Alternative Universes
Por: Ariadna.
¡Otra vez aquí! Otra vez contestando reviews… ^__^
Cris: como dije antes, un review tuyo siempre será bien recibido, ne? Gracias por avisarme de mi error en el cap dos, lo corregí de inmediato. Supongo viste también que puse el nuevo link a la página que tiene los scans de manga… y espero estos nuevos capítulos te ayuden a entender mejor los mangas que te presté hace un tiempo ^^.
Paula: ¡gracias por más reviews! Me encantan los reviews ^^ lamentablemente si, la saga de Weiß Kreuz terminó ahí. Si me doy el tiempo, puede que algún día adapte los Ovas, o incluso alguna parte del resto del anime o los Cd dramas, pero por ahora será sólo eso. Es mucho trabajo incluso para mí. Ojalá disfrutes lo que viene en adelante también, de todas formas.
Mei Ikari: muchas gracias por tus ánimos y felicitaciones ^^. Y si, tienes razón sobre la serie que mencionaste, los siguientes tres caps están dedicados a ella. Me alegro que la información te haya ayudado, a mí en lo particular me sirvió bastante, en especial por los seiyuu, ¿quién diría que mi adorado Kenken tiene la misma voz que mi también adorados Kyou y Shuuichi? Trataré de contactarme contigo en algún momento, nunca está de más tener una amiga fan de Weiß, ne? ^__~
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Taichi: ¡hey! ¡Ariadna aún no nos ha dicho de qué se trata el nuevo archivo!
Iori: bueno… no tiene porque hacerlo… nos maneja a su antojo, ¿no?
Sora: no totalmente, porque ella no es nuestra creadora.
Mimi: ¡menos mal! Si fuera ella sería horroroso… con las ocurrencias que tiene a veces…
Miyako: no es para tanto…
Koushirou: ¿lo dice la chica que fue brutalmente asesinada en uno de sus últimos fic?
Miyako: er…
Daisuke: ¿de qué se quejan? Si al final, incluso si un fic termina mal, si eres protagonista, todo bien, ne?
Ken: que positivo…
Takeru: sea como sea, nos espera un nuevo mundo ahora, ¿de qué se trata?
Hikari: umm… no les va a gustar…
Yamato: ¿por qué no? no puede ser peor que el anterior…
Hikari les muestra el script de la nueva serie.
Jou: "Descendientes de la Oscuridad"… si, definitivamente suena peor que "Cruz Blanca".
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Segundo Archivo (1/3): Yami no Matsuei.
Recostada sobre una cama, una pálida figura se encuentra…
-doctor, ésta es mi hija…
-me parece bien, comencemos de inmediato.
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La Organización que juzga la finalización de una vida existe en la tierra de la muerte llamada Meifu. Esta organización es llamada JuOhCho. A la cabeza de la organización está EnMaCho, papel otorgado por el lord del infierno mismo, EnMaDaiOh.
Aquellos que trabajan para EnMaCho son nombrados Shinigami, especialistas en tratar los problemas relacionados con la administración del sistema judicial… por lo que se podría decir que ellos son empleados especiales según la ley del servicio público nacional del más allá en cada país del mundo (^^;;).
Todo en aquel lugar se maneja en un gran edifico rodeado de cerezos que nunca dejan de florecer…
Y ahí, una nueva misión acaba de ser entregada.
-¿¿eh??– exclama un hombre de unos veintiséis años, de enorme cabellera castaña, que aunque vestía traje se veía muy desordenado. - ¡¿Tengo que ir a Nagasaki?!
-así es, Taichi. Debes partir de inmediato a investigar. – confirmó un hombre viejo que parecía ser el encargado, con voz seria. - fueron ordenes superiores.
-¿por la oficina administrativa general? ¡Siempre nos dan el peor trabajo!
-¿de qué estas hablando, idiota? – respondió el viejo, irritado. - ¿¿quieres ser despedido ahora mismo??
Taichi pareció asustarse con la amenaza, y comenzó a agitar los brazos con desesperación.
-Wahhh ¡Lo siento! – inclinó la cabeza. – ok, entendí…
Soy Yagami Taichi… trabajo para la división de EnMaCho ShoKan, segunda sección de KyuuShuu.
He trabajado aquí por setenta años…
-pero… ¿qué es lo que tengo que investigar?
-ésta es la situación. – el viejo lanzó un suspiro y se acomodó mejor en el asiento de su oficina. – la cantidad de muertes en esa área ha aumentado considerablemente el último tiempo.
-eso no puede ser… - murmuró el hombre más joven. – pensé que chequeaban el número de muertes cada día…
-así es. – afirmó el hombre canoso, cerrando los ojos. - el Castillo de Candelabros regula el peso de la vida humana que es admitida a Meifu por una muerte designada. – lanzó otro suspiro. – pero la únicas que administramos son muertes normales. Interferencia de terceras personas en accidentes y asesinatos, eso no puede ser automáticamente descifrado en la lista de muertes.
Taichi se rascó la nuca.
-ah, entonces esa clase de muertes es la que ha aumentado…
-exacto. Y solamente en Nagasaki. – agregó su jefe.
El castaño se mantuvo un rato en silencio, luego asintió con la cabeza.
-ya veo, ok. Pero… aún no me asignan un nuevo compañero, y la segunda sección necesita dos personas, ¿no?
El viejo sonrió.
-eso ya fue decidido. Ahora anda a Nagasaki e investiga.
-¿eh? ¿Sin siquiera una presentación? – Taichi lo miró confundido.
-por ahora, llévate a uno de los digimon. – insistió el otro. – ellos pueden darte los detalles del caso.
Taichi se pasó la mano por el cabello, pero hizo un gesto de entendimiento.
-está bien… - y dio vuelta para retirarse.
-¡espera un minuto Taichi!
Se detuvo en seco.
-¿qué pasa, Gennai?
El anciano le muestra un cheque y lo mira con mayor seriedad que antes.
-cómprame un poco de Casutera de la tienda de Fukusa.
Al más joven le cayó una gota de sudor por la espalda.
-Nagasaki es conocida por su deliciosa Casutera… - se defendió su jefe.
-claro, claro…
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Taichi, vistiendo una gabardina, caminaba con tranquilidad por los callejones de una gran ciudad… a su lado se encontraba una especie de ave… de color rosado y mirada seria, que extrañamente no usaba sus alas para volar, sino que con ellas sostenía un pequeño computador portátil.
-ya que la investigación parece que será larga, reservé una habitación en un hotel cercano. – anunció el ave. – los detalles fueron entregados por los superiores, te los pasaré a ti después.
-eres bastante buena organizando cosas, Piyomon… - Taichi sonríe. – con razón eres bibliotecaria.
El ave rosado le sonríe de vuelta.
-oh, gracias.
-pero de todas formas… - el hombre la miró con curiosidad. – estoy sorprendido que hayas querido venir. ¿Te has tomado un descanso de todos esos libros?
-¡por supuesto que no! – respondió Piyomon con un tono chillón. Indicó el portátil. – traje este computador para ver si puedo adelantar algo de ese trabajo desde acá…
-ah… - Taichi se sintió un poco nervioso al ver al ave tan obsesionado con su trabajo. – realmente te preocupas, ne?
-es sólo que tú no te preocupas lo suficiente en TU trabajo, Taichi-san. – replicó su acompañante, mirándolo de manera acusadora.
Taichi sólo tragó saliva y no dijo nada más.
¡Zaz!
De pronto, una extraña sensación lo invade, como un golpe de corriente…
-¿qué pasa? – interroga Piyomon.
-¿eh?… no… no es nada…
¿Fue sólo mi imaginación…?
Taichi miró a su alrededor con nerviosismo.
Alguien nos estaba observando…
-da igual, - agitó su cabeza. - volvamos al caso del monstruo de Nagasaki. ¿Cuáles son los hechos concretos?
-sobre eso… - el ave soltó una risa angustiosa. – aún no tengo suficiente información…
Con frustración Taichi se rascó la cabellera.
-ok… pero para eso estamos aquí, ¿no? – trató de sonar convincente. - ¿cuál es la causa de las muertes?
-eso… es igual en todos los casos… - aseguró Piyomon, con un tono de misterio. – aún con vida su sangre fue drenada por… Drácula…
-¿¿¿uh??? – el castaño pestañeó. - ¿¿Drácula??
El ave soltó un respingo.
-así lo digo pues todos murieron por la pérdida de sangre. Nadie explica cómo toda la sangre desaparece de los cuerpos. – suspira, disgustada. – hay sangre en la escena del crimen, pero nada en el cuerpo… y además… - levantó una de sus alas, dando importancia a otro punto. – hay extrañas marcas en los cuellos de todas las víctimas. Incluso con la información de JuOhCho es difícil descifrar la lógica del asunto, por eso, se le ha llamado "el caso Drácula".
Taichi escuchó con atención y en silencio. No le gustaba lo que oía… tuvo razón al decir que sus superiores siempre le dejaban todo el trabajo difícil… no por nada llevaba setenta años trabajando para la misma institución…
Sus pensamientos son interrumpidos cuando choca con otra persona. Una chica de larga cabellera castaña y rostro pálido venía corriendo sin fijarse por donde iba…
-ah, ¿estás bien? – el hombre se disculpa. - ¿eh…?
Miró el rostro de la mujer con sorpresa. Sus facciones eran hermosas, en especial sus grandes ojos miel, pero… se veían tan… vacíos…
Ella no dijo nada y continuó corriendo. Taichi pensó en seguirla pero Piyomon lo detuvo.
-tienes que aprender a aceptar un rechazo, Taichi-san…
-¡no digas tonterías! – replicó el otro.
-te dejó una marca…
-¿um? – Taichi notó una mancha roja en su camisa. – debe ser lápiz labial…
Extraña chica… pero nada de qué preocuparse, supongo…
-tengo hambre. - anunció, mirando al ave. - ¿vamos a comer? Y ya que estamos en Nagasaki… que sea Chanpon o algo así…
-¡estoy de acuerdo!
No puedo controlar mi sexto sentido espiritual, pero aunque soy bastante fiel a mis intuiciones, debo andar sólo un poco paranoico…
Se escucha un grito. Taichi pega un salto.
-¿qué pasa? – se acerca rápidamente hacia donde escuchó el grito y ve un par de expresiones asustadas y… - un asesinato…
Un cuerpo tirado en el suelo, algo de sangre a su alrededor, su piel pálida… y dos marcas en el cuello…
-¡no puede ser! – exclama una de las personas presentes, aterrada. - ¡ya es el duodécimo esta semana!
-¡¿qué rayos está haciendo la policía sobre esto?! – gritó otra.
El Yagami sigue mirando a la víctima. El ruido de la gente lo molestaba.
-demasiada conversación… - miró más de cerca las marcas en el cuello… eran… dientes, y… - esa chica…
Comenzó a correr lejos del lugar del crimen.
-¡Taichi-san! – lo llamó Piyomon, volando tras él. - ¿¿adónde vas??
-¡ella es la clave del caso!
-¿¿eh??
Sin detenerse, Taichi lo miró con decisión.
-no puede haber ido tan lejos, ¡tú búscala también!
El ave apenas podía mantener el ritmo.
-¡eso es imposible! – se quejó. Pero era demasiado tarde… - ¡¡Taichi-san!!
El castaño, ya mucho más adelante, miró la mancha de su camisa.
No es lápiz labial… ¡es sangre! Sangre en sus labios… sangre de la víctima… ¡¡esa es la extraña sensación que sentí!!…
Alguien sonríe en la oscuridad.
¡ZAZ!
De la nada, Taichi se detiene.
-¿¿¿qué me pasa???
Una especie de corriente lo rodea, no puede moverse…
¿¿Estoy paralizado?? ¿Cómo…?
Trató de concentrarse en sentir un espíritu externo, averiguar donde está…
Si logró atrapar a un shinigami como yo… ¡¿quién es?!
Pero…
De pronto no siente nada.
La corriente desapareció. Puede volver a moverse…
-¿logré liberarme? – mira sus manos, y cierra los puños. – no, fue eso…
Un frío objeto se posa en su nuca.
-al fin te encuentro… - sin darse cuenta un nuevo personaje se le acercó con revolver en mano. – te distrajiste, y ahora estás en mis manos, no te muevas… Drácula…
Taichi siente como la punta del revolver se mueve a su cabeza, gira levemente la vista a su atacante…
¿¿Un niño??
No aparentaba más de quince, pelo rubio, grandes ojos claros…
-um… - Taichi se movió para la derecha a ver si había alguien más. – creo… - se movió para la izquierda, - me parece… - luego volvió al niño. – que tienes a la persona equivocada.
El joven pareció realmente furioso con esa respuesta.
-¡te dije que no te movieras! – gritó golpeándolo con el borde del arma. – ahora… prepárate para la muerte…
-hey, espera un momento…
-acabaste con la vida de doce personas. – continuó el niño.
-¡sólo soy una persona común y corriente! – Taichi estaba de los nervios mirando el revolver. - ¿por qué dices que soy Drácula?
No puedo hacer mucho sin mostrar quien soy realmente… esto no va bien…
-eres enfermizo… - le dijo el chico con desprecio. – los doce cuerpos eran hombres…
¿Qué puedo hacer? No puedo volar en este cuerpo…
-no deberías jugar así con los adultos. – fue lo único que vino a la mente de Taichi en el momento. - ¡estás colocando un farol!
El niño lo miró con seriedad. Taichi se vio obligado a tragar saliva…
-¿quieres verificar si estoy mintiendo? – quitó el seguro.
Rayos, ¡¡va a disparar…!!
-¡¡¡DETÉNGANSE!!!
Taichi corrió hacia Piyomon con ojos llorosos a abrazarla.
-¡me salvaste! ¡Gracias!
El ave simplemente lo golpea en la cabeza.
-¿qué hiciste esta vez, idiota? – lo retó.
-¡te equivocas! – indicó al chico rubio. - ¡él empezó! ¡Él me atacó a mí!
-¿de qué estás hablando, Drácula? – replicó enojado el muchacho.
-ya te dije que no soy…
-¿qué es esta discusión de mocosos? – insistió el ave rosada. También indicó al niño. – ¡esta persona es tu nuevo compañeros, Taichi!
-¿¿¿EH??? – exclaman los dos al mismo tiempo. - ¡¿ÉL?!
**********
Varias horas más tarde… en algún restaurante de la ciudad…
Taichi emite una falsa sonrisa, alza una copa y mira con expresión extraña a quien se encuentra sentado frente a él.
-encantado de conocerte, soy Yagami Taichi, encargado de KyuuShuu.
El menor lo miró de reojo, la cara apoyada en sus manos, con gesto aburrido. Lanza un respingo y mira hacia otro lado.
-Takaishi Takeru. – replica, secamente.
El Yagami revienta el vaso que tenía en malo, sin dejar de "sonreír".
-ja ja. – le sale una risa nerviosa.
¡Que niño tan desagradable!
Piyomon lanza un suspiro.
-vamos, tendrán que trabajar juntos de ahora en adelante, así que traten de llevarse bien…
¿qué rayos pasa con la actitud de este niño? ¡Ni siquiera se disculpa por confundirme con un criminal! Los jóvenes de estos días no tienen educación… sigh…
-Takeru-san fue especialmente escogido por Gennai. – explicó el ave, a modo de introducción. – su poder espiritual es muy fuerte y también posee un alto poder curativo y poderes de defensa. Además, pasó el examen con el máximo puntaje así que está preparado para manejar el trabajo.
¿Poder curativo?
-¿estás seguro que no es más bien poder ofensivo? – interrogó Taichi molesto.
Piyomon lo hizo callar, luego se dirigió a Takeru.
-¿fue Gennai quien te dio esa arma?
-ah, eso. – Takeru tomó un poco más de su café. – es falsa. No es mi principio quebrantar la ley…
Taichi se fue de espaldas.
¡¡Entonces si era un farol!!
-como sea… - continuo Piyomon, para evitar que Taichi dijera nada en voz alta. – hoy lo tomaremos con calma, mañana nos dedicaremos al caso por completo.
El Yagami se echó para atrás en su asiento, un poco más relajado, pero sin quitar su mirada de su nuevo compañero.
-¿qué edad tienes? – finalmente le preguntó.
Takeru dudó en responder por un par de segundos.
-… dieciséis. – replicó al final.
-¿dieciséis? Eso es bastante joven… ¿de qué moriste? ¿Un accidente en motocicleta?
Piyomon le lanzó una mirada de molestia, pero Taichi la ignoró.
-enfermedad. – el rubio suspiró. –algún mal incurable. Incluso los doctores perdieron las esperanzas.
-oh, lo siento.
-no es nada…
No me esperé eso… no parece del tipo de gente que muere así…
-de todas formas… - Taichi se giró al ave. – Piyomon, si ya lo conocías, ¿por qué no me lo dijiste antes?
-no era mi asunto. – se encogió de hombros. – y sólo lo conocía de cara.
-¿qué?
-Gennai dijo que era tu problema.
Taichi golpeó la mesa.
¡Siempre haciéndome pasara malos ratos! Ese viejo…
-está bien, si en esas estamos, - tomó los servicios y comenzó a echarse como pudo toda la comida de la mesa a la boca. - ¡¡me lo comeré todo y la cuenta irá para Gennai!!
-es una venganza muy baja, Taichi-san… ¡hey, esa es mi comida!
Takeru miró sorprendido como el hombre y el ave que recién había conocido armaban un gran espectáculo disputando los alimentos…
-¡HEY! – les llamó la atención.– oí por los alrededores en JuOhCho que tú eras el mejor hechicero de Fuda ahí, ahora que estás en EnMaCho supongo que sigues siendo el mejor, ¿no es así?
A Taichi le cayó una gota de sudor, se indicó a sí mismo con el dedo, sin comprender.
-el mejor mago de JuOhCho… ¿¿YO??
Piyomon comienza a reírse como desquiciada.
-jajajajajaja, ¿Taichi el mejor? Jajajajajaja… - se limpió las lágrimas de los ojos por la risa, mientras con la otra mano se agarraba la barriga. – jajaja, es demasiado… ¡qué buen chiste! ¿Por qué crees que Taichi-san está encargado de Kyuushuu? ¡Ahí caen los que no sirven para nada más!
Taichi se hundió en su asiento mientras Takeru saltó del suyo.
-¡¿qué?! pero si Gennai dijo… 'Taichi es el número uno de EnMaCho, un buen trabajador y hombre de carrera, probablemente no tendrás nada que hacer…'
El ave continuó riendo.
-jaja, ¡te hizo pasar por tonto! – indicó con desprecio al castaño a su lado. – esta persona es famosa por ser tan útil como las luces nocturnas durante el día. ¡Lo único que hace en EnMaCho es comer! Gennai usó el hecho que tú no lo conocías para hacerlo tu compañero porque nadie más quiere serlo. Pobrecito…
-espera un momento, yo…
-así es, te usaron como sacrificio humano. ¡Felicitaciones!
-Piyomon… - Taichi finalmente salió a defenderse. - ¡¡confiscado!! – tomó toda la comida en sus manos y pateó al ave rosada lejos por el mal trato. - ¡hablas demasiado!
-no puedo creer esto… - el Takaishi aún no asimilaba todo. - ¡me retiro! Los adultos apestan, como si me fuera a quedar luego de enterarme de esto… ¡¡hey!! ¡¿Qué no escuchan?!
Taichi y Piyomon seguían discutiendo entre ellos por la comida y Takeru ya parecía tener veinte colores de rojo furioso en la cara.
-¡¡eso es mío!!
-¡no después de lo que dijiste!
-¡dejen de comer y escúchenme!
-¡devuelve eso!
-¡que no!
-¡idiotas, estoy hablando! ¡Ya esta bien!
Takeru aprovechó la distracción de sus dos acompañantes, y aún lleno de rabia pateó el trasero de Taichi, le quitó la comida y fue él quien se echó todo a la boca.
-¡oye, no todo! ¡Deja algo para nosotros! – se quejó el Yagami.
En un par de segundos todos luchaban por un pedazo de carne o de verduras, y obviamente, se necesitaban líquidos para poder tragar con facilidad. Takeru no lo dudó y tomó la primera botella que se le cruzó en el camino, y la bebió de una sola vez.
-hey, cuidado, eso es…
-hic.
-sake…
Taichi se golpeó la frente con la mano al ver al chico caer al suelo inconsciente.
**********
Ahora se ve al castaño, acompañado por el ave rosada, cargando en sus brazos a un inconsciente joven de pelo rubio.
-rayos, ¿por qué tengo que hacer esto? – murmuró por lo bajo Yagami.
-¿por qué crees? Eres tú quien comenzó la pelea por la comida ¡e hiciste que tomara demasiado alcohol y colapsara!
Entraron a la pequeña habitación del hotel donde estaban hospedados. Taichi recostó al menor sobre la única cama disponible.
-será mejor simplemente dejarlo dormir. – sugirió Piyomon.
Takeru tenía una expresión de nauseas que se notaba a simple viste, y eso logró que Taichi sonriera.
-al menos ahora sé su punto débil, jeje. Me pregunto que cara pondrá cuando se entere que fui yo quien lo trajo hasta aquí… jaja, ¡me siento superior!
El ave agitó la cabeza.
-que bajo…
El castaño la ignoró, y pasó suavemente una mano por la cara de su nuevo compañero.
Es extraño que se haya convertido en un Shinigami por incentivo de Gennai… no puedes hacer esta clase de trabajo sucio sin una plena determinación…
-se ve tierno cuando duerme. – hizo notar Taichi. – podría besarlo…
Piyomon volvió a agitar su cabeza.
-tonto, no hemos colocado un aviso de Yaoi en este fic aún.
-ya, ya…
Él debe tener una buena razón…
-traten de llevarse bien, - pidió finalmente el ave. – así él te sanará cuando estés herido.
Taichi lanzó un suspiro y asintió.
-lo intentaré. – siguió mirando a Takeru.
Aunque eso puede resultar imposible… no parece que nos podamos llevar bien… aunque es culpa de su personalidad, no de la mía.
Se cruzó de brazos y frunció el ceño, con molestia.
Desde el comienzo, creo que no seré capaz de trabajar bien con este niño…
Dejó de lado sus pensamientos y notó que Piyomon, sobre la mesa, se había instalado frente a su computador portátil.
-ah, ¿qué estás haciendo? – le interrogó.
-trabajando. – replicó el ave. – gracias a ustedes he perdido mucho de mi tiempo.
-lo siento… - el Yagami miró la pantalla. - ¿qué es todo eso?
-los arreglos de los archivos de la biblioteca. A mitad de año siempre reorganizamos los archivos. Hawkmon está trabajando en un computador también, desde la biblioteca. Lo que hago ahora es introducirme a los casos antiguos no concluidos de EnMaCho.
-o sea, quiere decir que hay asuntos que ni los de JuOhCho pueden resolver…
-lo que me recuerda, quedé de revisar los más recientes… - tecleó con rapidez. – déjame ver, por aquí… ¡ajá! Aquí están – indicó la máquina con sus alas. – los últimos casos no tienen nombres aún, como este.
En la pantalla del portátil salía una larga lista de archivos sin título…. Piyomon revisó uno con especial atención, no había muchos datos al respecto…
-en este caso a simple vista parecía muerte por enfermedad, pero hay rastros de alguna clase de maldición impuesta por alguien más…
-¿no se pueden descifrar mejor los rastros?
-no había suficientes para analizar. Como este caso es muy nuevo, no hay casi nada de información, al menos, no para uso libre. Debe estar clasificado en otra parte… ni siquiera hay una fotografía del muerto…
Taichi no prestó mucha más atención. Piyomon se veía entusiasmada tratando de averiguar más sobre aquel personaje desconocido, pero él comenzaba aburrirse. Tras un par de minutos, el ave exclamó con sorpresa.
-wow…
-¿qué pasa? – Taichi miró nuevamente la pantalla. Un nombre aparecía en ella. - … ¿Takaishi Takeru?… - sus ojos se agrandaron. - ¿Takeru fue… asesinado? Pero si dijo que murió de una enfermedad…
-seguramente el asesinato fue disfrazado como enfermedad.
El Yagami no dijo nada más, y miró hacia el chico que dormía sobre la única cama de la habitación.
No fue ningún truco normal, una maldición asesina… desgastando el cuerpo en dolor y sufrimiento hasta el último aliento…
-¿qué debemos hacer? – Piyomon también miraba preocupada hacia donde estaba Takeru. - ¿le decimos? Tiene el derecho a saber… incluso si no le decimos, se enterará tarde o temprano…
Asesinado… a los dieciséis años, siendo aún tan joven… ¡¡alguien lo maldijo hasta la muerte!!
-¿Taichi-san…?
-no, no hagas nada. Es demasiado temprano.
-no sé…
-él aún es inexperto. – Taichi se tocó el pecho con las manos. – puedo evitar decirle algo que es mejor dejar sin saber.
-pero…
-cuando llegue el momento, le diré.
El ave rosada se dio por vencida y sonrió al ver la preocupación del humano.
-eres muy gentil. Creo que cambié mi opinión sobre ti. Después de todo lo que ocurrió…
Taichi pestañeó.
-¡es verdad! ¡¡Ese niño quería matarme!!
Piyomon dejó caer un par de gotas de sudor, y volvió a su trabajo en el computador.
-deberías leer los informes que traje sobre el caso Drácula… - le recomendó.
-nah, prefiero ver algo de televisión.
Taichi ignoró el respingo del ave y prendió la TV.
-y desde aquí, en el teatro Inasayama, continuamos con el festival musical de Nagasaki. Nuestra siguiente invitaba viene llegando de su larga estadía en Hong Kong, ¡saluden a Tachikawa Mimi!
El castaño sonrió.
-¡wow, que linda!
Desde el otro lado de la televisión, la cámara estaba enfocada en una hermosa chica vestida en trajes chinos, de largo cabello castaño, grandes ojos color miel y una tez muy pálida…
De la nada, esa chica comenzó a parecerle familiar… ¿dónde la había visto antes?…
-Piyomon, necesito que me busques una información.
**********
El sol iluminaba como si fuera su primer día de existencia.
-ahh. – exclamó Taichi. – se siente bien, ¡que linda mañana!
Miró hacia atrás, donde su nuevo compañero se sostenía la cabeza como si se le fuera a caer…
-¿resaca?… ¿O es que no eres una persona mañanera? – el castaño sonrió y se le acercó. – ah, como eres joven aún no puedes controlar mucho tu alcohol, pobre…
-no me hables tan de cerca. – nubes de humo negro se formaban alrededor de Takeru. - ¿y cómo es que tú no tienes nada? Comiste demasiado ayer…
-nah, tengo estómago de hierro.
-… oh. - Takeru prefirió no seguir con el tema. Dolía hasta al hablar… luego de un poco más de caminar volvió a abrir la boca. - ¿qué hacemos en una estación de televisión? ¿Tiene relación con la investigación?
-ajá. Mira esto…
Taichi le pasó un par de fotos, en una aparecía la chica que salió en TV. En la otra aparecía la chica pálida con quien el Yagami había chocado el día anterior.
-¿las reconoces?
-uh… - Takeru dudó. – una de ellas es esa famosa cantante, Mimi. no sé quien es la otra…
-¡son la misma persona! Es increíble lo que puede hacer el maquillaje para cambiar a la gente…
-¿estás diciendo…?
-las dos son Tachikawa Mimi. Ayer me topé con ella en la escena del crimen, y tenía sus labios manchados con sangre.
Takeru giró sus ojos.
-eso es ridículo. ¿Por qué ella cometería semejantes asesinatos?
Taichi volvió la vista al edificio de televisión.
-eso es lo que vinimos a investigar, niño.
-mi nombre no es niño. – le recordó el rubio, de mala gana. – me llamo Takeru.
-ok, ok…
El Takaishi siguió sintiendo cierta sospecha sobre la información de su compañero.
-¿y cuándo fue que investigaste todo esto?
El mayor, que ya iba unos pasos adelante, se detuvo y giró para enfrentar al rubio en la cara. Le guiñó un ojo.
-mientras tú dormías en mi cama…
Takeru se puso totalmente rojo.
-… oh.
A paso rápido los dos shinigami se adentraron al gran edificio, y caminaron hasta encontrar el cuarto especial de la chica que investigaban.
-este es su camerino. Debe de estar aquí a estas horas… - supuso el Yagami.
Giraron la puerta… y ahí estaba. Tachikawa Mimi, largo cabello castaño, grandes ojos color miel, tez pálida…
Takeru al verla inmediatamente sintió una fuerza que lo empujaba hacia atrás.
-¿que…?
-¿sientes algo? – lo interrogó Taichi.
-si… es como… - el rubio tragó saliva. – como si fuera una muñeca, como si no tuviera alma…
El castaño asintió.
Es lo mismo que yo sentí ayer cuando la vi por primera vez… aunque esté ahora frente a nosotros, es como si no hubiera realmente nada ahí…
Taichi la miró con el ceño fruncido, manteniendo el silencio… hasta que…
-¿¿me firmarías un autógrafo?? – le preguntó a la chica, con un cuaderno en mano. – 'para Taichi' por favor.
Takeru cayó de espaldas.
-¡¿qué rayos estás haciendo?! – le gritó sin más. - ¡¡estamos aquí por trabajo!!
-ah, si… - Taichi se pasa la mano por el cabello. – creo que perdí la compostura, jaja…
-uf… - el menos volvió su vista a la cantante. - de todas formas, ¿es realmente ella a quien buscamos? He visto las presentaciones de Tachikawa Mimi, no parece actuar de la misma manera…
-pero está aquí. – Taichi indicó a la muchacha. – podemos llegar y pedirle que responda nuestras dudas…
La puerta se vuelve a abrir de golpe.
-¡ALTO AHÍ USTEDES DOS!
Taichi y Takeru levantan las manos como si estuvieran siendo asaltados. Una mujer que parecía ya mucho mayor entró en la habitación. Los miró amenazantemente.
-¿¿qué le estaban haciendo a mi hija??
-eh, bueno, la verdad… - murmura Taichi, riendo nerviosamente.
El rubio sólo da un largo respiro… se rindió ante la situación.
-¡¡FUERA!!
PAFF!!
La mujer los empujó y les cerró la puerta en la cara.
-ay, mi nariz… ¿qué le pasa a esa señora?
-no lo sé… - Taichi verificó que no le doliera nada y comenzó a caminar lejos del lugar. – esto es suficiente por hoy, no soportaré más maltratos. Volvamos a EnMaCho.
-si, ya tengo hambre…
**********
Nuevamente en el gran edificio que juzga las vidas después de su muerte…
-… y esa es nuestra razón. – explica el Yagami. - ¿podemos acceder a la información de la localidad de China?
Estaban en la oficina de Gennai, quien miraba al par con expresión curiosa.
-ummm… - el viejo lo pensó por unos momentos. – está bien.
-ok, entonces nos vamos. – Takeru tomó a su compañero por el cuello y comenzó a arrastrarlo.
-¡hey, con cuidado! ¿Por qué no nos tomamos un descanso primero?
-cállate y camina…
Mientras los dos salían del cuarto, Gennai los observó con atención.
-jojo, parece que esos dos se están llevando bien…
**********
En la librería trabajan Piyomon y Hawkmon, como bibliotecarios. Y ahí se decidieron a ayudar los protagonistas en su búsqueda.
- aquí está. – informó el ave rosada llamando la atención de todos para que miraran la pantalla. - dice: Taichikawa Mimi. Nacida en Hikarigaoka, se mudó a Hong Kong cuando pequeña, creció ahí hasta volverse una cantante. Su actual madre es su madrastra, seguramente casada con su padre por el dinero. Por culpa de aquella mujer, Mimi tuvo varios intentos previos de suicidio.
-jo… - el Yagami se cruzó de brazos. – si esa señora es tan malvada, de seguro hoy vimos su lado amable…
-pero Taichi-san… - dijo Hawkmon. - ¿por qué buscas información de una persona muerta?
-¿¿¿MUERTA???
-¡eso es imposible! – exclamó Taichi. – ¡si la vimos hoy!
-pero eso es lo que dice aquí. – asegura Hawkmon, sorprendido.
El castaño la aparta para leer la información él mismo.
Tachikawa Mimi: muerte confirmada por los superiores hace dos meses.
-se cortó las venas… fue un suicidio…
¿Cómo puede ser? La persona que vimos hoy… está muerta… entonces, ¿cómo…?
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-ah, señor… esta mañana aparecieron unos tipos que se veían sospechosos, parecía que querían interrogar a Mimi…
-¿Un hombre de gran cabellera castaña y un chico rubio?
-si… son ellos…
-los vi cuando se retiraban…
-¿Qué debemos hacer, señor? Si alguien se entera…
-no se preocupe, al tiempo, trataré con ellos… fuera de eso, ¿Cómo está Mimi? ¿Le hace caso en todo lo que le ordena?
-psi… sin ningún problema…
-que bien… ¿Me permite hablar con ella a solas?
-c-claro…
…
-ah, Mimi… eres una buena niña… si me escuchas, no tendrás nada de que preocuparte…
-…
-serás joven y hermosa para siempre… mi querida muñeca…
Tsutzuku…
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Sora: jejeje…
Miyako: ¿de qué te ríes, Sora-san?
Sora: que Ariadna cambió de idea a último minuto y Mimi interpreta mi papel.
Iori: ¿y eso que tiene de bueno para ti?
Mimi: ¿qué no leíste todo eso? ¡¡Estoy muerta!!
Iori: ah, por eso…
Yamato: ¡pensé que Ken interpretaría a Hisoka!
Koushirou: pues la autora creyó que Takeru quedaba mejor…
Yamato: pero… ¡argh! ¡¡Jou!!
Jou: uh… ¿qué?
Yamato: ¡Le tocas un pelo a mi hermano y terminarás igual que Mimi!
Jou: ¡hey! Yo no pedí el papel, ¿sabes? Se supone que ibas a ser tú mi personaje.
Ken: igual que yo el de Takeru, que alivio…
Takeru: ¡yo no tengo un temperamento así!
Taichi: ¡y yo tampoco!
Hikari: no sé, a mí esto me da igual, ya sé yo que Ariadna-san me hará sufrir en las historias a futuro, me parece bien que sea su turno antes.
Taichi: no digas eso…
Daisuke: yo me aburro, no apareceré en este archivo, ¡no se vale!.
Jou: ¿por qué algunos no tienen para comer cuando quienes tienen no tienen hambre?
Ken: sigh…
