Errante

Capítulo I - De Tokio a Ulan Bator

Pasada la sorpresa inicial por parte de Uramura la conversación entre ambos hombres continuó por el derrotero que marcaba el feliz encuentro entre dos personas que alguna vez pelearon hombro con hombro contra un enemigo común

- ¿¡Pero que ha sido de usted!?... yo suponía que ya habría vuelto a Japón

- Créame que me hubiera agradado mucho, Uramura-san, pero estoy cierto que al principio no resultaba muy buena idea el regresar; eso a menos que me hubiera agradado pasar una larga temporada en la carcel

- ¡Vamos!... creo que a estas alturas ya sabrá que por mucha influencia que Hiruma Kihei tuviera en el gobierno aquel absurdo cargo de allanamiento, lesiones graves y daños a la propiedad que el presentó no tenía mayor asidero.

- Por supuesto que no, pero no me equivoco al decir que conozco por experiencia propia lo que vale la palabra de un poderoso terrateniente en los círculos de gobierno

- Bueno, supongamos que lo que dice es cierto, de todas maneras su "crimen" proscribió ante los tribunales a los dos años de ser cometido... al menos me parece recordar que ese es el caso cuando los hechos no involucran pérdidas humanas... ¿me equivoco, señor embajador?

- En absoluto, es exactamente como lo describe, señor

- Entonces, Sagara-san... ¿cuánto ha pasado?... ¿tres años?

- Dentro de tres meses se cumplirán cuatro años sin haber pisado suelo Japonés

- Ejem... recuerde que la embajada se considera parte del territorio de ultramar -terció acertadamente el embajador-

- Sabe a lo que me refiero, señor embajador

- Pero aún no ha contestado a mi pregunta... ¿acaso no desea volver a ver a sus amigos?

- Pues... al principio me resultó un poco difícil, pero luego, cuando pisé por primera vez el suelo americano me propuse marchar adelante sin volver la vista atrás... pasados un par de meses fui contratado por Nagata Mitsuo-san para servirle de correo entre las diversas reparticiones que él debía organizar por todo el continente

- ¡Vaya!... ¿conoce usted a Nagata-san?

- Se podría decir de esa forma... de hecho el me compró cuando fui vendido como esclavo por segunda vez en un lugar llamado California... es una verdadera desventaja el desconocer el idioma de un lugar y además ser aficionado al licor... el hecho es que esos malditos ojos de pescado me vendieron al mejor postor mientras estaba borracho y cuando desperté me encontraba quién sabe donde tendiendo vías férreas para ese vehículo del demonio

- Jajajajajajajaja!!!!!.... ya me extrañaba tanta formalidad en su trato, mi estimado amigo... sabía que por mucho que pasaran los años no podía haber cambiado tanto

- Disculpe, pero no es agradable recordar que en mas de una ocasión fui vendido como un bulto cualquiera... además, no es muy agradable saberse llamado "chino" simplemente porque el resto de los lugareños tiene ojos de plato

- Lo imagino... no es fácil negar tus raíces y obviar el orgullo que tiende a imponerse de forma violenta cuando el honor es mancillado

- Es una de las cosas que aprendí de Nagata-san...

- Si queremos sobrevivir como nación en el mundo de hoy debemos aprender que ante todo está nuestro deber; el honor personal es algo que en las altas esferas se ve continuamente sobrepasado en pos de un bien "superior"

- Querrá usted decir "en pos del bien del superior"

- Sí -concedió Uramura-, también eso...

- Nagata-san me tomó bajo su cargo y luego de un breve tiempo de enseñanza me empleó como correo... debo reconocer que dentro de ese sucio ambiente él fue siempre un hombre muy honorable; desde un principio dejó en claro que no estaría yo jugando a ser un héroe. Mis labores como correo comprenderían la mayoría de las veces el transporte de documentos secretos de toda índole, lo que implicaba de forma directa que mi vida estaría en constante peligro...

- Asi como lo dice parecería el peor trabajo del mundo

- Y no es un lecho de rosas... pero desde siempre me ha gustado la aventura... además de ellos me pagaban en oro... pero por sobre todo, lo que más me agradó fue que no debía responsabilizarme por mis actos, no importaba cómo, simplemente debía cumplir con mi deber...

- ¿Nada de formularios ni papelería?

- No he llenado una sola forma desde que dejé el país -sonrió-... eso a pesar de que gracias a lo variado de la documentación me significó el deber dominar a la perfección el alfabeto romanji, cirílico, árabe, hebreo y algunos tipos de escritura codificada

- Se oye como el paraíso -dijo Uramura al recordar el cerro de papeles al cual debía enfrentarse ante el mas mínimo cambio de rumbo de cualquier asunto-

- Por cierto -dijo tendiendo una vetusta hoja con algunas ordenes de aprovisionamiento-, aquí tiene el envío, señor embajador

- Gracias -contesto mientras hacia venir a un ordenanza-, ya veremos mas tarde de que se trata, por ahora puedes llevarte esto a la caja de seguridad, muchacho

- ¿Qué es esta vez? -pregunto Sanosuke-

- ¿Perdon?

- Puede ser que aún sea un "barbaro", como llaman los afeminados de las cortes europeas a quienes tienen la costumbre de hablar con franqueza, pero no soy estúpido... ese papel esta formado por al menos tres capas de tela de seda prensada... apuesto mi cuello a que debe decir algo my importante como para que el príncipe Romanov enviase a tantas leguas de distancia un destacamento de sus mejores cosacos a recuperarlo

- Hable, yo respondo por él -dijo Uramura-

- Está bien muchacho, tienes razón. Se trata de cinco documentos en los cuales se detallan los trabajos que se han comenzado a efectuar en la ciudad de Vladivostok. Se trata de importantes fortificaciones...

- Siete en total -continuó Sanosuke-, cada una de ellas coronada con tres cañones Krupp de facturación alemana, de un calibre que fluctúa entre las 12 y 25 pulgadas; cada emplazamiento esta fijo y dotado del suficiente ángulo de abertura de tiro, apuntando hacia el mar, para ser presisos, prestos a colaborar en una futura invasión rusa a las islas Sajalín

- ¿¡Como sabes todo eso!? -dijo el embajador una vez que logró cerrar la boca y recuperar el aliento-

- Digamos que la hija del príncipe no sabe usar muy bien su lengua frente a un hombre -contestó con una traviesa sonrisa-... solo me gustaría saber por qué esos idiotas de nuestra red de "inteligencia" no me preguntaron antes... podría haberles dado la información hace meses

- ¿Y dices que lo sabías hace meses?

- Que puedo decir... es mucho mejor un correo japonés que uno ruso -dijo fingiendo falsa modestia-... el hecho es que esas obras están en marcha hace un par de semanas...

- Lamentablemente la suerte de las islas esta echada

- Eso es lógico, dado que el gobierno pretende en un futuro no muy lejano dar marcha a la conquista de Manchuria

- Creo que estás demasiado bien informado para ser sólo un correo, Sagara -intervino Uramura-

- No malentienda las cosas, Uramura-san... es cierto que en un principio trabajé como correo; sin embargo, desde hace mas de un año cuento con papeles que me acreditan como Cónsul Viajero

- ¿Y por que no viaja con esa identidad?

- ¿Y donde quedaría entonces la aventura?... además, es mil veces mas fácil seguir la pista de un diplomático que la de un correo

Mientras la plática entre estos personajes se desarrollaba se oyó que llamaban a la puerta; Sanosuke pensó que podía tratarse de sus perseguidores y se dispuso a buscarse un buen escondite, pero el embajador lo tranquilizó al punto

- No se sorprenda, Sagara-san, tenemos invitados a cenar... aunque en honor a la verdad no es un horario muy apropiado, la noche ha caído ya hace mucho tiempo, sin embargo nuestros visitantes vienen de muy lejos para concertar algunos negocios con nuestra repartición

- Pues no importa la hora... hace días que no disfruto una comida decente

- Pasemos entonces al comedor, que deben estarnos esperando

Al llegar al lugar dos figuras les recibieron. Una de ellas era una mujer, que a pesar de estar cubierta con un velo denotaba una belleza bastante especial... podía decirse que sin ser hermosa su mirada era capaz de cautivar lo suficiente a cualquier hombre; el otro personaje estaba vestido con una túnica blanca y un turbante del mismo color, además de ello un cinturón carmesí ceñía una hermosa daga con incrustaciones de marfil en su empuñadura. En cuanto del embajador apareció en escena el hombre se descubrió el rostro... sin embargo, Sanosuke no necesitaba de tal gesto...

- Mi corazón a tus pies, Rashid al Tarik -saludó el embajador-

- De corazón, palabra y pensamiento te saludo, Fuchida Kita... permíteme presentarte a mi hermana, Khadija

- Es todo un honor para mi conocerla, lamentablemente mi mujer y mis hijos están en Japón en este momento, arreglando los últimos detalles de nuestro traslado, sin embargo tenemos un par de huéspedes que compartirán nuestra mesa esta noche y espero sean de su agrado, se trata de nuestro agregado militar Uramura y el cónsul...

Empero, no era necesario que el embajador terminara de presentarlos, ya que la cara del moro al ver a Sanosuke resplandeció de alegria. El fraternal abrazo que se profesaron resultó un tanto sorpresivo para los anfitriones

- ¡Tarik!

- ¡Sano!

- ¡Que alegría hermano!... te suponía comido por las hormigas en algún lugar del Ténere

- ¡Que vá hombre!... ¡tengo muy mal sabor!

- ¿Y a mí no me saludas?

- Por supuesto, mi bella Khadija -dijo al tiempo que besaba respetuosamente las manos de la mujer-

- Por lo que veo se conocen -dijo Uramura-

- ¿¡Conocerlo!?... ¡pero si él es mi hermano!

- ¿Hermano?

- No esperaba tener que relatar mi pasado reciente... pero veo que no tengo mas remedio

- Somos todo oídos... además asi amenizarás nuestra cena

Luego de tomar asiento en sus respectivos lugares la conversación se fue animando progresivamente hasta desembocar inevitablemente en el tema que habían dejado en carpeta

- Y bien, ¿nos dirá por fin de dónde es que se conocen, mi estimado correo?

- ¡Uf!... por donde empiezo... recordarán que les hable de Nagata-san y de como él me reclutó al servicio del gobierno

- Mismo al que según recuerdo dijo que jamás apoyaría

- Y no los apoyo... pero siempre que le pueda quitar algo de oro a las arcas de palacio me sentiré mas que complacido... bien, luego que Nagata-san me juzgó lo suficientemente occidentalizado como para comenzar a moverme con entera libertar es que comencé a realizar entregas por todo el continente americano... recuerdo en particular aquella vez que debí partir a Washington por vía marítima; el trayecto resultó largo, pero era la ruta más segura según me dijeron... claro, segura para todo aquel que no le toque navegar por ese condenado "Paso de Drake"... el punto es que nuestra embarcación quedó tan maltrecha luego de atravesar ese inferno que después de recalar en un par de puertos de América del Sur y el mar caribe a duras penas llegamos a destino... todo para verme devuelto nuevamente al mar luego de algunas semanas, esta vez con rumbo a Europa, a la ciudad de Marsella

- ¿Y eso que tiene de malo?... ya quisieramos poder viajar a nuestras anchas, no es cierto Uramura

- Lamentablemente tenemos un deber que cumplir

- No niego que viajar sea interesante, pero al parecer padezco de cierta maldición... ninguno de mis viajes por mar ha sido del todo tranquilo, ya que en aquella ocasión nuestro barco encalló en un arrecife de arena cerca de Rabat, en la costa africana... es donde nos conocimos. La caravana de Tarik recorría por aquel entonces la ruta de Cabo Verde a Túnez, siguiendo la línea de la costa... me enganché a la caravana a condición que me ayudasen a llegar a mi destino lo más rápido posible. Durante las siguientes semanas trabajé para Tarik como caballerango y cuando arribamos a Argel Tarik me consiguió pasaje en un barco que salía directo a Marsella.

- Al despedirnos supe que volveríamos a vernos nuevamente, aunque jámas pensé que aquello redundaría en nuestro beneficio.... ¿cuánto tiempo pasaste en Europa?

- Un año y medio... un poco más probablemente... no lo recuerdo con claridad... sólo puedo decir que todo aquello que se supone es admirable de su sociedad resulta demasiado exagerado cuando toca vivirse... para mi gusto les sucedió lo que a un vino pasado de guarda: envejecieron como sociedad...

- Pero... supongo que algo pudieron enseñarle al joven impetuoso que conocí hace años

- Aparte de modales "refinados", una buena cantidad de idiomas, diversas disciplinas matemáticas, un poco de ingeniería, algo de estrategia militar y como engañar a tus semejantes debo decir que no es mucho más lo que se puede aprovechar de sus culturas

- Veo que nuestros amigos de occidente no han dejado muy buena impresion en usted, Sagara-san -terció Fuchida-

- Me resulta extraño... sus logros son sin duda admirables, pero tienen un problema que quizás algún día acabe por arruinarlos, y es que si no comprenden algo al punto se lanzan a destruírlo... quizás eso algun día los lleve a pelear entre hermanos... no lo sé... quizás son sólo desvaríos

- No lo creo así, recuerde que nosotros mismos padecimos algo similar hace no demasiados años

- Basta ya Kita, déjelo proseguir con su relato -intervino Uramura-

- Es cierto, ¿dónde estábamos?

- En que al salir de Europa se reencontró con Rashid-san

- Cruzamos nuevamente nuestros caminos en Bizancio.... y como yo necesitaba desaparecer del circuito diplomático Europeo por un tiempo algo largo gracias a ciertos "malentendidos" entre algunos cuerpos de guardia, un par de maridos levemente disgustados y yo juzgué prudente volver a trabajar para Tarik, quien había decidido descansar sus huestes por algunos meses para luego tornarse a viajar por las rutas del Cáucaso y la Ruta de la Seda. Pasé una feliz temporada en el valle del Tigris mientras que las cosas se calmaban, luego de ello me reintegré al ajetreo en Europa, de allí pasé a Rusia y el resto es historia conocida

- ¿No te olvidas de algo? -preguntó Khadija-

- Es cierto, hermano -reclacó Tarik-

- Vamos... no es algo que sea fácil reconocer

- Tú eres mi marido, ¿recuerdas? -dijo Khadija-

Uramura casi muere asfixiado por la impresión que aquella noticia le provocó

- Oye, que yo recuerde tú y yo ya no estamos casados -dijo Sanosuke enfatizando el "no"-

- Claro, porque tú me repudiaste -dijo la mujer con tono de ofendida-

- ¡Pero si tú me pediste que lo hiciera!

- Jajajajajaja... siempre te tomas las cosas tan a pecho mi querido Sano... aunque debo reconocer que fueron los quince minutos más divertidos de mi vida... el sólo ver la cara de rabia que puso tu oponente valió el precio

Tanto Uramura como Fuchida no ataban cabos aún... bastó una pequeña explicación de Tarik pasa que quedasen enterados

- Lo que sucedió es lo siguiente: Mi padre, en una fiesta donde el vino corrió como las aguas del Eufrates, prometió a un jeque de la comarca la mano de su hija mayor... con el correr de los años mi padre falleció y la promesa cayó en el olvido; eso hasta que el muy sinvergüenza apareció para cobrar la "deuda" que la familia tenía para con él

- Obviamente, el no estaba interesado en mí, sino en la dote que debería recibir... además de ello, hubiera preferido morir que verme atada a ese hombre

- El hecho es que, ante la urgencia de deshacer aquel trato es que Sanosuke nos cayó del cielo... simplemente lo casé con mi hermana y una vez que aquel indeseable se cercioró que no tenía como tomarla para sí se calmó con unos cuantos caballos de mi cuadra... luego, Khadija hizo que Sanosuke la repudiara... con ello el honor del malnacido aquel impedía que la tomara por esposa

- A pesar que mi hermano puso muchas objeciones a que se deshiciera mi matrimonio logré convencerlo que era un precio que estaba dispuesta a pagar... además, cualquiera de los nuestros estaría feliz de hacerme su esposa

- ¿Acaso ya tienes planes, hermana?

- Creo que eso no te incumbe por ahora... pero podrías irte haciendo a la idea

- Vaya -interrumpió Sanosuke- ... creo que Tarik tendrá pronto un nuevo miembro en su familia

Durante el resto de la velada los comensales departieron agradablemente merced a la gran cantidad de historias que tenían para relatarse unos a otros... al final, las despedidas se hicieron breves como corresponde a un encuentro tan agradable como aquel que terminaba

- Espero que nos veamos pronto, hermano

- Nada me agradaría mas, pero debo partir antes de que salga el sol

- ¿Otra vez en problemas?

- ¿Acaso lo dudas?

- Entonces ven a verme al campamento, estamos en la salida sur de la ciudad... agregaré de mi corazón algo al trato que previamente habíamos cerrado con el señor Fuchida

- No lo dudes

- Señor Fuchida, los seis animales que solicitó estarán esperando por usted en nuestro campamento, y debo agregar que ha sido un placer hacer negocios con usted

- Espero que esta sociedad de más y mejores frutos con el correr del tiempo

- Adiós a todos, en mi nombre y en el de mi hermana les agradezco esta agradable velada. Buenas noches

Una vez que todo estuvo dispuesto para ir a dormir el embajador notó que había obviado un pequeño detalle

- Lamento mi torpeza por no preguntar antes, Sagara-san, pero, ¿No le agradaria un baño antes de dormir?

- De hecho iba a pedírselo, y si no es inconveniente quisiera cortarme el cabello y afeitarme también

- Creo que Kita-kun no es el único que es algo olvidadizo en este lugar -agregó Uramura-... antes de salir de Japón recibí este sobre para usted... con franqueza pensaba en que prisión debería entregarlo, pero me alegra poder llevar a cabo el encargo en estas circunstancias

- ¿Quien lo envía? -preguntó Sanosuke al tiempo que tomaba la misiva-

- Lo recibí de Fujita Goro

El nombre despertó algunos recuerdos en la mente del luchador, pero ni hizo comentario alguno... le resultó extraño eso sí que el remitente no fuese quien acababan de mencionarle, sino que era alguien más cercano para él... mientras tomaba su baño se dedicó a la lectura del breve escrito

"Hola Cabeza de Pollo

Quizás no me creas, pero espero que cuando recibas este mensaje te encuentres bien... de hecho no se si alguna vez lo recibirás... ni siquiera sabemos si es que estás vivo.

Acabo de regresar de visitar a Ken-san y Kaoru-chan en Tokyo; El hecho es que Kaoru ha planeado una reunión para celebrar el principio de la primavera de Meiji 15... por cierto, no creo que lo sepas, pero ellos están casados y tienen un hijo, al que llamaron Kenji... es un niño muy lindo, se parece mucho a su padre...

Lamentablemente ninguno de nosotros sabe donde estás, pero le hemos encargado a Misao que busque la forma de hacerte llegar esta carta.

Todos quieren que vengas, ojalá puedas asistir

Takani Megumi"

- Vaya, tan amable como siempre -fue lo que cruzó por su mente en un primer momento-

Sin embargo, el hecho que aún le recordaran era algo agradable, tanto que apenas salió de su baño se sentó en la cama redactar su respuesta

"Hola!!!, ¿¡Como han estado todos!?

¿Aun no se ha muerto ninguno de ustedes?

Yo estoy en Mongolia, divirtiendome de lo lindo

Desde que los dejé he viajado por toda América, Asia y Europa; lo he pasado genial en todos esos lugares. Me quedaré por un tiempo, luego volveré a Japón; así que preparen una buena comida para cuando yo regrese

Espero poder verlos pronto

Sagara Sanosuke"

- Desearía que no fuera tan impersonal, pero si dejo filtrar algo de mi trabajo, por más pequeño que sea el detalle quizás acaben encarcelándome... en verdad que quiero verlos otra vez... incluso a esa zorra... maldita suerte, no podré ir...

Era algo entrada la madrugada cuando terminó de escribir. Si deseaba salir de la ciudad con la primera luz entonces debía dormir un poco... así que su corte de pelo debería esperar. Las breves horas de descanso le dieron la energía suficiente para despertar dos horas antes de la salida del sol. Preparó entonces sus pocas pertenencias y disfrazado de soldado salió en pos del embajador y de Uramura en dirección del campamento de Tarik. Antes de llegar fue que Fuchida le entregó una hoja con sus nuevas órdenes; Sanosuke las leyó al lado de una fogata. Allí se le indicaba que tomara la ruta al sur hasta la ciudad de Xining, en China; en aquel lugar debía entrevistarse con alguien llamado Han Ming Wa en un castillo cerca de la ciudad

- Fantástico... lo que me faltaba... colaborar con el enemigo

Pero no era sólo eso, el debía ponerse a las órdenes de este personaje, es decir, que hasta que aquel hombre no dijese lo contrario él estaba bajo su mando

- Definitivamente deben estar locos arriba... pero por otro lado, la paga es buena y tampoco conozco la región... bah!, nada obtengo reclamando, yo me metí en esto porque me agrada -se dijo cuando se vió interrumpido por Tarik-

- Ven, sígueme

Tarik lo guió entonces a un corral donde se hallaba un potro negro como la noche, a ojo de buen cubero frisaba los dos años

- ¿Lo reconoces?

- No

- Míralo de frente

Cuando Sano se aproximo al animal este se acercó a su vez al trote hasta el correo... entonces es que lo reconoció

- ¿¡Rigel!?

- Así es... tenías razón, sobrevivió y se volvió fuerte tal como lo dijiste... y creo que él sabe que te debe la vida... como recordarás, de no haber sido por ti, lo hubiera sacrificado a causa de su debilidad

- Mira cuanto has crecido muchacho -le decía mientras que palmeaba su lomo-

- Tómalo, es tuyo, un regalo de mi hermana y mío en agradecimiento por todo lo que nos ayudaste

- Bah, no fue nada, además tu hermana es muy hermosa

- No lo digo por aquello... anoche callaste muchas cosas que hiciste por nosotros

- Somos amigos; entre amigos esas cosas no cuentan

- Ahora vete... lo único que te pido es que si alguna vez no puedes seguir con él lo liberes... bastará con que le quites las riendas y él nos encontrará

- Dalo por hecho.... hasta pronto, amigo

- Que Alá esté contigo, hermano

Al despuntar el alba los Dragones Imperiales partieron hacia Irkutsk con las manos vacias... a la misma hora el correo imperial ya no era sino un pequeñísimo punto en el horizonte, en dirección hacia el sur... hacia Xining