N/A: Hola a todos, llevo bastante tiempo en fanfiction y debido al tiempo que estoy ocupado por casos personales, voy a escribir de la primera franquicia que me ayudo a inspirarme a hacer fanfiction de otras series que tengo en mi cuenta, y ya era tiempo que tuviera su propio fanfiction. Tengo entendido que no es muy popular en lado español, pero prefiero compartirlo en esta pagina aunque no sea popular, porque es algo que me gusta hacer para entretenerme. Espero que les guste mucho este fanfiction y que lo disfruten, estaré muy agradecido si lo hacen.


Aviso importante: Personajes y ambientes de Touhou Project NO ME PERTENECEN Y NO SOY DUEÑO DE ELLAS, le pertenecen a sus respectivos dueños. Cualquier otra referencia distinta de esta franquicia antes mencionada, pertenece a sus respectivos dueños. Este fanfiction está hecho para entretenerse.


Introducción.

Hola querida Flandre Scarlet… quiero dejar escrito en este diario de regalo de cumpleaños, todas mis experiencias que tuve en este último tiempo, sé que hubo de todo en ese tiempo, cosas buenas y cosas malas, pero considero que fue la mejor decisión que he hecho y me siento muy agradecida por esto, me siento libre y me siento que soy alguien diferente a lo que era en el pasado, aunque todavía conservo algunas características de mi personalidad, como alguien amable, dócil y obediente como también tengo mis rasgos negativos. Considero que sin esa decisión probablemente continuaría encerrada en el sótano sin saber nada de los alrededores de la mansión, como siempre fue parte de toda mi vida.

Gracias a todas, por ser lo que soy ahora. Muy bien empecemos… todo comenzó cuando en uno de mis cumpleaños…


Capitulo 1. Preludio de un nuevo comienzo.

Finales de Agosto del 2005.

En una de las tardes de verano, en una gran mansión de la era victoriana ubicado en el fantástico pueblo de Gensokyo basado en la cultura del Japón Feudal, en uno de los grandes comedores principales de la mansión, se encontraban todas las habitantes principales en plena celebración de una de ellas por su cumpleaños.

-¡Feliz cumpleaños 498, Flandre! –dijo Remilia Scarlet, la dueña de la mansión, la chica vampiro de cabello celeste con el vestido rosado.

-Felicidades. Espero que te guste tu postre de cumpleaños. –dijo Sakuya Izayoi, la jefa de las sirvientas de la mansión, la mujer de cabello plateado con el vestido de sirvienta de color azul.

-No todos los días se cumplen 498 años. –dijo Hong Meiling con alegría, la guardiana de la mansión, la mujer de cabello naranja con el vestido tradicional chino de color verde.

-Felicidades. –dijo Patchouli Knowledge, la bibliotecaria de la mansión, la mujer de cabello morado con el vestido morado a rayas verticales.

-Ahora pide tu deseo. –dijo Remilia a su hermana menor.

-El mismo de siempre. Mi mayor deseo es conocer que hay más allá de las paredes de la mansión. –dijo Flandre Scarlet con mucho anhelo, la chica vampiro de cabello rubio con el vestido rojo. -¿Por qué el cielo es brillante de día, y oscuro de noche? ¿Si Marisa y Reimu viven en un sótano? ¿De qué están hecho estos postres?

-Lo lamento Flandre… pero no puedo concederte ese deseo. –ordeno Remilia con seriedad a su hermana.

-Ni menos saber de qué están hecho estos postres. –comento Sakuya con preocupación.

-¿Por qué no puedo onee-sama? –suplico la rubia muy triste.

-Porque tu no estas preparada todavía para hacer eso. –respondió con autoridad su hermana. –¿Acaso crees que estas mentalmente preparada para conocer tu sola como es el mundo exterior? No lo creo y por lo que no puedo permitirlo.

-No es justo onee-sama. –dijo quejándose Flandre. –Si recuerdo muy bien, creo ya van dos años desde que sigo encerrada en la mansión, no creo que este mucho tiempo en este lugar como lo fue en el pasado. Por favor onee-sama, te lo suplico.

-Mi respuesta es no. –dijo tajantemente.

-Pero…

-No es no.

-Lo intente. –dijo con tristeza la rubia. –Agradezco mucho su compañía, Meiling, Sakuya, Patchy y onee-sama, las quiero mucho pero ya no tengo ganas de celebrar esto. Me quiero ir a mi sótano a jugar conmigo misma. –dijo con respeto y salió volando rápidamente del comedor principal de la mansión hacia su habitación, a pesar que en su interior todavía seguía muy frustrada.

-Flandre… -dijo Remilia con tristeza y culpabilidad luego de decirle todas esas frases a su hermana menor.

-No te sientas culpable Remi, ella tiene que entender que todavía no está lista para salir de la mansión. –dijo Patchouli animando a su amiga mientras leía un libro de hechicería en la mesa central.

-Pero necesitan una solución para esto, la imouto-sama ya no estará por siempre en el sótano, sobre todo por lo de hace dos atrás después de que hizo el incidente de la niebla roja. –dijo Meiling mientras comía parte del postre que preparo Sakuya.

-¿Desea meditar la situación con más calma ojou-sama? –pregunto Sakuya con amabilidad a la peliceleste.

-De acuerdo. –respondió Remilia. –Meiling y Patchy les ordeno que vuelvan a sus trabajos. –dijo a las dos mujeres, por lo que todas abandonaron el comedor principal.


Mientras tanto, en la azotea de la gran mansión, Remilia y Sakuya observaban con tranquilidad la oscura noche que rondaba por los alrededores Gensokyo.

-Sakuya, ¿Crees que Flandre ya esté en edad de que conozca mejor los alrededores de Gensokyo por su propia cuenta? –pregunto Remilia mirando el cielo muy pensativa y preocupada.

-De que está más preocupada ojou-sama, ¿la seguridad de Gensokyo o la seguridad mental de su hermana? –pregunto con amabilidad la sirvienta.

-No estoy segura. –dijo muy indecisa. –Por un lado, si quiero que ella pueda conocer más allá de los alrededores de Gensokyo, algo ha cambiado en ella desde que Reimu y Marisa la conocieron en el sótano en 2003, pero por el otro lado, considero que aun todavía mantiene esa terrible actitud que conserva desde que ella quiso encerrarse en su habitación por lo que puede amenazar la seguridad del pueblo.

-Los puntos buenos que tiene su hermana, es que ella es bastante dócil y respetuosa hacia usted. Ya se le ocurrirá una buena idea para ayudar a su hermana. –dijo Sakuya con confianza.

-¿Alguna sugerencia Sakuya? –pregunto.

-Lo única idea que tengo en este momento, es aquella del año pasado, cuando ocurrió los sucesos de la Noche Imperecedera, dijo que quería conseguir un buen tutor para la seguridad de su hermana. –dijo su principal idea.

-¿Un tutor para Flandre? No sería una mala idea, alguien quien la tenga vigilando dentro de los dominios de Gensokyo, tal como yo soy dueña de los dominios de la mansión. –dijo con mucho optimismo la peliceleste con la idea que le recordó su sirvienta en 2004, -Conseguiré un buen tutor para que Flandre esté totalmente controlada y no cause ningún problema.

-Creo que es lo mejor opción que tenemos para satisfacer la seguridad de Gensokyo y las demandas de la imouto-sama. –respondió la mujer de cabello plateado.

-Cierto. Por eso iré inmediatamente a contarle. –dijo con mucha seguridad.


La dueña voló con rapidez por los pasillos de la mansión hasta llegar a la puerta del sótano para decirle su principal idea para ayudar a su hermana.

-Flandre, ¿podemos conversar? –pregunto Remilia despacio, abriendo la puerta del sótano de la mansión, viendo a la rubia jugando un tradicional juego de mesa.

-Estoy ocupada onee-sama. –dijo la rubia con leve molestia a su hermana. -Estoy tratando de ganar esta larga partida de ajedrez. Esta muy reñida esta partida. –dijo muy concentrada.

-Yo creo que Flandre va a ganar esta partida. –dijo uno de los tres clones de Flandre para sí misma que está jugando en la partida.

-No, Flandre va ganar esta partida. –dijo otro de los clones de ella apoyando a la Flandre original.

-No Flandre, Flandre va a ganar la partida. –reclamo el otro clon de Flandre hacia el otro clon de Flandre.

-Onee-sama, te aseguro que mi clon está realizando una falta grave de repetición innecesaria de mi nombre en esta última línea de lectura. –comento con tranquilidad la chica original al romper la cuarta pared.

-¿Línea de lectura? –pregunto desconcertada la peliceleste. -Déjate de bromas, sabes que yo no entiendo bien como es tu propia interpretación de tu entorno.

-Es solo que estoy segura que existe alguien que nos están observando en este momento nuestras frases y movimientos a través de palabras, como si se tratara de alguna lectura escrita por algún fanático. –respondió la rubia muy segura de sus afirmaciones.

-Es muy ridícula tu idea. Te estas desviando del tema… ¡Flandre escúchame por favor! –grito la hermana mayor con desesperación.

-¿Qué? –preguntaron los tres clones.

-¡Ustedes no! –reclamo enojada Remilia a los clones. –Flandre, por favor, ¿podrías desaparecer a tus clones de batalla?

-Bien… -dijo de mala gana e hizo desaparecer rápidamente a sus tres clones. -¿Te escucho onee-sama? –dijo con tono distante.

-He estado meditando con Sakuya, y decidimos juntas que, si quieres conocer los alrededores de Gensokyo como tanto deseas, te vamos a conseguir un buen tutor para que te vigile y esté presente para que no hagas alguna locura extraña que yo no pueda controlar. –dijo con mucha seguridad la dueña. –Cuando encuentre la indicada, podrás salir de la mansión.

-¿De verdad? –pregunto sorprendida, emocionada e ilusionada. -¿De verdad me lo vas a permitir? ¿No es ninguna broma?

-No Flandre, no es una broma, sé que eres una chica mentalmente inestable, bipolar, que tiene el don de destruir cualquier cosa, y que con solo tu presencia eres capaz de aterrorizar, pero seguirás siendo mi única hermana menor, alguien que es tranquila y agradable en el fondo de tu alma, y no es correcto que continúes encerrada en la mansión ya que cambiaron las condiciones en Gensokyo desde que fracaso la creación de la niebla roja en 2003. –dijo Remilia con sinceridad y con leve tristeza en la última frase.

-Onee-sama. -dijo con llorando de alegría que fue directamente a abrazar a su hermana con todas sus fuerzas. –Eres la mejor.

-Me asfixias Flandre. Si consigo un tutor, prometes que te convertirás en un mejor ser para la sociedad, que debe respetar la seguridad de Gensokyo. –ordeno con seriedad.

-Lo prometo onee-sama. –dijo con una sonrisa en su rosto. –Lo prometo.


Pasaron aproximadamente alrededor de una semana desde que Remilia dio su propuesta para satisfacer los deseos de su hermana menor, desde ese momento, utilizo todas sus técnicas para buscar al ser indicado, aunque para ella no se esperaba que pudiera demorar mucho tiempo en encontrar al peculiar ser.

-Onee-sama. ¿Has sabido algo? –pregunto con interés la rubia a su hermana que se encontraba sentada en su gran silla ubicada en el gran y extenso pasillo de la mansión, acompañadas por Sakuya que se encargaba de la limpieza.

-Desde hace una semana que dije mi propuesta, he puesto varios afiches por todo Gensokyo para ver que alguien pueda ser tu nuevo tutor. –dijo la peliceleste con calma. –Pero…

-Pero… -repitió la rubia con leve enojo, pensando en las futuras malas noticias.

-Pero parece que no hay nadie que tenga el mayor interés en ser tu tutor. –dijo con tono de decepción.

-No lo entendiendo. –dijo desilusionada. -¿Qué he hecho mal?

-Solo creé un buen afiche publicitario, y se lo distribuí por todos los alrededores de Gensokyo. –dijo la peliceste orgullosa enseñando su propio afiche que creo.

Flandre observo que en el afiche que creo su hermana, contenía una silueta negra con un signo de interrogación con la frase: "Se necesita un tutor para cuidar a este ser de origen desconocido".

-¿Esto es una broma onee-sama? –dijo indignada la rubia. –¿Porque pusiste esta silueta de mí? Van a creer que soy aterradora.

-Pero no estoy diciendo ninguna mentira. –dijo con honestidad, cosa que enojo más a su hermana.

-Solo porque en el exterior parezca aterradora, no significa que en el interior sea aterradora. –dijo aun molesta. –Ni siquiera trate mal a Reimu o a Marisa cuando me conocieron la primera vez.

-Fue mi primera idea, además no tengo fotos tuyas, salía más barato dibujar una silueta tuya para este afiche, y con el eslogan ayudara a que alguien se interese en ti. –continuo muy segura la dueña. -Es como esas estrategias publicitarias para que alguien diga, ¿qué clase de ser tan misterioso y desconocido oculta la gran Remilia Scarlet? –dijo esto último con orgullo. –Incluso lo publique en el periódico principal de Gensokyo.

-¿Pero no entiendo porque nadie está interesada en mí? –pregunto con tristeza.

-La única situación lógica, es que el Bunbunmaru realmente es un periódico inútil. –respondió Sakuya con mucha seguridad.

-Excepto para calentar la chimenea en invierno. –acoto Remilia con una sonrisa.

-No puede ser… no podré conocer el exterior de la mansión debido a que ese tal Bunbunmaru es un inútil y me quiere perjudicar mis sueños. –dijo muy alterada y enojada. –No me queda alternativa… continuare esperando a que llegue ese ser que me ayude con mis metas, aunque tenga que esperar otros 495 años más en el sótano. –dijo aun con optimismo en su interior. –Espera… ¿Hay chimenea? –pregunto curiosa.

-Aun te queda mucho por conocer los alrededores de la mansión Flandre. –respondió su hermana con tranquilidad.


Mientras tanto, en algún lugar de la Barrera Hakurei, en una pequeña casa de madera tradicional del Japón Feudal.

-¿Qué novedades tienes para mí? –pregunto la mujer rubia de cabello largo y con un elegante vestido morado y sombrero blanco a su fiel sirviente.

-En el Bunbunmaru y en los lugares principales de Gensokyo, Remilia Scarlet publico este afiche publicitario. –dijo la mujer mostrando uno de los afiches que encontró por los alrededores de Gensokyo. -¿Y qué opina?

-Creo que podemos sacar provecho de esta situación. –dijo con mucha seguridad y de buen humor. -Creo que es momento de hacer una visita a la Mansión Scarlet.


Mientras tanto, en la reja principal de Mansión Scarlet.

-¿Y no han conseguido ningún tutor para la imouto-sama en estos últimos días? –pregunto Meiling con preocupación a la jefa de las sirvientas, mientras continuaba vigilando la entrada de la mansión.

-De momento la ojou-sama no lo ha logrado. –dijo Sakuya con desilusión. -Mientras no exista un tutor que esté interesada en ella, no podrá salir de la mansión por la seguridad de Gensokyo.

-Es una lástima por ella. –comento triste la pelinaraja. –De verdad ella quiere conocer estos lugares.

-No se preocupen por eso, ya llego su salvadora. –dijo la mujer rubia del vestido morado que caía lentamente del cielo con la ayuda de su paraguas.

-¿Que fue eso? –preguntaron simultáneamente Sakuya y Meiling en señal de ataque, frente a la mujer que logro aterrizar frente a ellas.

-Lo que escucharon, soy la solución de todos sus problemas. Además, que vengo cordialmente a esta mansión y con la mejor disposición. –dijo con tono serio frente a las dos mujeres de doble trenza. -¿Me dejan pasar?

Considerando la buena disposición de aquella mujer rubia de venir personalmente a la entrada de la mansión en vez de usar sus propios trucos, no le quedo de otra de que ambas mujeres le permitieran la entrada a la mansión.


Más tarde en el pasillo principal de Mansión Scarlet.

-¡Ojou-sama! ¡Tenemos visitas! –dijo Sakuya con tono dramático a la dueña de la mansión.

-¿Acaso es Marisa? Si es ella, dile que Patchouli no está interesada en préstales más libros de hechicería. Y si es Reimu, dile que yo no tengo su libro personal de toda la historia del clan Hakurei. –dijo Remilia con poco interés con respecto a esa última frase mientras toma su taza de té desde la silla principal del pasillo de su mansión.

-No es ella, es… -dijo la sirvienta hasta ser interrumpida.

-Buenas tardes Remilia Scarlet. –dijo con tono elegante la rubia de cabello largo, haciendo una reverencia. –Espero que no le moleste mi repentina presencia de la youkai de los bordes, Yukari Yakumo.

Rápidamente la peliceleste escupió él te que bebió por la repentina sorpresa de la mujer rubia de cabello largo, mientras Sakuya le daba golpes en las espaldas para que no se asfixiara.

-Yukari Yakumo. –dijo con tono serio. -¿Qué es lo que quieres? ¿Acaso tienes la intención de usarme para otros de tus planes para hacerles bromas a Reimu?

-No exactamente, aunque estoy segura que igual te divertiste cuando te estaba manipulando para mis planes. –dijo con Yukari manteniendo su compostura.

-La verdad, es que me divertí, igual me sentía un poco aburrida. –dijo con sinceridad. -¿Y bien?

-Vengo por esto. –dijo la youkai de los bordes mostrando uno de los afiches que sostenía en una de sus manos. -¿Y dónde está el pequeño secreto?

-Ella está en el sótano. –respondió Remilia. –Espera un momento, acaso… -fue interrumpida cuando noto que Yukari desapareció rápidamente entrando a uno de sus portales.

-Odio cuando esa mujer hace esos trucos. –dijo molesta la dueña de la mansión. –Vamos Sakuya, debemos buscar a esa mujer. –ordeno con mucha seguridad.

-Muy bien, ojou-sama. –dijo la sirvienta con obediencia, y decidió acompañar a Remilia a buscar a Yukari.


Rápidamente, la youkai de los bordes con sus portales apareció en frente de la puerta del sótano de la mansión, y con tranquilidad abrió la puerta de la habitación, observando a la chica rubia de espalda, jugando nuevamente su partida de ajedrez, pero sin sus clones.

-Onee-sama… si vas a darme falsas esperanzas por… -dijo de mala onda hasta que, al darse media vuelta cambio repentinamente su actitud al ver a la mujer adulta en la puerta de su habitación. -¡Espera… tú no eres mi onee-sama! –exclamo sorprendida.

-¡Y tú no eres lo que estoy buscando! Remilia me dijo que el ser que necesita un tutor estaba en el sótano, busco el ser de la silueta negra con un signo de interrogación de este afiche, pero solo veo una chica rubia de traje rojo y alas extrañas como si fuera alguna clase de adorno de Navidad. ¿Tú la has visto? –pregunto con leve desilusión mientras apuntaba al afiche que tenía en su mano.

-No… solo estoy yo y nadie más. –dijo con sarcasmo y levemente ofendida hacia la mujer adulta. –Ah... y mis clones también de vez en cuando.

-Ahora, hablando enserio… -dijo Yukari con tono serio mientras observaba el físico de rubia de cabello corto. –…entonces tú eres Flandre Scarlet, tu eres el pequeño secreto, la hermana menor de Remilia, el ser que destruye todo con apretar los puños, el ser que es mentalmente inestable, el ser bipolar…

-¡No soy bipolar! –interrumpió enojada la rubia. –Espera… de verdad onee-sama dio todas esas descripciones de mí. –dijo más tranquila y contenta. -¡Onee-sama se preocupa por mí! ¿Y quién eres tú? –pregunto con curiosidad.

-Me llamo Yukari Yakumo, soy el youkai de las fronteras, una de las protectoras de Gensokyo. –dijo con tranquilidad y con orgullo la mujer adulta.

-Mnn… ¿Yukari? Me suena ese nombre… -dijo dudosa hasta que pensó en un recuerdo de hace mucho tiempo atrás con su hermana mayor. –¿Eres la mujer que manipulo a onee-sama para que ella le hiciera una broma a Reimu?

-Si. Soy la misma.

-¿Y tú quieres ser mi tutora? –pregunto aun con dudas.

-Si… de lo contrario no estaría en este lugar y estaría hibernando tranquilamente en mi hogar o haciendo alguna travesura en el mundo exterior. –dijo con tono serio.

-No puedo créelo… ya pasaron otros 495 años desde que le hable a onee-sama sobre si consiguió una tutora. –dijo sorprendida con satisfacción en su interior. –Por fin valió la espera.

-Que ingenua eres, todavía estamos a inicios del siglo XXI y creo que ese afiche está en Gensokyo desde hace una semana aproximadamente. Y sí, estoy interesada, lo que te puedo ofrecer es que, si me convierto en tu tutora, tendrás que aceptar todas mis condiciones si quieres cumplir tus metas personales. Tu hermana me dijo que quieres conocer los alrededores de Gensokyo, ¿no?

-Es verdad, quiero conocer más allá de la mansión. –dijo Flandre con confianza. -Aunque… conociendo lo que le has hecho a onee-sama en ese momento… yo… -dijo con indecisión.

-Es tu decisión si quieres aceptar mis términos o no. Si aceptas, tendrás una vida muy diferente a la que tienes actualmente, pero si de verdad no quieres mi ayuda… te entiendo, entonces disfruta de otro medio milenio encerrada en tu habitación y deja que el resto de los habitantes de Gensokyo continúe con sus labores mientras ignoran la existencia de un segundo vampiro. –dijo con tono serio mientras deba media vuelta para salir por la puerta principal, hasta que sintió el agarre fuerte de una de sus manos.

-Yo… -dijo muy nerviosa la chica rubia. –Yo… si quiero conocer el exterior, onee-sama me dijo que, si ella conseguía un tutor, podía cumplir mis sueños.

-Entonces veo que estas dispuesta a hacer eso. ¿Hacemos un trato, Flandre Scarlet? –dijo amablemente mientras extendía su mano.

-Acepto… Yukari Yakumo. –dijo la rubia de cabello corto dándole la mano con confianza a la youkai de los bordes.

-Felicidades, sé que no te arrepentirás de esta decisión. Mañana comenzamos. –dijo con naturalidad, hasta que ambas rubias escucharon la puerta del sótano abrirse violentamente.

-¡Aquí estas Yukari! Creías que no te encontraría esta vez. –dijo Remilia con seriedad y acompañada por Sakuya.

-Remilia, justo a tiempo… yo y tu hermana menor ya hicimos el contrato y con gusto voy a ser su tutora para que pueda conocer los alrededores de Gensokyo. Gracias por su tiempo, sé que ella no se arrepentirá. –dijo la youkai con una sonrisa, realizo una reverencia, abrió un portal abajo suyo y desapareció en presencia de la sirvienta y las hermanas Scarlet.

-Realmente me desagradan los trucos de Yukari. –comento para sí misma la dueña de la mansión con frustración. –Espera… ¿Acabas de hacer un trato con Yukari, Flandre?

-Si lo hice onee-sama, muchas gracias. Gracias por tu ayuda. –dijo la rubia con tranquilidad. –Yo… les debo una disculpa a todas, creí que no serían capaces de conseguir un tutor para mí por lo que paso en mi cumpleaños, pero me doy cuenta que me faltaba ser más paciente con ustedes. Se los agradezco mucho. –dijo mostrando una sonrisa a su hermana mayor y a Sakuya.

-Realmente me siento muy preocupada de que Yukari sea tu tutora, no sé qué clase de planes tenga en su mente. Ella es demasiado excéntrica. –dijo Remilia con preocupación sobre esta situación.

-De momento, es la mejor solución que Yukari vigile a la imouto-sama por el bien de todos nosotros. –exclamo Sakuya.

-No te preocupes onee-sama, tú me contaste la otra vez de que hace un mes, te divertiste mucho de que esa mujer te manipulo para hacerle una travesura a Reimu, sobre ocultarle algún objeto o algo así. –dijo Flandre hasta que se fijó en un detalle en específico de su habitación. -¿Y este libro? ¿Qué es el clan Hakurei?

-Oh… maldición Yukari. –comentaron Remilia y Sakuya en señal de desilusión con la mano en la cara, mientras la rubia ponía cara de no comprender nada de la situación.

Una cosa ya es segura, sus plegarias fueron escuchadas, la decisión fue tomada y Flandre tendrá que asumir todas las consecuencias futuras de su decisión con la youkai de los bordes para cumplir su mayor anhelo de conocer los alrededores de Gensokyo.


N/A: Espero que les haya gustado este fanfic de Touhou tanto como a mi. Actualmente tengo como para 7 capítulos en general, y la intensión es mas menos relatar a la mayoría de los personajes de las entrega 6, 7 y 8 principalmente y tal vez incluya a los del 9 y 10, pero dependerá que no este tan ocupado en este año, además que generalmente doy mas prioridad a otras franquicias que me gustan, por lo que es posible que no actualice muy seguido.

Si hay algún error en ortografía y/o en gramática, espero corregirlo prontamente. Comentarios, opiniones y sugerencias constructivas son bienvenidos y me ayudarían a hacer un mejor trabajo en el futuro. Nos vemos.