Disclaimer: Como viene pasando en la larga historia de los fanfics, los personajes no me pertenecen, solo la idea y el tiempo invertido en escribirla.

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Debi Saberlo
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By Nagi-chan

9

Epílogo.

Aeropuerto internacional Dulles
Dos meses después.

Me aseguro de que las maletas van a llegar a buen puerto y saco mi billete de la chaqueta. Como no me de repisa voy a perder el avión, y no encontraré otro para San Diego hasta el año que viene. Me apresuro y me vuelvo poner en la fila. Dios, cuanta gente hay.

Pero claro, eso suele pasar en Navidad.

Después de tanto tiempo ya casi me había olvidado de lo que era esto. Hacer la maletas, comparar los regalos, felicitar la pascua a todo el mundo. Y la familia. Hace años que no paso unas navidades en condiciones con mi familia.

Aunque esta vez son diferentes, me recuerda la pequeña vocecita chillona.

Yo asiento.

Si, van a ser muy diferentes. Sin llamadas interrumpiendo cenas familiares, sin preocuparse por donde estará pasando el día de noche buena, si estará solo, si estará aburrido, si me echará de menos tanto como yo a él....

Ahora todo es diferente.

Suspiró y sonrió al hombre que está a mi lado.

Si, muy diferente.

Justo cuando vamos a pasar por el detector de metales un pitido agudo hace que nos paremos. Yo suspiró y le miró resignada, dispuesta a volver a ver la escena que está siendo cada vez más usual en mi vida.

Primero la cara de asombro del empleado, que mira la prescripción médica sin saber muy bien que decir. Luego la voz sosegada de Mulder explicando que ha sufrió un accidente y tiene una bala alojada en el cerebro, que eso es lo que ha hecho saltar la alarma. Y tercero, yo misma corroborando su historia, y añadiendo que somos agentes del FBI y que puede llamar para comprobarlo.

Por último el empleado nos dice que no es necesario y que podemos pasar al avión.

Lo mismo una y otra vez.

Aunque como se suele decir, todo tiene su lado bueno, y esto hace que me recuerde lo cerca que estuvo de no contarlo, y la suerte que tengo de poder explicar por que tiene un bala del calibre 32 alojada en el cerebro y de que somos agentes del FBI y que le quiero, más que a nadie en el mundo.

Por fin, Mulder y yo comenzamos a nadar y él me pone un brazo sobre mi espalda.

-Scully, si fuera por ti, nadie se creería mi historia.

Le miro y sonrío, es imposible no hacerlo.

Si tuviera que enumerar las cualidades de Mulder, esta ocuparía el segundo lugar. Su capacidad de hacerme sonreír sea cual sea la situación en la que nos encontremos, haya pasado el día más horrible de mi vida, o que me acaben de dar una mala noticia, o simplemente que estoy de mal humor. Siempre acaba por arrancarme una sonrisa, todas y cada una de ellas dedicadas con cariño a él, por supuesto.

La primera cualidad no creo que sea muy apropiado citarla aquí, teniendo en cuenta que vamos a subir a un avión y que allí no está permitido hacer esa clase de cosas, no quiero tentar a la tentación.

-Mulder, tienes un certificado médico, y eres agente federal, claro que te creen.

-Pues yo creo que no lo hacen hasta que tu se lo corroboras.

Entramos en el avión y buscamos nuestros asientos.

-No creo que tengas mucho de que preocuparte, yo corroboraré tu historia siempre que quieras –le afirmo mientras me siento al lado de la ventana.

-Entonces tendrás que viajar siempre conmigo

Le miro mientras se sienta y le sonríe a la azafata, diciéndole que no queremos nada ahora mismo. Espero a que se abroche el cinturón y me mire.

-Siempre –le respondo sinceramente.

-¿De veras?

-Si.

Y así, tan sencillo y complicado a la vez, en un avión camino de San Diego para pasar las navidades con mi familia, vino la confirmación de lo que él debía saber ya, que estaremos unidos para siempre.

Porque al final todo ha acabado bien. No había por que preocuparse.

Por que esta es nuestra historia, y no puede acabar de otro modo.

Debí saber eso también.

~~FIN~~

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