Parte 2
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Las indicaciones del fantasma demostraron ser ciertas y Kasumi tuvo "tiempo libre para ser ella misma", sin embargo, el sonido de dos alarmas que nadie más podía escuchar la mantuvieron en una vigilante calma.
El fantasma hizo su aparición tras el receso, justo en el momento en que Kasumi planeaba salir para comprar detergente.
[—¡Es momento de salir fuera de casa para más aprendizaje! La tercera lección será para aprender a elegir el mejor pescado, las verduras adecuadas y negociar mejores precios, actuando elegantemente linda.]
Kasumi enfocó toda su atención en la "demostración" de Belldandy. El fantasma dejó la residencia Tendo. La impostora se encaminó hacia la parte del distrito con los locales de alimentos, solo hubo algunas pausas para saludar a varias vecinas, pero ese pequeño ajuste causó un cambio en la rutina. Dos de las mujeres que habían mostrado indiferencia en el pasado se aproximaron a Belldandy en diferentes momentos. A la primera se la encontró en la sección de congelados
[—Quisiera preparar un bagre para la familia, pero a mis ojos todos se ven iguales—Bell hizo una pequeña pausa incierta y agregó—: tal vez el vendedor me ayude un poco.
—Oh no, querida. Homura-san tiene la mente dispersa en otros... temas. Puedo darte algunas sugerencias si deseas.
Con una sonrisa amable, la impostora respondió:
—Sería de gran ayuda contar con su experiencia.
La mujer se sonrojó ligeramente y con la mirada más suave que nunca le hubiese visto guió a Belldandy en los misterios de los alimentos marinos.]
Kasumi comenzó a comprender la verdadera naturaleza de esa lección. El tono de voz inexperto, la pausa para buscar ayuda y la sonrisa de agradecimiento fueron una combinación de "ingredientes" que "suavizó" a la temperamental vecina. Tras despedirse de la mujer, Belldandy fue a la sección de verduras y comenzó un curioso monólogo sosteniendo dos lechugas. La idea era la misma, ¿cómo elegir entre dos vegetales que parecían iguales? La rutina de "gatita perdida" funcionó, la vecina le asesoró y al final se despidió con la misma maternal sonrisa de la primera mujer.
El recorrido de la instructora terminó al regresar a la puerta principal.
[—Esta es la manera adecuada de hacerlo. Ahora, es tu turno.]
Kasumi replicó la salida de forma adecuada, la postura correcta, los saludos amables y las discretas reverencias. Nada en su elegante caminar demostraba la molestia en sus pies al moverse usando zapatos que no acostumbraba. En sus prisas por completar la lección, su primer pedido de ayuda con la vecina fue brusco y apresurado.
—Quisiera preparar un bagre para la familia, pero todos se ven iguales—dijo Kasumi y agregó—: ¿me ayuda?
—No, hazlo tú misma.
[Destello]
Kasumi reapareció en la entrada de su casa.
Con un discreto suspiro regresó a su habitación para colocar algunos algodones dentro de su calzado. Con menos molestias salió de nuevo.
—Quisiera preparar un bagre para la familia, pero a mis ojos todos se ven iguales—dijo Kasumi y agregó—: ¿podría ayudarme?
—Ni siquiera has mirado los pescados, debes esforzarte por ti misma.
[Destello]
—Eso es una sierra, niña. Por dios, ¿qué les enseñan a las jovencitas estos días?
[Destello]
Al salir de su casa, Kasumi consideró que pedir ayuda a una persona diferente serviría.
La mirada que el vendedor le dio a Kasumi le causó escalofríos.
—¡Claro que puedo enseñarte la diferencia!—dijo el hombre con una cordialidad de plástico y sujetándole la mano agregó—: acércate jovencita
La mayor de las hermanas Tendo reaccionó sin pensar y hundió su pequeño puño en la nariz del vendedor.
—Idiota pervertido.
La sangre emanada del vendedor arruinó muchos productos.
[Destello]
Con un parpadeo, Kasumi se alegró por primera vez de las repeticiones. Aquello le habría causado muchos problemas en el barrio. Tras unas cuantas repeticiones en "el espacio gris" para prepararse, Kasumi llegó a los productos colocados sobre el hielo tratando de encontrar el pez que había elegido Bell, pero tal y como escuchase en la lección, no podía diferenciarlos. Al mirar a la temperamental vecina le dijo:
—Quisiera preparar un bagre para la familia, pero a mis ojos todos se ven iguales—Kasumi hizo una pequeña pausa incierta por la severa mirada en la mujer y agregó de forma modesta—: tal vez... ¿El vendedor pueda ayudarme un poco para elegir?
Kasumi no se perdió el ligero pánico en la mirada de la mujer ante "su inocente" sugerencia.
—Oh no, querida. Homura-san tiene la mente dispersa en otros... temas. Puedo darte algunas sugerencias, si deseas.
Con una sonrisa amable y genuinamente agradecida, Kasumi respondió:
—Sería de gran ayuda contar con su experiencia.
La mujer se sonrojó ligeramente y con la mirada más suave que nunca le hubiese visto guió a Kasumi en los misterios de los productos marinos.
Deslumbrar a la segunda vecina solo le costó unos pocos reinicios a causa de las tendencias de la mujer de hablar sin control. Mientras llegaba a la puerta de su hogar con un amplio aprendizaje de comida y conducta humana, Kasumi comprendió algo más de sus extrañas lecciones.
No bastaba con replicar los pasos, ni imitar los gestos, tenía que ser genuina. Debía aprender a pensar, responder y vivir como su ideal. Tal y como viera a su padre en el dojo, era un asunto de repetición de pasos hasta hacerlos realmente suyos.
La campanilla sonó de nuevo y Kasumi pudo ver a Belldandy felicitarla por completar la lección.
En la cocina Kasumi no se preocupó mucho por la preparación, había escuchado tantas veces los consejos de las vecinas que pudo cocinar la receta solo con algunos incidentes menores.
Tan aliviada por su éxito, Kasumi omitió un logro importante. Esa fue la primer receta que había preparado por si misma, sin ayuda sobrenatural y conservando buena parte del elegante aplomo que viera en su instructora.
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Con el avance de los días y las ocasionales alarmas para no perder el ritmo, Kasumi pudo construir las bases de su ideal, pero fue un esfuerzo lleno de severa práctica similar al que enfrentaba un errante chico de ojos azules por ser el mejor artista marcial de su generación.
[—La sexta lección será una salida de compras para aprender la combinación correcta de colores por temporada.]
Kasumi se resignó, suspiró mentalmente y se preparó para una nueva dosis de resplandores y lecciones.
[La onceava lección será sobre rutinas de ejercicio adecuadas y ajustes en tu dieta para mantener una figura correcta.]
Kasumi gimoteó mentalmente, realmente esperaba que el concepto de "adecuado" para su horrible instructora no involucrase zapatillas de ballet. Cuando el fantasma la condujo hacia su propio dojo, suspiró aliviada.
Un dogi era mucho mejor opción que la extraña falda de bailarina.
[—Felicidades, Kasumi. Has completado otro paso para alcanzar tu sueño.]
Kasumi se limpió el sudor del rostro sintiéndose de buen ánimo para iniciar su día. Belldandy resultó ser una mejor instructora que su propio padre.
El disciplinado esfuerzo de la jovencita fue creándole una reputación de la cual no era consiente, pero que la moldeaba en una persona diferente.
Dos docenas de lecciones después. Kasumi recibió un mensaje diferente.
[—¡Felicidades! Has completado correctamente tu primer bloque de lecciones. Te encuentras más cerca de tu sueño. Puedes asistir a una reunión del club de la cocina o usar tu fin de semana para descansar. Recuerda que regresar a los malos hábitos activarán las alarmas. No es bueno relajarse.]
Kasumi caminaba con pasos cortos y elegantes hacia la estación del metro. Varias personas habían notado el radical cambio de actitud en la joven Tendo en el último año. Su triste situación familiar causó que madurase rápido. En varios meses su actitud de marimacho y mal temperamento dieron paso a una joven correcta, de sonrisa agradable y carácter amable. Para muchas madres de familia, la joven Kasumi fue un ejemplo de modales y conducta con sus hijas. Fue como contemplar el florecer de una delicada rosa. El número de admiradores y silenciosos protectores aumentaba cada día para Kasumi.
Al ingresar a la habitación del club de la cocina, Kasumi pudo ver que no era la única persona con cambios visibles en su apariencia. El feo peinado de Michiru fue remplazado por unas suaves ondulaciones en su impecable cabellera, en tanto que Robin había dejado la ropa desgastada que le viera en la reunión anterior y ahora vestía con un conjunto de ropas negras que combinaban con su lustrosa cabellera. Ella las saludó con una discreta reverencia y una sonrisa.
Ambas le devolvieron el gesto y las tres esperaron la llegada de su instructora.
Belldandy entró con la misma calma y aplomo que le enseñase a sus estudiantes. Las palabras de Kasumi se perdieron cuando dos chicas corrieron directamente hacia la joven de los tatuajes azules con cuchillos en las manos. La mujer ni se inmutó ante el asalto y antes de que pudieran aproximarse lo suficiente, ambas niñas desaparecieron del lugar con un destello blanco.
—He preparado lecciones para cumplir sus deseos, las apoyé sin cuestionar sus motivos y esa es la forma en la que eligen agradecerme—: dijo Belldandy con una expresión triste en su rostro y agregó—: si sus compañeras recurren a la violencia, no me detendré en usar sus bárbaros métodos contra ellas. Ahora regresarán a la lección cero y sentirán dolor en cada reinicio.
La situación dejó muda de miedo a Kasumi, pero con tantas dudas, atormentándola durante las infinitas lecciones tenía que arriesgarse a preguntar, de manera que subió el brazo pidiendo permiso para hablar.
—¿Qué sucede, Kasumi?
—Yo tengo muchas preguntas, sin embargo, me preocupa caer en una situación incorrecta que me cause problemas. ¿Puedo hablar?
—Desde luego que puedes. Estas reuniones son para tu beneficio.
—¿Cómo puedes hacer... todas las cosas que logras? Controlas el tiempo, conoces las mejores opciones para hacer de todo y empleas esos extraños fantasmas para tus lecciones. ¿Quién eres, realmente?
Belldandy sonrió a su domesticada audiencia, no fue un gesto nada lindo.
—Dicen que la mejor forma de creer es ver.
Un resplandor dorado cegó a las reunidas y cuando pudieron ver al frente, la vestimenta de su instructora cambió a un vestido de fantasía blanco y azul, pero el atuendo palidecía en contraste con las dos alas blancas muy similares a las de ángel que se veían desde su espalda.
—Mi nombre es Holly Belldandy, soy una diosa de primera clase. Provengo de la oficina de asistencia de Asgard, lo que entenderían como el paraíso. Es mandato de los cielos que sus sueños se cumplan, pero los deseos han de concederse por el camino de los mortales. Han ganado sus primeras habilidades por su propio poder y no por causa de algún atajo de los celestiales.
Kasumi se mantuvo en silencio poco sorprendida por la revelación. Ya suponía estar atrapada en el capricho de alguna deidad sin sentido común. Por su parte, Belldandy aplaudió, con lo cual un proyector apareció al frente.
—¿Les gustaría ver una película? De ese modo podemos ver un poco del progreso en cada una. Esto les ayudará a tener perspectiva entre lo que fueron y lo que son ahora.
Como todas las "peticiones" de Belldandy aquello no era una sugerencia y todas se prepararon para ver la función de cine.
Kasumi pudo ver a un prodigio de la música y la pintura en la antes descoordinada Michiru. Robin por su parte, cambió de una llorona solitaria a una centrada espía y arqueóloga. Por su parte pudo ver su propia actuación como la hija modelo, y una joven ama de casa de perfectos modales, añadido a eso, su "entrenamiento de belleza" ocasionó que pudiese moverse en el dojo como su padre, tal vez incluso mejor.
En silencio, la mayor de las hermanas Tendo se preguntó cuántos reinicios habían gastado sus camaradas para lograr esas maravillas.
—Todas florecen en sus sueños, son la alegría y el orgullo de quienes las conocen. Sus lecciones continuarán hasta transformarlas en un ideal casi imposible de igualar. Como ya saben no están solas en este esfuerzo, nadie verá sus errores incluso tras graduarse del club. Podrán reiniciar las veces que quieran para nunca perder su imagen ante otros.
Belldandy se movió de la mesa de mármol y sus ojos azules traspasaron a cada joven del lugar antes de decir:
—Repasemos las reglas del lugar, solo por si acaso: la primera regla es, no hablar del club de la cocina. La segunda regla del club de la cocina es, NUNCA, hablar del club de la cocina y la tercera regla es...—dijo Belldandy mirando a Kasumi directamente de nuevo—: se espera perfección de cada integrante del club desde el primer día.
[—La lección de hoy será sobre costura básica para reparaciones sencillas]
—¡Malditas agujas! Qué tienen en contra de mis pobres dedos.
[Destello]
[—La lección de hoy será sobre decorados en obentos]
Al mirar las amorfas bolas de carne que intentaban parecer mini-pulpos, Kasumi suspiró y se preparó para otro reinicio.
[Destello]
[—La lección de hoy será sobre cuidados médicos básicos y primeros auxilios. Visitaremos la clínica local para inscribirnos en un taller de fin de semana.]
Kasumi se mantuvo en silencio. Aprendería a la perfección este tema para su familia.
[—La lección de hoy será sobre "la charla de pájaros y abejas". Se te permite hacerlo a tu manera, siempre y cuando cumplas los criterios informativos.]
Una totalmente sonrojada Kasumi finalmente encontró su voz al hablar con su ruborizada hermana Nabiki y dijo:
—Los hombres son... son... ¡Monos lujuriosos y sin cerebro! ¡Debes alejarte de ellos o golpearlos! Tal vez ir a un templo y...
[Destello]
Kasumi miró resignada al fantasma mientras le explicaba la lección.
[—Tienes 3 versiones de esta lección para elegir o puedes combinar los datos de todas para crear una nueva, el requisito base es informar, no perder tu imagen perfecta ni el control ante tu hermana.]
Al final de las demostraciones eligió hacer una mezcla de las secciones que consideró más útiles. Con un suspiro dijo:
—Comencemos.
Encerradas en la habitación de Nabiki, las dos hermanas menores Tendo tenían una plática "preventiva".
—Entonces Kasumi me lleva a su habitación para darme la plática sobre las flores y las abejitas.
—¿Bajaron tus notas en biología?— preguntó Akane confundida.
—No, Akane. Me refiero a ESA PLÁTICA, la plática sobre sexo, esa que papá tal vez nos dé a los 30 años.
Akane se ruborizó mientras abría la boca sorprendida sin decir nada. Por su parte, Nabiki hizo una mueca cuando su hermana comprendió la razón de tanto misterio.
—Exacto. Aunque Kasumi me aseguró que hablará contigo a su tiempo, quiero prevenirte para evitarte demasiadas vergüenzas innecesarias.
—¿Fue tan malo?—gimoteó Akane mortificada.
—Todo lo contrario—replicó Nabiki. Yo sentía que mi cara se quemaba la mayor parte del tiempo, pero Kasumi estaba tranquila y nunca titubeó. No estaba fingiendo, fue menos horrible porque su calma era contagiosa. Le pregunté sobre cosas que no creí tener el valor de hablar.
—Kasumi es tan genial y elegante—declaró Akane sin dudar.
Nabiki tuvo que estar de acuerdo. Su temperamental hermana había cambiado mucho en el plazo de un año. Tenía un control sobrenatural en cada cosa que hacía.
—Puedo adelantarte algunas partes interesantes.
—¡Iugh!—replicó Akane haciendo gestos de náusea y agregó—: Creo que paso.
—¡No! Esas partes no, Kasumi empezó con otros temas antes.
Akane se acercó a su hermana interesada.
—Cuenta.
—Primero me explicó lo que era un flechazo, ya sabes, estar muy atraída por otra persona, querer estar con ella, desear ser notada, soñar con estar juntos. Ese tipo de interés—dijo Nabiki con calma y añadió—: me aseguró que todas esas conductas eran perfectamente normales cuando estás enamorada. Luego me explicó que existe una clara línea entre estar interesada y estar obsesionada. Las obsesiones destruyen a una persona. Luego me habló sobre el cortejo.
—¿En verdad lo llamó cortejo?
Nabiki asintió y continuó.
—Básicamente, dijo que, cuando encontrabas a alguien que te gustaba, la siguiente etapa era: conocerse mejor y permitirle conocer al verdadero tú. Me explicó que la primera etapa es hacerse amigos, tratar con esa persona de forna regular. A veces resulta que una vez que los conoces...
—¿Son idiotas?—replicó Akane con una sonrisita.
—Sí, pero no todo el tiempo. Mencionó que algunas personas "parecen idiotas" a la distancia. Eso puede cambiar cuando los conoces realmente y solo ocurre cuando conviven lo suficiente.
—¿Y luego?
—La siguiente parte fue sobre...
Las hermanas se encontraban tan inmersas en su plática secreta que no notaron la discreta abertura en la puerta que se cerraba. Kasumi sonrió realmente ante la situación. Todos los reinicios de esa lección habían valido el esfuerzo.
«««««o»»»»»
Belldandy dio una mirada severa a Kasumi cuando la encontró en la tienda de conveniencia. La joven Tendo estaba tan aterrada que no se movió en absoluto, sabía que estaba en serios problemas, pero su expresión pacífica no vaciló. Semejante control le agradó a la mujer con marcas faciales azules y decidió hacer una excepción con una de sus favoritas.
—El fin de semana causaste un desastre en tu hogar y debería regresarte a la lección 1.
Kasumi comenzó a temblar muy levemente.
—Pero, como solo estaba presente tu padre en el incidente y nadie más te vio, haré una excepción. No debes beber Sake ni ninguna otra bebida que contenga alcohol. Todos tus malos hábitos regresan potenciados cuando ingieres la más mínima gota de ese producto.
Kasumi levantó la mano pidiendo permiso para hablar. Belldandy solo asintió.
—No puedo recordar nada, estaba cenando con papá y me ofreció una copa de Sake. Lo siguiente que veo es la sala destruida y a mi padre aliviado, pero lleno de golpes. ¿Qué sucedió?
—Lo que ocurrió, es que resultaste ser una experta natural en Suiken, también llamado, Zui Quan, o puño ebrio, uno de los 8 estilos inmortales chinos. Pocos mortales podrían vencerte en ese estado, sin embargo, como ese poder tuyo choca directamente con tu imagen, nunca debes usarlo—: Belldandy siseó la última parte suavemente antes de agregar—: si bebes incluso una gota de alcohol, te regresaré a la lección 1.
Kasumi asintió rápidamente, demasiado contenta como para replicar.
—Buena chica. La próxima lección será el viernes, aprenderás sobre la ceremonia del té.
—Estaré esperando—respondió Kasumi con una discreta reverencia.
Belldandy replicó el gesto y ambas partieron en direcciones opuestas.
Kasumi consideró la destrucción en su hogar y se preguntó si entre más fuerte era un artista marcial, peor era el desastre que le acompañaba. Se prometió que si en algún momento se encontraba con otros expertos sería amable al tratar con ese "efecto secundario" que les acompañaba. ¿Podía considerarse ella misma como una artista marcial por ese desastre? El riesgo era enorme como para comprobarlo.
«««««o»»»»»
Aquel infierno de lecciones se prolongó durante dos años más y las tres niñas aprendieron una enorme variedad de habilidades fuera de sus deseos originales, pero su entrenamiento las preparó también para que jamás perdieran la elegancia y compostura sin importar la situación.
Cuando Belldandy las declaró "oficialmente graduadas" las abrazó y les deseo la mejor de las vidas. En la elegante ceremonia final cada integrante estuvo centrada y amable. Cuando la cena de gala y ensueño terminó, las chicas descubrieron que su instructora había desaparecido.
Aunque todas querían correr, se retiraron con pasos elegantes y un misterioso grupo de pétalos de rosa enmarcó su salida.
Ninguna miró atrás cuando su jaula fue abierta.
Por su parte, Kasumi empleó sus reinicios controlados para mantener su imagen. Su verdadero carácter estaba profundamente sepultado bajo la ilusión que proyectaba...
... pero continuaba ahí.
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Continuará...
