DAIGOKU
UniversidaD
Ranma ½ - Marmalade Boy – Touch – Kimagure Orange Road – Magic Knight Rayearth – D.N.A 2 - Captain Tsubasa – Ah! Megami-sama – 3x3 eyes.
Capítulo 2: Un viejo amigo, un jugador de fútbol, una mercenaria y una Diosa.
Arimi camina por el pasillo seguida de cerca por una chica de su misma edad, de cabello castaño hasta los hombros y ojos de igual color.
-si ese libro no está en mi habitación debe estar en el de mi novio. – asegura Arimi.
-no te preocupes, no hay apuro. Será mejor que venga a buscarlo más tarde... – dice la chica.
-¡claro que no! Eso solo será un lío mayor. Vamos Tendo, si es aquí cerca. – insiste Arimi indicando la puerta de la habitación n° 121.
-¿tantas habitaciones hay en este edificio? – pregunta la chica.
-no es eso. Por alguna extraña razón los números de las piezas comienzan desde el 75... – comentó Arimi. – espérame acá, vuelvo de inmediato.
-ni modo...
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Por otro lado, Ranma regresaba a su habitación, acompañado de una chica de pelo negro y ojos oscuros y rasgos extranjeros. Ella iba tomada de su brazo.
De pronto, a pasos de su puerta, ve a su lado a la chica que acompañaba a Arimi momentos atrás.
-Naviki... – murmura Saotome al reconocerla.
-¡Ranma! ¿Qué haces aquí? – pregunta la chica, completamente sorprendida al verlo.
-yo estudio aquí. ¿Qué demonios haces TÚ aquí?
-yo también estudio aquí.
-no pude ser. ¿Cómo es que no te había visto antes?
-acabo de ser trasladada... – Naviki se percata de la tercera persona en escena: la chica que iba colgada del brazo de Ranma. – vaya, no se te quitan las malas mañas, Saotome...
-¿eh? – Ranma no entendió a qué se refería.
-¿quién es ella Ranma? – preguntó la chica en cuestión.
Antes de que Saotome pudiera decir algo, Arimi sale de la habitación.
-¡aquí está! Mi novio tenía todas mis cosas guardadas y... – vio a Ranma y la otra chica. – Hola chicos. Hey, Pai ¿cuándo volvieron Yakumo y tú de China? Pensé que se quedarían por una semana más, como siempre...
-Nihao. – la saludó Pai, sonriente y feliz. – no quisimos perdernos las primeras clases nuevamente, la última vez fue un problema...
-si, eso es cierto... Ah! Ranma, desordené un poco la pieza, supongo que no te importa...
-no hay problema. – murmuró Ranma casi automáticamente sin quitarle los ojos de encima a Naviki.
Ésta se sorprendió al darse cuenta de algo...
-esa... ¿es tu habitación? – le preguntó a Ranma.
-si... – respondió él sin comprender el sentido de la pregunta.
-y tú dijiste que ésta es la habitación de tu novio ¿no? – le preguntó esta vez a Arimi.
-si... – respondió ella con el mismo tono de voz... hasta que entendió. – oh! ¡NO! Nonononononono ¡no es lo que tú piensas! Mi novio es su compañero de cuarto. Por favor no vuelvas a insinuar eso, si Ginta te escucha...
-ah. – murmura Naviki, entre aliviada y decepcionada.
-siempre pensando mal Naviki... – comenta Ranma molesto.
-¿eh? ¿Se conocen? – preguntó Arimi.
-lo mismo pregunté yo hace un rato, pero Ranma no alcanzó a decirme nada. – dice Pai.
-es una de las hermanas de Akane. – finaliza Ranma, de mala gana.
Arimi y Pai contuvieron la respiración. Hace tiempo que el tema 'Akane' era tabú entre ellos...
Naviki arqueó la caja. Luego tomó de las manos de Arimi el libro que había venido a buscar.
-gracias, te lo devolveré mañana. Ya me tengo que ir. - se despidió rápidamente y caminó lejos del grupo, no sin antes quedarse a escuchar desde lejos:
-¿estás bien, Ranma? – preguntó Pai.
-sí, eso creo. – murmura cerrando los ojos.
Arimi lo mira triste y después lo abraza.
Naviki sonríe tristemente.
-por lo que veo, Ranma, Has logrado seguir adelante. Es una lástima, justo cuando Akane te necesita...
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Una chica de aproximadamente 18 años, de largos cabellos oscuros, enormes ojos y una extraña marca azul en la frente que la hacía parecer extranjera, caminaba por un pasillo siguiendo las indicaciones de un pedazo de papel.
Al encontrar la puerta que buscaba, la abrió.
El lugar en si era un enorme garaje con un auto viejo dentro y muchas herramientas por doquier.
-¿hay alguien aquí?
La chica escuchó un golpe debajo del auto y luego vio aparecer por ahí a un chico un par de años mayor que ella, de cabello negro y mirada graciosa ^_^.
El chico estaba sucio por todas partes debido a la grasa del auto y se tocaba la cabeza donde le acababa de salir un chichón.
-ay... ¿uh? Hola, ¿se te ofrece algo? – le preguntó él a la chica cuando la vio.
Ella se demoró en responder, por alguna razón, no podía quitarle los ojos de encima a aquel chico.
-eh...si. ¿Es este el taller de Mecánica? – preguntó un poco sonrojada por su comportamiento.
-Ajá. Yo soy Yakumo Fujii, el encargado. Voy en tercer año – el chico le tiende la mano, pero la retira rápidamente al notar lo sucia que está. – oups, lo siento.
-no importa. Mucho gusto, mi nombre es Skuld.
-eres extranjera ¿eh?
-si, si, por supuesto. – responde la chica algo dudosa.
-¿y que te trae por acá?
-venía a ver las instalaciones. Acabo de ingresar a esta Universidad, esta es una de mis clases.
-pues... es extraño ver chicas por aquí. – dijo Yakumo con una sonrisa. - Sígueme, te mostraré el lugar.
Skurld se volvió a sonrojar.
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Hikaru caminaba tranquilamente por uno de los jardines de la Universidad. Sin darse cuenta fue a parar frente al estadio de Baseball y vio a Tatsuya mirando melancólico hacia allí desde la reja.
-buenas tardes, Tatchan.
El chico se giró.
-ah, hola Hikaru ¿qué haces por aquí?
-solo paseaba, ¿y tú?
-...también... paseaba.
"Mentiroso" pensó Hikaru.
-¿cómo estuvieron tus primeras clases? Ya es tu segundo año...
-bien. Tengo un nuevo profesor de teatro y creo que le caí bien.
-tu le caes bien a todo el mundo, Hikaru...
-no a Minami... – acotó la chica.
-por favor, no empieces con eso, la que se debería enojar es ella, no tú.
"Porque ella es tu novia y no yo" se dijo Hikaru con tristeza.
-ven, acompáñame. Vamos a buscar Minami al Gimnasio.
-¿qué? Tu estás loco, ¡si vamos juntos se va a enojar!
-antes no te preocupaba...
-porque antes sabía que las ideas de Minami al vernos juntos eran equivocadas, ahora... – la chica se sonrojó.
-si esto hubiese pasado hace algunos años atrás... – murmuró Tatsuya.
-"hace algunos años atrás..." – repitió Hikaru – ... yo estaba enamorada de otro chico, Tatchan.
-ok, ok. Pero aún así acompáñame. Me parece injusto renunciar a nuestra amistad por un problema amoroso.
-Tatchan... – murmuró la chica y luego sonrió. - ¡está bien! ¡La amistad primero que nada! – se agarró del brazo de su compañero. – vamos.
El chico sonrió.
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-si... ajá... está bien, no te preocupes, Arimi y yo te pasaremos a buscar a la estación... ok... saludos a Suzu... si, se los daré... adiós. – Ginta cuelga el teléfono de la habitación.
-¿con quien hablabas? – preguntó Ranma, que acababa de entrar.
-un viejo amigo.
-¿ese tal Matsuura?
-no. Este es Satoshi Miwa. Vendrá a estudiar aquí. Estuvo trabajando con su padre hasta ahora, pero decidió retomar sus estudios.
-¿y por qué esta Universidad?
-dicen que es una de las mejores en el ramo arquitectónico... – comentó Ginta.
-supongo...
De pronto, una agitada Tomoko entró en la habitación dando un portazo.
-¡Ranma!
"que dejabu" pensó Saotome.
-¿qué pasa, Tomoko?
-¿es cierto lo que me contó Pai? ¿Qué la hermana de Akane está estudiando aquí?
-espera... ¿te refieres a la Akane que...? – Ginta no terminó de preguntar dado la mirada de afirmación que le daba Saeki. – oh.
-¿estás bien, Ranma? – preguntó Tomoko. - ¿te dijo algo de Akane?
-no, no pasó nada. No alcanzamos a hablar mucho.
-pero...
-no es para tanto. – insistió Ranma con una sonrisa, poco antes de salir de la habitación nuevamente.
Tomoko y Ginta se quedaron en silencio, preocupados.
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Skuld entró apresuradamente en su habitación, se apoyó en la puerta y suspiró.
-bienvenida, ¿qué te pasó? – le preguntó otra chica, que ya esta en el cuarto, Naviki Tendo.
-nada, nada. Es solo que conocí al único chico que se ve mucho mejor que los helados...
-¿eh?
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Minami conversaba animadamente con sus compañeros de clase cuando se percató de que Tatsuya y Hikaru la estaban esperando en la entrada del gimnasio.
La chica frunció el ceño, pero luego suspiró y miró sonriente hacia su novio y su amiga.
-hola chicos.
-hola, Minami ¿ya terminaste? – dijo Tatsuya con una sonrisa encantadora. - Te vinimos a buscar.
-bien, pero...
De pronto un chico se acercó e interrumpió la conversación.
Él no mostraba más de 20 o 21 años, cabello castaño, ojos oscuros, y curiosamente, tenía absolutamente toda la pierna derecha vendada.
-Asakura, toma, ¿podrías pasarle esto a Suou? Quedé de pasárselo antes, pero él se fue temprano... – dijo dándole un libro.
-no hay problema, Misaki. Tatchan, Hikaru, él es Tarou Misaki.
-mucho gusto.
-igualmente, soy Hikaru Hiyama.
-Tatsuya Uesugi.
Los tres hicieron una reverencia.
-me pareces conocido... – comentó Tarou mirando a Tatsuya.
-y tú a mí... ¡claro! Tú eres uno de los mejores jugadores de fútbol de nuestro país – aclamó Uesugi sorprendido. - ¡Ustedes nos otorgaron la última copa mundial el año pasado!
-bueno... – Tarou se sonrojó. – no es para tanto...
-¿y esa herida tan fea te la hiciste en el campeonato? – preguntó Hikaru inocentemente.
-no, me la hice antes de eso. Por suerte ya está cicatrizando al fin...
-¡¿y jugaste así?!
-pues... sí...
-¡pero podrías haber quedado inválido! – acotó Hiyama.
-lo sé... pero si no podía jugar mi deporte favorito con mis amigos en ese momento, no tenía sentido tener la pierna sana después... – argumentó Misaki.
Pareció como si una bomba le cayera encima a Tatsuya, que cambió rápidamente su expresión a una de suma tristeza.
-mejor nos vamos ya. – dijo y se giró hacia la puerta de salida, caminando sin detenerse ni mirar atrás.
-¡hey, Tatchan! – gritó Minami. – discúlpalo, Misaki, él no sabe nada de modales. Nos vemos mañana. – la chica siguió apresuradamente los pasos de su novio.
Hikaru tenía pensado hacer lo mismo, pero se dio cuenta de que eso sería incomodo y fuera de lugar, por lo que se quedó con Tarou.
-¿qué le pasó a tu amigo? – preguntó Misaki, interrogante.
-es que... le abriste una vieja herida...
Continuará...