Corazón Viajero

Capítulo I

Escocia

Historia alterna de cómo encuentran el amor, la pasión y el camino para seguir adelante a pesar de todo.

Viajaba por Escocia una familia a caballo sonrientes, a lo lejos se veía que venía a todo galope para alcanzar a la más joven y hermosa dama, pero esta no se dejaría vencer aunque le partieran el alma, le daba más impulso a su corcel, otros competían con la misma idea, pero ya había dos que luchaban por demostrar quién es quién en los corceles…

Llegaban y muy lejos de ahí, había una persona recostada bajo una sombra, con una pajilla en la boca disfrutaba de su buen día de descanso, cuando de repente muy cerca paso la joven frente a sus ojos, arrojándole lodo a su atuendo, este enfurecido se subió a su caballo, la siguió molesto,

- Ahora veras, la alcanzó quiso pararla, esta sonrío él se quedó fascinado con ella, pero no por eso la dejaría así, detuvo su corcel, esta no tuvo más remedio que parar, pues el joven había alcanzado la rienda, la freno,

- lo siento mucho, jugaba carreras, sé que pase a tu lado, manche tu rompa con mi corcel dijo Candy, el sonriente dijo

- Como piensas pagar la ofensa de enlodarme jovencita, dijo Terry

- No lo sé, puedo lavar personalmente tu ropa, pero no tú conciencia, dime qué puedo hacer para compensar el daño moral, más que el material. Viéndolo de frente pues aparte de que es un hombre alto muy guapo, ya enlodado, no se veía nada mal, pensó Candy. Terry noto que la joven lo miraba y le gustaba, este sonrío de medio lado, dijo

– Así, la beso, muy suavemente tornándolo muy apasionado, haciendo que ella se perdiera en el beso del joven una de sus manos tocaba su nuca, la otra traía su corcel, después llegaba Anthony, Archie y Alister, sorprendían a la pareja. Anthony molesto dijo

- ¡Candy! Ambos soltaron el beso, ella se puso roja por la sorpresa. Terry sonriente por lo que había ganado por la enlodada.

-Lo siento chicos, que les dije que me alcanzarán, le daría un beso al ganador, pues el ganó.

-Candy como te atreves, el no estaba ahí y cómo es eso de donde lo conoces, que se cree para besar a una señorita, bajo del caballo Anthony empujó a Terry este sonrío con mucha confianza, como si se conocieran dijo

- ¿Candy es tu hermanito menor?, a lo que de inmediato bajo Archie, agregó

–Imbécil, no somos sus hermanos, pero no te acerques a ella o te las verás con nosotros. Terry al ver a tan valientes hombres agregó

-Cariño, son tus guardianes estos paladines. Candy se puso roja le había dicho cariño, bajo la cabeza guardando una sonrisa para no burlarse, ya bastante hizo por justificar el quedarse en un beso que ahora le dijera cariño ya era demasiado. Ella contestó

-No necesito que nadie me defienda, sola me sé defender bastante bien, espero que laves tu ropa a mano, con permiso. Muy digna se retiró dejando enfurecidos a tres caballeros, Alister la acompañó entre risas, regresaban a su casa.

Anthony, vio que Candy conocía a este hombre, ya no dijo nada con una mirada asesina, por el nuevo competidor se retiraba. Archie dijo

– Con los Andrew no te metas, no te lo recomiendo. Terry sonriente dijo

– Un Grandchester jamás se doblega ante nadie. Anthony volteo a verlo con sorpresa, agregó

– Eres Terry Grandchester el hijo del Duque de Grandchester, este sonriendo respondió

– Si, estoy a su disposición cuando desees pelear de nuevo. Anthony sonrió, comentó

– Nos veremos mañana sin falta tenlo por seguro se fue sonriendo, se subió a su caballo con una sonrisa en los labios, Archie lo vio molesto, refutó

- ¡Pedante!, se subió a su caballo se fue quedando sonriente Terry se tocaba los labios por el beso de la dama, sonreía. Esa tarde se regresó a su mansión, no dejaba de pensar en la joven que había conocido, en su mirada, una hermosa dama delgada, con esos pantaloncillos mostraba un cuerpo divino y escultural, Terry esa noche soñaba con tenerla en sus brazos, no pudo dejar de pensar en ella, de solo pensarla pasaba la noche feliz muy satisfecho, por la mañana su padre desayunaba con él, comentándole

– Terry hoy iras a la mansión Andrew William desea conocerte, ya habíamos quedado de que te dejaría con ellos mientras voy por tu madre a New York regreso de nuevo, tus cosas ya las empacaron, estarás con los mismos instructores que William y yo contratamos para sus sobrinos y para ti,

- Padre se apellidan Andrew los sobrinos de señor William,

- Es un joven igual que tu Terry, William es el heredero de los Andrew, falleció casi toda su familia quedando él como el sucesor de los Andrew, aquí en Escocia, el es Duque y en América es mi socio más importante, su tía acaba de fallecer hace unos meses y su hija adoptiva la trajo aquí, ya que quiere prepararla para que también reciba educación pues el colegio donde los íbamos a mandar, resulto un problema y mejor se los trajo, por eso te saque te traje con ellos, de que se estén quejando de ti, mejor un privado tal vez valga la pena, se habla muy bien de la educación de los Andrew, espero no me decepciones Terry.

Este sonrío pensó, con que hija adoptiva, que mujer, ahora la tendré cerca, espero y se repita el beso muchas veces, ¡qué mujer! ¡Qué mujer!

Mientras tanto en la mansión Andrew bajaba Candy muy sonriente vio a Albert en la entrada,

- ¡Albert! Corrió para abrazarlo, este la recibió en sus brazos abiertos, dijo

– Mi princesa hermosa, vas a desayunar Candy.

-Si desayunas conmigo si, este sonrió, agregó

- Y si no desayuno contigo ¿no desayunaras Candy? Esta sonrió, respondió

– Que malo eres, yo que te quiero tanto, que ya me ganaste y desayunaste.

– Claro que no, solo preguntaba, te estaba esperando para desayunar, vamos pasemos al comedor.

– Candy hoy llega el hijo de mi socio estará en la habitación azul, te pido que seas respetuosa y que recuerdes que es un gran amigo su padre, sé que es muy rebelde igual que nosotros, pero también sé que puedes jalarle las orejas si se porta mal, aunque te aseguro que se quedará prendado de mi princesa. Candy se puso roja, bajo la cabeza.

– Albert, no me digas eso, me apenas

–Candy no es pena, mis sobrinos se pelean por ganar tu amor y este es de la edad de Alister, como crees que no se quedará enamorado de mi princesita. No debe de darte pena, recuerda es muy parecido a tu carácter, así que evita discusiones lo más que puedas con él, ¿quieres? hazlo por mí. Le hizo una cara de súplica, esta respondió

– Está bien, en eso llegaron al comedor, Anthony muy sonriente dijo

– Buenos días tío, ¿hoy llega el Grandchester a nuestra casa? ¿No es así?

- Si Anthony, hoy llega lo estamos esperando.

– No te preocupes, Candy lo recibirá con los brazos abiertos y un beso, dijo poco molestó, sonriente

– Porque lo dices así, ¿estás celoso Anthony?

– Temo que tendré más competencia que mis primos, en eso entraba Archie y Alister.

– Candy hay algo que deba saber dijo Albert

– Si, ayer un joven me dio un beso frente a mis primos, creo que por eso dice que lo recibiré con los brazos abiertos. Tal vez sea ese joven.

– Vaya eso si es sorpresa, Candy ya conoces a Terry, esta lo vio con cara de al rato te digo porque Archie se enfureció, Albert sonreía por las caras, Alister estaba serio solamente. Desayunaron salieron a montar pero Candy fue al despacho con Albert, le contó lo sucedido, este sonreía por lo que le decía, Candy se recargó en su abrazo, le dijo

–Realmente me robo un beso, si con eso se limpio su conciencia allá él, al final me dices que viene para acá, vaya sería bueno traer a más mujeres, no es correcto que este entre estos jóvenes sola, ya que mejor traigas unas mujeres hijas de tus socios, para que no sea la única mujer en la que no les quede otra opción, además a mí siempre me ha gustado estar a tu lado.

- ¿Eso deseas Candy?

- ¿Estar a tu lado?, sabes bien que sí.

- Me refiero a que traiga más damas, sonreía al ver que ella se estaba convirtiendo en una bella mujer pero no podía ser pues sus sobrinos ya la apreciaban y el no se pondría en una pelea campal por el error de su tía de en vez de poner a Candy como su hija la puso como hija de él.

-Por favor Albert no soy muy hermosa, soy la única por eso es que creen tener derecho de posesión todos, no es justo, si ese tal Terry me beso, tal vez con eso ya no me frecuenten tanto, si dices que tienen nuestro carácter, ambos sonreían,

- Eres muy lista Candy, pero ellos también lo son, y si tienes razón, vendrán más damas de las que crees, también pensé en ti, por eso le dije a mis socios que estarías estudiando en Escocia en nuestra mansión, con el problema que surgió varios se apuntaron, aunque posiblemente te molestes, porque los Legan quieren mandar a sus hijos también, pero Anthony me dijo que si ellos venían se regresaría a New York junto contigo, como vez. Por eso le dije que no podían venir que estaba lleno, con los que ya había aceptado, le dije que Neil se había peleado con Anthony y Elisa contigo por eso no quería problemas, me comprendieron.

-Y quienes serán las damas de sociedad que vendrán,

- Candy tu eres una dama, aunque estudiaste enfermería eres mi dama preferida, así que no te sientas menos, esta es tu casa eres Candy Andrew nadie tiene tu apellido directo como tú, así que a despreciar a otros aquí tu mandas, no quiero que nadie te haga una humillación, lo sabes verdad princesa, me tengo que ir mañana, pero por favor cuento contigo, controla a estos chicos y no te metas en problemas.

Esta lo abrazó enternecida, Albert la amaba en silencio sus abrazos ya no eran tan simples para él, como buen caballero se separaba tiernamente, y agradecía todo de Candy porque la procuraba, dijo

– Albert gracias por confiar en mí, si se agarran a golpes los curaré, ambos sonreían. Salieron del despacho, llegaba un carruaje con Terry este bajaba, veía a Albert y Candy que lo esperaban en la estancia.

– Bienvenido Terry, dijo Albert, Candy sonrío reconociéndolo,

-Gracias, mi padre te envió saludos William, este sonrió por tratarlo como un igual, era algo que apreciaba porque se sentía mejor, sonrió,

- Esta es tu casa, lo será por los siguientes dos años, mientras se preparan para ir a defender sus negocios.

– Gracias. Terry no dejaba de ver a Candy de manera simulada.

– Ya conoces a Candy, me dijo que ayer se conocieron, espero se lleven bien, te la encargo mucho, porque si ella me pide que la regrese a América, me la llevaré de inmediato conmigo, aunque se queden ustedes sin ella. Sonrió, Terry se sorprendió, este sabía que la había besado, en eso llegó un carruaje, bajaban tres damas muy hermosas, en otro carruaje otras dos más, Candy muy sonriente las recibía en el porche, donde Albert y Terry salían, los tres que montaban vieron a todas las damas llegar, de inmediato así vestidos fueron a recibirlas, Candy estaba muy sonriente miraba a Albert, lo que le dijo ya estaba más que cumplido.

Ella es Patricia O`Brien, hija de mis socio Stefan O`Brien una joven delgada de lentes muy hermosa y cabello café obscuro largo, ella es Annie Britter, hija del socio de Daniel Britter una hermosa dama cabello negro y ojos azules muy linda y muy romántica, ella es Andrea Anderson, hija de mi gran amigo Robert Anderson una hermosa rubia de ojos grises y cabello medio ondulado, muy delgada y alta, ella es Sofía Robertson prima de Andrea una joven castaña de ojos miel, muy bonita sonrisa y ella es Susana Marlow sobrina de mi socio Elmer Marlow una joven coqueta de cabello rubio, ojos tristes cafés obscuros.

Terry abría los ojos no podía creerlo la mansión de los Andrew se convertiría en escuela. Albert lo vio se sonrío.

Pasaron a la sala mientras bajaban sus maletas y les asignaban sus habitaciones de inmediato los jóvenes se presentaban, Albert muy sonriente dijo

– También llegarán Tom y Jim, para que estés bien cuidada, sonreían.

– Gracias Albert, pero como lograste que ellos les dieran permiso si sus padres los necesitan mucho,

- Pues se ganaron una beca, para que sus negocios se incrementen, les envié apoyo para que no los echen de menos, no deben tardar en llegar vienen con George,

- Gracias Albert, ellos son muy importantes son mis hermanos, al igual que Ann pero ella sabes que fue adoptada, ahora verla aquí es bueno.

– Candy prométeme que no saldrás huyendo, antes que huyan los demás pero tú no, prométemelo.

– Si Albert te lo prometo, me portaré bien. Se daban un abrazo, Albert besó su frente, ella se retiró a la habitación, se sentía triste su gran amigo Albert se iría ya la conocía tanto que sabía lo que iba a sufrir con las clases, pero no solo eso, ella extrañaba a la mujer dura que dominaba a todos los Andrew la extrañaba realmente, con ella jamás se sentía sola, era dura, pero la dejo estudiar enfermería, era enérgica pero la educó con paciencia, lloraba y Albert entró a su habitación, la abrazó,

- Candy no quiero que la sigas extrañando, ella te está viendo y quiere lo mejor para ti, al entrar Albert dejo la puerta abierta, Terry que pasaba se detuvo y escuchaba la conversación, por favor, no llores en el cielo está mejor, aunque la extrañemos no nos la devolverán, te pido que por ella que no salgas huyendo, Terry se ve que te cuidará, es un joven de carácter nadie se le enfrentará, si por alguna razón llegan a venir los Legan, Anthony los pondrá en su lugar. Tus hermanos estarán llegando en cualquier momento no estás sola, sé que no vendré a verte, pero mandaré a George para que te lleve conmigo en Navidad si lo deseas, está bien.

– Gracias Albert, mil gracias por todo eres un ángel, me conoces muy bien, creo que sabes que vendrán los Legan porque se aprovechan con su lazo y la Tía Elroy, además nadie los querrá en otro lugar, ambos sonreían.

-Bueno pequeña en cuanto lleguen tus hermanos, me preparó y me voy, si quieres puedes acompañarme al puerto, pero te vendrás sola pues me llevo a George.

- No creo que Anthony no quiera ir conmigo a despedirte,

-Tienes razón, me retiro te veo en la comida.

De inmediato Terry se escondió, salió de su recamará disimuladamente y se encontró con Albert,

- ¿Todo bien Terry?

-Si de maravilla, vinieron muchas personas, no habrá tiempo para aburrirse,

- Los maestros ya no son maestros de niños, ellos vienen a enseñarles y compartirles sus conocimientos, si me demuestras ser el mejor, y les ganas a mis sobrinos en su educación, tu Padre estará muy orgulloso de ti Terry,

- Lo intentaré sonrío, pensó por esa princesa lo que sea. Candy salió los encontró en el pasillo Candy y Terry vestían de ropa para montar, mientras los Andrew ya habían montado, se habían cambiado para acompañar a las damas, Albert sonrió y agregó

– Terry te encargo a Candy al parecer van a montar, Candy no conoce mucho Escocia, por favor que no llegue tarde a la comida.

– Como gustes William. Ambos sonrieron, Albert se fue a su habitación, Candy bajo las escaleras Terry iba tras ella, total su padre se la había encargado. Abajo los Andrew los vieron, Anthony se molestó al ver que iba a montar acompañada de Terry.