Capítulo 2
Mientras tanto en el dojo Tendo empezaba otro día normal: Akane miraba enfadada a un enorme panda y a una chica pelirroja pelear por la comida mientras sus hermanas y su padre comían en silencio mientras esquivaban platos, jarrones y uno que otro combatiente golpeado.
- Creo que mejor me voy de una vez a la escuela.
- Que te vaya bien, Akane. Vas a regresar temprano?
- Quede de verme con mis amigas luego de clases pero estaré de regreso para la comida.
Kazumi asintió y Akane se fue a la escuela sin hacer caso de la pelirroja que le gritaba para que la esperara.
Bueno, Akane estaba lista para regañar a Ranma una vez más pero antes de que él le preguntara qué tenía esa mañana, apareció Shampoo y se lanzó encima del chico. Justo lo que necesitaba Akane para empezar mal el día! No sabía por qué ver a ese par juntos la ponía mal, ni siquiera sacó su mazo (ese que quién sabe dónde guarda pero que siempre trae consigo) para golpear a Ranma, simplemente se volvió y se fue corriendo a la escuela. Diablos! ahora estaba llorando ¿por qué permitía que el estúpido de Ranma la hiciera sentir así?
- Oye Akane! Espérame!
Obvio es que no sólo no lo espero sino que lo evito durante todo el día. Después de unas horas Ranma dejó de prestarle atención, de todos modos Akane siempre se enojaba sin que él supiera por qué ¿cierto? y las cosas siempre terminaban por volver a la normalidad. Bueno esta vez se había prolongado más de lo normal, no es que no se hubieran peleado antes por días o semanas incluso; pero en esas ocasiones tenía al menos una idea de lo que estaba mal. En todo caso y ¿a él que le importaba lo que pasara con ella? sólo era una niña a la que le faltaban un par de tornillos en la cabeza, ok, era su prometida pero eso no era su culpa...además no tenía tiempo para eso, tenía que acabar ese examen de matemáticas antes de que ¡¡Oh, no!! demasiado tarde, ya se había terminado el tiempo y él ni su nombre había puesto bien.
- Bueno Sr. Saotome al menos para usted no será difícil adivinar su calificación ¿no es así?- dijo el maestro con sarcasmo al ver la hoja en blanco (no odian a los tipos como este??).
- Muchas gracias, Akane- murmuró Ranma entre dientes mientras pensaba en dónde podría encontrar algo para ponchar las llantas del automóvil del maestro.
Después de arreglar cuentas con el profe, Ranma se fue directo a casa. Generalmente cuando Akane iba a comer helados o por un café (con su respectivo postre claro) con sus amigas, "la pelirroja" decidía acompañarlas y coquetear con algun chico que pagara por todo lo que quisiera comer (que con todo lo que come casi siempre se las arreglaba con varios chicos). Pero él aún seguía molesto por el examen y decidió que no lo haría. Aunque si hubiera pasado por la cafetería no habría visto a su prometida.
Ella realmente estaba deprimida y en vez de irse con sus amigas se había ido al parque. No le gustaba que nadie la viera triste; ella era una chica fuerte y no necesitaba que nadie la consolara, ni le interesaban demasiado las conversaciones del resto de las chicas: muchachos, maquillaje, muchachos, ropa, muchachos, dietas y, por supuesto, muchachos. De hecho esas conversaciones la hacían sentir mal; le causaba un poco de envidia el no haber tenido nunca una cita o la apariencia de algunas de sus amigas aunque también otras chicas la envidiaban a ella; pero eso no la hacía sentir mejor en lo más mínimo.
Sumida en sus pensamientos no se dio cuenta de que, por una de esas casualidades con las que el destino se burla de nosotros, su rival estaba a unos cuantos metros de ella también irritada por el incidente de esa mañana "¿Cómo es posible que mi adorado Ranma me haya dejado para irse con ella? No puede ser que la prefiera a ella en vez de a mí; definitivamente tengo que deshacerme de Akane, si lo hago Ranma será sólo mío...el problema es cómo lo hago".
Cerca de ahí unos ojos verdes brillaron con deleite, mientras su dueña murmuraba con sarcasmo y un dejo de misterio en la voz:
- Cómo hacerlo? Si yo fuera tú no me preocuparía por eso; sino por lo que vendrá después...
Y con una sonrisa en la boca una silueta ya familiar en nuestra historia se alejó dejando sobre el pasto una botella con una etiqueta blanca que la distinguía: POSION DE AMOR #6.
Nota de Miri-chan: bueno al respecto de este capítulo sólo tengo una cosa que decir: Ten cuidado con lo que pides porque puede ser que lo consigas. Jejeje
Mientras tanto en el dojo Tendo empezaba otro día normal: Akane miraba enfadada a un enorme panda y a una chica pelirroja pelear por la comida mientras sus hermanas y su padre comían en silencio mientras esquivaban platos, jarrones y uno que otro combatiente golpeado.
- Creo que mejor me voy de una vez a la escuela.
- Que te vaya bien, Akane. Vas a regresar temprano?
- Quede de verme con mis amigas luego de clases pero estaré de regreso para la comida.
Kazumi asintió y Akane se fue a la escuela sin hacer caso de la pelirroja que le gritaba para que la esperara.
Bueno, Akane estaba lista para regañar a Ranma una vez más pero antes de que él le preguntara qué tenía esa mañana, apareció Shampoo y se lanzó encima del chico. Justo lo que necesitaba Akane para empezar mal el día! No sabía por qué ver a ese par juntos la ponía mal, ni siquiera sacó su mazo (ese que quién sabe dónde guarda pero que siempre trae consigo) para golpear a Ranma, simplemente se volvió y se fue corriendo a la escuela. Diablos! ahora estaba llorando ¿por qué permitía que el estúpido de Ranma la hiciera sentir así?
- Oye Akane! Espérame!
Obvio es que no sólo no lo espero sino que lo evito durante todo el día. Después de unas horas Ranma dejó de prestarle atención, de todos modos Akane siempre se enojaba sin que él supiera por qué ¿cierto? y las cosas siempre terminaban por volver a la normalidad. Bueno esta vez se había prolongado más de lo normal, no es que no se hubieran peleado antes por días o semanas incluso; pero en esas ocasiones tenía al menos una idea de lo que estaba mal. En todo caso y ¿a él que le importaba lo que pasara con ella? sólo era una niña a la que le faltaban un par de tornillos en la cabeza, ok, era su prometida pero eso no era su culpa...además no tenía tiempo para eso, tenía que acabar ese examen de matemáticas antes de que ¡¡Oh, no!! demasiado tarde, ya se había terminado el tiempo y él ni su nombre había puesto bien.
- Bueno Sr. Saotome al menos para usted no será difícil adivinar su calificación ¿no es así?- dijo el maestro con sarcasmo al ver la hoja en blanco (no odian a los tipos como este??).
- Muchas gracias, Akane- murmuró Ranma entre dientes mientras pensaba en dónde podría encontrar algo para ponchar las llantas del automóvil del maestro.
Después de arreglar cuentas con el profe, Ranma se fue directo a casa. Generalmente cuando Akane iba a comer helados o por un café (con su respectivo postre claro) con sus amigas, "la pelirroja" decidía acompañarlas y coquetear con algun chico que pagara por todo lo que quisiera comer (que con todo lo que come casi siempre se las arreglaba con varios chicos). Pero él aún seguía molesto por el examen y decidió que no lo haría. Aunque si hubiera pasado por la cafetería no habría visto a su prometida.
Ella realmente estaba deprimida y en vez de irse con sus amigas se había ido al parque. No le gustaba que nadie la viera triste; ella era una chica fuerte y no necesitaba que nadie la consolara, ni le interesaban demasiado las conversaciones del resto de las chicas: muchachos, maquillaje, muchachos, ropa, muchachos, dietas y, por supuesto, muchachos. De hecho esas conversaciones la hacían sentir mal; le causaba un poco de envidia el no haber tenido nunca una cita o la apariencia de algunas de sus amigas aunque también otras chicas la envidiaban a ella; pero eso no la hacía sentir mejor en lo más mínimo.
Sumida en sus pensamientos no se dio cuenta de que, por una de esas casualidades con las que el destino se burla de nosotros, su rival estaba a unos cuantos metros de ella también irritada por el incidente de esa mañana "¿Cómo es posible que mi adorado Ranma me haya dejado para irse con ella? No puede ser que la prefiera a ella en vez de a mí; definitivamente tengo que deshacerme de Akane, si lo hago Ranma será sólo mío...el problema es cómo lo hago".
Cerca de ahí unos ojos verdes brillaron con deleite, mientras su dueña murmuraba con sarcasmo y un dejo de misterio en la voz:
- Cómo hacerlo? Si yo fuera tú no me preocuparía por eso; sino por lo que vendrá después...
Y con una sonrisa en la boca una silueta ya familiar en nuestra historia se alejó dejando sobre el pasto una botella con una etiqueta blanca que la distinguía: POSION DE AMOR #6.
Nota de Miri-chan: bueno al respecto de este capítulo sólo tengo una cosa que decir: Ten cuidado con lo que pides porque puede ser que lo consigas. Jejeje
