Two Similar Histories
Otra ves estoy aquí, entregándoles el tercer capítulo de un fic sin mucha audiencia.
Dani Lupin: Mujer.a ti te gusta ponerme colorada ¿verdad? :$ Muchísimas gracias por el cumplido, me da muchos ánimos para seguir con mi fic. Ya prontito vas a saber si la segunda sorpresa es con S.mientras, entreténte con una broma y un reencuentro. Muchos besos
Perdón a los que no les conteste los reviews, pero es que mi máquina esta algo loca estos días.
Peleas y recuerdos
- ¡Que quieren ¿qué?! - preguntamos las dos sorprendidas. Por poco me caigo de la silla nada más de la impresión
- Ayuda.simple y sencilla - nos respondió Sirius, pasándose la mano por su rebelde cabello negro azulado, que llevaba suelto, ya que no era muy largo.
- Y el galán a hablado - dije en tono de broma
- Muy graciosa
- Lo sé Black
- No tomas nada en serio
- Me lo dice la persona "salgo con cualquier falda que se me ponga enfrente"
- Eres insoportable.no sé como te aguanto
- Tú.hay por favor Sirius
- "Ya basta" - nos gritaron James y Lili. En ese momento noté que todos se nos habían quedado viendo con cara de: "de que hablan"
- No sé de que demonios hablan - comenzó a decirnos James, aunque de repente miró a Sirius de reojo como diciéndole "solo esta vez, te voy a encubrir" - pero no es momento para que se peleen, tenemos que resolver nuestro problema
- Lo lamento - le contestamos los dos, con la cara agachada. Sirius recogió la silla que habíamos tirado en nuestra "pelea" y la puso delante de mí. Supuse que era para que yo me sentara, ya que él tomó otra silla y la puso delante de James.
Lili no dejaba de mirarme de reojo y Remus supongo que tampoco entendió nada, porque su mirada iba de Sirius a mí, tratando de encontrar una explicación. Peter, como siempre, estaba perdido en su universo y creó que se cansó muy pronto de buscar una respuesta.
- Y ¿para quién es la broma? - les preguntó Lili, en su intento de romper el silencio que se había formado
- Para quien va a ser si no para esos idiotas - nos contestó James. Tenía la costumbre de llamar, por cualquier palabra altisonante que se le ocurriera al momento, a los dos chicos que más bromas recibían: Lucius Malfoy y Severus Snape
- ¿Qué no pueden burlarse de ellos solos? - les volvió a preguntar Lili, pero esta ves con un toque de ironía
- Podríamos.si fuera una broma común - le contestó James
- Pero ahora necesitamos su ayuda para poder lograr nuestro objetivo. - nos dijo Remus, remarcando intencionalmente la palabra "su"
- Hacerles pasar la mayor vergüenza que puedan tener - terminó Sirius, con una sonrisa que demostraba diversión y venganza a la vez
************************* ************************* *************************
- Así que ahora él los tiene - le dije feliz mientras pateaba una roca hacia el lago
- Si.y les ha dado mucho uso - me contestó Remus sonriendo
Habíamos pasado las últimas tres horas recorriendo los jardines del castillo y poniéndome al corriente en mi tema favorito: "Harry Potter".
Encontramos una banca cercana al bosque, y decidimos sentarnos ahí a charlar. El clima era bueno: soleado, con una suave brisa y el olor de los patios inundaba todo a su alrededor. Me había estado contando todo lo que él sabía; desde el "incidente", hasta lo que había pasado hacía tres años. Me contó que él fue maestro, en el mismo puesto que yo, lo cual me divirtió mucho: siempre pensé que él terminaría de maestro. También me contó del semi - reencuentro de Sirius con Harry y del Torneo de los Tres Magos, que en esa ocasión se había convertido en Torneo para Cuatro Magos. Me contó lo que pasó en el torneo y yo sólo pude sonreírle, recordándome que para eso estaba yo ahí.
- Dumbledore me avisó que vendrías y me pidió que te escribiera la nota que traes en la mano - me dijo mientras abría mi mano para sacar el pequeño papel azul
- Pero es una mentira - le dije lacónicamente
- ¿Por qué? Yo nunca te he mentido
- Lo sé.es sólo que - me detuve al pensar en lo que iba a decir. Estaba loca o qué.él no entendería o tal ves sí. - no, no es nada
- Lucky, ¿qué pasa?
- No es nada Moony.no es nada
************************* ************************* *************************
- ¿Eso es lo que tenemos que hacer? - les preguntó Lili como diciéndoles: no hay nada más difícil?
- Les dije que era ayuda simple y sencilla - nos dijo Sirius, ya mucho más calmado
- Bueno.pero ya nos podemos ir ¿verdad?. Son las 3 de la mañana y en cuatro horas tengo un entrenamiento de quidditch que el capitán Potter no quería retrasar - les dije mirando a James con cansancio y sarcasmo
- Entonces nos veremos en cuatro horas Katie
- Que divertido James - le contesté con desgano - solo una última pregunta
- ¿Si?
- Como salimos de aquí Remus - le pregunté con paciencia
Después de la explicación que nos dio Remus, detallando hasta el último pasillo por supuesto, logramos llegar a la sala común, que como era de esperarse, estaba desierta. No entendí porque los chicos no se fueron con nosotras a la casa, digo, podrían habernos acompañado, pero en cuanto salimos del salón, ellos tomaron otro rumbo diferente. Lili no tuvo oportunidad de preguntarme nada, aunque hubiera querido, porque en el momento que toqué la cama, quedé profundamente dormida.
Tres horas después, desperté de mi sueño, con la melodía que salía de mi reloj mágico: algo entre árabe y egipcio. Eran las seis de la mañana y yo tenía que ir a entrenar: "gracias James", murmuré mientras me ponía mi túnica descuidadamente y tomaba mi escoba, la "barredora plateada". Nadie en el colegio tenía una igual, excepto, como siempre, James. Traté de no hacer ruido para no despertar a las demás, pero el suave rechinido de la puerta al abrirse hizo que Lili se despertara, bueno, más bien, abriera los ojos
- Qué hora es - me preguntó cuando me vio en la puerta
- Las - miré mi reloj - 6:45 Lili, duerme otro rato, te veo en el desayuno - le contesté de manera que tan solo volvió a cerrar los ojos para poder quedarse dormida.
Caminé hasta que llegué a la cancha, tropezando con todo a causa de que todavía estaba medio dormida. Cuando llegué hasta los vestidores, me encontré con casi todos los del equipo: el guardián Joseph Kahn, los golpeadores Davey Gudgeon y John Burgell y los otros dos cazadores Loup McClure y Joshua Denker. Yo era la única mujer en el equipo, cazadora, por cierto, y para mi sorpresa, nuestro capitán buscador James Potter, no había llegado.
- Pensamos que venía contigo - me dijo Joseph al verme entrar
- ¿Y por qué conmigo? - les pregunté al tiempo que me sentaba en una banca y me ponía las botas que siempre usaba para jugar
- Por que.simplemente se nos ocurrió - me dijo Joshua encogiéndose de hombros
- Joey, Josh.si siguen pensando tanto.el equipo va a terminar mal - les dije mientras los abrazaba por los hombros, con una sonrisa ingenua
- Pues si vamos a terminar mal con esos ánimos - dijo James desde la puerta
- Vaya.hasta que te dignaste a aparecer
- Lo siento Katie, pero tuve unos asuntos que arreglar. Y ahora que ya están todos listos, podemos ir a entrenar ¿no?
- Como ordene capitán - le contestamos a coro, como lo hacíamos siempre que nos daba una orden.
No era un día muy agradable para entrenar, aunque más bien, la hora no era la adecuada, ya que todavía estaba un poco oscuro y húmedo. Eso a James no le importaba.nada le importaba más que el quidditch y las bromas.
- Bien, la táctica es la que ayer les mostré - nos dijo cuando llegamos al centro de la cancha - Bueno, todos monten las escobas - nos ordenó.
Todos obedecieron y en menos de 30 segundos ya estaban todos a más de 30 metros de altura. Yo, como siempre, era la última en subir, ya que a mí me tocaba la tarea de soltar los balones. Las primeras que solté fueron las bludger, las cuales salieron disparadas directo contra los cazadores y al instante Davey y John comenzaron a golpearlas. Después solté la quaffle y en ese preciso momento tuve ganas de salir disparada a agarrarla. Pero no, todavía faltaba una más.
- Suelto la snitch James - le grité para que me oyera, a lo cual él alzó su pulgar para indicarme que estaba listo. Inmediatamente solté la pequeña pelota dorada, que revoloteo un momento cerca de mí y se fue no sé a donde.
Inmediatamente que la vi escapar, subí hasta donde estaban los demás. Lo primero que hice fue esquivar una bludger, que me pasó a un lado de la rodilla, haciéndome un pequeño raspón que sangró un poco. Luego, comencé con el juego. Josh me pasó la quaffle, pero Loup, como era su deber, trató de atraparla antes. Sólo logró desviarla un poco, pero hizo que se fuera por abajo. Se supone que en esas circunstancias debería haber dejado que se pasara por abajo, pero hice la técnica que James y yo habíamos creado: crucé las piernas por debajo de la escoba y me di la vuelta. Quedé boca abajo en el momento justo para coger la quaffle. En eso, vi como James hacía la misma maniobra para poder atrapar la revoltoso snitch que revoloteaba justo debajo de él. No me dio tiempo de ver si la cogía o no, tan sólo supe que me había volteado y volado en línea directa hacia las porterías, donde Joey ya me esperaba para atrapar la quaffle. Al estar frente a él, le hice creer que la lanzaría hacia la izquierda y cuando él se inclinó hacia allá, lancé con todas mis fuerzas hacia el lado contrario. Fue cuestión de segundos. Joey reaccionó rápido y fue a atraparla, pero sus dedos tan sólo pudieron rozarla, ya que si la había aventado muy fuerte. En ese instante, mientras yo anotaba, James se acercaba a nosotros con la snitch entre las manos. Nos felicitó y luego nos dijo que podríamos irnos.
Estaba exhausta y muy sucia. Ninguno de los del equipo quiso ir al vestidor, dijeron que tenían mucha hambre. Mientras caminaba, se me acercó James.
- Lo harás ¿verdad? - me preguntó en un susurro
- ¿Crees que no? No me perdería esto por nada - le dije en cuanto entramos al vestidor
- Bueno.contigo nunca se sabe
- Nunca te he defraudado James - le dije al tiempo que intentaba sacarme mi blusa naranja para poder ducharme, pero se me había pegado gracias a todo el barro que traía encima - ¡Ayúdame James!
- Si, claro - me contestó mientras empezaba a despegarme la blusa del estómago.
Cualquiera que nos hubiera visto hubiera pensado mal (como sé que lo están haciendo), pero nosotros siempre habíamos sido así: liberales, locos y hasta con el mismo estilo de vuelo.
- Por favor James, desde que entramos a Hogwarts, has visto lo mismo más de 20 veces.podría apostarlo - le dije al notar que se sonrojaba suavemente al ver que debajo de la blusa no traía puesto más que el sostén
- Acepto que lo he visto. Pero nunca creí que te volvería a ver así
- ¡¿Cómo que volver a verla?! - nos preguntaron desde la puerta
- Hay por dios - grité mientras buscaba mi blusa para poder cubrirme - ¿qué hacen ustedes aquí?
- Nosotros preguntamos primero - nos remarcó Sirius
- ¿Cómo que volver a verte? - me preguntó Lili enfadada
- Yo.este - volteé a ver a James, pero el tampoco sabía que decir
- ¿Acaso se habían visto así alguna ves? - nos preguntó más tranquilo Remus. Primero traté de encontrar una respuesta, pero al volver a ver a James, me di cuenta que estabamos en una mala situación, ya que el tampoco llevaba la camisa, lo que no estaba tan mal si contamos con que estaba muy bien formado.
- No, lo que pasa es que. - James intentaba desesperadamente encontrar una excusa, lo cual me sorprendió, por que él siempre tenía excusa para todo - Pasa que.
- Que.que una ves yo baje así a la sala común y James estaba ahí.solo y pues me vió - inventé rápidamente, aunque al momento comprendí que no me creerían
- Katherine, no recuerdo ninguna vez en que tú hayas bajado así a la sala
- Bueno Lili.es que la verdad, fue.la vez que te obligaron ir a tu casa en Navidad. Recuerda que esa vez, todos se fueron excepto James, yo y dos chicos de primero
- Bueno, eso lo explica - dijo Remus más calmado, tratando de cambiar de tema
- Sí.explica que James vió a Katie y no nos contó - dijo Sirius mirando a James con cara de pocos amigos
- Bueno, mejor vámonos a desayunar - les dijo James pasando entre ellos para que empezaran a caminar, lo cual si hicieron, aunque un poco recelosos
- Estás loca - me dijo James, cuando nos quedamos atrás de la particular caravana que iba hacia el castillo
- Y que querías que hiciera
- Decirles la verdad
- No podemos James.lo sabes. Aparte, lo prometiste - le dije al tiempo que giraba mi mano izquierda para que quedara visible el símbolo que tenía en la palma
- No me queda de otra verdad - me dijo al tiempo que el también giraba su mano y la ponía sobre la mía
- La verdad, no - le dije estrechando su mano
************************* ************************* *************************
Ya sé, ya sé, este capítulo me quedó muy largo y aparte creí que hablaría más del futuro, pero la verdad, me llamó mucho la atención escribir acerca de los merodeadores (y a quién no). Sigan dejándome reviews para saber que les gustaría ver, díganme como les gustaría la broma y el futuro.
Otra ves estoy aquí, entregándoles el tercer capítulo de un fic sin mucha audiencia.
Dani Lupin: Mujer.a ti te gusta ponerme colorada ¿verdad? :$ Muchísimas gracias por el cumplido, me da muchos ánimos para seguir con mi fic. Ya prontito vas a saber si la segunda sorpresa es con S.mientras, entreténte con una broma y un reencuentro. Muchos besos
Perdón a los que no les conteste los reviews, pero es que mi máquina esta algo loca estos días.
Peleas y recuerdos
- ¡Que quieren ¿qué?! - preguntamos las dos sorprendidas. Por poco me caigo de la silla nada más de la impresión
- Ayuda.simple y sencilla - nos respondió Sirius, pasándose la mano por su rebelde cabello negro azulado, que llevaba suelto, ya que no era muy largo.
- Y el galán a hablado - dije en tono de broma
- Muy graciosa
- Lo sé Black
- No tomas nada en serio
- Me lo dice la persona "salgo con cualquier falda que se me ponga enfrente"
- Eres insoportable.no sé como te aguanto
- Tú.hay por favor Sirius
- "Ya basta" - nos gritaron James y Lili. En ese momento noté que todos se nos habían quedado viendo con cara de: "de que hablan"
- No sé de que demonios hablan - comenzó a decirnos James, aunque de repente miró a Sirius de reojo como diciéndole "solo esta vez, te voy a encubrir" - pero no es momento para que se peleen, tenemos que resolver nuestro problema
- Lo lamento - le contestamos los dos, con la cara agachada. Sirius recogió la silla que habíamos tirado en nuestra "pelea" y la puso delante de mí. Supuse que era para que yo me sentara, ya que él tomó otra silla y la puso delante de James.
Lili no dejaba de mirarme de reojo y Remus supongo que tampoco entendió nada, porque su mirada iba de Sirius a mí, tratando de encontrar una explicación. Peter, como siempre, estaba perdido en su universo y creó que se cansó muy pronto de buscar una respuesta.
- Y ¿para quién es la broma? - les preguntó Lili, en su intento de romper el silencio que se había formado
- Para quien va a ser si no para esos idiotas - nos contestó James. Tenía la costumbre de llamar, por cualquier palabra altisonante que se le ocurriera al momento, a los dos chicos que más bromas recibían: Lucius Malfoy y Severus Snape
- ¿Qué no pueden burlarse de ellos solos? - les volvió a preguntar Lili, pero esta ves con un toque de ironía
- Podríamos.si fuera una broma común - le contestó James
- Pero ahora necesitamos su ayuda para poder lograr nuestro objetivo. - nos dijo Remus, remarcando intencionalmente la palabra "su"
- Hacerles pasar la mayor vergüenza que puedan tener - terminó Sirius, con una sonrisa que demostraba diversión y venganza a la vez
************************* ************************* *************************
- Así que ahora él los tiene - le dije feliz mientras pateaba una roca hacia el lago
- Si.y les ha dado mucho uso - me contestó Remus sonriendo
Habíamos pasado las últimas tres horas recorriendo los jardines del castillo y poniéndome al corriente en mi tema favorito: "Harry Potter".
Encontramos una banca cercana al bosque, y decidimos sentarnos ahí a charlar. El clima era bueno: soleado, con una suave brisa y el olor de los patios inundaba todo a su alrededor. Me había estado contando todo lo que él sabía; desde el "incidente", hasta lo que había pasado hacía tres años. Me contó que él fue maestro, en el mismo puesto que yo, lo cual me divirtió mucho: siempre pensé que él terminaría de maestro. También me contó del semi - reencuentro de Sirius con Harry y del Torneo de los Tres Magos, que en esa ocasión se había convertido en Torneo para Cuatro Magos. Me contó lo que pasó en el torneo y yo sólo pude sonreírle, recordándome que para eso estaba yo ahí.
- Dumbledore me avisó que vendrías y me pidió que te escribiera la nota que traes en la mano - me dijo mientras abría mi mano para sacar el pequeño papel azul
- Pero es una mentira - le dije lacónicamente
- ¿Por qué? Yo nunca te he mentido
- Lo sé.es sólo que - me detuve al pensar en lo que iba a decir. Estaba loca o qué.él no entendería o tal ves sí. - no, no es nada
- Lucky, ¿qué pasa?
- No es nada Moony.no es nada
************************* ************************* *************************
- ¿Eso es lo que tenemos que hacer? - les preguntó Lili como diciéndoles: no hay nada más difícil?
- Les dije que era ayuda simple y sencilla - nos dijo Sirius, ya mucho más calmado
- Bueno.pero ya nos podemos ir ¿verdad?. Son las 3 de la mañana y en cuatro horas tengo un entrenamiento de quidditch que el capitán Potter no quería retrasar - les dije mirando a James con cansancio y sarcasmo
- Entonces nos veremos en cuatro horas Katie
- Que divertido James - le contesté con desgano - solo una última pregunta
- ¿Si?
- Como salimos de aquí Remus - le pregunté con paciencia
Después de la explicación que nos dio Remus, detallando hasta el último pasillo por supuesto, logramos llegar a la sala común, que como era de esperarse, estaba desierta. No entendí porque los chicos no se fueron con nosotras a la casa, digo, podrían habernos acompañado, pero en cuanto salimos del salón, ellos tomaron otro rumbo diferente. Lili no tuvo oportunidad de preguntarme nada, aunque hubiera querido, porque en el momento que toqué la cama, quedé profundamente dormida.
Tres horas después, desperté de mi sueño, con la melodía que salía de mi reloj mágico: algo entre árabe y egipcio. Eran las seis de la mañana y yo tenía que ir a entrenar: "gracias James", murmuré mientras me ponía mi túnica descuidadamente y tomaba mi escoba, la "barredora plateada". Nadie en el colegio tenía una igual, excepto, como siempre, James. Traté de no hacer ruido para no despertar a las demás, pero el suave rechinido de la puerta al abrirse hizo que Lili se despertara, bueno, más bien, abriera los ojos
- Qué hora es - me preguntó cuando me vio en la puerta
- Las - miré mi reloj - 6:45 Lili, duerme otro rato, te veo en el desayuno - le contesté de manera que tan solo volvió a cerrar los ojos para poder quedarse dormida.
Caminé hasta que llegué a la cancha, tropezando con todo a causa de que todavía estaba medio dormida. Cuando llegué hasta los vestidores, me encontré con casi todos los del equipo: el guardián Joseph Kahn, los golpeadores Davey Gudgeon y John Burgell y los otros dos cazadores Loup McClure y Joshua Denker. Yo era la única mujer en el equipo, cazadora, por cierto, y para mi sorpresa, nuestro capitán buscador James Potter, no había llegado.
- Pensamos que venía contigo - me dijo Joseph al verme entrar
- ¿Y por qué conmigo? - les pregunté al tiempo que me sentaba en una banca y me ponía las botas que siempre usaba para jugar
- Por que.simplemente se nos ocurrió - me dijo Joshua encogiéndose de hombros
- Joey, Josh.si siguen pensando tanto.el equipo va a terminar mal - les dije mientras los abrazaba por los hombros, con una sonrisa ingenua
- Pues si vamos a terminar mal con esos ánimos - dijo James desde la puerta
- Vaya.hasta que te dignaste a aparecer
- Lo siento Katie, pero tuve unos asuntos que arreglar. Y ahora que ya están todos listos, podemos ir a entrenar ¿no?
- Como ordene capitán - le contestamos a coro, como lo hacíamos siempre que nos daba una orden.
No era un día muy agradable para entrenar, aunque más bien, la hora no era la adecuada, ya que todavía estaba un poco oscuro y húmedo. Eso a James no le importaba.nada le importaba más que el quidditch y las bromas.
- Bien, la táctica es la que ayer les mostré - nos dijo cuando llegamos al centro de la cancha - Bueno, todos monten las escobas - nos ordenó.
Todos obedecieron y en menos de 30 segundos ya estaban todos a más de 30 metros de altura. Yo, como siempre, era la última en subir, ya que a mí me tocaba la tarea de soltar los balones. Las primeras que solté fueron las bludger, las cuales salieron disparadas directo contra los cazadores y al instante Davey y John comenzaron a golpearlas. Después solté la quaffle y en ese preciso momento tuve ganas de salir disparada a agarrarla. Pero no, todavía faltaba una más.
- Suelto la snitch James - le grité para que me oyera, a lo cual él alzó su pulgar para indicarme que estaba listo. Inmediatamente solté la pequeña pelota dorada, que revoloteo un momento cerca de mí y se fue no sé a donde.
Inmediatamente que la vi escapar, subí hasta donde estaban los demás. Lo primero que hice fue esquivar una bludger, que me pasó a un lado de la rodilla, haciéndome un pequeño raspón que sangró un poco. Luego, comencé con el juego. Josh me pasó la quaffle, pero Loup, como era su deber, trató de atraparla antes. Sólo logró desviarla un poco, pero hizo que se fuera por abajo. Se supone que en esas circunstancias debería haber dejado que se pasara por abajo, pero hice la técnica que James y yo habíamos creado: crucé las piernas por debajo de la escoba y me di la vuelta. Quedé boca abajo en el momento justo para coger la quaffle. En eso, vi como James hacía la misma maniobra para poder atrapar la revoltoso snitch que revoloteaba justo debajo de él. No me dio tiempo de ver si la cogía o no, tan sólo supe que me había volteado y volado en línea directa hacia las porterías, donde Joey ya me esperaba para atrapar la quaffle. Al estar frente a él, le hice creer que la lanzaría hacia la izquierda y cuando él se inclinó hacia allá, lancé con todas mis fuerzas hacia el lado contrario. Fue cuestión de segundos. Joey reaccionó rápido y fue a atraparla, pero sus dedos tan sólo pudieron rozarla, ya que si la había aventado muy fuerte. En ese instante, mientras yo anotaba, James se acercaba a nosotros con la snitch entre las manos. Nos felicitó y luego nos dijo que podríamos irnos.
Estaba exhausta y muy sucia. Ninguno de los del equipo quiso ir al vestidor, dijeron que tenían mucha hambre. Mientras caminaba, se me acercó James.
- Lo harás ¿verdad? - me preguntó en un susurro
- ¿Crees que no? No me perdería esto por nada - le dije en cuanto entramos al vestidor
- Bueno.contigo nunca se sabe
- Nunca te he defraudado James - le dije al tiempo que intentaba sacarme mi blusa naranja para poder ducharme, pero se me había pegado gracias a todo el barro que traía encima - ¡Ayúdame James!
- Si, claro - me contestó mientras empezaba a despegarme la blusa del estómago.
Cualquiera que nos hubiera visto hubiera pensado mal (como sé que lo están haciendo), pero nosotros siempre habíamos sido así: liberales, locos y hasta con el mismo estilo de vuelo.
- Por favor James, desde que entramos a Hogwarts, has visto lo mismo más de 20 veces.podría apostarlo - le dije al notar que se sonrojaba suavemente al ver que debajo de la blusa no traía puesto más que el sostén
- Acepto que lo he visto. Pero nunca creí que te volvería a ver así
- ¡¿Cómo que volver a verla?! - nos preguntaron desde la puerta
- Hay por dios - grité mientras buscaba mi blusa para poder cubrirme - ¿qué hacen ustedes aquí?
- Nosotros preguntamos primero - nos remarcó Sirius
- ¿Cómo que volver a verte? - me preguntó Lili enfadada
- Yo.este - volteé a ver a James, pero el tampoco sabía que decir
- ¿Acaso se habían visto así alguna ves? - nos preguntó más tranquilo Remus. Primero traté de encontrar una respuesta, pero al volver a ver a James, me di cuenta que estabamos en una mala situación, ya que el tampoco llevaba la camisa, lo que no estaba tan mal si contamos con que estaba muy bien formado.
- No, lo que pasa es que. - James intentaba desesperadamente encontrar una excusa, lo cual me sorprendió, por que él siempre tenía excusa para todo - Pasa que.
- Que.que una ves yo baje así a la sala común y James estaba ahí.solo y pues me vió - inventé rápidamente, aunque al momento comprendí que no me creerían
- Katherine, no recuerdo ninguna vez en que tú hayas bajado así a la sala
- Bueno Lili.es que la verdad, fue.la vez que te obligaron ir a tu casa en Navidad. Recuerda que esa vez, todos se fueron excepto James, yo y dos chicos de primero
- Bueno, eso lo explica - dijo Remus más calmado, tratando de cambiar de tema
- Sí.explica que James vió a Katie y no nos contó - dijo Sirius mirando a James con cara de pocos amigos
- Bueno, mejor vámonos a desayunar - les dijo James pasando entre ellos para que empezaran a caminar, lo cual si hicieron, aunque un poco recelosos
- Estás loca - me dijo James, cuando nos quedamos atrás de la particular caravana que iba hacia el castillo
- Y que querías que hiciera
- Decirles la verdad
- No podemos James.lo sabes. Aparte, lo prometiste - le dije al tiempo que giraba mi mano izquierda para que quedara visible el símbolo que tenía en la palma
- No me queda de otra verdad - me dijo al tiempo que el también giraba su mano y la ponía sobre la mía
- La verdad, no - le dije estrechando su mano
************************* ************************* *************************
Ya sé, ya sé, este capítulo me quedó muy largo y aparte creí que hablaría más del futuro, pero la verdad, me llamó mucho la atención escribir acerca de los merodeadores (y a quién no). Sigan dejándome reviews para saber que les gustaría ver, díganme como les gustaría la broma y el futuro.
