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NOTA IMPORTANTE: Este capitulo es más largo, como ya se abran dado cuenta, les recomiendo que lo lean de poco a poco no se lo echen todo de un jalón, y si quieren saltarse algunas partes háganlo, pero les advierto que se perderán lo mas triste, si eso es lo que quieren háganlo.
NOTA IMPORTANTE DOS: Si realmente lo crees necesario, te recomiendo que traigas un pañuelo, pro que estaba súper deprimida cuando hice este capitulo, y si quieres ver cuando, no te pierdas ni un solo párrafo y veras.
NOTA IMPORTANTE TRES: No acepto mas reclamos, yo no los obligo a leer
Gracias por su atención Mimi Kinomoto The Wicked
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¿Por qué lloras, Hermione?
Hermione, como ya era costumbre de ella, lloraba amargamente, con las manos en sus oídos, como odiaba estar llorando la mayor parte del tiempo, pero no podía dejar de hacerlo, se sentía tan miserable, tan estúpida. Algunas veces pensaba donde se había ido la dulce Hermione, la que era compresiva con sus amigos, la que sonreía por todo, la que se peleaba con Ron por cosas sin importancia, la que le ayudaba a Harry cuando no entendía, por que no podía tener un giratiempo y regresar al pasado y advertirse que no se hiciera novia de Harry, que ignorara a Draco. Pero no, no existía ningún giratiempo que hiciera eso.
Hermione miro a su alrededor, con lagrimas que empañaban su vista, estaba sola, una sonrisa amarga paso por su rostro, con sus amigos nunca estaba sola, todo era diferente. Tal vez debería reconsiderar la propuesta del joven Malfoy, no era que lo amara, pero...tal vez no se sentiría peor.....al menos por una parte. Se quito las lagrimas del rostro con su túnica, no podía seguir así, debería ver a Harry, aun que eso le destrozara el alma. Con paso lento pero decido se fue a la enfermería, tenía que verlo, aun que fuera en esas condiciones.
Al llegar a la enfermería, abrió la puerta con nerviosismo, la enfermera estaba en una cama sollozando débilmente, intento ignorarla y hacerse la fuerte, como que no le pasaba nada. Ya se encontraba enfrente de la habitación donde descansaba Harry, aun al tocar la perilla, se sentía caliente. Sin darle una gran importancia, entro sigilosamente al cuarto, donde algunos rayos del sol entraban por las cortinas semi cerradas. En el centro se encontraba una mesita, donde estaban algunas medicinas, un termómetro bastante extraño, los lentes y el giratiempo de Harry.
Casi a lado de aquella mesa, se encontraba una cama individual, donde dormía un joven realmente apuesto, con una cicatriz en su frente en forma de rayo, cubierto por unas sabanas blancas que lo tapaban a la mitad de su espalda, sus manos descansaban en su pecho. El joven Potter se veía como todo un ángel dormido, Hermione sonrió y se acerco lentamente, intentando hacer el menos ruido posible, al estar a lado de Harry, con su mano derecha acaricio el cabello del joven.
Cuanto amaba a ese hombre, pero....no podían estar juntos, aun que los dos se querían, no podían vivir juntos, el destino los separaba. La vista de Hermione se hizo borrosa, las lagrimas llenaron sus ojos y querían salir de ahí, pero la joven Granger hizo todo lo posible por dejarlas en donde estaban. Dio un leve suspiro, se agacho y beso la frente del joven Potter, el cual solo dio un gemido y cambio la posición de su rostro.
Hermione sonrió, que cruel era la vida, y aun que él pudiera salvarse, ella no lo merecía, no merecía su amor, su cariño, su comprensión, su angustia, su preocupación, ella no merecía nada de lo que él pudiera ofrecerle, por que sería demasiado para ella, para lo que ella merecía. Volvió a suspirar, ¿por qué tuvieron que crecer? ¿No pudieron quedarse como estaban? Harry se volvió a mover, pero esta vez dijo "Hermione" entre sueños, mientras se le dibujaba una sonrisa. Hermione no pudo retener las lagrimas que bajaban por su rostro. Era tan doloroso
-Perdóname-dijo ella mientras se acercaba al rostro de Harry-No quería que todo acabara así, no fue mi intención, pero quiero que sepas, que pase lo que pase, estaré con tigo, apoyándote-
Hermione beso la mejilla cálida del joven y se salió corriendo de la habitación, con sus manos tapando su cara, salió de la enfermería ignorando a Ron cuando le preguntó que le pasaba, siguió llorando, subió las escaleras de mármol, se fue a los baños descompuestos del segundo piso, ignoro nuevamente el letrero de No funciona y entro, abrió una puerta, y se sentó en el retrete. No podía soportar verlo así, que se había ganado Harry para tener ese destino tan cruel. No quería saber nada, solo quería llorar, sin que nadie la interrumpiera.
***
Draco miraba a todos lados preocupado, ignoro todas las miradas indiscretas que le daban y los murmullos que lo acompañan a todos lados, sus guardaespaldas miraban como idiotas a todos lados, como si quisieran encontrar lo que Malfoy estaba buscando, aun que no tuvieran la más remota idea de lo que buscaban.
Draco suspiro levemente, y comenzó a caminar mirando a cada rincón, seguido muy de cerca por Crabbe y Goyle, ignorando todo, Malfoy se metió a cada salón, buscando en todos lados, sin importarle nada. Al poco tiempo se rindió y se salió del castillo, al estar afuera, una brisa fría golpeo suavemente sus mejillas, congelándolas y poniéndolas ligeramente rosas. Suspiro levemente, ya llevaba toda la mañana sin verla, ¿es que acaso se puso a pensar tanto que ya no sabe que decir? ¿O solo se avergüenza de verlo ahora? o tal vez....estaba con el maldito Potter en su habitación asignada en la enfermería.
Una ola de envidia y odio le invadió a todo su cuerpo, como le hacía hervir la sangre cada vez que ella estaba a su lado, pero.....una sonrisa apareció en su rostro, ¿por que se enojaba? Él ya le había ganado a Hermione, es mas, él fue quien le había quitado la virginidad a la joven, y ahora estaban a un paso de convertirse en marido y mujer, miro a todos lados. Estaba solo (con Crabbe y Goyle detrás de él) suspiro levemente, por alguna razón se sintió angustiado, pensó en la posibilidad de que Hermione lo rechazara.
-Oigan-dijo volteándose a ver a sus amigos-¿Ustedes creen que Hermione me rechace?-
-No-se limitó a decir Goyle
-¿Quién rechazaría a un Malfoy?-preguntó Crabbe no muy seguro
-Tienen razón-dijo Draco caminando hacía el castillo-Tenemos Transformaciones, eso no se ha cancelado aun-
Los tres se regresaron al castillo, solo para recibir mas señalaciones y burlas, aun que todas iban dirigidas a Draco, Crabbe y Goyle amenazaban a media escuela masajeando sus nudillos y mirando a los alumnos desafiantemente
-'No tendrán mucho cerebro, pero son mis únicos amigos'-pensó el joven Draco mientras miraba a Crabbe amenazar a un chico de Ravenclaw
***
Sirius miraba a su ahijado con una gran tristeza, Hermione ya se había ido a su clase de Aritmacia cuando Sirius entro para avisarle, con su mano acaricio el cabello revuelto del joven Potter. Tomo un banco cerca y se sentó a lado de la cama, nunca se había sentido así, solo una vez se sintió de esa manera, y eso fue en la noche que murió su mejor amigo, su compadre, pero sobre todo, su hermano: James Potter
Sirius sonrió al recordar lo último que le dijo, había sido hacía dos días antes de la noche de la catástrofe, no podría olvidarlo nunca: "Sabes Sirius, eres mas que mi amigo, eres mi hermano, gracias por todas las molestias que te tomas, algún día te lo pagare" al día siguiente le había enviado un pastel de broma y otro de verdad, su amigo era muy especial para él. Borro su sonrisa cuando Harry tosió un poco entre sueños. ¿Y ahora que iba a pasar? Harry era el último Potter, el ultimo recuerdo de James, lo único a lo que él cuidaba.
Harry era la razón por él cual el nunca se había rendido, por él (Harry) vivió en Azkaban, se escondió y movió cielo mar y tierra para que su nombre quedara limpió y lo pudiera cuidar mejor, su único tesoro se estaba alejando poco a poco de él. Suspiro fuertemente, no quería llorar, la última vez que lo había hecho fue por la muerte de su amigo, esa fue la primera y última vez, eso fue lo que se prometió a su mismo y a James.
Suspiro otra vez, cerrando los ojos y tomando la mano de Harry, era realmente difícil detener las lagrimas que se acumulaban en sus ojos, ya que Harry había sido muy importante para él, gracias a él había sonreído después de 13 años de estar en Azkaban, había olvidado todo lo que le causaba dolor, para dejar los recuerdos hermosos que paso con sus amigos. Por alguna razón recordó a Remus, no estaba seguro de por que, pero deseo que él estuviera a su lado, abrazándolo para que se sintiera mejor, él había sido (después de James) el único que lo hacia sentir fuerte, que le recordaba que no estaba solo. Una sonrisa amarga, después de ellos dos (James y Remus) llegó Harry, con su inocente sonrisa, su peculiar temperamento, su sonrisa.
Era una lastima que sus ojos eran los de Lily, la esposa de su mejor amigo, y no los de James, pero como él siempre decía, ya bastaba suficiente con que él pequeño se pareciera a él, si no todos pensarían que él que lo cargo por nueve meses en la panza y no Lily. Sonrió nuevamente, James decía eso cada vez que lo iban a visitar, siempre con una sonrisa y sacándole bromas a su esposa, la cual no podía gritarle por que tenía en brazos a su hijo.
-Es sorprendente-dijo Sirius mirando a Harry dormido-Que te parezcas tanto a él-le acaricio el cabello-Siempre creí que te vería casado, Ron siendo el padrino de bodas, después me imagine como sería tu hijo, estoy seguro que sacaría tus ojos, pero.....nunca pensé que te fueras antes que yo-
Sirius suspiro fuertemente, no se preocupaba por despertar a Harry, ya que la enfermera le había dicho que estaba durmiendo profundamente, y que solo sería un milagro despertarlo, se sintió vació de repente, un hueco en el estomago y una pulsada en el corazón, lo mismo sintió cuando James se lo dijo, cuando le dijo que era novio de Lily Evans, ¿como podría olvidar eso? Ese día, una hermosa mañana, estaban en el Gran Comedor, ya no eran unos niños, ya estaba en su penúltimo año en Hogwarts, solo les faltaba un trimestre, vacaciones y llegar a su ultimo año en Hogwarts. Remus y él platicaban sobre la broma que le había hecho a Snape, aun que Remus no estaba muy de acuerdo con la broma, por poco lo hubiera matado. En eso entraron James y Lily, ambos nerviosos, pero felices, se sentaron en su habitual lugar y comenzaron a comer tranquilamente, cuando iban a la mitad, James les dijo que necesitaba lago importante que decirles, y lo soltó todo de un jalón: "Solo quiero decirles algo que es importante para mí y para Lily (suspiro) ella y yo somos pareja"
Como era de esperarse, Remus y él no tuvieron una reacción favorable, Remus se quedo perplejo, y no movió un músculo durante unos segundos, y él.....bueno, le había escupido todo el jugo de calabaza a James, pero eso fue su culpa, como se atrevía a decirles eso de golpe y sobre todo cuando el tomaba su jugo tranquilamente, después de ese momento de perplejidad, Remus estuvo de acuerdo con la relación y después de unos días, él también se puso de acuerdo con aquella esporádica relación.
-Sabes una cosa?-le dijo susurrando-Siempre envidie a tu madre, ella hizo mucho más feliz a tu padre que yo mismo, eso me hizo sentir mal, pero cuando naciste.....mi forma de pensar cambió por completo-
Una sonrisita vaga paso por su rostro, recordó como fue cuando Remus y él conocieron a Harry, había pasado un 2 años desde que Lily y James se casaron, Remus y él había decidió vivir juntos en un departamento, algo así como pareja, pero ponía de excusa que era para dividirse los gastos de una casa, pero en fin, Remus había llegado con una invitación de James para que lo visitáramos, dijo que quería presentarnos a alguien muy especial.
Nos quedábamos de ver en Hogwarts, y como pronto iniciarían las clases hay, no vimos nada de malo en ir con los alumnos que entraban en el Adén 9 ¾ . Cuando finalmente llegó él día, los dos se fueron temprano y llegaron al Adén sin ser vistos por muggles, se asombraron al ver cuantos niños y adolescentes que iban con sus baúles y lechuzas, el bullicio y la alegría de todos estaba en todo rincón, algunos alumnos nerviosos y otros felices para que ya empiecen los partidos de quiddich, sin importarles mucho los alumnos que los veían confundidos, entraron al expreso y se sentaron en uno de los vagones de atrás.
Esperaban pacientemente mientas el expreso daba todo el recorrido hacia la escuela de Hogwarts, después de un largo viaje, salieron y se fueron en las balsas, donde estaban los de primer año asustados y nerviosos. Cuando llegaron al castillo solo se dedicaron a buscar a sus viejos compañeros de clase. Después de estar buscándolos por mas de 2 horas, los encontraron hablando en el aula donde impartían la clase de Transformaciones.
Al encontrarse, James lo había recibido con un caluroso abrazo, mientas que Lily solo se limitó a sonreírles, ya que traía algo en los brazos que no le permitía moverse con mucho libertad, después de 10 minutos de hablar, Remus preguntó quien era la persona que quería presentar, James solo sonrió y pidió a Lily que se acercara, traía una cobija blanca.
Remus y él la habían visto con curiosidad, pero cuando se movió se alarmaron, James solo sonrió mas y Lily destapo lo que traía, para dejar ver a un dulce bebe de unos 8 meses, con el cabello negro, y los ojos verde-esmeralda, era el hijo de Lily y James. El estaba que no se lo creía, se sintió mal y cohibido, pero cuando cargo al pequeño Harry, se sintió diferente.
El niño en sus brazos lo miro como él lo miraba, parecía un juego de miradas, al principio no sabía ni que, pero después de un rato, el niño le sonrió, saco una de sus manitas e intentó tocar a Sirius. Él no sabía que hacer, solo veía al niño sonreírle con su manita estirada, después de un rato, acerco su rostro al niño, el cual lo toco como si lo estuviera acariciando levemente, al poco rato el niño se quedo dormido, con su manita aferrada a la camisa de Sirius, sonrió nuevamente: "Y como se llama" pregunto Remus con una gran sonrisa "Harry James Potter" dijo Lily sonriendo mientras veía al niño en brazos de Sirius "Harry James Potter?? Que les hizo el niño para tener un nombre tan feo, por dios solo es una criaturita, no pudo hacerles nada"dijo Sirius sonriendo abiertamente, aquel comentario, los hizo reír a todos, pero tuvieron que callarse en el momento en que Harry dio un gemidito
-En ese momento-dijo Sirius con una amarga sonrisa-Le di gracias a Lily, por tenerte, por tener a un hijo tan dulce como tu, nunca se lo dije de frente, pero la comencé a tratar diferente, tu fuiste el recuerdo de tu padre, mi cariño creció al conocer como eres-Sirius revolvió el cabello del joven en su mano-Y ahora......tu te vas, eso no es justo, demonios, eres igual que James actúas antes de pensar en las consecuencias.....¿pero de que hablo?, yo también soy igual-
Sirius miro a Harry detenidamente, si, era el doble de su padre, suspiro levemente, no iba a llorar, no señor, su promesa seguía viva. Después de mirarlo unos segundos, se atrevió ha besar la frente de su ahijado, solo había hecho eso dos ocasiones, una con James, y la otra con Remus, después de esas dos veces, nunca había vuelto a besar a un chico o chica en la frente.
-Adiós, Harry-dijo con cierta dulzura-Descansa-
Sin mas que decir, Sirius se salió de la habitación lo más rápido posible, no quería llorar, no lo iba hacer, promesa era promesa, mientras que Harry volvió a sonreír entre sueños y decía el nombre de Sirius y Remus.
***
Ron buscaba a Hermione, ignorando los comentarios que recibía cada vez que preguntaba a alguien por el paradero de su amiga, ya llevaba bastante tiempo buscándola, y si McGonagall se enteraba que no había asistido a 3 clases seguidas, de seguro que lo colgaba, pero debía encontrar a Hermione, ya que sabía lo que le ocurría con Harry, aun que se sentía mal, no podía demostrarlo, por eso buscaba a Hermione, para hablar con ella, para ver si se sentía mejor, pero cada vez que preguntaba, y decían que no sabían, se sentía peor, pensaba que no aguantaría mas y terminaría sollozando como Hermione lo hizo frente a la enfermería.
Suspiro fuertemente, haciendo que lo miraran todos los que se encontraban cerca, ya odiaba su forma de pensar, ahora iba a pensar en el problema de Harry, después se iría con los recuerdos, estaba harto de pensar todo eso, le dolía recordarlo, pero no había forma de evitarlo.
-Hermano-escucho una voz femenina detrás suyo
-Ginny-dijo sorprendido al darse la vuelta
-Dime que no es cierto-dijo Ginny acercándose a su hermano con los ojos llenos de lagrimas-Dime que Harry esta bien-
Ron miro a todos lados, muchos cuchicheaban entre sí, el joven Weasley estaba evitando a toda costa que supieran la condición de su mejor amigo, para que ahora llegara su hermanita y le contara todo a media escuela, así que actuó rápido, le paso un brazo por los hombros y le sonrió
-Claro que esta bien-dijo dulcemente-Sabes que Harry es de acero, ven vamos a nuestra sala común-
-Pero.....-
-Vamos-dijo Ron llevándose a su hermana por la fuerza
La joven Weasley dio un leve suspiro, y se dejo llevar por su hermano, sabía que no debía extender el rumor, pero tarde o temprano lo sabrían. Ron la llevo afuera del castillo, donde hacía una brisa fría y en algunas partes los rayitos de sol entibiaban un poco la nieve. Ron llevo a Ginny cerca del lago, donde descansaba el calamar gigante, ambos se sentaron en una gran roca cerca del lago.
-Como esta-preguntó Ginny mirando el lago, como si esperara que algo saliera de ahí
-No muy bien-dijo su hermano sin rodeos-Nunca pensé que podría complicarse-
-Sirius ya lo sabe?-
-Si, también lo sabe Fluer, Cho, y supongo que Hermione-dijo encogiéndose los hombros
-Ella no tiene derecho de saber algo de Harry-dijo algo molesta-No tiene perdón-
-No debes pesar así de ella, algunas veces, nos equivocamos, eso le paso a Hermione-
-Pero de todos modos, no debió jugar así con Harry-
-Lo sé, estuvo mal, pero....no puedes decirle ahora a Harry que Hermione le engaña, ahora en el estado que esta, cualquier noticia le podría perjudicar-suspiró-Además, creo que ella si lo quiere, tal vez no como novio, que si haría lo que fuera por él-
-Si tu lo dices-se limitó a contestar Ginny
Los dos hermanos miraban el lago serios. Ron sabía que su hermana tenía razón, pero no podía culpar a su mejor amiga, ya que él mismo cometió un error fuerte. Solo se limitó a pasar un brazo por los hombros de su hermana ya abrazarla. El sabía mejor que nadie que su hermana estaba enamorada de su mejor amigo.
***
Los rayos de sol comenzaban a golpearle la cara, dándole un toque mas cálido a sus mejillas, una brisa refrescante entro por la ventana, poco a poco, con pesadez, comenzó abrir sus ojos. Al abrirlos por completo contemplo un blanco que cubría todo el lugar, aun veía borroso, pero eso ya era de nacimiento. Miro la mesita, su giratiempo estaba ahí, al igual que sus gafas, a un lado de él había un decorado de flores mágicas.
Se sentía muy cansado, agotado, como si no hubiera dormido en días o si hubiera dado mas de 1000 vueltas a la escuela sin detenerse a descansar. Parpadeó con dificultad, debía parase, no le gustaba ser perezoso, no era su estilo. Como pudo, se sentó en la cama, se froto ligeramente los ojos con su mano izquierda y se esturo un poco, se levanto lentamente para ir a la mesita. Con pasos lentos y temblorosos, llego para ponerse sus lentes. Al ponérselos se dio cuenta que seguía en la misma habitación, solo que de color blanco.
Nuevamente se sentó, pero esta vez en la orilla de la cama, percibió que su respiración era mas pesada y lenta, su corazón ya no daba un ritmo constante ya ahora estaba más débil, suspiro, su cuerpo parecía hecho de plomo, le pesaba tanto que no creí que podría estar de pie.
-¡Potter!-exclamo una voz preocupada pero firme en la puerta-No debes levantarte-
La enfermera lo acostó, volvió a taparlo y comenzó a examinarlo, Harry la miraba con un gran cansancio, solo veía que le ponía un termómetro que escribía algo, que le ponía algo raro en el pecho, que contaba cuantas veces respiraba por minuto, cosas que a Harry no le sorprendieron mucho, ya que ella había hecho ese procedimiento mas de 5 veces desde que estaba ahí.
-Bien, estas igual que hace3 horas-dijo con alegría la enfermera
-Si-dijo Harry sonriendo débilmente-Solo que hace tres horas no me sentía tan cansado-
-Verás Potter...-intentó excusarse
-No hay nada de que preocuparse, ya lo sé, no tiene por que decírmelo, disculpa podría ver a la profesora Fluer-dijo sonriendo con algo de dificultad
-Claro Potter, enseguida la llamo-dijo saliéndose de la habitación
Harry espero unos minutos acostado mirando el piso, cuando se abrió la puerta de golpe dejando ver a una hermosa joven de cabello plateado y una túnica medio negra medio café.
-Harry-dijo la profesora abrazándolo de repente
-Hola Fluer-dijo sonriendo e intentando respirar-Quiero hablar con tigo-
-Bien, dime-
-Lo que pasa es que.........-
***
Draco ya estaba mas que harto de buscarla por cielo mar y tierra, no la encontraba por ningún lado y comenzaba a desesperarse, suspiro intentando conservar la poca paciencia que tenía, ya que comenzaba a irritarle que lo señalaran y murmuraran a sus espaldas, aun que Crabbe y Goyle los hacían callar de inmediato, algunos seguían murmurando sin importarles lo que hicieran Crabbe o Goyle.
-Si fuera mujer, a donde me iría-dijo Draco deteniéndose de repente
-A la cocina-dijo Crabbe sonriendo como idiota
-Crabbe, no seas tonto, estamos hablando de una chica y no cualquiera, estamos hablando de Hermione, ella no estaría en la cocina
-Podría estar en el baño de chicas-
-Muy buena idea Goyle, las chicas deben de andar molestándola, y no puede irse a los baños que están aquí, abajo, tenemos dos opciones, o esta en los baños de su sala común o se fue a los baños de Myrtle-
Crabbe y Goyle se veían sorprendidos ante el ingenio del joven Malfoy, él solo los miro resignado, no era la gran cosa haber sacado esa conclusión, pero hablando de Crabbe y Goyle, bueno ellos no serían unos físicos-matemáticos
-Olvídenlo y síganme-dijo Draco caminando con paso decido
Draco subió las escaleras, dio algunas vueltas, unas por la derecha, otras a la izquierda, se metió por puertas, salió por pasadizos, dejo que las escaleras se dejaran de mover, y llego a un lugar un poco desierto. Ahí se encontraban unos baños con el letrero de no funciona el cual ignoro por completo y entró al baño.
Adentró escucho un llanto, al principio pensó que era Myrtle la que lloraba, pero al ponerle atención, se dio cuenta que no era así, ese llanto ya lo había escuchado, ese era de.....
Draco camino por los baños y se detuvo en una puerta, donde se escuchaba el llanto mas fuerte, abrió la puerta de golpe, solo para encontrarse a una Hermione con sus manos tapando su cara y sollozando.
-Mione-dijo él con preocupación-Por que lloras?-
***
Harry dormía placidamente en su habitación temporal, mientras que Fluer lo miraba con ojos cristalinos y brillantes, apunto de llorar, en su mano traía un pergamino que ella misma había escrito por orden de Harry, su deber era llevárselo a la profesora McGonagall, pero era tan difícil salir de ese lugar.
Un dulce aroma cubría la estancia, en el ambiente había paz, armonía, calor y tranquilidad, además salir de ahí le desgarraba el alma, ahora lo podía ver, como respiraba lenta y tranquilamente, y cuando ella regresará tal vez no estaría ahí, suspiro levemente mientras apretaba un poco el pergamino en su mano.
Cerro los ojos reteniendo las lagrimas, tanto que lo había querido, y pensar que él había salvado a su hermanita, arriesgándose de perder, volvió a suspirar y tomo aire profundamente, no debía sentirse mal, no debía llorar, se lo había prometido, que curioso, lo amaba tanto como a un hermano.....o tal vez mas que eso.
Acarició el cabello del joven Potter, revolviéndolo en sus largos y finos dedos, alzo el fleco que tapaba la prodigiosa cicatriz, esa cicatriz......como fue posible que se salvo del-que-no-debe-ser-nombrado ya ahora no pueda hacer lo mismo, Fluer lo miro, como si se fuera a desaparecer en cualquier segundo. Beso la frente del chico, cerca de la cicatriz, quería recordar su calor aun que sea una vez más.
Al terminar el beso, se dio la media vuelta y se fue cabizbaja, con temor a voltear a verlo, como si le dará miedo verlo. Al salir de la enfermería, no le contesto ninguna pregunta a la enfermera, y fue directamente al desecho de la profesora McGonagall, era una pena que el director no se encontrara.
Al salir nuevamente del despacho, reteniendo las lagrimas, se tropezó con el segundo salvador, Ron con su hermana Ginny, ella les sonrió, quería fingir por un momento, acaricio con dulzura el cabello de la pelirroja y beso la mejilla izquierda de Ron para luego marcharse a su despacho.
Si fue difícil saber que el Señor Tenebroso había resucitado (y había sido derrotado por Harry y Draco) saber que Harry no estaría para siempre sería mas que pesado
***
Draco abrazaba a una Hermione dormida, la cual había estado llorando hasta el cansancio, y aun que no pudo sacarle nada el joven Malfoy, sabía que su Hermione se sentía mucho mejor que hace unas horas, aun que seguía en el baño de las chicas, estaba solo (sin contar a Myrtle) Crabbe y Goyle se fueron cuando la encontraron, pensando que era mejor dejarlos solos.
Por primera vez, Draco dudo sobre el amor que le tenía Hermione a él. No era que no confiara en ella, no claro que no, pero últimamente la joven Granger se preocupaba demasiado por el joven Potter. Hermione lo abrazo un poco mas fuerte, su rostro se tenso un poco, y dio algunos gemidos de desaprobación o dolor, era obvio que Hermione no estaba soñando con algo bueno.
Draco la abrazo mas fuerte, y comenzó a cantarle. Una dulce canción que su madre le solía cantar cuando era niño, esa dulce canción que una vez el maldito Potter le canto a Hermione para demostrarle todo su amor, esa dulce canción que lo hacía sentirse mejor. Tal vez no tenía una voz muy hermosa, pero si era relajante escucharla. Mientras iba avanzando la canción, Hermione se relajo, poco a poco comenzó a tener un sueño mas tranquilo.
Al terminar la canción, la joven abrió lentamente los ojos, solo para encontrarse en brazos de Draco, que la miraba con una dulce sonrisa, ella le devolvió la sonrisa, mientras se quitaba torpemente algunas lagrimas de los ojos. Por un momento pensó en Harry, pero se olvido de él cuando Draco le dio un dulce beso en sus labios. Aun seguían con su sabor amargo y dulce, pero ya se había acostumbrado, no siempre iba a tener un sabor dulce en los labios de su amado, por que no era Harry.
Otra vez, Harry golpeando su mente, su sonrisa, sus dulce labios, su carácter, su inocencia, sus ojos, todo le vino a la mente como si la hubieron golpeado, millones de imágenes hicieron un remolino en su mente. Hermione se recargo en el hombro de Draco, al recordar como Harry y Ron la salvaron, que casi Harry se muere por protegerla, también recordó el primer partido de quiddich de Harry, por poco se muere el pobre. Cerro los ojos, unas lagrimas bajaron por ellos, no podía dejar de recordarlo, parecía que su mundo estaba hecho de él, que solo existía de él y se hacia mas grande por él.
Una sonrisa amarga apareció en su rostro, que no hubiera hecho si eso fuera un mal sueño, si ahora despertara, sus amigas dormidas, ella se levantaría se arreglaría y bajaría a la sala común, donde Harry y Ron la esperarían con una sonrisa, al llegar, Harry la tomaría por la cintura y se la pasarían hablando de muchas cosas, de cosas serias, de bromas, clases, profesores, materias, almuerzos, animales mágicos, deportes muggles, actividades mágicas especiales, quiddich, después llegarían al Gran Comedor, desayunarían y después se irían a sus primeras clases.
-Y dime, ya pensaste en mi propuesta?-
-Si-se limito a contestar
-Y que me dices?-
-Que.......-dudo unos minutos, debía pensarlo bien, aun que sea por unos segundos mas, recordó a Harry, le iba a doler pero era lo mejor.....o eso suponía-Que me encantaría ser tu esposa-dijo ella fingiendo una sonrisa
Draco sonrió abiertamente, parecía un niño que le habían dado el regalo mas deseado por todos, abrazo a Hermione y le susurro lo feliz que se sentía de saber que estaban comprometidos, Hermione lo abrazo, pero no quiso mirarlo, solo se quedo recargada en su hombro sin decir nada.
-Te amo-dijo el joven Malfoy besando la frente de Hermione
-Y yo a ti-
Eso era lo único que le podía contestar, no tenía otra respuesta en menta, solo era que no le nacía otra respuesta. Draco la separo y le regalo otro beso, le ayudo a levantarse y paso uno de sus brazos en la cintura de la chica. Y con paso rápido, Draco saco a Hermione de los baños de Myrtle, no le apetecía ver a una mujer fantasma que llorara por todo.
-Sabes?-dijo Hermione viendo el vació-A mi no me alegra, pero estoy segura que a ti si-Draco la mira-Es sobre Harry.........-
El joven Malfoy se detuvo, soltó a Hermione y la miro fijamente, ella no le dijo nada, solo bajo los ojos con una gran tristeza, Draco la tomo por los hombros e hizo que lo mirara a los ojos, Hermione suspiro, y no le quedo mas alternativa que decirle
***
Harry nuevamente estaba despierto, pero eso solamente por que Hagrid lo despertó, si no, se hubiera quedado dormido para siempre o por lo menos toda la tarde, el semi-gigante intentaba no llorar, mientras le decía que le había tomado un gran cariño durante todo ese tiempo, que para él, no solo fue un niño que vivió a manos del Señor Tenebroso, tampoco fue un excelente buscador, fue mas que un niño que siempre estuvo al pendiente de él, le explicó que para él era como un amigo, un hermano, que le agradecía toda su amistad, cariño y comprensión, que nunca lo olvidaría.
Hagrid estaba llorando, mientras Harry se sentaba como podía, y le ponía una mano en su gran brazo para intentar consolarlo, al hacer que su amigo lo volteara a ver, él le regalo una sonrisa
-No te preocupes Hagrid, que no me iré para siempre, esa es una promesa-
Hagrid lo miro directamente a sus ojos verde esmeralda y se puso a llorar nuevamente, mientras que en la ventana, una gran y majestuosa lechuza blanca, como la nieve de afuera, daba pequeños golpees a la puerta para que la dejaran entrar. Hagrid con lagrimas en los ojos, le abrió a la orgullosa lechuza, que se poso en el hombro de Harry, el cual le acarició las plumas del pecho
-No llores amigo-le dijo Harry con una dulce sonrisa-Ya te lo prometí, no me iré para siempre, me verás de nuevo, es mi promesa, una promesa de los Potter-lo miro a los ojos-Y sabes que yo soy hombre de palabra-
Hagrid estaba apuntó de decir algo, cuando la puerta se abrió de repente, dejando entrar a un adulto de cabello castaño, ojos miel y algo cansado, con una túnica remembrada, una gran maleta a su lado y una dulce sonrisa. Había llegado Remus Lupin.
-Harry, perdóname, llegue lo más rápido que pude, lo siento mucho-se disculpo el joven Lupin con una sutil sonrisa
-No hay problema-dijo devolviéndole la sonrisa
-Y como te sientes?-
-Cada vez mas cansado-dijo en tono burlón
Remus quito por unos momentos su sonrisa, se acerco a Harry y le tomo una de sus manos, y con cierta dulzura lo miro, a Harry le extraño el comportamiento de su ex profesor, para él (Harry) no era muy común que alguien se preocupara tanto por él, tal vez era que estaba bastante acostumbrado que sus tíos lo ignoraran por completo.
-Harry, no quiero que te hagas el valiente ante nosotros, si tienes miedo solo......-
-No tengo miedo-dijo Harry en tono serio pero sonriendo-Por favor, ya estuve enfrente de la muerte mas de una vez-miro a Hedwing-No me quiero hacer el valiente o el héroe, solo que....no me da miedo-
-Y eso es de esperarse-se escucho otra voz en la puerta
Los tres voltearon a ver de quien provenía esa voz. Un joven, un poco mas alto que Lupin, con cabellos negros y largos amarrados por una colita de caballo, unos ojos azul marino, y ropa negra, los miraba sonriendo: Sirius Black
-Sirius-dijo sorprendido Harry
-No te me sorprendas, ya había venido, solo que estabas inconsciente-dijo sonriendo-Además, es de todo un Potter no tenerle miedo a la muerte, así fue tu padre, deberías estar orgulloso-
-Y lo estoy-dijo sonriendo Harry
Los cuatro se sonrieron, aun que Hagrid aun se limpiaba los ojos con su chaqueta de cuero de topo, hubo un momento de silencio, nadie sabía que decir, sencillamente, ¿qué podrían decirle a un ser querido antes de que se vaya? Al principio el silencio era cómodo para los presentes, pero poco a poco comenzó a tensionarse el ambiente, poniendo nerviosa a Hedwing, que hacía lo posible por quedarse a lado de su amo. Antes de que Remus digiera lago para romper el silencio, se abrió de golpe la puerta, golpeando al pobre de Sirius.
Era Ron, Ginny y Cho los que había n llegado, aun que Ginny tenía los ojos como de cristales y brillosos, sonrió al ver a Harry sentado en la cama con una dulce sonrisa dirigida hacia ellos. Ron, lo primero que hizo, fue abrazar a su amigo, que por poco lo asfixia, pero esto a Harry no le importó, por que sabía que los iba a extrañar, pero algo dentro de él le dijo que no los iba a extrañar por mucho ni ellos a él.
Cho intentó hacer la mejor sonrisa que pudo, Harry solo la había visto llorar una vez, y esa fue cuando Cedric murió cuando fueron transladados a un cementerio cuando hicieron el Tornero de los Tres Magos. Las dos chicas avanzaron lentamente, mientras que Ron se ponía del otro lado de la cama después de soltar a Harry, nuevamente se produjo un silencio incomodo pero a la vez bastante cómodo.
Ninguno se atrevió a decir nada, parecía que todo ya estaba dicho, que no había nada mas que decir, el silencio solo era roto por las respiraciones de cada uno y el reloj de manecillas que le había regalo Hermione a Harry. Nuevamente la puerta se abrió de par en par, esta vez había sido la profesora McGonagall la que era la única que se veía normal, tal vez por que no le gustaba ser algo flexible o verse flexible ante los demás.
-Joven Potter-dijo con una leve sonrisa-Me alegra verlo, la profesora Fluer me dio un pergamino, muy interesante por cierto, se lo daré a Dumbledore cuando regrese-
Harry asintió sonriendo, la puerta se volvió abrir, dejando pasar a la profesora Fluer, que traía una cara de desagrado que Harry nunca se la había visto, puso una sonrisita nerviosa, que solo le salía cuando Fluer intentaba decir la -r-, pero en cuestión de segundos, todos los presentes supieron por que Fluer traía esa cara de desagrado. Entraron Hermione y Draco, el cual tenía una mano en la cintura de la joven.
-No tiene 'degecho' de 'venig' aquí-dijo con desagrado Fluer
-Hermione, eres mi amiga, pero como te atreviste a venir así con Malfoy y sobre todo cuando sabes las condiciones de Harry?? Estas loca?-dijo enfadado
-Que descarada eres-dijo Cho indignada
-La verdad Hermione, es que no tienes vergüenza-dijo Parvarati entrando a la habitación
-Ya basta-les dijo Harry pacientemente-No se preocupen, yo ya lo sabía, así que la culpa fue mía, no se metan con Mione por favor-dijo sonriendo débilmente
Nadie dijo nada, solo voltearon a otro lado para no ver la 'desagradable' escena entre Hermione y Draco, miraron a Harry, como si estuviera desapareciendo poco a poco, aun que Harry había pasado toda su estancia en Hogwarts en ser el centro de atracción, aun no se acostumbraba, como había sido ignorado por sus tíos durante mucho tiempo, ya le daba igual si lo veían o no, pero en el mundo mágico, todos no paraban de mirarlo, a él y a su cicatriz. AL poco tiempo llego Lavander algo confusa.
-Esto parece reunión familiar-dijo Harry sonriendo
-Reunión familiar? Pero Harry no somos tu familia, bueno, al menos Sirius si lo es-dijo Parvarati confundida
-Verás Parvarati, desde que llegue a este colegió, me di cuenta que era mi hogar, y aquí estaba toda mi familia-dijo sonriendo-Fíjense, la profesora McGonagall es mi 'madre', el profesor Dumbledore mi 'abuelo' Hagrid mi 'tío', Hermione y Ron mis 'hermanos' por lo consecuente, toda los hijos Weasley mis otros 'hermanos' , Fluer, Cho, Parvarati y Lavander mis primas, Remus mi otro 'tío' y Sirius mi padrino y mi tío, lo ven, es mi familia-
Todos le sonrieron abiertamente, aun que a Hermione le dolió un poco que él ahora le considerará su hermana que algo mas, pero debía ser fuerte, cerro los ojos, respiro profundamente y volvió a mirar a los presentes.
-Y yo que quería que te fueras a vivir con migo-
-Y lo haremos Sirius-sonrió honestamente-No pongan esas caras, créanme, lago me dice que no será la ultima vez que me vean-dijo Harry acostándose en la cama-Discúlpenme, pero me canse de estar sentado, y tengo algo de sueño-hizo una pausa, le costaba respirar-Escúchenme bien: Mi amiga, tan blanca como la inocencia volará siempre cerca de lo que fue de mí, al día en que regrese, ella regresará a mí, volando cerca de los recuerdos-
Harry le sonrió a cada uno de los presentes, que estaba confundido, Hedwing lo miraba desde la ventana, ya que había volado en el instante en qué Harry se había acostado, los presentes le devolvieron la sonrisa, e increíblemente Draco también le sonrió, tal vez fue el hecho de que Hermione lo había hecho. Harry los recorrió a todos con la mirada, como si quisiera recordarlos para siempre, cerro lentamente sus ojos, tenía sueño, mucho sueño.
Sus párpados pesaban como plomo, respirar era más difícil, pero no imposible, su cuerpo se sintió pesado, muy pesado, su sonrisa no la quito, termino de cerrar sus ojos, su sonrisa aun quedaba en su rostro. Su cicatriz brillo de un verde intenso y como si nada, el brillo se fue, Remus, quien le seguía tomando de la mano, se alarmo, dando un salto atrás y mirando a Harry, Sirius miro a su amigo con curiosidad, con algo de temor al ver los ojos de su amigo, llenos de dolor y tristeza, puso su mano en la frente de Harry.
Sirius se quedo petrificado, no podía moverse, no sabía que hacer, su respiración se agito rápidamente, como si hubiera corrido sin parar, quito rápidamente la mano de la frente de su ahijado, lo tomo por los hombros y con una voz de hilo, dijo su nombre agitándolo suavemente. No reacciono. La profesora se temió lo peor, llamo a la enfermera enseguida, la cual llego arroyando a medio mundo. Todos se hicieron a un lado, la enfermera lo reviso de pies a cabeza, haciéndole todos los medios posibles para despertar una persona.
Después de unos minutos de suspenso, la enfermera se resigno, miro al joven que aun tenía una cálida sonrisa, acarició su cabello y se volteo a ver a los presentes, los cuales tenía una gran cara de preocupación (todos a excepción de Malfoy) ella los miro desconfiada y después negó con la cabeza. Sirius no se lo creyó, intentó que la enfermera digiera lo contrario, peor no lo logro, ella se quedaba parada mirando el suelo estática. Ginny se hecho a llorar en el hombro de su hermano, el cual solo puso abrazarla mas que por instinto que concientemente, Cho la imito, pero ella se apoyaba en un muro, Parvarati y Lavander se abrazaron y comenzaron a llorar, como llegaron a querer a ese niño de ojos verde-esmeralda.
Fluer cerro los ojos, suspirando fuertemente, no quería llorar, ya había hecho una promesa, la profesora McGonagall se salió de inmediato de ahí, Remus le puso una mano a su amigo Sirius, que no dejaba de insistirle a la enfermera que dijera lo contrario, al ponerle la mano, el volteo y se puso a llorar, como lo había hecho en la muerte de su amigo James, Hagrid lloraba amargamente, mientras que Malfoy se veía de lo más normal, hasta se podría decir que estaba sonriendo, y quien no lo haría si supieras que se acaba de morir el rival para tener el corazón de la mujer que amas, pero inmediatamente se borro su sonrisa cuando sintió a Hermione que lloraba y sollozaba en su hombro, eso le desgarro el alma y le dio por maldecir a Potter, aun después de muerto, no dejaba de atormentar a su Hermione.
Malfoy solo la abrazo e intentaba consolarla, se sentía un poco incomodo, todos estaban melancólicos y el no, la rivalidad que se tenían no le hacía sentir nada hacía el joven Potter, pero vio algo que le sorprendió, la lechuza blanca, la que le había dado todos sus recados a Hermione y viceversa, alzo las alas e inició el vuelo, como si fuera a entregar algo pendiente. Malfoy ignoro todo eso, y miro a Potter, seguía sonriendo, tal vez de todos modos fue feliz, si sabía que Hermione era feliz en los brazos de otros
**4 Meses Después**
Hermione miraba como la peinaban, su gran vestido blanco era elegante y hermoso, tenía espejos volando a su alrededor para que viera su vestido y su peinado, por arte de magia la comenzaron a maquillar. Se suponía que una mujer debería estar feliz, y más con ese día, el de su boda, pero ella no podía sonreír, se sentía mal consigo misma.
-Mione-dijo una voz masculina detrás de ella
-Ron-dijo ella volteando una vez que terminaron de maquillarla
-Te ves preciosa-dijo sonriendo
-Tu lo crees?-
-Claro Mione, pero....no pongas esa cara, se supone que deberías estar feliz, hoy te casas con Malfoy-esto ultimo lo dijo con resentimiento
-Lo sé Ron, y me siento feliz, pero....aun me persigue la muerte de Harry-suspiro-De hecho he visto mas de una vez a Hedwing volar por donde Harry, tu y yo solíamos pasar-
-Yo también la he visto, en mi casa, siempre anda dando vueltas por ahí-suspiro-Pero no debes estar triste, y menos con la criaturita que cargas-dijo sonriendo
-De que hablas Ron?-
-Bueno, recuerdas que me dijiste que te mareabas y todo eso y que empezabas a engordar y que no se que-
-Claro, me llevaste al medico y me hicieron unas pruebas-
-Mione, a que no adivinas-
-No, no adivino-dijo mal humorada
-Como quieras, si no quieres no te digo-
-Por favor dime ya-dijo irritada
-De acuerdo, calma, calma, veras, acabo de recoger tus estudios y.....-
-Y?-
-Hermione, .......................estas embarazada-dijo sonriendo abiertamente
Hermione no entendió al principio, como que la información la procesaba lentamente, sonrió por unos segundos, pero quito esa sonrisa cuando pensó que el hijo sería de Draco, pero....si era así......¿por que Ron estaba sonriendo tanto?
-Ah, no quiero que pienses que es del inútil de Malfoy-dijo con alegría-Para fortuna, el hijo que esperas es de Harry, creo que ya sé que hacían cuando le estabas dando tu calor corporal-dijo guiñándole un ojo
-Embarazada-dijo alucinada-Cuantos meses llevo?-
-Llevas 3 meses, se supone que deberías llevar mas, pero comenzaste a fecundar el....'huevito' después-dijo Ron sonriendo-Tienes a un Potter en tu vientre-
Hermione sonrió abiertamente, toco con cariño su vientre, se vio en el espejo, tenía a un Potter adentró de ella, una felicidad creció por su pecho hasta extenderse en todo su cuerpo, que dicho la suya.
-No quiero apresúrate futura Mama-dijo sonriendo Ron-Pero pronto será la ceremonia-
-Ya voy-dijo sonriendo-¿Le puedes hablar a mi padre?-
-Claro, mama-dijo en tono burlón
Hermione no podía dejar si vientre, ahí descansaba un Potter y ella ni por enterada, tal vez estaba muy triste como para darse cuenta, quería reprocharse por no podía, se fue a la ventana, sintió la cálida brisa que golpeaba dulcemente sus mejillas, tal y como un beso. Se sorprendió de verdad, vio a Hedwing parada en un poste, mirándola fijamente. Ella abrió la ventana lo más rápido posible, pero.......ella ya se había marchado.
-Hija-dijo su padre entrando-Estoy nervioso por que nunca he presenciado una boda así que si lo arruino o meto la pata yo.....-
-No te preocupes papa-dijo sonriendo-Yo también soy nueva para esto, así que no te pongas nervioso, por que ya somos dos-
Hermione se puso a lado, y tomo el brazo de su padre, comenzaron a caminar por una gran alfombra roja, al legar al tipo iglesia, Hermione vio a toda la familia Malfoy o eso creyó ella, algunos rubios, tanto como Malfoy, otros tenía en cabello café claro y ojos grises, las mujeres algunas veces tenían el cabello negro, cafe o güero. Miro a lado donde debía estar su familia, ahí se encontraba su madre, llorando, sus amigos de Hogwarts, muchos maestros de las asignaturas en las cuales ella destaco, entre ellos McGonagall y Hagrid, pero no hay que olvidar a Remus y Sirius. Y al mirar al frente, ahí se encontraba Cho y Ron como sus padrinos de bodas, Parvarati, Lavander y Ginny había aceptado ser las damas de honor.
Y al frente de todo ellos, con un traje negro, camisa blanca, cabello rubio plateado y unos ojos grises, la esperaba paciente su prometido, por alguna razón se sintió mal, unas ganas terribles le dieron por llorar, que hubiera pasado si en vez del que estuviera enfrente fuera Harry, y toda la escuela hubiera estado ahí, por que Harry no necesitaba familia, por que la tenía en la escuela, sonrió amargamente al recordar al pequeño Potter que cargaba en su vientre, una lagrima bajo de su rostro, se la quito de inmediato. Al llegar a lado de Draco, su padre la dejo y se fue a ocupar su lugar a lado de su esposa.
La boda transcurrió normal, hasta que el padre les pregunto si aceptaban a esta pareja para toda su vida, respetarla, amarla, ayudarla, amarla, hasta el fin de sus días, a Hermione le dio un shock emocional, cerro los ojos en cuando Draco dijo 'acepto' y mientras el padre repetía lo mismo que le repitió Draco, no pudo evitar llorar.
Draco al verla se espantó, al igual que todos los presentes, preocupado le pregunto que le pasaba, no logro respuesta alguna, hasta después de media hora, donde ella se tranquilizo. Torpemente se quito las lagrimas y miro a Draco, que estaba mas que preocupado mirándola
-Perdóname-dijo ella para escudarse-Es que me ganaron las emociones, soy tan feliz a tu lado, y claro que acepto ser tu esposa, por eso estoy aquí-dijo fingiendo una sonrisa
Cuando termino la boda y la 'fiesta' Hermione se fue a la habitación que compartiría con Draco durante su Luna de Miel, debería encontrar alguna forma de no hacer el amor con Draco, ya que esperaba una criatura. Se sentó cerca de la ventana, mirando la media luna que se ponía, suspiro fuertemente, otra vez, soltó el llanto, pero esta vez no lo retuvo, solo puso sus manos entre su cara y comenzó a llorar amargamente deseando que Draco no la encontrara así, la verdad deseaba que Draco fuera Harry, que nada hubiera pasado, pero....dejo de llorar cuando vio de nuevo a Hedwing, que golpeaba su ventana, Hermione abrió la ventana, la lechuza le dio una carta.
Hermione la miro con curiosidad y se la quito de la pata, la abrió y se sorprendió del contenido:
Tu felicidad es todo lo que necesito, una promesa es promesa, ya tienes lo que querías, a Draco Malfoy, una boda, una nueva vida, entonces, ¿Por qué lloras, Hermione?
Era todo lo que decía, ella extrañada, miro nuevamente donde debía estar la lechuza de Harry, pero dejo en su lugar una rosa blanca, una rosa común y corriente, Hermione miró afuera, tenía la esperanza de ver a Hedwing, pero nada, solo miro hacia abajo para ver a un niño de 11 años aproximadamente, algo chico para su edad, con cabello negro intenso, un cabello rebelde, Hermione no lo reconoció, hasta que le niño se dio media vuelta y miro a Hermione a los ojos. Tenía los ojos verde-esmeralda.
Hermione se masajeo los ojos con la mano y volvió a mirar hacía abajo, esperando ver al niño, pero no lo encontró, nada, no había nadie, Hermione sonrió amargamente, si que extrañaba a Harry ahora alucinaba, y por alguna extraña razón, le dio la impresión que la luna le sonreía.
-Tal vez.......no.....Harry no esta más aquí-sonrió-debo preocuparme por mi pequeño Potter-dijo poniendo una mano en su vientre-
Hermione cerro la ventana, ya que comenzaba hacer frío, dejo la flor en la repisa y se sentó a leer a esperar a Draco, que no tardo en llegar, los dos se dieron un beso y se durmieron, ya que estaba muy cansados de la boda y todo eso. Hermione finalmente tuvo un sueño tranquilo después de 4 meses, y no era por que se encontraba en brazos de Draco, si no por que sintió que Harry la acompañaba, no puso evitar sonreír entre sueños......
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Notas de la autora:
; - ; Como pude hacerlo, lo mate, lo mate, soy una asesina ; - ; creo que este capitulo fue el mas largo y triste, pero se los advertí, bueno sinceramente yo me puse a llorar mientras lo escribía ; -;
Gracias por los reviews ; - ; lo mate, pobre de mi Harry ; - ;
