Los personajes de Ranma 1/2 no me pertenecen, son obra de la gran Rumiko Takahashi. Escribo sin fines de lucro, solamente con el fin de entretener.
Este drabble fue creado para la convocatoria #SoulmatesFest de "Pasión por los Fanfic's" en fb para celebrar el cumpleaños de otra querida lectora y gran escritora GabyJA. Muchas felicidades hermosa espero seas muy feliz! :)
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. Rainbow .
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Un nuevo día comienza y junto con él la misma rutina de siempre desayunar, pelear con mi padre por algunos encurtidos o granos de arroz, entrenar, darme un baño, cenar y nuevamente dormir para finalizar otro día.
Desde que tengo memoria recorremos con mi padre todo el territorio entrenando y en busca de las mejores técnicas para perfeccionar nuestra escuela de artes marciales, todos mis días son monótonos nunca ocurre algo extraordinario que cambie el rumbo de mi vida hasta aquel día que me comenta que nos trasladaremos a Nerima a la casa de un viejo amigo para cumplir una vieja promesa, no tengo idea a qué se refiere el viejo pero lo único que me interesa de trasladarme es que cuentan con un Dojo en el cual podré continuar entrenando sin preocuparme por mojarme con cada diluvio o sufrir una deshidratación por el entrenamiento bajo el sol.
Damos inicio al recorrido hacia Nerima recorriendo unos cuántos kilómetros de bosque, acampando o durmiendo en alguna que otra posada. Mi padre disfruta de las cosas más mundanas como un buen baño en un onsen o incluso una sustanciosa cena pero yo no soy capaz de disfrutarlo. Mi vida se encuentra vacía y falta de emociones, pero no me preocupa es algo con lo que crecí.
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Luego de un eterno viaje de diez días llegamos a Nerima, una fría lluvia cae con fuerza sobre la ciudad al descender del tren, mi padre toma su mochila y me indica el camino.
Voy distraído con la mente en cualquier sitio para restarle entidad al frío que cuela mis huesos por la lluvia cuando siento un ligero golpe sobre mi hombro que me mueve.
—Lo siento.
Volteo y puedo ver a una chica con cabello largo que corre con rapidez para evitar continuar mojándose bajo la tormenta.
El golpe que dejó sobre mi hombro me genera una sensación extraña pero el llamado de mi padre me trae nuevamente a la realidad.
El cartel del Dojo Tendo aparece frente a nosotros, atravesamos la puerta y somos recibidos por un hombre seguramente de la edad de mi padre con cabello negro y un bigote tupido negro.
—Bienvenido seas Saotome amigo mío.
—Gracias Tendo amigo.
Una muchacha de cabello castaño atado en una coleta de lado se acerca también a recibirnos.
—Sean bienvenidos, por favor pasen al comedor.
La muchacha nos dirige hasta el sitio donde nos hace entrega de unas toallas para secarnos para luego traernos unas tazas de té y sopa caliente.
—Lamento no puedo ofrecerles un baño caliente pero es que está ocupado — comenta la chica.
—Esta es mi hija mayor Kasumi — habla el señor Tendo — Ranma seguro sabes para que has venido con tu padre.
Frunzo mi ceño pues no tengo idea pero viniendo del viejo puedo esperar cualquier cosa.
—Lo cierto Ranma hijo es que vinimos aquí para cumplir una promesa de compromiso con Tendo.
Intento no escupir la sopa para no parecer irrespetuoso pero no puedo creerlo.
—Cómo dices? — pregunto con un tono enojado.
—Lo que oíste, te casarás con alguna de las hijas de Tendo y juntos heredarán el Dojo.
No tengo tiempo a reprochar cuando una mano desplaza la puerta corrediza seguido de una voz.
—Lo siento, la lluvia me atrapó y preferí darme un baño para evitar enfermar.
Atravesando la puerta ingresa la chica más hermosa que pude conocer en mis cortos dieciséis años, mi corazón comienza a bombear con fuerza, siento mi sangre correr a través de mis arterias, es una muñeca preciosa sus cabellos negro azulados simulan a una noche despejada, sus ojos son de un color marrón tan brillantes como chocolate recién derretido, sus labios de un color rosado y sus mejillas tienen un color rojizo que simulan manzanas maduras, lleva un vestido color rosa aniñado que me dan ganas de descubrir todo lo que lleva o no debajo y es en ese instante al observarla cuando caigo en cuenta que hasta este momento mi mundo sólo se veía en tonos grises pero su sola presencia permitió ampliar mi gama de colores.
Toma asiento frente a mí y me saluda.
—Hola, mi nombre es Akane.
—Hola Akane, soy Ranma — saludo apresuradamente.
Me sonríe y por detrás el ventanal abierto me permite ser consciente del momento en que un arcoíris se forma en el cielo, reconozco es el primero que logro ver en años.
—Creo que Ranma ya escogió — mi padre habla para llamarme la atención pero le resto importancia, sigo admirando cada porción de mi arcoíris personal.
