Hola mis amores. Espero que la estén pasando bastante bien. En mi país ya llega una de las épocas más alegres y vivas que se celebran ¡Día de muertos! Y ¡Halloween! Entonces, como nuestras páginas hermanas realizan la convocatoria a los fickers sobre historias de miedo aquí les traigo una muy chiquita y que espero les guste, muchas gracias por leerme y acompañarme, les comento que muy pronto tendrán la última entrega de "LAS AVENTURAS DEL CABALLO SALVAJE Y EL DRAGÓN DE FUEGO", ya estamos por terminar, agradezco mucho a mis Betas mi Vane preciosa y mi Tía hermosa, chula, bella y divina Juany Nodoka, porque me animó a subir precisamente hoy esta historia. Tía te amo, muchas gracias.

Y bueno, Ranma no me pertenece y esta historia es solamente para entretener.

Este one shot está basado en un capítulo viejísimo de una serie en blanco y negro que se llama "Cuentos para no dormir" así que solo lo adapté a nuestros personajes.

OBSEQUIO.

Hoy cumplo cuarenta y cinco, y hoy, es precisamente el día en que voy a asesinar a mi esposa.

La odio.

Muchos al verla podrían tildarme de un maldito loco, ella es preciosa aún, a pesar de los años en los que ha entrado sigue siendo hermosa, tiene enormes y definidas curvas que solo moldean un trasero firme y trabajado por todo el ejercicio que las artes marciales le han proporcionado. En serio es preciosa. Ese no es el problema, sino que equivocadamente pensé que podría amarme tanto como yo a ella, sé que en un principio no estaba enamorada de mí, sino de otro hombre, otro con el que no podía competir y a pesar de eso me empeñe en ganar su amor con toda la confianza en la añorante esperanza de hacerla sentir algo mucho más grande por mí que lo que sintió por él.

Traté, intenté, de verdad lo intenté, pero nunca fue suficiente para ella, nunca fui el hombre de la trenza que se casó con alguien que al juicio de mi esposa no era nada comparada con el exuberante cuerpo de mi mujer.

Ya saben, crecimos en un barrio pequeño y porque la vida me odia conocí a Shampoo siendo niños, era la nenita más hermosa que había visto en mi vida con sus chonguitos en la cabeza, con sus trajecitos chinos que tiempo después se convirtieron en vestidos entallados que volvían loco a cualquiera.

Pero no a él. No a Ranma.

Cuando llegó de Yusenkio a sus 16 años y proveniente de una familia acomodada simplemente por un maldito neumático roto del costoso automóvil de su padre que se quedó frente al dojo de los Tendo y al pedir ayuda encontró a la única mujer que ha amado en todo el mundo y que en esta vida jamás podrá superar; siendo la menor de las niñas de Shoun la que lo dejaría sin aliento ni por un segundo pasó por mi cabeza que ese acto que creía tan aislado y tan alejado marcaría mi destino para siempre.

Les explico. Akane poseía una belleza muy extraña, la posee aún, no era exuberante, hasta en eso era sencilla y tiene los ojos de un color ordinario, muy por el contrario de mi esposa que son de un exótico color violeta, pero que nunca pudieron competir con el chocolate de los ojos de Akane. Y no pudieron hacerlo porque la niña Tendo en ese entonces tenía la dulzura y sensualidad al mismo tiempo grabada en el rostro, además de eso, Tendo (Ahora la señora Saotome) era como una brisa fresca de verano, como el hogar tibio en invierno y de una personalidad tan vivaz y quemante como un sol de primavera, era todo eso junto, pero lo que más conquistaba de ella fue su completa bondad.

Todos la amaban por ser genuina, era una guerrera de pies a cabeza pero una amiga formidable, cuando te sonreía era como si el mundo dejara de ser malo por solo un efímero segundo en que la bondad, la silenciosa bondad que hay en este universo brillara por la sonrisa de Akane Tendo.

Mientras desayuno con esta mujer que pronto va a ser un cadáver y que me dice emocionada que saldremos a cenar esta noche, como todos los malditos años para variar, me pongo a pensar que tal vez debí enamorarme de Akane en algún punto del que nunca me di cuenta. Esa gentileza que salía por todo su delicado y pequeño ser fue suficiente para ganar mi corazón, lo reflexiono hasta este punto y a estas alturas de mi vida porque Shampoo solo fue esa calentura juvenil y creciente por el hecho de ser una mujer deseada por muchos, ella representaba esa lujuria por tener a la jovencita más sensual conocida en Nerima.

Supongo que fue por eso que cuando Saotome llegó a estudiar a este barrio, y todas las niñas del Instituto lo vieron incluida mi ahora esposa desató una oleada de deseos femeninos bastante extremos no solo por las futuras novias sino por las madres de éstas que veían en él al yerno perfecto, guapo con sus ojos azules y la piel tostada, de cabello negro y ondulante en esa trenza y sobre todo, adinerado.

En fin, recuerdo que en Nerima nadie entendió cómo un chico que podía permitirse estudiar en las escuelas más caras y prestigiosas de todo el mundo estaba ahí en ese pueblo, algo que sí se supo varios años después y por la anécdota que recuerdo con toda nitidez y que contó el padre de Ranma el día de su boda:

"Nunca vi a un jovencito tan locamente prendado de una chica. Cuando llegamos a nuestro hogar después de haberla conocido, Ranma se fue corriendo al Instituto en el que estudiaba y se puso a gritar como un loco que necesitaba su baja definitiva, lo alcancé y le dejé entrever que era domingo y nadie estaba ahí, mi muchacho perdió la noción de todo por la bellísima Akane. Y como su padre, hice lo que haría cualquiera, lo hice enfadar con razones y me retó a un duelo a muerte… Sí, ahora suena muy gracioso pero créanme cuando les digo que en el mundo no hay fuerza que iguale a un mocoso enamorado.

Así que llegamos a un acuerdo. Él trataría de ganar el corazón de Akane Tendo en un año y si no lo lograba, se iría a estudiar a Boston y se olvidaría de sus locuras y para los que no conocen el resto de la historia se las revelaré: Akane lo rechazó por completo.

Ese año por un desafortunado comentario Akane pensó que Ranma la deslumbraría con regalos costosos y… Ahora que lo pienso bien, sí hay una fuerza que iguale y que inclusive sobrepase la de un hombre enamorado y hasta las llamas mismas del infierno y es la de una mujer enojada. El año transcurrió y no lo logró, cumplió su palabra y Boston lo recibió, pero siempre que podía regresaba solo a verla, a buscarla por esa necesidad de estar a su lado y Ranma tendría qué luchar hasta con un príncipe de China por su Akane. Mi hermosa nuera comprendió que Ranma de verdad la amaba y ahora, la lucha por estar juntos era de ambos. Akane siempre apoyó los sueños de mi hijo impulsando también los suyos propios, y hoy… hoy estamos aquí, celebrando que han formado su propio hogar y ahora, este viejo, solo les pide que cuando tengan hijos, me permitan malcriarlos de vez en cuando aunque yo tenga que viajar a Bélgica para poder visitarlos. Por favor, no nos dejen tan solos.

Les pido que levanten sus copas por ellos…"

Recordar ese día me pone triste por alguna razón.

Antes de esa memorable boda y en específico cuando Saotome llegó, Shampoo como todas comenzaron a cazarlo, siempre sin resultados y poco a poco el odio de mi esposa hacia la linda Akane creció sin medidas, comenzó a atacarla no solo con palabras, sino también con acciones, algo que Saotome nunca olvidaría ni permitiría, y un día en el que la dejó herida por atacarla entre diez, Ranma olvidó todo, días después Shampoo recibió lo mismo y según el doctor del pueblo fue eso lo que la dejó estéril para siempre. No culpo a Ranma, él tenía razón al mandarla golpear, Shampoo traspasó los límites e hizo enojar a un hombre que se convierte en una tempestad cuando se trata de Tendo, lo difícil fue que el padre de Ranma contrató para el trabajo a las Daimonji, unas ancianitas que parecen frágiles pero que en ningún momento lo son.

Al enterarse las viejecitas de lo que le habían hecho a Akane enloquecieron, la pobre de Shampoo no tuvo oportunidad porque las mujeres Daimonji fueron las mentoras de la madre de Akane. Por lo que supe, el trabajo lo harían gratis, pero a Genma Saotome no le gusta deberle nada a nadie y les dio una muy generosa cantidad, el regalo de ellas para mi esposa fue esa esterilidad algo con lo que ha cargado toda la vida, nunca podrá tener descendencia. Y digo nunca podrá porque yo sin duda sí la tendré, cuando la mate me iré a alguna hermosa playa del caribe y conoceré a una mujer que me respete como hombre y la llenaré de todos los hijos que no pude tener con la otra.

Aunque quiero aclarar que la culpa de esta situación siempre ha sido mía. Ella dice que el que no puede tener hijos soy yo, que no soy un hombre y no sirvo para nada, ni siquiera para tener hijos no como Ranma, él y Akane han formado una familia pequeña pero es algo que yo no puedo tener. Cree equivocadamente que no sé lo que le hicieron, piensa que soy un estúpido pero eso se acabó.

Hoy se termina.

Hoy llega a su fin este matrimonio horrible en el que la esposa aceptó casarse conmigo, con el pobre maestro de primaria de Nerima, que siempre amé a los pequeños y adoro mi profesión pero no puedo permitirme tantos lujos como los que me exige esa estúpida, y cuando lo intentamos y logramos el embarazo más valioso de este mundo un aborto espontáneo lo mandó todo al carajo y ahí fue que me rendí y seguí mi vida mediocre, pero ahora estoy aburrido de todo esto, mi esposa me engaña cada que puede, gasta excesivamente mi dinero, estoy solo y no tengo amigos, y estoy cansado de este matrimonio en el que la idiota me preguntó qué regalarme de cumpleaños porque a estas alturas no sabe ni siquiera lo que me gusta, en esta horrible vida en la que a ella ni siquiera le pareció extraño que le pidiera una maleta de viaje porque ya tengo todo listo: El dinero que logré recuperar vendiendo toda su herencia y el restaurante de su familia ya ni siquiera está en Japón. Sino en un banco que nadie conoce y mis boletos para huir al caribe están ahora en esa maleta que me regaló y que descansa en la cajuela de mi pobre auto usado.

Hoy mi esposa va a morir y sí, va a morir.

La veo cenando una tremenda langosta que hasta me parece sumamente vulgar y asquerosa.

Sonríe y coquetea con el mesero haciéndole insinuaciones de ir al baño mientras me hago el estúpido porque voy a disfrutar mucho cuando la vea fría hoy.

Aunque ni siquiera tendré el tiempo de verla.

La mataré rápido y me iré.

Averigüé y todos los vecinos salieron de fin de semana, hoy es sábado y van a encontrarla hasta el lunes o el domingo en la noche, el velador no se encuentra, le di dinero para tomarse todo el tiempo libre diciéndole que haré locuras con mi esposa, él solo río cómplice pensando en sexo cuando yo pensaba en muerte.

Me siento cada vez más nervioso, corté la luz de los pasillos del edificio en el que vivimos para que las cámaras no puedan grabarnos, son baratas y no enfocan en la oscuridad, aunque de todos modos, yo seré el sospechoso número uno de la policía y al que van a buscar, la verdad, ni siquiera me importa dejar huellas, estaré lejos, muy lejos de la justicia y he planeada todo con tanto cuidado que nunca me encontrarán.

Estaciono el auto como siempre, le abro la puerta para que pueda bajar y vemos todo el edificio a oscuras, ella piensa que tal vez hay un fallo en la electricidad porque no puede ver nada y como siempre, se queja de todo, está molesta y eso me agrada, solo resuenan sus altos tacones mientras el brillo de la hoja del cuchillo la saluda por la espalda.

Me pide las llaves del departamento y le digo que no las tengo que tiene que buscarlas en su bolso y abrir, me mantengo detrás de ella, siempre detrás, ya estoy decidido, va a morir.

Busca las llaves y lo hace aún más molesta porque no ve nada y su bolso es un universo de cosas estúpidas e inútiles, creo que el imbécil del mesero no la dejó contenta. Y es entonces cuando paso mi antebrazo por delante de su cuello en un rápido movimiento y comienzo a apuñalarla, instintivamente intenta gritar pero meto mi puño fuerte en su boca, me muerde pero lo resisto y meto y saco el cuchillo de manera frenética en su cuerpo que comienza empaparse de líquido caliente.

Lo disfruto tanto, me siento tan pleno cuando siento su cuerpo lánguido desvanecerse y caer pesadamente en el piso frío del pasillo, ya no se mueve, ya no hay reclamos ni faltas en mi dinero, soy libre ahora.

Saco las llaves de mi bolsillo, tengo muy poco tiempo para meter el cadáver, lavarme y ponerme ropa limpia y simple, tengo que cortar mi cabello y salir huyendo lo más rápido que pueda, estúpida Shampoo, subió de peso y es difícil moverla.

Abro la puerta y es entonces cuando mi sangre se vuelve hielo y caigo presa de la sospecha tardía de que me iré al infierno con esa mujer recién muerta pues mi mano ensangrentada se ilumina en el interior de mi departamento y escucho las fuertes voces de personas conocidas gritando clara y alegremente

¡Sorpresa!

¡Muchas gracias por leer!

¡FELICES SUSTOS!