DAIGAKU

UniversidaD

Ranma ½ - Marmalade Boy – Touch – Kimagure Orange Road – Magic Knight Rayearth – D.N.A 2 - Captain Tsubasa – Ah! Megami-sama – 3x3 eyes.

Capítulo 6: Malos recuerdos.

En la habitación 302, ya muy entrada la madrugada, Ginta observa tranquilamente a Arimi dormir a su lado. La abrazó con fuerza contra su pecho.

-yo… aún lo siento… - susurró, recordando el gran desastre de hace un año y medio…

Flash Back ~~

-¡¿cómo pudiste?!

-Arimi, yo…

-¡¿cómo pudiste hacerme esto?! ¿¿Desde cuando Minami y tú…??

-…

-¡¿desde cuando?!

Ginta siguió sin responder. A Arimi le caían lágrimas de rabia.

-cobarde… no fuiste capaz de cortar conmigo antes de metete con ella… ¡qué imbécil! Tenía que descubrirlo así, ¡¡viendo como ustedes dos se besaban tan cariñosamente!!

-¡escúchame! – la interrumpió Ginta, ya desesperado. – si hice lo que hice fue… porque me sentía solo.

-¿… solo?

-si. Ya no nos veíamos, no almorzábamos juntos, ya no salíamos… ¡ni siquiera recuerdo la última vez que dormimos juntos!

-¡baja la voz!

-¡fuiste tú la que comenzó a gritar!

-¡si ya no hacíamos nada juntos es porque tú pasabas todo el tiempo en el gimnasio con Minami! ¡Ja! Ahora ya sé la razón…

-¡y tú pasabas todo tu tiempo con Ranma! ¿O vas a negarme que te gusta?

Arimi quedó sin hable, tomada por sorpresa.

-… ¡sí, me gusta! – gritó al fin. - ¿y qué? ¡yo nunca intenté nada con él!

-porque él no quiso.

-¡da igual! Es sólo… - ella bajó la vista, y murmuró. – es que me recuerda mucho a Yuu…

-¡lo sabía! – exclamó Ginta. - ¡no puedo creer que después de tanto tiempo aún superado a Yuu!

-pues tú olvidaste muy rápido a Miki, ¿no es así? para empezar a salir con otra ¡y además engañarla!

-¡no es así!

-¿y cómo es entonces?

-… Minami también se sentía sola… y… una cosa llevó a la otra…

-baka, ya que no has sido capaz de cortar conmigo, yo lo haré contigo. ¡terminamos!.

-Arimi, espera…

La chica salió corriendo, sin volver su mirada atrás.

Ginta quedó echo polvo. Era común en él "meter la pata", pero esa vez la había metido hasta el fondo…

Se negó a llorar y se encaminó a su habitación. Ranma ya no estaba, pues esa tarde partía hacia Osaka a ver a sus padres. Suou tuvo que agradecer eso, no quería verle la cara, sino, trataría de desquitar su rabia contra él, y sabía de antemano que contra Ranma llevaba las de perder…

Se dejó caer sobre la cama, pero no pasaron más que un par de minutos para que alguien tocara a su puerta. Ginta se levantó de golpe y se preguntó quien podría ser. al abrir vio a una Minami con los ojos rojos del llanto. Ella cayó en los brazos del moreno buscando consuelo.

-Minami, ¿qué te pasó?

-yo… le dijo todo a Tatchan… tenía miedo de que se enterara por voz de Arimi… le dije todo…

Ginta cerró la puerta y le indicó un lugar para que ella se sentara. Ella continuó.

-le dije que estaba harta de tener que soportar su mal humor, que no me dedicara ni un poco de atención, que sólo pensara en sus problemas y no se diera cuenta que si yo estaba a su lado era para ayudarlo, no para empeorar las cosas… - se detuvo un momento, para tomar aire entre su llanto. – le dije… de mi relación contigo…

El chico tragó saliva. Ese tipo de conversaciones había sido lo que inició todo en primer lugar…

-y me di cuenta de algo… - Minami miró directamente a los ojos de Ginta. – yo… me retracto. Si te dije que te amaba, Ginta… mentí. Me di cuenta que sólo te usé para desahogarme de los malos ratos, lo siento. – ella sonrió, aunque sus lágrimas sólo hacían ver la situación mucho más triste. – yo amo a Tatchan más que a nada en el mundo, y me dolíó mucho pensar que él no sentía lo mismo… por eso… traté de olvidarlo…contigo.

-¿qué hizo él cuando le dijiste todo eso? – preguntó Ginta, preocupado.

-terminó conmigo, claro. Ahora él se fue a Tokyo, por el tratamiento de su espalda… y yo… - suspiró. – no puedo irme a casa, no podría enfrentarme a su familia.

-te entiendo. – asintió con la cabeza. – creo que yo también te usé… Hasta hace un año todo iba bien, sólo éramos nosotros dos…

-y Tatchan seguía jugando baseball…

-pero luego fuimos perdiendo ese "contacto"… y llegó Ranma y… no lo sé, todo se nubló…

-lo siento.

-… yo también.

De nuevo alguien tocó la puerta. Minami y Ginta se espantaron. Si eran Arimi o Tatsuya se armaría un lío peor…

-Ginta, ¿estás ahí? Soy Fuu.

Ambos chicos suspiraron aliviados, y el moreno dejó entrar a su amiga de anteojos.

-¿qué pasa, Fuu?

-yo sólo quería avisarte que… Arimi está a punto de partir en un rato más. Ya está en la estación… con Ranma.

-¿qué?

-se va a Osaka con él.

Ginta se sorprendió.

-ya… ya veo…

-creí que debía decirle. – dijo la rubia castaña. – ella aún está dolida, pero tal vez si vas a buscarla…

-no.

-pero…

-no. No es justo para ella. Necesita tiempo a solas, no voy a molestarla, ya perdí mi oportunidad. Puede que con Ranma encuentre la felicidad…

-¡Ginta! – lo recriminó Minami. - ¿¿es que no la quieres??

-¡claro que la quiero! Precisamente por eso la dejo ir, ella no quiere verme.

-¿y que harás ahora? – consultó Huonji.

-nada. Tampoco puedo irme a casa, allá me preguntarán por ella. Pasaré las vacaciones acá.

-¿estarán bien? - les preguntó Fuu a ambos ahora.

La antigua guerrera mágica era la única que conocía el fondo del problema y no los culpaba por eso, aunque nunca lo aprobó.

-si, Fuu, no es necesario que te quedes. – le aseguró la otra chica. - sabemos que te vas a Tokyo dentro de un rato. Vete ya, ojalá puedas ir a Cephiro esta vez.

Fuu se despidió y se retiró. Minami miró tristemente a Ginta.

-éstas serán unas vacaciones muy solitarias…

Fin del Flash Back ~~

Ginta sacudió su cabeza alejando los recuerdos. No valía la pena recordar ahora que todo estaba en calma…

~~~~~~~~~~~~~~~

Hikaru no podía dormir. Dio como respuesta el hecho de que estuviera en una cama que no era la suya, y además, que fuese de Minami. Pero no era eso.

Estaba pensando en Misaki… En Misaki y en Tatsuya.

La forma en que los conoció fue completamente distinta, y no podía darle razón a ese sentimiento que surgió de esa conversación con Misaki… ya le había pasado dos veces, era imposible una tercera vez…

El recuerdo de su primer encuentro con Tatsuya vino a su mente…

Fash Back ~~

Hace un año atrás, la cafetería Donnut's no era una simple cafetería. Era un bar donde los estudiantes iban a divertirse por las noches y en sus ratos libres.

Hikaru acababa de ingresar a la universidad, y sus compañeros superiores le habían comentado ya de aquel famoso lugar. Apenas entró esa noche, se dedicó a escanear el lugar con la vista. Buscó un asiento en la bara y pidió una bebida.

A pocos asientos de ella se encontraba un chico, un par de años mayor que ella, discutiendo con una muchacha que parecía conocerlo bien.

-por favor, Tatchan ¡para ya! – pidió la susodicha.

-déjame en paz. – le dijo él, tomando un último sorbo del líquido que consumía. No demoró en pedir otra copa llena.

-no lo haré. Es malo para tu salud seguir tomando así…

-¿y qué más da? Ya no puedo participar en ningún deporte ¿recuerdas? No necesito una buena salud… - refunfuñó él. – además, no tienes por qué meterte en mi vida, ¡tú ya no eres mi novia!

La chica se vio muy dolida por el comentario.

-que no sea tu novia no quiere decir que no me preocupe por ti.

-¿ah, sí? Pues deberías haberte dado cuenta de eso antes de engañarme con Ginta, ¿no crees?

La muchacha se vio aún más triste, y un par de lágrimas rodaron por su rostro.

-yo… ya te dije que lo sentía… - murmuró, aguantando el llanto.

-lo que sea…

El chico siguió ignorándola y su acompañante se rindió y se fue derrotada del bar.

Hikaru contuvo la respiración cuando vio que el muchacho pedía otra copa mientras maldecía en murmullos. El cantinero le negó la siguiente ronda y le recomendó que se retirara.. el chico, en vez de ponerse violento, se lamentó el que nadie lo entendiera… Hiyama se acercó a él, le pagó la cuenta y lo sacó del bar. le partía el corazón ver a ese tipo así…

Él no opuso resistencia, e incluso, ocupó el hombro de Hikaru para desahogar sus penas.

-estudias acá, ¿no? – le preguntó ella.

Él asintió con la cabeza.

-¿dónde vives?

-habitación 327… no, esa no es. La 175 del edificio A, cuarto piso.

-¿estás seguro?

-… no.

Ella se maldijo por la ocurrencia de ayudarle. Si no se acordaba donde vivía, ¿qué iba a hacer con él? No podía dejarlo botado, pero tampoco podía llevarlo a su cuarto. Suzuki, su compañera de cuarto, la mataría por tal idea…

-esperemos que estés en lo correcto. ¿Tienes tu llave a mano?

Él hizo un gesto negativo.

-siempre se me pierde… - sacó la lengua en signo de culpa.

Hikaru sonrió. Ese gesto era muy gracioso…

Al llegar al cuarto 175, ella rezó para que hubiese alguien ahí. Su plegaria fue escuchada, y un chico de mirada graciosa abrió la puerta y vio sorprendido al acompañante borracho que acarreaba la chica.

-Tatsuya, ¿qué te pasó?

-se me… se me pasó la mano… - dijo él. – y creo que… ay… - no puso terminar, su cara de puso verde y entró inmediatamente al baño del cuarto.

El otro chico miró preocupado hacia el baño, pero rápidamente volvió a Hikaru con una expresión algo asqueada después de ver a su amigo "desahogarse".

-¿se pondrá bien? – le preguntó Hikaru.

-eso creo. Y a propósito, ¿tú quien eres?

-ah, perdón. Mi nombre es Hikari Hiyama, acabo de ingresar acá. Vi a tu amigo en el bar y lo traje hasta aquí.

-muchas gracias, Hiyama. Yo soy Yakumo Fujii, y ese es Tatsuya Uesugi. Me disculpo de su parte por su comportamiento- le aseguró su nuevo conocido. – puedes irte tranquila, yo me encargaré de él.

Hikaru hizo una reverencia y se despidió.

-con que Tatsuya, ¿eh?… - murmuró ella.

A la mañana siguiente, el mismo chico caminaba de mala gana hacia su clase correspondiente.

-ay, mi cabeza…

Iba tan distraído que no se fijó donde pisaba y tropezó con una chica un poco menor que él.

-ah, disculpa.

-¿uh? – ella lo reconoció. - ¡eres el chico de ayer!

-ay, no grites… - pidió él. - ¿te conozco acaso?

-¿eh? ¿No me recuerdas?

Él la miró por un largo rato.

-ah, sí. Eres quien m sacó del Donnut's ayer. Hiyama es tu nombre ¿no? – le sonrió. – Yakumo me habló de ti esta mañana.

-no me gusta que me llamen por el apellido, por favor dime Hikaru. – ella sonrió de regreso.

-bueno, Hikaru. – él se pasó la mano por la nuca. – disculpa por lo de ayer, no era mi mejor momento…

-no hay problema.

-pero tú me pagaste la cuenta, creo que te debo un favor. ¿te apetece acompañarme a la cafetería a la hora de almuerzo e invito yo? Así estaremos a mano.

-sería genial. – asintió ella con ilusión.

-bien, nos vemos allá entonces. Es un gusto conocerte, Hikaru.

-lo mismo digo, Uesugi-senpai.

-no me digas así, – él frunció el ceño. - me haces sentir viejo. Sólo dime Tatsuya.

-ok, Tatsuya ^^

Fin del Flash Back ~~

La rubia despejó la cara de unos mechones sueltos mientras recordaba… Desde ese día, ella y Tatsuya se hicieron grandes amigos… esos no eran malos recuerdos…

Pero comparándolo con Misaki, era distinto. Misaki era claramente más serio y formal que Tatchan, pero por lo mismo no era tan torpe, y otro punto importante es que no tenía novia ni parecía estar interesado en alguien más, cosa que si ocurrió con Tatsuya, y Kyosuke también…

-Kyosuke… ¿cómo estarán Madoka y tú ahora?…

~~~~~~~~~~~~~~~

Tomoko se levantó con sobresalto.

-vaya, despertaste. – notó Ranma en voz baja.

La chica estaba aún desorientada. Se encontraba acostada con su pijama en la cama del Saotome. Él la miraba desde el sillón que se encontraba a su lado. El cuarto estaba oscuro.

Miró el reloj que estaba sobre el velador.

-¡¿las tres de la mañana?!

-¿ya te sientes mejor? – le preguntó él.

-¿eh? – Tomoko no entendió a qué se refería, hasta que recordó… y su expresión se entristeció. – ah, sí. Ya estoy bien. – miró su atuendo. - ¿uh? ¿Qué hago con pijama? ¿Tú me cambiaste?

Ranma se sonrojó notablemente.

-no, no. Claro que no. Pai trajo ropa para mañana y te cambió.

-ya… - ella rió al verlo sonrojarse. - aunque ya sabes que no me molestaría si hubieses sido tú. Ya me has visto desnuda antes…

-era otra época.

-no tantos meses.

-¿los has contado?

-no, sólo los recuerdo… fueron buenos tiempo.

Él suspiró.

-sí, lo fueron.

-gracias. – dijo ella.

-¿por qué?

-por todo. Ginta está con Arimi supongo.

-ajá, no quisimos despertarte.

Ella asintió.

-¿y tú? ¿Por qué no estás durmiendo?

-no tenía sueño. Estaba pensando en algún plan para ir hasta Tokyo para partirle la cara a Sugashita, sin perderme las clases de mañana por la mañana.

-no es necesario.

-pero al menos serviría para ponerlo en su lugar.

Tomoko bajó la vista.

-yo ya no quiero saber nada de él… sólo olvidarlo.

-eso no es tan simple.

-tú intentaste hacer lo mismo con Akane ¿no?

-si, y no me resultó.

-lo sé muy bien…

-vuelve a dormir, o mañana no estarás despierta ni al medio día.

-podría decirte lo mismo.

-no me gusta dormir en la cama de Ginta.

Saeki le sonrió burlonamente.

-duerme conmigo entonces.

-graciosa. – él le devolvió la sonrisa. – no me tientes que soy capaz de hacerte caso.

-no te creo, pero yo hablo en serio.

-es muy luego aún, ¿no crees? No ha pasado ni un día desde que ese imbécil terminó contigo…

-yo creo que el mejor método para olvidarlo es acostarme contigo…

-o el peor.

-es igual. El estar tú y yo juntos es uno de mis mejores recuerdos.

Ranma negó con la cabeza.

-tú misma lo dijiste. Son recuerdos, sólo eso, y los recuerdos quedan atrás, no vuelven a repetirse.

-vaya consuelo… - murmuró Tomoko de mala gana.

-los malos recuerdos también son momentos que pasan, - trató de consolarla él. - y con suerte, se olvidan.

-no me siento con mucha suerte últimamente…

-yo tampoco.

-argh, nuestra vida apesta… - se quejó ella.

Ranma no replicó. él solía pensar lo mismo…

-al menos duerme junto a mí y abrázame, - pidió la chica. - así me sentiré más tranquila, y tú te darás cuenta de que no estás solo.

-eres imposible. – comentó el Saotome, riendo. - siempre logras convencerme.

-ja, eso dices, pero la verdad es que tienes mucho sueño.

El chico se quedó en silencio, un silencio tranquilo, y se acostó bajo las sábanas junto a ella, y la abrazó. Ella tomó sus brazos con sus pequeñas manos, y las presionó aún más contra si.

-gracias. – le murmuró.

-¿por qué?

-ya te dije, por todo…

Continuará…