"POV On"

La alarma suena demasiado fuerte, tanto que ni siquiera deseo levantarme de mi cama, en serio… por qué se esfuerzan tanto en hacer alarmas demasiado ruidosas para los teléfonos, si tuvieran al menos un sonido más calmado quizás me levantaría con más ganas al respecto.

- Ronnie, es hora de despertar. – Por alguna razón la puerta se abrió, solo escuché la voz femenina. – Ronnie, llegarás tarde, hoy es el día ¿no?

- … ¿Día? - ¿Día? Ahora que me acuerdo, es 15 de abril… hoy era un día importante pero no me acuerdo que era…

- ¿No te acuerdas? Hoy son las clasificatorias de gimnasia femenina.

- … ¿Eh? – Ya me acordé, es hoy, me levanté con velocidad. - ¡Debiste levantarme temprano!

- Eso hice pero siempre tienes un sueño pesado. – Esa mujer era mi madre, a pesar de tener 36 años se sigue sintiendo joven. – No querrás decepcionar a Sagiri.

- Si, rápido el desayuno para que pueda irme.

- Ok~ - Ella bajó a la cocina para servirme el desayuno, tuve que cambiarme rápidamente. Bajé con velocidad hasta la cocina donde el plato ya estaba servido, comí lo más rápido que pude, tenía que verlos rápidamente.

- Me voy.

- Dale mis saludos. – Salí de la casa justo hacia el paradero. Hoy son las clasificatorias de gimnasia femenina, una de mis mejores amigas tendrá su oportunidad para clasificar y representar a nuestro país en los juegos olímpicos, conociendo el talento que tiene, ella seguro puede lograrlo. Me apuré hasta llegar hacia el paradero donde dos estaban esperando.

- Finalmente estás aquí. – Exclamó un chico de cabello negro y ojos azules. – Pensamos que ibas a atrasarte otra vez.

- Es cierto, no podré hacerlo sin tu apoyo. – Esta vez habló una chica parecida al chico, de cabello negro y ojos azules también.

- Lo siento Kanno, Sagiri. – Me disculpé con ellos. Ahora que estamos los tres juntos haré las presentaciones: Ellos son los gemelos Kanno y Sagiri Yukimura, los dos vinieron de Japón desde temprana edad, pueden ser japoneses pero son nacionalizados estadounidenses, mientras que yo… me llamo Ronald Belfort, pero me dicen Ronnie, los tres hemos sido amigos desde la primaria lo cual nos une una relación muy estrecha.

La razón de que el día de hoy es por Sagiri, ella tiene la oportunidad de ser la representante para nuestro país como gimnasta, ha practicado desde pequeña y tiene mucho talento, de igual modo Kanno es alguien que destaca en futbol, los dos son populares en nuestro colegio mientras que yo… soy alguien promedio, tengo gustos comunes como el manga, anime, escuchar música rock y los videojuegos, realmente contrasto demasiado con ellos pero me aprecian por lo que soy y yo los quiero igual.

- Eres malo Ronnie, sabes que siempre cuento contigo para esforzarme al máximo. – Sagiri se me insinuó acariciando mi pecho, a decir verdad no me molesta, ella puede ser coqueta y admito que es linda pero… no es mi tipo realmente, la respeto como amiga y esto es más como un juego entre ambos.

- Ustedes dos dejen de jugar. – Kanno le dio un coscorrón en la cabeza a Sagiri, para ser gemelos, los dos tienen personalidades distintas. – El autobús hacia el auditorio deportivo está por llegar.

- Si… en ocasiones molestas ¿sabes? – Se quejó Sagiri, podría parecer que pelean pero se quieren como hermanos.

- Sí, sí… miren, ahí viene. – Nuestro vehículo de transporte finalmente llegó. Los tres subimos al autobús y pagamos para irnos a sentar, Sagiri dejó su bolso a un lado mientras se sentaba, yo a su lado y Kanno en el asiento delante de nosotros.

- Llegó el día ¿Cómo te sientes Sagiri? – Le pregunté a ella, esta levantó el pulgar.

- Todo perfecto, tu apoyo y amor me da fuerzas~

- Ya sabemos cuanto ha practicado ella para este momento, las barras son su fuerte y seguro lo logrará. – Expresó Kanno, estaba de acuerdo, los dos sabemos mejor que nadie cuanto ha practicado Sagiri para este día.

- Me aseguraré de ganar ese puesto, ya lo verán. – Declaró ella con seguridad, realmente no teníamos nada de qué preocuparnos, ella tiene todo lo necesario para lograrlo. Por ahora el autobús avanzó lento pero seguro hacia nuestro destino, ya deseo poder ver su gimnasia, es totalmente hermosa y a ambos, a Kanno y a mí, nos gusta verlo, ya con cada momento que nos acerquemos, tenemos más ganas.

- Mira, el auditorio. – Señaló Sagiri en ese momento, finalmente estamos en el lugar, ella mi miró. – Es el momento.

- Es momento de ir a bajar. – Los tres nos levantamos, ya que íbamos a pedir la parada, ocurrió algo que no esperábamos.

- ¿Señor conductor? – Escuché algo, de repente el autobús comenzó a avanzar más rápido y descontrolarse.

- ¿Qué pasa? – Preguntó Kanno, solo pude ver al frente, el conductor cayó al suelo mientras se sujetaba el pecho. - ¿Un paro cardiaco?

- ¡Cuidado! – Alguien gritó, el autobús estaba avanzando sin nadie conduciendo, toda la gente estaba asustada.

- ¡Ronnie, Kanno! – Sagiri gritó cerca nuestro, estaba paralizado no sabía que hacer, solo vi al frente y un tráiler de carga estaba por chocar el vehículo, realmente íbamos a morir…

"CRASH"

Mi vista… todo pasó en cuestión de segundos, no sentía mi cuerpo, mi vista apenas podía aclararse.

- … Kanno… Sagiri… - Intenté desviar la mirada, todo mi cuerpo me dolía, no veía a Kanno por ninguna parte, pero creo que salió volando… debe estar en el suelo su cadáver, en cuanto a Sagiri… logré ver su cuerpo, no se movía, quise moverme pero solo veía sangre saliendo de su cuerpo, entonces quise arrastrarme hacia ella. – Sagiri…

Sentía un fuerte dolor en mi pecho, miré para observar que era… un tubo me estaba atravesando justo en el corazón, era cuestión de segundos antes de que muriera, intenté estirar mi brazo hacia ella.

- Sagiri… - Sentí lagrimas salir de mis ojos, mis dos mejores amigos estaban muertos y yo también iba a morir, logré sujetar su mano. – Sagiri… - Usé lo poco de fuerzas que tenía para arrastrarla, entonces me fijé, no tenía cabeza, fue aplastada y salía sangre constantemente de lo que una vez estuvo ahí… - Sagiri… Kanno… yo… lo siento… - Empecé a escupir sangre, la vida se escapaba de mi cuerpo pero ese dolor era menor comparado a lo que sentía ahora. – No quiero esto… no quiero que termine aquí… dios, quien sea, por favor, no me separes de mis mejores amigos… quiero seguir junto a ellos en algún otro lugar… por favor… - Ya no pude ver nada más, esto debe ser el fin…

"POV End"


El ruido de los pájaros invadió su oído, sentía que estaba acostado sobre algo duro, no sabía si así se sentía el estar muerto… o ¿acaso debía sentirlo?

- ¿Qué pasa? – Abrió los ojos, Ronnie aclaró su vista, encontrando que estaba en un bosque, arboles frondosos invadían su vista. - ¿Qué es esto? ¿Es el otro mundo? – Se miró las manos, estaba totalmente bien, como si lo de antes no hubiera pasado. – Lo recuerdo bien… yo, Kanno y Sagiri morimos en un accidente en el autobús… entonces… ¿Cómo es esto posible? – No tenía idea de lo que estaba sucediendo ¿realmente estaba vivo? ¿Acaso tuvo otra oportunidad? – No sé nada de esto… si algo estoy seguro, esto ya no parece ser Atlanta… espero no estar solo yo.

Decidió recorrer los alrededores, solo sabía que estaba en un bosque pero nada más, por ahora no había rastro alguno de otras personas.

- Espero no haya animales peligrosos… - Al cruzar unos arbustos, vio en un paramo una figura que reconoció. - ¿Sagiri?

Vio a su amiga en aquel sitio, totalmente eufórico corrió hacia donde estaba ella para ver si lograba despertarla, llegó justo al momento.

- ¡Sagiri, despierta! – La reanimó aunque seguía sin despertar, al menos la observó de pies a cabeza y estaba entera, eso al menos lo alivió. – Si ella está aquí, entonces hay una posibilidad de que Kanno igual esté en alguna parte.

- Hmmm…

- ¿Sagiri? Ey, es hora de levantarse, soy yo, Ronnie.

- ¿Eh? ¡AAAAAAAAAAAAAAH!

*SMACK*

- ¡Mierda, eso duele! – La pelinegra se levantó gritando y lanzando un puñetazo al rostro de Ronnie el cual ahora se arrastraba en el suelo del dolor.

- ¿Eh? ¿Qué pasó? ¿Estoy viva? – En eso vio a su amigo castaño. - ¡Ronnie! ¿Qué te sucede?

- No es nada… - Se acarició la mejilla la cual estaba roja por el golpe anterior. – Por lo menos… me alegra que estés bien.

- Ronnie… - Ella lo abrazó mientras sollozaba. – Tenía miedo… pensé que habíamos muerto.

- Pues… realmente morimos, con decirte que no estamos en Atlanta.

- ¿No estamos? – Ella miró a sus alrededores solo para darse cuenta de que estaban en un bosque. – Entonces… ¿morimos, pero revivimos en otro lugar?

- No me preguntes ya que no tengo idea de ello… ahora, si tu estás aquí, entonces Kanno debe encontrarse en algún lado.

- Es verdad, si ambos estamos aquí, entonces él de haber llegado con nosotros, debemos de buscarlo. – Ella estaba por ir cuando Ronnie la sujetó del brazo.

- Alto ahí, no sabemos que sitio es este y si hay animales peligrosos, es mejor no ir a ciegas.

- … Es verdad, creo que sigo un poco eufórica y confundida por la situación.

- No te preocupes, yo me encuentro igual, después de todo nos acaba de suceder algo totalmente irreal, nadie esperaría que revivamos luego de haber muerto.

- Si… aun recuerdo todo, el choque contra ese tráiler y mi cabeza fue aplastada contra el acero… - Se abrazó a sí misma. – Se siente como un sueño pero realmente pasó…

- No sigamos pensando en eso, encontrar a Kanno es nuestra prioridad ahora. – Sagiri asintió. Comenzaron a buscar por la presencia del gemelo, la pelinegra usó sus habilidades de gimnasta para escalar por un árbol y observar desde la copa mientras que Ronnie buscaba en otro lado, al final no tuvieron suerte.

- No creo que haya podido ir lejos, es muy precavido si es que se levantó antes. – Comentó ella, Ronnie se puso a pensar.

- Por ahora, he observado algunas cosas respecto al bosque donde estamos y es que hay cosas que desconocemos, por ejemplo esos hongos. – Señaló a unos que estaban al costado. – No es nada que conozcamos realmente.

- Respecto a las aves, son iguales pero igual vi algo, una especie de cueva más adelante.

- ¿Una cueva? Quizás obtengamos pistas. – Los dos se dirigieron a ese sitio para investigar. No les tomó demasiado tiempo en llegar cuando ya se encontraba en la entrada, Ronnie acechó por un costado. – Se ve oscuro.

- No me digas que tienes miedo ¿eh? – Buscó burlarse Sagiri con una sonrisa traviesa.

- No realmente, pero no sabemos que clase de animal pueda estar dentro.

- Ya sabes lo que dicen, una buena aventura no se desperdicia. – Antes de que pudiera detenerla, la pelinegra se adentró a la cueva, Ronnie soltó un suspiro antes de seguirla. Como tal, esta tenía una tenue iluminación y formación natural, con sus estalagmitas y estalactitas, además de una humedad.

- Está bien formado para ser natural. – Comentó Ronnie. – No sé si Kanno, por alguna razón decidió entrar aquí.

- Para eso nos encontramos en este sitio, para averiguarlo. – Llegaron hasta lo profundo donde vieron una especie de agujero, dentro había restos de huesos. – Eso…

- Parecen ser animales, puede que los hayan devorado quien habita esta cueva.

- Por suerte no está aquí, ya que incluso se ve que son animales grandes, tal vez deberíamos de… - En ese momento un fuerte rugido los estremeció, pisadas comenzaron a llegar justo desde la entrada.

- Por aquí. – Ronnie sujetó la mano de la pelinegra para ir a esconderse detrás de unas rocas, haciendo seña de que estuviera callada, observó por el costado, apenas y por la luz logró ver la criatura que se acercó, esta era grande, si tuviera que medirlo, del tamaño de una casa de un piso, cuernos largos que sobresalían de su cabeza, su rostro era como el de una cabra pero su cuerpo en dos patas con pezuñas era inmenso. - ¿Qué clase de monstruo es ese?

- ¿Ronnie? – Sagiri acechó a ver, al observar a la criatura casi grita, por suerte el castaño le tapó la boca antes de hacerlo.

- No grites, si se da cuenta de nuestra presencia, podría atacarnos. – Ella asintió, retirando la mano de su boca. – Debemos pensar en la forma de salir de aquí sin que nos vea.

- ¿Pero cómo? Es grande y apenas nos vea, vamos a morir.

- Bueno… ya hemos muerto una vez pero es verdad que no quiero volver a sentirlo, debemos salir de esto con vida. – Vieron como la criatura empezó a recostarse dentro del agujero. – Parece que descansará, aprovecharemos para escabullirnos silenciosamente.

Cuando esta finalmente se acostó, ambos se vieron y con una afirmación comenzaron a irse de puntillas para que no los escuchara, por ahora estaba funcionando, escuchando unos pequeños gruñidos de la criatura que los puso nerviosos, ya estaban cerca de la salida cuando entonces Ronnie pateó una pequeña piedra y el eco sonó por la cueva.

- ¡Ronnie! – Susurró con fuerza Sagiri, en ese momento escucharon las pisadas de la criatura y un fuerte rugido de este, al ver que invadían su territorio, el monstruo estaba dispuesto a atacarlos.

- ¡Hay que correr! – Cuando ambos pensaban salir, en ese momento la criatura agarró una piedra grande con sus manos y la arrojó hacia la entrada, tapándola a metros de donde estaban.

- ¡Estamos encerrados! – Exclamó Sagiri con miedo. - ¿Qué vamos a hacer?

- No tengo idea. – La criatura se fue acercando hacia ellos, Ronnie tenía miedo pero necesitaba proteger a Sagiri, en eso tomó una piedra del suelo. - ¡No te acerques!

Comenzó a arrojarle lo que encontraba en el suelo pero poco le hacía y solo servía para enojarlo más, logró ver a la pelinegra con lágrimas en los ojos, el castaño apretó el puño con fuerza.

- (Mierda, no puedo hacer nada, ambos vamos a morir otra vez… aunque sea, necesito ayuda…)

La bestia, en ese momento sintió como algo se clavaba por su espalda, rugiendo por el dolor, ambos estaban confundidos cuando vieron que se trataba de una lanza.

- Oye, no te atrevas a hacer daño a mi hermana y a mi mejor amigo. – Ambos reconocieron esa voz, vieron con alegría a su salvador que estaba por atrás.

- ¡Kanno! – gritó Ronnie de felicidad al verlo, el japonés pelinegro encaró a la criatura mientras tenía otra lanza en sus manos, esta rugió mientras lo veía.

- Oye, ten cuidado. – El pelinegro corrió para alejarse mientras la criatura quiso embestirlo, apenas y logró esquivar el golpe mientras buscó clavar la lanza en su ojo izquierdo, la criatura empezó a moverse con fuerza por el dolor de perder un ojo del cual empezó a salir sangre. – por aquí.

Los dos siguieron a Kanno mientras más se adentraban a la cueva, la criatura seguía ahí pero por ahora estaban a salvo.

- ¡Eres un idiota! – Sagiri golpeó en la cabeza a Kanno. – No te pongas en peligro así.

- Jeje, lo siento pero si quería salvarlos, debía de arriesgarme un poco.

- Por cierto ¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando. – Preguntó Ronnie, el japonés se rascó la nuca.

- Bueno, desperté antes, me encontraba confundido al ver que estaba vivo, igual los busqué creyendo que estarían aquí, en el camino descubrí cosas, este lugar tiene una fauna distinta de la que conocemos y criaturas como esas… estoy totalmente seguro que no estamos en nuestro mundo.

- ¿Fuimos transportados a otro mundo? Eso parece la trama de cualquier anime actual. – Expresó Ronnie.

- Puede ser irreal pero desde el hecho que hayamos revivido, entonces no hay otra posibilidad, al ver eso, hice lanzas improvisadas con madera y tallé piedra, al menos sirvieron.

- Pero ahora estamos encerrados, esa piedra tapó nuestra única salida. – Comentó Sagiri por debajo, no es que conocieran otra salida en esa cueva.

- Deberíamos ir más profundo, no sabemos si habrá salida al otro lado. – Sugirió Kanno, no es que tuvieran otra opción y además debían alejarse del monstruo cuanto antes. Sin nada más que decir se adentraron mas en la cueva, debido a ello la iluminación fue siendo menor pero igual detectaron ciertos cambios, como un suelo un poco más arreglado y paredes rectas.

- Esto ahora parece un pasadizo… - Exclamó Ronnie por debajo.

- Quizás hubo personas que construyeron esto, pero parece ser antiguo. – Le siguió Kanno. Al ir más adelante, ahora vieron una puerta, los tres se observaron y asintieron antes de que el pelinegro la abriera, lo que se presentó ante ellos era una sala grande con una extensión de unas dos hectáreas y media aproximadamente, justo en el medio de todos e situaban como unas cajas de piedra.

- ¿Habrá algo ahí? – preguntó Sagiri. Para averiguar fueron a ver, al acercarse a estas cajas, Ronnie quiso abrir una pero no pudo.

- Está dura, no creo que podamos sin una palanca.

- Tampoco veo otra salida aquí… así que es el final. – Expresó Kanno por debajo.

- ¿No hay salida? Entonces… no hay forma de escapar de esa criatura. – Sagiri estaba temerosa, en ese momento la pared donde estaba la única puerta fue derribada, los tres vieron a esa criatura llegar, la lanza aun empalada en su ojo, estaba totalmente enojada. - ¿Cómo nos siguió?

- … Creo que, por el olor, debe tener buen olfato. – Pensó Kanno como una posibilidad. La criatura soltó un fuerte rugido para ir a atacarlo. - ¡Sepárense!

Debido a su ataque, los tres tomaron distintos caminos para evitar ser golpeados, la criatura siguió de lleno, embistiendo aquellas cajas de piedra que fueron destruidas.

- No podemos permitirnos morir aquí. – Exclamó Ronnie, la criatura se recuperó y observó fijamente a Ronnie el cual tembló. - ¡Oh mierda!

- ¡Por aquí! – Sagiri buscó llamar su atención, ella tenía tanto miedo como el resto pero deseaba ayudar, la criatura la vio. - ¡Atácame si puedes, estúpido animal! – Le sacó la lengua. La criatura comenzó a arremeter contra ella la cual corrió con todas las fuerzas que tenía, en ese momento que estaba por llegar a la pared, hizo una maniobra arriesgada, se impulsó con sus pies y en ese momento corrió por la pared, pasando por encima de la criatura, dando unas vueltas en el aire, aterrizó de pie. – Me sorprende que eso funcionara.

- Bien hecho Sagiri. – Le felicitó Kanno. El pelinegro ahora buscaba por la salida, quizás podrían volver por donde llegaron pero la roca seguía cubriendo la entrada, entonces la criatura se recuperó, ahora viéndolo a él, esta agarró una piedra grande para arrojarla. - ¡O-Oye! – Saltó a un costado cuando casi le caía encima, el monstruo cabra agarró más piedras para arrojarlas hacia ellos.

- Debo hacer algo. – Ronnie vio hacia donde estaban las cajas de piedra o lo que quedaba de ellas, quizás su contenido podría ayudarles, corrió hacia estas aprovechando que el monstruo estaba distraído para buscar en su interior, solamente veía más escombros cuando llegó. – Vamos, aunque sea un arma, lo necesito…

Al apartar escombros vio algo distinto, quizás era un arma, así quitó piedras para finalmente tomar lo que era y sujetarlo.

- Esto… ¿es una guitarra? – Lo que Ronnie agarró era una guitarra, de color rojo brillante y se veía totalmente limpia, con sus cuerdas y demás. - ¿De que rayos me servirá una guitarra?

- ¡Ronnie! – Escuchó el grito de Sagiri, la criatura ahora lo estaba viendo y casi lo tenía al frente, el castaño se quedó paralizado, estaba a segundos de morir.

- (No puede ser… realmente moriré otra vez… no quiero…) – En ese momento tuvo una sensación que recorrió su cuerpo. - ¿Eh? Esto… - Observó la guitarra que llevaba en su mano. – De alguna forma siento… que con esto podría luchar… y conozco su nombre.

- ¡Ronnie, escapa! – gritó Kanno, la criatura estaba por atacar al castaño, lo aplastaría con una piedra.

- Yo… creo que puedo hacerlo.

- ¡Nooooooo! – gritó Sagiri con todas sus fuerzas cuando la piedra estaba a centímetros de aplastar a Ronnie.

- Ayúdame… ¡Bring Me the Horizon! – En ese momento un brillo comenzó a rodear al castaño, la criatura y los gemelos se cubrieron los ojos debido a lo fuerte de este.

- ¿Qué sucede? – Preguntó Kanno, cuando la luz se vio, ambos vieron y se asombraron, donde debía estar Ronnie se encontraba alguien con una armadura de cuerpo completo de color rojo con detalles azules, su casco tenía la forma de una salamandra, los ojos amarillos y antenas, y llevaba en sus manos una guitarra la cual cambió, ahora tenía una punta afilada como una lanza.

- ¿Eres tu Ronnie? – Preguntó Sagiri sin salir de su asombro.

- No sé que pasó pero… me siento fuerte ahora. – No pudo distraerse más cuando la criatura rugió, buscando atacarlo. - ¡oh no!

Por puro reflejo Ronnie puso la guitarra antes de que la criatura le golpeara, quedó sorprendido al ver que lo detuvo.

- Lo pudo detener. – Exclamó Kanno con asombro. Ronnie logró retener el ataque de la criatura, seguía sin creerlo.

- (¿Es por estar armadura? Si es lo que me da fuerzas, entonces…) – Empujó un poco y vio como apartó a la criatura, en ese momento intentó saltar, dándose cuenta que ahora estaba más alto que el monstruo. – Parece que puedo luchar.

La criatura rugió mientras buscó atacar a Ronnie de nuevo, este aterrizó sobre la cabeza de este y entonces le dio un puñetazo, se sorprendió al ver como lo derribó.

- ¡Lo está haciendo! – Exclamó Sagiri con alegría, Kanno seguía sin creer lo que estaba pasando. La criatura agitó su cabeza, solo acabando más enojado, Ronnie no perdió el tiempo y empezó a lanzar más golpes a su cabeza, le estaba haciendo daño, estaba ganando.

- Puedo hacerlo. – Se animó a sí mismo. La criatura escupió sangre por la boca y unos cuantos dientes. – Es hora de acabar con esto y creo que sé como usarlo. – Tomó la guitarra y en ese momento empezó a tocarla, el sonido como de una guitarra eléctrica comenzó a escucharse por toda la cueva, estaba tocando un solo de forma magistral, en ese momento la criatura cabra quedó paralizada.

- No se está moviendo. – Comentó Kanno, parecía ser que el solo de guitarra que tocó Ronnie tuvo un efecto paralizando para la criatura, en eso el castaño sujetó la guitarra y apuntó al monstruo.

- ¡Se acabó! – Saltó y empezó a caer con la punta de la guitarra al frente, el filo atravesó por completo el cráneo de este, empezando a salir cantidades de sangre a chorros mientras caía su cuerpo inerte al suelo. – Lo logré… - La armadura desapareció en ese momento, Ronnie cayó de rodillas.

- ¡Ronnie! – Sagiri corrió para abrazarlo. - ¡Estuviste genial, no sabía que podías hacer eso!

- Yo tampoco… pero ahora me siento muy agotado… - la guitarra igual volvió a su forma original. - ¿Qué será esto?

- Ronnie, esa guitarra… - Kanno la observó fijamente. - ¿Dónde la obtuviste?

- Estaba en los escombros de las cajas de piedra que encontramos antes, no sé pero tuve el presentimiento de que sabía como usarla, incluso sé como se llama: Bring Me The Horizon.

- Pero que obtengas una armadura… - Si el presentimiento de Kanno era correcto, fue a ver los escombros, observó mientras apartaba estos, entonces encontró dos cosas más, otro instrumento, esta vez era un bajo y una caja de madera. – Sagiri, toma esto.

- ¿Eh? – Su gemelo le arrojó la caja la cual reaccionó para tomarla. - ¿Qué es? – La abrió para ver el contenido. - ¿Baquetas de batería?

- Y yo tengo un bajo… parece que instrumentos musicales estaban dentro, pero no deben ser comunes, según lo que hizo Ronnie. – teorizó el pelinegro, había algo de extraño en esos instrumentos, observó del bajo que tenía y es que en la parte inferior se encontraba el filo de un hacha.

- Por lo menos nos deshicimos de esa criatura. – Señaló Sagiri. – Realmente estuviste grandioso Ronnie, peleaste como un profesional.

- Jeje… es en parte gracias a esa armadura… estos instrumentos deben tener poderes especiales.

- Es algo que averiguaremos después, por ahora debemos salir y explorar más este mundo, debemos descubrir donde estamos y que son estas cosas. – Comentó Kanno, los otros dos asintieron. Fueron de regreso hacia la entrada, en ese momento el pelinegro quiso probar el bajo, golpeando la piedra, se sorprendió por la facilidad con lo que la destruyó.

- ¡Que fuerza! – Exclamó con asombro Sagiri, Kanno sonrió.

- No son instrumentos normales. – Finalmente estaban afuera, mirando hacia el frente. – Ronnie, Sagiri, parece que una aventura nos espera.

- Si es otro mundo, podríamos volvernos héroes. – Comentó Sagiri con emoción.

- Yo solo quisiera tener una vida tranquila. – Expresó Ronnie por su parte, Kanno soltó una pequeña risa.

- Sea lo que sea que nos espere más adelante, vamos a enfrentarlo juntos, vamos. – Los tres asintieron, comenzando con su camino. Un mundo desconocido para los tres, muchas experiencias les esperaban más adelante y un gran misterio respecto a los instrumentos que tenían, ya averiguarían todo en el futuro y además del gran peligro en el cual se meterían al llegar a ese lugar…


Nombre: Ronald Belfort "aka" Ronnie.

Edad: 17 años.

Apariencia: Un joven de cabello castaño, complexión totalmente promedio, ojos color café, su vestimenta es bastante simple a decir verdad, llevando únicamente una playera de color verde con pantalones de mezclilla y zapatillas.

Personalidad: Alguien bastante normal a decir verdad, tiene gustos promedio, no destaca en nada, a pesar de ello no le molesta ser alguien simple, aprecia bastante a sus amigos tanto que, a pesar del peligro, hará lo posible por protegerlos, puede parecer algo flojo pero puede esforzarse si quiere.

Teigu: Bring Me The Horizon. Teigu tipo armadura. Forma original: Guitarra. Es un teigu cuyo poder es cubrir en una armadura roja con detalles azules al usuario, le dota de un aumento en fuerza, agilidad y velocidad al usuario, la guitarra se vuelve un arma con una forma de lanza y además, al tocarla, genera un efecto paralizante bastante fuerte a quien escuche la melodía proveniente de esta.


Que es esto ¿un nuevo fic? Resulta que logré hacerme un hueco, esta historia la fui cocinando durante las semanas anteriores y no quería perder el hype de escribirla. Como pudieron notar haré muchas referencias a la música, mayormente usaré Metalcore, Post-Hardcore y Deathcore pero en sí intentaré meter todo tipo de géneros de rock, los teigus originales que haré tendrán nombres de bandas. Si escogí BMTH para iniciar como teigu es que, para mí, es una banda referente al Metalcore, claro que poco a poco fueron dejando el estilo, Amo fue un álbum experimental pero su álbum después de eso: Post Human Survival Horror me es uno de los mejores albumnes actuales de la banda que tiene canciones excelentes y más orientadas al género.

En el siguiente cap verán las fichas de los gemelos y sus teigus que igual tendrán nombres de bandas, las dos son muy reconocidas en el Metalcore y una de ellas sacó álbum este año ¿saben cual? Pueden adivinar, mientras nos veremos en el próximo cap. Saludos.