" Dos es suficiente, tres son muchedumbre"
"cuéntame el cuento "muéstrame un lado de tu corazón donde tú te alejas que todavía no grite que me amas queriendo más a otro". que no diga que por mí perderías la razón".
Ya estaba muy adentrada la noche, había dejado de llover, solo se escuchaban gritos de dolor provenientes de una jovencita la cual ardía en fiebre, Soujiro hacia lo que podía para mejorar su condición, la fiebre subió considerablemente, las compresas de agua fría quemaban su cuerpo al contacto. Pero lo peor de todo era que misao empezaba a delirar, decía muchas incoherencias.
Soujiro se estaba impacientando, sufría junto con ella, y no sabia por que. Misao se estaba convirtiendo en algo importante en su vida y mucho más fuerte que cualquier pensamiento sobre como deben ser sus actos. Para él cuidarla durante esos cinco días había sido un placer.había despertado emociones tan cálidas y ocultas que él jamás podría descifrar, por ella daría la vida una y otra vez, protegerla siempre. Se asustaba de estos nuevos sentimientos su inocencia, su dulzura, su fragilidad lo habían hipnotizado.
Misao: no!!!!, Ai shiteru!!!, Ai shiteru!!!, Dímelo ahora. Misao deliraba, abrazando a Soujiro mientras decía esas palabras.
Misao deliraba y estaba incontrolable, el joven hacía lo que podía por controlarla, por un momento la okashira abrió sus ojos, estaban nublados, pequeñas lagrimas corrían por sus mejillas. Soujiro la miro, atrapado estaba dentro de esos ojos oceánicos que tanto adoraba.
En ese preciso instante misao lo beso y él le correspondió. Fue tan fugaz, sus labios tibios le confirmaron que no le pertenecía ese beso. Llego al cielo y al infierno en un solo segundo.
Misao: Aoshi-sama, Ai shiteru. En ese instante misao cayo rendida en los brazos de Soujiro, la tranquilidad se reflejaba en su rostro, su secreto más profundo revelado.
Lentamente la coloco en el futón, pero aún la fiebre no cedía; paso una hora del suceso del beso y misao sentía cada vez mas frió, Soujiro fue por más cobijas pero la noche lamentablemente se estaba poniendo muy fría.
Aoshi shinomori salió del Aioya por un momento, no entendía ese dolor tan desgarrador que brotaba de su pecho, le era difícil respirar dentro del Aioya, desde que misao desapareció todos la buscaban por todo el Japón a través de sus redes de información. Gracias a Hiko Seijuro se sabían algunas cosas, todos creían que misao fue raptada por esos ninjas y que estaba muy mal herida por los rastros de sangre. Aoshi busco a misao desesperado por tres días corridos, sin comer, sin dormir y sin descansar si no fuera por que okina le dijo que sería mejor buscarla en conjunto él estaría muerto. Nadie durmió más en el Aioya esperando alguna noticia de su okashira, la tensión en el ambiente se había vuelto costumbre en todos los omniwa Banshus.
Okina salió también del Aioya en búsqueda de shinomori al parecer le tenia noticias.
Okina: Aoshi, Saito regreso con noticias de los dos ninjas, dijo que eran parte de un grupo de traficantes de armas al parecer estas personas utilizaron la feria para movilizar las armas de un pueblo a otro vendiéndolas a ex-funcionarios del gobierno meiji para derrocar al gobierno, las armas provienen de América e Inglaterra, entraron al país como mercancía de entretenimiento.
Aoshi: ¿Dónde están los ninjas, se sabe algo de su paradero?.
Okina: Sí, Saito. Oye! Espera, no te precipites!.
Demasiado tarde, Aoshi se fue lo más rápido posible en búsqueda de Saito. Tenía que encontrarla ya, no soportaba la idea de que misao podría estar en peligro o algo peor.
Okina: Aoshi a demostrado muchas emociones juntas, su equilibrio y concentración están por el suelo, me pregunto cuando será el día en que él se descubra a sí mismo ante los demás.
Aoshi encontró a Saito junto con Cho justo cuando iban a partir, estaban fuera de la comisaría.
Saito: shinomori sabía que vendrías, es importante que encuentres a tu comadreja.
Aoshi: ¿Dónde están?. Ignorando el comentario de Hajime.
Saito: En el puerto, se van con la mercancía, se dieron cuenta que los teníamos en la mira y los compradores decidieron no comprar para que no se dieran cuenta quienes eran. Kuso!!.
Los tres y varios policías se dirigieron al puerto, cuando llegaron los traficantes estaban sorprendidos, todos sacaron sus armas y dispararon a los policías. El lobo utilizo sus técnicas acabando con varios de estos, Aoshi y Cho hacían lo mismo. Cuando llegaron al barco dos ninjas y un hombre muy corpulento salieron a recibirlos.
Yenki: increíble un exjuppongatana, un policía y el ex okashira de los omniwa Banshus, un placer mi nombre es Yenki. 2do en mando y miembro del grupo de los ninjas expatriados.
Aoshi: Yenki maldito, donde esta misao!!!.
Yenki: misao? Ah entiendo, la chica rebelde. Miro al otro ninja a los ojos.
Saki: si la recuerdo -dijo con ironía- sabes deberías enseñarle modales pero no te preocupes nosotros lo hicimos por ti.
Aoshi sudo frió, pensaba en lo peor, estaba inmóvil mirándolo fijamente esperando escuchar lo peor.
Koyu: me encanta domar chicas rebeldes. Jajajjaj.
Todos se dieron cuenta de lo que trataba de decir el libido comentario. Hasta Saito mostraba algo de incomodidad con el tema.
Saito: que le hicieron, contesten sino quieren que los mate aquí mismo.
Aoshi estaba en shock no podía ni hablar. El corazón de Aoshi se rompió en mil pedazos, el ser frío, calmado, paciente, había desaparecido.
Saki: en realidad nosotros no tenemos ni tiempo ni deseos de hablar con ustedes.
Yenki: tienes razón.
Ambos se miraron cínicamente, con sus manos hicieron un movimiento brusco y unas metralletas se escucharon por todo el lugar, Saito junto con Aoshi y Cho se movieron a la velocidad de la luz. Mientras éstos se movían para no ser alcanzados por las balas, los ninjas se escapaban del lugar, Aoshi pudo verlos e inmediatamente procedió a seguirlos pero Koyu le bloqueo el paso.
Koyu: si quieres alcanzarlos debes derrotarme a mí y a mi hermosa arma. Dicho esto saco una arma de fuego.
Koyu: sabes, es irónico, con esta misma arma le dispare a una linda chica rebelde, tu amiga y ahora a ti.
Aoshi se quedo mudo, bajo sus kodachis al suelo, su esperanza muerta, ya su vida había acabado, la única razón de existir, recordó su sonrisa llena de vida, de inocencia. No queria vivir más, pero primero.
Aoshi: ¿Dónde está su cuerpo?, Dímelo!!!. -grito desesperado-.
Koyu: pues no se, si no fuera por ese entrometido vagabundo espadachín, le hubiera regalado una hermosa bala dentro de su corazón, solo atine a un hombro, es una lastima, Me hubiera gustado disfrutarla un buen rato.
El hombre rió a carcajadas por lo dicho, pero de un momento a otro sus facciones pasaron de risa a dolor, la kodachi de Aoshi estaba introducida en su corazón y murió al instante. Los demás se acercaron, habían acabado con los pequeños problemas, tenían todo bajo control.
Saito: demonios shinomori, por que dejaste a esos ninjas escaparse.-dijo con enojo-
Aoshi: es muy extraño un "espadachín vagabundo". Cho: ¿a qué se refiere shinomori?.
Aoshi: antes de matarlo ese sujeto me dijo que un espadachín vagabundo la había ayudado, dudo mucho que kenshin este por estos lugares.
Cho: se me ocurre un nombre, sé que andaba por estos lugares últimamente, la ultima vez que lo vi, iba muy aprisa con ciertos alimentos por kyoto, claro se cuidaba mucho de no ser visto.
Saito: ¿ A quién te refieres Cho?. Dijo algo contrariado, encendiendo un cigarrillo.
Cho: pues a Seta Soujiro.
Aoshi: ¿sabes donde esta?.
Cho: si, te llevare, pero solo hasta medio camino, debo hacer muchas cosas, como puedes ver. Le dijo señalando todo el lugar.
El ex juppongatana lo condujo a las afueras de kyoto, al comienzo de una montaña.
Cho: hasta aquí te dejo shinomori, más adelante detrás de esas cuevas se encuentra una casa abandonada, allí se encuentra Soujiro.
Aoshi se condujo sólo hasta el lugar, estaba cansado, agotado, tenia rastros de sangre en su gabardina y en su kodachi. Mientras más caminaba una paz lo envolvía y a la vez una inseguridad insana se apoderaba de él. Muchas preguntas se debatían en su cabeza quizás cuando la encuentre las respuestas aparecerían. ¿Por qué Soujiro la tenía?, ¿Por qué no fue al Aioya?, ¿por qué no aviso donde estaba, y sola con Soujiro?.Esa última pregunta lo tenia en suspenso.
El sol salía con todas sus fuerzas, a pesar que fue una noche bastante fría y húmeda. Aoshi se aproximaba al lugar cada vez más y por fin la divisó, estaba entre unos arbustos bastante altos. Corrió lo más que pudo, su corazón latía a mil por hora, cuando llego observo la puerta, la abrió, entro. Lo primero que vio fueron algunos rollos de vendas y un futón el cual estaba arreglado, es como si no lo hubieran usado. Fue directo a la única habitación de la casa, abrió la puerta.
Aoshi: no puede ser, ¿por qué?. Susurro con un dejo de muerte en su voz, realmente ya estaba muerto.
Soujiro sintió una presencia abrió sus ojos, se levanto poco a poco del futón, no queria que misao se despertara fue un verdadero problema tratar de que se durmiera, solo se durmió cuando sintió el contacto de su cuerpo contra el de él. Así que compartieron juntos el futón, él la estrecho con sus brazos y la acerco a su pecho. Al parecer Aoshi los encontró en esa situación, pero él no se avergonzaba de ello.
Fin del cuarto capítulo, creo que es el más largo. Bueno!!!!! Como les quedo el ojo ^_^
El pobre de Aoshi tendrá que reaccionar algún día no creen!!. ¿Podrá Aoshi recuperarse de ese gran golpe?!!!, ¿Qué pasará con el dulce Soujiro y su nuevo amor imposible , o será posible?!!, nadie sabe.
Ya saben cualquier comentario; como desean que continúe la trama, alguna corrección, algún dato a charlenever@hotmail.com . "La Diosa Saiya".
¿Quieren un dato de la próxima?, no se los daré, esta vez me dirán con quien en este fic se quedara misao con el hombre de las nieves o con terrón de azúcar. Jejeje que mala soy. Por cierto el próximo capitulo se llamará: "la formula para crecer: un corazón destrozado"
"cuéntame el cuento "muéstrame un lado de tu corazón donde tú te alejas que todavía no grite que me amas queriendo más a otro". que no diga que por mí perderías la razón".
Ya estaba muy adentrada la noche, había dejado de llover, solo se escuchaban gritos de dolor provenientes de una jovencita la cual ardía en fiebre, Soujiro hacia lo que podía para mejorar su condición, la fiebre subió considerablemente, las compresas de agua fría quemaban su cuerpo al contacto. Pero lo peor de todo era que misao empezaba a delirar, decía muchas incoherencias.
Soujiro se estaba impacientando, sufría junto con ella, y no sabia por que. Misao se estaba convirtiendo en algo importante en su vida y mucho más fuerte que cualquier pensamiento sobre como deben ser sus actos. Para él cuidarla durante esos cinco días había sido un placer.había despertado emociones tan cálidas y ocultas que él jamás podría descifrar, por ella daría la vida una y otra vez, protegerla siempre. Se asustaba de estos nuevos sentimientos su inocencia, su dulzura, su fragilidad lo habían hipnotizado.
Misao: no!!!!, Ai shiteru!!!, Ai shiteru!!!, Dímelo ahora. Misao deliraba, abrazando a Soujiro mientras decía esas palabras.
Misao deliraba y estaba incontrolable, el joven hacía lo que podía por controlarla, por un momento la okashira abrió sus ojos, estaban nublados, pequeñas lagrimas corrían por sus mejillas. Soujiro la miro, atrapado estaba dentro de esos ojos oceánicos que tanto adoraba.
En ese preciso instante misao lo beso y él le correspondió. Fue tan fugaz, sus labios tibios le confirmaron que no le pertenecía ese beso. Llego al cielo y al infierno en un solo segundo.
Misao: Aoshi-sama, Ai shiteru. En ese instante misao cayo rendida en los brazos de Soujiro, la tranquilidad se reflejaba en su rostro, su secreto más profundo revelado.
Lentamente la coloco en el futón, pero aún la fiebre no cedía; paso una hora del suceso del beso y misao sentía cada vez mas frió, Soujiro fue por más cobijas pero la noche lamentablemente se estaba poniendo muy fría.
Aoshi shinomori salió del Aioya por un momento, no entendía ese dolor tan desgarrador que brotaba de su pecho, le era difícil respirar dentro del Aioya, desde que misao desapareció todos la buscaban por todo el Japón a través de sus redes de información. Gracias a Hiko Seijuro se sabían algunas cosas, todos creían que misao fue raptada por esos ninjas y que estaba muy mal herida por los rastros de sangre. Aoshi busco a misao desesperado por tres días corridos, sin comer, sin dormir y sin descansar si no fuera por que okina le dijo que sería mejor buscarla en conjunto él estaría muerto. Nadie durmió más en el Aioya esperando alguna noticia de su okashira, la tensión en el ambiente se había vuelto costumbre en todos los omniwa Banshus.
Okina salió también del Aioya en búsqueda de shinomori al parecer le tenia noticias.
Okina: Aoshi, Saito regreso con noticias de los dos ninjas, dijo que eran parte de un grupo de traficantes de armas al parecer estas personas utilizaron la feria para movilizar las armas de un pueblo a otro vendiéndolas a ex-funcionarios del gobierno meiji para derrocar al gobierno, las armas provienen de América e Inglaterra, entraron al país como mercancía de entretenimiento.
Aoshi: ¿Dónde están los ninjas, se sabe algo de su paradero?.
Okina: Sí, Saito. Oye! Espera, no te precipites!.
Demasiado tarde, Aoshi se fue lo más rápido posible en búsqueda de Saito. Tenía que encontrarla ya, no soportaba la idea de que misao podría estar en peligro o algo peor.
Okina: Aoshi a demostrado muchas emociones juntas, su equilibrio y concentración están por el suelo, me pregunto cuando será el día en que él se descubra a sí mismo ante los demás.
Aoshi encontró a Saito junto con Cho justo cuando iban a partir, estaban fuera de la comisaría.
Saito: shinomori sabía que vendrías, es importante que encuentres a tu comadreja.
Aoshi: ¿Dónde están?. Ignorando el comentario de Hajime.
Saito: En el puerto, se van con la mercancía, se dieron cuenta que los teníamos en la mira y los compradores decidieron no comprar para que no se dieran cuenta quienes eran. Kuso!!.
Los tres y varios policías se dirigieron al puerto, cuando llegaron los traficantes estaban sorprendidos, todos sacaron sus armas y dispararon a los policías. El lobo utilizo sus técnicas acabando con varios de estos, Aoshi y Cho hacían lo mismo. Cuando llegaron al barco dos ninjas y un hombre muy corpulento salieron a recibirlos.
Yenki: increíble un exjuppongatana, un policía y el ex okashira de los omniwa Banshus, un placer mi nombre es Yenki. 2do en mando y miembro del grupo de los ninjas expatriados.
Aoshi: Yenki maldito, donde esta misao!!!.
Yenki: misao? Ah entiendo, la chica rebelde. Miro al otro ninja a los ojos.
Saki: si la recuerdo -dijo con ironía- sabes deberías enseñarle modales pero no te preocupes nosotros lo hicimos por ti.
Aoshi sudo frió, pensaba en lo peor, estaba inmóvil mirándolo fijamente esperando escuchar lo peor.
Koyu: me encanta domar chicas rebeldes. Jajajjaj.
Todos se dieron cuenta de lo que trataba de decir el libido comentario. Hasta Saito mostraba algo de incomodidad con el tema.
Saito: que le hicieron, contesten sino quieren que los mate aquí mismo.
Aoshi estaba en shock no podía ni hablar. El corazón de Aoshi se rompió en mil pedazos, el ser frío, calmado, paciente, había desaparecido.
Saki: en realidad nosotros no tenemos ni tiempo ni deseos de hablar con ustedes.
Yenki: tienes razón.
Ambos se miraron cínicamente, con sus manos hicieron un movimiento brusco y unas metralletas se escucharon por todo el lugar, Saito junto con Aoshi y Cho se movieron a la velocidad de la luz. Mientras éstos se movían para no ser alcanzados por las balas, los ninjas se escapaban del lugar, Aoshi pudo verlos e inmediatamente procedió a seguirlos pero Koyu le bloqueo el paso.
Koyu: si quieres alcanzarlos debes derrotarme a mí y a mi hermosa arma. Dicho esto saco una arma de fuego.
Koyu: sabes, es irónico, con esta misma arma le dispare a una linda chica rebelde, tu amiga y ahora a ti.
Aoshi se quedo mudo, bajo sus kodachis al suelo, su esperanza muerta, ya su vida había acabado, la única razón de existir, recordó su sonrisa llena de vida, de inocencia. No queria vivir más, pero primero.
Aoshi: ¿Dónde está su cuerpo?, Dímelo!!!. -grito desesperado-.
Koyu: pues no se, si no fuera por ese entrometido vagabundo espadachín, le hubiera regalado una hermosa bala dentro de su corazón, solo atine a un hombro, es una lastima, Me hubiera gustado disfrutarla un buen rato.
El hombre rió a carcajadas por lo dicho, pero de un momento a otro sus facciones pasaron de risa a dolor, la kodachi de Aoshi estaba introducida en su corazón y murió al instante. Los demás se acercaron, habían acabado con los pequeños problemas, tenían todo bajo control.
Saito: demonios shinomori, por que dejaste a esos ninjas escaparse.-dijo con enojo-
Aoshi: es muy extraño un "espadachín vagabundo". Cho: ¿a qué se refiere shinomori?.
Aoshi: antes de matarlo ese sujeto me dijo que un espadachín vagabundo la había ayudado, dudo mucho que kenshin este por estos lugares.
Cho: se me ocurre un nombre, sé que andaba por estos lugares últimamente, la ultima vez que lo vi, iba muy aprisa con ciertos alimentos por kyoto, claro se cuidaba mucho de no ser visto.
Saito: ¿ A quién te refieres Cho?. Dijo algo contrariado, encendiendo un cigarrillo.
Cho: pues a Seta Soujiro.
Aoshi: ¿sabes donde esta?.
Cho: si, te llevare, pero solo hasta medio camino, debo hacer muchas cosas, como puedes ver. Le dijo señalando todo el lugar.
El ex juppongatana lo condujo a las afueras de kyoto, al comienzo de una montaña.
Cho: hasta aquí te dejo shinomori, más adelante detrás de esas cuevas se encuentra una casa abandonada, allí se encuentra Soujiro.
Aoshi se condujo sólo hasta el lugar, estaba cansado, agotado, tenia rastros de sangre en su gabardina y en su kodachi. Mientras más caminaba una paz lo envolvía y a la vez una inseguridad insana se apoderaba de él. Muchas preguntas se debatían en su cabeza quizás cuando la encuentre las respuestas aparecerían. ¿Por qué Soujiro la tenía?, ¿Por qué no fue al Aioya?, ¿por qué no aviso donde estaba, y sola con Soujiro?.Esa última pregunta lo tenia en suspenso.
El sol salía con todas sus fuerzas, a pesar que fue una noche bastante fría y húmeda. Aoshi se aproximaba al lugar cada vez más y por fin la divisó, estaba entre unos arbustos bastante altos. Corrió lo más que pudo, su corazón latía a mil por hora, cuando llego observo la puerta, la abrió, entro. Lo primero que vio fueron algunos rollos de vendas y un futón el cual estaba arreglado, es como si no lo hubieran usado. Fue directo a la única habitación de la casa, abrió la puerta.
Aoshi: no puede ser, ¿por qué?. Susurro con un dejo de muerte en su voz, realmente ya estaba muerto.
Soujiro sintió una presencia abrió sus ojos, se levanto poco a poco del futón, no queria que misao se despertara fue un verdadero problema tratar de que se durmiera, solo se durmió cuando sintió el contacto de su cuerpo contra el de él. Así que compartieron juntos el futón, él la estrecho con sus brazos y la acerco a su pecho. Al parecer Aoshi los encontró en esa situación, pero él no se avergonzaba de ello.
Fin del cuarto capítulo, creo que es el más largo. Bueno!!!!! Como les quedo el ojo ^_^
El pobre de Aoshi tendrá que reaccionar algún día no creen!!. ¿Podrá Aoshi recuperarse de ese gran golpe?!!!, ¿Qué pasará con el dulce Soujiro y su nuevo amor imposible , o será posible?!!, nadie sabe.
Ya saben cualquier comentario; como desean que continúe la trama, alguna corrección, algún dato a charlenever@hotmail.com . "La Diosa Saiya".
¿Quieren un dato de la próxima?, no se los daré, esta vez me dirán con quien en este fic se quedara misao con el hombre de las nieves o con terrón de azúcar. Jejeje que mala soy. Por cierto el próximo capitulo se llamará: "la formula para crecer: un corazón destrozado"
