Capitulo 01.🌸Semilla🌸

🌷Primavera🌷

Mayo

🌸"La primavera está en su esplendor y las semillas empiezan a germinar..."🌸

Nunca un sentimiento de total inquietud había alborotado a Maki así tan de repente como en aquel instante.

Tan alertador se volvió aquel sentir, que incluso tuvo que pausar sus compras en el pasillo de comida chatarra del supermercado para pasar rápidamente al área de la farmacia.

Y toda esa inquietud apareció gracias a ese "pequeño" al que ayudó a cargar y que había llorado con desespero una vez fue puesto en sus brazos mientras la madre de este bebé sacaba algo del congelador de aquel pasillo.

La peliverde abrió enorme los ojos y sólo trago saliva una vez aquella mujer pronunció la frase:

"Si un bebé rechaza a una mujer, es porque sienten a otro bebé en camino".

Al principio aquello le pareció una tontería, una estúpida frase que tal vez diría una mujer normal como ella para no ser "descortés" en decir que quizás su bebé lloro por ver aquellas cicatrices en los brazos y en la cara de Maki.

O quizás lo dijo para no decir que su pequeño era un consentido que solo quiere estar pegado en el regazo de su progenitora.

Pero aquella "estúpida frase" se convertiría en incertidumbre al ver que casi había llenado el carrito con ciertos antojos y comida chatarra con "sabores pocos inusuales" aún para ella.

Incluso había pasado por el área de higiene femenina y apenas se había percatado que llevaba un poco más de dos semanas de retraso.

Todo aquello le encendió una alarma que vibro con dolor por todo su cuerpo, sobre todo en su vientre.

—¿Podría ser posible que...?— Maki se autocensuro con demasiado desesperó, la boca del estómago le empezó a arder y su salivación se volvió excesiva ante aquella visceral cuestión.


La duda le había comido por dentro mientras se dirigía a aquel lugar al que por fin podía llamar "hogar".
Un pequeño pero cómodo departamento para dos, que compartía con aquel quien había elegido como su compañero para toda la vida.

Maki nunca se consideró hogareña y mucho menos "dulce" o "romántica" al tratarse de temas del amor.

Y mucho menos, aun no se sentía del todo familiarizada con la palabra "familia".

Incluso aun cuando se caso con Yuta una vez cumplió la mayoría de edad, Maki seguía comportándose como la chica de siempre... Rebelde, valiente y hasta un tanto orgullosa que seguía su propio criterio aun ahora a sus 19 años recién cumplidos.

Pero aquella valentía se puso cobarde y un cúmulo de emociones difíciles de digerir la hicieron palidecer mientras cerraba la puerta del baño con aquella prueba en mano.

—Cuando más necesitas a alguien... es cuando más estas sola —suspiro recitando aquel mantra que había hecho suyo desde hace un tiempo atrás — tú puedes con esto, pudiste con otras cosas peores, es obvio que puedo con esto— Maki se dijo a sí misma tratando de tomar valor para orinar en aquel pequeño frasco.

Y mientras leía las instrucciones de aquella prueba, sentía que se había hecho pequeña y frágil ... hacía muchos años que no sentía aquel miedo e incertidumbre por algo desconocido.

La primera vez que sintió aquella sensación de fragilidad a lo desconocido, fue cuando fue encerrada por primera vez junto con Mai en aquella fosa llena de maldiciones cuando tenían alrededor de siete años... aunque en ese tiempo no podía ver ni sentir las maldiciones, aquella sensación de asfixia la atormentaba debido al miedo y a la incertidumbre de saber si saldría con vida de ahí.

Pero ahora, como adulto y sobre todo como mujer, la incertidumbre y el miedo eran penetrantes y hasta un tanto desesperantes por saber si había un pequeño ser germinando dentro de ella.

—¡Tsk! ¡acabemos con todo esto de una maldita vez, de seguro es pura sugestión por ese estúpido bebé!— comento con un poco de enojo.

Una vez termino de usar aquella prueba como decían las instrucciones y de lavarse las manos.

Decidió esperar sentada sobre la taza del baño mientras aquella prueba reposaba sobre el lavamanos.

Aquellos cinco minutos de revelación de resultados parecían eternos y el calor de mayo no ayudaba para nada en aquel ambiente.

Maki esperaba con sus codos sobre sus rodillas y su mano sobre su mejilla, pero el intenso movimiento de su pie no la dejaba tranquila, mucho menos cuando su vista iba de reojo hacia aquella prueba que tardaba una eternidad en revelarse.

Como pudo, conservo la calma, aunque el calor primaveral y el leve ruido que hacía el extractor de aire, hicieron que su mente se llenará de malos recuerdos de su madre y de su clan en general.

🌸"Familia"🌸

Era una palabra de la cual, Maki aún no entendía su significado.

Prefería referirse como "en pareja o como casados" al hablar de su matrimonio, pero "Familia" parecía que nunca podría salir de su boca y menos ahora que la palabra "maternidad" resonaba con fuerza en su cabeza.

— ¿Acaso realmente quiero un bebé? Creo que nunca he pensado seriamente en eso... "madre"... "hijos"... "sangre"... "clan"... "parir"... —soltó un pequeño gruñido mientras su mente se llenaba de malos recuerdos.

💐"Madre" 💐

Muy en su interior odiaba aquella palabra y todo gracias a la mujer que le dio la vida.

Aquella mujer que le deseo el nunca haberla parido ni a ella ni a su hermana gemela.

Aquella mujer que no hacía nada por defenderla cuando la golpeaban, aquella mujer de mirada perdida que vagaba en aquella infernal residencia... ¿Acaso eso significa ser madre?... Definitivamente Maki no quería acabar como ella...

— ¿Acaso yo seré una buena figura materna? ¿Acaso realmente quiero ser madre? ¿Realmente tengo el "instinto"?— se cuestionaba mientras de nuevo miraba de reojo aquella prueba de embarazo.

Maki muy pocas veces hablo de este tema con Yuta, simplemente lo evitaba porque sentía que "era muy pronto" para algo así.

Incluso trataban de protegerse lo más posible en cada relación sexual que tenían, aunque en extremas circunstancias como al acabarse los condones tuvieran que interrumpir el coito.

Maki no odiaba a los niños, pero a veces no los soportaba, sobre todo a los que lloraban demasiado ... sabía que tenía un carácter fuerte que explotaba fácilmente incluso con las payasadas más infantiles de sus compañeros.

Aunque Yuta una vez en un momento de sinceridad, le confesó que con lo que ella decidiera sobre el tema de tener o no hijos estaría bien y lo respetaría, aunque si un día llegara un bebé a sus vidas, este sería amado y bien recibido porque lo estaría teniendo con aquella mujer que más amaba en el mundo.

Pero en el fondo, Maki tenía rechazo sobre el tema de los hijos, porque sabía que la sangre que corría por sus venas era de lo peor y más al momento de concebir, parir y criar.

—¡Qué idioteces ando diciendo y pensando! ¿Yo? ¿Cómo madre? ¡Ja! Si claro...Como si yo hubiera tenido un "buen ejemplo a seguir" para pensar en ser madre... quizás mi retraso se debe al estrés de las misiones que he tenido o al excesivo ejercicio...— refunfuño mientras echaba un vistazo más a aquella prueba que ya casi estaba lista.

En aquel instante de desesperación por saber ya el resultado sobre si estaba o no embarazada, recordó una frase que le hacía hervir la sangre cuando era niña.

Era una frase que todas las mujeres de su clan dijeron alguna vez, sobre todo cuando tenían su primera menstruación y sus senos, así como sus caderas empezaban a desarrollarse.

—"Las mujeres Zenin que nacen sin poder, no sirven para otra cosa que no sea para parir niños... Si tienes un busto firme y de paso unas buenas y anchas caderas, solo servirán para una sola cosa y eso será para engendrar"— comento aquella voz femenina mientras apuntaba a las ropas intimas de Maki, que estaban manchadas de sangre.

Aquella frase, a Maki le había calado demasiado hasta los huesos y aquel recuerdo, le hizo revivir uno de los principales motivos por el cual, había odiado nacer mujer y de paso, el porque rechazaba la palabra maternidad.

🌸"Engendrar", "Parir", "amamantar"🌸

Esas palabras le revivieron más deplorables situaciones que las mujeres dentro del clan tenían que vivir ... sobre todo con sus menstruaciones, con las quejas de las dolorosas lactancias y con los embarazos no deseados solo para complacer y preservar la sangre Zenin.

Maki se sentía como una traidora en aquel momento... aquella sangre que juro eliminar por completo, ahora quizás seguiría en una siguiente generación, si es que cabía la posibilidad de que ella ya la estuviera germinando en su vientre.

—¡Maldición!— pronunció cerrando los ojos con fuerza y golpeando su codo por error en el borde del lavamanos —¡Auch!—

Aquel golpe la haría levantarse y gritar con furia, incluso se recargo con fuerza en aquel lavabo al que pudo escucharse crujir ante su agarré.

Pero, todos aquellos oscuros sentimientos que pensaba ya habían enterrado en lo más profundo de su corazón, ahora habían vuelto a resurgir junto al calor y la depresión de Mayo...

Pero lo siguiente solo la harían sentirse aún peor y la llenaría de más frustración.

Dos líneas positivas...

Embarazada.

—No... puede ser...— La mandíbula de Maki se desencajo al igual que sus manos se aflojaron a sus costados.

Un nudo en la boca del estómago se le formó y fue la primera vez que sintió la necesidad de vomitar.

—Estoy... embarazada...— se le corto la respiración antes de empezar a vomitar en el baño.

En cada arcada sentía el alma querer salirse de su cuerpo... no sabía como asimilar todo lo que acababa de descubrir.


Maki salió del baño arrastrando los pies hasta acercarse a la cama donde se dejó caer de costado.

La pobre se sentía fatal, tomo una posición fetal y se abrazó sobre su vientre... donde ahora se confirmaba que llevaba una semilla del clan Zenin.

—Yo... no... sé cómo debería sentirme con todo esto...— sus ojos se humedecieron, trataba de entender sus propios sentimientos.

Una nueva vida no era algo que podía tomárselo a la ligera... y menos cuando ella había acabado con tantas de su propia sangre.

—Yuta...— paso sus manos sobre sus ojos para secar algunas lágrimas y después miro el espacio en la cama que le pertenecía a su esposo, quien aquella noche permanecería fuera de la ciudad por una misión.

Realmente necesitaba de su compañía en aquel momento, pero tampoco sabía cómo debía darle a él aquella noticia... sabía que él estaría súper contento por ese descubrimiento...

Maki se mordió levemente el labio inferior mientras algunas lágrimas bajaban por sus mejillas... la única oración que se le venía a la mente, era que ella se había traicionado a sí misma y a lo que juro destruir.

Volvió a mirar a la almohada de su esposo, y un recuerdo más cruzo por su mente.

Recordó aquel día, cuando a unos minutos antes de que Getou invadiera la escuela, en aquel salón de clases, ella le había confesado a Yuta que ella destruiría al clan Zenin desde adentro... cosa que meses después así lo realizó, eliminando sin piedad a cada detestable familiar con sus propias manos... pero nunca imagino que en su vientre albergaría a un Zenin más...

—Yo destruí a todos esos detestables seres... pensé que conmigo podría terminar la línea de sucesión...pero ahora estoy creando a uno de ellos... ¿Eso no me convierte a mí en una hipócrita sobre mi propia palabra?— se cuestionó a sí misma.

Su mano derecha hizo unos círculos sobre su vientre.

—Pero, tampoco puedo eliminarlo así por así... también esto es fruto de mi amor con Yuta... ¿Qué debería hacer?— se soltó a llorar, abrazando con fuerza la almohada de su esposo en posición fetal.

🌻"Dejar vivir al fruto de su amor o exterminar a la semilla de la siguiente generación Zenin"🌻

Este era un dilema muy difícil para Maki, quién fue cayendo profundamente dormida mientras seguía llorando.


Entre sueños, recordó algunas situaciones que la marcaron de niña en aquella residencia infernal, aquellas cosas que vio y hasta cierto punto, le habían hecho desear el nunca tener hijos.

Recordó la cara de odio que puso su madre cuando esta, en un arranque de furia contra las gemelas, les reveló que hubiera preferido perderlas a ellas y no al bebé que venía antes de ellas dos... un aborto espontáneo antes de las doce semanas.

También recordó la frustración que siempre revelaba el rostro de su padre al saber que su mujer ya no podía engendrar más hijos y que por culpa de ellas, nunca sería líder del clan.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al recordar entre sueños su primera menstruación...

Esa sangre saliendo de su cuerpo por primera vez, aquel dolor e hinchazón, aquel miedo y confusión por no saber lo que estaba pasando... era lo que sentía aquella pequeña de diez años, a quien tachaban de sucia por algo tan natural...

El clan solía aislar a las mujeres cuando estaban "en esos días del mes", encerrándolas en un diminuto cuarto para "evitar" la mala suerte o demás estúpidas supersticiones en las que creían.

Pero lo que hizo que Maki se agitase entre sueños, fue el recordar aquellos gritos de dolor de las mujeres que parían en la residencia Zenin... sin anestesia, sin médicos... solo con parteras y a la antigua.

Maki y Mai veían como mujeres salían y entraban corriendo en aquella sala al rincón con más sábanas limpias y agua caliente.

Veían también como sacaban sábanas llenas de sangre y entraban corriendo con uno que otro utensilio como tijeras o bisturís, para practicar la episiotomía sin piedad alguna para sacar al siguiente Zenin o en los peores casos, hacer una cesárea de emergencia aunque eso significara la muerte de la madre.

Ambas gemelas crecieron escuchando los molestos murmullos y críticas que recibían las mujeres sobre su pésimo trabajo de parto y su poca empatía de sus semejantes.

—Como grita esa chica, deberían ponerle una toalla en la boca — soltó una mujer mayor quien trataba de ver que sucedía allá dentro desde la distancia —Yo parí a cuatro y ni gritaba de este modo.—

—Ni que lo digas, de seguro así gritaba de placer cuando la dejaron preñada — soltó otra mujer quien también quería ver aquel espectáculo.

—Ojalá sea un niño, porque si resulta ser otra niña, que horror... suficientes inútiles parturientas tenemos ya en el clan.— comento la mujer mayor.

—Pidamos a los Kamis que esta vez ya manden un Zenin con la técnica principal del clan... últimamente está naciendo muchos inservibles— de nuevo hablo la otra mujer mientras veían a otra chica salir a toda prisa con más sábanas manchadas de sangre.

Aquellas dos eran las frases que más odiaba escuchar Maki en aquellas improvisadas salas de parto... donde ni en su propio género podía confiar.

—Tengo miedo... no quiero que me pase eso a mi...— soltó una pre adolescente Mai, cubriéndose los oídos al escuchar los desgarradores gritos de dolor que provenían de aquella habitación y que quizás se escuchaban por toda la residencia. —Demasiados gritos, dolores y de paso, arruinar tu cuerpo por un bebé... en serio que horror ser madre—

—¡Tsk!— Maki chasqueo la lengua — Yo por eso nunca tendré hijos... nunca traeré a este mundo a más detestables Zenin's...— soltó con desprecio.

—¿Qué fue lo que dijiste?— una voz masculina sonó detrás de ellas, haciendo que ambas gemelas girarán a ver a aquel que había llegado por aquel pasillo.

Naoya había aparecido por aquel rumbo de la casa, ya que un parto era todo un maldito espectáculo, que incluso los hombres querían ver con morbo, esto para felicitar al futuro padre en caso de ser varón o darle el pésame en caso de ser una niña.

—Se que alguna de las dos dijo algo ¿Acaso no quieren compartir eso de lo que hablaban con su primo favorito?... ¿De que estaban hablando "niñas"?— pregunto el pelinegro Naoya, mientras miraba de pies a cabezas a sus primas.

Mai trago saliva y guardo silencio mientras cruzaba sus brazos sobre su apenas y crecido pecho, el cual, le daba pena que los hombres de aquella casa se le quedaran mirando.

En cambio, su hermana mayor no se quedó callada, mientras llevaba sus manos a sus caderas mientras respondía.

—Dije que por eso YO NUNCA TENDRÉ HIJOS— dijo Maki muy segura de sí misma —nunca traeré a este mundo a más detestables Zenin's y mucho menos que sean así como tú— Escupió aquellas palabras con demasiado odio.

Naoya solo bufo por aquella respuesta de su prima.

Dio unos pasos hacia ella —Sabes Maki, para una falla como tu — quedo a centímetros del rostro de su prima —El único potencial que te veo es el de ser una "madre" que "engendrara" más de nosotros...— su mirada lasciva recorrió todo el cuerpo de aquella pre adolescente de pies a cabeza, observando como aquellos senos ya le habían crecido un poco.

Naoya siguió hablando
—Así que tarde o temprano esas pubertas caderas, terminarán de formarse y sé que en ellas engendraras a un Zenin y esos pechos lo alimentarán ... quieras o no— dijo aquello mientras su mano derecha iba sobre el dobladillo del hakama azul de Maki.

Pero esta no se dejó tocar, sujeto con fuerza la muñeca de Naoya para detenerlo, clavándole las uñas para arrancarlo de su ropa.
—¡Nunca!— se defendió esta —¡Ni muerta tendré un hijo para que lleve esta detestable sangre!—

Pero Naoya al ser ya un adulto, la golpeo con fuerza en la mejilla, tumbándola al suelo.

—¡Maki!— grito Mai agachándose a ayudar a su hermana, pero también la pobre recibió un golpe de Naoya.

—¡Ambas deben de aprender cuál es su lugar dentro de esta residencia!— grito Naoya mirándolas con superioridad, mientras se agachaba levemente para mirarlas desde más cerca.

—Ustedes quizás no serán material para ser hechiceras... pero quizás si lo sean para ser unas buenas esposas y unas buenas "madres"... así que vayan conociendo su lugar dentro de esta casa... perras— soltó Naoya con desprecio poniéndose de pie rápidamente.

—¡Hijo de puta!— Maki quería defenderse, pero fue pateada con brusquedad en el vientre por su primo.

Maki despertó sobresaltada ante tal terrible sueño, incluso se sentó de golpe en la cama mientras llevaba una mano a su vientre... aquel recuerdo se sintió tan real.

El infernal calor de la primavera era acompañado ya de la oscuridad del anochecer, aquella habitación ya estaba en penumbras, haciendo que Maki se diera cuenta de que se había quedado dormida toda la tarde, solo había llegado a casa para ir directamente al baño para hacerse aquella prueba de embarazo.

Ni siquiera había acomodado todo lo que había comprado en el supermercado y de seguro tanto el helado ya se había derretido, como las demás cosas que iban dentro de la nevera de seguro ya se habían echado a perder.

La respiración de Maki empezó a regularse, mientras estiraba su mano para prender la lámpara de noche que tenía en la repisa al lado de la cama.

Un suspiro de alivio salió de su pecho al recordar cómo había eliminado por fin a aquel idiota de Naoya después de tanto trabajo en aquella colonia de Sakurajima.

—El ya no puede hacernos daño...— se dijo a sí misma mientras su mano seguía sobre su vientre.—Pero ahora... que voy a hacer contigo...— hizo levemente su cabeza hacia atrás antes de dejarse caer de espaldas de nuevo en las almohadas.

Un pequeño ser crecía dentro de ella, pero también una lucha interna con todo lo que la orilló a eliminar a su clan.

—¿Qué debo hacer?...— Maki soltó otro suspiro mientras miraba al techo —Necesito un consejo...— se lamentaba de no tener a Mai a su lado.

—¿Pero a quien puedo contarle sobre esto?— Otro suspiro salió de su pecho mientras miraba al techo.

—Creo que podría preguntarle a la persona "más cuerda" entre todos los "locos" sobre qué opina de todo esto... quizás solo esa persona podría ayudarme con todo esto— comento Maki alcanzando su celular y mandándole un mensaje a la única persona en que quizás podría confiar en aquel momento...

🌸Continuará...


Hola a todos, aquí Vera

Espero les haya gustado o en su caso interesado, esta historia realmente nació así de un de repente.

No sé si ustedes antes habían escuchado esa frase de que: "Si un bebé rechaza a una mujer, es porque sienten a otro bebé en camino".

Pero Yo si la llegue a escuchar seguido y una que otra vez resulto ser cierta con algunas conocidas, sobre todo cuando dicen que si estas embarazada y un bebé te rechaza, es por su sexo, ósea si las nenas te rechazan es porque estas esperando una niña o viceversa en el caso de los niños, esto se dice porque los pequeños se vuelven muy "sensitivos" … No sé si me di a entender en este punto.

Sobre su título, quizás poco a poco vayan entendiendo por qué le puse así y como se irá relacionando con las estaciones del año.

Además, para esta primera parte he usado algunos términos como "semilla y germinar" para darle sentido a la primavera y así lo irán descubriendo en los siguientes capítulos.

Quizás en esta historia encontrarán algunos dilemas que creo tendrían los personajes en cuestión respecto al tema de matrimonio joven, la maternidad/paternidad y el mundo de Jujutsu.

También siempre me pregunte como podría ser este tema dentro de los clanes y creo que el clan Zenin fue el peor en el tema de los hijos, además, siento que fueron los más crueles con las mujeres y quería plasmar ese pensar en este primer capítulo.

Solo diré que ya estoy planeando que otros personajes saldrán y así como los ships... aunque mayormente se situara en YutaMaki

En fin, aquí algunas notas:
1- En este fic, Maki y Yuta llevan 1 año y meses de casados.

2-Episiotomía... para quien no conoce este procedimiento, les vengo a desbloquear un nuevo miedo. (Si son sensibles, no busquen imágenes en Google sobre esto)

Es una incisión en el periné (donde se ubican los genitales externos femeninos, labios mayores) para aumentar la apertura vaginal durante la última parte del período expulsivo del trabajo de parto o durante el parto en sí.

Este procedimiento se realiza con tijeras o bisturí y debe repararse por medio de una sutura. Su recuperación puede tardar hasta 3 semanas o más ... se dice que es súper doloroso ya que cortan y suturan sin anestesia y después en la recuperación duele al orinar y puede infectarse, así como quedar una cicatriz.

En los recuerdos de Maki me imaginé a Naoya con su cabello natural, ósea negro y aquí tendría como alrededor de 23 años.

¿Leyeron el capítulo de la semana pasada? Jajaja debe ser una coincidencia que la extensión de Dominio de Naoya haya sido un Útero? Jajaja se los juro, cuando leí el capítulo y había acabado de escribir esto quedé wtf... es una señal jaja

Aun así, MakiGod mi mujer ❤️

Espero les haya gustado, este será un nuevo proyecto que quizás y sea corto, aunque adelanto, será de muy lenta actualización.

Nos seguimos leyendo ❤️