Ha pasado exactamente un año desde que escribí mi último fic de Lucky Star, siendo que en ese entonces lo subí tanto por mi cumpleaños como por ser mi fic 600. Es momento de volver a hacer algo por aquí, por corto que sea, al menos para volver a hacer algo en mi cumple, que en Caracas todavía es la fecha correcta. Lucky Star no me pertenece, pero vaya que me alegra saber que pronto regresa.
Un paso breve
─ ¡Hemos vuelto, querido público!
─ ¿Qué estás diciendo, Konata? ─ Kagami se queda mirando a su pareja con gesto raro ─ Sólo estamos visitando nuestra vieja escuela. Eso es todo. No deberías actuar como si estuviésemos por dar un concierto.
─ Kagamin, Kagamin, mi dulce Kagamin. Nuestro regreso debe ser triunfal, y para lograrlo debemos hacer que todo el mundo sepa que hemos llegado. Que la muchedumbre nos dé una cálida bienvenida, después de todas las cosas que hemos vivido en nuestra etapa de preparatoria..
─ Pasas por los años, pero los años no pasan por ti.
─ Eso mismo digo yo ─ aparece Nanako, dándole una sorpresa a la pareja, puesto que estaba justo detrás de ellas ─. Hola. No es como que haya pasado mucho tiempo, pero supongo que hay cosas que van a querer contar, ¿verdad?
─ ¿Cómo está, Kuroi-sensei? ─ Kagami hace una reverencia respetuosa, a lo que Nanako alza una mano para que no lo hiciese.
─ Yo ya no soy profesora de ninguna de ustedes. No creo que haga falta tanto formalismo, si de todos modos nos hemos hecho amigas.
─ Bueno, en eso tiene razón, pero igual nos gusta llamarte sensei ─ le dice Konata tranquilamente.
─ Si es por mero gusto, entonces ya no puedo hacer nada ─ Nanako se encoge de hombros para luego ver con una sonrisa a ambas visitantes ─. Veo que ya empezaron a salir. Venía siendo hora.
─ ¿Usted ya sabía de esto? ─ Kagami sentía un tic en el ojo ante esa revelación.
─ Pocos en esta escuela han convivido con ustedes la mitad de lo que yo lo hice. Claro que iba a saberlo, Hiiragi. Ese afán por comer siempre en el salón de la clase 3-B, incluso cuando contabas con amigas en tu propio salón, no podía ser simplemente para hacerle compañía a tu hermana un rato. El interés de por medio tenía que ser todavía mayor, y tu manera de tratar con Izumi paulatinamente fue más allá de lo que considero una amistad "normal".
Kagami se sonroja, aunque consigue sostenerle la mirada a Nanako. Antes no se habría atrevido a admitirlo, pero a estas alturas no solo era innegable su afecto por Konata, sino que incluso estaban juntas, incluso compartían techo a estas alturas, pese al poco tiempo transcurrido desde que habían empezado a salir. Sonríe ligeramente, aunque su sonrojo no cede un ápice.
─ Cuando tiene razón hay que aceptarlo, sensei. Y de cualquier modo no tendría sentido negarlo a estas alturas.
─ Es parte de crecer y madurar, Hiiragi. Incluso de mayores es algo por lo que tenemos que seguir pasando.
─ Sí.
─ Parece que nadie más va a venir ─ Konata mira los alrededores, notando que Nanako es la única hasta el momento que ha salido de las instalaciones de la preparatoria.
─ Y no te recomiendo que te esfuerces por llamar a nadie a que salga. Ahora mismo la mayoría de los salones están en exámenes, y que les llames la atención mientras van por la mitad puede ser bastante perjudicial, además que perfectamente puedo tomar medidas al respecto ─ Nanako sonríe triunfal, mientras que Konata se muestra frustrada.
─ Ay, es mi derrota...
─ Derrota es la que sufriste anoche, que no pudiste sostenerme el ritmo en el combate que tuvimos ─ Nanako alza su puño a modo de mostrarse triunfante ─. Izumi, creo que últimamente andas fuera de práctica. Te estoy llevando cada vez más niveles de ventaja.
─ Es la universidad, y también está mi vida de pareja con Kagami interponiéndose entre nuestra rivalidad. Lógico que no pueda viciarme tanto, al menos por ahora.
Nanako deja de sonreír y mira fijamente a Konata. Lo de la universidad era tan obvio que resultaba más que razonable que Konata tuviese que invertir mucho de su tiempo en sus estudios, ya sea que le gusten o no. Pero lo otro, lo de remarcar su vida de pareja ya fue una puñalada trapera ante la que Nanako no tenía nada que decir para sentir que podía salir digna. Konata dio en el clavo, fría y calculadora.
─ Pues que sepas que pronto también yo tendré una pareja, Izumi. He logrado tener un par de citas últimamente, y ya verás cuando la cosa cuaje lo suficiente.
─ En ese caso preséntame a tu novio cuando tengas la oportunidad, sensei.
─ Cuenta con ello, Izumi.
Kagami se quedaba en medio, viendo aquella charla entre Konata y Nanako, la cual denotaba tanto la camaradería que las había caracterizado como una... rivalidad algo curiosa. Suspira largamente y mira la hora, notando que el tiempo se había pasado volando a un ritmo fuera de lo normal, si es que pensaba que sólo llevaba ahí un par de minutos.
─ Konata, tenemos que irnos de compras y ya casi no nos queda tiempo.
─ ¿Ah, no? En ese caso nos tenemos que ir, sensei. Cuida por favor de Yu-chan.
─ Con Iwasaki cerca de ella, no creo que a Kobayakawa le haga demasiada falta mi vigilancia ─ Nanako se cruza de brazos y le da a Konata una sonrisa tranquila ─. Y ustedes dos cuídense, que todavía son jóvenes y necesitan adaptarse a la nueva vida que se ha abierto para ustedes desde que se graduaron.
─ Hablas como si fueses una anciana, sensei ─ la puya de Konata le saca una vena a Nanako.
─ Ya llegarás tú allá, Izumi. Espera y verás.
Konata se ríe un rato y se va finalmente con Kagami. Su gran retorno a la escuela tristemente no se dio, pero el hecho de encontrarse con Nanako hacía que el tiempo ahí valiese la pena. Y en cuanto a la ancia... digo la rubia, simplemente sonríe mientras las ve irse. No es que sintiese que ha pasado mucho tiempo, pero la cosa es que las extrañaba.
─ Las clases no se sienten igual sin ti sacándome canas, Izumi. Al menos puedo seguir venciéndote y dándote algunas collejas en línea ─ es lo último que dice antes de regresar a la escuela.
Fin
Pues ya está. Un año sin subir nada, y he visto que incluso en inglés los fics nuevos van escaseando. Ojalá que con el pronto retorno del manga de Lucky Star la actividad pueda resurgir, aunque sea un poquito. Pues me retiro despacio. Un saludo.
Hasta otra
