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Prólogo
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Cumples cinco años y tienes una corona de plata y diamantes hecha a tu medida, se sostiene gracias al tejido de flores cuidadosamente trenzadas con tu cabello. Los tirones te molestan y te hacen gruñir, pero lo aguantas porque ya eres un chico grande. Ya va siendo hora que te presentes como el heredero de tu reino, aunque prefieras estar jugando con tu prima en los jardines del castillo.
Haces lo que te dicen tus padres. Están orgullosos y estás orgulloso de que ellos estén orgullosos, pues todos saben que serás el perfecto heredero.
Hasta que el Primer Hechicero del gremio canta la profecía que te condenará por el resto de tu vida, serás conocido como Aquel Que Traerá Desgracia al Reino: El Príncipe Maldito.
Tienes diecisiete años y en lugar de jardines, ahora tienes un bosque aterrador; en lugar de súbditos, ahora los que te rodean solo quieren matarte; en lugar de familia, ahora tu única compañía es un dragón guardián.
Y tu reino se redujo a una torre en el claro del bosque.
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