Disclaimer estos personajes no me pertenecen, sino a la Fox, CC y
cia.
Tipo: MSR, X-File, S angst,
Spoilers Christmas Carol y Emily
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Cuestión personal
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by Nagi-chan
-Mamá, quiero el helado de fresa
-Cariño, ya te he dicho que no tienen fresa, pero puedes pedirlo de nata. A ti te encanta la nata.
-¡¡No!! Yo lo quiero de fresa, si no no quiero helado
Sally se volvió al dependiente con cara de disculpa.
-Será mejor que no me ponga el segundo helado. Liz puede ser tan antipática a veces…
-No se preocupe, yo también tengo hijos y se como son, créame
-Bueno, ¿cuánto le debo?
-A ver, son…
-Liz, Liz cariño, no te alejes mucho
Elizabeth se separó de la mano de su madre y se acercó a ver a un perro que había allí cerca. Era muy bonito, se parecía a Cook, su anterior perro, solo que este estaba un poco descuidado. Iba a acercarse para acariciarlo cuando sintió un dolor muy fuerte en el cuello y tuvo que cerrar los ojos mientras caía al suelo. Creyó oí a su madre gritar y al dependiente llamar a la policía, pero pronto dejó de oír nada. Sintió como era transportada por unas manos, y luego ya no sintió nada más.
Sally no podía salir de su estado de asombro. Acaba de ver como le clavaban algo en la nuca a su hija en el pecho unos encapuchados con extrañas máscaras que viajaban en una furgoneta negra, y como la metían en esta y se alejaban. Ni si quiera pensó en coger el número de la matricula. Solo supo gritar y correr hacía su hija, en vano. El dependiente llamaba a la policía a gritos, siempre suele haber algún poli en el parque.
Sally se agachó en el suelo y empezó a gritar cuando vio que en el lugar donde debería estar la sangre de su hija había una sustancia verdosa.
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27 de Septiembre. Una semana después.
Apartamento de Mulder 7:34 a.m.
Corre. No pares. Esa pipa te va a coger. Y como te coja ya sabes lo que te va a pasar. ¡Te obligará a comer sal y luego te zampará! Esa pipa corre demasiado, demasiado para estar tan gorda. Y sus pasos resuenan en tus oídos. Pom. Pom. Pom. Como golpes en una puerta.
Golpes.
Puerta.
Están llamando a la puerta.
Mulder abrió los ojos y se desperezó. Soñar con una pipa asesina no era su costumbre de los Sábados, sino de los Miércoles. Hoy tocaba mutante-roba-cuerpos. Se levantó del sofá, sonriendo ante sus propios pensamientos y preguntándose quien demonios llamaría tan temprano su puerta. Tal vez fuera el repartidor de leche. Tal vez fuera un vecino que necesitaba algo de azúcar -"pues aquí no va a encontrar mucha"- Tal vez fuera Scully. Se dio prisa en abrir la puerta seducido ante esta última idea, pero, para su sorpresa, no había nadie. Miró a ambos lados del pasillo para asegurarse, pero no, no había nadie. Entonces cayó en la cuenta de que había un periódico doblado en el suelo, delante de su puerta. Lo cogió y volvió dentro.
Lo desdoblo con evidente curiosidad. No era la primera vez que algún 'amigo' le dejaba una pista así, para que él investigase. Aunque también podía ser de algún chalado que querida gastarme una broma, tampoco sería la primera vez. Pasó las paginas esperando encontrar alguna noticia remarcada, o un papel con una información escrita dentro. Lo que vio lo dejo desconcertado.
11:21p.m.
'Menudo frío que hace a estas horas, como se nota que ya no es primavera'. Scully se desabrochó el abrigo mientras llamaba a la puerta de Mulder. 'Que demonios querrá Mulder esta vez?' No era la primera vez que Mulder la llamaba un Sábado para discutir algo con ella, para explicarle sus absurdas teorías sobre un caso o para enseñarle lo que un supuesto confidente le había dejado en su puerta. Aunque esta vez parecía algo más tenso que otras veces. Oyó un picaporte que giraba y vio la cara de Mulder seria, que le invitaba a entrar.
-Esta bien Mulder, ¿qué quieres? Por teléfono parecías preocupado
-Hey…! Hola Scully…
Le acarició suavemente la cara, parecía nervioso.
-¿Estas bien Scully? ¿Te… te sientes bien?
-¿A que viene esto, Mulder? -apartó la mano de Mulder- Estas empezando a asustarme, que ocurre
-Eh, tranquila. Ven siéntate.
-Mul…
Pero Mulder ya la estaba arrastrando al sofá para que se sentara. Fue a por una carpeta y volvió.
-Se trata de unas desapariciones
-¿Unas desapariciones?
-Si, de unas niñas. Todas tenían cuatro años y a todas se las llevaron unos encapuchados con máscaras anti-gas después de clavarles algo en la nuca…..
-Oh, Dios
-….6 en los últimos tres meses, en Massachusetts, Virginia, Texas, Nueva York, Los Angeles y la última aquí, en Washington hace solo tres días, mientras su padre hablaba por teléfono.
Mulder hablaba atropelladamente, parecía bastante alterado. No era normal en él. Hacía bruscos movimientos con las manos al decirle esto a Scully, y procuraba no mirarle a la cara. ¿Por qué? ¿Qué interés podía tener Mulder en las desapariciones de esas niñas?
-¿Y?
Scully lo miraba expectante, como si la historia aún no hubiera acabado.
-¿Cómo que "y"?
-Vamos, Mulder, no me digas que ahora te dedicas a buscar niñas desaparecidas por que si. ¿Dónde están los extraterrestres? ¿Y el secuestrador con poderes psíquicos?
-No se trata de eso, Scully
-Entonces de que se trata, no te andes con rodeos Mulder, no es tu estilo
-Es una cuestión personal.
-¿Una cuestión personal? ¿A que te refieres?
-Bueno… a decir verdad…
-¿¡Por qué una cuestión personal!?
Le dijo en tono amenazador, parecía mas una orden que una pregunta. No sabia por que, pero intuía que esa "cuestión personal" iba por ella.
-Mulder…
Se miraron durante un segundo, que fue eterno, donde Mulder le revelo a Scully su preocupación y su turbación. Entonces le pasó la carpeta que había estado sosteniendo nerviosamente en sus manos durante la conversación.
-Aquí están las fotografías de las niñas desaparecidas.
Scully cogió la carpeta resuelta, aún sin comprender. Mulder se levantó y se acercó a ella, pero no la miró. Scully abrió la carpeta y, por un momento, dejó de respirar y su pulso se paró. Paso una a una todas las fotografías: todas eran la misma, el mismo rostro, los mismos ojos, la misma mirada, la misma persona, la persona a la que quiso más que a su propia vida, a la que dio su regalo más preciado, a la que juró proteger pero tuvo que dejar marchar. Las fotos mostraban a Emily, su hija no concebida, a la que le arrebataron antes incluso de haber tenido la oportunidad de conocerla.
Los ojos de Scully se llenaron de lágrimas sin que ella pudiera evitarlo. Cerró la carpeta lentamente y se levantó del sofá. Buscaba los ojos de Mulder, para que le dijeran que esto no era una broma de mal gusto, una jugarreta del destino. Lo encontró mirando al suelo
-¿Qué…. que significa esto?
-Lo que has visto, Scully. Yo… no sabía otro modo de decírtelo…
-Pero….. y Emily….
-No te preocupes, descubriremos que está ocurriendo.
Scully seguía de pies al lado de Mulder con los ojos llenos de lágrimas, intentando asimilar toda la información.
-Dana, ¿cómo estas?
Mulder se acercó tímidamente a ella, entonces Scully no pudiendo reprimirse más se abrazó a él y se desahogó en sus brazos.
-Ssshhh, tranquila. Llegaremos al fondo de todo esto.
Scully entonces se calmó un poco. Mulder le dijo que lo mejor sería que se quedase a dormir allí, por que en su estado no era conveniente que condujera, y Scully no tuvo fuerzas para decirle que no. No durmió mucho en la cama de agua de Mulder, y las pocas horas que lo consiguió tuvo pesadillas entre recuerdos y pensamientos de Emily.
29 de septiembre Residencia
de los señores Callahan.
9:25 a.m.
-Si, ¿qué desean?
-Somos los agentes Mulder y Scully del FBI, hablamos por teléfono.
-Si, si, pasen.
-Gracias por recibirnos un Domingo, se que es un momento muy difícil.
-No se preocupe
El señor Callahan hizo un ademán para que entraran. Les condujo hasta el salón, una amplia habitación bien amueblada, y les indicó un pequeño sofá para que se sentaran. Y Scully iba a hacerlo, desde que Mulder la llamó el Sábado se sentía muy, muy cansada, pero un acto reflejo hizo que se levantara de golpe al sentir como un pinchazo en su trasero.
-¡Pero que…?
Scully buscó entre los cojines del sofá hasta que encontró lo que le había picado: el tacón de un zapato rosa en el pie de una exuberante Barbie rubia vestida de gala. El señor Callahan intentó disculparse, pero de su boca sola salieron palabras incoherentes mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.
-Yo….
Alargó el brazo para recoger la muñeca, que Scully le devolvió, y se marcho con ella de la habitación farfullando un 'disculpen' casi inaudible.
-Vaya, hoy no es mi día.
-No te preocupes Scully, no ha sido culpa tuya.
-Ya, eso díselo a él.
-Oye, si no te sientes con fuerzas como para hacerlo yo puedo terminar el interr…
-Mulder, puedo hacerlo, lo sé. Además tú mismo lo dijiste, es una cuestión personal.
-Está bien, pero sabes que puedes contar conmigo.
-Lo sé
Y Scully colocó una mano sobre la de Mulder, que la agarró con fuerza, como para darle confianza, confianza que sabía que no tenía.
-Disculpen, aún… aún estoy afectado.
Dijo el señor Callahan, entrando en la habitación. Parecía que había llorado.
-No se preocupe, solo queremos que nos responda a unas preguntas y nos iremos.
-Está bien
-Tengo entendido que estaba llamando al teléfono cuando se… llevaron a Lucy.
-Si, si. Me llamó un compañero del trabajo y…. Ella estaba en su habitación jugando con sus muñecas…
-Ya, ¿y usted no vio ni oyó nada sospechoso, algo que no le pareciera corriente?
-Bueno, creo que no…. Era casí la hora de comer y le dije a Lucy que pusiera la mesa, aunque claro, no me hizo caso. Sonó el teléfono..
-Perdón -interrumpió Scully- ¿desde donde cogió el teléfono?
-Desde la cocina, las ventanas estaban abiertas y vi a un tipo que hacía footing, a una señora paseando al perro y al camión de la basura. Después colgué y subí a ver que hacía Lucy y….. ya no estaba…
Hubo un silencio muy embarazoso. Mulder lo rompió con la ultima pregunta
-Señor Callahan, sabemos que Lucy era adoptada, ¿podría decirnos a que empresa le solicitó sus servicios?
-Si, si, se llamaba BioTecnology. Se encargaron de todo, y a los tres meses de pedir la adopción me entregaron a Lucy.
-Solo una pregunta más, ¿usted pidió que fuera niña?
-No, verán mi mujer y yo deseábamos tener un hijo, pero ella no podía, a si que decidimos adoptarlo. Pero el sexo era lo menos importante, solo queríamos ser una familia.
-Muchas gracias, señor Callahan.
Dijo Mulder estrechándole la mano y abriendo la puerta para salir. Scully se paró delante de Callahan.
-Sé lo que debe estar pasando, créame, también he perdido a alguien muy querido. Encontraremos al responsable.
-Gracias.
No sabía por que, pero Callahan la creyó. No solía confiar en los policías ni mucho menos en los federales, siempre pensó que eran personas frías y sin sentimientos, pero ella parecía decir la verdad. Ahora solo le importaba una cosa: ¿por qué?
Mulder abrió la puerta del coche a Scully y se sentó en el asiento del conductor.
-Te llevaré a casa.
-No te preocupes, estoy bien.
-No lo creo, sé que no me lo quieres decir por alguna razón estúpida como que voy a pensar que no eres lo suficientemente fuerte o que no estás capacitada. Pero si eso es lo que quieres, callarte y dejar que tus sentimientos te coman por dentro, allá tú.
Mulder se arrepintió de haberlo dicho justo al terminar la frase. Había sido muy duro con ella, y aunque no quiera reconocerlo, él también había necesitado estar solo cuando había tenido problemas familiares, y había dejado de lado a Scully. Aunque siempre supo que ella estaba allí. Tal vez ahora no debería presionarla tanto.
-Fox…
Scully casi no podía contener las lágrimas. Y estuvo a punto de confesar a Mulder lo que estaba sufriendo por dentro, las noches en vela pensando en Emily, las pesadillas donde la hacían daño, la culpabilidad por no haberla podido salvar; pero no tuvo el valor suficiente para hacerlo y volvió a ponerse el caparazón de Scully
-No entiendo lo que está pasando, la empresa que nos ha mencionado el señor Callahan no es la misma que dio en adopción a Emily a los Señores Sim, ni siquiera el médico es el mismo. ¡No hay ninguna conexión! Las fechas de nacimiento de las niñas no coinciden, ni los lugares. Esto me desespera, Mulder, tal vez haya más, pero no podremos salvarlas…
-Scully, vamos, ya nos hemos encontrado con esto otras veces: los datos pueden ser cambiados: los lugares, fechas, falsificados; tiene que haber una conexión que se nos escapa. Pero lo averiguaremos. ¿eh?
Sculy intentó sonreir, Mulder nunca se cansa, y en cierta forma era él único que la comprendía en estor momentos.
-¿Y a dónde vas tú?
Mulder sonrió, entendiendo con esa pregunta que Scully había accedido a ir a casa a descansar.
-Voy a hacer una visita a BioTecnology, eh!, quizá hasta me haga papá.
Ambos sonrieron, en este momento el humor de Mulder no había estado fuera de tono, y casi sin pensarlo se abrazaron. Ahora los sentimientos estaban a flor de piel.
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En algún lugar de nueva york
-¿Todos los sujetos han sido eliminados?
-Si
-Y las pruebas
-Quemadas
-¿Cómo se encuentra el sujeto SDK001?
-Bien, los médicos han estado con ella hoy. Creen que es el definitivo.
-Asegúrate de tenerlo todo listo.
-Tenemos otro problema, se trata de Mulder
-Ahhh, ese nombre -intercedió un tercer hombre- cada vez que lo oigo siempre hay problemas
-Esta vez no.
Dijo firmamente el más joven. El tercer hombre lo miró expectante
-En su intento por ayudar a su compañera encontrará su última verdad.
Los dos hombres rieron, un tercero permaneció a la espera, y cuando todos se hubieron marchado dejó caer la ceniza de su cigarrillo en el suelo.
-Puede que no la última.
