Capítulo 3



Naruto pide un favor a Sakura


Ya que Sakura había sido la que muy amablemente los había metido en esa situación, sería ella quién los sacaría de esta.

Hinata se lo había dicho hace poco, ella estaba a un paso de ser Matriarca del Clan Hyūga y el orgullo de su padre. Si gracias a esta situación se propagaba el rumor de un romance entre ambos, esas dos cosas estarían en grave peligro.

Naruto no permitiría eso.

El joven ninja abrió la puerta de su remodelado departamento (los clones de sombra eran muy útiles también para este tipo de situaciones) para después poner a Hinata encima de ese viejo futón de la infancia, donde él ahora dormía.

Al igual que Naruto, Hinata ya era demasiado alta para ese futón, sus pies salían de la medida, por lo que él usó una de sus típicas chamarras raídas para ponerla debajo de estos y evitar que el frío que se acumulaba en el atardecer y en la noche, entrara en sus huesos.

Más tarde, Naruto tomó una de las colchonetas para ponerla encima de Hinata y así evitar que su cuerpo se enfriara. La puso con tranquilidad; como si hacer eso fuese algo cotidiano y normal para ambos. Incluso él mismo se sorprendió por estar actuando de forma tan monótona con ella.

Aun así, él no quiso detenerse a mirar el rostro de Hinata, hacer eso lo distraería de su actual objetivo; así que se alejó de ella antes de que su mente protestara, y fue a la cocina por un vaso del agua que, él y otros ninjas, fueron a traer desde muy lejos para el consumo de la aldea.

Los aldeanos estaban demasiado exhaustos como para hacerlo ellos mismos, así que, para evitarles más penurias de las que ya tenían, los ninjas asignados para la tarea (incluido el propio Naruto) no dejaron de trabajar hasta que cada familia sobreviviente y centros de atención como un devastado, pero saturado hospital, tuviese agua a su disposición para aproximadamente una semana o más, dependiendo de la cantidad de miembros en cada grupo unido.

Después de beber, Naruto dejó el vaso a un lado del recipiente de agua para después juntar sus dedos y crear a uno de sus clones.

—Ya sabes lo que debes hacer.

El clon sonrió pícaramente antes de contestar y posteriormente, desaparecer:

—¿Y tú?

El joven rubio resopló.

Estúpidos clones, siempre igual de molestos.

Naruto suspiró, pero por más que quiso tomar otro vaso de agua y esta vez echársela sobre la cabeza, supo que hacer eso sería una estupidez. Debía almacenarla.

Durante la guerra, varios ríos y lagos se destruyeron. Apenas y había agua para que otros animales sobrevivientes también, por lo que se había establecido un control para ello.

Era una tortura para Naruto que no pudiese controlar el elemento agua y quienes lo hacían estaban a cargo de cuidar el líquido vital.

Regresó resignado a donde Hinata dormía.

Era curioso que, apenas hace algunos minutos hayan estado en su jardín y ahora estaban en su propia casa.

Era curioso. Todo esto.

Naruto le había dicho a Hinata que la conocería mejor para poder dejar todas las cartas sobre la mesa y acabar la partida. Empezar otra o no, ya se vería después. No estaba dispuesto a renegociar eso. Ni siquiera si Hinata no lo aceptaba, después de todo, que hiciera eso le mostraría a Naruto otra faceta de ella que él podría estar ignorando, así que, él por su parte no estaba decidido a echarse para atrás en lo que había dicho. Aunque, no es como si alguna vez lo hubiese hecho antes.

Sakura Haruno se mantenía concentrada en sus anotaciones acerca de nuevos pacientes que habían llegado al hospital con lesiones graves que, los pobres, se habían ganado antes, durante, y casi al final de la reconstrucción de la aldea: huesos rotos, espaldas fracturadas, músculos con nudos terribles, en fin, un caos. Eso sin contar a los heridos de la guerra que todavía se debatían entre la vida y la muerte con heridas, quemaduras y amputaciones.

La muchacha apenas había dado vuelta a su hoja llena de anotaciones puesta en su cuaderno floreado cuando una voz salió de entre las sombras.

—Sakura.

Ella dejó de escribir al escuchar la voz seria de Naruto.

«Está enojado» pensó, no sintiéndose ni temerosa ni burlona—. ¿Sí?

—¿Por qué hiciste eso?

—Quieres respuestas tan pronto y sin saludar —dijo como si reprendiera a un niño sin modales—, ¿qué te pasa a ti?

—No querrás que traiga kunais conmigo para lanzártelos a modo de saludo, como tú lo hiciste con Sasuke y conmigo a plenas horas de la mañana, ¿verdad? —él arqueó la ceja esperando una confirmación.

Pero, Sakura no se la daría, ¿por qué? No tenía ganas ni tiempo para estas tonterías.

—Para qué haya enviado a un clon… creo que tu indignación no es algo demasiado serio.

—¿Eso crees? —el clon frunció el ceño—. Tu ridículo plan por poco me cuesta mucho a mí y a Hinata.

—Hinata y a ti —corrigió Sakura ante el mal uso del lenguaje.

El clon, estando demasiado irritado, entrecerró los ojos con aspecto amenazante. Esta vez, Sakura por poco dio paso atrás.

—¡Eso no importa! —gritó el clon.

No pudiendo desaprovechar la oportunidad, Sakura no pudo evitar hacer una segunda travesura.

—¿Qué dijiste? ¿Qué no importan los problemas en los que Hinata se meta? —tergiversó las palabras del rubio en pro a su chiste.

—¡Aaah! No sigas agotando mi paciencia —explotó el clon en enojo; luego suspiró—, sólo quiero un favor.

Alzando una ceja, Sakura sonrió triunfante. Se levantó de su mecedora y fue a ver al clon de Naruto.

—¿Qué favor?

—Diles a los de la mansión Hyūga que Hinata se quedará contigo está noche.

—¿Y Hinata? —preguntó curiosa mirando por todos lados.

—Se quedará conmigo —respondió él, secamente.

Sin haber visto eso venir, Sakura arqueó las cejas extrañada. Se supone que esto sólo quedaría en una charla, no esperaba que Naruto y Hinata, fueran por otros horizontes.

—Wow, ¿en serio? —haciendo una sonrisa pícara, Sakura ruborizó cuando su imaginación comenzó a trabajar.

Hinata era muy inocente y Naruto ya estaba más que abrazado por la perversión. La suma de esos dos factores hizo un resultado casi siniestro. Sakura se preocupó por Hinata.

—Ella pronto será Matriarca de su Clan. Si me ven con ella posiblemente se meta en problemas.

—Eso sin dudarlo —Sakura se relajó al saber que al menos, Naruto estaba teniendo un buen punto.

—Por eso quiero que digas que estará contigo hoy y… no sé, invéntales algo para que no la busquen.

—Pero, ¿por qué no me la traes conmigo y así te evitas angustias?

El clon suspiró y dijo antes de desparecer de la vista de Sakura:

—Porque no hemos acabamos de hablar.

Naruto miraba fijamente el rostro pacífico de Hinata, lo miraba y no lo dejaba de hacer ni por un segundo pensando que, si lo hacía, al volver su mirada, ella ya no estaría.

Era la primera vez que una chica dormía en su alcoba. Al menos una chica que no buscaba patearle la cabeza hasta que le estallara como un melón. Por lo que Naruto pensaba disfrutar de ese sentimiento al menos hasta que ella despertase.

Sus ojos azules delinearon todo contorno del femenino rostro, desde las pobladas y largas pestañas hasta los rellenos y un poco secos labios, quebrados por la falta de hidratación y posiblemente escases de alimentación, eso debido a que algunos ninjas habían decido dar partes de sus porciones de comida a niños y a ancianos, y Naruto no tenía duda en que Hinata había sido una de los filántropos.

Inhalando profundo, miró atento sus mejillas pálidas y su cabello enredado el cual era de un perfecto color negro azulado.

Era una chica muy hermosa, eso no tenía discusión, pero no la conocía más de lo que quería. Sólo sabía que ella lo amaba por lo que apenas había visto en él… o al menos eso le pareció.

Las dudas surgieron.

¿Si llegaban a conocerse mejor, había la posibilidad de que ella no cambiase de opinión? ¿O daría media vuelta para ver a chicos como Sasuke?

Naruto llegó a la conclusión de que en esta vida, él jamás entendía el por qué las chicas siempre suelen sentirse atraídas hacía tipos como Sasuke que (sin ofender) sólo las tratan como basura, bastaba con recordar a Sakura y Sasuke en sus épocas como infantes y aún de adolescentes para saber que las mujeres tenían su lado psicóticamente masoquista.

¿Acaso Hinata también sería así? Esperaba que no. De lo contrario, Naruto no sabría exactamente qué hacer.

Ver a una Hinata pérdida por Sasuke al estilo de chicas como Sakura e Ino en su adolescencia, no era algo que Naruto esperará ver ni ahora ni nunca.

«Estoy imaginando tonterías». Necesitaba aire.

Se levantó y se dirigió a su ventana con la intención de abrir esas puertecillas de madera y dejar que el aire entrara y pegara en su rostro, pero, al contrario de lo que pensaba; Naruto no sintió alivio alguno con eso. No se sentía tranquilo.

Las dudas le siguieron azotando tan fuerte que el ninja más conocido, se recargó, casi agobiado, en la base de lo que era ahora su ventana. Se sentía confuso, y un poco herido, ¿por qué? Sin duda una de las más grandes lecciones de la vida: su peor enemigo era su propia mente, quién podría destruirlo sin necesidad de tocarlo físicamente, haciéndole pensar e imaginar hechos futuros que no tenían base realista para existir.

Necesitaba algo más que aire y él lo sabía. Necesitaba una confirmación.

Se dio la vuelta cuando escuchó el sonido de unos murmullos, Hinata estaba despertando.

A veces dios obraba de formas misteriosas.

—¿D-dónde e-estoy?

Naruto se acercó lentamente y antes de llegar a su lado le dijo con voz suavemente tratando de no alarmarla:

—Estás en mi casa.

A pesar de que Naruto tuvo cuidado con no asustarla, Hinata no pudo evitar saltar de la sorpresa. No tanto por el hecho de que se encontrase con él, sino por el hecho de que ella se encontraba en la casa de Naruto.

Éste, ajeno alterados pensamientos, alzó los hombros.

—Te desmayaste —contestó viendo al instante un sonrojo profundo en la cara de Hinata. Maldición, eso junto al hecho de que la había llevado a su casa no sonaba bien—. Es decir… no quería meternos en problemas con tu padre así que…

—Sí… yo… ya, entiendo —musitó ella bajando la cabeza.

Por muchas cosas que hubiesen pasado juntos, ella seguía siendo muy tímida con él.

¡Arg! Diablos, ¡qué incómodo!

Naruto se sentó a un lado de Hinata.

Por muy incómodo que la situación fuera, debía darse punto y aparte ahora, de lo contrario esto se complicaría más.

El joven inhaló aire y se dispuso a dar inicio al tercer round.

—Y… ¿ya estás mejor? —preguntó interesado.

Hinata arqueó una ceja y sin nada, asintió.

—Bien…

Naruto movió la cabeza con calma hacia delante antes de cambiarla por completo a una cuyo enojo de chiste era demasiado obvio, fue entonces que Hinata se encogió de hombros sin entender nada.

—¡Porque no puedo creer que te hayas desmayado así! —Hinata le miró crédula—. ¡Estaba en medio de un discurso que jamás había dado en toda mi vida y tú vas y te desmayas! —terminando, él alzó las manos exageradamente y se dejó caer hacía atrás.

Naruto no era tan despistado, supo que su actuar no fue el mejor para esta situación, pero en serio necesitaba desahogarse.

―Carajo ―murmuró él—, honestamente creo que deberíamos trabajar en tus desmayos —pausó torciendo la boca, sin embargo Hinata no habló, prosiguió indeciso—: como no te veo, debo preguntártelo, ¿sigues consciente?

Hinata incapaz de analizar todo lo dicho, parpadeó dos veces y musitó un casi inaudible:

—S-sí.

Naruto suspiró nuevamente antes de levantarse y sentarse de nuevo, provocando que Hinata se tensara de nuevo.

Por mucho que lo odiara, debía dejar las cosas así, por el momento.

—Yo ya he dicho lo que tenía que decir —dijo tranquilo—, ¿y tú? ¿Qué harás?

—Yo… —ella bajó la cabeza.

Hinata no sabía qué decir, no sabía a qué responder.

Ese era uno de esos momentos en los que la boca parecía sellársele por completo; y a pesar de que había estado trabajando en ello, con Naruto aún se le dificultaba enormemente.

—Escucha —habló Naruto tratando de darle la calma que ella necesitaba—, ve a casa de Sakura, y piénsalo ahí. Aunque… me gustaría que no dejes que ella influencie mucho en tu decisión —hizo una mueca que delataba su preocupación por ese hecho.

Sakura a veces podría ser muy convincente en ciertos aspectos y realmente Naruto deseaba que Hinata tomara la decisión por sí misma. Hinata le miró extrañada.

—¿Por qué, c-con Sakura?

—Te desmayaste —le recordó él rápidamente, casi alarmado—. No quería que hubiera problemas con tu padre… así que le pedí a Sakura que le dijera a tu familia que te quedarías con ella está noche.

Hinata se quedó en silencio, pensando en lo que había escuchado.

¿En serio él había hecho eso?

¿Había elegido llevarla a su casa para no meterla en muchos problemas?

Ella por poco suspiró ante el pensamiento de verse en brazos de Naruto Uzumaki.

—Ya veo —susurró Hinata conteniéndose todo lo que podía para no tartamudear demasiado—, entonces c-creo que… ya d-debo irme —movió una de sus manos y entonces se detuvo en seco.

¿Acaso Naruto la había dejado dormir en su futón?

—Claro —dijo Naruto antes de levantarse y marcharse a lo que Hinata creyó que era la cocina.

Cuando él desapareció tras la apertura sin puerta, ella se sintió algo aliviada.

Había estado acostada en el futón de él, de Naruto.

Vaya, así que este era donde él dormía.

En otra época se habría sentido tan halagada que había terminado de nuevo sobre su espalda; sin embargo después de lo que Naruto se había esforzado en decir, se sentía un poco más tranquila.

Él había estado dispuesto en ser su amigo, uno cercano, uno que pudiera mostrarle el tipo de persona que era en realidad. Y a ella le encantaba la idea.

No pudo decírselo al momento porque… bueno, en ese momento era el desmayo o gritar de alegría para después abrazarlo sin piedad, aunque claro no tuvo mucho tiempo para elegir.

Tal vez Hinata le diría eso a Naruto algún día, pero, por hoy, ella se lo guardaría con una sonrisa satisfecha.

Tocó suavemente la colcha y al mover los pies, se dio cuenta que tenía una chamarra de Naruto, esa anaranjada y perfecta.

Sin poderlo evitar, Hinata gimió alegre sin poder aguantar la sonrisa que apareció en su rostro tan pronto que ladeó el rostro cubriéndose con su cabello, tensando los hombros y sintiéndose más cohibida que nunca.

Debía salir de ahí pronto o de lo contrario terminaría desmayándose de nuevo para causarle más problemas a Naruto, empezando con dejarle sin sitio donde dormir.

Con mucho cuidado separó sus pies de la chamarra y salió de las colchas dejándolas en su lugar, se planteó en doblarlas, pero por la ventana se veía el anochecer por lo que no le vio el caso.

Se reacomodó la ropa y se estiró para poder hacer más tiempo, ¿debía avisarle que ya se iba? Estaba nerviosa, su timidez aún la hacía flaquear.

Pero debía armarse de valor de nuevo y decirle que aceptaba su propuesta.

Él rechazaba su confesión, pero tampoco la aceptaba. Naruto quería conocerla mejor antes de tomar una elección y quería que ella lo conociera más a él.

Tal vez él esté en lo cierto, y sólo se había quedado con una impresión, y debía asegurarse bien antes de continuar. Por lo que estaba decidida, lo haría.

—Na-Naruto… —llamó tímida, pero también con indecisión.

Él pareció no escucharla puesto que no le respondió. Llamó nuevamente con más fuerza. Esta vez, Naruto apareció con un pan duro en la boca.

—¿Llamaste? —preguntó él un poco dudoso, cuando se quitó el pan de la boca y se tragó el extremo que había estado masticando.

Naruto había creído que Hinata necesitaría de más tiempo para hablar con él otra vez, a solas, por lo que se había tomado el atrevimiento de ir por su cena y tomarse sus minutos para degustarla; no sabía que ella le llamaría tan pronto, aunque siendo sinceros, él creyó que no tardaría en escuchar el sonido de su puerta que avisaría su marcha, por lo que no pudo evitar mostrarse sorprendido ante la voz de ella pronunciando su nombre.

—Lo-lo ace-acepto.

—¿Mmm? —articuló Naruto mostrándose algo inseguro de qué si había escuchado bien.

Aunque la verdad era que su audición era mucho mejor que antes, únicamente quería que ella lo repitiera de nuevo.

Sólo una vez más, para aliviar esa molestia incertidumbre que aún persistía en su mente. Todo por haber sido ignorado por un desmayo que bien pudo haber ocurrido momentos después de su plática.

Hinata bajó la cabeza; nerviosa, comenzó a jugar con sus dedos.

—Que… quiero intentar… lo que dijiste —aceptó con una no muy elaborada sonrisa. Pero verdadera.

Naruto curvó un poco la comisura derecha de sus labios.

—Entonces, es un hecho.

Hinata asintió sabiendo que, otra vez, ahí estaba ese delatador rubor que a Naruto, ahora le halagaba.

Si algo el autoproclamando Ninja Naranja de Konoha había aprendido de su gran maestro, Jiraiya, además de técnicas ninja, era que cualquier mujer podía guiñarte un ojo, lanzar sus labios contra los tuyos de forma sensual y tentativa, además de permitirte el placer de cortejarla, pero sólo una mujer que al menos se sintiera amena con tu compañía sabiendo que no tienes dinero o nada de valor terrenal que darle, podía mostrar unos ojos tan sinceros y una sonrisa que Naruto sólo podía calificar con una palabra: Perfecta.

Ambos pudieron haberse estado mirando por varios minutos, disfrutando sin nada más que decir de la compañía silenciosa del otro. Por el momento, no había más que decir. El ambiente no estaba siendo pesado como antes, por lo que ambos se permitieron respirar con normalidad estando el uno frente al otro. Esta era una paz tan sublime y preciosa que Naruto por poco dejó caer el pan en sus manos.

Sin embargo, lo dejó caer de todas formas ya que antes de que alguien más pudiese hablar con tal de poner un poco de sonido al tenue silencio que amenazaba con convertirse en algo más serio. La puerta de la casa de Naruto fue destruida en varios pedazos.

—¡Desgraciado! —gritó una poderosa Sakura Haruno que, más temprano que tarde, fue tras la cabeza del rubio, quién sólo la miraba con una expresión airada y sorprendida. Mientras que Hinata se quedaba muda y completamente en blanco, y para su desgracia con la incapacidad de desmayarse.

Pero lo que ninguna sabía, era que la poca paciencia que Naruto aún conservaba (al ver su puerta destrozada al igual que el ambiente que le había costado tanto formar con ayuda de Hinata) se había ido al diablo.

—CONTINUARÁ—


Notas (2014):

Doy las gracias a aquellos que me dieron sus comentarios. Son muy valiosos y en verdad yo agradezco que me aceptaran con todo y mis locuras.

¡Jajaja! ¿Qué dicen de la interrupción de Sakura? A decir verdad me planeé muchas formas de acabar este capítulo pero recordé (por suerte) que en el fic tenía como uno de los géneros marcados: "Humor". Por lo que me dije, ya tengo a una Sakura con la el alma en un hilo porque Naruto es un "pervertido" y Hinata está sola con él, ¿qué podría seguir? ¡Ah sí! Una Sakura yendo al ¡rescate! XDDDD

A mí me gustó el resultado. ¡Ahora a contestar sus comentarios!

Nuharoo: Me alegra que te haya gustado. A decir verdad no me gusta hacer nada típico, me gusta sorprender a mis lectores muy a menudo y es gratificante para mi cuando lo logro. ¡Gracias por el comentario!

Nahi Shite: De nuevo, es todo un gustazo tenerte en este fic, espero que te haya gustado este capítulo también. También he puesto este capítulo en el foro por si quieres, puedes ir a echarle un vistazo. Es todo un gusto para mi verte comentando. Muchas Gracias. Por cierto, gracias por corregir mi error en el foro.

Tamae Namikaze Hyuga: A decir verdad es así como a mi me gustaría que Hinata se comportara cuando termine la guerra. Es decir, no creo que Kishimoto vaya a dejar a Hinata con la actitud de una niña, y a las alturas donde se encuentra ella tampoco creo que sea perdonable que su timidez siga siendo la misma que tenía cuando era niña. Pero por si acaso, aquí estoy yo XDDD Me alegra que te haya gustado, gracias por comentar.

Miss Pepinillo: ¡Wiiii! Sin nada de OoC, de verdad que estoy satisfecha con eso. Como dije anteriormente creo que Kishimoto debería dejar de jugar con nosotros y poner a Naruto y a Hinata juntos de una p*ta vez 7_7, pero aahh a ese hombre como le gusta hacernos sufrir a nosotros los fans. Por ello los fans debemos imaginar lo que queremos y plasmarlo como podemos XDDDD. ¡Gracias por comentar, querida! Espero que este capítulo también te haya gustado.

StefLove: Bueno, creo que los desmayos son típicos viniendo de Hinata, y sinceramente creo que son algo que difícilmente va a cambiar; en realidad me sorprendería que Kishimoto deje a Naruto y a los demás con sus mismas actitudes después de la guerra, ¡eso me sorprendería en verdad!, jejejeje a mi sigue haciéndome reír el desmayo de Hinata XDD Y sí, a mi también me frustraría si la persona que digo amar viene a hablar conmigo de ello porque "otra" se lo pidió. Aahh esa Sakura, siempre metiendo sus narices donde no la llaman ¿cierto? Je, espero que te haya gustado el capítulo. ¡Gracias por comentar!

aniota21: Me alegra que te haya gustado la historia, sin duda es algo que a mi me gusta oír de las personas que me leen y tienen la consideración de dejarme un review.

HinataWeasley: Me comentaste en el primer capítulo, pero aquí te pongo para no enviarte de regreso al segundo capítulo para ver mi contestación XDDD Me agradó el hecho de que me dijeras los motivos por los cuales te gustó este fic, creo que si algo necesitan hacer las personas que hacen Post-Guerras, es ambientarse más en el mundo de Kishimoto, no en los suyos propios porque no es lo mismo. Yo también siendo que cuando algunos escriben lo posterior a la guerra, dejan las secuelas de esta a un lado para centrarse en el romance que se abre de un día para otro entre Hinata y Naruto...y bueno, a veces no suele gustarme el rumbo que esto toma. ¡Y te agradezco muchisísimo por corregirme! Esos errores míos aún persisten XDD ¡Gracias por comentar!

karu21: Y yo te agradezco a ti también por haber comentado, eso es algo que yo valoro mucho. Espero que este capítulo también te haya gustado.

Mitsuki-chan17: ¡Ja! Ya lo seguí XDDDD Espero que te haya gustado el capítulo.

Lilipili: Me alegra que a muchos les haya gustado la charla entre ambos, sin duda es hermoso saberlo. ¡Gracias por leer y comentar!

AkemirandaChan: Pues como me gustaría poner algo de romance entre Naruto y Hinata me dije, no tiene caso mantenerlos separados pero tampoco me gustaría tenerlos tan juntos de una escena para otra. Así que por eso se me ocurrió que Naruto debía dar por únicas palabras el hecho de que quería que hubiese una amistad más cercana entre él y Hinata. Me agrada saber que te gustó el capítulo, espero que este haya llenado tus expectativas y ya pondré más tarde el cuarto capítulo. ¡Gracias por comentar!

Rocio Hyuga: Gracias por darme la bienvenida al NaruHina de nuevo. Y sí, creo que una Hinata que no se desmaya no es la misma que hizo Kishimoto XDDD así que quise dejare esa característica suya para poder meter a mis lectores más y más en la trama. Es grandioso verte aquí sin duda. Me alegra que te haya gustado el fic. ¡Gracias por comentar!

Le Sofia: A decir verdad creo que Naruto es algo ajeno al tipo de amor que Hinata le profesaba y lo que ese amor conlleva a hacer por la persona amada, si vemos atrás él nunca fue amado de ese modo, de hecho casi jamás fue siquiera querido, además de que él nunca se ha caracterizado por ser muy observador al tipo de acciones que se hacen por el amor como el que Hinata le daba, y creo que decir que lo entiende y lo valora como tal es algo que si sería del otro mundo, o la menos eso está en mi opinión.

Además, la conversación que tuvieron fue algo incómoda para ambos porque aceptémoslo, ni uno ni otro es bueno hablando de sus sentimientos y la verdad es que por más que Hinata lo haya observado no se puede decir que lo conozca o siquiera lo ame al 100% sin siquiera conocerle lo suficiente como dijo en la serie original. Pero en fin, el amor es el amor aunque Naruto aún no capte bien eso.

Y jejejeje esa parte donde Hinata dice "odiar" a Sakura, fue momentáneo, queramos o no Hinata es una persona, y es una chica y no hay chica en el mundo que no sienta los celos correrle por las venas hacía su "rival" en el amor, tal vez odio haya sido una palabra muy fuerte considerando la actitud que Hinata posee pero seamos honestas, ¿quién dice que ella no es capaz de decir en su interior "maldita por eso...por aquello"? Etc., etc. Pero en fin, supongo que eso es todo lo que puedo decir, gracias por comentar, y gracias por corregirme, valoro mucho eso.

nova por siempre: Creo que Hinata tiene ese "don" de desmayarse siempre en los momentos en los que su relación con Naruto puede cambiar de horizontes XDDDD pero así es ella, ¿qué podemos hacerle? Además para mi fue gracioso hacerla desmayarse justamente cuando Naruto acababa su discurso XDD ¡Te agradezco el comentario!

HiNaThItHa.16241: "¿Hinata desde cuándo se desmayó?" La pregunta del momento XDDDD eso es algo que dejaré a imaginación de todas ustedes, je, además, creo que Naruto muy en el fondo es capaz de demostrar madurez pero quién sabe el por qué no lo ha hecho. Aaahhh sólo nuestro amigo Kishimoto lo sabe. XDDDD ¡Gracias por comentar!

¡UUUFF! Creo que la misma cantidad de palabras en las respuestas son las mismas del capítulo XDDDD o tal vez más XDDD no me había dado cuenta de cuan pequeño me había resultado el capítulo pero espero que en el tercero sean un poco más. Aunque bueno, ya había dicho que de por sí que los capítulos iban a ser cortos. Pero en fin, espero hacerlos más largos.

JA NE! :D


Notas (2020):

Bueno, lamento la tardanza jejeje. He estado muy a gusto en otras actividades, y apenas he podido terminar de editar este capítulo.

A diferencia del anterior, este es notablemente más largo y un poco más detallado en cuanto a la escena de Naruto y Hinata.

Espero no haberle dejado muchos errores, y ojalá les haya gustado.

Saludos y gracias por (todavía) seguir esta historia.


Reviews?


Si quieres saber más de este y/u otros fics, eres cordialmente invitado(a) a seguirme en mi página oficial de Facebook: "Adilay Ackatery" (link en mi perfil). Información sobre las próximas actualizaciones, memes, vídeos usando mi voz y mi poca carisma y muchas otras cosas más. ;)