecho?

Más lágrimas siguieron a la primera. El corazón y el alma de Sakura estaban destrozados.

Sasuke paró las caricias al sentir el cuerpo de Sakura temblar. La observó con detenimiento, chasqueó la lengua y se separó de ella enojado.

- No vengas a llorar ahora – le dijo con desprecio – Eres mía y ya no puedes hacer nada al respecto, así que mejor compórtate, que no pienso lidiar con una llorona cada noche ¿entiendes? – sujetó su cara - ¿Me oyes? Serás mía cuantas veces quiera y donde quiera y tú accederás te guste o no. Eres mi zorra y no creas que por eso no te mutilaré si osas desafiarme. No te conviene encontrarte con el verdadero Daimyo Uchiha, Sakura. Así que vete acostumbrado – dejó de sujetar su rostro con brusquedad

Sasuke dejó la habitación en medio de maldiciones.

Sakura se hizo un ovillo en el futón. Dejó que las lágrimas corrieran libremente por sus mejillas. Un sollozo salió de su boca, ella se tapó con una mano, pero ya era tarde. Su llanto se escuchaba por toda esa ala del palacio.

¿Qué hacer cuando te has perdido a ti misma?


Gracias por leer. Tus comentarios me ayudan a mejorar, por favor deja alguno.

Nos vemos

AS