Zafiro
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Ya casi era una costumbre... sentarse en su cama y admirar las estrellas que podían verse perfectamente bien desde su ventana. En momentos como ese agradecía vivir en un departamento tan alto, y en uno de los últimos pisos... la vista era fantástica... La luna encabezando el desfile, grande, redonda, plateada; las estrellas sólo realzaban más su belleza... se imaginaba que la luna se ufanaba de su propia belleza y bebía más luz de sol para verse aún más hermosa.
Dios...
Por noches como esa se daba cuenta de que la vida valía la pena...
Su madre seguramente tenía alguna emergencia en el hospital, por eso cenó sola. Ya estaba acostumbrada. Comprendía perfectamente la pasión de su madre por salvar vidas humanas, por eso no le reprochaba que llegara tarde, ó que a veces no llegara. Se sentía feliz por ella, era una gran doctora y anhelaba ser como ella, por eso metía la nariz en los libros y no paraba de estudiar.
Pero...
También tenía otra responsabilidad... ser el cerebro de la Sailor scouts no era cosa fácil, esa era otra razón por la que estudiaba como enajenada. No podía darse el lujo de cometer errores, pues todo el equipo dependía de ella y de los datos que recopilara en cada batalla... Claro, las batallas las terminaba Usagui, pero sabía a la perfección que su princesa no podría hacer mucho si sus guerreras no la subían a la cima. Ellas eran la principal fuente de energía de Usagui.
Se preguntó qué estarían haciendo sus amigas en ese momento... Bueno, eran las nueve, podría apostar su pluma de transformación a que Usagui estaba pegada al teléfono hablando con Mamoru. Rei... a esa hora estaba bañándose, a ella le era muy cómodo dormir después de un buen baño. Makoto... seguramente había invitado de nuevo a Mina a quedarse con ella y, ambas, estaban viendo ese maratón de películas románticas que pasarían por la televisión. Ya podía imaginárselas...
Dios... Tenía sus ventajas saber de memoria la rutina de sus amigas... por un momento se enorgulleció, cosa rara en ella, de tener una mente brillante. Con tan maravillosa herramienta podía hacer muchas cosas... pero... a veces pensaba que no era de mucha ayuda a la hora de la pelea... su poder únicamente era defensivo, su manejo del agua no era tan letal como el de Michiru y sus ataques no eran peligrosos... A veces se sentía inútil... pero... Esa era su forma de pelear y no podía cambiarla, jamás podría tener la fuerza física de Makoto, ó las habilidades de Rei, ó la tenacidad de Mina, mucho menos la velocidad y el poder de las sailors exteriores... sólo contaba con su cerebro y lo explotaría al máximo...
Sí... ella era Ami Mizuno, Sailor Mercury, la guerrera del agua y el hielo, la guerrera del conocimiento...
