Cap. 5: un encuentro inesperado
- ¡Hey! ¿Qué te pasa?- le agitó la mano delante de su cara.
Ahora sí, el chico reaccionó.
- ¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo?
- ¿Estás bien?
- ¿Eh? ¡Sí, sí! Pero tu… Las cartas…
- Estas cartas son mías. Es una larga historia.
- Pero entonces tu eres… Tu eres… ¡¡TU ERES SAKURA!!
- ¿Pero… cómo lo sabes?
- ¿No me reconoces? ¡¡SOY SHAORAN!!
- ¿QUÉ?
Sakura quedó petrificada. No podía ser. ¡¡El chico que le había salvado la vida era Shaoran!! Después de 5 años sin saber nada de él, ahora se volvían a encontrar. Sakura le miró fijamente a los ojos.
- ¿De verdad eres tu Shaoran?
- Sí Sakura.
- ¡Oh Shaoran!- Sakura se tiró encima de él abrazándolo- ¡Cuánto te he echado de menos! ¡Ay mi brazo!
- Yo también te he echado de menos. ¿Estás bien?- dijo devolviéndole el abrazo.
- Sí, estoy bien. ¿Te han hecho algo las cartas?
- No.
- Vaya, todo el rato juntos y no nos habíamos reconocido. ¡Qué chasco!
- Y que lo digas. Sakura, me has impresionado con la forma en que le hablabas a las cartas. Se nota que les tienes mucho cariño.
- Ellas han sido mi única compañía todo este tiempo. ¿Qué haces tú por aquí?
- Estoy de vacaciones.
Los dos se levantaron del suelo y devolvieron la espada y la vara en sus formas terrestres. Antes de eso, Sakura anuló los poderes de sueño.
- Pero Shaoran. ¿Por qué no contestaste ninguna de mis cartas?
- ¿Qué? ¿Me enviaste cartas?
- Sí.
- Qué raro, no las he recibido. ¿Y tu las mías?
- No, ninguna.
- Es extraño. A lo mejor tenemos mal las direcciones.
- Quizás sea por eso. Por cierto, ya es hora de comer. Ven, te invito a comer a mi casa.
- No hace falta, de verdad.
- Tu me has salvado y cuidado toda la noche, y te debo la vida. ¡Anda, di que si!
- De acuerdo, pero no es para tanto- dijo Shaoran poniéndose colorado- "Es preciosa, y no ha cambiado nada. Sí, estoy seguro. Aún la quiero"- pensaba.
- "Ha cambiado mucho desde la última vez, pero sigue siendo el mismo. Aún le quiero"- pensaba Sakura.
- Oye Sakura, ¿qué pasará con tu hermano cuando me vea?
- No te preocupes por él. Está de vacaciones con Yukito. Y mi padre está en unas excavaciones.
- ¿Quieres decir que estás sola en casa?
- Sí. Bueno, no. Tengo a Kero conmigo.
- Ah, es verdad. ¿Y cómo está el peluche?
- No le llames peluche o él te llamará mocoso.
- Da igual. Siempre me llama mocoso…
- No. Desde que te fuiste, que te llama por tu nombre.
- ¿Y eso?
- Bueno… se lo pedí yo- Sakura bajó la cabeza poniéndose roja- Ah, ya hemos llegado.
Sakura abrió la puerta y Kero salió despedido gritando como un loco. Sakura se lo llevó dentro y detrás entró Shaoran.
- ¡¡NO ME CALMO!! ¡¡NO QUIERO CALMARME!! ¿ES PUEDE SABER QUÉ TE HA PASADO? ¡¡HE NOTADO QUE UNAS CARTAS TUYAS SE HABÍAN ESCAPADO!!- Kero se dio cuenta de la presencia del chico- ¿Y QUIÉN ES ESTE TIPO? ¿QUÉ HACE CONTIGO?
- Kero,¡¡¡CÁLMATE DE UNA VEZ!! ¿No le reconoces?
- No, ¿quién eres?
- Soy Shaoran.
- ¿Cómo? ¿El mocoso? ¡¡YO A TI TE MATO!!
- ¡¡QUIETO KERO!!- Sakura cogía a Kero como podía.
- ¿Y se puede saber por qué quieres matarme?
- ¿Por qué? ¡¡Por tu culpa, estúpido mocoso, Sakura ha sufrido mucho!!
- ¿Y eso?
- Porque Sakura…- Sakura tapó la boca de Kero.
- ¡¡Cállate de una vez!!- le dijo a Kero.
Cuando Kero se hubo calmado, Sakura le explicó lo que le había pasado la noche anterior en el callejón, aún temblaba cuando lo recordaba, y como Shaoran le había salvado la vida.
- ¿Le salvaste la vida?
- Sí. Y además me curó la herida del brazo.
Después le explicó lo que había sucedido con las cartas.
- Vaya, creo que te debo una disculpa mocoso, digo… Shaoran. Le has salvado la vida a Sakura, te lo agradezco.
- No importa, Kero.
- Ahora sí que alucino. ¡¡Vosotros 2 sin pelearos!!- decía Sakura.
Sakura se fue a preparar la comida, mientras Kero y Shaoran se pusieron a hablar.
- Oye mocoso, digo… Shaoran. ¿Aún quieres a Sakura?
- Pues yo… Esto… Yo…- Shaoran se puso tan rojo como el jersey de Sakura.*******O_O********
- Mira, ¿sabes por qué he dicho que la has hecho sufrir? Porque ella te quiere.
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- Sí, te quiere. Y se ha pasado días enteros llorando por ti, sin sonreír durante todos estos años, sin ilusión en la vida. ¿Entiendes ahora por qué quería asesinarte?
- Yo… Yo no sabía que… Que fuese a sufrir tanto… Yo…
- ¡Hola chicos! ¿De qué habláis?
- No, de nada importante- respondió Kero.
- Entonces venid. La comida está a punto.
- ¡¡BIEN!!- exclamó Kero.
