Un Oscuro Rayo de Sol

Written by: Lore-chan







2º Capítulo: "Cuidado con esa nueva compañera"









-ah!! Ya se me hizo tarde!!

Serena tiró el despertador al suelo y corrió por toda su habitación colocándose su uniforme, luego de peinarse bajó rápido las escaleras, como si se tratase de un temblor a desayunar.

Sentada, Chibiusa comía tranquilamente, estaba terminando ya.



-¿por qué no me despertaste, Rini? - preguntó ingiriendo la comida.



-si lo hice y dos veces, pero no me respondías.



-eres muy mala.



-no soy mala, tú eres la dormilona. Creo que en esto saqué genes de mi padre - la miró de reojo con una sonrisa burlesca y Serena se enfadó.



La madre de la princesa de la Luna comenzó a sacar las cosas de la mesa.



-pero mamá aún no termino de desayunar.



-Serena, tú nunca desayunas y será mejor que corras porque es muy tarde.



-¡tarde! - exclamaron tanto Serena como Rini.



Ambas tomaron sus bolsos, su comida y corrieron a toda velocidad a sus respectivos establecimientos que estaban situados uno al lado de otro.

Como era de suponer, las dos se quedaron fuera del salón sosteniendo baldes de agua fría y molestas consigo mismas por haberse demorado en lo de siempre.

Terminada las primeras horas de clase, Serena y sus amigas se dirigieron hasta el jardín de la preparatoria que daba a su antigua secundaria, ambas escuelas estaban separadas por una reja que dejaban ver todo.

La rubia de pompones en su cabeza se paró de espaldas a esa reja y mostró la mejor sonrisa que tenía.



-¡les tengo una sorpresa! - exclamó ella.



-¿subiste tus notas? - se burló Rei.



-bueno por el momento no - dijo - pero es mucho mejor.



-¿qué es? - preguntó Minna.



-¿te dejarán rendir las pruebas que desaprobaste el semestre pasado? - curioseó Amy.



-no.



-¿entonces? - dijo Lita.



-¡¡miren quien llegó!!



Serena se hizo a un lado, pero no se veía nada. Se enojó, se suponía que lo habían practicado toda la noche de ayer con Rini.



-¿qué ocurre?, ¿algún amigo imaginario? - dijo Rei.



-ahí no hay nada, Serena - Minna y Lita miraron a los alrededores.



-¡lo lamento me dejaron castigada!



A lo lejos Chibiusa se acercaba corriendo. Las cuatro Sailor Scout quedaron atónitas. Venía hacia ellas una pequeña dama completamente distinta, una pequeña mujer. Alegre.



-¡¡Rini!! - exclamaron las cuatro acercando de golpe a la reja que las separaba.



-¿cuándo llegaste?



-¿qué has hecho en todo este tiempo?.



-¿te encuentras bien?



-¡que linda estás!



-¡has crecido mucho!



Comenzaron a preguntarle y a ensalzarla, ella estaba muy contenta de ver al fin a todas sus amigas. Y Serena estaba apoyada en un árbol cercano mirando el reencuentro que ella tanto preparó y que al fin y al cabo no resultó.

Tras unos minutos, los necesarios para haberse enterado de los sucesos del futuro y del presente mutuamente, Rini saltó la valla con casi nada de esfuerzo, en Tokio de Cristal había sido entrenada por las Sailors de esa época, decían que era para mantener un buen estado físico y poseer algo de defensa propia y agilidad.

Las seis se acomodaron al lado del árbol en donde Serena había estado apoyada momentos atrás.

Durante los pocos instantes que quedaban de descanso para iniciar otra vez las clases, las chicas se prometieron visitar el templo de Rei por la tarde y seguir conversando.

Ya en el aula, luego que tocaran el timbre, Serena notó el ocupamiento del asiento de su lado derecho. Aún no había alguien sentado, pero el bolsón colgado a un costado delataba la presencia de alguien nuevo. Miró a sus amigas que ya se habían instalado en sus puestos de siempre, Minna a un lado de Amy y delante de Serena, Rei al lado de Lita, frente a Minna. Volteó nuevamente a aquel lugar, nadie todavía. Y por segunda vez observó a sus compañeras. Repitió la misma acción varias veces sin entender. El profesor no llegaba y descubrió los particulares anteojos de Kelvin contra una figura diferente a la que había visto antes, ella, la chica con la que hablaba no la había visto antes.

La adolescente tenía el cabello muy largo suelto, dorado con visos rojos, por debajo de sus pequeñas caderas, caía perfectamente liso por la espalda. Dos hebillas en forma de pequeños soles, recogían cada mechón de cabello en las orejas hacia atrás; y, a pesar, de estar dándole la espalda a la princesa de la Luna, se le apreciaban unas cadenitas cayendo por cada oreja, hasta poco más arriba del hombro. Serena agudizó su vista. Era una chica delgada, que mientras conversaba movía con gracias las manos gestualmente.



-¿a quién miras, Serena? - preguntó Minna sacándola del transe.



-oye, Minna. ¿quién es ella? - y señaló a la chica que tanto miró.



-es cierto - dijo Rei colocándose a su lado - llegaste atrasada y no tuviste la oportunidad de conocerla.



-¿quién es? - insistió.



-Kaori Hikawa - habló Amy, terminando con la duda de la Tsukino - acaba de llegar.



-es muy simpática - sonrió Lita.



En esos momentos la nueva compañera volteó, como si supiese que hablaban de ella, al grupo de cinco. Y Serena observó sus profundos y penetrantes ojos rojos brillantes; no pudo ni moverse, porque a pesar que ellos transmitían calidez y una sensación reconfortante, a su vez, la futura madre de Chibiusa, sintió un miedo horrible. Peor fue cuando ella comenzó a acercarse al grupo, con un caminar muy ágil, sutil. Las sensaciones fueron desapareciendo a medida que los pasos entre esa chica y ellas se acortaban.

Se paró delante de todas y sonrió cariñosamente, acompañando a ello un "Buenos días". Su voz era suave, pero potente, con fuerza y decisión.



-¡Buenos días! - le contestaron las cinco.



-bueno ya deben saber que me llamo Kaori - y volvió a sonreír.



-sí - dijo Rei - nosotras somos: Amy, Minna, Lita, Serena y yo, Rei.



-es un gusto conocerlas.



-igualmente. Debe ser extraño llegar a un lugar donde no conoces a nadie - musitó Lita.



-un poco, pero espero acostumbrarme.



-te acostumbrarás, trataremos de hacerte sentir cómoda - dijo Serena reincorporándose.



-gracias.



-y, ¿en dónde vives? - preguntó Amy curiosa.



-algo lejos, con mi familia arrendamos un departamento en un gran edificio.



-¿cuál edificio? - indagó Serena.



-es uno muy grande - y movía sus manos alzándolas y especificar mejor la altura que mencionaba - tienen unos balcones, como sólo llegué ayer, no tuve tiempo de ocuparme en ese tipo de cosas.



-pues yo vivo en el templo que está al final de la calle principal, en un pequeño cerro, desde ahí se puede ser toda la ciudad - dijo Rei.



-nos juntamos a estudiar por las tardes, ahí - Minna habló.



-puedo ver que son muy buenas amigas - comentó Kaori y el viento meció las hebillas en su cabello llamando la atención de Serena.



-¡que bonitos broches! - exclamó al verlas brillar.



-¿los soles? - preguntó tocándolos con delicadeza - son un regalo - se ruborizó a esa causa. Al parecer el recuerdo le avergonzaba o sólo le hacía pensar en alguien especial.



-¿de tu superior? - a Lita le brillaron sus ojos.



-¿superior? - repitió la nueva rubia sin entender.



-novio - aclaró Amy - Lita dice si fue regalo de tu novio.



-pues - sus mejillas se volvieron rojas - .no de mi novio, lo conocí esta mañana apenas.



-¿cómo es eso? - se cuestionaron las chicas.



-creo que es mi vecino, vive al frente. Iba con retraso y se ofreció a traerme. Vi las hebillas en la guantera abierta y de la nada me las obsequió.



-¡qué suerte! - exclamaron las cinco.



El profesor entró al salón interrumpiéndolas.

En lo poco y nada que hablaron se agradaron unas a las otras y hasta le ofrecieron ir a estudiar juntas a la casa de Rei, Kaori estaba contenta, nunca pensó que en el primer día iba a hacer amigas así de fácil.





*~ * ~ * ~ *





Entre tanto en la secundaria....

A Chibiusa le había tocado sentarse al lado de la ventana, la cual tenía vista a la cancha de deportes. En esos momentos, los alumnos de último año de secundaria (Chibiusa estaba en el penúltimo año); jugaban basketball. A su lado, había un alto moreno, de ojos miel claro, bastante callado por lo visto. Desde que Rini se había sentado no cruzaban ninguna palabra, ni siquiera un "Hola", hubo.

El profesor en el pizarrón, explicaba algo de Historia Japonesa.

No estaba muy entretenida en la clase, así que giró a la ventana; al principio eran vistazos, luego de algunos minutos, estaba totalmente adentrada en los chicos que corrían de un lado a otro tratando de encestar ese balón naranjo.

Y como siempre, en todos los cursos hay un chico que resalta de entre los demás y los de allá abajo no eran la excepción. Rini se apegó casi al instante a la figura ágil de uno, era de estatura promedio, rubio, corría con bastante facilidad y esquivaba a sus adversarios con total destreza. En el tablero, mejor dicho, tras el tablero, muchas chicas le aplaudían y celebraban cada encesta que hacía con gritos y saltos eufóricos. Pero al parecer él, no las tomaba en cuenta.

El rubio arrojaba el balón y sin importar si entraba o no, se devolvía a la mitad de la cancha. Ni siquiera sonreía, ni un dejo de alegría se asomaba en su rostro.

Por un momento y a pesar de la gran distancia existente entre ambos, Chibiusa creyó haberlo visto antes. No era la primera vez que veía esos movimientos.

Fijó los ojos de lleno sobre él y fue tanta la insistencia que el chico volteó hacia ella, desde cinco pisos más abajo. Algo frío la recorrió por completo, pero aún así no le apartó la vista. Trataba de recordar donde lo había visto antes, buscaba en cada rinconcito de su cabeza una pista que diera con él.

-....Japón ha tenido mucha ventaja, el mar que rodea a nuestro país le ha favorecido mucho. Las tropas militares se reunían en las costas, en la arena..... - hablaba el profesor. Eso ayudó a Rini a recordar, ¡ya sabía de dónde!, no podía creerlo. ¿Era Futsu?, ¿el chico que conoció en la playa años atrás?, ¡cuanta coincidencia si era así!.



-¿Futsu? - murmuró.



-¿conoces a Futsu? - preguntó alguien a sus espaldas.



Se dio vuelta un poco y una chica de cabello corto rizado la miraba entre curiosa y algo enojada. Tenía los ojos marrones, pero simpáticos.



-soy Yoko - dijo despacio con las manos puestas en la barbilla - tú Chibiusa, ¿verdad?.



-sí - respondió y miró de reojo al profesor para saber si las miraba. No deseaba ser regañada o mucho menos castigada el primer día de clases.



-te aviso de antemano que Futsu es un chico difícil, no te será fácil hablar con él.



-yo sólo lo miraba, en ningún momento pensé en hablar con él.



-menos mal, porque chica que se le acerca su "club de fans", la hace desaparecer. Son unas maniáticas.



-¿en serio?.



-dímelo a mí - cerró sus ojos - era la mejor amiga de Futsu. Pero ellas me alejaron de él, hace algún tiempo.



-ya veo - dijo Rini interesada en el tema.



-¿ves a esa de cabello pelirroja?.... - apuntó a través del vidrio a una que gritaba con mayor fuerza, más que las demás - se llama Sakuya, es la "presidenta de su club de fans". Es peligrosa y muy inteligente si de ahuyentar niñas de Futsu se trata.



-gracias por advertirme - murmuró Chibiusa.



-de nada - sonrió y el gesto de enojo en su cara desapareció.



-oye, Yoko - dijo la de cabello rosa.



-¿sí?.



-¿Por qué él no habla? - señaló a su compañero de banco.



-¿Marco? - preguntó.



-sí.



-verás, él es algo sordo, no escucha muy bien, nació con eso. Debes gritarle para que logre escuchar algo.



-vaya.



-ni yo sé como escucha al profesor - rió Yoko.



Yoko era una chica muy simpática y durante el segundo y tercer descanso (en este último se comía, tenía un receso de media hora), estuvieron juntas todo el tiempo, acompañadas por Marco, que era muy amiga de Yoko.

Rini notó cuan sordo estaba Marco, le debió repetir unas cinco veces lo mismo para que la entendiera. A pesar de eso, era un chico bastante guapo. Un leve mechón que caía en su frente le asentaba de maravilla.

Mientras conversaban, sentadas en una mesa del patio; vieron a lo lejos a Amy y las demás llamar a Rini desde la reja. Los tres se acercaron.

-....ella es Yoko y él, Marco - los presentó a sus amigas la ex pequeña dama - son mis compañeros de salón.



-es un gusto.



-ellas son amigas de mi prima - continuó Rini - Rei, Minna, Lita, Amy y mi prima Serena.



Se inclinaron un poco a modo de saludo.



-que bueno que Chibiusa ya tenga amigos - dijo Minna.



-¿qué? - Marco no entendía.



-que bueno que Chibiusa ya tenga amigos - repitió.



-¿cómo?



-que bueno que Chibiusa ya tenga amigos.



-¿cómo dices?



-¡¡¡Que bueno que Chibiusa ya tenga amigos!!! - se desesperó creyendo que era tomada por el pelo.



-sí - dijo el chico - pero las prefiero sin arroz.



-¿qué?



-él es un poco sordo - se excusó Rini sonriendo.



-¿sólo un poco? - dijo la rubia de Venus sarcástica.



-¡ya llegué!



Kaori se colocó junto a la reja con algunos jugos que repartió a las demás.



-¿Quién es ella? - cuestionó Chibiusa.



-es cierto - Serena bebió un poco de jugo antes de hablar - es Kaori Hikawa, una compañera nueva. Ella, Kaori, es mi prima, Chibiusa.



-mucho gusto - se inclinó la chica.



-yo te conozco - habló Yoko apuntado a Kaori - acaso, ¿no eres hermana de Futsu?.



-lo soy, ¿por qué?



-¡¿hermana de Futsu?! - exclamó Rini sorprendida.



-sí - dijo ella con total naturalidad - ¿tiene él algo de malo?.



-nada, nada - se aprontó a decir.





CONTINUARÁ.







Notas: Pasó de mucho, ¿no?. Pues aparecieron más personajes, y la historia va cobrando algo de hilo. Espero que les esté gustando como queda. Porque nunca antes había hecho un fic de Sailor Moon, se supone que debería estar pendiente de mis otros fic de Animé. Pero no importa, estoy disfrutando esta historia como nunca!! ^__^

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L O R E - C H A N