ECOS DEL PASADO

CAPÍTULO 1

DONDE HUBO FUEGO

Aquel día de finales del mes de julio, no sólo se cumplían quince días de la última batalla que Rei junto con sus compañeras y ex novio habían librado contra Sailor Galaxia, sino que además, era el inicio de las vacaciones de verano; tiempo que pensaba aprovechar para hacer un retiro espiritual en las montañas del Monte Fuji en vez de irse con sus amigas a Okinawa, sin embargo, como si la mala suerte la persiguiera, aquella madrugada en que debía ir a la estación de tren para partir a su viaje, no fue la alarma del reloj lo que la despertó, sino un severo dolor en el abdomen que la había estado aquejando por días y que ella había tratado de paliar tomando medicamentos para la gastritis que se autorecetaba y remedios naturales que le había recomendado Makoto, pero como Rei Hino no pensaba dejarse vencer por un malestar estomacal, se preparó un té y enseguida se vistió con un vestido casual en color rojo, llamó a la estación de taxis para solicitar un servicio que la llevara a la estación de tren, y después tomó o su maleta para salir a las afueras del templo.

—Buen días, señorita Rei— La saludó Yuichiro que esperaba afuera de su habitación— ¿Me permite ayudarla con su equipaje?

—No es necesario— Respondió Rei con amabilidad

—¡Nunca es molestia ayudarla, señorita Rei!—Exclamó con entusiasmo Yuichiro

Rei, ante la insistencia, permitió que Yuichiro la ayudara a arrastrar una de sus maletas, y mientras caminaban dirigiéndose a las escalera que llevaban a la salida del templo, le iba dando indicaciones de que debía hacer en su ausencia, pidiéndole de favor que no olvidara los horarios, y todo lo que consideraba importante para el buen funcionamiento del templo.

—Y por favor, no se te olvide recordarle a mi abuelo que se tome el medicamento para su presión arterial y la diabetes— Pidió Rei suplicante— Procuraré llamarte, pero si….

—Despreocupese, señorita Rei— La interrumpió Yuichiro— Dejó pegada una nota con un imán en el refrigerador.

—Gracias— Respondió Rei con amabilidad. Algo extraño en ella cuando se dirigía a Yuichiro, lo cual no pasó desapercibida en el joven.

—¿Se siente bien, señorita Rei?— Le cuestionó Yuichiro mientras bajaban las escalinatas— La noto un poco desmeojorada. ¿No sería mejor que suspenda el viaje hasta mañana?

—¡Estás imaginando cosas, Yuichiro!— Respondió Rei— Yo me siento perfectamente bi…

Rei sintió un dolor agudo en su estómago que provocó que de su garganta escapara un fuerte grito, y que ante la necesidad de apalearlo se sentó en el piso, y despues se recostó en las escalinatas..

Sus gritos de dolor eran tan fuertes, que pronto miró a su abuelo llegar a su lado. Le preocupaba que verla así afectara a la salud de su abuelo, así que quiso mentir diciendo que todo estaba bien, sin embargo, sintió como todo daba vueltas a su alrededor mientras su abuelo le daba la orden a Yuichiro de llamar a Villa Hino y pedirle ayuda a su ex yerno.

Rei quiso protestar, pues lo último que quería era ayuda de su padre, pero entonces todo se oscureció a su alrededor.

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—¿Y sabes que me respondió? Que en las vacaciones de invierno que dan en Estados Unidos en vez de venir a Japón adelantará materias de su carrera y que quiere que sea yo quien vaya — Se quejó Andrew— ¡Parece que se le olvida que en diciembre no hay vacaciones en Japón! Es como si yo le exigiera venir a visitarme en la Golden Week sabiendo que para ella no es periodo vacacional. ¡A veces siento que quien da más en esta relación soy yo! — Dijo Andrew con frustración.

—Te complicas mucho la vida, Andrew — Dijo Darien con tranquilidad — ¡No vayas! Y si no viene, de todas formas tienes su permiso para pasarla bien mientras no se de cuenta.

Darien notó la sorpresa en el rostro de su amigo, quien enseguida comenzó a hablar.

—Si no nos vemos en diciembre ya no podremos volver a vernos hasta la próxima Golden Week— Comentó Andrew.

—¿Y que más da? — Respondió Darien con tranquilidad— Con la buena suerte que tienes con las mujeres y una novia a la que no le importa lo que sus ojos no vean deberías sentirte bendecido por los Kamis. Ya quisiera yo que Serena no fuera tan…

—¡Olvídalo! — Lo interrumpió Andrew —¿Como me vas a entender si tu ni siquiera amas a Serena?

—¿Qué tontería estás diciendo? — Preguntó Darien desconcertado—¡Claro que la quiero! Lo que pasa es que tú eres un…

—¿Un intenso enamorado del amor? — Lo interrumpió Andrew — Supongamos que sí lo soy, pero tú no eres precisamente el punto medio. ¿Qué clase de hombre le encarga a otros que escojan los regalos para su novia y que le escriban las cartas?

—No a todos se nos dan las palabras y eso no significa que no le tenga cariño— Se defendió Darien.

—¿Te estás escuchando? — Lo señaló Andrew— Hablas de que le tienes cariño, pero no dices que la amas.

—¡Es lo mismo!

—¡Parece pero no lo es y tu actitud deja mucho que desear! — Exclamó Andrew —Olvidas siempre su cumpleaños, me encargas a mi que compre sus regalos y le escriba cartas, te causa fastidio cuando te llama.

—Le compré un anillo de compromiso.

—Para calmar tu conciencia porque la engañaste con la profesora de anatomía — Respondió Andrew — ¡Hasta parece que estas por obligación con ella! Se te miraba más enamorado al final de tu relación con…

—¿Sabes qué? Terminamos el proyecto de biomedicina mañana porque ya estás insoportable— Respondió Darien mientras guardaba su computadora portátil y sus libros.

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El joven príncipe Endymion corría presuroso al Palacio de la Luna, el cual por suerte aún no había sido tomado por alguno de los grupos de oposición al Reino de la Dinastia Lunar.

Al entrar al Palacio, subió con prisa por las escaleras en forma de caracol, hasta que en su camino se encontró con su prometida, la Princesa Serenity.

¡Endymion! — Susurró la joven con voz llorosa lanzándose a sus brazos, pero el Príncipe, con poca delicadeza la apartó de su lado. Los gritos de batalla, horror, así como los de los superpoderes y las detonaciones de armas se escuchaban cada vez más cerca y no había tiempo que perder si quería poner a salvo a la mujer que amaba.

¿Dónde está Mars?— Cuestionó sin rodeos.

Pese a que sus vidas peligraban, notó el disgusto en el rostro de su prometida.

¡Por lo que más quieras, Serenity! Dime dónde está y te juro que te protegeré con mi vida en esta maldita guerra—Susurró suplicante

Yo no lo sé— Respondió la Princesa

Pese a no tener dones de adivinación como su querida senshi del fuego, el Príncipe conocía demasiado bien a la Princesa, y por sus gestos faciales y su tono de voz, estaba casi seguro de que mentía.

Ante la desesperación, tomó con brusquedad a la princesa y la sacudió.

¡Dime dónde diablos está o juro que yo mismo te arrancó la garganta.

El sonido de la alarma despertó a Darien, interrumpiendo así aquella pesadilla que provocó que su corazón latiera con fuerza dentro de su pecho, y que pese al aire acondicionado en su habitación, el sudor estuviera escurriendo por su cuello.

¿Por que carajos había tenido aquel sueño en el que se veía como Endymion, amenazando a la mujer con quien estaba destinado a estar? ¡Y además por causa de Mars!

Volteó a ver el reloj despertador, y para su asombro, se dio cuenta de que esa alarma que lo había despertado era la segunda de la mañana. Por lo regular solía poner tres cada quince minutos por si acaso se quedaba dormido; y aunque siempre se despertaba antes de que sonara la primera; extrañamente en aquella ocasión, se había quedado dormido.

Sabiendo que se le haría tarde, se puso de pie y entró al cuarto de baño para darse una ducha fría que le quitara el calor y lo relajara; pero aquel sueño lo seguía perturbando.

Al salir de la ducha, escuchó el sonido de su móvil, y al tomarlo, miró que era un mensaje de Andrew y rápidamente lo abrió.

"Endou y Kazuo me invitaron a ver el partido de Yakyuu de esta noche en un bar en Roppongi. ¿Quieres ir?"

"Maldito oxigenado" Pensó para sus adentros al leer como Andrew le estaba hablando como si la noche anterior no lo hubiera hecho rabiar al poner en duda sus sentimientos por Serena.

De pronto, otro mensaje llegó a su móvil. Era de Serena, y aunque pensó en abrirlo después, ya que el tiempo era escaso, al final, sintiendo remordimiento de conciencia, decidió abrirlo.

"Te extraño. ¿Qué tal tu día?"

Tenía demasiada pereza responder al mensaje de su novia, sin embargo, por mera culpa a causa de las palabras de Andrew que aún resonaban en su mente y aquel maldito sueño le respondió: "Yo también. Voy rumbo al hospital. ¿Cómo la estás pasando?"

Casi tan pronto como envió el mensaje, recibió respuesta de su novia, quien le decía que estaba considerando regresarse antes de que terminaran las vacaciones porque lo extrañaba, y aquello, no hizo más que hacerlo sentir el peor hombre del universo.

Envió un mensaje más para decirle que disfrutará sus vacaciones y la compañía de sus amigas, y enseguida fue a la cocina para prepararse el desayuno; sin embargo, no le encontró el placer a los exquisitos hot cakes bañados con chocolate líquido y el café que se preparó, pues mientras desayunaba, no dejaba de pensar en cómo al regresar a Estados Unidos, en secreto había deseado que Serena lo terminara por Seiya Kou, sin embargo, aquel o aquella extraterrestre se había ido, y para sus adentros lo había odiado por ello pese a no reconocerlo; y después se había reprendido así mismo por fantasear con esa idea; porque por supuesto, él, Darien Chiba, no la terminaría y razones de peso había bastantes: Estaban destinados a estar juntos y en un futuro ser soberanos de Tokio de Cristal, de ellos dependía la existencia de Rini, pero lo más importante, no quería ser el causante de que Serena se hundiera en la depresión.

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Pese a que era periodo vacacional para la mayoría de todo estudiante, no era así para Darien, quien como todo estudiante de medicina en algún momento debía iniciar las prácticas en campo clínico, las cuales tenía poco de haber iniciado en uno de los hospitales más prestigiosos de Tokio.

Aquel día, tan pronto como llegó al hospital, se le notificó que entraría a ver la cirugía que estaba por realizarsele a una fémina de 16 años; sin embargo, nunca esperó que al entrar, reconocería en la voz de la paciente a una de sus ex compañeras de batalla, y no cualquier sailor scout, sino a la que en esta Era había sido su novia por breve tiempo antes que Serena: Rei Hino.

—Por favor, sólo póngame anestesia local— Pidió Rei en tono suplicante al médico anestesista— Necesito estar despierta y viendo el procedimiento.

—¿Para que quieres ver? — Le preguntó curioso el anestesista.

—Pues… — Darien notó un tinte de nerviosismo que era extraño en Rei.

—No esté nerviosa, señorita Hino, todo estará bien.

—¡Por supuesto que no estoy nerviosa, es sólo que… me gustaría ver cuando…

Darien tuvo que reprimir la risa, pues si algo recordaba perfectamente era que Rei le tenía aversión a los procedimientos quirúrgicos y la anestesia. ¡Le aterraba la idea de un día verse en un quirófano y drogada! Y por mero impulso, se acercó a la mesa quirúrgica donde ya estaba acostada su amiga en espera de que comenzará el procedimiento.

—¡Hola Rei! No esperé encontrarte aquí.

—¿Darien? — Susurró Rei con curiosidad— ¡Oh, no te reconocí! Tú sabes, el cubrebocas

—¿La conoces? — Preguntó curioso el simpático anestesista que ya estaba preparando el medicamento que le suministraría a Rei.

—Somos amigos— Contestó Darien.

—¿Entonces podré estar despierta? — Insistió Rei.

—¿Para que quieres estar despierta, Rei?— Le preguntó Darien haciendo que ella enfocara su atención en él— Te aseguro que te aburrirías muchísimo. Mejor deberías aprovechar para descansar mientras los médicos hacen su trabajo.

—¿Y si se presenta una emergencia? — Cuestionó Rei.

—Todo va a estar bien, Rei-chan, estás en uno de los mejores hospitales del país y te va a operar uno de los cirujanos de más prestigio— Le respondió Darien— Te lo juro.

—¡No me refiero a míi! — Exclamó Rei— Cuando salga del quirófano necesito hablar al templo para ver si el abuelo tomó su medicina, saber si Phobos y Deimos comieron a sus horas y…

A Darien le hizo gracia el comentario de Rei, y por mero impulso, puso una de sus manos sobre una de la suya.

—Rei, relájate— Le Susurró Darien— Te aseguro que Hikawa no se va a caer porque estés ausente un día, pero si te hace sentir mejor, te prometo que yo mismo voy y le doy de comer a Phobos y Deimos

Darien sintió como Rei se aferraba a su mano como si fuera su tabla de salvación, y sintió el fuego recorriendo su interior.

—¿En verdad harías eso por…

De pronto, la anestesia surtió efecto, por lo que Rei calló y aflojó su agarre. Inmediatamente, Darien se hizo a un lado, y la cirugía de apendicitis dio inicio.

Pesé a que durante el procedimiento quirúrgico no se presentó ninguna señal de alarma que indicará que la vida de la paciente corriera peligro, Darien estaba nervioso como pocas veces en su vida, aunque por suerte sabía disimularlo muy bien.

Casi al final de la cirugía, supieron que el efecto de la anestesia ya estaba por desaparecer, pues Rei comenzó a balbucear y decir palabras que nadie entendía, excepto una sola.

—Endymion

Darien sintió un sobresaltó en su pecho al escuchar el que fuera su nombre en la otra vida salido de los labios de Rei.

—Se me hace que ese tal Endymion ya te quitó tu oportunidad, Chiba— Dijo burlón el anestesista, causando las risas del resto de personal en el quirófano.

Cuando la cirugía terminó, los camilleros entraron para pasar a Rei a la camilla y llevarla a la habitación donde estaría internada, sin embargo, antes de que se la llevaran, de sus labios salieron cuatro palabras que pusieron de cabeza el mundo de Darien.

—Siempre te amaré, Endymion.

Después de que se llevaran a Rei, no tardó mucho tiempo para que el quirófano fuera desalojado, y que con ello, Darien terminara su día en la clínica . Uno que lejos de distraerlo, lo había dejado perturbado y confundido.

¿Acaso en el Milenio de Plata al igual que en la Era actual habría tenido un idilio con la senshi del fuego?

La sola idea de pensar que en el pasado también la hubiera lastimado le causaba pesar, pues en la Era actual, había roto su corazón, y él lo sabía.

De cierto era, en la época actual, cuando comenzó a salir con Rei lo había hecho por compromiso y sin mucho entusiasmo, pues sus energías estaban avocadas a encontrar el Cristal de Plata que parecía ser lo único que le haría recordar cierta etapa de su vida que había olvidado, sin embargo, pese a no planearlo, había comenzado a tener sentimientos por ella y un día se había atrevido a pedirle ser su novia, por desgracia al siguiente día había ocurrido ese suceso donde la Reina Beryl lo había secuestrado, borrando de su memoria sus recuerdos, y entonces esa relación con la heredera del fuego pasó por un tiempo al olvido, y no volvió a recordarla hasta que un día antes de que Rini apareciera, Andrew le preguntó porque había terminado con Rei, provocando que los recuerdos regresaran a su memoria y que se reavivara aquel sentimiento que había comenzado a surgir antes de ser secuestrado por Beryl.

¡Hola!

A quien pase por aquí a leer, le aclaro que este fanfic es un spin off de EL SECRETO DE SAILOR JUPITER en el que se muestra que sucedió en el triangulo amoroso de Rei, Darien y Serena.

Les aclaro también que no será largo. Solo serán alrededor de cinco capítulos, y como tengo muchos fics en emisión y spin off que hacer de las otras senshi este lo actualizaré cada mes.

A, quien pase por aquí a leer, muchas gracias.

Edythe.