Notas de autor: esto no tiene un pairing como tal. Puede que se perciba una pizca de LawLight porque en nuestros corazones sabemos que se aman. Siento que la escena de la obra da para algo mucho más complejo pero yo decidí hacerlo cortito y simple.
Las cadenas alrededor de las muñecas le están cortando la circulación, tan frías que le queman la piel. El corazón le late demasiado deprisa, preso del pánico. Mueve las manos atadas detrás de su espalda, el metal chocando entre sí al ritmo de su desesperación. ¿Qué acaba de decir el hombre que le dio la vida?
—No soy como Kira. Tengo una responsabilidad como padre y como jefe de la APN. —Dice Soichiro, volteando por sobre el hombro desde el asiento delantero, viéndolo con una dureza que jamás había usado pese a que siempre vio a su progenitor como un hombre estricto.
—¡Espera, papá! ¡Misa tiene razón! —Farfulla intentando hacerlo volver en sí, porque por más estricto que sea, su padre jamás diría semejante barbaridad, jamás sacrificaría a su propio hijo por seguir órdenes de L— ¡Si morimos aquí, la verdad nunca se sabrá! ¡Por favor, papá!
—Es demasiado tarde —responde con la misma frialdad mientras se lleva una mano a la parte interna del saco, sacando un arma—. En cualquier caso serás ejecutado, al menos así seré yo quien lo haga.
Su mente se pone en blanco cuando la pistola lo apunta. Comienza a hiperventilar, la situación se vuelve más irreal y a la vez es consciente de cada detalle. La furia y decepción en las pupilas de su progenitor, la firmeza con la que sostiene el arma, sin un ápice de duda. Los latidos atemorizados de su propio corazón, el sudor frío que le baja por la espalda y por último, las lágrimas que comienzan a buscar la salida por la comisura de sus ojos. ¿Realmente lo último que verá será el rostro del hombre que le enseñó a caminar? ¿Esa mirada pertenece a la misma persona que solía cargarlo en los hombros? Su padre siempre le dijo estar orgulloso de él y ahora lo matará creyéndolo un asesino.
—¡Detente, papá! ¡No soy Kira! —mueve más las manos aunque eso signifique hacerse daño, su mente solo está enfocada en escapar. Escucha los gritos de Misa pero ella está atada al igual que él, no hay nada que pueda hacer— ¡Si muero, Kira gana!
Se queda inerte cuando la punta del arma es puesta contra su frente, justo al medio. Deja salir un jadeo mientras se encoge contra el asiento, haciéndose pequeño, sintiéndose pequeño.
—¿Pa-Papá...? —Murmura con la voz temblorosa, todo en su cuerpo comienza a temblar de igual forma.
—Amane, yo moriré con mi hijo, pero no tengo ningún motivo para matarte también. Es solo cuestión de tiempo para que la policía localice este vehículo y te lleve al sitio donde serás ejecutada.
—Papá... detente... —Vuelve a susurrar con apenas un hilo de voz cuando lo ve quitarle el seguro al arma.
—Light, hijo mío... como asesinos que somos nos veremos en el infierno.
Cierra los ojos con fuerzas, las lágrimas acumuladas en ellos forman una delgada y fría línea cuesta abajo en sus mejillas.
—¡No! ¡Papá!
Y luego, una detonación.
—¡Papá, no!
Light se sienta de golpe, sudando y respirando agitado. Se ve a sí mismo y luego lo que le rodea, lleva puesto un pijama y está en la recámara en la que duerme junto al detective en el centro de investigación. Luego se percata de la ausencia del hombre que duerme con él, o más bien con quien comparte la cama porque no recuerda haber visto a L dormir alguna vez. La cadena sigue en su muñeca, sin embargo el otro extremo está atado al cabecero de la cama. Ni siquiera sabe dónde podría estar L pero no le sorprende que sea tan desconfiado como para irse sin dejar la cadena asegurada a algo, tampoco le importa, de hecho agradece estar solo.
—Fue solo un sueño... —Murmura mientras se pasa las manos por el rostro, intentando calmarse.
Fue solo un sueño pero no es el primero que tiene. La falsa ejecución se llevó a cabo hace diez días y no recuerda haber dormido una noche completa desde entonces.
oOo
Ryuzaki entra a la habitación con su habitual andar, sin prisas, arrastrando los pies y manos en los bolsillos. El lugar está a semioscuras, lo único que impide una oscuridad total es la luz azul proveniente de la fila de monitores que tiene sobre una mesa larga, en la cual hay un plato con un buen trozo de pastel de fresa. El único motivo por el que accedió a esta reunión a estas horas de la noche es porque no puede negarse a un buen pastel.
—Watari dijo que quería hablar conmigo. —Dice con su voz monótona luego de haberle dado la primera mordida al postre.
Una de las sillas giratorias de vuelta, apareciendo en ella un Soichiro poco amigable.
—Así es, Ryuzaki. Quiero hablar contigo. —Responde mientras se ajusta los anteojos.
El detective se encoge de hombros antes de tomar asiento en la silla más cercana.
—Eso fue lo que dije. —Murmura.
—Es sobre mí hijo...
—¿Sobre Light-kun? —Enarca una ceja, sus ojos enormes mostrando una chispa de interés de repente.
—Sí. Ryuzaki, tú pasas todo el día con él, ¿te ha comentado algo?
—¿De algo en específico?
—Si está afectado por lo que hicim... por lo que hice. —Se corrige al final, apretando los puños de impotencia.
—Deberá ser más específico, Yagami-san. —Hunde un dedo en el pastel, tomando un pedazo.
Soichiro suspira y aprieta la mandíbula, no quisiera tener que decir en voz alta que se prestó para hacerle creer a su propio hijo que lo asesinaría.
—Ya sabes... lo de la ejecución... la pistola...el disparo... —Dice en voz baja y con dificultad, tragando saliva.
—Ah, eso —si L fuera más expresivo habría puesto los ojos en blanco, en cambio solo se toma el tiempo para lamerse los dedos y degustar de la nata que quedó en ellos—. Lo que a usted le preocupa es que a su hijo le haya generado algún tipo de trauma lo que hicimos, ¿verdad?
—Exacto.
—Quédese tranquilo, no me parece que Kira sea alguien que se traume fácilmente.
—¡Mi hijo no es Kira! —Farfulla al mismo tiempo que se levanta de golpe— ¡Hice lo que me pediste para probar su inocencia! ¿¡No sirvió de nada!?
—No es necesario alterarse, Yagami-san. —Dice sin elevar la voz, viéndolo a los ojos.
Soichiro chasquea la lengua mientras aprieta los puños, tratando de canalizar en ellos toda su frustración para luego volver a sentarse.
—Entiéndeme, Ryuzaki —se arrastra con la silla, acercándose al detective. Espera que L se compadezca de él o percibir alguna pizca de emoción de su parte pero esos orbes oscuros siguen luciendo vacíos—. Es mi hijo y puedo notar como evita hablar conmigo cuando trabajamos, ni siquiera me mira a los ojos y no sé si es porque me odia... o me teme —traga saliva y se muerde el labio inferior—. Si te soy honesto preferiría lo primero, porque no puedo con la idea de que me tenga miedo.
Elle suspira, el único gesto que demuestra lo que esta plática le provoca: aburrimiento.
—No esperaba esta reacción del jefe de policía —toma un poco de nata entre los dedos y se los lleva a los labios—, pensé que era más fuerte.
—Además de ser jefe de la APN, también soy un padre —explica con calma pese que las palabras del detective lo pusieron más tenso—, y un ser humano. Hice lo que me pediste ¿y que logré? Absolutamente nada porque sigues creyendo que Light es Kira.
—Es porque nunca me equivoco y si su hijo fue mi primer sospechoso, es por algo y no me detendré hasta unir todos los cabos sueltos. —Responde como si nada, dejando el plato vacío a un lado.
—¿Entonces por qué me hiciste hacerlo? —la voz le tiembla un poco, sintiéndose defraudado— ¡Tengo pesadillas todas las malditas noches donde escucho a mi hijo suplicando! —explota, levantándose en un movimiento y dándole un manotazo al plato, el cual se fragmenta al chocar contra una pared— ¡pidiéndome que no lo mate!
Esta vez L frunce el ceño, no por el repentino arrebato.
—¿Pesadillas dice? —Se lleva un pulgar a los labios, mostrándose curioso.
Soichiro respira agitado, intentando calmarse porque no es propio de él reaccionar así, asume que la falta de sueño lo tiene malhumorado y anudado a la escasa interacción que tiene con su hijo se siente frustrado también. Siente que ha fallado como policía, como padre y hasta como esposo, porque si Sachiko se enterara está seguro que no lo perdonaría.
—Sí, lo que escuchaste... —murmura, volviendo a la silla y adoptando una posición de derrota: hombros y cabeza gacha— Y necesito tu ayuda.
—¿Mi ayuda? —Encarca una ceja, sin quitarle los ojos de encima.
—Sí. Tú eres el verdadero jefe de esta investigación, y te recuerdo que hace unos días le dijiste a Light que él es el primer amigo que tienes —se pasa las manos por la cara, desesperado—. Debes actuar como tal. Como jefe, deberías enmendar lo que provocaste, y como amigo deberías preocuparte por él.
Soichiro se levanta y sale de la habitación. Le pidió ayuda a Watari para reunirse con L porque ya no sabe qué hacer, ha intentado hablar con su hijo, acercarse pero siente el rechazo. Sin embargo, Ryuzaki demostró tener métodos poco ortodoxos desde un inicio, así que si es honesto duda haber logrado algo con esta conversación.
oOo
L vuelve a la habitación, cierra la puerta despacio, procurando hacer el menor ruido posible, acto seguido enfoca la mirada en la cama. Por la tenue luz que entra por la ventana puede ver a su compañero de lado en el colchón, dándole la espalda a la puerta y con las cobijas hasta un poco arriba de la cintura pero no lo escucha respirar pausado y profundo.
—¿Light-kun está despierto? —Camina despacio, aún procurando ser silencioso.
—Pensé que me dejarías aquí hasta que muriera por inanición —responde el adolescente, sin moverse—, lo cual no me desagrada para nada.
Ryuzaki no se inmuta por la acidez impregnada en esas palabras, no es la primera vez que lo escucha frustrado por su posición: bajo sospechas de ser Kira y atado a él 24/7.
—¿Sabía Light-kun que su padre, al igual que él, está teniendo pesadillas recurrentes?
Silencio, luego L lo escucha chasquear la lengua.
—No me hables de Soichiro, ¿y quién dice que tengo pesadillas? No me hagas reír. —Suelta una suave risa con los labios cerrados y meneando la cabeza.
El detective se detiene al lado de la cama, Light aún dándole la espalda. Desde su posición puede ver el brazo que el castaño tiene sobre una almohada, específicamente se enfoca en la muñeca, llena de cortes y magulladuras que aún no terminan de sanar. Las había visto antes pero nunca les había prestado tanta atención.
—Te escucho todas las noches, a veces pareciera que lloras —el adolescente escucha, sintiendo las mejillas calientes por la vergüenza—. Si te soy sincero, pensé que era una jugarreta para hacerme sentir lástima por ti y convencerme que no eres Kira.
Light gruñe y da media vuelta al instante, dispuesto a gritarle en la cara que él no es Kira y de paso darle un puñetazo si se puede. No obstante, antes de poder hacer o decir algo, el cuerpo del otro cae sobre el suyo y esos delgados brazos lo abarcan.
—¿Qu-Qué haces...? —Se queda inerte, con los ojos muy abiertos.
—Watari hace esto cuando me siento triste. —Responde el detective, frotando la mejilla contra el pecho del castaño como si fuera un gatito.
—¿¡Y quien dice que me siento triste!? —Pone las manos en los hombros del pelinegro y lo empuja, sentándose él en el proceso.
L se endereza, o lo intenta mientras lo observa. Su rostro carente de emociones vuelve difícil imaginar lo que pueda estar pasando por su mente.
—Yagami-san dijo que debo preocuparme por mi amigos, y yo dije que Light-kun es el primer amigo que tengo. —Se muerde el pulgar a la vez que toma asiento a un lado del colchón, muy cerca del otro.
—Ya te dije que no me hables de mi padre —chasquea la lengua, cruzándose de brazos—. Solo pídele que deje de molestarte con estas cosas, recuerda que él hace lo que tú le pidas.
—Veo que le guardas mucho rencor a tu padre —habla despacio, atreviéndose a poner una mano sobre el brazo del castaño—. Créeme que él lo hizo por ti, porque confía ciegamente en tu inocencia.
—No entiendo por qué estás dándome explicaciones —menea la cabeza, apartando la mano del detective en un movimiento brusco—. ¿¡Qué te importa lo que yo piense o sienta si después de todo estás convencido de que soy Kira!? ¿¡Por qué te preocuparías por un asesino!?
L guarda silencio, sin inmutarse pese a la actitud hostil del castaño. Se queda callado porque esas preguntas lo hacen pensar. Está preocupado, o lo más parecido a la preocupación en alguien que no está acostumbrado a las relaciones interpersonales, pero ¿por qué? A pesar de que siente pena por el señor Yagami, él sentimiento hacia Light es diferente.
—Porque eres mi amigo —responde tras pensarlo al mismo tiempo que entrelaza los dedos con la mano que el castaño tiene sobre el colchón, quien se queda inerte, repasando esas palabras—. Y aunque odie perder, en el fondo deseo equivocarme. En el fondo deseo que Light-kun no sea Kira.
Notas de autor:
Decidí hacer este OS porque es una idea que siempre he tenido pero que en los años que llevo acá, solo un OS he encontrado que aborda el tema, y pues a mí me pareció una escena interesante. Considero que para Light (recordemos que es Light sin las memorias de haber sido Kira) debe haber sido un suceso traumático, enfrentarse a la posibilidad de ser asesinado por tu propio padre.
Con una amiga hablábamos de esto, preguntando de... ok, estamos claros que a Light si le afectaría pero a Soichiro? Y coincidimos en que los hombres Yagami no son buenos comunicándose entre ellos. Pero a mí percepción, Soichiro es un hombre que ama mucho a su familia y haberse prestado para algo así seguro también le afectó al pobre. Y bueno, aquí yo hablando como si los personajes tuvieran sentimientos reales jajaja. Obvio sabemos que mi OS tiene OOC pero los leo, ¿ustedes tienen alguna teoría de esa escena? ¿Sería lo suficientemente densa como para crear un trauma en Light o Light es lo suficientemente fuerte mentalmente como para dejarla pasar y seguir con su vida como si nada?
