DAIGAKU

UniversidaD

Ranma ½ - Marmalade Boy – Touch – Kimagure Orange Road – Magic Knight Rayearth – D.N.A 2 - Captain Tsubasa – Ah! Megami-sama – 3x3 eyes.

Capítulo 5: "Cambio".

Luego de una agotadora clase de gimnasia, Minami salió de los camarines con dirección a su habitación. Caminaba lentamente debido al cansancio e iba algo distraída pensando en sus problemas…

De pronto se detuvo en seco al girar por una esquina, se devolvió y se escondió. Todo debido a que vio acercándose a Hikaru y Tarou, quienes platicaban animadamente luego de salir del "Donny'ts".

Minami los vio pasar y luego alejarse. Al ver los ojos de Hikaru brillando se sonrió a si misma. Esto le arreglaba parte de sus problemas…

-¡que bien! – exclamó.

-¿qué haces escondida? – le preguntó alguien a sus espaldas.

Minami dio un salto de sorpresa, pero se tranquilizó al ver que solo era Arimi.

-ah, eres tú… - murmuró. – no te acerques tan sigilosamente, ¿sabías que es de mala educación?

-espiar a la gente también lo es. – acotó Arimi con una sonrisa, indicando a Hikaru y su acompañante que ya estaban lejos. – creo que no debería volver a mi habitación todavía, podría interrumpir "algo"… - se rió.

-si, claro, pues ¿en qué andas? – le preguntó Minami, no se le daba muy bien la conversación con Arimi, pero se vio obligada a preguntar.

-yo vengo de la estación. Con Ginta y Fuu pasamos a buscar a un amigo que estudiará aquí.

-ah.

Vino un silencio, bastante incomodo para ambas, ya que nunca se habían llevado realmente bien.

-eh… este… ¿me acompañarías a tomar un café? Dejé a Ginta porque tenía sueño y quería acostarme temprano, pero veo que no se va a poder si Hikaru tiene una cita y pensé que…

Minami se sorprendió ante la propuesta de Arimi, ambas sabían que su relación no era de las mejores, pero Arimi ya estaba dando el primer paso, cosa que debería haber hecho ella, no Arimi, así que no la defraudaría.

-claro, me encantaría. – contestó con una sonrisa.

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Tatsuya y Yakumo esperan con ansias en las afueras de la habitación 121. La puerta se abre y Ranma y Pai salen de la pieza.

-se quedó dormida. – informó Pai con tristeza.

-¿pero ya está mejor? – preguntó Tatsuya, a la vez que Yakumo se acercaba a Pai y le tomaba la mano.

-si, eso creo.

-¿qué fue lo que le pasó?

-el estúpido de Ryuuji Sugashita cortó con ella. – respondió Ranma con algo de furia, golpeando la pared y dejando un agujero en ella.

-¿qué? Pero si Tomoko siempre hablaba bien de él, no parecía que tuviesen problemas… - comentó Yakumo.

-lo sé, por eso estaba tan trastornada, no se lo venía venir. – acotó Saotome.

-y pensar que ella siempre estuvo para él en los momentos difíciles… - murmuró Pai.

-e incluso se iban a casar, ¿no? – agregó Tatsuya.

-no me parece justo, ella no se lo merece. – aseguró Yakumo.

Por el pasillo Ginta y Fuu se acercaron al grupo, regresando de haber instalado a Miwa ya en su nuevo cuarto.

-hola chicos, ¿qué hacen todos aquí afuera?

-Sugashita vino a ver a Tomoko.

-¿ Ryuuji Sugashita? ¿Su novio? – interrogó Fuu.

-no, su ex novio.

-oh… - Fuu y Ginta entendieron la situación de inmediato.

-Ginta, ¿te importaría dormir donde Arimi por esta noche? – le pidió Ranma, serio.

-eh, no, claro, no hay problema. – respondió casi automáticamente. – al parecer hoy habrá "cambio"…

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Tarou entró en su habitación con una enorme sonrisa en el rostro, e incluso silbando feliz, hasta que se percató de que había alguien más en el cuarto.

-¿uh? ¿Y tú quién eres?

-ah, hola. Tú debes ser Tarou Misaki, ¿no? – éste asintió. – yo soy tu nuevo compañero de cuarto, Satoshi Miwa, encantado.

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Alguien golpeó levemente la puerta del cuarto 302, la habitación que compartían Hikaru y Arimi.

Hiyama abrió con ansiedad, esperando que fuese él de nuevo… pero no.

-ah, hola Ginta ¿qué te trae por aquí a estas horas? Pensé que Arimi estaba contigo.

-¿qué? ¿No está aquí? Que raro… de todas maneras, vengo porque hay "cambio" ¿te incomoda?

-¿eh? No, claro que no.

En ese momento Arimi entra a la sala con un aura de satisfacción.

-hey, cariño ¿qué haces aquí?

-hay "cambio", ¿dónde andabas?

-conversando con Minami. – comentó sin perder la felicidad.

-¿¿con Minami?? – repitió Ginta dudoso.

-ajá. ¿Por qué hay "cambio"?

-Tomoko tuvo unos problemas y se quedará con Ranma esta noche.

Arimi se desilusionó un poco, esperaba que hubiese sido iniciativa de Ginta.

-bueno… - Hikaru tomó un par de cosas, las guardó en su mochila y se dirigió a la puerta. – me voy, que disfruten, pero no se queden despiertos hasta muy tarde niños ¿ok? – la chica les guiño un ojo y se fue.

Ginta estaba muy sonrojado por el comentario.

-pues… creo que Hikaru tiene razón, no deberíamos desperdiciar la oportunidad… - dijo él con algo de nerviosismo.

-tonto, ya hace tiempo que deberías haberte relajado con el tema, ¿no crees? – comentó Arimi, acercándose seductoramente, para luego abrazarlo y darle un pequeño beso en los labios.

Eso hizo que Ginta se relajara, la tomara por la cintura y se arrojara junto a ella sobre la cama de Hikaru.

-¿crees que Hikaru se enoje si lo hacemos en su cama?

-no si no se entera…

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Hiyama estornudó, se extrañó por un momento pero cuando al fin le abrieron la puerta se olvidó de eso.

-supongo que ya te enteraste que hay "cambio" – le dijo a Fuu, quien la hizo pasar.

-si, Minami acaba de irse. – respondió la chica de lentes.

-que bien, porque tengo algo que contarte sobre un chico que conocí hace poco…

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-eh, Tatsuya, pórtate bien, que Minami es una dama – le aconsejó Yakumo burlonamente antes de tomar sus cosas y salir de la habitación que ambos compartían.

-jaja, muy gracioso. – murmuró Uesugi sarcástico.

-¿no estás de ánimo? – le preguntó Minami.

-¿para qué?

-bueno, tú sabes… siempre lo hacemos cuando hay cambio… - comentó ella, sonrojada.

-¡es cierto! – exclamó Tatsuya, como recién recordando.

-¡baja la voz! – le pidió la chica.

-lo siento, es que hace mucho tiempo que no tenemos "cambio"… y las últimas ocasiones no tuvimos que esperar para una situación especial para hacerlo…

-a veces pienso que sigues siendo un niño… - comentó ella.

-pues los niños tienes mucha imaginación para esta clase de cosas… - respondió él acercándosele y abrazándola con fuerza.

-me gustan mucho los niños… - agregó ella poco antes de sentir los labios de su novio sellando los propios.

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Pai abrió la puerta de su cuarto para dejar entrar a Fujii.

-¿te sientes mal? – le preguntó éste al verle la cara a su novia y luego sentándose a su lado.

-me parece injusto que nosotros la pasemos bien mientras Tomoko la está pasando mal.

-bueno, es extraño, hace tiempo que no hacemos "cambio"…

-¿desde cuando lo llamamos así de todos modos? ¿"Cambio"?

-es más fácil que decir "oye, por alguna razón alguien más va a dormir en mi habitación, y yo decidí venir a dormir aquí, por lo que tú debes irte"…

-jaja, es cierto…

-pero en serio. Hace tiempo que no había "cambio"… desde el antes de que acabara el verano... no, incluso antes que eso, desde la última reconciliación entre Tatsuya y Minami…

-mmm… no, después de eso Arimi y Ginta desencadenaron el "cambio" una vez más…

-supongo que eso quiere decir que todo ha vuelto a la normalidad.

Pai asintió y luego abrazó a Yakumo con cariño. Ambos se recostaron uno junto al otro encima de la cama.

-¿no te da miedo? – murmuró Pai.

-¿qué cosa?

-que no tengamos problemas, ¿no te da miedo? Es que… los problemas entre Arimi y Minami, y Ginta y Tatsuya… Hikaru y Ranma con los corazones rotos, ahora Tomoko también… y Fuu con su sueño incumplido… de todos, somos los únicos que no hemos sufrido.

-eso no es cierto. – aseguró Yakumo con voz firme. – Pai, nosotros pasamos por muchas cosas y muchos problemas. Por poco te pierdo… más de una vez. No puedes decir que no hemos sufrido porque no es cierto y si somos felices ahora es porque lo hemos superado todo… juntos…

Pai suspira y luego sonríe, haciendo relucir un poco su colmillo derecho, feliz.

-creo que tienes razón. ¿Sabes? Tú sabes escoger las palabras correctas para subirle el ánimo a una chica, esa es una gran cualidad.

-jeje, ¿tú crees?

-claro, pero te prohibo usar ese particular don en otra mujer, ¿entendido?

-entendido.

La muchacha china se acercó más y le dio un pequeño beso en la mejilla, para luego acercarse a su oído y susurrarle:

-Wo ai ni.

Continuará...