Parte 3:

«««««o»»»»»

Al terminar las labores de la mañana y mientras Kasumi buscaba en su habitación su vieja agenda escolar, un llamado en la puerta la despertó de sus reflexiones.

—Hermana, alguien te busca en la entrada.

Kasumi calmó el pequeño destello de molestia antes de responder. Ese día, en particular, no estaba de humor para ninguna de las chismosas del vecindario ni sus penosos intentos por conseguirle una cita. Sin embargo, una vida de hábitos le ayudó a enfocarse.

—Gracias, Akane enseguida voy.

En la puerta Kasumi se encontró a una mujer usando un elegante vestido de verano color lavanda que por la forma en que se ajustaba a su figura casi parecía hecho a medida, las discretas joyas que portaba eran de buen gusto y reflejaban una posición económica acomodada, un maquillaje aplicado con maestría resaltaba sus finas facciones y la sonrisa que le dio a Kasumi mostraba una alegría serena.

Michiru Kaiou se veía como una modelo de pasarela al sonreír.

—Es un gusto verte, Kasumi. Me encontraba en el vecindario y decidí pasar a saludar.

El miedo agudizó la mente de la joven Tendo, pero respondió con un aplomo similar.

—Honras mi hogar con tu visita, Michiru-san. ¿Te gustaría pasar a tomar una taza de té?

La joven de cabello aguamarina sonrió amablemente mientras le mostraba el paquete de una pastelería.

—Gracias, compré algunos dulces para acompañar.

Con esto ambas entraron en la residencia Tendo con pasos regios. Akane miraba la escena impresionada. Las amistades de Kasumi estaban a otro nivel, la joven invitada era tan centrada y en control como su propia hermana. Incluso parecía que una briza suave y algunos pétalos de sakura perdidos enmarcaron su llegada.

Al comparar su modesto vestido amarillo y sus manos llenas de callos tuvo un poco de envidia por la recién llegada.

"Son el tipo de personas a las que todo les sale bien"—pensó la menor de las Tendo con un ligero suspiro, antes de volver a sus propios asuntos.

La misteriosa aura de elegancia que rodeaba a la mujer de ojos color aguamarina alejó a Soun y Genma de la mesa donde jugaban Shogi. Los itinerantes peleadores se sentían "fuera de lugar" ante las dos jóvenes. Ninguna palabra fue dicha, pero ambos salieron fuera de la residencia Tendo para darle espacio a las damas.

Tras la salida apresurada de su padre y el tío Genma, Kasumi trajo los suministros para el té de forma automática mientras las preguntas se agitaban en su interior. Michiru mostraba un rostro sereno que no revelaba sus intenciones, mientras tanto ella tenía que luchar para no delatar sus propias emociones por la visita.

—Ha pasado un tiempo, Michiru. ¿A qué debo el placer de tu visita?

—Tal y como dije, Kasumi. Fue un desvió inesperado, pero feliz. Haruka está visitando de nuevo ese taller mecánico y no deseaba aburrirme por horas mirando el motor de su auto. Recordé que tu hogar estaba cerca y me arriesgué a visitar.

—Oh cielos, una feliz coincidencia en ese caso— replicó Kasumi con un coqueto gesto de mano y una pequeña sonrisa.

Sin respuestas directas por parte de Michiru tendría que recorrer todo el ritual de anfitriona hasta que ella misma expusiera sus razones. Kasumi se preparó para la eventual mención de su "amiga" Bell.

—Tu té es el mejor, incluso en mis viajes fuera de Japón no pude encontrar una bebida con el sabor perfecto y a la temperatura adecuada, lograr eso no debió ser fácil—dijo Michiru con una sonrisa.

Kasumi comprendió la oportunidad que le brindaba la joven música y respondió:

—Te lo agradezco, es una de mis especialidades. Aprendí a elegir los ingredientes adecuados para esta mezcla especial en unas pocas semanas, pero en ocasiones se sentía como si fuese más tiempo, mucho más.

—Conozco el sentimiento—dijo Michiru sin sonreír—: es parecido a un truco de coordinación usando mi violín y un limón que aprendí hace unos años. Interpretaba una melodía mientras me movía y el limón rebotaba en el instrumento sin caer. Mucha gente se sorprendió cuando lo dominé en unos pocos días, otros me llamaban de maneras poco halagadoras por mí "talento natural", pero detrás de ese truco había más, mucho más y solo algunas personas lo comprenderían.

Kasumi se sorprendió cuando las pequeñas manos de la otra chica sujetaron las suyas en un gesto más personal.

—Algo importante ocurrió, Kasumi. Una persona que respeto mucho, descubrió los reinicios y lo que se ocultaba bajo la máscara de perfección que he utilizado por años. Lejos de asustarse o juzgarme me apoyó para resolverlo. Reunió a un grupo de buenas amigas para localizar a cierta persona que conocíamos y está atendiendo el problema. Pronto esa mujer no enseñará a nadie más.

Apretando ligeramente las manos ofrecidas por la revelación, Kasumi respondió:

—Es una noticia inesperada, pero maravillosa. Noté algunos cambios hace un par de días, pero debo admitir que estoy asustada por las consecuencias. Francamente, creí que estaba atrapada en uno de sus peculiares "castigos". Aprendimos mucho para poder fingir esta elegante perfección, sin embargo, he dependido del corrector por mucho tiempo y no sé qué ocurrirá cuando mi propia máscara se desvanezca. No sé quién soy ahora.

Michiru sonrió de una forma diferente y tomó un sorbo de su bebida antes de responder:

—Serás tú misma, Kasumi otros podrán conocer a la verdadera tú. Por ejemplo, Haruka es mi persona especial, sin embargo, en ciertos momentos puede ser muy cerrada de visión. En lugar de dejar su auto con el experto y acompañar a su linda novia a un paseo para visitar a su amiga, prefirió quedarse a mirar el trabajo del mecánico de nuevo. En otra época únicamente hubiera podido darle una mirada ligeramente molesta y partir para comprar unos dulces mientras me alejaba "elegantemente". Sin embargo en esta ocasión las cosas ocurrieron de manera... un poco diferente.

La mueca feroz y para nada femenina que Michiru le mostró a Kasumi le causó una gran curiosidad a la castaña.

—¿Qué hiciste?— preguntó Kasumi con los ojos brillantes de interés.

—Habrás notado que le faltan dos pastelillos a la caja que he traído...

—Sí— indicó Kasumi aproximando el rostro hacia la joven de cabello aguamarina por si deseaba susurrar en confidencia.

—Bueno... —Michiru hizo una juguetona pausa dramática para añadir—: el primero terminó en la cara de Haruka.

Kasumi estuvo a punto de soltar una carcajada, pero el extraño condicionamiento todavía era fuerte por lo que se llevó una mano al rostro frenando su reacción.

Michiru parecía triste por ese gesto en su amiga y se acercó a su lado de la mesa para decir:

—Reír es divertido, Kasumi. No debe ser adecuado, solo ríete.

—Yo...—Kasumi dijo confundida entre lo que quería hacer y lo que debía hacer.

Por su parte, Michiru no presionó más. Incluso ella estaba asustada de su propia reacción al principio, de manera que retomó su historia.

—El segundo pastelito, me lo comí mientras caminaba a tu hogar. Fue tan divertido darle grandes mordiscos, mientras caminaba dando pisotones. Era evidente que estaba enojada y nadie le dio mucha importancia a mi apariencia. Eso me permitió calmarme antes de llegar aquí y tener la actitud que quería y no la que debía. Estaba feliz por verte y nada fue ensayado.

Kasumi consideró un tiempo las palabras de Michiru. En su pánico por hacer las cosas "mal", por perder su imagen largamente cultivada, nunca consideró que podría ser realmente libre y actuar como quisiera.

Aquel sendero largamente olvidado no parecía tan atractivo como la violinista lo mostraba.

—¿Y si las personas se alejan cuando vean que no soy la perfecta y dulce ama de casa que creían? Me considerarán una gran hipócrita.

—Entonces no son las personas correctas, si te aman de verdad, se mantendrán a tu lado sin importarles que no seas perfecta—respondió Michiru sin vacilación ni duda en la voz.

—Pareces muy segura de tus palabras.

—Lo hago, yo amo a una persona maravillosa, para ser franca está llena de defectos, pero ha ganado mi corazón y lealtad como nadie más pudo.

—¿Te refieres a Haruka?

—No. Haruka es mi persona especial, pero de quien hablo es más bien mi... jefa. Su nombre es Usagi, un magnífico desastre ambulante—dijo Michiru con una mirada divertida y contando con los dedos continuó—: le encanta dormir, comer pasteles y los videojuegos. Ella es ruidosa, nunca puede llegar a tiempo a nuestras reuniones y es una llorona cuando enfrenta algo que no le gusta, incluso si es pequeño...

Kasumi observó un cambio en la mirada de Michiru mientras hablaba.

—... Y esos detalles no me importan, porque Usagi es valiente, noble y siempre dispuesta a entregar su corazón por lo que considera correcto. Ella inspira con su ejemplo y está llena de amor.

La mirada en su amiga estaba llena del mismo amor. Era el tipo de confianza segura que alguien tendría al esperar el amanecer. No había la menor duda de que sucedería.

—¿Podrá con Bell? Ella disponía de muchos... recursos.

—Usagi es mucho más fuerte. Y Belldandy nos mintió.

—¿No era una diosa?

—No, solo fingía ser una. En realidad es una criatura llamada Djinn o genio como se conoce en los relatos occidentales, puede cambiar de forma y "concede deseos", pero se fortalece del temor en sus víctimas mientras lo hace, no un miedo paralizante, sino el temor constante que nos hizo sentir en las lecciones y la posibilidad de nuca escapar. Nos graduamos ya que eventualmente perdimos el temor a los reinicios o a quedar atrapadas en uno y dejamos de ser útiles para la criatura. Pocos "deseos" son concedidos, ya que son limitadas las personas que resisten el método del Djinn. La verdadera Belldandy y sus hermanas están buscando a la impostora.

—Entonces, la falsa Bell está... en problemas.—dijo Kasumi con una sonrisa que tenía poco de angelical y mucho de su hermanito Ranma en ella.

—Sí, serios problemas—remató Michiru con una sonrisa suave, pero con un tono de acero en la voz. La impostora ganaba su fuerza usando a los miembros del club Holly Bell. Usagi me liberó a mí con lo cual su poder comenzó a fallar, una especie de reacción en cadena ocurrió desde ahí. Las hermanas de la verdadera Belldandy encontraron a las otras integrantes, debilitándola todavía más. Cuando localicen a Robin todo habrá terminado. No habrá más lecciones ni reinicios para nadie. Pero, debo advertirte, la impostora está desesperada y podría tratar de engañar a alguna persona cercana para atraparlos en las lecciones, cuando esa Bell "enseña" nadie puede encontrarla, es por eso que debes prevenirlos sin revelar su identidad. Su tonta regla sigue vigente y eso le da poder.

—¿Podría venir a atacarme?—preguntó Kasumi con curiosidad.

—Es muy poco probable. A pesar de todas sus mentiras y poderes, la impostora no podía herir a nadie realmente.

—Oh cielos, es... una lástima.

Michiru parpadeó sorprendida ante la respuesta de Kasumi. Ella parecía casi decepcionada por la falta de violencia.

—No deseo que nadie sea lastimado severamente, ni siquiera ella. Solo quisiera que Bell llegara clamando venganza para que pudiese probar un poco de la locura y destrucción que el prometido de mi hermana y sus amigos pueden desatar en esta casa o sobre cualquier incauto.

Michiru se rio un poco ante la expresión feroz de Kasumi y dijo:

—Debes tener historias realmente interesantes si las llamas locuras después de lo que pasamos, ¿puedes contarme?

—Es una historia larga por lo que únicamente te puedo dar un pequeño resumen. Todo comenzó cuando apareció un extraño en la puerta llegado desde China y venía acompañado de un panda...

—¿Un panda?—dijo Michiru reprimiendo una carcajada a medias.

Kasumi se sorprendió por la expresión feliz en Michiru, era la primera vez que le veía de ese modo. Era casi como contemplar a una niña pequeña disfrutando de alguna inocente travesura. Tal vez la verdadera libertad no sería tan aterradora como ella pensaba.

Y las siguientes horas la reunión transcurrió entre risas y sorpresas.

Ninguna de las jóvenes dedicó un solo pensamiento a la persona que fingió ser una diosa.

«««««o»»»»»

Akane caminó dando pisotones mientras luchaba con la creciente sensación de llanto que se acumulaba en su pecho. Se había esforzado al preparar ese curry e incluso lo probó antes de servirle un plato a su prometido. Su dulce bobo no podía ocultar su hambrienta mirada al contemplar la comida, pero justo antes de llevar la cuchara a su boca, la descarada amazona estrelló la bicicleta en la cabeza de Ranma.

La sonrisita de suficiencia en Shampo duró lo suficiente como para hacerle saber que "su llegada" fue bien calculada.

El enojo de Akane le dio la velocidad para sorprender a la peleadora china, lo suficiente como para conectar un buen golpe en el abdomen de la chica. Shampo se repuso con rapidez, haciendo las burlas de siempre y alejándose mientras saltaba por los tejados. La falda que usaba la joven Tendo la frenó para perseguirla por los aires, con lo cual la amazona se perdió de su vista muy pronto.

Por su parte, Ranma no tenía problemas en perseguirla por arruinar su desayuno extra. Una parte de Akane le dijo que su prometido realmente quería probar ese curry y que aquella interrupción no le había gustado nada.

Con pasos más lentos, Akane vagó indecisa entre volver a su hogar o seguir la persecución. Sin proponérselo, la joven llegó al parque en el cual había tenido su primera cita pacífica con Ranma.

Después de comprarse una lata de jugo, Akane se instaló en un solitario banco del lugar.

—Si tan solo no interrumpieran todo el tiempo—murmuró Akane triste y agregó—: desearía mejorar en el arte más rápido para poder detener a todas las personas que quieren separarnos.

La modesta súplica fue escuchada por un par de ojos azules cuyas pupilas se estrecharon hasta convertirse en rendijas felinas.

Bell concentró lo que le quedaba de energía para poder ejecutar su trampa. Si atrapaba a la niña escaparía de sus perseguidoras. No tardó mucho en obtener la imagen mental para el "ideal de chica" que su trampa necesitaba. Su atuendo comenzó a cambiar y los conocimientos perfeccionados le siguieron. La criatura con la apariencia de Belldandy liberó lo último de su energía para los efectos ambientales que necesitaba.

Todo estaba listo.

Una suave brisa arrastró un grupo de pétalos de Sakura blanca frente a la melancólica joven Tendo y le hizo levantar la mirada.

Frente a ella estaba una joven de cabello castaño atado en una enorme trenza, vistiendo un dogi rojo con pantalones negros, la desconocida se colocó en una postura de ataque para iniciar una serie de katas de artes marciales. Akane parpadeó confundida ante la desconocida. La chica usaba un uniforme de combate igual al que ella fantaseaba en implementar cuando las escuelas de combate Tendo y Saotome se unieran finalmente. Los colores del atuendo de Ranma, pero con el estilo de su propio uniforme de entrenamiento. La curiosidad se impuso y Akane decidió observar a la llamativa recién llegada.

Al contemplar con cuidado la secuencia de movimientos, Akane descubrió que el estilo también parecía una fusión perfecta de ambas escuelas de combate libre. Parte del estilo terrestre de su padre se combinaba con los saltos aéreos que viera hacer a Ranma en sus prácticas. La kata era fluida y hermosa en la forma que solo un artista marcial podía apreciar. Y como si la atención de Akane inspirase a la desconocida peleadora, ella se movió de forma más compleja y hermosa.

"Incluso Ranma tendría problemas para hacer esos movimientos"—pensó Akane deslumbrada.

Esa idea la despertó de su aturdimiento, Kasumi había mencionado días antes a una estafadora que rondaba por el distrito. En palabras de su hermana, la mentirosa era tan buena, tan perfecta que cualquier promesa de su parte no podía ser real.

Akane miró a la extraña peleadora con un ojo más crítico. No había errores en su técnica, pero incluso la respiración de Ranma se volvería pesada con esa velocidad de locura. La joven frente a ella no parecía agitada en lo más mínimo. No había esfuerzo real en toda la rutina. Era más parecido a los movimientos de un juego que a un asunto físico real.

"¿Acaso era algún tipo de proyección de cine?"—pensó la joven Tendo.

Cuando Akane se puso en pie con la intención de alejarse, la desconocida se detuvo e hizo una reverencia dirigida directamente hacia ella. Al romper la postura, aquella joven le sonrió de un modo muy similar a su hermana mayor y dijo:

—El combate es un arte hermoso, que puede ayudarte a cumplir todos tus sueños.

Akane se imaginó por un momento moviéndose de esa forma. Ninguna de las entrometidas podría alejarla de su bobo si fuese más fuerte.

Como si adivinase sus pensamientos, la extraña peleadora se aproximó hacia la joven de cabello corto y le dijo:

—Aprendí mucho en mis viajes, pero no tengo un dojo o estudiantes para compartir lo que sé. Puedo enseñarte... si aceptas ser mi estudiante.

Ese extraño impulso regresó a la joven Tendo. Había buscado tanto tiempo a una persona que le ayudase a mejorar y ahora esta poderosa artista le ofrecía una oportunidad.

—Yo...

—¡Akane no necesita de tus tontas lecciones!

El molesto y femenino grito rompió el extraño hechizo de la peleadora. Una pequeña pelirroja con el ceño fruncido se colocó frente Akane.

—¿Ranma?

—¿Acaso no quieres que ella mejore?—preguntó la castaña confundida.

—¡Claro que quiero!—dijo la pelirroja y agregó—: pero, Akane es bastante torpe, le tomaría toda una vida a alguien enseñarle.

El tibio sentimiento que Akane tenía por ver a su prometido siendo territorial se enfrió rápidamente.

—¡Ranma!

—Déjalo, Akane. No dejaré que aprendas de cualquier desconocida con trucos de fantasía. Yo ya te estoy entrenando.

—Tú, ¿qué?, ¿en verdad?

—Claro que sí. Cómo crees que superaste a Shampo hace un rato, tu velocidad ha mejorado mucho.

Akane recordó el encuentro con la amazona y tuvo que concederle la razón a Ranma, fue su propia velocidad la que sorprendió a Shampo.

—Pero, acabas de decir que me tomaría toda una vida aprender—dijo Akane parcialmente molesta, pero sorprendida por la revelación de su prometido.

—Claro, pero eso no me importa. ¡Te convertiré en una artista marcial aceptable, aunque me lleve toda la vida lograrlo!

Cuando Akane comprendió las palabras de su prometido, le sonrió como un cálido amanecer. Era una promesa tosca e insensible, sin embargo, era la palabra de Ranma, una promesa de vida.

—¿Lo prometes?—dijo Akane con la mirada radiante.

—S-sí.—Respondió Ranma con un intenso rubor en la cara, pero esa chica extraña había activado todas sus alarmas de peligro. Su instinto le gritaba que debía alejar a Akane lo más posible de esa persona rara, incluso diciendo algo evidente como lo que había estado haciendo con Akane, de modo que soportó sus nervios y agregó—: ahora, vámonos a casa, antes de que mi viejo devore todo el curry.

Akane simplemente sonrió y dijo:

—Vamos.

Ranma y Akane se alejaron, olvidando por completo a la peleadora frente a ellos.

Belldandy se quedó inmóvil tratando de comprender lo que había sucedido. Sus pensamientos eran una serie de preguntas sin respuestas:

"¿Fueron insultos o elogios? ¿Era una extraña dinámica de pareja? ¿Acaba de proponerle matrimonio de la forma más horrenda posible? ¿Debía intentarlo en otro momento?" Al final solo pudo murmurar:

—¿Qué acaba de pasar?

—A los ojos de la persona que la ama, ella ya es perfecta. No puedes ofrecerle nada.

La peleadora se giró para observar a la dueña de la nueva voz. Tres mujeres la miraban de forma rígida. Una de ellas tenía un rostro idéntico al suyo. Por sus maldades esperaba la furia de la Norn del presente, no de las tres. Para empeorarlo no habría forma de explicar o negociar nada si Urd estaba involucrada en esto.

—¡Oh mier...!

El implacable disparo de luz blanca no le permitió a la impostora ni el tiempo para terminar de gritar.

«««««o»»»»»

Kasumi caminaba hacia el mercado, mientras repetía las palabras de Michiru como si fuesen un escudo para sus persistentes temores.

"Si te aman de verdad, se mantendrán a tu lado sin importarles que no seas perfecta."

No había ocurrido nada, lo suficientemente irritante como para hacerla perder su estudiada calma, sin embargo, ella sabía que solo era cuestión de tiempo para que sucediese.

El incidente llegó en la saturada sección de fruta por una oferta de sandía miniatura que un feroz grupo de compradoras peleaba por aprovechar. Con su ánimo tan sensible, Kasumi casi pasa de largo la oferta cuando su mirada captó algo que la enojó, mucho.

Un hombre "parecía luchar" en la marea humana para llegar a la fruta, pero en realidad se frotaba obscenamente contra una joven frente a él. La mujer de menor estatura ya lo había notado, sin embargo, sus intentos por alejarse eran bloqueados una y otra vez por la marea humana que impedía su escape del degenerado.

Tan alterada como estaba por la escena, Kasumi no consideró sus acciones, se colocó detrás de la burla de ser humano y lo sujetó con ferocidad del cabello en su nuca, removiéndolo dolorosamente de su lugar.

—¡AGH!

—Vete de aquí— dijo Kasumi con voz fría y agregó—:ahora.

El sujeto no parecía intimidado por la enojada joven frente a él y trató de salir de la situación de la misma forma en que lo había hecho en otros incidentes.

—¡Está loca! ¿Qué le sucede? ¿Acaso está tan desesperada por un hombre que usa la violencia para llamar la atención? Estaba en mis asuntos cuandghh...

Los gritos del sujeto se detuvieron cuando un centrado golpe en el estómago lo dejó sin aliento.

La ruidosa multitud de antes se había detenido por los gritos del hombre, muchas de las mujeres conocían a Kasumi por ser una clienta regular y estaban listas para rescatar a la joven del vociferante sujeto, cuando la dulce chica hizo algo que nadie esperaba.

Aturdidas por la muestra gratuita de violencia, las compradoras vieron con curiosa fascinación la manera en la que una de las personas más dóciles y amables que conocían, callaba al sujeto de mediana edad con un golpe.

Kasumi habló ante la pequeña multitud con voz tensa.

—Este, sujeto, estaba agrediendo a una joven. Cuando le pedí que se fuera comenzó a gritarme. ¿Alguien podría...?

Kasumi interrumpió sus palabras cuando el individuo intentó escapar corriendo. Una ligera patada tras la rodilla lo tiró al suelo, mientras la joven inmovilizaba su brazo con un agarre, de judo básico.

—¡Suéltame, perrAAAGGH!

—Como decía—dijo Kasumi con voz molesta mientras aplicaba más presión en su agarre, causando dolor extra en su prisionero y agregó—: ¿Pueden llamar a la policía?

El aturdimiento general cambió rápidamente a enojo. Si la joven más amable y dulce del distrito estaba molesta, significaba claramente que el tipo sometido era un problema, pero nadie se movía, no querían involucrarse en un asunto desagradable de ninguna manera.

La única persona que atendió el pedido de la joven Tendo fue la última con la que ella deseaba exponerse. Kyoko Innaba era rígida al extremo y su afilada lengua le había causado muchos reinicios a Kasumi en el pasado. La mujer parecía odiar a Kasumi únicamente por existir.

Las miradas de ambas se cruzaron.

Y Kasumi observó asombrada un evento que consideraba imposible. La mujer de hielo, le estaba sonriendo. Era un gesto que llegó a su mirada volviéndola amable.

—Con gusto, querida. Yo iré.

Una hora después, Kasumi pudo regresar a la tienda para hacer sus compras, pero en la práctica las redujo a solo un par de jabones. La angustiada joven se percató de todas las personas, cediéndole el paso y los susurros detrás de ella.

A Kasumi no le gustaba ese tipo de atención y aunque trató de ignorarla, el rubor en su rostro no desaparecía del todo. Y para agregarle especias a su incomodidad en la salida de la tienda estaba la señora Innaba, de nuevo.

Antes de que Kasumi pudiese hablar, la severa mujer colocó una bolsita de papel en sus manos.

—Un dulce, para calmar el momento amargo.

Sorprendida, Kasumi respondió el gesto con una reverencia breve.

—Muy amable de su parte, Innaba-san.

—Nada de eso, niña. Hace mucho tiempo que no te veo actuar como tú misma. Esa conducta de muñequita me molesta mucho, pero hoy pude ver a la valiente niña que defendía de los bravucones a los niños más pequeños en el vecindario.

Compartiré con las personas las noticias sobre el inesperado ángel guardián de Nerima.

—Eso no es necesario, Innaba-san. Yo solo...

—Estabas actuando como la digna hija de Kimiko Tendo, eso hacías— cortó la mujer con voz seca y agregó—: ahora vete, tengo una reputación que mantener.

Kasumi repitió su reverencia y caminó en sentido opuesto.

Ni bien se había alejado unos metros cuando una nueva voz la detuvo.

—¡Espera!

Kasumi se giró esperando encontrar a alguna de las chismosas del barrio, cuando se encontró con una persona desconocida.

Una joven bajita vistiendo ropa deportiva, con el cabello rojo atado en una larga trenza, corría a su encuentro con un perro a su lado.

Kasumi esperó pacientemente a que la recién llegada recuperase el aliento. Cuando levantó la mirada pudo ver un par de ojos castaños rojizos, observándola amablemente.

—No pude agradecerte por ayudarme antes.

La mayor de las hermanas Tendo observó a la joven. Ciertamente, tenía la misma estatura aunque no el mismo atuendo.

—No es necesario, hice lo que creí correcto. Aunque no te reconocí.

La jovencita hizo un ligero gesto incómodo antes de responder:

—Fui a casa a cambiarme de ropa. Me sentía... sucia.

Kasumi lo entendía bien.

—Lo comprendo, ya no debes preocuparte. Por lo que me dijeron, ese sujeto tenía un largo historial y no verá las calles por un largo tiempo.

—No quiero hablar de ese tipo, yo quiero agradecerte.

—Ya lo has hecho.

Kasumi pudo ver a la pequeña pelirroja sujetarse el cabello de la cabeza en aparente frustración.

—No así, digo, no solo de esa forma. Yo quiero... No entiendo por qué es tan difícil decirlo bien. Yo deseo agradecerte por tu ayuda, no solo con palabras, quiero invitarte un helado o algo que quieras por tu ayuda y el tiempo que perdiste— y con un gesto mitad confuso, mitad lindo agregó—: ¿puedo?

Kasumi observó a la nerviosa chica y dudó. No quería alterar su rutina todavía más, pero ella parecía tan nerviosa como un pequeño gatito tratando de agradar que al final cedió. Con un poco de suerte, algo bueno resultaría de este incidente y haría una amiga.

—Claro, conozco un lugar agradable cerca de aquí.

—Vamos.

Las dos jóvenes caminaban con calma por la calle escoltadas por el perro de la pelirroja.

—Por cierto mi nombre es Hikaru, Hikaru Shidou

—Yo soy Kasumi Tendo.

Inadvertido para ambas mujeres, otra persona las observaba desde las alturas. Una joven de cabello castaño con ojos color océano flotaba sin ser notada. Con una sonrisa suave unió las manos a manera de plegaria. Momentos después, una pequeña pluma de un blanco inmaculado descendió hasta llegar a las mujeres donde se desvaneció antes de tocarlas.

La diosa se alejó con una sonrisa sin ser notada.

Las jóvenes en tierra seguían hablando con creciente confianza.

—... es que siempre parecías tan elegante que creí que eras una actriz o celebridad y me daba un poco de miedo hablarte, pero hoy pareces más relajada— dijo la pequeña pelirroja de buen humor.

Kasumi sonrió antes de decir.

—Así me comportaba antes, pero pienso que me conociste en un momento más relajado de mi vida.

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FIN—

Notas:

En primer lugar sí, este autor se está burlando de la legendaria y perfecta Mary Sue. Kasumi Tendo se encuentra tan peligrosamente cerca de ese "concepto" que no es gracioso, por fortuna los épicos comentarios que hace al inicio del manga: [Mi hermana es una maniática violenta] y otras peculiaridades suyas la salvan de las uñas con perfecta manicura de Mary.

Por otro lado, también quería mostrar a otros personajes "casi perfectos" como es el caso de Belldandy quien es, en cierta forma, la versión potenciada de Kasumi, la diosa es pura, inocente e incapaz de un mal pensamiento, es interesante el hecho de que ambas comparten actriz de doblaje. Además, en su versión animada, Michiru Kaiou es un ideal de persona, desde la rutina con el violín y el limón que ejecuta para Usagi, hasta los constantes pétalos de sakura que enmarcan algunas de sus apariciones. En la banda sonora de Sailor Moon S, existe un tema que apoya muy bien esa imagen, se titula Unmei no Senshi y basta escucharlo por unos momentos para entender.

De forma más secundaria está Nico Robin en One Piece, quien en sus inicios con la tripulación de los sombreros de paja era una "genial belleza" según Usop. La joven arqueóloga logra dormir de una forma elegante en la cubierta del barco, ¡durante una tormenta! Otros mortales tratarían de no ser arrojados al mar, ella ni se despeina durante el incidente.

Eventualmente, ambas escapan de esa imagen perfecta, pero en sus inicios no podían.

Tanta elegante perfección no puede ser natural, de manera que aquí se puede ver un método para lograr esa elegancia constante.

Como se puede leer, Kasumi tiene una personalidad original muy similar a la de su hermana Akane. He leído buenas historias que apoyan la teoría en la cual Kasumi suprime su verdadero ser para transformarse en una copia de su madre.

El asunto del bucle en el tiempo es divertido de leer, pero complicado de lograr, espero que fuera divertido en la medida de lo posible.

La "plática de pájaros y abejas", es un concepto que he leído muy poco en fanfictión y soy de la idea de que Soun no fue quien enseñó a sus hijas menores esta importante lección de vida, sino Kasumi. Creo que Soun es apenas funcional como ser humano hasta la llegada de Genma a su vida.

Considero posible (para el universo de Rumiko Takahashi) que Kasumi pueda ser una maestra del puño ebrio. Es un arte poderoso, tonto e imposible de imitar para Ranma.

Los reinicios tienen como límite un día y su alcance es el deseo pedido. Por lo tanto, no, Kasumi no pudo reiniciar el día que Ranma apareció en su casa, ya que su imagen de lindura no fue afectada directamente por el artista marcial.

La idea para esta historia surgió en la época en la cual "Lo que oculta tu sonrisa" existía únicamente en una libreta, ¿8 años? Una parodia del club de la pelea en la cual era Akane quien encontraba el siniestro club de la cocina y debía derrotar a su hermana. Fueron tiempos muy divertidos, ya que existía un foro en el cual participaban autores como Noham, Randuril, Lum Lum Love entre otros. Era una de mis ideas pendientes y ahora ya existe.

Si falta algún tema por aclarar, no dude en dejarlo en los comentarios o PM.

Hasta la siguiente historia.

Fhrey.

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Omake

Akane Tendo y Ranma Saotome miraban claramente molestos a sus respectivos padres. Su escapada romántica para casarse fue arruinada. Con el dojo adornado con listones blancos y un grupo de invitados tan aturdidos por el té lleno de químicos que apenas se sostenían en sus sillas un confuso sacerdote inició la boda.

La alegría maniática en Soun y Genma fue tal que ignoraron por completo a una silenciosa y molesta Kasumi, sentada rígidamente en una de los asientos al frente. Akane miró a su hermana mayor y una solitaria lágrima bajó por su rostro. Como respuesta, Kasumi sonrió de una forma inesperada.

Era una sonrisa peligrosa y poniéndose de pie dijo:

—Este es un momento tan especial para mi hermanita, que quisiera dedicarle algunas palabras antes de la ceremonia. ¿Puedo?

Los padres asintieron de forma idiota perdiendo, de nuevo, el tono rígido en Kasumi.

Kasumi sacó del bolsillo lateral de su vestido un pequeño frasco con un líquido rojizo y mirando a la desanimada pareja dijo:

—Corran.

Con eso destapó la botella y se bebió el contenido de un largo trago. Un momento después cerró los ojos.

Soun Tendo, por fin reconoció la botella. Era un pequeño vino de colección que guardaba en su habitación. Su hija Kasumi + Alcohol.

—!Oh no!

Ranma no comprendía la escena, pero su sentido del peligro comenzó a dar alaridos exigiendo que se alejase, rápido. Sin pensarlo, cargó a su prometida y salió corriendo.

Genma casi se lanza en persecución, cuando una patada en el rostro lo disparó contra la pared del dojo. Aún con la cabeza enterrada en la madera pudo escuchar a una voz femenina decir:

—Panda Baka.

Soun miró aterrado al ángel vengador que se aproximaba hacia él y trató de escapar.

—Baka, baka, baka, baka, ¡baaaakaaaa!

—AAAAAAAGGGG

A la mañana siguiente Kasumi no recordaba el final en la última boda fallida, ni la razón de la actitud servil en su padre y tío con ella. Resignada tomo un par de pastillas para calmar su misterioso dolor de cabeza y continuó con su desayuno.

—Oh, dios— dijo Kasumi de forma linda mientras disfrutaba su té.