AVA
Hoy después de mucho tiempo, viajaré a Ciudad Estrella para reunirme con mis mejores amigas Nora Darhk y Zari Tarazi y pasar el fin de semana con ellas. A ambas las conocí hace años en la Facultad de Economía y Negocios de Ciudad Central. Debo admitir que antes de ellas, yo era solitaria y poco sociable, prefería centrarme en mis estudios, artes recreativas, artes marciales, me gustaba mucho ser disciplinada, era muy exigente conmigo misma, quería ser perfecta en todo, pero cuando las conocí todo eso cambió. Descubrí que también puedo ser una persona divertida, sociable si me lo propongo y me puedo permitir cometer errores, pues de ellos también se aprenden. Aún me exijo demasiado, aunque ya no tanto.
Desde que salimos de la Facultad, ellas regresaron a vivir a Ciudad Estrella de donde son originarias y yo me quedé trabajando en Ciudad Central, en una de las agencias de Grupo Financiero Darhk, donde el papá de Nora, Damien Darhk es el Director General. Empecé desde abajo hasta llegar al puesto de Gerente, donde ya llevo algunos años. Mi familia es de clase media y no tan adinerados como la de mis amigas, así que mientras trabajaba seguí estudiando e hice tres Maestrías y un Doctorado en Finanzas, creo que nunca tengo suficiente.
La última vez que las vi, fue hace un año en el cumpleaños de Zari, su familia también es de las más adineradas en Ciudad Estrella, se dedican a la importación y exportación textil. Aunque Zari es mi amiga y la quiero mucho, ella suele ser algo manipuladora con las personas, siempre obtiene lo que quiere sin importar el costo, sabe que tiene un encanto al que nadie se le resiste y abusa de eso, es narcisista, egoísta y a veces pedante. Pero que nadie se atreva hacerle daño a su familia, en especial a su hermano menor Behrad o lo lamentará. Todo eso, la hace ser excelente para los negocios, desde que ella se integró a la empresa familiar de los Tarazi, les ha ido mucho mejor.
En cambio, Nora, se ha esforzado muchísimo en el área de finanzas para ser una mujer feroz, su objetivo no es otro más que sentir a su Padre muy orgulloso de ella. Desea convertirse en lo que él desde muy pequeña ha soñado que sea, una de las mujeres más poderosas e influyentes en Ciudad Estrella y el mundo. Nora, suele ser muy ambiciosa para los negocios, es una inversionista temeraria y a veces cruel cuando las personas no cumplen sus términos. Como ella dice; en ésta área no existe la misericordia y negocios son negocios. Un poco exagerado y dramático he de decir.
La verdad es que la personalidad de cada una de las tres, es inmensamente diferente. Algo que tenemos en común es que solo estando nosotras tres podemos sacar nuestro verdadero yo y sé que ellas en realidad, pueden ser empáticas, sensibles y bondadosas, en realidad son un amor de persona y así como ellas prefiero tener un caparazón para no mostrar mi verdadero yo a cualquiera. Creo que eso es algo que nos une.
Pensando en mis amigas, abrí la aplicación del mapa y ver cuánto faltaba para llegar a Ciudad Estrella. Lo único que no me gusta de viajar es que necesito hacerlo en tren, en verdad lo detesto, me resulta incómodo. Ojalá solo pudiera abrir un portal, atravesarlo y listo.
El trayecto del viaje terminó y me bajé del tren. Empecé a buscar con la mirada a mis amigas que habían quedado de ir por mí.
A lo lejos pude ver a una alegre Zari levantando su mano para hacerme saber que ahí estaban, las saludé a lo lejos sonriendo mientras caminaba hacía ellas.
— ¡Hola chica! Mírate, te ves preciosa —dijo Zari mirándome de arriba abajo.
— Gracias, tú también estás muy linda — dije y ella me abrazó.
— Lo sé —susurró en mi oído.
—¿No habrá abrazo para mí? —cuestionó Nora al ver que Zari y yo, no nos soltábamos.
— Claro que sí, ven acá —nos dimos un gran abrazo—. Estoy muy feliz de verlas, ya me hacían falta.
—Y tú a nosotras.
—Me muero por ponernos al corriente de chismes, yo tengo tantos que contar y necesito soltarles una bomba.
—¿Una bomba? Esto va a estar bueno —dijo Nora interesada.
—Ya lo verás. Pero antes vengan aquí, necesito una selfie con mis amigas.
Después de que Zari insistió en tomarnos como mil selfies hasta que una le gustara para subirla a su Instagram, le indicó a su chofer que cargue mi pequeña maleta y caminamos hacía la salida de la estación. Una vez en el auto, acordamos que primero iríamos a comer así que Zari dio indicaciones de llevarnos a su restaurante favorito.
La comida estuvo deliciosa, mis amigas y yo recordamos algunos buenos tiempos y reímos bastante.
Al terminar de comer, a petición de Nora fuimos a una cafetería con temática de brujas y magos, de Harry Potter para ser exactos. Es súper fan y cuidado si decimos algo ofensivo porque nos empieza a decir muggles o sangre sucia. Así es, tres mujeres en sus veintitantos en una cafetería para adolescentes.
La verdad es que a Zari y a mí también nos gusta mucho la saga, pero sin duda a Nora más, le fascina todo lo que tenga que ver con la magia. En nuestra época de facultad fuimos juntas a varias convenciones. Nora y Zari son Slytherin y yo soy Ravenclaw.
Llegamos a la cafetería y cada quien pidió bebidas y postres alusivos a la saga.
—Muy bien, pues empecemos con el chismesito —dijo Zari emocionada—. Yo primero.
—Por supuesto —Nora y yo, sabemos que ella debe ser la primera en todo.
—Pues últimamente, mi relación con este chico DJ me tiene harta. No soporto ni siquiera leer los mensajes que me envía y cuando salimos, me aburro horrible. Sus conversaciones son tan vacías, lo que más me desagrada es que cree que es gracioso y en realidad es un completo imbécil.
—¿Y por qué sigues con él? ¿Es bueno en la cama? —pregunté curiosa.
—Al principio sí, creo que solo por eso lo mantenía a mi lado, pero llegué al punto donde ni eso me gusta.
—¿Entonces? —preguntó Nora.
—Pues es aquí donde viene la bomba y creo que específicamente necesito tus sabios consejos amiga —se dirigió a mí con cara de preocupación.
—Okeey….
—Es que, creo que algo me está pasando con mi asistente… ella está prácticamente todo el día conmigo, sabe lo que quiero y necesito sin tener que decírselo. Me comprende, siento que tenemos como una conexión, me empiezo a sentir nerviosa cuando estamos juntas y a solas, mis movimientos se entorpecen si se acerca demasiado a mí. La gran Zari Tarazi, se vuelve torpe junto a esa mujer. Eso me tiene mal…
—¡Oh por Dios, lo sabía! ¡Lo sabía! Tú no eres 100% heterosexual. Ava cariño, me debes dinero.
—¿De qué hablan? —preguntó Zari muy confundida mirando a una extasiada Nora y a mí con las manos en el rostro.
—Hice una apuesta con Ava, mira saben que yo no soy gay pero algo me decía y me aseguraba que tú no podías batear para un solo lado.
— ¿A qué te refieres? —preguntó Zari asustada.
— Que eres bisexual, solo es cosa de que lo aceptes. —dijo Nora con una sonrisa de triunfo.
—Ava, ¿no vas a decir nada? —Zari seguía confundida por los comentarios de Nora.
—La verdad es que estoy de acuerdo con Nora, al principio lo dudé, pero poco a poco fui percibiendo en ti… el aura homosexual.
—¿El aura homosexual? ¡Me estás jodiendo! —Nora y yo, no podíamos con la risa por las expresiones de Zari—. Sinceramente no veo la gracia.
—Ya tranquila, discúlpanos. Mi radar gay no suele funcionar bien—ellas saben que soy abiertamente lesbiana—. Así que dudaba en las palabras de Nora. Aun así no tiene nada de malo que la chica te guste, ¿o sí?
—Es que no me están entiendo, no estoy segura de sí me gusta o no. Bueno, supongamos que si… ¡es mi asistente!
—¿Y? —dijo Nora alzando una ceja.
—No me vas a salir con la estupidez de las clases sociales, ¿verdad? Ni siquiera tus Padres son especiales con ese tema.
—Obvio no es eso, es que… me estresa el que haya una persona que me conozca bien, que sepa lo que necesito sin tener que decírselo y sobre todo que me vuelva torpe a su lado.
—Amiga, esa chica no solo te gusta, ya estás loquita por ella —le deje saber, lo que era más que obvio.
—¿Tú crees? Ay no, estoy perdida.
Zari nos siguió platicando sobre lo asombrosa que es esa chica con ella, el brillo en sus ojos y la sonrisa lo confirmaban todo. Nora y yo, evitamos reír al ver tan contenta y entusiasmada a nuestra amiga hablar maravillas de una persona, jamás la habíamos escuchado expresarse tan bien de alguien. Me da un poco de gracia y al mismo tiempo mucha ternura.
—Y pues ya, eso es todo. ¿Qué debería hacer? Me siento confundida.
—Primero que nada, debes terminar con tu noviecito. Empieza por ahí y uummm ¿alguna vez ella te ha comentado sobre su orientación sexual?
—No que yo recuerde.
—Ok, algo me dice que no sabes mucho de ella y no permitiré que una hetero te haga daño. Trata de conversar más con la chica, el tema debe ser ella. Conócela más, no todo siempre debe tratarse de ti, ¿me explico?
—Supongo que si… Lo intentaré.
—Y ¿qué hay de ti Nora? —le pregunté interesada.
—Pues no mucho en realidad, sigo esforzándome para que papá se sienta orgulloso de mi, ya sabes. Pero al parecer nunca es suficiente para él, cada día me exige más y aunque de verdad lo intento… parece que no logro llenar sus expectativas. Odio que me siga viendo como una pequeña.
—Vaya, parece que a sus ojos siempre serás la hija de papi —dijo Zari.
—Lo sé, ni siquiera me permite tener una relación porque según él, nadie es digno de mí y además eso me desconcentraría de mis deberes con el negocio familiar. No es que esté en busca de una relación, pero me fastidia que crea que tiene el control de toda mi vida.
—Apenas si me puedo imaginar tu frustración —le dije y en ese momento su celular empezó a sonar.
—Hablando del diablo —dijo en tono de broma, su papá le estaba llamando.
—Hola papá… Ahora no puedo, estoy con las chicas… Si, de hecho, Ava vino desde Ciudad Central y estamos en una cafetería… ¿uummm seguro que tienes tiempo?... Ok, yo les digo… Claro, te veo esta noche… Yo también te amo, bye —fue lo que Zari y yo pudimos escuchar de su conversación.
—Mi papá quería verme para ver unos temas, como le dije que estaba con ustedes y que tú estás aquí, me dijo que les pregunte si les gustaría cenar esta noche en casa, le agradaría mucho poder verlas.
—Yo no tengo problema con ir.
—Me encantaría poder saludar al Señor Darhk —dije sincera, después de todo es mi Jefe.
—Ok, está decidido esta noche cenaremos en mi casa. Bueno Ava y tú que tienes para contar.
—Pues ya saben, mi vida se resume a trabajar, estudiar, comer y dormir.
—Sigues de aburrida, ¿no te cansas de ser perfecta? Me estresas amiga —dijo Zari volteando los ojos.
—Oye oye pero ¿no estabas saliendo con una chica de la agencia? —preguntó Nora.
—No… bueno si… ay no sé. No, la verdad no tengo tiempo para involucrarme con alguien sentimentalmente, me siento mejor estando soltera.
—Bueno, no es que una relación sea la felicidad total, pero amiga… al menos sal a divertirte, se están yendo tus mejores años encerrada en una oficina. Ni siquiera Nora y yo nos encerramos tanto en el trabajo.
—Zari tiene mucha razón.
—Siempre la tengo querida. Es más, ¡ya sé! Después de la cena en casa de los Darhk nos vamos de antro. Esta noche nos alocaremos.
—¡Si chica! —dijo Nora tronando los dedos apoyando la idea de Zari y yo solo pude sonreír de medio lado.
Después de un rato en la cafetería hablando de otros temas, decidimos salir a pasear por la ciudad, la verdad es linda y me agrada mucho venir aquí. Sobre todo, porque aquí viven mis personas favoritas.
Al pasar las horas, llegamos a la casa de Nora y subimos a su habitación para esperar al Señor Darhk y cenar. Mientras tanto, estuvimos buscando la ropa que nos pondríamos para salir esta noche. Zari siempre carga una maleta de ropa, así que entre ella y Nora me escogieron mi atuendo, ya que aseguran mi modo de vestir es aburrido.
Pasado un tiempo, nos informaron que el Señor Darhk había llegado y nos estaba esperando en el living.
Bajamos y ahí estaba Damian Darhk, con una copa en mano y sus ojos cerrados, moviendo su cabeza de un lado a otro estirando su cuello, un ejercicio simple pero efectivo para el estrés.
—Papá.
—Nora querida, ¿cómo estás, qué tal tu día?
—Bien papá, gracias —se saludaron con un gran abrazo—. Aquí están las chicas.
—Hola Señor Darhk, qué gusto verlo —dijo Zari saludándolo de beso.
—El gusto es mío querida.
—Buena noche Señor, ¿cómo está todo?
—De maravilla, como siempre. ¿Qué novedades me tienes de la agencia en Ciudad Central? —tengo una manía que en cuanto debo hablar de un tema profesional, suelo llevar mis manos hacía la espalda.
—Pues todo marcha muy bien Señor Darhk, hemos cumplido de forma satisfactoria las metas de este mes y ya estamos trabajando en las del siguiente.
—¿En serio? Me encanta oír eso. Haces un trabajo impecable, estoy muy orgullosa de ti Ava.
—Le agradezco mucho sus palabras Señor, seguiré trabajando con mucho esfuerzo.
—Papá, deja en paz a Ava. Ella vino de visita a pasarla bien, no a que la atormentes con temas de trabajo.
—De acuerdo lo siento, pasemos al comedor por favor. Están en su casa.
Tuvimos una buena cena, la verdad es que el Señor Darhk, aunque parece algo estricto es una persona muy simpática y gracioso si lo sabes tratar, puede ser duro con Nora, pero yo puedo ver que para él Nora es su mundo y la ama más que a cualquier cosa y daría lo que fuera por ella.
Estábamos disfrutando del postre, cuando el Señor Darhk me hizo una propuesta que no me esperaba.
—Ava, hace días Nora me estaba platicando que acabas de terminar un Doctorado.
—Así es Señor, un Doctorado en Ciencias Financieras.
—Y también tienes varias maestrías, ¿cierto?
—Sí, tengo tres; en Finanzas, en Banca y Mercados Financieros y en Dirección Estratégica de Capital Humano.
—Vaya y con todo eso ¿solo eres Gerente en una de nuestras agencias?
—Bueno, yo…
—Envíame tu curriculum actualizado. Tal vez tenga un puesto mejor para ti, más acorde a tu preparación.
—Lo haré Señor, muchas gracias.
En cuanto terminamos la cena, subimos a la habitación de Nora para alistarnos.
—Ava creo que empezaré a maquillarte —dijo Zari emocionada.
—¿Maquillarme? ¿Para qué o qué? Solo me pondré un poco de labial y listo.
—Chica, sé que nuestra belleza es natural y no lo necesitamos pero lo haré. Así que ven y siéntate aquí, no voy a discutir eso contigo —Nora veía divertida la escena, mientras yo me sentaba y Zari sacaba un estuche enorme con maquillaje.
—¿Segura que solo me vas a maquillar o para qué tanta cosa? —pregunté preocupada.
—Serás mi más grande obra de arte, ya lo verás.
Después de horas que le tomó a Zari maquillar a ella y a mí, por fin salimos de casa de Nora. Zari tenía razón y creo que algo de maquillaje me favorece. He de admitir que las tres nos vemos increíbles, las chicas querían que usara un vestido, pero ahí si no pudieron contra mí, me siento más cómoda de pantalón. Zari siempre se ha visto preciosa de vestido y Nora con falda se ve muy sensual.
Como era de esperarse fuimos a la zona más exclusiva de Ciudad Estrella, la influencia de mis amigas en estos lugares es sorprendente.
En cuanto llegamos pedimos unas bebidas para empezar a entrar en ambiente, bueno la de Zari sin alcohol porque ella no bebe. Seguido de eso las tres estuvimos bailando bastante, la música está genial y yo me siento feliz disfrutando a mis amigas. Hubo un momento donde varias personas se acercaron a nuestro lugar a saludar a Zari y una que otra a Nora ya que ella a diferencia de Zari tiene más enemigos que "amigos" por estos lugares.
Pasaron las horas y ya casi iban a dar las seis de la madrugada, la verdad es que estaba tan divertida y feliz que ni siquiera me di cuenta de cómo el tiempo transcurrió tan rápido. Yo no tomé tanto, pero creo que Nora si se excedió un poquito, así que sugerí marcharnos ya.
Salimos del lugar y mientras Zari llamaba a su chofer, llevé a Nora a una esquina para que vomitara. Estaba sosteniendo el cabello de Nora, cuando a lo lejos vi a tres hombres que se acercaban de forma sospechosa a Zari. Amarré de prisa el cabello de Nora con una liga que traía en mi muñeca, sin perder la mirada de esos hombres y Zari.
Uno de los hombres sacó un pañuelo de su chaqueta y lo llevó a la nariz de mi amiga. ¡Maldición!
Recargué rápidamente a Nora en la pared y corrí hacía ellos, no dudé en enfrentarlos. Empecé a pelear con dos de ellos, mientras que el otro hombre cargó a Zari quien estaba inconsciente y la subió a la parte trasera de una camioneta. Es aquí cuando agradezco saber varios tipos de combate.
—Dejen de perder el tiempo, vayan por la Darhk y maten a esa estúpida rubia.
—¡No, Nora! —iba a correr hacía Nora, cuando uno de los sujetos sacó una pistola y me apuntó.
—No te quieras hacer la heroína, hasta aquí llegaste —estaba a punto de hacer un movimiento para desarmarlo cuando.
—¡Alto ahí, policía de Ciudad Estrella! Arrojen sus armas y levanten las manos.
Aproveché que el tipo se distrajo mirando a la chica policía que llegó e hice mi movimiento para desarmarlo, sin embargo, un descuido hizo que el sujeto disparara y la bala rozó mi brazo izquierdo, aun así, ahora soy yo quien apunta a su cabeza.
El segundo tipo le disparó a la chica policía sin tener éxito, la policía reaccionó velozmente disparándole a la pierna del sujeto. En ese momento, al que yo le estaba apuntando, sacó otra pistola de la parte trasera de su pantalón y antes de que disparara logré hacerlo yo primero dándole en la mano, por lo que soltó el arma.
En cuestión de segundos llegaron varias unidades policiacas y rodearon la escena, estos malditos no tienen escapatoria.
El sujeto que estaba en la camioneta le empezó a disparar a los miembros de la policía y ellos respondieron el fuego. Yo solo me alejé para cubrirme y corrí hacía donde estaba Nora pues ella estaba más vulnerable. El enfrentamiento seguía con el tipo que estaba en la camioneta, pues éste, en un movimiento desesperado arrancó el vehículo intentando escapar.
—¡NOO… ZAARII!
Los otros dos sujetos ya estaban tirados en el suelo, el tercero al no ver salida con la camioneta, no tuvo opción más que rendirse. Todo pasó a ser un desagradable susto. Nora estaba desubicada y con el alcohol que traía encima, medio asimilaba lo que estaba sucediendo, la ayudé a caminar hacia la camioneta donde se encontraba Zari. Los policías sometieron y arrestaron a los tres tipos, mientras escuchaba a otro llamar a la ambulancia.
La ambulancia llegó y enseguida atendieron a mis amigas y a mí el brazo. No es una herida grave así que estaré bien. El paramédico estaba terminando de vendarme el brazo, cuando la chica policía que fue la primera en llegar a la escena se acercó a mí.
—Eso fue valiente y estúpido de tu parte. Me salvaste de que aquel tipo me disparara.
—Pues de nada, supongo. Tenía que hacer algo, no me podía quedar ahí parada y permitir que les hicieran daño a mis amigas.
—Bueno, debido a eso dio tiempo suficiente para que no se las llevaran, las salvaste. Solo no lo vuelvas hacer, esta vez tuviste suerte.
—Gracias por tu intervención… aammm…
—Lance, soy la oficial Sara Lance.
—Gracias oficial Lance —sonreí sincera.
—Bien, nos llevaremos a estos perdedores, tú y tus amigas deben ir a declarar lo sucedido.
—Así lo haremos.
—Nos vemos —guiñó su ojo y se retiró sonriendo.
