El lunes por la tarde volvimos a Hogwarts. El domingo lo habíamos pasado
haciendo compras realmente innecesarias y divirtiéndonos en Hogsmade.
Al llegar a Hogwarts no nos permitieron mas distracciones, de inmediato
fuimos llevados prácticamente a nuestras salas comunes para estudiar las
clases perdidas por la lluvia.
Abraham y yo conseguimos quedarnos un poco atrás e incluso perder al grupo
un rato dentro de los pasillos. Nos despedimos rápido y cada quien se
condujo hacia su respectiva sala. No nos vimos mas ese día.
Cuando Abraham se dirigía a la torre de Gryffindor, un voz demasiado conocida lo llamo a voltear. Abraham, ven. Por aquí. ¿Sara? Oye, debemos estudiar. Vamos, será solo un momento.
Sara dirigió al muchacho hacia un pasillo cerrado y un poco oscuro donde, en cuanto lo tuvo cerca, lo abrazo y beso con peculiar energía. Por un momento Abraham se dejo llevar pero después denoto ciertos detalles que lo hicieron detener a la muchacha que lo apapachaba de mas. Oye, oye, Sara, espera. ¿Qué te sucede? Nada, solo quise pasar mas tiempo contigo... Abraham. Si, bueno... eso esta muy bien pero, tu no actúas así. ¿Ah no? Que tonta, te tengo para mi todo el tiempo y solo hablo. Pues... no, bueno, si hablamos pero la pasamos bien, ¿qué hay de malo en eso? Abraham, solo bésame, ¿por qué tanto problema? El problema esta en que bebiste demasiado tal vez o... apuntaste tu varita a un lugar equivocado en tu cabeza y estas actuando mal. Te llevaré a la sala común personalmente... ¡NO! Yo iré sola. Suéltame. Ah no, señorita. Vamos.
Abraham tomo a Sara por los brazos y la condujo a la sala común de Ravenclaw. La chica forcejeaba y hablaba cosas sin sentido mencionando constantemente su propio nombre. Al llegar a la entrada de la sala, Abraham pronuncio la contraseña y estaban por entrar cuando la muchacha en sus brazos comenzó a moverse enérgicamente, en su rostro se notaba el dolor y finalmente sucedió algo que nadie se esperaba. ¿Ni-nicole? Tu... tu...
La muchacha estaba sentada en el suelo a punto de lagrimas y con la cabeza agachada; sin embrago conservaba su mueca de desagrado en la cara. Muchos de Ravenclaw se aceraron a ver el 'espectáculo' pero fueron retirados por el prefecto quedando solo la verdadera Sara, Abraham y Nicole. ¿Por qué has hecho esto? No, mejor, ¿cómo lo has hecho? Poción multijugos. -contesto la muchacha en el suelo- ¿Qué ha pasado? -Sara estaba confundida, la escena era bizarra y totalmente extraña aun estando en Hogwarts- Yo... Sara... debemos hablar.
***
¡¿Qué has besado a Nicole White?! Sara, espera, déjame explicarte. No veo nada que explicar. Tu la oíste... poción multijugos... eras tu... no fue nada... Abraham, no supiste que no era yo. Lo supe, por eso la traje, pensé que estaba bebida o alguien le habría jugado una broma, ¿qué se yo? ¿Qué tanto pasó? Un beso... dos, pero nada mas. Nunca le dije Te amo si quiera. Perdóname, enserio, pensé que eras tu por un momento. Tienes razón, perdóname tu. Confió en ti. Debes estar harto de pedir perdón. Ahora debemos hablar con Nicole. Que broma mas pesada.
A pesar de que no podían salir de su sala común -pero Abraham no estaba en la suya- salieron a los jardines donde, después de la patética escena en la entrada a Ravenclaw, Nicole había salido corriendo. No tardaron mucho buscándola, sus sollozos y chillidos se escuchaban a metros de distancia de donde se encontraba, la orilla del río. Se sentaron junto a ella, durante mucho tiempo se quedaron completamente callados, Nicole dejo de chillar sonoramente mientras Sara y Abraham compartían miradas que debatían el turno para hablar en primer lugar. Ya se lo que van a decir. Les doy lastima. -dijo la muchacha aun llorando-. Les doy lastima. Nicole, no... -Sara se sintió mal, lastima era lo que sentía en ese momento sobre el enojo y coraje-. Mira, solo explícanos. Nicole, eso que hiciste... no es una broma cualquiera, creo que esta vez te excediste en tu afán de molestar, ¿no crees? -le dijo Abraham-. No fue una broma. -dijo Nicole esta vez mas tranquila- En verdad, bueno... y tampoco tengo afán por molestarlos, no se crean tan importantes. ¿Entonces, Nicole? ¿Por qué besar... y de esa manera a Abraham?
Nicole bajo la cabeza y las lagrimas corrieron silenciosas por sus mejillas mientras intentaba articular alguna palabra. Es que yo... -Nicole se volvió hacia el muchacho que la miraba ansioso por oír una explicación sobre aquel exagerado acto-. Bueno, supongo que algún día lo sabrás y bueno... Abraham yo... yo te amo.
Lo que oí me dejo atónita, sin nada que decir, ¿qué Nicole White amaba a Abraham? Mi novio Abraham. Pero ahí no acabo todo. Nicole intento besar a Abraham ahí, frente a mi, olvidando que éramos novios. Yo no hice nada, estaba helada, nunca espere vivir eso. ¿Qué te pasa? -Abraham si hizo algo, la tomo por los brazos y la alejo lo mas tranquilamente que pudo-. Abraham, ya te lo dije. Te amo. Yo, eso no te da derecho a hacer semejante barbaridad. Sara esta aquí y es mi novia. Pero yo te amo. ¿Y que te hace pensar que yo también y que puedes hacer lo que quieras? Abraham, cálmate. No, Sara. Esta... muchacha no tiene vergüenza. ¿Sabes, Nicole? Me dabas lastima, ahora, me das asco y pena. ¡Abraham, espera!
Abraham salió casi corriendo -si no caminando extremadamente rápido- hacia el castillo y yo detrás de el no sin antes lanzar una mirada de quien sabe que tipo a Nicole que, muy tonta volvió a llorar cubriéndose la cara. Abraham, cálmate. Esta bien. Que pena. Y yo que no me di cuenta. Oye, no te culpes. Era yo -le dije con una sonrisita tratando de enfriar los ánimos-. Eso le puede pasar a todos, era una copia fiel. Es que, esa Nicole, me las va a pagar -obviamente no cumplí con mi objetivo- . ¿Cómo dices eso? Abraham, ella cree que te ama. Y no la culpo. No estoy de humor, sabes. Nos vemos mañana.
Y se fue, yo deseaba que a su sala común. No lo se. Yo me fui a la sala de Ravenclaw sin sentimiento alguno. Había pasado rápidamente de la lastima por Nicole a la preocupación por Abraham sin quedarme tiempo para sentir rencor o enojo hacia Nicole nuevamente. Pero ahora, tenia tiempo de sobra y no pude dormir pensando en estúpidas fantasías de lo que me gustaría hacerle a White.
Finalmente creo que pude dormir, pues nunca escuche a Nicole entrar, si es que lo hizo pues a primera hora, sin voltear a su cama salí de los dormitorios. Olvide a Nicole, solo quería saber como estaba Abraham. Fui al comedor pero no encontré a nadie -considerando que solo lo buscaba a el- y no comí nada, no tenia hambre o al menos no la sentía. Quise ir a la sala común por mis libros para ir a clases en cuanto fuera la hora de clases. De regreso me encontré mas de una sorpresa. A la salida estaba Nicole, parecía haberme estado esperando. Buenos días. Con permiso. No Finn, espera. ¿Qué... deseas, Nicole? -tenia unas ganas inexpresables de pegar sus piernas y voltear su nariz hacia atrás-. No te creas que esto es todo, Finn. No estés tan segura de ese muchacho, en cualquier momento te damos una sorpresa. Gracias, por avisarme, Nicole. -hice hincapié en esta ultima palabra que me desagrada totalmente y mas en ese momento- Aun así, te pido perdón. No debí hacer eso, el aun es tu novio y fue de lo mas bajo, sobre todo siendo yo una White. Esta bien. Con permiso. -ella seguía evadiendo la salida, yo no deseaba seguir escuchando sus palabras sobre todo por que ahora las lagrimas estaban por salir de mis ojos-. Piénsalo. -por fin se apartó-
Sucedió lo inevitable. Comencé a llorar y me pareció tonto, yo nunca había llorado, nunca desde hacia mucho tiempo y ahora estaba ahí llorando sin sonido alguno. Por fortuna no camine sin rumbo mucho tiempo, unos pasillos después una mano en mi hombro me hizo detenerme. Sara. Abraham, aquí estas, te he buscado... -limpie mis lagrimas como quien se talla los ojos así, por que si- . ¿Por qué lloras? Ah! ¿esto? No. ¿Dónde has estado? Sara ¿Por qué estas llorando? -se notaba ahora enojado, nunca le había gustado que le mintiera y cuando las cosas eran tan obvias se ponía muy estricto- Encontré a Nicole. Ella se disculpo, es todo. ¿Lloras cuando la gente te pide perdón, Sara? ¿Fue tan emotivo? -su actitud era muy extraña, nunca se había portado así, menos conmigo-.
Le conté lo sucedido con Nicole, no le gusto mucho que digamos. No dijo nada, se quedo callado y por alguna razón no me miraba a los ojos, no me miraba para nada. Pasados varios minutos en silencio, Abraham por fin hablo. ¿Estas bien? -me pregunto sin mirarme-. Aha, ya te dije, no fue nada, una estupidez y me pongo a llorar. Esta bien que lo hagas, pocas veces te he visto hacerlo. De hecho... nunca, debes hacerlo mas seguido. No hay por que. Ojala nunca haya por que o quien te haga llorar.
Creo que se quedó con las ganas o al menos algo similar que le llevaban a pedir perdón. Yo me quede contenta de que no lo hiciera, cada vez que lo hacia me sentía peor que cuando lo hacia y en esto, el de nada tenia por que disculparse. Fuimos a comer pero no pudimos llegar al comedor cuando ya era hora de la clase de Aritmacia que afortunadamente tuvimos juntos. La clase pasó normalmente, el trabajo pesado y el tiempo con Abraham el mejor. Aunque el no hablo mucho y seguía pensando el tema lo pasamos bien. Todo transcurrió normal excepto por que al salir del aula y dirigirnos a Herbó logia, la profesora McGonagall nos llamo a Abraham y a mi para decirnos que los padres de Abraham estaban heridos, mi madre en peligro de muerte y mi padre, mi padre estaba muerto.
Cuando Abraham se dirigía a la torre de Gryffindor, un voz demasiado conocida lo llamo a voltear. Abraham, ven. Por aquí. ¿Sara? Oye, debemos estudiar. Vamos, será solo un momento.
Sara dirigió al muchacho hacia un pasillo cerrado y un poco oscuro donde, en cuanto lo tuvo cerca, lo abrazo y beso con peculiar energía. Por un momento Abraham se dejo llevar pero después denoto ciertos detalles que lo hicieron detener a la muchacha que lo apapachaba de mas. Oye, oye, Sara, espera. ¿Qué te sucede? Nada, solo quise pasar mas tiempo contigo... Abraham. Si, bueno... eso esta muy bien pero, tu no actúas así. ¿Ah no? Que tonta, te tengo para mi todo el tiempo y solo hablo. Pues... no, bueno, si hablamos pero la pasamos bien, ¿qué hay de malo en eso? Abraham, solo bésame, ¿por qué tanto problema? El problema esta en que bebiste demasiado tal vez o... apuntaste tu varita a un lugar equivocado en tu cabeza y estas actuando mal. Te llevaré a la sala común personalmente... ¡NO! Yo iré sola. Suéltame. Ah no, señorita. Vamos.
Abraham tomo a Sara por los brazos y la condujo a la sala común de Ravenclaw. La chica forcejeaba y hablaba cosas sin sentido mencionando constantemente su propio nombre. Al llegar a la entrada de la sala, Abraham pronuncio la contraseña y estaban por entrar cuando la muchacha en sus brazos comenzó a moverse enérgicamente, en su rostro se notaba el dolor y finalmente sucedió algo que nadie se esperaba. ¿Ni-nicole? Tu... tu...
La muchacha estaba sentada en el suelo a punto de lagrimas y con la cabeza agachada; sin embrago conservaba su mueca de desagrado en la cara. Muchos de Ravenclaw se aceraron a ver el 'espectáculo' pero fueron retirados por el prefecto quedando solo la verdadera Sara, Abraham y Nicole. ¿Por qué has hecho esto? No, mejor, ¿cómo lo has hecho? Poción multijugos. -contesto la muchacha en el suelo- ¿Qué ha pasado? -Sara estaba confundida, la escena era bizarra y totalmente extraña aun estando en Hogwarts- Yo... Sara... debemos hablar.
***
¡¿Qué has besado a Nicole White?! Sara, espera, déjame explicarte. No veo nada que explicar. Tu la oíste... poción multijugos... eras tu... no fue nada... Abraham, no supiste que no era yo. Lo supe, por eso la traje, pensé que estaba bebida o alguien le habría jugado una broma, ¿qué se yo? ¿Qué tanto pasó? Un beso... dos, pero nada mas. Nunca le dije Te amo si quiera. Perdóname, enserio, pensé que eras tu por un momento. Tienes razón, perdóname tu. Confió en ti. Debes estar harto de pedir perdón. Ahora debemos hablar con Nicole. Que broma mas pesada.
A pesar de que no podían salir de su sala común -pero Abraham no estaba en la suya- salieron a los jardines donde, después de la patética escena en la entrada a Ravenclaw, Nicole había salido corriendo. No tardaron mucho buscándola, sus sollozos y chillidos se escuchaban a metros de distancia de donde se encontraba, la orilla del río. Se sentaron junto a ella, durante mucho tiempo se quedaron completamente callados, Nicole dejo de chillar sonoramente mientras Sara y Abraham compartían miradas que debatían el turno para hablar en primer lugar. Ya se lo que van a decir. Les doy lastima. -dijo la muchacha aun llorando-. Les doy lastima. Nicole, no... -Sara se sintió mal, lastima era lo que sentía en ese momento sobre el enojo y coraje-. Mira, solo explícanos. Nicole, eso que hiciste... no es una broma cualquiera, creo que esta vez te excediste en tu afán de molestar, ¿no crees? -le dijo Abraham-. No fue una broma. -dijo Nicole esta vez mas tranquila- En verdad, bueno... y tampoco tengo afán por molestarlos, no se crean tan importantes. ¿Entonces, Nicole? ¿Por qué besar... y de esa manera a Abraham?
Nicole bajo la cabeza y las lagrimas corrieron silenciosas por sus mejillas mientras intentaba articular alguna palabra. Es que yo... -Nicole se volvió hacia el muchacho que la miraba ansioso por oír una explicación sobre aquel exagerado acto-. Bueno, supongo que algún día lo sabrás y bueno... Abraham yo... yo te amo.
Lo que oí me dejo atónita, sin nada que decir, ¿qué Nicole White amaba a Abraham? Mi novio Abraham. Pero ahí no acabo todo. Nicole intento besar a Abraham ahí, frente a mi, olvidando que éramos novios. Yo no hice nada, estaba helada, nunca espere vivir eso. ¿Qué te pasa? -Abraham si hizo algo, la tomo por los brazos y la alejo lo mas tranquilamente que pudo-. Abraham, ya te lo dije. Te amo. Yo, eso no te da derecho a hacer semejante barbaridad. Sara esta aquí y es mi novia. Pero yo te amo. ¿Y que te hace pensar que yo también y que puedes hacer lo que quieras? Abraham, cálmate. No, Sara. Esta... muchacha no tiene vergüenza. ¿Sabes, Nicole? Me dabas lastima, ahora, me das asco y pena. ¡Abraham, espera!
Abraham salió casi corriendo -si no caminando extremadamente rápido- hacia el castillo y yo detrás de el no sin antes lanzar una mirada de quien sabe que tipo a Nicole que, muy tonta volvió a llorar cubriéndose la cara. Abraham, cálmate. Esta bien. Que pena. Y yo que no me di cuenta. Oye, no te culpes. Era yo -le dije con una sonrisita tratando de enfriar los ánimos-. Eso le puede pasar a todos, era una copia fiel. Es que, esa Nicole, me las va a pagar -obviamente no cumplí con mi objetivo- . ¿Cómo dices eso? Abraham, ella cree que te ama. Y no la culpo. No estoy de humor, sabes. Nos vemos mañana.
Y se fue, yo deseaba que a su sala común. No lo se. Yo me fui a la sala de Ravenclaw sin sentimiento alguno. Había pasado rápidamente de la lastima por Nicole a la preocupación por Abraham sin quedarme tiempo para sentir rencor o enojo hacia Nicole nuevamente. Pero ahora, tenia tiempo de sobra y no pude dormir pensando en estúpidas fantasías de lo que me gustaría hacerle a White.
Finalmente creo que pude dormir, pues nunca escuche a Nicole entrar, si es que lo hizo pues a primera hora, sin voltear a su cama salí de los dormitorios. Olvide a Nicole, solo quería saber como estaba Abraham. Fui al comedor pero no encontré a nadie -considerando que solo lo buscaba a el- y no comí nada, no tenia hambre o al menos no la sentía. Quise ir a la sala común por mis libros para ir a clases en cuanto fuera la hora de clases. De regreso me encontré mas de una sorpresa. A la salida estaba Nicole, parecía haberme estado esperando. Buenos días. Con permiso. No Finn, espera. ¿Qué... deseas, Nicole? -tenia unas ganas inexpresables de pegar sus piernas y voltear su nariz hacia atrás-. No te creas que esto es todo, Finn. No estés tan segura de ese muchacho, en cualquier momento te damos una sorpresa. Gracias, por avisarme, Nicole. -hice hincapié en esta ultima palabra que me desagrada totalmente y mas en ese momento- Aun así, te pido perdón. No debí hacer eso, el aun es tu novio y fue de lo mas bajo, sobre todo siendo yo una White. Esta bien. Con permiso. -ella seguía evadiendo la salida, yo no deseaba seguir escuchando sus palabras sobre todo por que ahora las lagrimas estaban por salir de mis ojos-. Piénsalo. -por fin se apartó-
Sucedió lo inevitable. Comencé a llorar y me pareció tonto, yo nunca había llorado, nunca desde hacia mucho tiempo y ahora estaba ahí llorando sin sonido alguno. Por fortuna no camine sin rumbo mucho tiempo, unos pasillos después una mano en mi hombro me hizo detenerme. Sara. Abraham, aquí estas, te he buscado... -limpie mis lagrimas como quien se talla los ojos así, por que si- . ¿Por qué lloras? Ah! ¿esto? No. ¿Dónde has estado? Sara ¿Por qué estas llorando? -se notaba ahora enojado, nunca le había gustado que le mintiera y cuando las cosas eran tan obvias se ponía muy estricto- Encontré a Nicole. Ella se disculpo, es todo. ¿Lloras cuando la gente te pide perdón, Sara? ¿Fue tan emotivo? -su actitud era muy extraña, nunca se había portado así, menos conmigo-.
Le conté lo sucedido con Nicole, no le gusto mucho que digamos. No dijo nada, se quedo callado y por alguna razón no me miraba a los ojos, no me miraba para nada. Pasados varios minutos en silencio, Abraham por fin hablo. ¿Estas bien? -me pregunto sin mirarme-. Aha, ya te dije, no fue nada, una estupidez y me pongo a llorar. Esta bien que lo hagas, pocas veces te he visto hacerlo. De hecho... nunca, debes hacerlo mas seguido. No hay por que. Ojala nunca haya por que o quien te haga llorar.
Creo que se quedó con las ganas o al menos algo similar que le llevaban a pedir perdón. Yo me quede contenta de que no lo hiciera, cada vez que lo hacia me sentía peor que cuando lo hacia y en esto, el de nada tenia por que disculparse. Fuimos a comer pero no pudimos llegar al comedor cuando ya era hora de la clase de Aritmacia que afortunadamente tuvimos juntos. La clase pasó normalmente, el trabajo pesado y el tiempo con Abraham el mejor. Aunque el no hablo mucho y seguía pensando el tema lo pasamos bien. Todo transcurrió normal excepto por que al salir del aula y dirigirnos a Herbó logia, la profesora McGonagall nos llamo a Abraham y a mi para decirnos que los padres de Abraham estaban heridos, mi madre en peligro de muerte y mi padre, mi padre estaba muerto.
